#A me dijo que si lo hiciera…
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riskybusiness-buddie · 6 months ago
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que se vaya mucho pal carajo el tal minear porque nos mintieron.. nos vieron la cara de pendej@s a todos los que veiamos los promos para el episodio de ayer.. que se vaya mucho a la mierda con su "ay me hicieron sentir mal!~ uuy" que se vaya pal carajo con su dinero y sus estupideces. si tiene bajos indices de audiencia sera por su propia culpa hijoeputa.
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jaquemuses · 9 months ago
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ excuses
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pairing: actor!enzo x actress!r
sinopsis: Enzo y vos estan teniendo dificultades para filmar una de las escenas en su nueva pelicula, por lo que una noche se aparece en tu puerta con la excusa de practicar.
contenido: SMUT !! insultos, thigh-riding, creampie, p en v, sexo sin condon, diferencia de edad (reader 22 y enzo 34), mirror sex, un poquito de breeding kink, reader es un poco innocente (kinda) smut con plot
word count: 5.3k me re inspire sepan disculpar
a/n: holis !! primero que nada PERDON por tardar tanto, soy bastante perfeccionista y cada vez que decia que iba a subir el fic no me convencia como quedaba, pero me parece que ahora esta bastante decente, espero que les guste, me inspire en tres reqs que me mandaron asi que muchas gracias, sigan mandando !!!
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i.
"¡No, no, no, corten!" El director grito repetidamente, su creciente irritación coloreaba su voz por completo. "Chicos... Ya se los dije antes, pero..."
Te restregaste la cara con un suspiro, levantandote del regazo de Enzo, quien se masajeaba el puente de la nariz en una clara seña de agotamiento. "No veo chispa... no veo-"
"No veo pasión", terminaste la oracion de tu director, quien asintió con seriedad. Era la quinceava vez que estaban intentando repetir esta escena ese dia, el cansancio se hacia presente en el set, sin embargo todo el equipo seguia ahi, inalterable, esperando a que el director diera las ordenes para poder retirarse a descansar ya que, despues de todo, eran casi las doce de la noche.
"Les juro que esto es igual de agotador para mí como para ustedes.", continuó el con el guión entre las manos. "Necesito que quede bien. Simplemente imaginense que esta escena es la culminación de seis meses de espera entre los personajes. Seis meses de tabú, de tensión sexual implacable. Nada más que miradas en clase y breves caricias... se supone que estan al borde de la locura el uno por el otro, feroces el uno por el otro. Pero aca solo veo nervios e inexperiencia... Ustedes son profesionales, les pido por favor que se concentren... Cuanto antes se suelten mas rapido vamos a terminar."
Enzo y vos estaban rodando la primera escena de sexo de una película que relataba la enfermiza y prohibida relación amorosa entre una alumna de 18 años y su profesor quien era mucho mayor que ella. Bueno, no exactamente filmando —ya que no estaban llegando muy lejos con la escena.
Esto era dificil para los dos, simplemente no podían complacer a su director.
El papel ya de por si era increíblemente agotador, incluso sin contar el estrés extra de la escena de sexo: eran jornadas de rodaje de 15 horas, viviendo en el set en una ciudad lejos de tu casa, y la mitad de esas horas se dedicaban a filmar o practicar esta misma escena, tener a un director perfeccionista que se creia la reencarnacion de Kubrick no era facil.
El problema de la escena era su extensa duracion, y el director quería que se hiciera en una sola toma.
una. sola. toma.
Daniel era un director brillante, y tenía un amor incondicional por este proyecto y sus personajes que desearías que todos los directores tuvieran por el suyo, pero él era inflexible en que todo sea hecho a la perfección ya que en varias reuniones previas al rodaje hablo sobre como esta escena estaba destinada a ser la mas "icónica" de toda la película, porque era el quid de la cuestion, el punto de inflexion para los personajes, el punto de no retorno.
"Con todo respeto, Daniel..." empezaste "nunca me habia imaginado en un escenario así, y tampoco tengo experiencia en este tipo de situaciones. ¿A que te referis con que nos falta pasion?"
"Ese es tu trabajo: imaginar e interpretar". El director exigió. Obviamente frustrado con la situacion.
Justo antes de que pudieras retrucarlo, Enzo intervino con suavidad. "Creo que lo que ella quiere decir", dijo, viendo las venas de la frente del director casi por estallar "es que es difícil actuar porque no es una situacion que se viva cotidianamente. Es fácil actuar enamorado porque amor hay por todas partes, ¿no? Pero aca no tenemos mucho en lo que basarnos mas que en lo que podemos llegar a imaginarnos."
La mirada del director se turnaba rápidamente entre vos y enzo por un momento antes de suspirar cansado.
"Me vas a decir que nunca pensaste en alguien mas grande de esta manera?" te insistió, obviamente bromeando y tratando de aligerar el ambiente en el set.
Hiciste una pausa, y trataste de no mirar a Enzo, tu co-protagonista de unos treinta y tantos años.
Enzo habia sido casteado no solo por su impecable actuación sino que tambien por lo absolutamente precioso que era.
Su personaje era enfermizo y asqueroso, por eso sabias que el haberlo elegido a él era una decision calculada y previamente analizada. Querian que el publico bajara la guardia ante su belleza para poder darle un plot twist y que la inmoralidad del personaje los tomara por sorpresa mas tarde.
Estaba destinado a ser visto como un hombre encantador, guapo, totalmente fuera de los límites. El objeto de deseo completamente prohibido, la línea que tu personaje estaba desesperada por cruzar.
No era muy distinto en la vida real; la joven actriz inexperta que anhelaba pasar por alto las reglas sociales y expresar con total sinceridad su admiración por el actor de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas.
No estabas enamorada ni nada, pero te deleitabas ante su presencia, despues de todo Enzo era todo lo contrario a su personaje; el mayor era paciente, amable y completamente comprensivo con tu falta de experiencia en el ambito cinematográfico, siempre te guiaba durante el rodaje y te daba tips para sobrevivir a un rodaje. Eran cosas basicas, tales como cuando podias quitarte el maquillaje y el vestuario o como pedir ciertas cosas en set y lenguaje especifico, todas las cosas que a él le hubiera gustado que alguien le diga cuando estaba empezando.
Siempre estaban esos tiempos libres en donde compartian risas sinceras y conversaciones tontas que nunca esperabas de un hombre tan imponente como Enzo, conversaciones en donde sus manos ásperas apenas rozaban tu cintura y su mirada recorria con atencion tu rostro y tu cuerpo, en donde su voz sonaba sensual y provocativa a pesar de que nada vulgar salia de su boca.
Enzo hacía que tus interiores palpitaran, con anticipacion especialmente cuando llegaba la hora de rodar las escenas más íntimas, y solo podías aferrarte a la fantasía de que él sintiera lo mismo.
Todavia te acordabas de la primera escena que hicieron juntos: en la película, sus personajes se encontraban después de clase para conversar sobre un examen desaprobado, el punto en donde comenzaria su atracción del uno por el otro. Enzo estaba presionado contra tu espalda, inclinándose sobre vos para mirar con insistencia el examen, con una de sus grandes manos agarrando tu hombro. El aire se sentía cargado, su cuerpo cálido, su voz baja haciéndote sentir mareada mientras recitaba sus líneas.
Te estremeciste al recordar el momento, y, volviendo a la realidad, respondiste a la pregunta del director con un enérgico asentimiento de cabeza.
El director soltó una risa ‐forzada- y golpeó suavemente el guion contra la palma de su mano. "Bien. Bueno, les parece si cortamos por hoy. Aprovechen este tiempo extra para imaginar, investigar, cualquier cosa, e intenten practicar la escena antes de mañana, ¿Si? La práctica hace al maestro."
Enzo y vos asintieron al unísono, intercambiándose una mirada que gritaba "que vamos a hacer?" antes de apartar la vista mutuamente y regresar a sus caravanas.
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Más tarde esa noche, estabas preparándote para irte a dormir, quitándote el pelo recién lavado de la toalla mientras veias el guión reposando sobre tu cama, la luz tenue te invitaba a relajarte, sin embargo un golpe en la puerta del trailer te saco del trance.
"Ahí va!!," exclamaste, mientras te ponías tus shorts de seda. Te percataste rapidamente de lo incómodo que podría ser ser vista en esos pijamas si el director o alguno de tus compañeros actores estaba detras de esa puerta, pero estabas demasiado cansada como para preocuparte.
Te importó, si, pero sin embargo, en vez de cambiarte cruzaste tus brazos de manera que estos estuvieran cubriendo tu pecho, el cual se encontraba ligeramente descubierto. Fue entonces cuando abriste la puerta y ahi, en los escalones, estaba tu compañero de reparto, Enzo.
Antes de hablar, te examinó de arriba a abajo, con sus oscuros ojos brillando detrás de un par de lentes de descanso, los cuales eran desconocidos para vos, no pudiste evitar pensar en lo lindos que le quedaban. "Uh, disculpame chiquita, ¿Te estabas por ir a dormir?" preguntó por lo bajo, su voz se escuchaba mas grave de lo normal. Ese tipo de apodos eran normales viniendo de Enzo, sin embargo hizo que tu piel se erizara, ¿O habia sido el frio aire del exterior? Sí, probablemente era eso.
Su mirada se paseo por tu cuerpo y se detuvo en la piel desnuda de tus piernas por unos segundos más, te moviste incómodamente, cruzando los tobillos en un intento pobre de esconderte. "Si... son casi las tres de la mañana En... ¿Pasó algo?" preguntaste con un tono un poco agresivo, un poco mas de lo que pretendías ser.
"Si ya se, disculpame", se corrigió, sacudiendo la cabeza y finalmente mirándote a los ojos. "Quería pasar antes... me quede pensando porque sé que esta escena nos está desconcertando, así que..." se interrumpió, levantando el guion que sostenía detrás de su espalda. "¿Estas muy cansada como para practicar un poco? Sino mañana temprano, no hay problema." Parpadeaste rápidamente ante la simple e inocente solicitud. Enzo estaba parado en tu puerta a las tres de la mañana preguntandote si podian ensayar. Solo un ensayo, no alguna travesura lasciva de última hora de las que te estabas imaginando. "Ah... sí, obvio, pasá que está frio.", asentiste entumecida, apartándote para dejarlo entrar.
Enzo asintio en forma de agradecimiento y te regalo una sonrisa, una vez dentro de la caravana se instaló en el borde de tu tocador, mirandote mientras cerrabas la puerta y te volteabas en su direccion. Se veia casual, tenia puestos unos joggings grises holgados y una camiseta blanca ajustada y desgastada.
Ya estaba todo predefinido en el guión, cada palabra que tenias que decir y cada acción que tenias que hacer, pero aún así. Decir y hacer cosas de esa índole después de las horas de trabajo parecia formar parte de una de tus fsntasias con el mayor. Sin embargo, te obligaste a despavilarte internamente -por segunda vez en menos de dos minutos-. Enzo había venido a ensayar la escena con intenciones profesionales y probablemente solo lo había hecho porque estaba cansado de que arruinaras la escena, despues de todo el podía hacer su parte magistralmente, y sabías que si hubiera estado acompañado por una actriz más experimentada, la filmación habría avanzado hace ya mucho tiempo. Caminaste temblorosamente hacia tu cama, acomodándote sentada como indiecito en la misma mientras lo veías hojear el guion; enzo levantó la vista y frunció el ceño con una sonrisa. "¿Qué estás haciendo ahí? Vení para aca", te indicó que te acercaras, casi como una orden sin embargo salil de su boca con amabilidad. "No tenemos un escritorio, así que podemos usar tu tocador. ¿Te parece?" Asentiste, mordiéndote el labio y obedeciendo nerviosamente a sus palabras. "¿Entonces, arrancamos desde el principio?" preguntaste, sintiendo de repente como tu voz y tus piernas se sentian débiles.
Sus ojos seguían fijos en el papel mientras respondía. "No, no creo que haga falta. La parte del sexo es lo único con lo que estamos teniendo problemas, ¿No?" Tragaste saliva, tu garganta estaba repentinamente seca.
"Sí, supongo que sí."
Con eso, Enzo termino de darle un último vistazo al guion antes de sumergirse en la escena.
Sus acciones ya eran familiares para vos ya que habian estado intentando filmar esta escena todos los días durante al menos tres dias. Su cuerpo se volvió hacia el tuyo, sus manos subieron a tu mandíbula y presionaron tu espalda ligeramente sobre la mesa. Te abrazó fuertemente y te hizo mirarlo, mientras recitaba sus líneas. Torpemente, hiciste lo mismo, recordando mal lo que necesitabas decir. "La puta madre, perdón, me puse nerviosa." dijiste de repente, apartándote de su contacto y suspirando. Él te dio una pequeña y cuidadosa sonrisa, rompiendo inmediatamente el personaje y dando un paso atrás del tocador. "No hay necesidad de ponerse nerviosa. La práctica hace al maestro, ¿te acordas?" Te burlaste de su cita al director.
"Sí, ya se... Es que no entiendo a qué se refiere con apasionado. Estoy tratando de ser una profesional al respecto, pero - pero nunca fui parte en una historia de amor de este tipo, me cuesta imaginarmelo..."
"No es muy raro igual viniendo de vos, es normal. Sos muy joven todavia, nena. Demasiado buena para este tipo de cosas... ¿No?" dijo, su mano subiendo a tu hombro, donde el tirante de tu pijama de seda se había resbalado, acariciándolo suavemente. Prácticamente te derretiste ante el apodo y cómo las yemas de sus dedos rozaban tu piel. Estabas tan cautivada que casi gemiste cuando se detuvo y levantó tu tirante caído, pero en cambio, tomaste en silencio el guion que se había caído sobre la mesa y encontraste una de las líneas, inhalando profundamente y preparándote para entrar en personaje.
Tu mano subió para tirar de la manga de la camisa de Enzo, según lo dictaba el guion. "Por favor", susurraste con la voz aguda de tu personaje, "Quiero que me toques."
"No, esto está mal... Soy tu profesor y..." respondió Enzo, rápidamente volviendo al personaje, el dorso de su mano rozando tu mejilla. "No te quiero romper el corazon."
Miraste a Enzo, las lagrimas nublaban tu vista, tal como lo indicaba el guión. "Por favor. Te necesito." Despues, una de tus temblorosas manos bajó por el pecho de Enzo mientras hablabas, tal como lo hacías en el set. "Pienso en vos todas las noches... Me mojé tanto el día que me rega��aste enfrente de todos."
Escuchaste cómo a Enzo se le entrecortaba la respiracion.
No, Enzo no, su personaje, te recordaste a vos misma.
"Ay nena... Yo pienso en vos todos los dias, en clase, en mi casa...", gruñó despues de decir sus lineas.
Hasta ahora, todo bien, pensaste. No era incómodo y ya estaba siendo mucho mejor que las actuaciones mediocres que habías dado anteriormente. Continuaste inclinándote hacia Enzo, haciéndo que se siente en el tocador, esta era la parte de la escena a la que habían llegado antes de que el director les dijera que cortaran.
Esta vez, sin embargo, las acciones de Enzo difirieron de las que se suponía que tenia que realizar: en lugar de acariciar tu rostro, sus dedos bajaron por tus caderas, enviando escalofríos por tu espina dorsal.
"Te prometo que me voy a portar bien... Nunca le voy a contar a nadie...", recitaste, sintiendo calor en la cara mientras su mano se acercaba más a la curva de tu trasero. "Podes hacer lo que quieras conmigo".
La mirada de Enzo se oscureció recorriendo tus rasgos. No dijo su línea, y pensaste que se había perdido, por lo que retiraste tus manos de su cuerpo preocupada. "¿Enzo estás bien?"
Antes de que pudieras terminar tu oración, Enzo te agarró por el culo, cambiando sus lugares y colocándote en el borde del tocador.
"¡Enzo!" chillaste, era lo único que podías decir mientras procesabas lo que acababa de suceder. Tu mente divagaba en confusión - y anticipación - mientras él estaba de pie enfrente tuyo, con las piernas presionando a ambos lados de tus rodillas, su gran cuerpo atrapándote contra el tocador.
"Shh... un poquito de improvisacion nunca mató a nadie." musito en voz baja con su característico acento antes de que un guiño pícaro se dibujara en sus rasgos afilados.
Su mano luego acarició tu cabello, mientras que su otra mano subió a tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba. "¿Todo lo que yo quiera?" murmuró, volviendo al guion.
Batiste las pestañas coquetamente. "Todo. Soy tuya".
Aca es donde pensabas que Enzo se detendría, porque después de tu línea venían los besos, los toques y las caricias intensas: todas las cosas que hasta ahora no habías filmado en absoluto, porque ni siquiera podías pronunciar el diálogo correctamente.
Pero en cambio, se inclinó y comenzó a besar vorazmente tu cuello, haciéndote jadear.
"¿Qué haces?"
"Seguime", exigió suavemente, "es todo parte de la escena, ¿te acordas?"
Parpadeaste aturdida, abriendo y cerrando la boca, incapaz de registrar un pensamiento o palabra coherente. Dijo que era parte de la escena, pero habías leído el guion, y sus dientes mordiendo ligeramente tu sensible piel no estaba escrito en ninguna parte.
Pero, te tragaste tus pensamientos y recitaste varias líneas más junto con las suyas. Sentias como su otra mano sostenia tu muslo tan fuerte que pensaste que podría dejar moretones, pars este entonces ya empezabas a creer que tal vez esto era una de esos sueños que tenias sobre el mayor, solo producto de tu imaginación.
Estabas siguiendo el guion, tal como él había dicho que harian, pero incluso así, era evidente lo sencillo que podria ser rendirte ante sus besos, después de todo, apenas te estabas reprimiendo para no entregarte por completo. Pero ¿cómo resistirse, con su hermoso rostro a escasos centímetros del tuyo? esa era la verdadera pregunta.
Actuando o no, estabas decidida a disfrutar cada minuto de esto.
Cuando una de sus manos comenzo a jugar con la cintura de tus diminutos shorts y sus labios succionaron levemente a piel de tu cuello -justo en ese punto-, no pudiste evitar el gemido que salió de tu boca.
Sin embargo, el ruido pareció asustarlo; lo sacudió, lo devolvió a la realidad, y tus sospechas se confirmaron cuando se apartó bruscamente de vos.
"Dios, perdon nena..." una mueca cubrió sus rasgos, mirándote de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de lo que estaba haciendo. "No sé qué me pasó, yo... no tendria que haber venido tan tarde, perdón."
Lo miraste, tu cuerpo decepcionado por la falta de contacto, observándolo presionar sus labios rosados en una mueca conflictiva. "¿Qué - qué queres decir?"
Su mirada recorrió cada rasgo tuyo, tan intensamente que pensaste que estaba admirando tu rostro. "No puedo, no podemos. Sos mi compañera, sos... sos mas chica que yo y..."
"Entonces podemos parar. Si eso es lo que queres", murmuraste coqueta, levantando la mano para quitar un pequeño hilo de su delgada camisa. "Pero solo si lo decis, decime que no queres que esto siga." dijiste, peligrosamente cerca de sus labios.
Gruñó, mordiéndose el labio. "No me hagas esto. Por favor sabes que no puedo"
"Hacerte qué?" Inclinaste la cabeza hacia un lado mirandolo con ojos grandes, fingiendo inocencia.
"Provocarme asi, nena. Porque sabes que no te voy a decir que pares. Y porque lo haces sabiendo que no voy a poder controlarme", gruñó antes de darte un beso profundo y desesperado, bajandote del tocador y bajando los besos por tu pecho.
"Entonces no me lo pidas En." gemiste enredando tus dedos en su cabello, siguiendo cada movimiento suyo, derritiendote bajo su toque dominante. "Y cogeme de una vez."
Enzo jadeaba entre besos. "Decis todas esas cosas con esa boquita tan bonita... No sabes como me calentas."
Tus manos recorrían todo su cuerpo, te detuviste en el borde de su camiseta, levantando esta para quitarsela, Enzo se separo y se deshizo de la prenda el mismo. Estabas desesperada por sentirlo. Y él tenía pensamientos similares, sus largos dedos se sumergieron en tus pantalones de seda y acariciaron tu intimidad por encima de la tela de tu ropa interior.
"Te necesito tanto, Enzo", jadeaste, y, despues de escuchar tus palabras, te quito desesperadamente los shorts y las bragas, haciéndote estremecer ante la repentina exposicion.
Acto seguido, se sentó en la silla de tu tocador y te agarró bruscamente por las caderas para colocarte sobre uno de sus muslos. La gruesa tela de sus pantalones de jogging, absorbiendo tu humedad como una esponja.
"Dale entonces", exigió sombríamente, "Mostrame cuánto me necesitas y movete".
Te mordiste el labio, la cara ardiendo de vergüenza ante la orden. Pero había una necesidad dolorosa en tu centro, y la forma en la que cruzó los brazos, mirando y esperando a que te frotaras en su pierna, hizo que te apretaras contra su muslo.
Tus manos se aferraron a sus hombros, y comenzaste a mover tus caderas de adelante hacia atras lentamente, la suave tela de sus pantalones haciendo mal trabajo para complacerte, apretaste tu cara contra su hombro, molesta por la falta de fricción.
"No puedo yo sola", te quejaste, "por favor".
Él sonrió socarrón. "Dijiste que me necesitabas y ahora no te podes ni mover? Mira que vende humo que sos, hermosa.". Entonces, de repente movio su pierna hacia arriba haciendo que un gritito saliera de tu boca.
No habia nada que necesitaras mas que enzo adentro tuyo, pero ahi estabas, frotandote pateticamente en su muslo hasta que el te permitiera hacer otra cosa. Obedeciste con resignacion, comenzando a establecer un ritmo constante en tus caderas aumentando el calor en tu interior clavando tus uñas en sus hombros, buscando algo que sea tu cable a tierra ante el placer que te estabas inflingiendo.
Tus caderas se movian vigorosamente contra el muslo del mayor cada vez más fuerte, cada vez de una forma más necesitada, sintiendo la presión en tu coño crecer cada vez mas y más haciendo que te muevas desenfrenada.
"Enzo por favor... por favor te lo pido" hiciste una pausa al sentir una de las manos del mayor posicionarse en tu mejilla, acariciandola lentamente. "No puedo mas... te necesito adentro."
¿Te estas escuchando chiquita?" Preguntó, uno de sus dedos tomo tu barbilla, inclinandola hacia arriba para que lo miraras, acto seguido metio dos dedos dentro de tu boca abruptamente.
"¿Te das cuenta de lo necesitada que te escuchas? ¿De lo duro que me pone saber que estas asi... solo por mi y que todavia no te haya tocado ni un pelo?"
Asentiste extasiada mientras pasabas tu lengua por al rededor de sus gruesos dedos, pero en realidad no estabas prestando atención: estabas cerca de tu orgasmo a tan solo unos segundos de liberarte de toda esa presion en tu estomago que te estaba volviendo loca, tus caderas desincronizadas, buscando el alivio... "Basta."
Escuchaste la voz de Enzo cargada de deseo mientras posicionaba su otra mano en tus caderas, deteniendo la fricción. Lloriqueaste ante la perdida de tu climax, era casi como si te lo hiciera a proposito. El pelinegro se levanto y te giró, manteniendote presionada a su cuerpo con una mano en tu cintura y la otra todavia empujando sus dedos dentro de tu boca, quedaron de tal manera que tu cuerpo estaba mirando hacia el espejo de tu tocador, la vista de ambos siendo reflejada ante tus ojos, sin embargo no pudiste prestar mucha atencion a eso. La mirada de enzo bajo hacia sus pantalones, viendo la mancha que habias dejado en la zona del muslo "Mira como me enchastraste los pantalones, ¿Mh?" Musitó contra tu oido.
No respondiste, o mas bien no pudiste responder, ahora tus muslos estaban siendo presionados entre si, buscando la mas minima fricción entre ellos mientras te mordias el labio en un intento de ocultar los quejidos necesitados que amenazaban con salir de tus labios hinchados.
Él se dio cuenta de esto, sin embargo, en vez de hacer algo solamente sonrió y rápidamente presiono tu estomago contra la mesa que yacia enfrente de ambos, sus dedos salieron de tu boca y sostuvieron tu cara, obligandote a mirarte al espejo por primera vez desde que habias salido de la ducha, tus ojos estaban entreabiertos pero tus pupilas se encontraban dilatadas, tus labios rosados y humedos por la saliva, tu ceño ligeramente fruncido.
Te veias absolutamente destrozada, fue entonces cuando sentiste cómo Enzo alineaba la gruesa punta de su polla contra tu entrada, el momento en el que se deshizo de sus pantalones habia sido algo que te habia pasado desapercibido al estar tan absorta en tu expresion siendo reflejada en el espejo. Cerraste los ojos con anticipacion.
Y de repente, tomaste plena conciencia de la situación: te habías entregado por completo a tu compañero de reparto, quien era 12 años mas grande. Y ahora él sabía que no eras solo una talentosa aspirante a actriz, sino simplemente una chica desesperada y rogando por ser follada.
"Ey, ey, ey, no" dijo rapidamente, "abri los ojos y acordate de tus expresiones. Te va a servir para la escena". Gemiste sin poder evitarlo, obedenciendo a sus ordenes y abriendo los ojos mientras él introducía lentamente su miembro entre tus pliegues.
"E-En, Dios!", exclamaste cuando finalmente se adentró por completo. Te sentías tan llena, tus paredes estirandose hasta el límite para poder tomar su polla tan profundo que sus testículos rozaban tu clítoris.
"Dios, chiquita... Mira lo mojadita que estas, me vas a matar", comentó casi sin aliento desde atras, su expresion mlstraba lo extasiado que se sentia. Tus jugos facilitaban su entrada rápida, aunque su miembro seguía siendo una intrusión ajena para tu inexperiencia íntima. Eras joven y nunca habías sido del tipo de estar cogiendo por ahi- o al menos no tan intensamente como ahora.
Te contrajiste alrededor suyo, un gemido escapando de su boca debido a la presión en su miembro. Enzo comenzo a empujarse adentro tuyo con un ritmo moderado, haciendo que tu cuerpo presionado contra la mesa se moviera de adelante hacia atras, el tocador rechinaba ante la abrupta sacudida y tus labios se separaron ligeramente para dejar salir un dulce gemido.
Habías estado enfocada en su rostro en el espejo, te encantaba ver su ceño fruncido, como su cabello se pegaba a su frente, producto de su traspiracion, su boca levemente abierta, y como sus cachetes se volvian cada vez mas colorados, sin embargo la mano de enzo se enredó en tu cabello tomandote de sorpresa, agarrando un puñado y levantando tu cabeza para hacer que tu atencion vuelva a tu cara. "Te dije que te mires, nena" dijo con seguridad mientras sus caderas chocaban contra tu culo haciendo que la caravana se inunde en ese sonido acompañado de tus gemidos. "Mirate y aprende como tenes que actuar ante la cámara."
Su otra mano se posicionó en tus caderas, apretandola con fuerza mientras sus embestidas se volvian cada vez mas erraticas.
En cualquier otra situacion ya hubieras objetado por el repentino cambio de velocidad ya que apenas habías tenido tiempo para acostumbrarte a su largo miembro. Sin embargo, tu calentura era aún más intensa que antes, si eso era posible.
Tu boca estaba entreabierta, tu lengua afuera y estabas jadeando y gimiendo como si fueras un perro; tus ojos se ponian en blanco con cada fuerte embestida, y habia saliva cayendo por tu barbilla, sentias como Enzo te sacudía contra el pobre tocador y como estimulaba cada parte dentro tuyo. Los sonidos que emitías no hacían nada más que aumentar tu vergüenza, eran gemidos ininteligibles y quejidos necesitados, jamas pensaste en mostrarte asi adelante de un hombre, pero el simple hecho de ver lo grande que era a comparación de tu cuerpo y como te podia manejar a su antojo te excitaba de sobremanera.
Y sin duda los doce años de diferencia formaban parte de esa excitacion.
"¿Hace cuanto que necesitabas que te cogiera asi? ¿Te pensas que no me daba cuenta de lo desesperada que estabas? cuando te presionabas contra mi mientras filmabamos y como tus manos tocaban de mas... No perdias el tiempo vos tampoco preciosa.", se burló.
"Desde siempre En..."susurraste, con entusiasmo, apenas capaz de comprender lo que estabas haciendo con el placer que te envolvía y nublaba tus sentidos. "Dios me cojes ta-tan bien... No pares por dios que rico" Tu espalda se arqueaba hacia él, tus paredes tomaban su miembro con desesperacion experimentando un extasis casi desgarrador con cada embestida. Tus gemidos eran cada vez mas incoherentes, cada vez mas fuertes.
"Dios, mirate como gritas por mi, chiquita... ¿Queres que te coja y que mañana todos se enteren de lo desesperada que estas por mi pija? Mirate, mirate lo patetica que te ves, te encanta que te coja fuerte ¿O no?", murmuró, inclinándose para dar un beso en tu mejilla; dulce y encantador, una clara contradicción con sus embestidas freneticas y las palabras degradantes.
Gimiste ante sus palabras, pero sabías que eran ciertas: nunca te habías visto siendo penetrada ya que estabas ocupada, bueno, siendo penetrada. Ver tu reflejo en el espejo de esta manera te tenía inesperadamente más excitada que antes. Había algo en ello, tu rostro contorsionándose del placer, las manos de Enzo serpenteando por tu cuerpo mientras seguía embistiendote desde atras.
Era como ver tu propia pelicula porno, pensaste de pasada, y te preguntaste como seria grabaras a vos misma. Y si tenias suerte, con enzo.
Su otra mano se deslizó hacia tu coño, separando tus pliegues para poder ver cómo su miembro desaparecia en tu interiores. "Por dios mira como me tomas... Viviría adentro tuyo", gruñó, inclinando la cabeza hacia atrás, entregándose al placer.
El orgasmo que sentias venir no era como el que tuviste al restregarte contra su muslo, no, venía más rápido, haciéndote temblar debajo de su gran cuerpo.
"Enzo... más rápido" exclamaste "m-más fuerte",
"Por favor", rogaste sin muchas esperanzas de una respuesta, "dale, Enzo, p-por favor". lloriqueaste ante su indiferencia.
Sin embargo y para tu sorpresa, ambas manos agarraron tus caderas para mantenerse firme. "Mira lo necesitada que estas, bebé", gruñó, empujándose más profundo y rápido, sintiendo cómo las paredes de tu cavidad se adaptaban a su nuevo ritmo. "Llorando por que te de mas fuerte, ¿Mh? ¿Asi te gusta? ¿Queres que te coja hasta dejarte sin poder caminar?"
Con esas palabras, tu climax llegó tan rápido como un tren de carga, golpeándote y sacudiendote, haciéndote gritar su nombre. Tu orgasmo te destrozó, tu visión se volvió blanca y tus pensamientos se pararon por completo. Apenas distinguiste el suave murmullo de Enzo, diciendo "Muy bien chiquita, aca estoy... tranquila" en tu oído, sosteniendote con sus fuertes brazos, evitando que te cayeras.
Cuando volviste en sí, tenías la cabeza baja, los ojos desorbitados y los labios hinchados. Enzo seguía moviéndose adentro tuyo, pero esta vez sus estocadas eran más entrecortadas, inestables y necesitadas.
"Acabame adentro", rogaste de repente, agarrándote de la superficie, tus piernas temblando, tu voz debil de tanto gritar.
"¿Si? ¿Queres que te llene to-toda?", titubeo entre gemidos, dando una última embestida antes de correrse en tu interior, podias sentir su miembro latiendo adentro tuyo. Estaba tan adentro que podías sentir cómo su semen entraba directamente en tu cuello uterino, no estabas preocupada, despues de todo estabas tomando anticonceptivas.
Pero tampoco te molestaria si no fuera asi.
Después de un momento, retiró su miembro, de tu coño y te alzó por la cintura para colocarte en el tocador y evitar que cayeras al suelo.
"Gracias", susurraste, mirándolo a través de tus pestañas. Luego mordiste tu labio al sentir como su semilla se deslizaba lentamente fuera de tu coño.
Él también se percató, y soltando un gemido satisfecho, abrio ligeramente tus piernas para recoger parte de su semen con el dedo, empujándolo nuevamente dentro de tu coño. "Te portaste tan bien, chiquita", dijo, volviendo a ser tierno, acariciando tu cabello, mimando tu frágil figura y mirandote profundamente.
Te derretiste ante sus delicadas acciones. "¿Es un buen momento para decir que me gustas?"
Enzo se rió con ternura. "Es un buen momento, si. Y vos también me gustas."
"Pero dijiste que era muy joven" le recordaste, pasando tu mano por su cabello ligeramente transpirado
Él suspiró, desviando la mirada nerviosamente por un momento antes de regresar a vos "Sí, porque es verdad, pero si a vos no te va a molestar verme con un baston en un par de años lo podemos hacer funcionar...", se encogió los hombros, reprimiendo una sonrisa.
No pudiste evitar la risa que broto desde lo mas profundo de tu pecho ante sus palabras tan fantasiosas y alejadas de la realidad "Ah, bueno no voy a tener mucho problema con eso, mientras que te sigan funcionando las caderas" dijiste con una sonrisa socarrona.
Antes de que pudiera terminar de abrir la boca para decir algun otro chiste malo, tus brazos se envolvieron al rededor de su cuello y lo empujaste hacia vos, uniendolos en un suave beso.
"Me gustas de gustar, en serio..." le dijiste en un susurro, mirandolo a los ojos con sinceridad, Enzo no podia creer lo brillantes que se veia tu mirada.
Sus manos se acercaron a tu rostro, sosteniéndote suavemente, su mirada demostrando todo su aprecio "Ya se, bebé, a mi tambien me gustas de gustar". Dijo con suavidad antes de presionar un pequeño beso en tu frente.
ii.
"¡Corten!" exclamó el director, y sentiste cómo tu corazón se detenia. Mierda, pensaste, con la mente acelerada, ¿qué salió mal esta vez? ¿Fue el beso o las manos en el pelo? Capaz no le gusto la forma en la que estaban encuadrados...
Sin embargo, el director se acercó a Enzo y a vos y soltó un grito de deleite para nada característico de su persona. "Perfecto", dijo simplemente, bordeando lo catatónico por lo satisfecho que estaba.
Tus hombros se relajaron con alivio, y te inclinaste hacia Enzo, quien sutilmente acariciaba tus muslos. "¿Ya terminamos?" preguntaste, sin aliento de la emoción.
El director asintió. "Fue increible, eléctrico, necesitado y apasionado, muy, muy apasionado", continuó con un suspiro, juntando las manos con fuerza. "Ustedes dos son de los actores más increíbles con los que he trabajado; tienen un talento asombroso, fueron tan convincentes que por un momento pense que realmente habian mantenido relaciones sexuales". dijo seguido de una carcajada
Sonreíste con satisfacción ante sus palabras, pero no sin echarle un vistazo a Enzo, compartiendo una mirada complice tratando de mantener tu expresión contenta y neutral, y no delatarte al recordar los eventos de la otra noche.
Mientras el director divagaba sobre la obra maestra que sería la película, Enzo te siguió fuera del set, murmurando bajito en tu oído, "Al final la práctica sí hace al maestro".
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koishhiteru · 9 months ago
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Hola!!! Podrías hacer una historia de enzo comiendo con los padres de la reader? Muchísimas gracias ♡
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౨ৎ EATING DINNER
warnings: ninguno, solo fluff ♡
n/a: muchas gracias por dejar tu request! me ha parecido un escenario muy tierno. espero que te guste.
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Enzo y tú estabais frente a la puerta de la casa de tu infancia, esperando a que tus padres os abran y podáis pasar. El peli negro te agarraba la mano con fuerza, estaba nervioso de volverse a ver con tus padres. Tú giraste la cabeza y dejaste un pequeño beso en su mandíbula para tranquilizarlo.
No pasaron más de cinco segundos en cuanto tu madre abrió la puerta, con un delantal que indicaba que estaba haciendo la comida.
“¡Cariño!” exclamó al verte y no dudó en abrazarte, tú correspondiste al abrazo con una gran sonrisa.
“Hola, mamá” saludaste de vuelta mientras te separabas del abrazo y entrabas a la casa, esperando a que Enzo también lo hiciera.
“Hola, señora” dijo tu novio mientras pasaba por la puerta y le daba dos besos a tu madre.
Tú madre le saludó con una sonrisa y acto seguido se fue a la cocina para terminar la lasaña que estaba haciendo, fuisteis al salón y os encontrasteis a tu padre viendo la televisión.
“Hola, papá” saludaste dándole un abrazo también y él dejó un beso en tu cabeza.
Tu padre se levantó del sofá y fue a saludar a Enzo con un apretón de manos. “Hola muchacho” le dijo a lo que tu novio solo asintió con una pequeña sonrisa.
Os sentasteis los tres en el sofá, tú en el medio, para esperar a que la comida esté preparada.
“¿Qué estás viendo?” le preguntaste a tu padre como intento de sacar conversación.
“Ah, una antigua serie que veía yo de pequeño” contestó sin mirarte, por lo que solo asentiste y recostaste tu cabeza en el hombro de Enzo.
Pasasteis allí un rato entre charlas cortas y triviales hasta que tu madre os avisó de que la comida ya estaba lista. Fuisteis a sentaros en la mesa, Enzo y tú sentados frente a tus padres.
La comida empezó con las preguntas típicas que te hacen tus padres, y tú las respondías alegremente. O al menos así era hasta que tú madre le hizo una pregunta a Enzo.
“Y bueno, Enzo, ¿cuando le vas a pedir matrimonio a nuestra hija?” casi te atragantas con el agua al escuchar la pregunta tan directa que hizo tu madre y pudiste ver cómo Enzo se ponía un poco colorado.
“¡Pero mamá! ¿Cómo le vas a preguntar eso?” reclamaste antes de que tu novio pudiera responder.
“¿Qué pasa? Ya lleváis cinco años de relación” se excusó la señora con total normalidad.
“Sí, ¿y para cuando los hijos? Yo no me quiero quedar sin nietos” agregó tu padre, tirando más leña al fuego.
Suspiraste y cerraste los ojos, tus padres siempre se las manejaban para avergonzarte. Miraste de reojo a Enzo y viste como él seguía comiendo mientras intentaba ocultar una risa, antes de que pudieras echarle la bronca a tus padres por poneros en un aprieto, tu novio contestó por ti.
“Bueno, no puedo deciros si le pediré matrimonio ya que eso es un secreto” dijo el guiñando un ojo, tú lo miraste sorprendida. “Y sobre los hijos, eso es algo que debemos de hablar más adelante, ¿no crees?” preguntó esta vez dirigiéndose a ti.
Estabas sorprendida por sus respuestas y lo bien que supo manejar la situación, no podías parar de pensar en lo que él había dicho, ¿de verdad te iba a proponer matrimonio?
No saliste de tu trance hasta que Enzo no colocó su mano en tu muslo disimuladamente para que contestaras.
“…Sí, exacto, eso es algo que se hablará en el futuro” respondiste sonriendo nerviosamente.
Después de ese momento de incomodidad que pasaste, la comida se pasó entre risas y conversaciones triviales.
Al terminar de comer, os tomasteis un café y decidisteis jugar a algún juego de mesa para pasar el rato. Sin duda comer con tus padres no era tan difícil como Enzo se imaginaba.
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possession-swapbody · 1 year ago
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Los amigos se ayudan entre si
Mi mejor amigo Garret y yo acabamos de hacer la mejor broma del mundo, y creo que eso no le gustó mucho a los maestros en especial al coordinador ya que acabábamos de causar un gran desorden. El personalmente se encargaría de informar a nuestros padres de lo ocurrido, por lo que nos dio un reporte a cada uno y un citatorio donde decía que nuestros padres debían asistir mañana.
Mi padre estaba fuera de la ciudad por lo que el coordinador decidió que a él le informaría por llamada, pero mi amigo no tendría tanta suerte, así que decidí que le ayudaría un poco con este asunto.
Para poner contexto se podría decir que en mi familia tenemos una peculiaridad, todos recibimos un poder al cumplir los 17 años, mi abuelo puede sanarse inmediatamente de cualquier enfermedad o accidente, mi hermano tiene un olfato tan potente que puede oler y distinguir cualquier objeto, animal o persona que desprenda un olor a kilómetros, mi tío puede comunicarse con otros a través de los sueños y mi papá puede ver a través de los objetos, pero el mío es el mejor y eso que aún no he descubierto todo su potencial, digo hace 4 meses que lo obtuve así que aun ocupo explorar mucho, mi familia cree que mi poder es salir de mi cuerpo y explorar el entorno sin ser detectado, y en teoría lo es, pero lo que no les he contado ni a mi familia ni a Garret es que al salir de mi cuerpo obtengo el poder de entrar en los demás y tomar sus cuerpos, la desventaja es que al entrar en alguien esa persona puede sentir mi presencia en lo que tomo el control, pero si lo hago mientras duermen no pueden resistirse a mi posesión.
Garret sabe que mi familia no es normal, esto porque hace 2 años vio como mi abuelo callo del techo de mi casa y se clavaba una barrila en su pecho, solo para sacarla y sanarse en segundos, pero como esos sido amigos desde la infancia comprendió que debía guardar el secreto.
Así que bueno deje a Garret en su casa y le dije que no le dijera nada a su papá hasta mañana temprano, el me preguntó porque pero le dije que confiara en mi. Sabía que Sergio el padre de Garret llega del trabajo a las 6:30pm y debía asegurarme que Garret no dijera nada a su padre así que espere a que fueran las 6:00pm , le dije a mi hermano que me quedaría a dormir con Garret porque teníamos que hacer un proyecto en su casa y como se entregaba al día siguiente, tendríamos que trabajar en el aunque se hiciera noche, el solo me dijo que le llamara cuando llegara y así lo hice, para mi sorpresa llegue justo antes que Sergio ( el papá adoptivo de Garret), el me saludo y fue a su cuarto, espere unos minutos y le recordé a Garret que por nada del mundo le dijera a sí padre sobre que el coordinador lo mando a llamar.
Luego de la cena Sergio se fue a dormir, se veía muy cansado, Garret y yo hicimos lo mismo, bueno no exactamente, yo espere a que Sergio estuviera profundamente dormido, y luego de unos minutos escuche sus ronquidos, me concentre, y expulse mi forma astral de mi cuerpo, yo estaba en la sala así que flote hasta el segundo piso donde dormía Sergio, lo vi y estaba profundamente dormido, entonces tomé un poco de impulso y me abalance sobre el, sentí como mi ser estaba tomando posesión de su cuerpo, sentía sus sabanas rosando con su piel, escuchaba como el viento chocaba a la ventana, y por último abrí sus ojos, o bueno mis nuevos ojos, estaba un poco iluminado por la luz de luna que entraba por la ventana, pero entonces sentía como el cansancio me llevaba a un profundo sueño, era algo normal después de todo el se veía exhausto antes de ir a dormir y la posesión deja los cuerpo muy cansados.
Al llegar la mañana me despertó una alarma, entonces caí en cuenta que era Sergio, me levante y rápidamente escondí mi cuerpo inconsciente en el cuarto de Sergio antes de que Garret lo viera, decidí que le jugaría una broma. Después baje a la cocina y prepare el desayuno, Garret y me dijo:
Garret: papá no sabes donde esta Alex?
Alex: su hermano llegó a recogerlo, dijo que tenía que ir con el a hablar con él coordinador.
Levante una caja fingiendo ser un padre que sabe que su hijo le debe muchas explicaciones.
Garret: Hablando de eso...
Alex: Antes de que me digas algo, ya habale con Daniel y me dirijo que su hermano y tu estaban juntos en eso.
Garret: Entonces... ya lo sabes?
Alex: si y estoy muy decepcionado, yo no te eduque así, no pensé me ocultaras estas cosas, y más si se supone que hoy tendríamos que asistir, quien te dijo que debías ocultarle cosas a tu padre.
Miraba a Garret callado, así que lo miré fijamente como si estuviera demasiado enojado, prácticamente obligándonos a hablar.
Garret: lo que pasa es que Alex me dijo que te dijera hasta hoy, pero ...
Alex: pero nada, come y nos vamos.
Garret: pero aun faltan 1 hora para mi primera clase y la escuela a 5 minutos en carro, porque vamos tan temprano?
Alex: porque tengo cosas que hacer y como no me avisaste, ya no puedo ir mas tarde.
Procedí a servir su almuerzo y mientras comía pensé en que debía confesarle lo que hice, pero decidí esperar un poco más.
El camino a la escuela fue un poco incómodo, Garret no se atrevía a de ir nada pero yo no quería desatarse aun.
Luego de hablar con el coordinador y dejar en claro la sanción por lo ocurrido, me subí al asunto con Garret y comencé a charlar con el:
Alex: Hijo, quiero que sepas que estoy muy decepcionado.
Garret: perdón papá, no volverá a pasar.
Alex: eso espero, porque es muy molesto tener que aguantar esas juntas.
Garret me miró con extrañeza, por lo que acababa de de ir.
Garret: puedo bajarme, voy a buscar a Alex.
Alex: hablando de tu amiguito... debo dejarte algo claro respecto a el.
Garret: La idea fue mía, no de el, el no me invito a hacer esa broma.
Alex: Vamos la mitad de la broma fue idea mía.
Garret: que?
Alex: jaja, deberías ver tu cara, bro soy yo Alex.
Garret: no entiendo ...
Alex: bro, sabes de mi habilidad, pero resulta que no solo salgo de mi cuerpo, sino que puedo tomar el de otros.
Garret estaba completamente shock, su expresión era lo mejor, luego de procesarlo todo me dijo:
Garret: Entonces ahora eres mi padre.
Alex: si
Garret: y esto es algo temporal verdad.
Alex: si
Garret: Entonces mi padre nunca sabrá de esto.
Alex: no,solo yo y tu lo vamos a saber
Garret: genial, oye pero que va a pasar contigo, ya no puedes faltar más a clases.
Alex: descuida por eso venimos 2 horas Antes, tengo tiempo para ir y regresar.
Garret: Entonces, ya vas a dejar a mi papá?
Alex: si, solo que mi cuerpo está en tu casa, voy a regresar a y a dejar tu papa y regreso.
Garret se quedó en la escuela y yo regrese a casa de Garret.
Al llegar sabía que tenia que resolver un asunto, como lograría volver a mi cuerpo y salir de la casa sin que el papá de Garret se diera cuenta, cuando dejó a alguien tarda unos minutos en despertar, pero yo también tardo unos minutos en tomar conciencia, así que tome mi cuerpo, lo llevé asta la puerta de la casa, discretamente lo saqué y coloque detrás de unos rosales y arbustos que están en el jardín delantero, pero al hacer esto me atore con un rosal y por accidente rompí la camisa del padre de Garret, regrese a su habitación a cambiarme de ropa, al desvestirse note algo que en la mañana pase por alto, el padre de Garret estaba en forma, ver su cuerpo se volvió algo un poco incomodo al notar que mi nueva herramienta comenzó a apretar contra los pantalones.
Luego por mi mente paso una idea que me hizo dudar si acaso estaría bien que si me encargara de ese asunto, digo es algo personal y es el cuerpo de otra persona, nunca había echo nada indebido en otro cuerpo que no fuera el mío, pero para cuando menos lo pensé ya me estaba bajando los pantalones, una culpa comenzaba a inundarme, pero no podía hacer nada en contra del cuerpo de Sergio que se ponía cada vez más duro.
Me senté en la sala y comencé a acariciar si polla por encima de su bóxer, era tan sensible que un gemido salió de mi boca, comenzaba a presionar y a jugar con mi nueva polla por encima del bóxer, la sensación era única, la sensibilidad me hacia temblar de placer.
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Fue entonces que me traslade a su cuarto, me desnude por completo y comencé a bombear mientras acariciaba el pecho de Sergio, era demasiado placentero, mis piernas cedían ante el placer y me tumbe en su cama, seguí jugando cada vez mas duro con su pene, mi espalda se arqueo mientras dejaba salir toda la semilla de Sergio cubriendo mi pecho y parte de su cara, pero entonces algo pasó, salí disparado hacia fuera de su cuerpo, nunca me había pasado eso, pero no sólo salí yo, de alguna forma arrastre a Sergio conmigo, veía como su silueta comenzaba a reaccionar, así que en un momento de pánico solo pude empujar su forma astral hacia su cuerpo.
Acaso había descubierto una nueva parte de mi poder, estuve analizando todo durante unos minutos pero en eso Sergio despertó desconcertado, se notaba que no entendía lo que estaba pasando, vio su pene que aún pedía más, se acercó a la puerta y grito nuestros nombres, cuando se aseguró que no había nadie, vi como regreso a terminar lo que yo empecé, me acerqué con la intención de volver a entrar, pero entonces vi un reloj que decía que ya había pasado mas de media hora y recordé que debía regresar con Garret antes de que empezarán las clases o sería sospechoso, regrese a mi cuerpo y me fui rápido.
Llegue con un poco de tiempo antes de que empezara la primera clase, le dije a Garret que había descubierto que podía sacar a otros de sus cuerpos, el se veía emocionado y me comenzó a hacer preguntas
Garret: ¿como descubriste eso?
Alex: bueno...
Sabía que no podía decirle a Garret que me estuve masturbando con el cuerpo de Sergio así que omití esa parte.
Alex: veras cuando deje el cuerpo de tu Papá sentí algo diferente a cuando he salido de otros cuerpos y vi a tu padre a mi lado, lo dejé en su cuarto acostado así que lo poco que vio pensara era un sueño.
Garret: ¿y como regresaste?
Alex: solo lo tome y lo empuje fuera de si.
Garret: pero no se supone que cuando sales eres como un fantasma?, ¿cómo pudiste tocarlo si ambos eran intangibles?
Alex: primero,si soy como un fantasma y segundo talvez porque los dos eramos como fantasmas, la verdad no estoy seguro.
Garret: crees que podrías sacarme a mi de mi cuerpo?
Alex: no lo se
Garret: que te parece si saliendo de clases vamos a mi casa y lo intentas.
Alex: No lo se, digo me ayudaría a saber si es algo que podre hacer a voluntad, pero que tal si pasa algo.
Garret: no te preocupes, será interesante ver todo desde el plano en el que lo haces cuando sales.
Alex: si seria como si tuvieras un poder también.
Garret: bien, y crees que también pueda poseer?
Alex: creo que ya estas exagerando
Garret: que tal si tu poder no es salir a otro plano, sino manipularlo, quiero decir que tal que tu poder no solo es poder salir de ti, sino algo así como "controlar las almas".
Alex: Talvez... sabes se hace tarde vamos a clases
Honestamente veía a Garret muy emocionado, digo yo también lo estoy pero el se veía particularmente más emocionado que yo, era un poco raro.
En fían creo que debería hacerle caso a su idea, cuando terminen las clases iré a su casa.
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chiquititamia · 7 months ago
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Make you feel better
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Enzo vogrincic x reader Primera parte de mi segundo fanfic 💕Enzo es tu mejor amigo y entiende que necesitas sentirte mejor con la regla ❤️‍🔥warnings: de momento el smut es leve, pero la segunda parte será explícita. 💬Agradecería mucho vuestras opiniones. Os leo!
Make you feel better
Nunca te había dado tan fuerte. Es decir, sí, la regla normalmente te daba más hambre de lo normal o náuseas, según el mes. Algunas veces también experimentabas dolores de cabeza muy profundos, que te tenían en la cama durante tardes o días enteros.
Otros meses sin embargo…los síntomas eran otros.
Una especie de celo, de heat, se apoderaba de tu cuerpo; a menudo te despertabas con una sobreestimulación que había transcendido de un sueño y te había hecho meter tu mano entre tus piernas. Después de trabajar, a veces incluso antes de prepararte la cena te tumbabas en tu cama para aliviar la calentura que habías arrastrado durante el día.
Aquel día habías tenido que cumplir con varios mandados desde por la mañana: que fuera tu día libre en el trabajo no quería decir que pudieras descansar, al fin y al cabo, vivías sola y tú eras la única que se iba a encargar de las tareas de la casa como limpiar, cocinar e ir a la compra.
Muy para tu desgracia tu healthy you era quien había ido al supermercado, comprando todo tipo de comida sana, que, además, implicaba una elaboración, la cual no estabas dispuesta a realizar en ese momento. Matarías por un poco de tu chocolate favorito.
Te apresuraste a meterte a la ducha, debías estar algo presentable: tu mejor amigo, Enzo, vendría a pasar el rato contigo y quizá ver una película.
Ya tenías puesta ropa cómoda para andar por casa: una camiseta que te quedaba gigante y unos shorts. Te habías puesto un sostén al salir de la ducha, pero tus pechos se notaban tan hinchados que decidiste quitártelo, dolorida.
Te estabas peinando tu largo cabello mojado hacia atrás cuando el ruido del timbre te sobresaltó.
-Cómo vas, chiquita? -Enzo te saludó con dos besos.
- Podría estar mejor… - te lamentaste.
- Y eso? – Enzo pasó a tu lado y colgó su chaqueta en el colgador de detrás de la puerta.
-No es nada…
-Ah, bueno, mira lo que te traje – Enzo sacó del bolsillo un par de kit-kats de fresa-tus favoritos-y los agitó delante de ti.
Si fueras un dibujo animado se verían estrellas brillantes sobresaliendo de tus ojos.
Sin mediar palabra se los arrebataste de las manos y le abrazaste.
- ¿Che, qué bicho te picó? - dijo Enzo divertido.
Ignorándole corriste hasta tu cuarto con la chocolatina en la mano dispuesta a sentarte en tu cama.  Estaba anocheciendo, así que iluminaste la habitación con la guirnalda de lucecitas que colgaba en el cabecero de tu cama, en adición con la lámpara de lava que casi siempre estaba encendida.
Era viernes de películas: el mejor día de la semana. Desde hacía un tiempo, os habíais propuesto ver una película de terror cada fin de semana. A veces de horror clásico, como El exorcista o La Matanza de Texas, y otras, sobre todo cuando las eligías tú, de terror ‘elevado’, como Hereditary o Babadook. Enzo era, como siempre le decías para molestarle “un viejito en cuerpo joven”, y tenía debilidad por el cine del siglo pasado. Ambos cedíais en vuestros gustos con el fin de pasar un buen rato. Aunque os gustase joder, en realidad erais muy buenos amigos.
¿Amigos? “Sí, amigos”- te tenías que recordar a ti misma de vez en cuando, cuando te despertabas totalmente excitada por haber soñado que hacíais todas esas cosas que no hacen los amigos. Enzo era innegablemente atractivo, sobre todo cuando le mirabas con esa sopa de hormonas que era tu cuerpo en esos días. Pero atractivo o no era tu amigo, y eso se respetaba. Además, ¿qué pasaría si un día hicieras un comentario o un movimiento fuera de tono? Toda vuestra amistad se vería arruinada por algo tan mundano. Ni hablar.
Enzo no era el único que había traído un detalle. Esa misma mañana, en la universidad habías ido a hablar con el “proveedor” oficial de vuestro grupo de amigos y te había dado hierba de la mejor calidad.
La tarde transcurría entre el humo del porro que os estabais pasando mientras veíais la película Déjame salir de Jordan Peele.
-Ese chabón está muerto- comentó Enzo intentando adivinar el destino del pobre protagonista.
Tú apenas le estabas prestando atención a lo que dijo, ni a la película, tu mente se estaba perdiendo por unos lugares absurdos de los que nada bueno podía salir. Te sorprendiste a ti misma saboreando la boquilla del pucho, por el simple motivo de que se encontraba mojado con su saliva. De repente estabas visualizando su boca, sus labios. Despierta, pendeja, ¿qué te pasa?. Te pateaste a ti misma mentalmente por si quiera atreverte a explorar esos terrenos.
Tal y como si fuera un castigo divino por tus pensamientos impuros una tremenda punzada te atravesó el bajo vientre haciendo que contrajeses la expresión de tu rostro y gimieras de dolor por lo bajo. Aunque trataste de disimularlo, tu amigo se dio cuenta mirando un par de veces para cerciorarse de que te había visto retorcerte por el rabillo del ojo. Rápidamente alcanzó el control remoto de la televisión y paró la película.
-Bo, qué tenés? -su expresión contenía más gravedad que la que el asunto requería, por la cara que su amiga ponía podría estar sufriendo un ataque al corazón- Habláme!
Hiciste un gesto con la mano y negaste con la cabeza, dándole a entender que no sucedía nada y que ibas a estar bien, pero su cara decía todo lo contrario, a juzgar por sus ojos aún fuertemente cerrados.
-Contáme qué tenés, boluda, me estás asustando!
-Es solo un…calambre- gruñiste tú luchando por mantener la compostura. Si no lograbas recomponerte le tendría que explicar en detalle lo que le pasaba y, además de la pena que te daba, no tenías ningunas ganas de hablar con aquel dolor apuñalándote.
-¿Comiste algo malo? -se alarmó- ¿fueron mis chocolates?- Sus ojos se habían encendido como dos alarmas de incendio, era hasta adorable el repentino miedo que su amigo estaba sintiendo por ella.
¿Qué te pasa, tarada? ¿Cómo puedes estar disfrutando que tu mejor amigo se preocupe por ti y la pase mal? - te mortificaste.
-Che, Enzo, tranquilízate, sólo es mi periodo … - trataste de sonreír.
Él pegó un resoplido digno de un caballo de carreras, aliviado. Sólo era eso.
-Dale, mirá que sos dramática nena, por un poco de sangre de nada El moreno se rio sin ser consciente de la mirada asesina con la que le estabas fulminando. Si tuvieras poderes ahora mismo tu amigo habría estallado en llamas y estaría corriendo en círculos por tu pieza.
-No…voy a opinar. Seguí con la peli- trataste de respirar profundo como te había enseñado tu terapeuta, no había caso de comenzar una pelea con tu amigo, y menos en esa situación. Tu apartamento podría convertirse en La casa de las dagas voladoras.
-No, dale, chiquita, no podemos seguir viendo la peli como si no pasase nada, no soy tan así, te estaba jodiendo.
Buscaste un atisbo de diversión en su mirada, anticipando que se fuese a burlar de ti una vez más. Algo que en realidad te hubiera dolido. Pero no lo encontraste, parecía hablar en serio.
-Lo que te duele es la panza, ¿no?
Bajaste la mirada y asentiste.
-Mirá, no tienes que avergonzarte ni preocuparte, me he criado con mi madre y mi hermana, y también he tenido novia, sé de qué va
-No me digas -respondes sarcástica. Como si haberlo contemplado le pudiera hacer entender qué era lo que carajo sentías.  
-Bueno, a ver, nunca lo podré saber, soy un varón, pero si que puedo intentar ayudarte. – al decirle esto le puso una mano en su bajo vientre, el cual notaba arder por dentro. Al notar su mano grande y cálida te estremeciste, cosa que pareció asombrarle. No le había sonado exactamente a un sonido de dolor por tu parte – ¿qué más te duele, chiquita?
Estaba claro que Enzo no era consciente del impacto que un solo roce y un solo nombre podía significar para ti viniendo de él, especialmente en ese momento tan hormonal del mes. Sentías que tu aliento era tan cálido que te quemaría la garganta y qué él notaría esa temperatura saliendo de tu interior si llegabas a exhalar cerca de él.
-Y bueno, los senos – dijiste en un tono bajo, aunque intentabas sonar confiada. Con lo que no habías contado es con que ese comentario habías dirigido su mirada directa hacia Tus pechos, que, para más inri estaban desprotegidos de una capa protectora extra de un sostén. ¿Se adivinarían demasiado tus pezones a través de la gastada camiseta que estaba vistiendo?
-E-eso es normal- Enzo tampoco estaba haciendo un gran trabajo sonando casual- ¿querés que te traiga una infusión o algo?
-No, eres muy dulce, pero eso no me ayudaría.  ¿¿Qué?? Ahora le llamás dulce a tu mejor amigo. No, nena, estás perdida. Además, ¿para que le dijiste que te dolían las tetas?
-Está bien, pues no se me ocurren más ideas, nena.
-Sigamos viendo la peli, de veras que estoy… casi bien.
-Si vos decís…
Pasaron unos minutos, quizá una media hora y continuaste viendo la película, que estaba llegando a su punto más álgido de tensión, aunque eso poco te importaba.
Otra oleada de dolor inevitable te inundó nuevamente, y, aunque trataste de disimular, esta vez había sido un pinchazo aún más fuerte que el anterior. Sentiste como si alguien hubiera logrado meter la mano en tu vientre y estuviera estrujando tu útero con el puño como quien escurre una esponja. Además, podías jurar que notabas tus pechos como dos globos a punto de estallar, y, a la vez como si la superficie de estos se encontrase cubierto de hematomas, como si realmente te hubieran dado una paliza.
Enzo, sin apartar demasiado la mirada de la pantalla – al menos que tú hubieras visto- pasó uno de sus brazos por tus hombros, acercándose más a ti, para después empezar a acariciar tu panza con una mano y tu hombro derecho con la otra. Tras un par de caricias de tanteo, su diestra comenzó su arriesgado viaje hacia tu pecho. No podías creerlo, te habías congelado y no querías hacer ningún movimiento, por leve que fuera, que pudiera ser malinterpretado, no querías parecer ofendida y que parase. Lo que más deseabas que sucediera estaba ocurriendo. Un deseo nublado por las hormonas revolucionadas que parecían salir de tus poros y por el dolor, sí, puede ser, pero en ese momento no se te ocurría ninguna buena razón para pedirle que parase.
Sin mayores miramientos, su manó abarcó tu pecho con cuidado, su pulgar y su índice rozaban tu pezón con delicadeza, mientras que el resto de sus dedos masajeaban el resto de tu seno.
-Enzo… -comenzaste por lo bajo
-Shh…- te mandó callar como si la película fuera lo más importante de ese momento.
De alguna forma que no supiste explicar, el calor de tu entrepierna estaba sustituyendo más pronto que tarde al dolor que hasta hace unos minutos estabas sintiendo, lo cual te avergonzó, ¿no era que te dolía tanto?
Continuó ejerciendo la presión necesaria para que tu sufrimiento se suavizara. Estabas usando todas tus fuerzas para no gemir de placer, el volumen de la televisión no sería la suficiente para tapar el sonido que luchaba por salir de tu garganta.
La película termina.
Enzo se aparta de ti suavemente para volver a alcanzar el control remoto y parar la reproducción automática de Netflix.
-Y, ¿qué querés hacer ahora? – preguntó como si nada.
-La puta madre, Enzo, ¿¿cómo que qué quiero hacer ahora?? – estabas entre divertida e indignada
-Sí, ¿querés ver otra peli? Nos queda pendiente Midsommar, eh.
-Enzo, ¿vos me estás jodiendo? ¿Hace dos segundos me estabas tocando una teta y ahora me decís que quiero hacer? – intentabas que no te temblase la voz.
-Y, sólo quería ayudarte, vi que te estaba doliendo.
Eso te desarmó parcialmente, ¿qué podías responder a eso? Guardaste silencio.
-Nena, yo no quiero que estés mal, y si te puedo ayudar, ¿qué tiene?
-…
-Yo sé que hay ciertas cosas que pueden ayudar a las mujeres cuando se sienten así – dijo mirándote a la cara, clavando sus ojos negros en los tuyos. Ahora, por fin, podías notas un ligero tinte en sus mejillas, al menos un atisbo de igualdad de condiciones.
-¿Ciertas cosas? -Sí, bo, seguro que tus ex noviecitos te intentaban hacer sentir mejor, ¿no?
Ouch. Eso había escocido. No, ni mucho menos tus anteriores parejas habían movido nunca un dedo por hacerte sentir mejor acerca de eso (ni acerca de nada en general). ¿Y por qué ese tonito burlesco y eso de decir “ex noviecitos”?
Enzo pudo adivinar por tu expresión que no había sido así, pero decidió no hurgar más en la herida.
-¿Querés que te haga sentir mejor?
Notabas tus mejillas y todo tu cuerpo arder, notabas tu pulsación tan fuerte que creíste que se podía advertir a simple vista en tu piel, que todo tu calor y excitación era visible, pero no se lo querías dejar ver.
-¿Y qué pasa con nuestra amistad? Se arruinará todo y yo no quie-
Enzo te calló posando su dedo índice estirado en tus labios.
-A mí no me vas a perder nunca.
Suficiente. Eso fue suficiente para romperte y que se formaran lágrimas en tus ojos. Bastante sensible estabas ya como para que se le ocurriese ser así de lindo. A Enzo siempre le había gustado molestarte. En honor a la verdad, tú también le molestabas a él, pero siempre habías sabido que te quería a su manera, después de todo, eran muchos años los que habías compartido juntos.
Él se dio cuenta de que tus ojos estaban vidriosos y se acercó para abrazarte en la cama.
-Hey, no… no llores
En ese momento te liberaste de su abrazo para besarle. No en la boca, aún no tenías el coraje, si no en su perfecta mandíbula, entre otras cosas, para hacerle saber que aceptabas su oferta.
Él entendió el mensaje y acarició tu cara, limpiando tus lágrimas con delicadeza.
-Te voy a hacer sentir bien, chiquita.
Entonces, te dio un beso en la frente y separándose levemente puso sus manos en tus hombros y te presionó hacia atrás, para indicarte que te recostaras.
Tú obedeciste y miraste al techo que estaba iluminado por tus luces azules de ambiente, era vuestro cielo particular.  
Díganme si tienen ganas de que suceda!!
Parte 2
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xjulixred45x · 9 months ago
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Yandere Satoru Gojo: Abre la Puerta(TRADUCCION)
-"knock knock"-
Lector@ habia entrado con prisa a su departamento, después de haber corrido por manzanas enteras, esquivando personas y mirando constantemente detrás de ell@ desde que habia logrado salir de la casa de Gojo. al aue estaban seguro habia quedado inconsciente por el sello que habia logrado ponerle.
pero en cuanto escucho esas palabras al cerrar la puerta, supo que tenia qué correr otra vez.
y lo hizo.
-"siento haber entrado por tu ventana! horribles modales, pero sabes como soy~"- lo escucharon hablar mientras huia inútilmente a su cuarto casi vacio, ya que la mayoria de sus cosas estaban en la casa de Gojo, cerraron la puerta y se dirigieron al primer lugar que les vino a la mente--
el closet.
si no puedes contra el, al menos entretenlo para que no te mate. penso.
Satoru se dirijio sin prisa hacia el cuarto de su pareja, viendole sin problema atravez de la venda. no sentia miedo, nisiquiera estaba un poco preocupado, sabia que no podia huir de el. mucho menos ahora.
aunque lo admitia, verlos intentarlo aún sabiendo lo futil que es era bastante divertido, mirale, cosita bonita, pensando que tiene una oportunidad, escondido en el closet como un niño asustado ¡pero no hay nada de qué preocuparse! el esta aqui después de todo.
-"ahora ahora, (lector@) ¿porque no sales por las buenas y vamos a casa? debes tener hambre después de haber corrido tanto."-
-"¡ALEJATE DE MI, LA ALARMA DEL DEPARTAMENTO SONO Y VENDRÁ LA POLICÍA!"-
"-nos abremos ido para entonces...¡vamos! ¡tuviste tu momento de "libertad"! sal y nos olvidaremos de esto--"-"porque?"- (lector@) corto abruptamente a Satoru, sorprendiendolo, pero no mas que su pregunta.
-"¿porque que?....no, espera, se lo que te refieres"-
Satoru nunca entendio muchas de las acciones de su pareja. el sentimiento era mutuo.
¿porque rechazaba su afecto?¿porque no veia que hacia todo esto por ell@?¿porque no solo acepta que esta destinad@ a ser suyo?
...¿porque Satoru le estaba haciendo esto?
-" estoy destiando a ser tuyo y tu a ser MI@...¡soy todo lo que necesitas!"-
Satoru se extraño un poco al no recibir respuesta después de eso. por lo que siguió hablando, esperando una reaccion o mínimo, que se hartaran de lo que decia y le respondieran. Dándoles la espalda mientras se sentaba en el piso.
-"FINALMENTE conoci a alguien que me da este tipo de emociones..incluso si esto no te gusta NO ME VOY A RENDIR CONTIGO"- Satoru esperaba aunque sea escuchar un sollozo de parte de (lector@) pero lo recibio de nuevo el silencio del pasillo..
-"¡tu SABIAS que no podia vivir sin ti! TU me forzaste a hacer esto! no puedo hacerlo solo! ¿porque te es tan DIFÍCIL aceptarme?"- Satoru dijo mientras se volteaba bruscamente, perdiendo su paciencia.
pero entonces el noto algo que le hizo sentir una sensación extraña en su estómago, al ver que atravez de la puerta del armario, la temperatura corporal de (lecto@r) estaba disminuyendo..
NO..
-"¡(LECTOR@)!- abre la- abre la puerta porfavor! (LECTOR@)! abre la puerta!"-
-"(LECTOR@) ¿podemos olvidar que paso esto y vovler a casa?¿podes decir algo..?"- Satoru estaba frente a las puertas del closet, con sus manos temblando mientras trataba de que (Lector@) le respondiera sin éxito. podia ver que estaban ahi pero algo andaba muy mal..
-"(LECTOR)¡ESTAS ASUSTADO!¡LO ENTENDI!¡AHORA DEJATE DE TRUCOS Y ABRE LA PUTA PUERTA!"- Satoru se paro de su pocision de rodillas y se preparo en caso de que (lector@) se moviera. no lo hizo.
-"!(LECTOR@) NO ME HAGAS ENTRAR AHI!¡¡VOY A CONTAR HASTA 3!!--
1-
2--
¡A LA MIERDA!"-
Satoru nisiquiera tuvo que mover un musculo para que la puerta del closet se hiciera pedazos frente a el, dejando a (lector@) expuesto.
-"¡SE ACABARON LOS JUEGOS!"-
(Lector@) se había puesto un cinturón alrededor del cuello lo más apretado posible para intentar suicidarse.
Por suerte o por desgracia, Satoru rompió el cinturón. Estaba prácticamente inconsciente, apenas respiraba, pero estaba bien. Iba a estar bien.
Satoru sintio como ese sentimiento extraño desaparecia y llegaba a el una sensación suave, al verle tan indefens@, estiró su mano y le acaricio la mejilla con cariño.
ay...que susto le dio... definitivamente ahora tendra que cuidarle mas. talvez pasar mas tiempo con ell@ y asi no se sientan mal, especialmente después de esto, lo van a necesitar.
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deepinsideyourbeing · 4 months ago
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después de los ask de Enzo con bebés no para de pensar en los demás chicos cómo papás y me muerO 🥹🥹🥹
Me imagino a Pipe con un nene queriendo enseñarle a jugar fútbol
Fluff ♡
Felipe observaba con ternura cómo el pequeño de dos años, que había heredado su cabello castaño y el color de sus ojos, jugaba con la pelota que le había regalado sólo unas horas atrás. El jardín trasero de la casa que ahora llamaban un hogar estaba desprovisto de cualquier peligro y el niño corría libremente por todos lados.
Cuando tu esposo abandonó el banco en el que ambos se encontraban creíste saber hacia dónde se dirigía la situación y no pudiste evitar preocuparte. Felipe era bruto y el fútbol lo apasionaba, habías perdido la cuenta de cuántas veces te pidió verlo en los partidos con sus amigos, y también la de la cantidad de lesiones que sufrió.
-Ojo- advertiste-. No le vas a tirar la pelota en la cara.
Soltó una carcajada y se agachó para quedar a la altura del pequeño.
-Es para patear esta pelota- explicó con suavidad-, no para tirar. Mirá, así.
Mientras Felipe realizaba su pequeña demostración, golpeando la pelota con la parte interna del pie, podías apreciar la atención y la inocente admiración con que lo miraba tu hijo. La escena te hizo sonreír y de no haber estado tan absorta en las personas que más amabas habrías recordado tomarles una foto.
El pequeño imitó la acción con movimientos torpes pero Felipe lo festejó de todas formas, gritando como si se encontrara frente al máximo goleador de todos los tiempos. Lo tomó entre sus brazos e imitando un festejó lo arrojó unos pocos centímetros en el aire, con más cuidado del que dejaba ver.
Continuaron con las lecciones bajo tu atenta mirada, ambos disfrutando de la compañía del otro y de tus palabras de aliento acompañadas de aplausos. El sol comenzaba a caer en el horizonte y la luz dorada iluminaba el cabello cada vez más despeinado de ambos, así como sus ojos cada vez que te miraban en busca de aprobación. Era encantador el parecido que guardaban.
-Mañana lo llevo a probarse en River- bromeó en algún momento Felipe.
Cruzaste tus brazos y negaste mientras intentabas contener tu risa. Grandes eran las probabilidades de que Felipe lo volviera un fanático de su equipo favorito, que pronto lo vistiera con las camisetas y que en caso de que el integrante más pequeño de la familia compartiera su pasión, esta los hiciera todavía más unidos de lo que eran.
Unos minutos más tarde abandonaron el jardín y mientras ellos recogían los juguetes desperdigados por la sala pudiste oír la conversación que mantenían... Bueno, era más que nada Felipe prácticamente monologando, explicando un sinfín de aspectos sobre el deporte que el pequeño todavía no comprendía en lo absoluto.
-¿Qué es eso de llevarlo a la cancha?- preguntaste cuando entraste en la habitación-. Todavía no sabe ir al baño.
-Y no importa- dijo Felipe entre risas, sujetando al menor entre sus brazos y besando su cabello antes de hablarle-. En un futuro vamos a ir todos juntos, ¿sabés? Con mamá y tus hermanitos.
Las últimas palabras las dijo mirándote y conteniendo la risa, esperando que lo regañes por la insinuación, pero sólo sonreíste. La idea de agradar la familia jamás había cruzado tu mente, pero si Felipe iba a ser así de fantástico y tierno siempre...
Para las Pipe girlies <3 taglist: @madame-fear @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented @chiquititamia @lastflowrr @creative-heart <3
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axes2-axes · 12 days ago
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Hola chicos, no me había convencido el primer diseño de Laura (Larry pre- transición) y lo remastericé UwU.
(por si se preguntan, ¿Cómo fue que pudo transicionar? Pues le dijo a lawrie que no se sentía cómodo siento una chica, y con ayuda de R-T y su hermano, lo llevaron con Pam y su hija para que Jessie le hiciera un cambio de algunas piezas de su aspecto y una reprogramación en su timbre de voz)
Si les interesa este Headcanon pueden decirme y yo les explico más sobre él UwU💖.
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honey-says-honey · 9 months ago
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Hoy lunes 26/02/24 de las 12:57 AM
Ah Sido un día agotador, claro no solo hoy todos los días lo están siendo, a decir verdad no me siento ni viva, no esque este  súper drogada o medicada mucho menos que tenga algún problema mental déficit de atención o algo por el estilo mas BN creo que tengo un trastorno, el cual a veces me hace sentir triste ,fea ,gorda ,eh incluso insuficiente, eso sin contar las Miles de veces que me siento culpable ya sea por comer de la nd o q  solo se me quita el hambre o solo Medan ganas de comer hasta no parar aún así sin tener hambre,algunos lo llamarían gula, yo lo llamo anciedad,no esque sea una persona ansiosa
O así no lo veo solo creo que tengo paciencia limitada que si algo no me agrada listo ya está lo mando todo a la mierda, podría decir que creo ecenario en mi cabeza pero tampoco como para acabar al alguien a tiros, mas BN es como de tal vez si hiciera o pasará tal cosas sería mejor, mentira en todos esos escenarios desaparezco , así cm cuando vas a un circo y un mago empieza ah desbarajar carta    y de esas 12 de la nada solo quedan 11 ah dónde fue la otra ni idea, o bueno al menos el sabe ah dónde ah ido, pero esto no se trata de las cartas o si solo estoy desviando el cm me siento igual que siempre pero q más da no es que ah alguien le importa es como decir que tu psicólogo se preocupa por ti sabes al menos cuántas personas atiende al día como para pesar que q hacer contigo o en como ayudarte mas BN solo piensa en como  hacerte pensar que lo hace en el primer momento que pones un pien en la entrada de su despacho, hace importarles  una vez terminen tus 30 minutos diciéndote lo mismo que ah Miles de ellos y pones un pie fueras pasas ah ser un desconocido de nuevo para tu psicólogo, tal vez me equivoqué o tal vez no pero quién soy yo para juzgar ah al  igual o quienes ustedes quienes son, yo solo digo lo que creo y pienso tal vez sea una mierda pero es la mierda que yo me creo a quien le importa tampoco justifico mis palabras o pensamientos o tal vez si creo q es lo que siempre hago justificar me y hacerme la víctima o tal vez no , puede que si lo sea o me estoy montando otra historia en la cabeza, no , no es tal vez que  si el mundo es un poco duro pero quién dijo que sería fácil o tal vez si y solo me lo complicó yo sola o no jajaja creo que estoy loca , no literalmente diría que si estuviera loca estaría gritando sin ropa por las calles.
ValeriaM.M.
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peaceeandcoolestvibes · 2 years ago
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tiempoydestino · 4 months ago
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Para hacerse millonario hay que viajar en el tiempo
¿Sabías que ya existen las máquinas del tiempo? En mi trabajo hay una y yo la puedo usar, pero no le digas a nadie.
—Pero eso no es real... las máquinas del tiempo... son inventos de películas, ¿no, Chuy?
Es neta lo que te digo, no miento. Tienen una que compraron de la deep web y ya la he usado varias veces. Las usamos para robar información del futuro, de lo que harán las otras empresas, y la usamos antes que ellos.
—¿Bromeas? Eso está muy loco. Oye, ¿quieres dona o pan de canela glaseado?
No, pero si no me quieres creer, mejor. Porque estoy en problemas. Glaseado, desde luego.
—¿A poco, sí, mi Chuy? ¿Te van a descontar de la quincena algún daño que le hiciste a esa máquina o cómo?
Es que tengo un amigo que me pidió que le hiciera un favor, me dijo que si podía sacarle los números de la lotería. Para no hacerte largo el cuento, los obtuve, ganó y sospecha la de recursos humanos que yo le ayudé porque soy su amigo.
—¿A poco tú conoces al Tuercas Hernández?
Ese mero es. Ese tipo ya se hizo el más famoso de todo Salibero.
—Sí, pues, ya salió de pobre, lo que los títulos de universidad no hacen, ¿verdad? Solo ocupó un poco de suerte.
¿¡Cuál suerte!? Todo fue por mí. Y además ya no quiere darme mi parte. Que porque si lo hace se va a ver muy sospechoso.
—Que se moche para acá, si no te lo quiere dar, que me lo pasé a mí y luego te lo paso. Que invierta en mi negocio de carwash. Hay muchas formas de lavar dinero, pues.
Sí, es una opción. Yo sé que puedo confiar en ti.
—Claro, y a parte puedes viajar en el tiempo y hacerme unos favores también, puedes irte para atrás en el tiempo y detenerme de hablar con la Laurita.
No manches, ni creando una nueva línea de tiempo vas a dejar de cometer los mismos errores.
—¿Linea de tiempo? ¿Cómo está eso, mi Chuy? ¿Una línea de las que se inhalan?
¡No! Viajar en el tiempo no es fácil ni de explicar, ni de realizar. Pero de todos modos tengo que ser bien cuidadoso, andan tomando muchas precauciones, me tienen bien vigilado en los viajes. Me dijo la de RH que si no tengo cuidado, pueden aparecer los de la policía secreta del tiempo. No me dio detalles. Solo me dijo que si me topo con ellos... lo sabría.
—Pues si es policía les das un moche. ¿Que te pareció tu dona?
¿Dona? Me habías dado un pan glaseado... Espera.. ¿Qué hace esta media dona en mi mano?
—Es lo que te has estado comiendo todo este rato, me pediste una dona.
Oh... Ya entiendo. Ya están aquí...
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corazona-das · 7 months ago
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Capítulo 3.
Pretty liars (toxic best friend) - Matías Recalt
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————
Estuvieron conversando durante horas, claramente ellos no apoyaban lo que habías hecho pero de alguna manera lograban entenderte. Lo bueno de esto es que al contarles sentiste una sensación de liberación, era una carga muy pesada que estaba recayendo sobre ti y para tu suerte encontraste apoyo en tus amigos, los cuales te dijeron que están ahí para ti, y lo que más te repitieron fue que te alejaras de Matías. Era algo evidente, pero decir que sí es muy fácil, lo difícil está en que no querías hacerlo, te aterraba la idea de separarte de él, tal vez por simple costumbre, o porque odiabas la idea de terminar su amistad. Pero estabas olvidando algo muy importante, él ya sabía todo, y si no te alejas tú, probablemente él sí lo hará.
Eran casi las 4AM, no habías logrado pegar un ojo. No hablaste con Mati en todo el día, no sabías como dirigirle la palabra después tu actuar inmaduro. Estabas avergonzada, no querías imaginar lo que él es capaz de decirte, estando enojado suele ser bastante cruel, y ya tuviste suficiente de eso.
Fue casi una semana de dormir muy mal, llegaste a soñar con lo que había pasado, tu consciencia no estaba tranquila ya que estabas evadiendo algo que eventualmente pasaría. Por la tarde del domingo te armaste de valor, luego de pensar y pensar comenzaste a escribirle un mensaje, no ibas a llamarlo, tampoco querías verlo en persona, y él tampoco se había contactado contigo, así que te comunicarías así por el momento.
(Mensaje que le escribió pero no envió)
"Matías, no sé por dónde comenzar. Quiero ofrecerte mis más sinceras disculpas, sé que estuvo mal lo que hice, pero no estaba en mis cinco sentidos, y sí, sé que es muy pajero culpar al alcohol por mis actos, pero así paso. De alguna manera u otra se iba a terminar sabiendo, y lamentablemente terminó así. Para mí es muy difícil hacer esto, realmente espero que para ti no lo sea. De ahora en adelante quiero que tomemos caminos separados. Espero que lo entiendas."
Estabas por apretar en boton para enviar cuando comenzó a sonar tu celular. Rápidamente lo soltaste algo asustada al ver quién era. Sonó durante unos 10 segundos y cortaron, no pasaron 2 minutos y volvió a sonar, respiraste profundamente antes de enfrentarlo y contestaste.
¿Maya? —Se escuchó desde la otra línea. No se oía molesto, estaba normal.
¿Si? qué pasa? —Trataste de sonar lo más natural posible para ocultar tu nerviosismo.
Bajá, te estoy esperando afuera. Tenemos que conversar. —Enseguida cortó, no tuviste tiempo para negarte.
No se veían desde lo sucedido, de todas formas no querías hacerlo aún, no estabas lista para afrontar el problema frente a frente. Dudaste mucho en si ir o no, pero finalmente bajaste, y en cuanto se abrió el elevador lo viste por la puerta principal. Estaba ahí parado junto a su auto, tranquilo, no parecía enojado. Y tú cada vez parecias más confundida.
Te acercabas lentamente, no se te notaba pero sentías el corazón a mil por hora, no pensaste verlo tan pronto luego de lo sucedido. En cuanto estuvieron frente a frente no pudiste callarte más.
Matías, perdóname, estuvo muy mal lo que hice, yo no quería hacerlo, pero justo discutimos y me sentí muy mal, sé que no es excusa para revelar cosas así... —Estabas hablando demasiado rápido, apenas se entendía lo que querías decir y te cortó.
Pará Maya, no te he dicho nada. Subite, vamos a dar una vuelta. —Dijo mientras se encaminaba hasta la puerta del piloto esperando a que tu hicieras lo mismo.
Había algo en su comportamiento que te hacía dudar, aún no sabías qué era pero decidiste subirte, después de todo, lo peor ya había pasado. Estando ya en su auto, lo encendió pero no avanzaba, el silencio que inundaba el lugar era sumamente incómodo.
Terminé con Lau. —Soltó en seco esperando tu reacción.
Yo... supongo que en parte es culpa mía. Lo siento por eso. —Dijiste evitando el contacto visual.
No lo sientas, yo no sabía como hacerlo, podría decir que me ayudaste. Y ahora estoy completamente libre. —Esbozo una sonrisa algo coqueta.
Sabías a lo que se refería, pero te molestó la manera en que lo dijo. Esto significa que todo ese teatrito que te armó cuando pasó... ¿fue todo mentira? No te sentías bien al saber que había terminado con su novia por lo que hiciste, era algo que querías que pasara pero no así. No puedes poner excusa, desde que comenzaron a hacerlo se sintió como algo incorrecto y no te negaste.
¿Tienes algo más para decirme? Realmente no tengo ganas de ir muy lejos a esta hora. —Dijiste tratando de sonar convincente.
Bueno boluda, siempre me pediste que termine con mi novia y ahora que lo hice te hacés la loca? No me jodas, sabés bien a que vine. —Enunció en un tono pesado.
Estabas algo sorprendida por las palabras provenientes de él. Sí era evidente, pero algo en tu cabeza hizo clic, él no la dejó porque tú querías estar con él, lo hizo cuando ya no tenía como excusarse y eso te hizo sentir muy culpable.
Matías ¿vos me querés? —Preguntaste algo dudosa y temiendo a su respuesta.
Y obvio que te quiero, sos mi mejor amiga. —Lo dijo como si fuese obvio y se acercó peligrosamente a tu rostro mientras acariciaba suavemente tu mejilla.
Su respuesta quedó resonando en tu cabeza, eras su mejor amiga y por lo visto, él no tenía planes para cambiar eso. Evidentemente estaba mal sentir cosas por Matías, pero el estar tan cerca de su rostro sintiendo su respiracion chocando con la tuya, el aroma de su perfume embriagante y esos ojos que cada vez que te veían te devoraban, era una imagen lasciva, no podías resistirte.
Sin poder actuar, él ya se encontraba repartiendo besos por tu cuello, masajesando con algo de rudeza uno de tus pechos, mientras que con su mano libre sostenía tu rostro. Por más que quisieras resistirte, no podías, no podías negarte a su tacto, te encantaba, lo amabas. Estabas tan sumergida en el momento que comenzaste acariciar levemente su cabello, querías besarlo, marcarlo, acariciarlo. Hasta que caíste en cuenta de que siempre sería así, por la noche, cuando nadie los ve.
Por favor... —Dijiste en tono de súplica mientras te separabas de su agarre.
¿Qué querés? Decíme, Maya. —Dijo el pensando que hablabas de lo estaban haciendo.
Enamorate de mi como yo lo estoy de ti, quiéreme tanto hasta que sientas que te va a estallar el corazón de amor por mi, porque a pesar de todo eso es lo que yo siento por ti. —No habías planeado nada, todo lo que salió de tu boca fue por el momento, y estás lista para el golpe de realidad.
¿Sos joda? Ya te dije qué es lo que pasa entre nosotros Maya. Y es una pena que estés así por mí porque yo jamás sentiré eso por ti. —Dijo mientras volvía a posicionarse sobre su asiento.
Sabías qué te diría, pero querías intentarlo una vez más. Sentías la misma sensación que la primera vez, no tenias voz para decirle algo, menos para poder reclamarle algo que nunca fue tuyo. Sin esperar nada, te bajaste de su auto dejándolo confundido.
———
pienso hacer una última parte para dejarle final feliz a Maya y ver qué pasó con mati, ya tengo una idea, pero si de casualidad leen hasta acá díganme con quien les gustaría ver a Maya:3
Y perdón, me hubiese gustado escribir una escena explícita, pero aún no tengo práctica en ello, más adelante quizás lo intente!
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dudd-ie · 1 year ago
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[rocma siempre esta muy somnolienta luego de su invernacion.]
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Idate:"¿puedo ayudar?~"
[aveces, mientras ella duerme profundamente....]
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Idate:"yo me encargo de este lado~♥"
Rocma:"...hmn"
[una orca pervertida se me mete en su habitación]
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Rocma:"uhm..... gracias ..?"
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Idate:"de nada~"
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Rocma:"¡¿QUE MIERDA HACES TÚ AQUI?!"
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Idate:("suave~♥︎")
Idate"no te enojes, no es para tanto~"
Idate:"yo solo estaba..."
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Idate:"te estaba viendo mientras dormías" <- dijo la verdad que lo hiciera ver menos espeluznante.
Rocma:"¡SOLO LARGATE DE MI JODIDA CASA!"
FIN.
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《Headcanons bonus》
->Idate es muy espeluznante con respecto a invernacion de rocma,ya que por un lado la extraña terriblemente mientra ella está durmiendo...por otro lado,rocma tiene el sueño muy pesado, lo que es bastante benefícioso al momento de meterse en su habitación y (quizás)debajo de sus sabanas...
->idate rara vez miente(no lo ve necesario,ya que no teme a las consecuencias de decir la verdad) lo que si hace es omitir información si lo ve conveniente.
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lore1991 · 1 year ago
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26 de octubre
No sé cómo explicar bien lo que estoy escribiendo, de tal manera quisiera expresar y abrir mi sentimientos a quizás personas que estén atravesando lo mismo o peores cosas en su vida.
Luchar con la depresión, ansiedad, es una batalla constante con tu mente, en un momento eres la persona más feliz y después tu mundo se te desploma como piezas de ajedrez, y sale uno al exterior con una sonrisa pero con una tristeza inmensa y súmale un corazón roto, que se reconstruye desde las cenizas y el polvo por un tornado que llego y desbarató los cimientos que tenía…
La sanacion y la aceptación, el vivir el momento presente no es tan fácil como todo el mundo dice, cómo: tú puedes, eres fuerte, siempre lo logras, es el ego, no seas tan dura contigo misma, es temporal ya pasará, dale tiempo al tiempo y demás… que si me pongo a enumerar una por una no se acabaría.
Antier tuve mi cita con mi psicóloga, es chilena, tiene un Aura tan hermosa que me da tranquilidad y paz cuando hablo con ella, me he llevado un mal sabor con mis anteriores Psicólogos, uno por que atacaba fuerte a mi ex, era rudo, el otro por que me hablaba feo de él y no me gustaba que nadie lo hiciera y nos ponía en contra sin darnos cuenta, pero yo si lo percibí, a él lo envolvía en el mundo espiritual y número logia y a mi me envolvía en mentiras, a la tercera por ser demasiado feminista, se pasaba, pero ahora razono locamente y digo: todos llegaban a una conclusión sanar, soltar, perdonar.
Mi psicóloga actual me dijo que era más fácil saber en qué trabajar cuando uno tiene pareja por que es ahí donde uno se da cuenta en qué hay que trabajar y y hay que reforzar y si tiene razón, por que con él descubrí que tengo mucho que sanar, él y yo… ambos, éramos dos almas heridas intentando sanarnos uno al otro, el con lo que podía ofrecerme al igual yo.
Nunca se me olvida algo que me abuelo me enseño y es que los niños y los borrachos dicen la verdad y me cuesta entender por que dijo lo que dijo, por que si no me amaba no me dijo, en que momento deje de ser todo para el y después odiarme como se lo vi en su mirada y sus palabras…. El alcohol haciendo caer las máscaras o sacando a flote los sentimientos reales de las personas.
Te ame y te solté sin querer hacerlo, por que en mi vida nunca estaba el hacer mi vida sin ti, era siempre juntos… aunque no tuviéramos los mismos proyectos, pero estaba lo que yo sentía y era amor, lealtad, un para siempre hasta que Dios nos separara…. Que horrible sensación y este vació en el estomago….
Se que vamos a sanar pero cada uno por su lado, a su tiempo y a su manera…
Pero no han sido dias fáciles. Cuando cae la noche te pienso mucho más, te extraño mucho más, y muero de ganas de hablarte, pero luego se que no puedo retroceder, ya se va a cumplir un mes desde que te fuiste y si, llorare, no sé hasta cuando pero sanare… eso también lo se❤️‍🩹
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possession-swapbody · 2 years ago
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Anillos gemelos parte 1
Si tuviera que decidir cual a sido mi fin de semana más extraño, sin duda diría que este.
Verán para no hacer muy largo esto les resumiré la historia familiar, mi abuelo encontró unos anillos gemelos en una tienda de antigüedades hace 18 años, y le regalo uno a cada uno de sus hijos (mi padre y mi tío que es 12 años menor que papá), mi padre perdió el suyo y mi tío nunca lo usaba o eso pensábamos todos, bueno eso hasta antes de "perder la comunicación con el" (hace 8 años), resulta que mi papá lo encontró grabando vídeos masturbándose para venderlos en Internet y mi padre pensó que sería mala influencia para mi ya que en ese entonces yo tenia solo 13 y mi padre a diferencia de mi tío es muy cerrado al mundo actual.
¿Y donde entro yo aquí?, bueno les diré, hace 2 meses cumplí 21 años y mi papá me regalo una caja que dejó el abuelo con varios recuerdos, antigüedades y demás, en uno de esos venía una sobre que contenía aquel anillo que era solo un aro de metal medio delgado y sin diseños, eso sí era de oro, mi padre lo reconoció y me platico lo que ya les conté, en fin el anillo me gustó algo me atraía a el y decidí a llevarlo puesto pero cuando salí de casa todo aquel que notaba mi anillo a pesar de no ser nada fuera de lo normal no dejaban de verlo, digo era solo un anillo a mi parecer, pero, no me quería arriesgar a que lo robaran así que decidí solo usarlo ocasionalmente o cuando estuviera en casa.
Resulta que mi tío (quien solo me lleva 10 años de diferencia) también estaba usando su anillo, y el jueves me llamó, si lo se, dije que no teníamos comunicación pero eso solo ante la vista de mi papá, ya que cuando cumplí 18 el consiguió mi número y comenzó a hablar conmigo de vez en cuando, y el viernes no fue la excepción, recibí un mensaje suyo para decirme que sabía que mi papá me dio el anillo y dijo que no usará ese anillo sin antes comunicarme con él.
En su momento ignore el mensaje ya que estaba con amigos y decidí que contestaría después.
Esa noche al llegar a mi casa tomé el anillo y me lo puse pero no le contesté a mi tío ya que igual era noche y no pasaría nada si contestaba hasta la mañana siguiente, entonces me recosté en mi cama y comencé a ver una película.
Pero entonces ocurrió algo que no podía entender de pronto todo me daba vueltas y lo siguiente que se es que estaba desnudo en cuarto que no conocía frente a una cámara y a punto de correrme, y entonces solo pude lanzar sentir como me corría y disparaba mi esperma por mi abdomen y la cama en la que me encontraba, fue entonces que me percate de algo mi mano no era mi mano y tampoco mi pene o el cuerpo, comencé a examinar y tras ver mi reflejo en un espejo en la habitación, vi el reflejo de mi tío Miguel, pero por algún motivo eso me hizo sentir más caliente, la conmoción la desesperación y lo desconcertado que estaba desapareció entre el placer y la excitación del cuerpo de mi tío en ese momento y comencé a tocar cada parte de su cuerpo a bombear mi nueva polla hasta que volví a descargar su esperma por todo mi pecho pero la serena del pastel era su voz, era tan sexy cuando la usaba.
Pero mi momento de placer se vio interrumpido por una llamada entrante al teléfono de mi tío, era mi número, entonces decidí contestar.
Miguel: Samuel dime estas bien?
Samuel: s-si.
M: porfavor cálmate se que esto puede ser algo muy raro y desconcertante pero devez tranquilizarte
S: p- pero esque ahhh
M: o rayos, estaba a punto de venirme cuando cambiamos, perdón por eso Miguel.
S: uf ahhh, tío porfavor no te preocupes pero dime porque carajos estoy en tu cuerpo.
M: si pero debes relajarte ara poder comprender lo que te voy a decir... espera porque estás así si ya pasaron como 10 minutos desde que cambiamos, te seguiste masturbado en mi?
S: no pude resistirme, tu cuerpo me pedía que lo hiciera y no me pude negar.
M: bueno eso no importa igual obviamente pasaría.
S: a que te refieres?
M: deje mi cuerpo a punto de correrse y el echo de que mi pene es muy sensible haría que te masturbaras tarde que temprano.
S: bueno pero dime como paso esto?
M: es muy simple, fueron los anillos originales eso te dije que no lo usaras sin antes hablar conmigo.
S: anillos? que tienen que ver con esto?
M: mira tu abuelo hace años compró...
S: si esa parte ya la se, me la dijo papá, pero, nunca mencionó que causaran un cambio de cuerpos.
M: es porque solo yo y un amigo lo sabemos, veras, luego de que mi padre tu abuelo en paz descanse, nos diera los anillos tu padre dejó su anillo en una mesa y un amigo mío que nos visitaba en ese momento lo encontró y se lo quiso probar, todo resultó en que el y yo cambiamos pero no queríamos que tu padre supiera que lo agarramos sin permiso y como no queríamos que nadie supiera lo que paso fue que el fingió ser yo y yo fingí ser el, me lleve el anillo y lo deje puesto hasta que efecto termino, solo dura un día, después de un mes el y yo quisimos cambiar otra vez, pero yo perdí el anillo y aun así regresamos en automático al pasar el dia, el encontró el anillo 2 años después y me lo regreso en un sobre, entonces yo lo escondí en una caja con reliquias familiares que nunca se abría, así nadie sospecharía de lo que pasó.
S: entonces los anillos son mágicos y pueden cambiarnos, dime esto puede revertirse antes del dia?
M: no lo se, las únicas veces que lo use fueron los días completos.
S: Y si el anillo causa eso porque lo usaste precisamente ahora que sabes que yo lo podía usar también? ( esto lo dije con un tono de duda y sospecha que el lo hiciera a propósito)
M: no es lo que piensas, el anillo atrae a las personas y no sólo eso, sino que hace que los demás vean con deseo de algún u otro sentido el cuerpo de quien lo trae puesto, no notaste que la gente lo viera o te viera mucho mientras lo traías puesto?
S: si pero eso no responde lo que te pregunte
M: bueno ese es mi secreto para que tanta gente disfrute de verme masturbándome.
S: usas el anillo para que a la gente le atraigas?
M: si, al inicio solo así ganaba audiencia pero ahora mi cuerpo esta en forma y lo entrene para no depender solo del anillo pero aun así, lo uso para asegurarme de que la gente sea atraída y hacer negocio seguro.
S: y porque de todos los días grabas hoy?
M: siempre grabó los vienes en la noche y los miércoles en la mañana, pero fue una suerte que que no lo usaras el miércoles porque grabe con alguien más y no solo, como hoy.
S: oye tío no te ofendas tu cuerpo es muy genial y sensible pero quiero regresar a mi cuerpo, podemos tratar de revertir esto?
M: si claro, pero no se como hacerlo.
S: que tal si uso los anillos de nuevo, así de que no los quitamos y volvemos aponer?
M: no funciona ya lo intente antes cuando...
S: que pasa?
M: llegó tu papá, tratare de fingir ser tu, tu has lo mismo conmigo, en mi escritorio esta mi agenda y si ocupas algo te lo mandare por mensaje pero tu padre no puede vernos hablar, ya sabes lo que opina de mi.
En eso escuché como se abría una puerta por el otro lado del teléfono y entonces se colgó en seco.
Si otros se asustaría en esta situación, pero yo no, en parte porque el cuerpo del tío Miguel hace que esto no sea ni incómodo ni nada, de echo solo me hace sentir que tengo tres días para disfrutar, si lo se en el fondo no quiero que esto se revierta, digo, cualquiera diría lo mismo si tuviera su cuerpo.
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Continuara...
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chiquititamia · 2 months ago
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El cumpleaños de Blas, parte 1
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(Resucitando lentamente de mi letargo creativo)
Hoooola mis queridas, aquí os traigo algo diferente que se me ocurrió una febril noche. Espero os guste mucho y poder continuarla cuanto antes: como siempre, se admiten ideas.
El conejito hoy se divierte 🐇
💕SoftDom!Blas Polidori x female reader
❤️‍🔥+18 sexo explícito, dominación, deshumanización, sumisión, juegos con comida, intercambio de roles...
El cumpleaños de Blas
El primer cumpleaños que uno pasa con su pareja siempre viene acompañado de  una sensación especial en la que uno quiere demostrarle todo el amor que es capaz de dar. Quieres que todo salga perfecto e incluso, impresionar.
Le habías comprado la remera de fútbol que tantas veces le habías visto ojear en su celular, sin animarse a añadirla al carrito.
Pero la verdad es que no lo sentías como suficiente. Blas te había insistido, semanas antes, cuando tú habías tratado de sonsacarle qué es lo que quería, en que realmente no deseaba nada, que ya lo tenía todo estando a tu lado, tan lindo él.
Los días previos, después de la frustración y nervios, decidiste que ibas a desistir en conseguirle más regalos comprados y optarías por esforzarte en que su día fuera lo más grato posible.
Arrancaste el día previo yendo al mercado para conseguir los ingredientes necesarios para su plato favorito: pasta con pesto casero. También habías comprado unasfresas bastante costosas que bañarías en crema batidacomo postre.
Esa mañana despertaste antes que él, y no podías esperar a que él lo hiciera para poder felicitarle y mimarle.
Comenzaste a plantar una serie de suaves besos en su cuerpo, primero por su hombro, encontrando cada peca y lunar de su piel cálida, después por su cuello surcado por algunas venas y donde se movía, provocándote, su nuez de Adán al tragar.
Cuando empezaste a jugar con sus rizos y el pendiente de su oreja, Blas por fin comenzó a despertar y, desperezándose se giró hacia ti.
-Qué fue, mimosa?
-Feliz cumpleaños, mi amor…
A tu novio le costó un par de segundos procesar esa frase, no había recordado aún qué día era. Cuando lo hizo, te sonrió aún con los ojos cerrados.
Te abrazó y te acercó a él, como una criatura somnolienta. Siempre te sorprendió la elevada temperatura corporal que su piel emanaba, especialmente cuando dormía.
-Te doy el regalo que te compré luego, pero mientras tanto quiero que me pidas lo que quieras para que este día sea perfecto…-dijiste acariciando su mejilla.
-Café? – preguntó abriendo los ojos para después frotarlos con sus dedos.
-Ponémelo más difícil, amor…
Tu novio se rio y colocó sus manos a los lados de tu cara para besarte.
Lo que al principio era un simple beso cariñoso de “buenos días” no tardó en transformarse en una violenta y apasionada invasión de tu boca. No demoró tampoco en alcanzar uno de tus pechos para estrujar tu pezón entre sus dedos.
-Pero cielo… - suspiraste.
Él te mira pensativo, con una media sonrisa que no puede significar nada bueno.
Miedo me da, pensaste.
-Entonces… ¿puedo pedir lo que quiera?
-Sí…
-¿Lo que quiera, lo que quiera?
- Ya te dije que sí, dentro de los limites de la cordura y de la legalidad vigente sí – reíste mientras él besaba tu hombro- ¿qué es lo que quieres?
Blas guardó silencio unos segundos mientras estudiaba tus ojos, quizá intentando averiguar si lo que decías iba en serio. Al fin soltó lo que pensaba:
-Quiero tener acceso libre a tu cuerpo durante todo el día -dijo simplemente.
-Pero…si ya lo tienes siempre, no entiendo…
-No, no. Quiero poder usar tu cuerpo siempre que me venga en gana, sin restricciones, todas las veces que quiera.
Pudiste notar como el calor había subido a tus mejillas, aunque no sólo ahí. La humedad entre tus piernas comenzaba a manchar tu ropa interior; no sabías qué decir, simplemente le mirabas a los ojos, y jurabas que tu temperatura tenía que ser visible.
-Claro está, si es lo que quieres, no te estoy pidiendo abusar de ti por un día, amor -quiso aclarar tu novio- pienso que puede ser una experiencia… excitante para ambos.
-Dale…-aceptaste casi suspirando- la idea te había calentado sobremanera.
-Sí? – abrió un poco los ojos con sorpresa – bien, pues sólo queda trazar… un par de normas…-intercalaba sus palabras con besos y lamidas en tu cuello- ¿bien?
Tú le mirabas expectante, dispuesta a acatar casi cualquier orden que te quisiera imponer. Al fin y al cabo, normalmente eras tú la que dominaba las situaciones, decías cuando sí y cuando no, especialmente por el temperamento de Blas al que debías poner límites. El hecho de poder invertir roles, de alguna manera, era algo que ni siquiera se te había cruzado por la cabeza, pero que comenzaba a tomar una forma deliciosa en tu cabeza.
-Debes decírmelo si te encuentras mal o no quieres que haga algo con nuestra palabra de seguridad que es la misma de siempre.
-Okay…
-Y no puedes llevar ropa interior. De hecho, quiero que lleves ese vestido suelto que te pones por casa. Tampoco quiero que me cuestiones ni que te quejes de qué, cuándo ni cómo hago lo que quiera, salvo situaciones en las que necesites usar la palabra de seguridad, claro.
-Me parece correcto – no sabías qué te pasaba, pero te sentías increíblemente dócil.
Después de una ducha juntos en la que hubo caricias y besos, pero nada más, preparaste un desayuno sencillo, no querías que Blas perdiese el apetito antes del almuerzo. A pesar del vestido, te sentías casi completamente desnuda por no llevar ropa interior.
Él se sentó a la mesa con el torso desnudo, luciendo su piercing en el pezón. Llevaba sus habituales pantalones cortos deportivos con rayas a los lados, y, muy presumiblemente, nada más debajo.
Mientras tomaba su café, tú estabas untando una pequeña tostadita con una mermelada casera de fresa que habías elaborado hace unos días. Te sobresaltó la mano de Blas metiéndose en tu escote para abarcar completamente tu pecho izquierdo y comenzar a amasarlo y jugar con él caprichosamente. Ni siquiera te estaba mirando, simplemente ojeaba su móvil, probablemente leyendo las novedades deportivas.
Entendiste que no era un farol: iba a utilizar tu cuerpo como si de una muñeca con vida se tratase; le pintó tener tu teta en la mano y así lo hizo, simplemente.
Tú comenzaste a suspirar y dejaste el trozo de pan sobre el plato, el placer estaba nublando tus pensamientos. Sin embargo, Blas paró para volver a coger su taza y beber de ella. No retomó el contacto, y eso te decepcionó un poco, pero recordaste la directriz que te había dado: nada de quejarse ni cuestionar.
Cuando el desayuno acabó, tu novio se encargó de lavar los platos y tazas, y también algún traste de la noche anterior, mientras tú doblabas ropa que habías quitado del tendedero.
Miraste la hora en la pantalla de tu móvil: 12:30.
Más vale que me ponga cuanto antes con el almuerzo, pensaste.
Cuando llegaste a la cocina, Blas ya se había ido, probablemente estaría jugando a sus emuladores de juegos antiguos en la televisión.  Había dejado todo reluciente, sin embargo, decidiste limpiar un poco más concienzudamente la mesada, ya que ahí ibas a amasar la pasta fresca.
Aunque era una receta que conocías de memoria, tu inseguridad siempre te obligaba a mirar las cantidades, sólo por si acaso.
Con las manos ya enharinadas, comenzaste a trabajar la masa, que estaba bastante húmeda por la yema de huevo y el aceite de oliva que le habías agregado.
Intentabas bajar la pantalla para comprobar por decimoquinta vez un detalle de la elaboración, pero la harina en tus dedos impedía que la pantalla de tu móvil reaccionase. Justo antes de que pudieras limpiar tus manos con un paño húmedo, Blas apareció por detrás de ti, cubriéndote con su figura, y, con un gesto sutil, pero claro en sus intenciones colocó una mano en tu abdomen y presionó, dándote a entender que quería que te inclinases ligeramente sobre la encimera, separando tu cuerpo del mueble. Sin previo aviso ni mediar palabra, se colocó detrás de ti, haciendo que tu culo quedase apoyado en sus caderas; lo que implicaba que él flexionase las rodillas para poder estar a tu altura. Era vergonzoso cómo no hizo falta ningún tipo de lubricante – ni siquiera su saliva – para que pudiese penetrarte sin preámbulos. Estabas totalmente húmeda y caliente.
No pudiste evitar soltar un gemido mientas te agarrabas a la masa de harina como si tu vida dependiera de ello, apretándola y deformándola para no gritar. Estabais junto a la ventana abierta de vuestra pequeña cocina y tus vecinos podrían escuchar todo.  A Blas no pareció importarle cuando embistió con todas sus fuerzas dentro de ti, llevando un ritmo rápido e inusual. Estaba preocupándose sólo por su propio placer, dando estocadas más cortas, menos profundas a ratos, y otras más lentas, casi inmóviles, en las que movía su miembro haciéndolo palpitar, volviéndote completamente loca.
Muy pronto, sus manos afianzaron su agarre en tus caderas, casi provocándote dolor, y notaste un movimiento inconfundible en tu interior. Blas se corrió en lo más profundo de ti, muy quieto, soltando gemidos roncos. Una vez lo hizo, salió de ti lentamente y te dio un beso en la mejilla.
-Gracias, nena. – dijo simplemente, lo cual a ti te pareció casi cómico dado lo que acaba de suceder.
Tal como vino se fue, sin mediar más palabra y regresó a lo que estuviera haciendo en la sala, dejándote a ti con las piernas temblorosas, aún agarrada a la masa de harina. Pequeñas gotas gotearon desde tu centro hasta el suelo- pues todavía tenías las piernas bien abiertas- como si se te hubiera derramado parte de la nata que aún no habías batido.
Con una sensación de incredulidad, cogiste un pedazo de papel de cocina y te limpiaste entre las piernas, y después el suelo.
¿Así iba a ser todo el día?
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Te costó concentrarte más de lo que te gustaría reconocer, pero por fin, hiciste los ravioles rellenos de setas y preparaste el pesto casero con algunas hojas de la única planta de albahaca que te había sobrevivido en tu vida.
También montaste la nata con unas varillas eléctricas y lavaste las fresas en anticipación.
Cuando comenzasteis a comer, Blas te felicitó por el excelente trabajo que habías hecho cocinando la pasta fresca en su punto justo y lo delicioso que estaba el pesto genovés.
Era extraña la sensación de orgullo y validación que te estaban provocando sus palabras. Blas te solía halagar, pero en el rol que habías adoptado hoy, sus cumplidos sabían de otra manera.
Al pasar al postre, serviste las fresas en un bowl y la nata en otro.
Blas te indicó que te sentaras en su regazo para comer.
No tuviste que recordar la directriz de no objetar, te sentaste automáticamente en su muslo. Él rodeó tu cintura con un brazo y tomó una de las fresas entre sus dedos; después mojó la punta con bastante nata, cuidando que no se derramara en el mantel. Te la ofreció colocándola delante de tus labios, pero antes de que pudieras morder dijo:
-Chupá.
Tú obedeciste; sin abrir mucho la boca, sacaste la lengua y comenzaste a lamer la nata poco a poco de la superficie de la fresa.
En un acto de rebeldía, le diste una pequeña lamida a su dedo pulgar, que sostenía la fruta.
-Querés más? -dijo con una voz algo más profunda
Tú asentiste. Cuando volvió a recoger la crema con la pequeña fruta, tú adelantaste un poco tu cabeza para evitar que ésta cayese, ya que, al estar menos fría, iba perdiendo firmeza. Succionaste con avidez la dulce nata, sin poder evitarlo, un poco de saliva humectando la comisura de tus labios y los dedos de tu novio.
Blas se removió en su asiento y alineó su erección con el centro de tu humedad, que parecía querer tentarlo. Cualquiera diría que te había cogido brutalmente hacía escasos cuarenta minutos. Querías más. Pero hoy no se trataba de ti, y tenías la sensación de que a lo largo del día ibas a tener más en tu plato de lo que podrías comer, así que decidiste no iniciar.
-Vamos a cambiar – te sacó de tus pensamientos repentinamente.
-Eh?
-Sentáte en mi silla – indicó levantándose. Después arrastró otra para sentarse él enfrentado a ti. Con esos pantalones de deporte había poco que se dejara a la imaginación. La longitud del miembro de Blas siempre te sorprendía, la vieras una o mil veces, por no hablar de su grosor.
Tú lo mirabas expectante, pero cuando acercó su silla para encajarte entre sus piernas y tomó el bol de nata, no tuviste mucha duda de lo que pretendía hacer.
-Vestido fuera – ordenó simplemente. En realidad, si el vestido iba fuera, toda tu ropa iba fuera, porque no llevabas nada más. Obedeciste.
Con la pequeña cucharita que habías traído, aún sin usar, comenzó a dejar pequeñas cantidades de la crema batida sobre tus pechos y sobre tu cuello. Tu temperatura corporal estaba causando que ésta se derritiese y formase largas y sinuosas carreras blancas a lo largo de tu piel, que él fue lamiendo.
Se concentró, obviamente, en tus pezones mientras masajeaba el resto del seno.
Fijación oral, pensaste, como tantas otras veces en las que le habías molestado con eso.
Estabas perdida en el placer que la lengua lenta y caliente de Blas te estaba proporcionando. Habías echado la cabeza hacia atrás y cerrado los ojos hace rato; tus manos, aferradas a los bordes de tu asiento para resistir.
Cuando volviste un poco en ti y miraste hacia abajo, pudiste ver como tu novio había sacado su pija de sus pantalones cortos y se masturbaba despreocupadamente; de hecho, parecería más bien que se la estaba masajeando.
Unas cuantas gotas de la crema habían ido escurriéndose hasta tu centro, pero no eran suficientes. Blas, en un estado totalmente hedonista, cogió un poco del dulce y lo pasó por el exterior de tus labios, acariciando deliciosamente tu clítoris. No esperabas que fuera a introducir sus largos dedos tan manchados, pero lo hizo, haciéndote gritar y apretarlos con tu interior. Blas comenzó a lamer el delicioso postre que tenías entre las piernas con el hambre de un condenado. Tus piernas, lo más abiertas posible.
No pudiste evitar tener uno de los orgasmos más intensos de tu vida.
Le voy a arrancar los dedos, atinaste a pensar. Las oleadas de placer en forma de contracciones no parecían terminarse, provocándote gritar desesperada y abrir los ojos con incredulidad.
Esto debió ser una visión celestial para tu chico, que con un gruñido profundo y casi animal se incorporó y, mientras seguía bombeando su miembro en su derecha, se posicionó ante ti. Con el índice y el pulgar de su otra mano presionó en tus mejillas para que abrieras la boca.
No te lo pidió, pero también sacaste la lengua.
-Más nata, gatita -jadeó desesperado por llegar – tomá, tomá….
Fue entonces cuando empezó a disparar todo su semen en tu boquita que aún sabía un poco a nata. Tragaste todo mirándole a los ojos, volviéndolo, si cabe, aún más loco.
Con un pulgar, limpió la comisura de tus labios enrojecidos la mezcla de saliva, crema y su excitación.
-Pinta otra ducha, ¿no?
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