#Ambos sufren conmigo perdón

[pruskita]

Oh that's gore of my comfort character

Te quiero mucho Kirby <3

[sochocolateeee]

La amiga con la que estaba hablando antes vivía aquí, pero se fue hace unos años a Estados Unidos. No sé de qué estábamos hablando, lo cierto es que pensé que nunca voy a dejarte de querer porque te quiero de verdad. Independientemente de lo que suceda, siempre estaré agradecida de que hayas querido estar conmigo aunque fuera unos cuantos meses, o unos años, o hasta más, porque en serio me haces feliz y contigo todo me parece que es demasiado perfecto.

Yo sé que ninguno de los es perfecto, solo que nuestras imperfecciones encajan bien. Sé que hay otras que no encajan y que si queremos acoplarnos bien tendremos que aceptarlas y/o mejorar en la comprensión propia y del otro. Aun así, eso no quiere decir que sea menos feliz. Por el contrario, cada vez que hablamos sobre eso y llegamos a entendernos y a mejorar la relación se siente bien. Ambos tenemos ganas de que esto funcione de verdad porque nos queremos. 

Me daba lástima escuchar cómo ella hablaba acerca de sus relaciones que, en términos generales, no me parecen las más sanas ni las más lindas. También me comentaba acerca del libertinaje sexual que hay allá y de cómo las personas manejan sus relaciones interpersonales. La verdad no me arrepiento de las decisiones que he tomado con respecto a las personas con las que he salido y cada vez que escucho algo así, me duele. Es feo saber que el amor que reciben otras personas en el mundo no es este mismo, y el hecho  de simplemente pensar que en algún punto tu pudiste ser querido mal me pone tan triste que me hace llorar. La verdad no puedo imaginarme que alguien como tú, o de mi círculo cercano como ella, no pueda ser querido ni amado bien. Me pone muy triste.

Detesto que el mundo hoy día sea a veces tan libertino y perdone los actos que no son hechos con amor, pero entiendo que el perdón es algo que debe suceder. Cuando te pregunté al principio de esto “¿Cómo has sido amado?” no quería que me contaras todas tus historias y anécdotas románticas y/o sexuales. Realmente eso me interesa, pero no quiero saberlo. Me genera curiosidad, pero no quiero saberlo. No quiero escuchar las respuestas, así que no me las digas.

A raíz de eso, por obvias razones, tuve muchísimos dilemas y dicotomías, especialmente porque no respondiste mi pregunta y no supe qué hacer con tanta información que no era para nosotros, ni con tanta ausencia de formación que sí era para nosotros. La pregunta no era “¿Cuántas relaciones has tenido?”, no. Era más bien “¿Te amaron bien?”, “¿Te valoraron?”, “¿Hicieron todo lo posible por demostrarte lo especial que eres?”, “¿Sentiste que eras importante?”, “¿Te gustó la forma en que te trataron?”. 

De esas preguntas sí quisiera una respuesta y, al retomar el tema con ella, me di cuenta de eso. En este mundo todos sufren tanto, pero siguen haciendo cosas para lastimarse. Todos sufren tanto, pero siguen tomando decisiones que no van de acuerdo a lo que quieren vivir. En días como hoy, después de hablar con ella y en los que cumplo años pienso que, quizás, ser un florero no estaría tan mal.

Ojalá ella, algún día, pueda encontrar a alguien que la valore y la ame bien, correctamente. Ojalá yo pueda valorarte y amarte bien, correctamente, y si definitivamente no puedo hacerlo, perdóname, porque puedo asegurarte que, pase el tiempo que pase, lo habré intentado con todo mi corazón y lo que más querré, siempre, será que seas consciente de ello.

No te dejaré de querer, porque cuando quiero de verdad nunca puedo parar. 

[idolish7-es]

2.4.4: Expectativas infinitas

Otoharu: Sus voces son compatibles. Estoy seguro que serán capaces de sacar los encantos del otro y ponerlos de primer plano. Otoharu: El nombre de la canción es “Koi no Kakera.” Es una canción que le dará un comienzo fresco a MEZZO", una nueva vida. Estoy seguro que hará crecer el brillo de ambos.

Tsumugi: ¡Como se esperaba de Sougo-san y Tamaki-san! ¡Sus voces son tan compatibles! ¡Son una pareja perfecta! Tamaki y Sougo: Ya veo... Tsumugi: N-no parecen satisfechos... Sougo: Es muy raro que escuchemos la nueva canción cuando la fecha de lanzamiento aún no se decide. Tamaki: ¿Vamos a cantar esto en vivo o en TV? Tsumugi: ¡Cuando sea el mejor momento! ¡El presidente dijo que esta canción le dará a MEZZO" la oportunidad de empezar de nuevo y renacer! Tamaki y Sougo: ... Sougo: Pero, ¿podemos...? Tamaki: Quiero decir, somos así... Tsumugi: ¡Estoy segura que se llevaran mejor! ¿Y si salen juntos en sus días libres? Tamaki: Solo ver el rostro de Sou-chan me hace sentir como si no fuera un descanso. Sougo: Ver el rostro de Tamaki-kun hace que todo sentimiento de descanso se disipe. Tamaki y Sougo: Pero trabajamos bien juntos. Tsumugi: Que relación tan calmada pero también seca... Tsumugi: No se siente peligroso como antes, pero esta frialdad... Pareciera que se hubieran rendido en intentar quedar en términos amigables, es algo solitario y podría ser problemático... Tsumugi: Aunque sus voces son tan compatibles... Con sus voces, sacan los encantos del otro y los traen al frente. Esta canción en particular está llena de sus encantos. Tsumugi: Como el presidente dijo, "Koi no Kakera" debería ser una canción que estimule el nacimiento del nuevo MEZZO" Tsumugi: ¡Dejaré que practiquen todo lo que quieran por una hora más, ya que están aquí! ¡Si me disculpan! Tamaki: Eh... Sougo: Tamaki-kun, no digas eso. Sigamos tratando un poco más. Tamaki: ...Sou-chan, a veces hablas o te disculpas con las personas tú solo cuando trabajamos. Tamaki: ¿Es por mi culpa? Sougo: En absoluto. Tamaki: Entonces, ¿por qué? Si algo pasara, es mejor si me lo dices. Sougo: Te digo lo que quiero que arregles. No te preocupes del resto. Tamaki: ...No me gusta esa parte tuya, Sou-chan. Sougo: ... Sougo: ¿Practicamos? Tamaki: Ok.

Momo: ¡Disculpen la intrusión~! ¡Felicitaciones por la transmisión de su programa! ¡Vi "Una encantadora noche con IDOLiSH7" y fue super divertido! Riku: ¡Momo-san, Yuki-san...! Yuki: ¿Cuándo nos invitarán? Tsumugi: Re:vale probablemente, un poco, todavía no, en términos de presupuesto... Momo: Pero ya nos llamaron del nuevo programa de TRIGGER. Yuki: Tienen un presupuesto diferente, porque tienen buenos patrocinadores. Sougo: .... Tsumugi: Ah... ¿Vinieron por algo? Yuki: Vinimos a molestar a nuestros kouhais. Tsumugi: ¡¿Eh!? Riku: ¡¿Vinieron a molestar a sus kouhais?! Yuki: Yamato-kun, ven aquí. Yamato: No. Iori: ¿N-Nikaidou-san...? Yuki: Si no vienes, tengo una idea. Yamato: Adelante, haz lo que quieras. Yuki: Entendido. Lo gritaré entonces. ¡Saben! ¡La razón por la que rechazó la oferta! ¡En realidad es...! Yamato: ¡I-iré ahora mismo! Yuki: Perdón por eso. Yamato: ...Tienes una personalidad horrible, como siempre. *cerrar* Riku: ...Me pregunto qué está pasando. Yamato-san y Yuki-san... Momo: ¡Ya, ya, no te preocupes! ¡Yuki es un caballero después de todo!

Yuki: Acepta la oferta para la película. Te ayudará a conseguir más trabajos de ahora en adelante. Yamato: No lo necesito. Yuki: No eres nada lindo. Yamato: Perdón. Yuki: Había un senpai que me ayudó cuando recién empezaba, quería devolverle el favor. Yuki: También deberías saber quién es. Su nombre es, mmph– Yamato: No me importan tus circunstancias, pero no hagas nada innecesario. Ya no tengo nada que ver con él. Yuki: No tapes la boca de tu senpai. Y tiene que ver con ambos, porque es mi senpai. Yamato: ¿Sabes cómo se llama esto? Esto es abuso de poder, senpai. Yuki: Sabes, si realmente quisiera abusar de mi poder, ustedes ya no tendrían trabajo. Yamato: ...Adelante, intentalo. Incluso si eres tú, no te perdonaré si les haces algo a ellos. Yuki: Oh, qué masculino. No creí que dirías una línea tan apasionada. ¿Y si la dices una vez más? Yamato: ¡...Eres un gran fastidio! ¡¿Cómo se volvió famoso alguien como tú?! ¡Hace 5 años no eras más que un lava autos! Yuki: Esa mirada tuya, como si estuvieras viendo basura, es bastante nostálgica. Tu odio a las personas del mundo del espectáculo, ¿cambiaste de idea? Yamato: ...Cállate. Yuki: No puedes ocultarlo por siempre. Aún usando anteojos, eres la viva imagen de esa persona en su juventud. Yuki: ¿Tampoco le dijiste a tus compañeros? Si es así, ¿Por qué entraste a la industria del entretenimiento? Yamato: ...Al principio, era por venganza. Yuki: Qué sucio. Yamato: Pero ahora es distinto. Quiero que sus sueños se hagan realidad. Todos estos chismes sobre mi solo se entrometen en nuestro camino. Yuki: Si son solo chismes, podemos protegerte de ello. Si quieres que los sueños de tus compañeros se vuelvan realidad, entonces debes llegar más alto. Yuki: Eres un genio cuando se trata de actuar. Para ser honesto, era frustrante. Trabajé tan duro para llegar aquí, y aún así... Yamato: Yuki-san... Yuki: ¿Escuché que no has ido a casa? Está muy solo, sabes. Incluso te envió flores para tu concierto. Yamato: ...El desgraciado envió el tipo de flores que se le enviarían a una anfitriona. Qué irónico. ¿Ya se volvió loco ese viejo asqueroso? Yuki: Bueno, a veces es algo insensible. Yamato: ... Yuki: ¿Por qué te rendiste en tu venganza? Yuki: ¿Es porque fue más divertido de lo que esperabas? Este mundo. Yamato: ... Yuki: Actuar conmigo sería incluso más divertido. Piensalo seriamente, por tu propio bien y por el de tus amigos. Dame una respuesta luego.

Momo: Perdón, por Yuki. Tsumugi: ¡En absoluto! Re:vale siempre nos está cuidando... Tsumugi: ¿Por qué nos ayudan tanto a nosotros, a IDOLiSH7? Momo: ¡Porque los amamos! ¡Solo verlos por tv me hace querer animarlos! Así que eso es lo que hago. Momo: TRIGGER lucha por alcanzar la perfección y también los amo. No puedo evitar apoyarlos también. A ambos, TRIGGER e IDOLiSH7. Momo: Desde que empezó su programa los fans de IDOLiSH7 aumentaron, ¿cierto? Tsumugi: ¡Sí! Gracias al programa, la cantidad de personas en el fanclub incrementa diariamente. Momo: ¡Es bueno oír eso! Momo: Quiero que tú, como mánager, seas cuidadosa con algo. Especialmente porque su popularidad está aumentando. Tsumugi: ¿Qué es? Momo: Mientras más y más gente los ame, los sentimientos de las personas hacia ellos empezaran a cambiar también, poco a poco.. Momo: Y puede que eso los lastime. Tsumugi: Ah... Empezará a aparecer gente que odie IDOLiSH7... Momo: No es eso, Tsumugi-chan. Sentimientos de amor que atormentan a los idols. Tsumugi: ... Momo: Mientras incrementan los fans, habrán más y más tipos de amor, infinitos. ¡Las personas son únicas! ¡Y la forma en la que aman también lo es! Momo: Así que habrá fans del Riku serio, y gente fan del Riku tierno. Habrá quienes quieran verlos en programas de variedad, y otros que los quieran ver en conciertos.. Momo: Todos piensan en Riku. Pero solo hay un Riku, y no puede cumplir las expectativas de todos. Momo: Es por eso que sufrirán. ¿Cómo decirlo...? Momo: Quienes trabajan como idols aman hacer felices a otros, y aman ser amados. Momo: Si decepcionamos a los fans, sentiremos el doble de esa decepción. Tsumugi: ... Momo: Habran quienes piensen "¿En qué me equivoqué?" y otros que piensen "¡Tengo que esforzarme más!" Momo: Pero también habrán quienes colapsarán pensando "¡Mierda, no voy a escucharlos!" Momo: Y los fans también colapsarán. De sus expectativas nacerá el descontento. Del amor, nacerá el odio. Momo: Nadie está equivocado, no hay forma de arreglarlo. Incluso si los idols sufren, no se puede evitar. Momo: Todos se sienten aplastados en esos momentos. TRIGGER también lo tuvo difícil, porque se volvieron populares realmente rápido. Momo: Pero ya que tenían a Tenn, lograron superarlo. Tenn es asombroso. ¡Lo respeto! Eliminó todas las facciones para dedicarse solamente a los fans. Momo: Aunque a veces es algo preocupante. Se siente como si Tenn trabajara obligado o a la fuerza, aunque no ha pasado tanto tiempo desde que debutó. Tsumugi: ¿Obligado...? Momo: Sí. Podría decirse que se está sacrificando... Momo: Como que, no importa lo doloroso que sea, no importa cuanto se quiera llorar, ¡Siempre se debe sonreír, por el bien de otros! No importa qué, ¡Hay que bailar y cantar! Momo: Perfeccionó esa mentalidad de dedicarse y servir a otros. Es como si se lo hubieran inculcado desde pequeño. Tsumugi: ...

Yamato: Bien, me voy. No necesito cena. Mitsuki: ¡Entendido! Cuidate. *cerrar* Mitsuki: ¿Qué le pasa a este viejo...? Tiene un aura de magnífico disgusto... Tamaki: ¿Cierto? Mitsuki: Finalmente logramos estar juntos, a pesar de lo ocupados que hemos estado últimamente. Mitsuki: Tamaki, voy a estar viendo TV en mi habitación, si te da hambre puedes comer lo que hay en la olla. Pero asegúrate de dejarle algo a los demás. Tamaki: Ok. Mitsuki: ¡No te quedes jugando! Tamaki: Ok. Tamaki: ...Ah. Morí otra vez. *ding dong* Tamaki: ¿Hm? ¿Será Yama-san?

*Abrir* Tamaki: Bienven– Tenn: … Tamaki: Oh. Es Tenten. Tenn: No me des apodos tan raros. Toma esto. Es un regalo. Ousama Purin. Tamaki: ¡¡Sí!! ¡¿Puedo comerlos todos yo solo?! Tenn: Haz lo que quieras. Tenn: … Tenn: ¿Dónde está la habitación de Riku?

Continuará...

-Todos los créditos a la traducción en inglés-

[cafeymusica]

El cierre de una etapa

Una tarde mientras trabajaba, mi vieja volvió de comprar en el súper. Ni me moví cuando escuché la puerta, sabiendo que iba a pasar por donde estaba yo para contarme que compró chocolate. A los pocos segundos la vi con la cara llena de sangre y se me paró el corazón sin entender qué había pasado. Era la primera vez que se caía estando afuera. 

En casa había pasado pero mucho mas leve y ella misma se levantaba. Todo empezó muy despacio. Sin embargo, esa vez y por el riesgo de que pudiera pasarle mientras cruzaba una calle o algo similar, dejó de salir.

No por eso paró. Martha era inquieta como ella sola. Lejos de deprimirse y mas allá de que el hecho de no poder salir sola la angustiaba, ella siguió ocupándose de la casa. Iba de acá para allá todo el día, limpiando, ordenando, llamando a sus amigas o a la familia, invitándolos a compartir algún momento porque, como yo, valoraba terriblemente esos encuentros.

De una manera tan lenta que ni siquiera podíamos procesar, las caídas eran cada vez mas seguidas. Los médicos confirmaron el parkinson y nos prepararon para saber que esa enfermedad va aumentando y tomando control, generando rigidez en el cuerpo y temblor en las manos. Al tiempo, además de las caídas se le complicaba agarrar los cubiertos para comer o el vaso para tomar agua pero siempre se las arreglaba de alguna manera. Yo la miraba de reojo por si necesitaba algo, sin invadirla, porque sabía que para ella era importante seguir teniendo control sobre esos pequeños detalles. No lavaba los platos a propósito porque ella se sentía útil si lo hacía. Claramente quedaban mal, así que a la madrugada y muy despacito, sin hacer ruido, yo los repasaba. Ella jamás se enteró. Creo.

Una de las veces que mi hermano vino a visitarnos, planteamos ciertas cosas a reorganizar para cuidarla mas. Rutinas, boludeces que iban a ayudar a que esté activa dentro de un nuevo marco y una nueva realidad. Esa fue la primera vez que la situación me dolió profundo. Sentada en la mesa del living, mi vieja dijo que ella sabía que estaba entrando en la última etapa y que estaba bien, porque sabía que mi hermano eramos felices. No sé porqué me dolió tanto pero fue así. Verla sentada desde la otra punta de la larga mesa, en esa situación, viendo que su vida activa se terminaba, cambiando todas las rutinas, enfrentando una etapa complicada, y nos tenía a nosotros como su única preocupación.

Mi hermano vive lejos y viene poco. La persona que iba a convivir con mi vieja era... quien escribe, quiera o no quiera. Igualmente en el momento no tenía consciencia de eso porque mal o bien y mas allá de algunos cuidados, ella no dependía de mi. Fue muy fluido, muy lento, por años. Solo notabas que empeoraba por detalles muy chicos: dormía mas, se sentaba a ver TV sin verla, con la mirada perdida por completo en pensamientos que muy rara vez compartió y que por lo que supe mas tarde, solían ser sobre extrañar a mi viejo y preocupaciones de la vida cotidiana. El problema es que una persona que ya no puede salir termina teniendo una vida mucho mas chiquita, donde los problemas mas pequeños se transforman y pasan a ser gigantes.

Las caídas seguían, dentro en casa. Me llegó a sorprender como me acostumbré a esa rutina. Levantarme un día como cualquier otro, estar laburando, escuchar un ruido y automáticamente pensar “se cayó” e ir a verla. Ayudarla, levantarla, la mayoría de las veces llamar a la ambulancia, reposo 48 horas y a repetir de nuevo en un loop interminable que era cada vez mas frecuente y mas complicado, porque a lo último ella no tenía fuerza para ayudarme a levantarse y yo ya no podía hacerlo sola.

A principios de este año fue la última y lo mas irónico es que fue solo desde una silla, pero en medio de un cuadro de delirio enorme que la hacía estar bastante violenta. En ese momento no sabíamos que ese delirio era por una infección. No se cómo logré levantarla, llamé a la ambulancia y por primera vez desde que todo empezó, la llevamos al hospital donde se quedó una semana. Me acuerdo de llamar a mi hermano desesperada y por primera vez en 20 años (suelo ser de quienes se arreglan para todo sola) pedirle que venga. Ahí descubrieron la infección y pasamos una semana donde en lugar de poder ocuparnos de ella directamente, tuvimos que pelear 24/7 con PAMI por lo que le correspondía y por la atención horrible que nos dieron. Tema para otro momento.

Ver a mi mamá en un hospital por primera vez me generó de todo pero nada de eso pude procesarlo hasta que volvimos a casa. Mientras uno vive algo de lo cual está a cargo no se deja caer. No pensás, no analizás, no llorás, no aflojás, no te quebrás. No te lo permitís. No podés quebrarte, es un lujo demasiado lejano.

Mi mamá volvió a casa pero nunca volvió a caminar. En un principio fue únicamente por miedo y ella lo reconocía. Los viejitos cuando se caen sienten que la distancia hasta el piso es terriblemente mayor de lo que es, lo sufren mucho. Ese miedo la paralizó y por mas que lo intentó no pudo. Nuevamente se cambiaron todas las rutinas, se sumó una enfermera algunas horas por día para liberarme a mi y para las tareas mas complicadas, mientras que la prioridad era motivarla y sacarla adelante.

Desde ahí fue una montaña rusa. Había días en los que quería levantarse, otros en los que estaba muy confundida, otros en los que estaba perfecta, otros en los que estaba triste pero nunca, nunca volvió a caminar. Tuvimos momentos llenos de amor, otros de charlar, otros de bancarme que me revolee un vaso de agua cuando le daba de tomar para que no se deshidrate. Otros en los que ella se acordaba de como me había tratado y lloraba pidiéndome perdón mientras yo la calmaba diciéndole que no pasaba nada, que simplemente enfoque las fuerzas en perder el miedo y salir adelante. También hubo risas, por suerte. Noches en las que la enfermera se quedaba mas tiempo, pedíamos comida y lográbamos que ella se distraiga y se ría. Lograr hacer que mi vieja se ría en esos momentos significaba todo. Hoy no logro recordar el sonido de su risa y eso me asusta.

Los dos últimos meses antes de que se vaya, mi mamá se apagó. Las últimas fuerzas que tuvo para charlar con alguien las usó cuando vino mi hermano a visitar en julio, prometiéndole que ella iba a estar bien y a salir adelante. El día que mi hermano se volvió mi vieja empezó a dejar de hablar. Por un mes prácticamente no la escuché hablar.

Dejó de tomar con sorbete y pasamos a la jeringa que yo tenía que darle porque ella no se movía. Comía poco, así que compramos suplementos especiales. Tuvimos otras visitas al hospital. Le salían escaras que fueron a cirujía pero llegado un punto y sin importar la posición en la que estaba, aparecían nuevas. Cuando dejó de hablarme pensé que estaba enojada conmigo y se lo planteé una tarde mientras le daba la merienda.

“¿Estás enojada, má?“. Me miró y no respondió. Días mas tarde le pregunté si se le había pasado y me dijo que no estaba enojada antes, sino que quería liberarme. Me dijo que haciéndome creer que estaba enojada, intentaba hacerme salir de la habitación y que tenga mas tiempo para mi. Me largué a llorar como una nena, abrazándola y pidiéndole que no haga esas cosas porque me hacían peor. Que yo estaba bien, que no se preocupe, que era fuerte, que yo podía. Una sarta de cosas que claramente eran mentira. A pesar de eso, casi no volvió a hablar y había que interpretarla por sus miradas o gestos. Las dos últimas semanas cuando le acercabas comida o bebida usaba la poca fuerza que tenía para cerrar la boca y ahí lo terminé de entender. Mi mamá quería irse. Bajó los brazos.

Ella me dijo esto un par de veces, meses atrás. Que estaba cansada, que quería descansar y abandonar. Claramente no era algo que esté en mis manos o en las de ella así que siempre intenté hacerle ver lo bueno o hacer que piense en sus nietas. Si bien dolía a un punto inexplicable escucharla decir eso, nada superó el dolor de ver realmente cómo ella actuaba buscando directamente que se termine. Sufría muchísimo por el dolor en el cuerpo pero siempre que uno le preguntaba decía que estaba bien, que no le dolía. Sin embargo, las pocas fuerzas que juntaba durante el día, las usaba para tratar de evitar alimentarse mientras se le caían las lágrimas. Nadie tendría que vivir una situación así. Nadie.

En una de nuestras últimas charlas (de segundos) le pregunté cómo estaba, si le dolía algo. Su respuesta fue: “¿Vos como estás?, tenés cara de cansada“. Le sonreí, le dije que estaba bien y que solo me dolía un poco la cabeza, me levanté bien derechita y fui a mi habitación a llorar por horas, cuidando que ella no escuche, atragantando la desesperación en la almohada. Mi vieja se sintió hasta el último momento muy mal por mi, por ver que yo terminé inmersa en la situación siendo quien la cuidaba y que eso me estaba consumiendo por completo y en todos los sentidos.

Muchos me preguntaron mas de una vez el motivo por el cual lo hacía, otros me sugerían alternativas. Nunca pude considerar meterla en un geriátrico o abandonarla de alguna manera. Era consciente de que me estaba destruyendo porque ya ni tenía tiempo para trabajar, cuidarme o ver una película pero nunca, nunca pude ver otra alternativa. Era mi mamá, quien me cuidó, me crió, quien pasó mil cosas por hacerme tener una buena vida y gracias a quien (en parte) estoy en el mundo. Dejarla cuando ella era vieja y me necesitaba no era algo con lo cual yo pudiera convivir. Ella misma me lo pidió un par de veces pero yo sabía que ese pedido lo hacía en base a su preocupación por mi, a no querer ser una carga. Sabía que si la sacaba de su casa, de sus recuerdos, se moría.

El último día me levanté, tomé mis dos tazas de café, me duché y fui a darle de comer. Me senté en la cama, le medí la fiebre, le di agua. De los millones de veces que fui a su habitación durante esos años nunca intentó evitar que me vaya, pero esa tarde cuando iba a levantarme me agarró la mano fuerte. Le pregunté si estaba bien, me dio a entender con un gesto que si. Le agarré la mano y nos quedamos en silencio. Hacía 15 días que mi mamá lloraba, callada, sin emitir ni un sonido. Solamente le caían las lágrimas. Capaz de dolor físico, capaz de tristeza, capaz por ambos motivos. Le pregunté, no me respondió nada. La mirada perdida. Largué una tanda de posibilidades. “¿Te duele algo?, ¿estás triste?, ¿querés algo?, ¿estás preocupada?, ¿tenés miedo?“. A las dos últimas dijo que sí. Le di un abrazo fuerte con miedo de hacerle tener mas dolor. Me puse a llorar, algo que siempre evitaba hacer delante de ella. Le dije que la quería, como se lo dije todos los días el último tiempo. Logró decirme “Yo también, muchísimo“. Hasta que sentí que se me iban a escapar los gritos de cómo me dolía y volví a mi habitación.

Al rato llegó la enfermera, fuimos a verla. La saludó, le preguntó como estaba. Estaba caída así que estábamos analizando si llamar a la ambulancia después de tomarle la presión. Charlábamos de este tema, pensando en la hora y en las horas que podía tardar (porque llamemos donde llamemos, siempre nos hacían esperar 5 o 6 horas como mínimo, incluso en urgencias). En el medio y de la nada, la enfermera me dijo que no respiraba. Miré a mi mamá desde el marco de la puerta sin moverme, sin reaccionar, sintiendo cómo mi mano se agarraba de ese marco con toda mi fuerza. Le grité. La llamé, pensando que capaz solo tenía los ojos cerrados y la presión muy baja. Nada. Me acerqué y no respiraba mas. El resto lo tengo en gran parte en blanco y la otra parte es mejor no compartirla. Lo que sí recuerdo clarísimo fue un “No, má, todavía no estoy lista” que me sonó bastante tonto.

Mi mamá finalmente se fue. Cuando uno cuida a alguien enfermo tantos años y encima es alguien mayor, te la pasás pensando que estás preparado, que sabés que va a pasar. Toda la familia lo comentaba, sobretodo yo. Lo primero que aprendí es que nunca estas listo. Yo sabía que mi mamá estaba transitando los últimos días. Se lo dije a mi hermano, a algunos amigos, me lo confirmó uno de los últimos médicos que vino. Yo sabía. Aun así, cuando pasó no podía creerlo y mi reacción fue acorde a eso, como si ella hubiera estado completamente sana hasta dos minutos antes y la noticia me cayera sorpresivamente. Mi mamá ya no estaba y no iba a volver nunca.

Lo mas duro fue tener que llamar a mi hermano y contarle. Me acuerdo que le preguntaba a la enfermera “¿Cómo hago para decirle?!”, si yo no paraba de temblar y no lograba calmarme. No sé como lo hice pero logré respirar mas tranquila y hablar con él. Le conté también a la gente mas cercana a mi. Una vez mas no me permití caer porque a pesar de que ella no estaba, todavía no podía caerme. Seguía siendo un lujo. Había que hacer mil trámites, era de noche, previo a fin de semana, tarde. No se cómo de a poco pude solucionar todo y solo quedó esperar a mi hermano y enfrentar lo que pasaba hasta su cierre.

Es muy difícil. Por supuesto me alegra que no sufra mas porque vivir sufriendo en una cama no es vivir y esto es algo que defendí toda mi vida, no solo desde que mi vieja se enfermó. No creo que sea justo mantener a alguien en este mundo solo porque no podés soltarle la mano, sin pensar en si lo que está viviendo es realmente una vida o no.

Mi vieja se murió teniendo 82 años y después de una vida maravillosa. Creció siendo la menor y la mimada de 8 hermanos. Conoció a mi viejo muy joven, se enamoraron, se casaron y se amaron con locura hasta el día en el cual mi viejo se fue hace 10 años. Tuvo dos hijos por los que luchó, a su manera, contra todo, incluso contra ella misma y sus fantasmas. Nunca tuvo nada grave hasta el último tiempo. Es una vida que muchos soñarían con tener. Esos últimos años o meses ya no eran algo que valga la pena. Me acuerdo de sentir culpa cada vez que deseaba que se termine. Lo hablé con varias personas, les expliqué que me sentía una basura por tener esas cosas dentro de mi cabeza en los peores momentos pero sabía que no era por mi sino porque no quería que sufra mas.

El tema es que saber que uno tiene la calma de que eso se terminó no quiere decir que no extrañes, que no se trate de tu mamá. Perder a tus viejos es algo que es parte de la vida, todos lo sabemos. Mi viejo se fue cuando yo todavía era muy pendeja (no por edad, sino por mentalidad) y siempre me arrepentí de ser boluda, de no valorarlo. Después entendí que todos lo hacemos, tristemente. Nos alejamos con la excusa de nuestras cosas como si fuera imposible hacerse media hora para verlos, nos peleamos por tonterías o porque sabemos que ellos son ellos y nos van a perdonar todo. Inconscientemente creemos que siempre van a estar, como hacemos con absolutamente todas las personas de nuestra vida. No es así. Todos podemos no estar mañana y hay que saber valorar a quienes amamos mientras están. Creo o quiero creer que logré que mi vieja sintiera eso, que la quiero con el alma y que valoro todo lo que ella hizo por mi. Espero haberla cuidado bien, mas allá de mis limitaciones, porque intenté dar todo lo que podía y mas. Nunca voy a saber si fue suficiente o no pero lo intenté todos los días durante esos años y no me arrepiento.

Cuando ya no tenés a tus viejos, la vida se ve muy diferente y en cierta forma sentís que caminás sin base. Hay una zona de seguridad que ellos dan que ya no está ni va a estar. No creo en nada, así que tampoco creo en pensar que ellos están juntos en algún lugar maravilloso, lleno de nubes y elefantitos rosas tocando platillos o cosas así. Para mi, simplemente, ya no están.

Por otro lado también arranca una vida nueva. También valorás mas a quienes están y tristemente dejás ir a quienes no porque entendés que esos vínculos no valen la pena. Vuelven de a poco cosas que para la mayoría son diarias y habituales, como ir a tomar un café pero que yo perdí por mucho tiempo. Todo esto tan nuevo, el no saber a dónde voy a terminar, qué vueltas me van a sorprender, qué va a aparecer en el camino a los sueños que tengo y que ahora puedo recuperar, da miedo e incertidumbre.

Decir que estoy bien a menos de un mes de lo que pasó sería mentir. Sin embargo, cada vez son mas comunes los momentos en los que siento ganas de luchar y hacer mil cosas que me llenan por completo. Entusiasmo, emoción, riesgos que quiero tomar. Tener todo por delante. Todo mezclado con el dolor constante que no me suelta aun.

Nuestras vidas están en nuestras manos. Hay que respetar los duelos para que no quede ruido dentro nuestro pero ser conscientes de que quienes se van tenían como deseo máximo que estemos bien. Que querrían que reaccionemos y veamos lo que está adelante nuestro: un futuro lleno de sorpresas y posibilidades.