#Aquí viene una jodida crisis por mi impotencia

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Así se Vive el Coronavirus Aquí

Siento una flojera, una apatía.

Se han apagado los sueños y ahora el mundo ahora está suspendido.

¿Llegará a haber algo después? Mientras más me entero de noticias, peor me siento y me preocupo-. Es más fácil y llevadero, hacer oídos sordos y ojos ciegos a todo lo que ocurre.

Por favor, no me preguntes cómo estoy que ni yo misma puedo responderlo.

A veces estoy bien. Podría decirse que estoy muy bien. Pero la amenaza de un futuro sin sueños me llega a atormentar.

Había decidido que me dedicaría a hacer tatuajes. ¿Pero cómo? Cuando lo mejor que puedes hacer para contribuirle al mundo entero es no salir de casa.

¿Y si muero? ¿Y si enfermo y no pueden atenderme? ¿Y de verdad se acabará en 2 semanas? ¿Qué pasará después? ¿Y si morimos todos? ¿Y si mueren mis seres queridos? Preguntarse esto es una tortura constante Lo que viene sólo parece una densa niebla Que a todos nos inhabilitará. Por favor noticias, denme esperanza.

Busco consuelo en un amigo. En cada persona distinta con la que puedo entablar conversación. Dame tu opinión. ¿Cómo lo vives todo eso? De verdad, me bastan sólo las palabras de una persona igual de perdida que yo. Me bastan sus creencias de la realidad para ilusionarme Para calmarme.

No pasa nada, he escuchado. Se han reído de mí al verme llegar con cubrebocas. Qué exageración Aquí la situación no existe, a la vez que los medios de comunicación están plagados de mensajes y advertencias al punto de que, ya se han vuelto invisibles las advertencias de los altavoces en las calles, los anuncios  y los mensajes enviados a los celulares. Una convivencia de ideas totalmente ambivalentes. En una cotidianidad donde hay personas que no pueden sólo encerrarse Porque hay que producir dinero No hay medidas, no se menciona, no se cambia nada. Sólo se continúa, porque es lo que nos queda. No podemos quedarnos en casa. Tenemos que ganar dinero, hay cosas que pagar. Hay que continuar. Las lamentaciones, son inútiles entonces. Y de cierto modo agradezco este ambiente. En el que se puede uno olvidar del mundo y las preocupaciones, aunque sea por un momento. En esta ciudad, pareciera que las cosas siguen como si nada Pero eso, parecen. Los puestos abiertos, personas fuera y despreocupadas. Comiendo en calle y con niños. Los marimberos siguen armonizando en el jardín Y los mayores de edad fuman en las terrazas Porque esto parece más bien un cuento al que recurren para que los niños se vayan a dormir. ¿De verdad existe y está pasando algo?

Al hablar por teléfono con familiares me ha parecido lo contrario. Tienen miedo y temen a lo peor. Angustia el sólo escucharlo. Todo esto es cierto y viene a por todos nosotros. Cuídate, que viene todo lo peor. Amenazas Miedo Muerte Temores Impotencia Soledad Encierro Despesperanza

Desesperanza.

¿Qué haces cuando se te ha ido el futuro? El futuro nunca ha existido en realidad.

Ya no hay planes, ya no hay nada. Para qué pensar en la máquina que comprarás o el encuentro hipotético que pudo hacer existido entre nosotros. ¿Nos volveremos a ver algún día? ¿Se acabará todo esto a mediados de abril y volveremos a ser capaces de viajar y encontrarnos? Dice ahí que no.

Todo es no, no, no, no, ¡NO! Maldita sea. Y si no es por esto es por la violencia. Por los feminicidios Por los narcos Por la inseguridad Por los robos y los secuestros. Porque eres muy joven, o porque eres muy vieja ¡Porque naciste mujer! Siempre habrá una jodida razón para no hacer nada. Y la situación actual, no queda entre mis manos. En verdad, puede que muera, puede que mueran mis familiares… Ese es el peor pensamiento. ¡Pero en realidad es la única certeza que siempre ha estado ahí! La muerte siempre ha sido una compañera Mi México. Hacer oídos sordos ante la verdad. Es mejor no ver, no saber, no enterarse. Así puede vivirse en la ignorancia. Incluso disfrutarla. ¿Qué tal estuvo la reunión social de ayer, ah? Hubo risas, hubo gritos, hubo alcohol, hubo juegos, fogata, mascota y hubo compañía familiar. Todo lo demás dejó de existir esa noche. ¿Pero qué va a pasar entonces? Crisis, prolongaciones, tiempos difíciles… Pero si algo positivo me ha dejado mi mentalidad popular mexicana es que se saldrá adelante, pese a todo. Porque no queda de otra en realidad. Estamos acostumbrados a seguir adelante pese a lo jodido.

No nos asusta la muerte, compañera habitual. Ni el no tomar medidas preventivas. ¡Eh pues ya nos tocará morirnos y punto! Y lo oigo expresado con un dejo de divertida alegría. Un tono de voz tan mexicano. Ningún mal es tan horrible. ¡Eso! Eso es mi México. Y me alegra. Me alegra, salir a la calle En tiempos de coronavirus.

Quizás me infecte, quizás me muera. De verdad, indagar en todo esto me parece de lo más inútil. Porque cada cosa podría pasar. Y no soy la única aquí. Nuestra vida sigue, Y escribo esto, desde el lado “irresponsable” De aquel que tiene que seguir saliendo a encontrar dinero. De aquel que logra salir adelante económicamente Gracias a las personas que cree que todo esto es un cuentecillo de terror. Tantas filosofías involucradas en mi interior. Mis acciones y mi aporte dependen sólo de mí. Y algo es completamente cierto: hay que informarse y responsabilizarse. Cumplir y cuidarse. Pero el mundo no puede quedarse encerrado. Y tampoco somos inmunes.

Por favor, que esto pare.

Los sueños se han esfumado.

No hay planes

No hay futuro

Ni si quiera consolaciones.

Sólo queda, volver al presente- Es lo único que tenemos.

¿Y si morimos?

Bueno… pues esa posibilidad siempre ha estado ahí en realidad.