#12+1 títulos en la mesa
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42bakery · 10 months ago
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'Your heart is free, have the courage to follow it'.
This is a quote that Alberto said to Dani when they started at the Movistar Joven Activa Cup when they where starting.
This has been so important for Dani that put it in his last helmet when he wanted to show who he was at the start of his career and what he was when he ended it.
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Source: 12+1 títulos sobre la mesa and Cuatro Tiempos
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waru-chan8 · 1 year ago
Note
🔢 - 🎬 - ❤️‍🔥(current and past) for the motogp ask game 💗
Thank you so much Mira 💜💜💜💜
🔢 what would be your racing number? That's an easy one! It will be 08 because it's my favourite number. And if I can't that one, then a number that finishes in 8 with the exception of 88 (for some reason I'm not fan of double 8).
🎬 any motogp related media you would recommend? MotoGP unlimited and Hitting the apex. And for those Spanish speakers, whatever DAZN does or gets his hands on.
There's Ángel Nieto el hombre que vencio al tiempo that' is a documental about Ángel Nieto told by his family, friends and rivals and helps you understand why Spain is so important in motorcycling and why is it like it is today.
I also love 12+1 títulos en la mesa, where DAZN put together several world champions and let them talk. We have at least 3 different generations in there al let you see how it much racing changed over the years.
And then there' Cuatro Tiempos (my beloved) that is basically a 2 hour long Pedrenzo story (mostly) just 4 MotoGP legends talking and comparing racing between them and currently and how they see the future. It's fun to watch and the talk about diferent stuff like nutrition, how they got into racing, rivalries, rituals and stuff they did when racing... I haven't gone through DAZN's whole catalogue but what I saw already is amazing, so if anyone of you can get your hands on them, please watch them
❤️‍🔥 favorite rivalry? Past? It's that even a question? Pedrezo 100% The raw emotion and the tension And currently? Fermín Aldeguer vs track limits it's just... No seriously? In MotoGP they are pretty boring and tamed, and mostly done by the press, so my favourite one is actually a Moto2 rivalry. It's Pedro Acosta vs Alonso and Aldeguer. I swear Pedro is pretty bitchy about the SpeedUp guys and taking notes and making snarky remarks here and there.. basically he is 2 seconds away from punching them (or screwing with them). It's a time bomb ready to go off.
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kevinmorawicki · 1 month ago
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NICOTINA
PRIMERA PARTE
Cuando estuvimos demasiado lejos del sol
Una novela de Kevin Morawicki
Un homenaje a nuestros padres.
En especial a Jorge Huergo y Ernesto “Quique” Morawicki, 
Cultura Libre - Todos los derechos de autor liberados.
Provincia de Misiones - Argentina
INDICE (Primera Parte)
Capítulo 1 - Gauman, un ángel afligido por la libertad.
Capítulo 2 - Benito Romero, una operación clandestina del propio intelecto. 
Capítulo 3 - InfoRico: periodismo literario y notas para una crítica cultural.
Capítulo 4 - El Instituto Privado de Intervenciones Clínicas Especiales.
Capítulo 5 - Sueños simples imposibles de recordar.
Capítulo 6 - Hoy no quiero que anochezca.
Capítulo 7 - InfoRico: esperando la cresta de la ola desde una intrépida sensación.
Capítulo 8 - Segunda visita del Dr. Lisandro Villegas Lima.
Capítulo 9 - Benito Romero y su “Diario de los días sin sentido”.
Capítulo 10 - Pero es de noche: prohibido prohibir.
Capítulo 11 - Sondear la entereza anímica de Benito. 
Capítulo 12 - Libertinaje furioso en Puerto Rico.
Capítulo 13 - La palabra-mundo: la escritura como acto sanador.
Capítulo 14 - Papá nunca me preparó la comida. 
Capítulo 15 - Corrección.
Capítulo 16 - ¿Prohibido prohibir la muerte?
1
GAUMAN, UN ÁNGEL AFLIGIDO POR LA LIBERTAD 
Empezaremos justificando la primera reacción de Cristóbal “Gauman” Molina en el despertar de su propia tragedia. Ustedes calificarán de perversa su actitud, pero sólo lo harán al principio, ya que esta documentación tiene por objeto vencer ese prejuicio. No podría ahora culparlos si aborrecen de su reacción: cualquiera sentiría lo mismo con la información disponible hasta el momento. Yendo a los hechos, lo primero que hay que decir es que su despertar fue literal, en el mediodía de un 24 de diciembre y estando rodeado de cuerpos desnudos que dormían en el medio de una casa lujosa. Era evidente que la noche anterior, que había sido de cristal, se hizo después añicos. En una enorme mesa de algarrobo estaban los restos de un banquete. Bandejas de plata con restos de comida, botellas vacías de champagne y vinos de 50 dólares consumidos hasta la mitad. Por los grandes ventanales con cortinas de fina tela blanca ingresaba la luz melancólica de un sol parcialmente cubierto de nubes. Esa claridad externa, apenas más fogosa que una resolana, le daba al ambiente una tonalidad grisácea de foto antigua, sepia en pasado cristalizado, que es la luminosidad misma de los sueños.
Esta descripción importa a los fines de ofrecerles un contexto. Una escena que seguramente será descrita con mayor precisión y con mejor pluma en las crónicas de Benito Romero, y que, de suceder, serán sin falta incluidas en este volumen. Sólo digamos por el momento que Cristóbal Molina, alias “Gauman”, tiene 29 años y es hijo de un conocido psiquiatra y psicoanalista argentino y de una profesora de literatura. La Historia no se repite como farsa sino como superación: un joven y talentoso artista que ha subido alto y rápido por la escalera sin fin de la industria musical ahora se despierta en el mismo colchón en el que yacen los cuerpos de dos muchachas sin vida y sin ropa. 
Que es la peor combinación, piensa Gauman, sin vida y sin ropa. Un hálito frío de cirujano experimentado parece dominarlo, como si la realidad que está viviendo no fuera su realidad inmediata. No hay dudas de que la escena es demasiado obvia, un maldito cliché, una falta de respeto artístico carente de toda creatividad. Un teatro de operaciones absurdo, que dicho sea de paso, es todo un título para una canción. 
A estas disquisiciones de Gauman podríamos agregar, también a su favor, que el arte nace en las situaciones más impredecibles, y que lo que experimenta esta joven estrella del cielo musical lo demuestra. No es más ni menos que un momento de lejanía. Un momento de lejanía que él puede percibir y nombrar, y así su soliloquio se vuelve epifánico: necesito un momento de lejanía, un lugar entre paréntesis, un espacio ensordecido por la gloria de unas palabras dichas de par en par y entrepiernas, al otro lado se siente mucho mejor, es con vos, siempre es con vos, mi amor… 
Gauman regresa del breve ensueño diurno hecho canción y piensa: si sólo tuviera un cuaderno y un lápiz para poder anotarlo. Porque sí, es eso: el estar lejos por lo menos un rato aunque ya hayamos entendido que los protagonistas de la agonía increíble que presenciamos somos nosotros mismos. Gauman insiste (tal vez no puede evitarlo) en vociferar mentalmente “Sin vida y sin ropa / Sin vida y sin ropa”. Y entonces lo hace: con el dedo ��ndice escribe en las baldosas del piso con la tinta indeleble de la sangre a su lado derramada. Sus pensamientos pantanosos comienzan a sentir el sabor tentador de la adrenalina. Las palabras continúan repitiéndose en su cabeza, como un loop digital insertado en su cabeza, un proceso casi autónomo de su voluntad. "Un teatro de operaciones absurdo" repite, y al cabo la palabra “absurdo” lo hace volver en pensamientos, darse cuenta de que, sin el contexto físico de una morgue judicial alrededor, todo esto es un sinsentido, un despropósito, una estúpida ironía. 
En definitiva y para resumir, Cristóbal “Gauman” Molina vivencia con fuerzas bestiales ese absurdo y su destino de artista lo lleva a vivir la escena desde su paroxismo dramático. El cometido del artista es hacer descender la Bestia pudiendo administrarla estética y narrativamente. No es más que eso, queridos lectores. Estamos ante el punto cúlmine de su experiencia cultural. Él no lo sabe aún, pero es probable que la intensidad artística de estas sensaciones sean las más altas en toda su vida. El único problema es que a Gauman el absurdo siempre le sacudió los estados de conciencia en los que se encontraba, cual sea que estos fueran, ocasionándole risas leves en el mejor de los casos y desproporcionadas en los peores. Por razones obvias esta vez sus emociones están amplificadas y brotan con mucho más descontrol que lo habitual. Y entonces sus carcajadas interrumpen el sueño apacible de los demás durmientes que despiertan para verlo reír junto a los dos cadáveres. Difícil regresar de una situación como esa.-
2
BENITO ROMERO, UNA OPERACIÓN
CLANDESTINA DEL PROPIO INTELECTO 
A la luz de los acontecimientos lo primero que podemos decir de Benito Romero brilla por su evidencia: él lee la noticia trágica que su amigo Gauman protagoniza y su corazón se desgarra sin síntomas, sin aviso, sin significado, que es la peor fisura que un cuerpo puede atravesar. La peligrosidad reside precisamente en ese carácter silencioso. Cuando una persona ignora algo que le está sucediendo, toda acción al respecto es imposible. Una única posibilidad se abre paso en estas circunstancias: el abandono de todo esfuerzo. Benito empieza entonces a dejar de sostener la insignia que le daba identidad personal, ese orgullo que sentía por la separación objetiva de sus impulsos personales respecto del mundo exterior. El dolor, que había sido sublimado por dicha separación psicológica, como si fuera una operación clandestina del propio intelecto, fue después emblema: tengo una disociación perfecta entre el mundo y yo. Benito siempre lo había hecho desde un confuso estado de conciencia, en cambio ahora comenzaba a entender por qué se ufanaba de sentir extrañeza sobre las cosas del mundo circundante. En las próximas páginas trataremos de reconstruir ese mecanismo para explicarlo. Por ahora importa decir que se abría ante él un hito desmesurado e infinito, sin dudas el más grande de su vida. Esa barrera que existía dentro suyo como rocas amuralladas en la dureza de sus costumbres obsesivas, daba inicio a su cristalización para después romperse, que es el destino natural de todo cristal.  
Podríamos decir entonces que al leer la noticia Benito Romero aflojó completamente sus intestinos, tal vez por primera vez en su vida adulta. Es el desgarro solapado que inicia una explosión en cadena. ¿O no sentiste vos también, alguna vez, una fuerte reacción emotiva creciendo en cadena dentro tuyo, como si emergiera desde tus entrañas una bestia, y que ese crecimiento exponencial era sin embargo lento, la respuesta necesaria a algo o alguien que acababa de encender una mecha quemándose hacia la dinamita, sin que pudieras hacer demasiado para evitarlo?
Imagino que sí. Avancemos un poco más sin perdernos todavía en detalles. Justo es decir que todo lo que se inicia de este modo no está necesariamente destinado al acabose. Más bien está destinado a la transformación. Y ya tu sabes: cuando está todo mal, estar transformándote es la mejor noticia que puedes recibir. Aunque por el momento detestes el producto de esa transformación, o sea, te detestes a vos mismo.-
3
INFORICO: PERIODISMO LITERARIO 
Y NOTAS PARA UNA CRÍTICA CULTURAL 
Odio ver así a San Epitafio, le dice Luisa Leader a Sandra Finoquiaro, ese brillo en los ojos son la ventana hacia su desalmado corazón. Cualquiera que le conozca podría notarlo, ¿no es así? Luisa cruza las piernas al sentarse en el suntuoso escritorio que encabeza y continúa hablando. Él sabe, Gregorio San Epitafio lo sabe desde el instante en que conoció la noticia, que la tragedia de Cristóbal y sus "Chacareros" será una fuente inagotable de dinero para él. Y te digo más, continúa Luisa mientras levanta el dedo índice de la mano derecha que brilla en el aire con el rojo radiante de un esmalte para uñas. Es casi un hecho que todo esto será un golpe de suerte definitivo: llegaremos incluso a disputar el mercado latino de los servicios de información. Cristóbal sólo le dará entrevistas a Benito y así las visitas y las ventas se dispararán exorbitantemente y comeremos perdices por los tiempos de los tiempos, salud. Y ya que estamos, querida Sandra, ¿me servirías un Vermut por favor? Porque todavía hay más: el Multimedios podría encarnar una épica de los acontecimientos que nos permita escribir una parte dorada en la historia argentina. Escribir bien y en velocidad es el camino más corto hacia la profundidad de los sucesos traumáticos que conmocionan al gran público. Poder contarlo abre la puerta al inframundo, son pasadizos hacia los cimientos civilizatorios que determinan todo lo que existe, como si fueran el Santo Grial de una comprensión social. ¿Me explico? 
Con prisa Sandra ha terminado de preparar el aperitivo, alertada por el ímpetu que el relato de Luisa está tomando. 
Accediendo a esos inframundos, continúa Luisa, vía la traducción de lo que de allí vaya emergiendo, se puede multiplicar el conocimiento relevante sobre una época. Más que puertas abiertas hacia un fenómeno epistemológico, esto será un pasadizo directo hacia la comprensión terrenal, un atajo, una sala de operaciones en la que sólo habrá que suturar un trabajo procesado de antemano y servido ya en bandeja. Y así simplemente ingresar a los pedazos diminutos o siderales de la Gloria. Dadas estas circunstancias, Sandra, el escenario está casi concluido. Puede que estemos ante la noticia más espectacular de nuestra historia. No exagero ni un ápice. Son demasiadas variables confluyendo en tiempo y lugar, con el telón de fondo de una crisis cultural latiendo agazapada. Un sólo atenuante podría estar habiendo y es que se esté tratando de una historia demasiado cinematográfica, hasta el punto de parecerle al gran público una copia gastada de literatura industrial, un aburrido calco melodramático de telenovela latinoamericana. Pero es difícil que la gente se canse de los géneros clásicos, amén de que ni San Epitafio ni nosotros vamos a permitirlo. Ese es el punto rojo de todo esto. Cómo decirlo… Es lo de siempre pero potenciado: con qué lenguaje contar algo que ya aparece contado en la realidad. ¿Seremos como Borges, Sandra, sabiéndonos entrelazar nosotras mismas en historias que nadie las narra, la apoteosis literaria de borrar las huellas mismas del narrador? Es un poco mucho, ¿no?
Me parece que sí, contesta Sandra, siguiéndole el juego desde el minibar ubicado entre los escritorios que ellas utilizan al frente de la Redacción. 
Es que… Nuestro talento es lo único que tenemos, continúa Luisa. ¿Y sabés qué? Siento en mi cuerpo la adrenalina juvenil por última vez, y por lo tanto me desmadraré para que todo esto sea perfecto. Esa es mi contradicción, querida Sandra, ese es el foco de mi feliz angustia. Si nuestro periodismo amalgama fondo y forma, el efecto negativo de lo trillado no sucederá. Bien y mal que nos pese, haremos un trabajo magistral y será un éxito de taquilla. 
No te enojes por lo que voy a decirte, le dice Sandra, entremezclando el rol de secretaria con el de amiga. Estás sobrevolando una tierra parecida a la que detestás en Gregorio, y dejame decirte que ésa no es la mejor versión de vos. 
Puede que tengas razón, dice Luisa, lo reconozco. Como que me estoy posesionando demasiado, ¿no? Te confieso que mientras yo hablaba, al llegar al último tramo, algo de eso comenzó a sobrevolar mis pensamientos. Me es difícil ignorarme, Sandra, vos me conoces, y por lo tanto me creerás ahora si te doy la razón. No es que no me moleste que esto suceda y de hecho me cuesta aceptar que yo reproduzca las emociones huecas de San Epitafio, sus emociones-de-macho-alfa, qué horror. Son mis emociones determinando mis ideas, como cualquier hija de vecina. Ahora que comencé a envejecer te lo puedo reconocer. Pensar que me creí la historia de la intelectual que logra una emancipación total, una objetividad a la vez práctica y estética, simple y compleja. Pobre ilusa. Me creerías, Sandra, si te dijera que anoche me decía a mí misma: “Bella, pobre e ingenua jovencita fuiste, Luisa”. Pero en fin, eso nada importa ya y, volviendo al hilo de lo que te estaba diciendo, (sabés que en eso sigo siendo la misma: una persona que siempre sabe regresar al hilo troncal de su sensibilidad, así que, mi querida amiga Sandra, no te asustes de ningún extravío mental mío porque eso nunca jamás sucederá). Pues bien, dice Luisa, tenés razón: mientras descargaba mis sentimientos con todo lo que te venía diciendo, imprevistamente asaltada por la pasión que junta la seguridad ontológica con el miedo, sentía que yo misma me mordía la cola de mi propio relato. Presentí algo y hasta  llegué a pensar, en milésimas de segundos, si vos te darías cuenta. Y sí, claro que te diste cuenta, si vos me conoces mejor que mi madre, que no es mucho decir. Y a decir verdad, no sé lo que me pasa, como si estuviera menopáusica, necesito como nunca antes salirme un poco de mis casillas de muchacha bien, estar un ratito en el viento de las emociones impactando sobre mi cara, el pelo sacudiéndose en un auto convertible, un film de Hollywood, es decir un mundo sin responsabilidades. ¡Yo!, Sandra, ¿podés creerlo? Que yo esté pensando y diciendo cosas como estás, alguna vez lo imaginaste? 
¿Menopáusica dijiste, Luisa? ¡Por Dios! Vos, una refinada ensayista feminista que cualquier empresa francesa desearía para su Staff hablando así… Me estoy empezando a preocupar, Luisa. Si algo no nos falta en estas horas, es irrealidad. No me asustes. 
Bueno, bien, no dramaticemos, contesta Luisa, quien parece haberse dado cuenta del exceso cometido y, hábil como siempre, se reposiciona. No dramaticemos que para eso está la realidad. Pensemos que esta perorata mía es sólo un momento de desquite, dice, la hora cero de un día laboral. Vos sabés que después yo recupero el tiempo perdido, y que termino sumando bastante más trabajo de lo que se espera de mí. Lo que sucede, Sandra, es que este estado de confusión es fundamental para lo que vendrá en el transcurso del día. No olvides que trabajamos con nuestro cuerpo antes que con la realidad, y que las sensaciones son la materia prima de nuestro trabajo. Producimos impactos duraderos en las almas de quienes nos siguen, y ese proceso productivo no funcionará bien si, ante tremendo shock noticioso, no revolucionamos primero nuestra estructura psicológica. Es casi un método. Reconozco que es un método arriesgado, que hay puntos de “no retorno”, que hacerlo de este modo no me causa ninguna gracia y que preferiría estar en silencio respirando y escuchando música en el colchón blanco de una habitación también blanca. Es más, si me dejo llevar yo también estoy preocupada, ¿sabés? Creo que eso es lo que está gravitando en mis subsuelos, puedo intuirlo y creo que vos ya lo intuiste, aunque sea una sensación casi desconocida para mí. Puede que necesite coquetear con esa posibilidad, pienso ahora sin haberlo pensado antes. Un modo de encantarme yo misma y procesar los hechos reales para imaginar las palabras que la puedan nombrar. Te repito, es mi método, es nuestro método para hacer un periodismo que marque una diferencia. Lenguaje y mundo: para conectar ambas circunstancias necesito primero conectarme con mi propia contradicción. ¿Me explico? 
No sé Luisa, no sé. Casi no bebiste tu aperitivo. Te voy preparando otro, y eso que no soy mucho de venerar el alcohol, pero ahora parecería ser necesario o, más bien, útil. 
¿Que no sabés si me entendiste?, dice Luisa. Uau. A tono con las circunstancias: esto nunca antes nos había sucedido. Lo que sea que nos une es una zona vaga en común, un territorio en el que podemos ejercer sin culpas la osadía y también la inestabilidad. 
No sea exagerada, Luisa, dice Sandra Finoquiaro, mientras por un momento duda si comenzar a trabajar para cambiar de aire o profundizar el asunto hasta donde sea necesario. Pero después piensa que sí, que su principal trabajo es apoyar la conversación en curso. Digamos que creo captar la idea, interviene entonces Sandra, puedo imaginármela. Sólo que me perdí un poco en el último tramo de tu relato, como si estuvieras desnudando un método en tiempo real. La segunda racionalización de un mismo relato. No es que te quiera consolar o ser chupamedias, pero tranquila, claro que algo me doy cuenta del lugar conceptual que delineas al hablar y por el cual pretendés transitar. Dejame procesarlo un poco esta noche, todo estará bien, ¿sabés? Las cosas están yendo demasiado rápido, ¿no te parece?  
Luisa Leader hace una pausa en su alocución y respira con profundidad, casi un suspiro que logra recomponer la situación. Es cierto tu señalamiento, dice al cabo mientras Sandra la escucha con perplejidad, estoy llevando el asunto a un racionalismo elevado y eso es por lo menos prematuro. No hacés sino confirmar el pasaje definitivo a mi vejez: ahora la sensatez lúcida está en vos. El discípulo que reemplaza al maestro, etcétera. Pero eso también ya está dicho, así que volvamos a San Epitafio, nuestro Jefe de No-Redacción, trataré de ser más directa en mi relato y no sufrir la vergüenza intelectual de la simpleza. 
Luisa se levanta y se aleja de su sillón de suave paño verde, un mobiliario de estilo antiguo y madera noble que rompe el paisaje general de la Redacción, como si fuera una desafinación visual. Podría decirse que, más que un sillón, es un trono. Luisa camina rodeando los escritorios vacíos de las otras periodistas con las manos entrelazadas en la parte baja de su espalda. 
¿El problema de fondo no será que todas somos un poco como él?, dice finalmente. Su voz retumba en la acústica fabril del tinglado. ¿La razón por la que todavía sigamos a su lado? ¡Qué horror! Sí, mi querida Sandra, es que tenés razón, como siempre. A veces pienso que la Jefa tendrías que ser vos. Jovencita, bonita, inteligente, bien estudiada y sin los prejuicios de una vieja como yo. 
Tenés cincuenta y dos años, Luisa, dejate de joder, mujer. La contestación de Sandra huele a fastidio repentino, y de ahora en más habla mientras acomoda carpetas con tapas de cartulina celeste. Está parada frente al escritorio contiguo al de su jefa y a todas luces ha comenzado a trabajar: su ánimo no le permite otra cosa, la escucha es un asunto muy delicado y, en la quietud del silencio, una virtud casi imposible. Tal vez vos, dice finalmente entre suspiros de bronca y admiración, “Luisa Leader”, seas la intelectual más apetecible del Sur del Mundo. 
Como si no escuchara las últimas palabras de su interlocutora y ensimismada en múltiples pensamientos, Luisa continúa hablando. Es más, dice, siguiendo tu argumento puede que a nosotras nos esté pasando algo parecido a lo que está viviendo San Epitafio. No tanto por el dinero, que en definitiva mucho no nos importa, sino por todo lo demás. 
En eso podemos coincidir, contesta Sandra, un poco aliviada, no te olvides que, en tanto que Director, Jefe o lo que sea, Gregorio San Epitafio es responsable financiera y económicamente de todo esto. Es responsable por la sostenibilidad material del presente y su reproducción en el futuro. 
Joder, mujer, contesta Luisa, estás cerca de decir que su función es la de ser nuestro padre. Mi querida Sandra, es demasiado temprano para reconocerlo. Y para ir cerrando nuestra conversación, ya que the workers are coming, te digo una última cosa: no niego la necesidad de su pragmatismo para regenerar constantemente las condiciones materiales de de nuestro oficio, especialmente los aspectos legales y los asuntos financieros, sin los cuales sería imposible un periodismo clásico en estos tiempos…    
La alocución se interrumpe con el ingreso de Gregorio San Epitafio a la Sala de Redacción del Portal InfoRico, un antiguo edificio fabril con techos altos de chapa en estructura simple de vigas y hierros, sin separaciones internas. Las únicas paredes divisorias son las que forman su oficina, ubicada al frente del gran espacio en común. Gregorio San Epitafio, el Director y principal accionista de “InfoRico SA”, avanza en zigzag entre los demás escritorios, su cuerpo escuálido de un metro noventa camina con desparpajo, moviendo de costado sus largos brazos flacos en una de cuyas manos sostiene un cigarrillo. Estrafalario en su caminar, San Epitafio es un grupo de huesos largos sigilosamente articulados en un andar con premura y como descalzado del tiempo. Una especie en extinción. Pasa frente a ellas, les dice “Chicas, prepárense, el momento ha llegado” y continúa el camino frenético hacia su oficina.
¿Qué es lo que hay llegado?, se pregunta inmediatamente Luisa en voz alta, no dijo qué es lo que ha llegado. 
Sandra, quien la mira sin dejar de clasificar papeles y de acomodarlos en carpetas, mueve la cabeza con gesto de negación y sensaciones de hartazgo. Dice: lo que acabás de decir, Luisa, todo lo que venís disertando ante este escenario vacío es lo que San Epitafio quiso significar en esa sola frase. No te hagas la desentendida. A veces le doy la razón a él, como si tuvieras un encono injustificado en su contra. Sé el cariño que le tenés y la historia que los une, pero no entiendo tus molestias, Luisa. Si no te gustaran tanto las chicas y él no fuera tan mujeriego pensaría que hay algo no saldado entre ustedes.
¿Algo sexualmente no saldado, decís? grita Luisa, sonriendo con ironía. Imposible. De todas formas me gusta que lo digas, me has sorprendido, le has puesto un poco pimienta a esta rutina pronta a dejar de ser rutina. Casi un adelanto de lo que vendrá… 
Ah, mirá vos, dice Sandra, sos sarcástica en este contexto de gravedad institucional para todas nosotras. ¡Sos igual que él! 
Luisa Leader se incorpora. Estás loca, nena, dice. No seas infantil, no hay nada más opuesto a mis gustos sexuales que San Epitafio, los cuales, aprovecho para aclararte, por si no lo sabías, no excluyen a los hombres. Es una cuestión de mentes, nena. Me extraña de vos. A propósito, mi querida, ¿desde cuándo tenemos charlas que atrasan un siglo nosotras dos? 
Desde que comenzaste a pensar como Gregorio, le contesta Sandra. Conste que es la primera vez que te escucho hablar así.  
Lo mismo digo, dice Luisa. Pero bien, está bien lo que decís, puede ser que sí… ¿Será que me hago la discreta porque sin saberlo estoy un poco nerviosa? 
No, contesta Sandra, no estás nerviosa: estás muerta de miedo y no lo querés reconocer.-
4
EL INSTITUTO PRIVADO
DE INTERVENCIONES CLÍNICAS ESPECIALES
El Dr. Lisandro Villegas Lima entra en la habitación y a Gauman, que está acostado en su cama, no le sorprende su look jovial de exitoso profesional liberal. Viste un impecable guardapolvo blanco entallado, cuyo corte de hombros y de cintura parecen el traje de gala de un director de orquesta. O de un cineasta de renombre internacional que pasea en un descapotable por las calles de Los Ángeles, piensa Gauman. Estas y otras ideas lo mantienen entretenido durante los largos minutos que le lleva al Dr. Villegas Lima saludar, inspeccionar el lugar, abrir las cortinas para que entre la luz alegre de la mañana y se filtren los primeros rayos de sol. 
De ahora en más yo seré tu médico, dice, finalmente, Villegas Lima. Al escucharlo, Gauman sonríe sin disimulo y deja pasar unos segundos antes de contestarle. ¿Eso es una bendición o una fatalidad?, dice. Preguntarle eso al médico le parece una ocurrencia grata y hasta necesaria, dado el contexto de encierro en el que se encuentra. Continúa: ¿O acaso no hay momentos y situaciones en donde el estado de ánimo tiene que ser sostenido artificialmente a fuerza de voluntad? A estas alturas de la civilización es innegable que el humor constituye una pieza decisiva del optimismo, no es así? ¿Y el optimismo no es entonces la llave mágica de toda reparación cerebral? 
El joven doctor no sólo no manifiesta un gesto amable de complicidad ante la alocución sarcástica de su paciente, sino que se pone serio y simplemente dice, mirándolo fija y descarnadamente a los ojos: que yo sea tu médico es una decisión del Comité Ejecutivo del Instituto. De todas formas eso no importa, dice, convencido de que las preguntas de Gauman no buscan respuestas y que, en todo caso, le brindan información clínica. Además y en última instancia, agrega, lo que importa es cómo usted se siente. 
Sin tutearme, piensa Gauman, en silencio, mientras piensa qué decir. Lejos de toda forma de paternalismo, dice. Está claro que usted no se parece a mi papá. Y vuelve a sonreír socarronamente, pero esta vez durante menos tiempo.  
Ambos tienen una edad similar, Gauman más cerca de los 30 años, Villegas Lima acercándose a los 40. Ya sea como consecuencia de una angustia acumulada o por lo tétrico de la escena que protagoniza, Gauman siente dentro suyo algo parecido a una carcajada atrapada entre el esófago y las cuerdas vocales, una cosquilla agazapada pronto a explotar. Sabe que si se contiene durante mucho tiempo será peor y que la incomodidad o los nervios pueden llevarlo a las risas primero y a los ataques de risa después. Un simple e infantil ataque de risa socialmente incomprensible. Y tal vez riesgoso de protagonizar ante un psiquiatra. Es cierto que, en este momento, el contexto de esa sensación es su precario estado general de salud, que sin dudas es un atenuante innegable. 
Para salir de ese mal trance, Gauman le pregunta a Lisandro Villegas Lima: ¿Qué lo trae por acá, Doctor? Con una mañana tan linda estallando en la ciudad, lo menos que yo haría en su lugar sería meterme en esta habitación a interactuar con un desequilibrado. Eso le quita la paz interior a cualquier persona de bien. 
Es mi trabajo, Molina, contesta el médico.  
La respuesta de Villegas es perfecta para simbolizar la situación: estamos ante la crudeza fría de una respuesta de rutina clínica. La tensión en el ambiente se intensifica por unos instantes y después cede a fuerza de un diálogo obligado pero ameno. Es probable que todavía Cristóbal Gauman Molina no lo sepa, pero comienza a gustarle la impronta de seriedad seca que este joven doctor impone a la relación médica. O es una careta pronta a caer, piensa, o puede que este tipo sea otra cosa. En definitiva, Gauman se da cuenta que tratar con un perfil profesional distinto a este hubiese sido un desastre. Que un psiquiatra joven tape su inseguridad con ademanes benevolentes y edulcorados con humor pedorro, no serviría. Es mejor así. Recio. Frío. Al borde del destrato.   
Le haré unas pocas preguntas de rutina, dice el Dr. Lisandro Villegas Lima. ¿Le molesta la luz? Ahora no, responde Gauman. Eso quiere decir que a veces sí le molesta, ¿entiendo bien?, repregunta el médico. Sí, dice Gauman. ¿En qué momentos? Al despertar, cuando estoy en la oscuridad, en ese momento las luces artificiales me molestan especialmente. Comprendo, dice Villegas Lima mientras anota en su libreta. ¿Tiene zumbidos? Me parece que un poco, dice Gauman, trato de no escuchar nada, pero sí, si presto atención, algo de eso hay. ¿Tiene hambre? La pregunta del médico parece levemente fuera de contexto, así como también su continuación: Entiendo que estás comiendo bien... Efectivamente, Doc, estoy comiendo bien, responde Gauman. A menos que se refiera usted a asuntos sexuales. Haré como que no escuché, dice el médico con una tonalidad que los oídos musicales de Gauman identifican con alguna de las formas de la displicencia. ¿Querés que intervenga para que recibas algún menú particular?, pregunta el Doctor. No. Okey, continúa: ¿dolores de panza, acidez estomacal? Gauman niega moviendo la cabeza. Si mal no entiendo, dice el médico, tomás los remedios sin problema, ¿es correcto? Correcto, dice Gauman. ¿Vas al baño con normalidad? Sí. Todo ok, contesta Gauman, y especifica:  La orina es amarillenta, un poco demasiado. Mejor dicho, es un amarillo tirando a anaranjado. Y ya que estamos, la defecación un poco demasiado sólida, faltando a mi costumbre. ¿Color? Marrón oscuro. Villegas Lima continúa el interrogatorio: ¿Te aburrís? No. ¿Te sentís más cerca de la tristeza o de la alegría? De ninguna de las dos, pero digamos que lejos de la tristeza, si es que tengo que responder sí o sí. ¿Tenés ganas de levantarte o preferís quedarte acostado? Ambas me vienen bien, sobre todo si las alterno. ¿Hay algo que sientas distinto? Eh… Gauman parece desconcertado por primera vez. No sé, dice, y se concentra para dar una respuesta. Esta vez parece hablar con absoluta seriedad. Que no escucho música, dice, ni pienso mucho. Estoy, nomás. Y no, la verdad es que no me aburro.
Unos pocos segundos transcurren en la mente del médico, una sutil demora en la interlocución que se trasluce en su mirada fugazmente perdida en pensamientos. El tiempo, incluso en fracciones de segundo, trasunta información confidencial.  
Esto es todo por hoy, dice Lisandro Villegas Lima, y se retira de la habitación. Queda flotando el humo invisible de la incertidumbre que Gauman tiene que aspirar. Una retirada abrupta, piensa, un poco brusca. ¿Qué hago yo ahora con todo lo que soy por dentro? 
Gauman siente en su pecho el peso sutil de un espectro grisáceo de sensaciones. Podemos testificar que la tensión en el ambiente fue efectivamente densa y que la intervención médica, si bien necesaria e incluso obligatoria, provocó esa tensión. Gauman regula sentimientos, cansado de sus pensamientos. Fumate esta, dice finalmente, hablándose a sí mismo, y sin saber del todo qué es lo que verdaderamente está fumando-.
5
SUEÑOS SIMPLES IMPOSIBLES DE RECORDAR 
Benito R  omero se despierta con dolor de pensamientos. Enrevesadas y atadas unas con otras, sus ideas secas de sentimientos giran a su alrededor como un enjambre de abejas que lo asedian sin lastimarlo. Durante largos minutos permanece en la cama tratando de hacer pie en un suelo conocido, buscando en su cabeza alguna imagen que lo tranquilice. Sobrevuela sobre su propia conciencia como si él mismo fuera un territorio desconocido no apto para el aterrizaje. Como si mi conciencia diurna me fuera ajena, piensa Benito mientras dos gotas de sudor descienden sobre la piel morena y lisa de su rostro sin gestos, y en cambio el vasto inconsciente en el que estuve toda la noche sea mi realidad más evidente. Estos pensamientos lo ayudan de a poco a poner pie en la realidad, razón por la cual profundiza ese rumbo: decir que el inconsciente nos gobierna tanto o más que la conciencia es un adagio más viejo que el tiempo, piensa, y sin embargo sigue siendo una idea iluminadora. Todos ya sabemos que esto es así, pero no terminamos de asumirlo. Terrible fascinación con los lugares comunes. Y, entonces, cuando lo volvemos a pensar vuelve a asombrarnos, porque por más común que sea su sentido aún no lo hemos hecho carne propia. Herida narcisista para la célebre, o fatídica, contradicción de la modernidad occidental. Erigirse sobre la construcción de un sujeto racional infalible, piensa Benito, y sucumbir después a las más elementales emociones infantiles: es más fácil pensar que sentir. 
Viejas ideas que se van refinando poco a poco en su vida solitaria y que lo ayudan a despertarse, quizás demasiado pronto, a fuerza de razonamientos cada vez más formales. Consciente e inconsciente, se dice a sí mismo, ¿cómo es eso de que mi vida no está gobernada por el raciocinio? Un pequeño burgués en la Viena del Siglo XIX reacciona impulsivamente. Rechaza de cuajo esa blasfemia. Es una oda a las puerquezas cavernícolas, dice el pequebú, una falta de decoro. Me pregunto con qué palabras podría haber significado ese señor vienés esa aberración moral: es seguro que con estas no. Benito juega intelectualmente consigo mismo para sentirse mejor. Adicción a los lugares comunes: ese mismo señor ahoga su pureza moral y se salva de las represiones que lo están matando frecuentando un prostíbulo de calidad media en la zona también media de la ciudad. Muchachitas y mejor si hay muchachitos, total la casa familiar es sólo un asunto de reproducción sexual. Un asunto administrativo como generar alimentos y proveer de servicios esenciales al hogar, dulce hogar. En momentos en que la civilización iba llegando al clímax intelectual de su época para después romper la frontera temporal hacia el Siglo XX con un gran orgasmo creativo de la mano de la invención del Psicoanálisis… 
Con este método Benito Romero sale a flote, una vez más, de una noche nubarrosa de sueños y pesadillas. Su fascinación por lo obvio, por lo que se ha hecho verdad revelada en la cultura occidental siempre es adictivo para él. Puedo cansarme de cualquier cosa, piensa, menos de la crítica al sentido común más recalcitrante en el que yo mismo gozo al sumergirme, una y otra vez, como modo de darle sentido a mi vida cotidiana. Como el fumador que termina de vomitar por cólicos renales y, apenas se recompone, pide que le pasen uno de sus cigarrillos. Comparación rara. En fin y en todo caso, no son cigarrillos sino una pipa. La de Sigmund Freud. Sigmund, hermosa marca comercial. Freud, potente símbolo de casi cualquier cosa anormal que se quiere parecer a la normalidad. El neurólogo austríaco hecho estigma y propagado como un elemento de mercado, su pipa que fuma pensamientos y sus frases de publicidad en carteles de neón junto a un aviso de Coca Cola, un cliché hecho humor, un signo-comodín en todas las lenguas. 
Estos pensamientos lo conducen después a otras sensaciones. Inmerso ahora en un insipiente malestar mental producto del pasaje acelerado desde el ensueño descontrolado hacia sus formas rápidas de actividad mental. Pero con la tranquilidad de haber aterrizado de este lado de la conciencia real. Recuerda entonces a su amigo Gauman, estando con él durante madrugadas enteras en la terraza chiquitita de su departamento alquilado, mirando las estrellas apagarse en medio de la luz que irradiaban sus agitados corazones. El mundo sería en el provenir algo grandioso, recuerda ahora Benito, no importaba si con éxitos o con fracasos pero dentro de una aventura tras otra en un planeta que se abriría al verlos pasar. Aquellas charlas fueron eternas, piensa Benito, y se siente un poco más aliviado al hacerlo. Una pizca de emoción siempre mejora la condición humana. Su hablar mental es su compañía, su salvación, pero es un motor sin aceite cuando escasea la emoción.  
Un rato después Benito se levanta de la cama y busca su taza de aluminio, el recipiente preferido para constituir infusiones de yerba mate. Tan harto está del mate como elemento narrativo en novelas, publicidades y películas, el Yo Argento en un Hogar también Argento, que pronunciarlo le da escalofríos, una suerte de fobia profesional. Lo único que importa es poner a calentar agua en un calentador eléctrico. El gas se ha terminado y no ha recargado la garrafa. Recién después va al baño. Atiende, apenas, sus urgencias, ni siquiera se lava los dientes. Se siente desganado, algo que no suele sucederle al despertar, como si hubiese estado batallando toda la noche. Estar cansado es algo que podría sucederle en el transcurso de la tarde, o a la noche, pero las mañanas siempre son momentos para la acción. Mientras espera que el agua se caliente, deambula por la casa. Al llegar al living ve su cuaderno abierto arriba de la mesa. Algo entonces cambia, un click neuronal apenas perceptible que sin embargo le hace recordar, sea un sueño o fuera la mismísima realidad. Para cuando comienza a leer lo que allí está recientemente escrito, el corazón le late con una creciente frecuencia. Su situación cardíaca, empujada por emociones reprimidas, se acelera bajo la sensación de una tapa oxidada que podría destaparse.
Te quiero tanto, Hijo mío, que no sé qué hacer. Es como si te perdiera al buscarte, y si no te busco tu imagen se desvanece en el día a día de mi cabeza atormentada. Tanta es la intensidad de mí búsqueda que me equivoco al hacerlo. Lo hago y erro, y si no lo hago me muero por dentro. Aunque nada sepas de mi… 
Las letras todavía calientes escritas anónimamente. La única paradoja es que están hechas a puño y letra de él.-
6
HOY NO QUIERO QUE ANOCHEZCA 
Hoy no quiero que anochezca: podría ir y anotarlo en un papel, piensa Gauman, romper toda fatiga y todo sin sentido y hacerlo, como siempre, con esa prepotencia de trabajo que dicen que me caracteriza. Interrumpir una conmoción: abandonar un instante de sentimientos intensificados (¡que por fin me sucede!) para ir a anotarlo en un papel. Registrar las palabras que le dieron soporte al sentimiento. Benito usaría la palabra “entidad”: darle entidad a la experiencia que súbitamente nos posee. Con el riesgo de cortar esa sensación y nunca más volver a sentirla. Sentir sin lenguaje, o sentir para construir un lenguaje que potencie el sentimiento en una experiencia compartida. Yendo de la sensación individual a la experiencia social: precario equilibrio que pilotea el artista. 
Gauman continúa su intenso soliloquio.
Es raro, en este cautiverio me estoy pareciendo a Benito. O a mi papá. Yo qué sé. ¡Eso mismo! Gauman se exalta subrepticiamente, y tararea las palabras en una melodía improvisada: yo qué sé / de vos / si ni siquiera sé de mí… 
Una sonrisa marca su rostro perdido en pensamientos. La creación se diluye en palabras e imágenes oníricas. Un momento después, retoma el hilo de su conciencia. 
Sí, hay algo de Benito que sobrevuela este encierro: analizarme a mí mismo como si no fuera yo. Su astucia de gato loco en los callejones esotéricos de una ciudad perdida. Nunca olvidaré cómo ese procedimiento suyo marcó su personalidad juvenil. Una especie de autoanálisis que nadie hacía, ni siquiera los adultos hacían, con excepción de los profesionales del análisis, entre los que estaba papá, obviamente. No conocía a nadie que pudiera sostener cuerdamente ese mecanismo pero Benito sí. (Nobody did it but he did). Como si fuera un Shaman. En realidad, los padres no importan ahora que hemos crecido, no importan y no deberían importar. Más bien es el tiempo reverencial de la amistad, diría Benito, y yo podría agregar que es el momento emancipatorio de la amistad. Y mi papá diría, con voz gruesa impostada: “Es la fuerza referencial de los pares lo que tracciona la sanación actual de los jóvenes, exceptuando las patologías profundas, por supuesto”. Mejor no pensar en estos asuntos técnicos dichos por otros. Más me gusta recordar a Benito en otra versión de sí… (¿Será que tengo ganas de verle?) Por ejemplo recuerdo un pasaje de una de sus crónicas, al identificar este supuesto método mío como el “modus operandi existencial haciéndose arte”. O algo así. Si no fuera un maldito escritor exitoso le diría “¡Qué yapú que sos!”. Es el arte del montaje de palabras y cosas, y él es el Elegido.  
Durante algunos segundos su mente permanece en blanco, como en cortocircuito. Después retoma el hilo mental de su conversación. El asunto es que todas estas cosas no me las había planteado nunca antes. Creo que yo vivía en otra constelación de emociones, en donde había personas mágicas que me hacían más mágico aún, mientras habitábamos un montón de espacios en donde nos tratábamos bien…
Otra constelación de emociones, repite Gauman como despertando del ensueño de conversaciones consigo mismo. Mmm, podría anotarla como frase, no? Pero algo me dice que ya no estoy con fuerzas para hacerlo, que me estoy cansando un poco. Cansando de ser yo, supongo, de actuar de mí. Antes no me cansaba, sólo era yo, nomás. Sin pensar, sin analizar. Tal vez pueda consultarle su parecer al médico sobre este particular, por así decirlo. 
Gauman sonríe ante sí mismo como si fuera su propio espectador. Sabe que algo ha cambiado pero sabe también lo más obvio: que él está internado sanitariamente y que tiene problemas con la Ley. Raro. Inverosímil. Tan extraño que suele olvidar su condición. Está acostado boca arriba en la angosta cama de hospital de su habitación del IPICE, tal vez el único mobiliario con estética “hospitalaria”. Los demás muebles y la ornamentación general del espacio parecen las de un pequeño pero respetable hotel de tres estrellas de una ciudad capital de provincia. Gauman se queda pensando en nada durante unos minutos. Los ojos grandes y fijos mirando la nada. Después mira la ventana y comprueba que las luces diurnas han disminuido su intensidad y que el crepúsculo ha comenzado.
Hoy no quiero que anochezca, dice. Y ya no hace falta anotarlo en un papel. Si también  bajaran ente mí nuevas frases, si imaginara un verso entero, si descendiera también una lírica, sería porque habría transcurrido el tiempo necesario para que hubiera anochecido. Y para entonces habría concluido el sentimiento. En cualquier caso el sentimiento terminará. Si es que lo anoto o si lo dejo suelto sonando en mi cabeza igual terminará. ¿No es esa mi verdadera cárcel? Hagas lo que hagas, mi-fren, tu sentimiento terminará. Hagas lo que hagas / mi-fren / tu sentimiento terminará. 
La cabeza de Gauman vuelve a apagarse un poco, sin dejar de tararear esas frases, como si rezara inconscientemente. Ondas eléctricas disminuidas dentro de un mantra occidental. Después retoma el pensamiento.
Y no me vengan ahora con que asumirlo es madurar. Aceptar que hagas lo que hagas el sentimiento en intensidad terminará, tiene que terminar, la tenes que terminar. Hagas lo que hagas / el sentimiento en intensidad terminará / tiene que terminar / la tenes que terminar, nene… Permitirlo es morirse un poco, secarse por dentro en una lenta disecación. No podrás vivir siempre en el sentimiento (dicen) pero entonces no puedes permitirte el sufrimiento de estar vacío. No llenarte de emociones porque después la vasija se vaciará. Supongamos que así sea. Pues entonces habrá que transitar una etapa de vaciamiento planificado, confiando que, al cabo, encontrarás algo nuevo para salir adelante. Con la satisfacción o con el regocijo de haber sentido en intensidad. 
¡Patrañas!, vocifera mentalmente, estableciendo una contraindicación con lo antes pensado. Gauman juega con el pensamiento como si fuera él mismo su propio personaje mental. 
Si esto sigue así, piensa, en este caso sí tendré que anotarlo. Y si sigue así surgirá irremediablemente una lírica. Más que escribir tendría que grabar. Y no me está permitido tener teléfono en este lugar. Así que mejor no hacer nada. La creación es una molestia. Un gran importunador de momentos lindos. Como la adicción al registro fotográfico. Se sucede un momento de infinita felicidad: sacar fotos. Algo extraordinario acontece: sacar foto. Es  matar la experiencia antes de que se desarrolle, diría mi mamá, o Benito, ¿quién sabe? ¿Importa quién lo dice? Si total lo digo yo solo y sólo para ser escuchado por mí. Nota para el Doctor: este encierro está haciendo aflorar demasiadas voces en mi cabeza y no me está gustando nada. 
Cierra los ojos con fuerza, como queriendo salir de donde está y volver a donde estaba antes. Hay algo en algunos pensamientos que aterciopelan sentimientos entrañables, aunque sean de corto alcance.
No quiero que anochezca, repite Gauman, mientras cambia de posición, sentado ahora en la cama. Un mantra que ordena lo que se empieza a desordenar. Un organizador útil en el caos del pensamiento. Hoy no quiero que anochezca: sí, es una frase potente, su música saldrá sola. Su lírica flota ya en el aire de quien la pronuncia. En el estado anímico que la frase reproduce. Las palabras que completarán esa estructura lírica intentarán sostener la misma intensidad. Serán buenos complementos, algunas frases lindas, un poco cliché como todas las frases lindas, un poco de oficio para que las subsiguientes frases que vayan siendo escritas repliquen el fraseo de la primera. Trabajo y más trabajo. Terminar exhausto, con o sin línea melódica, con el sinsabor del presente devastado anímicamente por la experiencia hecha obra pero con el alma vaciada del cuerpo. ¿Y entonces cómo seguir? Dormir: algo muy difícil. Salir a visitar a alguien: sin fuerzas para fonar, además de estar encerrado, que en este momento sería lo más difícil de franquear. ¿Tomar un trago para levantar? Sí, podría ser, pero aunque lo tuviera todo lo que sube después baja y baja bien fuerte, etcétera. Me da igual, ahora todo esto da igual, encerrado como estoy, en esta cama de hospital. Prohibido prohibir.-
7
INFORICO: ESPERANDO LA CRESTA DE LA OLA
DESDE UNA INTRÉPIDA SENSACIÓN
Después de una agotadora jornada de trabajo, Luisa Leader está sentada en su escritorio. Ya todos se han ido y la Redacción de InfoRico está vacía. Sus piernas cruzadas están apoyadas sobre una banqueta mientras se inclina levemente hacia atrás, dejándose hundir en el glamoroso respaldo blanco de su sillón de oficina. Enciende uno de sus finos y largos cigarrillos premium y se sumerge en un soliloquio típico de su personalidad.
¿Qué me está pasando con el placer?, se pregunta. Corporal, mental o material. El placer como sea que se lo conciba. Con su significación lindante con el gozo cortoplacista de su efecto anestésico (y por lo tanto un poco adictivo). O en su sentido más ancestral, de los tiempos cuando no existía como palabra en el lenguaje occidental y, en efecto, occidente aún no era occidente y las culturas eran múltiples y diversas y no obstante esta diversidad, compartían un denominador en común: el de conocer el mundo sin haber establecido aún el divorcio entre sujeto y objeto... 
Pero, ¿qué importan estos pensamientos? Luisa se incorpora levemente hacia adelante. Hay pensamientos que ya no tienen sentido, reflexiona, y que últimamente sólo me cansan y me alejan todavía más de eso que me falta. Pensamientos embusteros como espejitos de colores, distraen la atención de una carencia. Solía ser un deleite, para mí, buscar un lenguaje para después utilizarlo en las circunstancias presentes, disfrutar el modo específico como se encadenaban sus piezas, sus relaciones, el efecto total del discurso. Bueno, me parece que ya no. Not anymore, Sir. 
Luisa modifica sus gestos sin darse cuenta. De haber lindado el fastidio pasa a un rostro que se funde con el enojo. ¿A quién le importa si a mí no me importa? dice, y continúa pensando. 
No me importa si es la consecuencia de un desinterés general por lo complejo (que no es igual a complicado), o si fui yo sola la que me desencanté. Ejerzo el periodismo y eso no es poco. Vivo de eso, que es mucho, y encima llevo adelante una vida económica holgada. Soy la cabeza de una maquinaria editorial que amalgama crítica cultural con información de interés público, y que cuenta con no pocos lectores y muchos avisadores. El sueño de toda muchacha intelectual de familia bien. Y sin embargo no soy feliz. 
Su mente mira hacia sus adentros con ojos quietos y grandes. No es que me sienta mal, continúa, todavía disfruto mi trabajo, es sólo que percibo que algo no está funcionando dentro mío. Es una incipiente sensación de perturbación. Se asoma, “intrépida sensación”, y avanza empecinada para emerger por completo en el momento menos pensado. Al menos eso parece. Algo todavía minúsculo pero ya imposible de disimular. 
Pero, ¿perturbada de qué?, se sobresalta Luisa nuevamente. ¿Y por qué? 
Por lo que hay que hacer, se responde casi sin pensarlo. Su introspección ha crecido en volumen y profundidad. 
Tengo adoración por lo que hago y amo mis oficios recreativos, ¿será que es por eso que siempre quiero estar haciendo algo que me haga sentir la plenitud? Antes, en mi juventud, vaya si podía. Mis asuntos fluían por otros lugares. Desde la distancia con aquel tiempo y lugar es que puedo ahora comprenderlo. No sé si decir que por aquel entonces yo sí podía estar sin hacer algo, porque ese pensamiento ni siquiera pasaba por mi cabeza, era un significado imposible para los entretelones de mi alma que por ese entonces pisaban otras tierras simbólicas. Y aunque esto lo pienso en el presente respecto del pasado, creo que sí, que es así. ¿Cuáles asuntos? Y… por ejemplo perder mis sentidos en la nada, arrastrar a mi conciencia hasta el límite último del pensar, y simplemente dejarme ir. La cabeza, relajada de la tensión gravitacional del cuello que la sostenía, el cráneo que simplemente dejaba de pesarme, como si careciera de gravedad. Estaba y no estaba yo en ningún lugar, por decirlo de alguna manera. No sé, tendría que hacer una fuerte introspección a la luz de esto que ahora me perturba, y tratar de conocer qué hay de nuevo, viejo, como decía Bugs Bunny. Sujeto y objeto de un mismo proceso de conocimiento. Uau: todo tiene que ver con todo.
Luisa Leader sonríe levemente. El humor siempre salva. Un guiño codificado hacia uno mismo. La altura de sus reflexiones chocan de repente con las voces estrafalarias de Gregorio San Epitafio que, a lo lejos, dialoga con el sereno del viejo galpón fabril donde se refugia el edificio prometedor del Portal InfoRico. El cuidador nocturno es un señor de barba blanca y ojos chiquititos que toma mate en pava y escucha radio de onda corta durante toda la noche. 
Escucha Luisa cómo las puertas se abren y cierran estrepitosamente hasta que la tranquilidad se recupera después del último portazo con el que San Epitafio ingresa a su oficina. 
Pasa el tiempo, piensa Luisa, retomando la comodidad mental perdida y volviendo a los recovecos tranquilizadores del pensamiento, pasa la vida y sigo sin entender qué tiene este hombre para que tantas mujeres lo sigamos. No lo puedo explicar, francamente. Lástima que no está Sandra para hablarle, cómplice obligada de mis modos aterciopelados de renegar. Gregorio es tosco, es hiperquinético, es un hombre sin swing. Es una vergüenza para mi que yo no pueda desentrañar esa pregunta. ¿Por qué lo seguimos? Y más aún: ¿cómo él llegó hasta ahí, hasta esa posición? 
Lo más probable es que la razón de una respuesta sea simple y evidente. Una racionalidad que, por su simpleza y evidencia, no pudiera yo captarla. Descarto, por razones obvias, las insinuaciones hipotéticas de Sandra y su psicoanálisis berreta, su interpretación freudiana de kiosco simplificado para el consumo de las masas, repugnantes bajo todo punto de vista. ¿Que una reprimida atracción sexual nos une? Qué barbaridades que dice últimamente esta chica. Antes no era así y eso que la conozco desde chica. Pensándolo bien, mejor que no esté ella acá en este momento. ¿Qué mejor que esta soledad? Quisiera sentirme mejor, sin dudas, pero justamente porque no me siento bien qué mejor que estar en una zona mínima de confort. En mi lugar colectivo pero sola, con Gregorio cerca pero lejos. La combinación perfecta. Si hubiera contraído matrimonio heterosexual ésa podría ser la manifestación más genuina de mi forma de ser una esposa. Juntos, bajo el mismo amplio techo, pero en lugares separados y con algunos espacio-tiempos en común. Y listo. Satisfacción garantizada.
Ahora Luisa vuelve a cambiar sus gesticulaciones y su hálito es más fresco, como si disimulara un contento. Una suerte de resignación envuelve sus pensamientos.
No lo sé con exactitud, pero si tuviera que arriesgar ahora mismo alguna respuesta diría que estamos con él porque es la única opción que tenemos. ¿Acaso existe alguien más con quien pudiéramos hacer lo que estamos haciendo? 
En fin, creo que debo  hablar con él. Ha sido una jornada de veinticinco horas y corresponde encontrarnos.-
8
SEGUNDA VISITA
DEL DR. LISANDRO VILLEGAS LIMA  
En honor a la verdad, le dice Cristóbal Molina a Lisandro Villegas Lima, y alejándome yo de toda escaramuza, tenés que saber que me cuesta un poco creer en tu ciencia. 
Es la segunda vez que se ven y el tono de su hablar es ahora levemente distinto. 
Me cuesta creer en esta disciplina, continúa Gauman, después de haber visto a tantos médicos psicoanalistas traslucir seriedad y estilo en los mármoles del comportamiento público, lo que se dice “tener swing”, encarnando ellos solos toda la esencia del conocimiento humano, para después verlos sucumbir en la hipocresía más vil. Porque sí,  de chico había cosas que yo ya sabía, quizás con un lenguaje más rudimentario y sin la eficacia lingüística -diría mi mamá- que adquiriría al desarrollarme como persona. Pero lo sabía y ni siquiera era por intuición que lo sabía, eran imágenes que circulaban por mi cabeza, nebulosas imágenes a las que tampoco les prestaba demasiada atención, pero que después, al entrar en la primera juventud, fueron corroboradas por la realidad.
Mientras se produce una larga pausa en el hablar, alentada por el silencio de estatua del médico, Gauman se sorprende pensando algo levemente distinto de lo que venía hablando: si verdaderamente su papá estaba en ese grupo de médicos psicoanalistas o, si más bien, podría haber pertenecido al Grupo Licenciatario, que era como les decían, peyorativamente, a los que ejercían la profesión sin ser médicos. 
La primera respuesta que Gauman encuentra es que no, que el caso de su papá, hasta donde él tiene conocimiento, es distinto. Más complejo, más atípico, tal vez más grandioso pero también más cruel. Al darse cuenta de esto Gauman siente una repentina molestia anímica en alguna parte de su pixelado cuerpo interior. Y siente que ya no quiere salir airoso de ese contexto temático mediante la estratagema de decir una broma inteligente, ejerciendo el rol de un personaje que tal vez él ya no quiera ser. Por primera vez imagina una cosa distinta al truco escurridizo del humor sarcástico, como si comenzara a reconocer que ese ímpetu jocoso que habita en él también podría pronto desaparecer. 
El Dr. Villegas Lima, que había estado leyendo adecuadamente el silencio de su paciente, decide intervenir en el momento justo. Premonitoriamente -dice- las imágenes mentales de infancia describieron tu realidad, ¿no es así? La pregunta es: ¿te molestaba la diferencia de lo que tu papá era en público y lo que era en la intimidad, o acaso te molestaba la índole misma de su profesión?
Cristóbal Molina siente entonces que algunas cosas a su alrededor se detienen, que las constelaciones de los elementos psicológicos que movilizan su vitalidad se desconectan. Impensada, imprevisible, subrepticia sensación de ofuscación para alguien como él. Como un apagón mental, siente que ya no quiere hablar más del tema. Y, lo que es peor, se da cuenta que eso que solía pasarle a los otros también puede pasarle a él. Por ahora es sólo una sensación, pero es una sensación increíble, nunca creí que estas cosas pudieran sentirse, piensa Gauman en su soliloquio interno mientras que Villegas Lima, con la astucia táctica de un gato con su presa, lo deja perderse en pensamientos. 
Finalmente, dice Gauman, sospechando que el médico algo ya sospecha: ¿es que era esto? Sus gestos aumentan en dejos incipientes de alerta. ¿El inicio sideral del tan mentado sin sentido es esto? Una puerta maldita que se abre para entrar en vaya uno a saber dónde... Una puerta al infierno que es al mismo tiempo (me la veo venir) una puerta de posibilidad, pero a un costo demasiado doloroso…
Son las dos cosas juntas y a la vez, Cristóbal, acota suavemente el médico.
Pero es muy cliché, le responde Gauman, demasiado obvio. Finalmente el joven exitoso devenido fracasado (que en este caso vendría a ser yo) cede a las fuerzas corporales y hormonales que las circunstancias exigen y se detiene frente a las puertas de la depresión.
Es que a la realidad no les gustan las complicaciones, dice el joven médico y a Gauman le llama la atención esa frase, la tensión vocal con la que la ha pronunciado. El frío de piedra de un profesional de la salud cediendo paso al calor solar de la palabra, piensa Gauman, debilitado ahora por la fuerza adrenalínica de su propia conciencia. 
Detrás de esa puerta está el infierno, dice Lisandro, eso es cierto. Y el infierno no es joda: el dolor puede matar. Pero sí, aunque te parezca un cliché, no tengas nunca ninguna duda, Cristóbal: para vos esa puerta también es una posibilidad. 
¡Lo sabía!, grita Gauman, como despertándose del letargo y haciendo esfuerzos para volver a la realidad anterior. Su grito queda flotando en la habitación como una nota desafinada al interior de un discurso musical. Después continúa: es el optimismo que coopta todo conocimiento sobre el ser humano… Gauman amaga hacer una pausa para tomar fuerzas y retomar el fervor de la palabra, pero es lo último que dice. Al contrario de lo que parece ser el estado de su espíritu desesperado por acelerar su necesidad verborrágica, Gauman respira y se silencia. 
Qué te pasa, pregunta el médico, tuteándolo por primera vez. 
Largos segundos transcurren en la habitación, los segundos se hacen minutos, perdido Gauman en mundos mentales.
Decime, Cristóbal, decime lo que sea. Me interesa saber qué estás pensando. 
Está claro que haber comenzado a tutear a su paciente va de la mano del ejercicio personal de la preocupación. Gauman lo mira, continúa pensando un poco más. Insinúa una disquisición mental en sus adentros y finalmente prima el silencio, nomás.-
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DIARIO DE LOS DÍAS SIN SENTIDO
Tú que lo sabes todo, querido Diario, que todo lo escuchas: ¿puedes responderme esto? Te escribo desde chiquito y nunca antes necesité tanto una respuesta. Dime, ¿debo sentirme orgulloso de lo que he hecho en esta vida?
El Otro no existe, es cierto, pero existe en mi cabeza otra voz además de la principal. No me interesa saber si opera en mí un desdoblamiento, porque en todo caso no sabría cuál se desdoblaría de cuál. Cuál es la voz número 1, cuál la número 2, cuál la principal y cuál la subalterna. No me importa eso porque el lenguaje siempre es una “voz” y es gracias a ellas que yo puedo conocer el mundo y mis circunstancias. Y en el interjuego de esos lenguajes conozco los espacios, los sujetos y los significados. Sin perjuicio de que la operación de conocimiento más delicada sea conocerse a uno mismo. Detectar el mecanismo en el que se es parte del engranaje. Ser sujeto y objeto de conocimiento. Poder objetivarse, ser implacable con el objeto analizado aunque sea uno mismo.   
Pues bien, querido Diario, sucede que me impacta, hasta cierto punto, la índole de lo descubierto en estos días, y que esta noche adquiere su forma total. Vuelvo a escribirte después de mucho tiempo (¿cuánto? quién sabe…) para compartirte estos conocimientos de reciente producción. He detectado en mí el siguiente patrón de comportamiento: cuando empiezo a perderme mentalmente y dejar de sentir el piso en mis pies, sentirme orgulloso de mí mismo se convierte en un antídoto. Importante es describir que se trata de una acción deliberada: necesito sentirme mejor y recién después recurro a la idea del auto-orgullo y no al revés. Lo que quiere decir que aquello no sucede naturalmente. 
Nunca antes había necesitado yo de semejante procedimiento. La pregunta sería entonces: ¿antídoto contra qué? Pues, no lo sé a ciencia cierta. Razón por la cual te escribo, Querido Diario, energizado por una creciente preocupación al respecto, una “pre-ocupación” tal vez desconocida. Por-eso-te-escribo, querido diario. Preocupa que el mecanismo descrito se vaya acelerando y que cada vez necesite del antídoto con mayor frecuencia. Parece poco esto que he logrado comunicarte, pero no lo es: detecté el mecanismo y sopesé el aceleramiento de su frecuencia. ¿O eso te parece poco? No sea cosa que te empieces a parecer a las voces, separadas o mezcladas, y la idea que tengo de vos (en esta interacción) se parezca demasiado a la que ya tenía conmigo mismo a través del interjuego de esas voces. Y que escribirte sea apenas un cambio de soporte: de la oralidad mental a la escrituralidad recreativa del diario íntimo. Desilusión total.   
En fin, continúo, sin saber mucho qué otra cosa podría hacer además de escribir. Lo mejor que puedes hacer es no abandonar, podría estar diciéndome una voz, sea propia o ajena, la diferencia cada vez interesa menos. No dejar de escribir, de expresar, de buscar y encontrar la articulación entre palabra y experiencia. ¿Sabés lo que creo? Que más allá de su teleología, lo hago porque tengo ganas, nomás. Parece poco, escribirle a uno mismo en la más completa soledad. Pero peor sería hacerlo en una mera instancia mental, sentado en un sillón, cigarro en una mano y un gran vaso de vidrio grueso con whisky en la otra, y que al coronar el soliloquio no quede nada de la gris materia del pensamiento, sólo la agria procesión de una resaca marca cañón. 
Es curioso, me he puesto un poco chabacano en el decir y no es otra cosa que un suspiro del pasado, supongo, palabras de un tiempo anterior, como resabios de otras vidas. ¿O acaso fui yo el que hizo del ecosistema callejero un espacio de instrucción en la primera infancia? Eso que ya casi olvidé, ¿era yo deambulando entre sujetos institucionales perdidos y personas individuales encontradas en el recoveco más hermoso de un noble corazón? La realidad vivida se mezcla siempre en recuerdos sospechosos, como si fueran sueños. Experiencias que sucedieron indudablemente pero que sólo podemos acceder desde la interpretación que percuta la memoria. La acción de recordar activa la interpretación y, de ahí en más, vaya uno a saber qué fue y qué no fue realidad. 
Sigo escribiendo sin borrar y sin pensar si mi literatura epistolar empeora o mejora con el transcurso de los párrafos. Abrirme hacia formas menos formalizadas (si se me permite la aliteración conceptual) es lo que se supone que diferencia a este escribir de mis otros modos de escribir. Pero volvamos. Y pasemos en limpio toda aquella vaina melodramática que he necesitado decir. Dicho en una sola oración: tener que pensar y poder convencerme que estoy orgulloso de lo que he hecho para que ese pensamiento opere como un antídoto para mi ánimo en franco retroceso. 
Ahora sólo necesito pensar que ese mecanismo aminorará sus apariciones y que, más bien, sucederá con raras excepciones hasta desaparecer. Y volver a la normalidad. Cierto es que, a juzgar por lo sucedido en los últimos tiempos, se ha acelerado la frecuencia con que estos fenómenos psicológicos se manifiestan. Estoy dispuesto a aceptarlo después de haberme dado cuenta de que, a ese respecto, me estaba haciendo el distraído. Pensaba que mi fortaleza era la de poder ser independiente en mi relación con la realidad, pero ese pensamiento está deseando sucumbir. Y eso es una curiosidad no menor en mí. Al menos eso creo o me gustaría estar creyendo. Sí: me temo que es eso. Y si es un deseo, y si la experiencia en cuestión es deseo, las cartas están tiradas… Trataré de explicar un poco mejor este subproducto de mis formas recientes de conocer.  
Recuerdo que, alguna vez, una muchacha me dijo: ¿cómo hiciste para llegar hasta donde llegaste, un chico del interior como vos? Me quedé pasmado ante la pregunta. Nunca me lo había planteado de esa manera. Más bien estaba yo absorto en aumentar exponencialmente lo que ya estaba haciendo, lo cual, por supuesto, me parecía poco. Trabajaba y estudiaba un par de horas y después me enredaba, preso del cansancio y de la imposibilidad de descansar. Sabe Dios (y lo dice un ateo) que el dormir es una condición que me ha sido dada en parcelas interrumpidas de tiempo. Es por eso que, desde chico, mi experiencia común fue la escasez. Pero no tanto la escasez material propia de la situación humilde de la que yo provenía, sino de aquella que surge en el crecimiento: ¿por qué no crezco más de lo que ya estoy creciendo? Una falta constante, una inexistencia de la saciedad. Como si estuviera corriendo para alejarme de un lugar (el abandono?, la pobreza?, la indiferencia? Sí, fue eso: el espasmo atónito y silencioso al comprobar que uno es un ser, una persona humana, que es receptor de la más absoluta indiferencia). Yo no era consciente del todo, o no me importaba, que a mis 15 años estuviera yendo a la escuela secundaria por la mañana, trabajando de ayudante de mecánico por las tardes, y escribiendo por las noches. La anormalidad que vivía para mi era normal. Por más estúpido que suene. Lo digo ahora que se entreabre una puerta de compresión distinta de todo eso. Una reinterpretación de lo mismo. Aunque no tenga ganas de hacerlo. Aunque no sea consecuencia de mi voluntad sino más bien de una fatalidad: la de no saber qué otra cosa puedo hacer para salir adelante.
Lo que sucede es que la realidad, para mí, siempre fue una escena en segundo plano. Sabía que era verdadera, real, pero de alguna manera era una situación secundaria, nebulosa, que permanecía en un desnivel de importancia. Que me acompañaba con toda la normalidad del mundo y que así debía ser: que la realidad te acompañe, pero en un segundo plano. 
A esta altura debo suponer que no es comprensible esto que digo. El radar que detecta lo inentendible de mí ya no falla, seguro de tantos años construyéndolo. Querido Diario: como el perro que no tengo quiero creer que vos sí me entendés, que comprendés todo lo que los demás no logran. Nunca me sentí solo ni creo sentirme así ahora, a menos que la soledad mortífera sea la necesidad no saciada de ser comprendido por alguien. Mi lucidez estructural, que todavía está intacta y que por lo tanto puede desdoblar los sentimientos de los pensamientos, me dice que entonces pueden estar sucediendo en mí dos procesos bien simples y humanos. Primero, contradicción mediante que yo te escriba para, al menos, no sentirme tan solo. Señal de que, segundo, quizás quiero salir de todo esto alguna vez. 
Demasiado cliché para ser verdad. Supongo que a todas las personas les pasa igual alguna vez, sobre la base de que no somos todos iguales. Lo que yo no sabía, mi querido Diario, es que era cierto que ese orden se podría alguna vez cortar. Resquebrajarse de a poco y tal vez explotar. Y que temo sea lo que ahora me está pasando. La tenebrosa espera de quien espera (sí: espera) acurrucado en un rincón a ser asesinado. Segundos que pueden ser horas y años (sí, vos lo sabés bien: el tiempo es un asunto relativo), desear con todo el corazón que la hoja plateada del cuchillo que va a asesinarnos no entre en nuestros pulmones y nos vacíe de aire secándonos la vida. Creo que tengo miedo de que esa espera continúe, se afiance, persevere y que por lo tanto yo ya no sea el mismo nunca más. Tengo miedo de comenzar a sentir miedo. Si he de serme sincero, nunca tuve miedo, el efecto natural de lo antes descripto: la realidad me pasaba por el costado, mi realidad era una realidad de segundo plano. Si el peligro acechaba, pongamos por caso una serpiente (como me sucedió de chico, mientras dormía), ese hecho no me interesaba mayormente. Quitaba el asunto, lo corría de plano, lo cambiaba de lugar, o me movía yo hasta otro lugar y seguía en mi realidad, en mis pensamientos. No sé si yo sabía qué eran los sentimientos como ahora intuyo que éstos pueden llegar a ser. No lo quiero tampoco saber. Quiero seguir como estaba antes. Y no me importa lo que sea que signifiquen estas ganas de que todo siga como antes. No me interesan las formas existenciales de la contradicción. No me interesa atravesar el umbral de la liberación psicológica para dejar atrás mierdas traumáticas o lo que sea. Quiero seguir como hasta ahora, trabajando, escribiendo, imaginando. Solo y en paz.
Cierto es que si lo estoy escribiendo es porque estoy jodido. Nunca antes lo habría dicho así. Yo no quiero escucharme hablar de estas cosas, ¿entendiste? (Ya no me creo que te hablo a vos, Diario, la magia terminó: me estoy hablando a mi mismo, nomás.). No sé, mi maldita intuición parece ser superior pero parece también ser implacablemente imparcial: actúa conmigo con autonomía, con la misma severa objetividad que podría ejercer en otros. La intuición funciona sin lenguaje pero en algún momento del proceso se hace lenguaje. Y ahí radica mi preocupación: esa voz quiere comenzar a hablar y temo que después no quiera callarse. No sé qué hacer. De no haber cambios, está claro que el antídoto dejará de hacer efecto. Producir la idea del orgullo por lo que he hecho. Las fantasías acechan. A veces salvan, otras veces sirven para tirar un rato más hacia adelante, luego se gastan y desaparecen. ¿Ves? De eso hay que escribir: de la epidemia de fantasías que aqueja a nuestra gente con una constante: la ilusión del consuelo inmediato, el fin automático del dolor, y después gastarse en la nada. Es el destino cruel de toda fantasía. Gastarse, como se gastan los corazones que aman unidireccionalmente.-
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PERO ES DE NOCHE: Prohibido Prohibir
Acostado, aún, en su cama, Gauman emerge del ensueño cuando las luces diurnas que minutos antes se filtraban por la ventana han desaparecido. Comprende que ha empezado a oscurecer. Pero es de noche, dice, como si no hubiera habido interrupción en esa línea sonora de pensamiento, la evidente continuidad cerebral en una zona activa del cerebro. Viniendo por un lado o por el otro, piensa, la cuestión es que has llegado igual a la densidad oscura del anochecer. Hubieses hecho lo que sea que finalmente quisiste hacer, el tema es que de igual manera sucedió. 
Pero es de noche, repite. Las palabras merodean por su cabeza como un mantra. Van y vienen construyendo lentamente su musicalidad. Como las hormigas, piensa sin abandonar el murmullo mental, o como las abejas. Un trabajo desapercibido y constante.
Me da igual, ahora todo esto da igual, encerrado como estoy, en esta cama de hospital. Prohibido prohibir.
Lo dice mentalmente una vez más: Prohibido prohibir, y entonces su entendimiento se ilumina: Gauman recuerda el origen de la frase que viene resonando obstinadamente en su cabeza. Lo que estas palabras representan en lo profundo de este espacio y de este tiempo. Haber sido tapa de revista alguna vez. “Prohibido prohibir. Esoterismo musical para almas desganadas. Una conversación con Gauman Molina. Por Benito Romero”. O algo así.
Un trabajo magistral de Benito que ahora no sabe con exactitud cuándo ocurrió, podrían haber pasado años o meses de esa publicación. El tiempo está tan condensado, piensa, que me pierdo un poco en la temporalidad. 
Me pierdo un poco en tu temporalidad, entre piernas y túneles, héroes y tumbas. Tu boca también es un túnel, conecta y vincula, electrifica y exonera las formas oxidadas de prohibir.
Es lo último que piensa. El efecto de la medicación es infalible. Podría domar a un toro si hiciera falta. ¿Podría domar a un toro? Cristóbal Gauman Molina cae de espaldas en la cama, preso de un sueño inducido.-
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SONDEAR LA ENTEREZA ANÍMICA DE BENITO
Prohibido prohibir, me escribe Benito. Dice que la frase le pertenece a Cristóbal. Que cree que ahí podría residir gran parte del asunto. No sé qué entidad darle a su respuesta. Porque es justamente eso: una respuesta. Mientras esperamos que mande su trabajo (que ojalá sea lo más pronto posible) le he preguntado su opinión acerca de los acontecimientos recientes. A las claras no me aguanté la ansiedad de saber qué sentido le está dando a todo esto. Cómo estás percibiendo la situación, le dije, si ya intuía por dónde entrarle al asunto. Yo quería sondearle, ver qué cosas pasa por su cabeza atormentada. Una pregunta prematura, por cierto. Lo que sucede, Sandra, es que mi interés no era tanto el conocer asuntos del trabajo periodístico cuanto que tener información sobre la entereza anímica de Benito. Reconozco que la respuesta me dejó pasmada. No sé si refleja su lucidez como cronista excepcional (él ya está sabiendo exactamente cómo procederá), o si es un signo preocupante de su constitución psicológica que, encima, podría empeorar.  
Sandra Finocchiaro escucha las disquisiciones semi privadas de su jefa, sabiendo que Luisa Leader no necesita más ayuda que la escucha en silencio.
Qué cosa con estos muchachitos, continúa Luisa, cambiando el tono de habla para sacudirse la modorra de algunas emociones ácidas, como si fueran las preocupaciones de una mamá. Me los comería amorosamente a los dos. Vivos, para sentir el latido único de sus corazones. La gente no lo percibe del todo, pero estos dos son seres extraordinarios. Ojalá no me equivoque. Y si me equivoco, mejor para ellos, en realidad: serán más felices. En muchos casos es mejor ser personas ordinarias y tener vidas ordinarias. 
Sandra la escucha con la satisfacción de no haberse equivocado. Su jefa la necesita como escucha, la principal interpelación es escucharla. Sabiéndose escuchada, Luisa da lo mejor de sí. Aunque le cueste. Aunque el costo de lo que paga para dar lo mejor de sí sea un proceso engorroso y a veces excesivamente complejo. Tal vez innecesariamente complejo. De todas formas, Sandra la escucha con satisfacción. Está sentada en su escritorio contestando correspondencia digital. Sabe que en segundos más, Luisa continuará su “conversación” conmigo, piensa Sandra, aunque Luisa en el fondo sólo se ame a sí misma. Al pensar estas ideas, una hermosa sonrisa la embellece aún más. Es el gesto de disfrutar en silencio la corroboración de estar en lo correcto. 
A propósito de esto último, una breve apostilla antes de seguir. No lo hemos dicho aún para no confundir a nuestros lectores en el entendimiento de los hechos acá narrados, la máxima objetividad posible que buscamos en el orden relatado, que es la principal arma retórica de cualquier acceso a la realidad. Sandra Finocchiaro es una de las muchachas más bellas que alguna vez hayan nacido en estas tierras. Producción autóctona de la buena, si se nos permite el giro idiomático. For Export. No se puede explicar una cosa tan linda, ni siquiera con frases populares. En fin, ahondar en estos detalles será tarea futura, y hacerlo en este momento sobrecargaría narrativamente el presente informe. Lo que decimos es simplemente un adelanto. Una información que más adelante puede ser decisiva, tal vez una clave central. No sólo porque Sandra posee una belleza corporal difícil de describir, no sólo porque es bonita en cada uno de sus gestos o porque su pensamiento eleva aún más su sensualidad, sino también porque los entretelones de su alma muestran niveles muy altos de la condición humana. Circula por la Redacción como si fuera un hada. Ahí radica el punto de envergadura casi antropológica que interesará a los hechos acá narrados. Por ahora volvamos a la historia. 
Imprevistamente, Sandra sacude el estado de conciencia de Luisa (quien hace una nueva aseveración) con una simple repregunta.
No sé si estás de acuerdo conmigo, agrega Luisa a lo antes dicho: Gauman y Benito son un dúo dinámico extraordinario. 
¿Son o eran? 
La pregunta la desconcierta un poco y sus gestos lo evidencian: Luisa separa las manos y las mantiene en alto unos instantes, quedándose sin palabras. 
Cómo estás con el sarcasmo, dice finalmente, largando un suspiro de alivio al poder decir algo.  
No es sarcasmo, dice Sandra, es la realidad y hay que asumirla. Que sea trágica, dramática o que nos duela, no le quita lo real.  
Bueno, sí, eso es así, o sea…
Hay que asumirlo, Luisa: algo ha explotado y varias cosas ya no existirán.
Silencio obligado. Luisa piensa un rato, cabizbaja, y después dice: 
Sí, es cierto. Pero podemos acompañar la onda expansiva de esa explosión. Poder movernos en el groove de las ondas físicas y espirituales que vivifican a nuestro pueblo. Y eso es comprender, querida Sandra. El arte de la comprensión colectiva de los sucesos traumáticos hace parte del proceso de transformar la realidad. Ya vas a ver.
Luisa ya no es sólo la intelectual más sensual del mundo latino. Ahora es también la editora más descarnadamente eficiente que pueda imaginarse. Es casi lo que siempre quiso ser sin saberlo: una muchacha punk administrando la comunicación de las masas en un país a la deriva.-
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LIBERTINAJE FURIOSO EN PUERTO RICO. Códigos éticos en pugna en la selva de cemento. Justicia por mano propia y sálvese quien pueda. El fracaso de la política y el tiempo magistral de la Justicia Federal.// Por Benito Romero, Especiales de Domingo para el Portal InfoRico, Periodismo literario para contar la realidad.
-¿Cómo se enseñan los buenos modales?- le pregunto a la Fuente, un empresario millonario que vive como clase trabajadora.
-A las patadas- responde.
-¿Y cómo se enseña entonces a respetar la Ley?
-Del mismo modo. A las patadas- repite.
-¿Lastimar a alguien no viola la ley?  
-No-, dice.
-¿Por qué?
-Porque las patadas las doy yo. Yo solito. ¿Me entiende usted?
Me sonrío: es la sonrisa que enmascara el asombro. En el fondo, es un niño caprichoso el que habla. Nos separa un inmenso escritorio de roble, que es su trinchera, respaldado por una pared majestuosa con pinturas de mal gusto y fotos viejas de él y sus máquinas expuestas en secuencia cronológica, yendo de lo rudimentario a la tecnificación sin límites,  la típica representación del progreso personal. Sus respuestas cortas me obligan a acentuar el rol de periodista y, ya tu sabes: todo periodista es un juez penitente de algún tipo de moral. Continúo el cuestionario de rutina:
-¿Podemos decir por lo tanto que la ilegalidad se soluciona con más ilegalidad?
-¿Pero qué está usted diciendo?-. El Empresario Millonario se sobresalta. Parecería que hablamos dos idiomas distintos. Lo irrita todo lo que no se ajuste al sentido común de su ética. Que son los códigos de la selva de cemento. Tiene ahora el rostro más rosado, una tez blanquecina que empieza a ponerse roja en los cachetes gordinflones de la cara. -¿Me está tomando por estúpido? -agrega-. El que corta calles recibe lazo. Látigo, cinto o palo. No hay nada más simple. ¿Entiende usted? 
-¿Y qué pasa si el bando ajusticiado refuerza sus filas y consigue mejorar su armamento?- pregunto.
-Pues les mando un ejército entero si a estas lacras se les da por hacerse los mártires.
-¿Así de fácil?
-Por supuesto. ¿Quién se piensa que soy?
-No sé. ¿Quién es?
-¿Me está tomando el pelo, usted?
-Elogio del paramilitarismo, ¿es eso lo que quiere decir?
La velocidad creciente del diálogo se detiene. Se sucede un silencio denso. De reojo miro las pantallas que inundan su oficina reproduciendo en tiempo real infinitas imágenes captadas desde el exterior. Cámaras que filman múltiples personas trabajando en yuxtapuestos espacios edilicios que retransmiten en vivo y en directo. Más que una oficina de trabajo parece un búnker, pienso, casi una oficina gubernamental de control urbano. Control y disciplinamiento social. Una secretaría privada de Premios y Castigos. Los antiguos laboratorios de experimentación social aplicados a la rentabilidad. Fascinado por lo que veo, embelesado por mis interpretaciones, absorto en ideas que de repente se ven sacudidas por una terrible cachetada. El golpe estalla en mi oreja izquierda. Veo luces, o el espectro de reojo de un estallido lumínico, y siento un dolor sordo. Un estruendo seco e imprevisto que taladra mis cojones más profundos, creo que siento como si me han sacudido el mismísimo alma. Dentro mío se agitan fantasmas cuya existencia desconocía hasta este momento, siento sensaciones nuevas y siento también sensaciones de infancia (eso lo sabré después, claro está, cuando logre verbalizarlo buscando explicar lo que ahora me está pasando). Después de un breve lapso de desconexión, recupero la conciencia y escucho que el Gordo Millonario me grita. Está sacado: fuera de sí: 
-¡La puta madre que te parió, pelotudo de mierda! ¡Larva inmunda! ¡De qué cloaca salió usted! ¡Retírese ya mismo! 
En su lenguaje gutural el tuteo se empieza a mezclar con el no-tuteo, su habla entera está al borde del colapso. Me asombro de mí mismo al escucharme respondiendo inmediata y parsimoniosamente a sus preguntas que no son preguntas sino órdenes cubiertas por interrogaciones. Hablo como si no fuera yo el que habla. 
-Pero si recién comenzamos, Míster. 
Una extraña lucidez habla por mí, como si estuviera empezando a ser poseído por un espíritu. Nunca, en toda mi carrera, he abandonado un trabajo periodístico y tal vez esa costumbre o esa inercia mental o lo que fuera, me hacen pensar en ninguna posibilidad que no sea la de continuar esta tarea. Una tarea que consiste en no interrumpir el diálogo, el arte de hacer que una conversación no finalice, como el boxeador que invita a su oponente a ser golpeado para después cubrirse con experticia y hacerlo cansar durante la mayor cantidad posible de rounds. Hacer caer la guardia: ese es el secreto de todo ardid. 
Mientras me acaricio el costado golpeado de la cara, agrego: 
-Lo estuve esperando tres horas ahí afuera, Míster, ¿lo recuerda Usted? ¿Recuerda que me prometió su testimonio?  
Y entonces la situación no sólo no se recompone sino que se profundiza. El Gordo se acerca y se para frente a mí, cara a cara, exigiendo que me pare recto como un soldado. “¡Es una orden!”, grita como un loco. Levanto mi cabeza con dificultad, con una lentitud de cámara lenta. Me doy cuenta que, a diferencia de mi habla que no está afectada por las circunstancias, mis movimientos corporales sí lo están. Lograr erguirme me cuesta un tiempo inmedible y eso me permite recordar lo que ya había olvidado: una bofetada más potente que todas las bofetadas juntas recibidas antes por mi padrino. Darme cuenta de eso funciona como una chispa neuronal dentro del daño cerebral acontecido. Es el inicio inevitable de una corta cuenta regresiva, una maldita mecha de dinamita que acaba de ser encendida. 
Mi cuerpo crecientemente energizado y rectamente erguido se sostiene con mayor firmeza con la mano izquierda apoyada en el frío roble del escritorio. El Gordo sigue pegado a mí, arrimando su ancha nariz de boxeador contra la mía y gritando como pocas veces me gritaron. Él suelta un peligroso grito de guerra y yo paladeo un secreto y desconocido amor a la muerte.
-¡Andate ya rata inmunda! -grita.
-No, Míster -le respondo con una tranquilidad lejana e impropia-. Esperé tres horas y Usted prometió que respondería mis preguntas.
Hablo como si yo fuera otro, como si la gravedad traumática de toda mi vida se condensara en este espacio y en este momento y su represión latiera agazapada. Pienso, o boceto un pensamiento que tiempo después desarrollaré, y es que debo estar en un estado de shock, porque me siento ajeno a lo que está pasando, no tengo miedo y quiero más. (“Quiero más”, comienzo a escuchar en el silencio espantoso de mi mente, como un eco increscendo, “quiero más”.). Si hay represión es porque soy yo, pienso, casi un poema. Hay algo vertiginoso en todo esto: un sentido general de lejanía de lo que me está pasando, a la vez que me siento más yo, por así decir. Una paradoja imposible de explicar con palabras. 
-Váyase- insiste el Viejo Gordo, esta vez con un tono un poco menos violento. Le tiembla el labio superior de su cara gordinflona. Huelo la adrenalina indiscutible del miedo, mi estado de delicada conciencia me permite percibirlo, como si yo fuera un venerable brujo. Unas palabras aparecen en mi cabeza: El miedo es la antesala de algo olvidable. Aunque ya no es el lenguaje el que gobierna mis posiciones. Más bien me gobierna alguna vieja forma de esoterismo. El tiempo está ahora más lento para mí mientras soy mucho más rápido que él. Una combinación perfecta para todo enfrentamiento a muerte. Continúo el diálogo aunque, claro está, no es un diálogo de ningún tipo lo que nos vincula, sino una obstinada pasión por la sangre.
-Y le digo algo más, Míster. No sé a qué se refiere con “lacra”. Pero le cuento. ¿sabe usted que antes de venir yo estaba trabajando y que interrumpí mi tarea por la gravedad de los acontecimientos de público conocimiento? ¿Sabe Usted que trabajo dieciséis horas diarias desde que soy niño, sábados y domingos incluidos? Le puedo asegurar que Usted no es el único que trabaja en Argentina. ¿Y sabe qué, Míster? Usted tiene la mala leche de un macho blanco malcogido que nada sabe hacer más que oprimir a alguien, a su propia mujer o a un subordinado. En todo caso, ¿quiere jugar a quién trabaja más, Míster? ¿El juego adulto de quién la tiene laboralmente más larga?
Ahora noto que estoy recuperando el aliento (cambio corporal) y fortaleciendo mi posición subalterna (trastocamiento de las relaciones de poder). Y es justo al momento de notar esos cambios que, con una brutal fuerza diabólica, el Gordo me empuja y siento que vuelo hacia otra dimensión. Mi cuerpo pasa por arriba de la silla en la que antes estuve sentado y caigo sobre el armario de metal que está a la izquierda de la puerta de entrada, en la pared opuesta al ancho escritorio de roble. Me cubro la cara con el antebrazo derecho, en un reflejo instintivo de defensa. Como si un adulto me estuviera por volver a cagar a cintarazos siendo yo un niño. Desprotección tan abismal que sólo queda cubrirse. Hacer algo distinto es en absoluto impensado: los golpes se podrían triplicar en intensidad si lo hago y el dolor sería entonces inaguantable. La idea de que el agresor pueda tirárseme encima está presente mientras me toco un párpado que erupciona sangre. Supongo que es sangre porque es un líquido espeso y caliente que me nubla la visión. Hay silencio en la habitación, el silencio que continúa al rayo en la antesala de una tormenta. Creo que al caer me he golpeado la cara contra el picaporte de bronce del armario. Demoro algunos segundos en recobrar la conciencia de la situación. Mientras escucho su respiración agitada de furioso animal asustado, creo entender lo que durante años no podía entender. Miro al Gordo asqueroso que retrocede de espaldas hacia la pared, inmóvil, los grandes ojos fijos y exaltados perdidos en el elixir de una ira pasajera, pronta a ceder paso al inexorable terror. Ese miedo que va creciendo en sus ojos es una caricia poderosa para el centro de mi alma. Dentro mío se despierta una sensación milagrosa que ilumina cada rincón de mi cuerpo y estimula hasta la última oscuridad acumulada. Eso, o lo que sea que me está pasando, hace que me sienta flotar, como si despegara lentamente del piso. El tiempo se desdobla, es eterno y estoy más vivo que nunca. El tiempo también es quietud y es posible manipularlo fácilmente, como si fuera mi servidumbre. Comprendo entonces que, en última instancia, la situación, ahora, es mía. Yo gobierno sin ninguna molestia el mundo que reina en esta habitación.  
Como si fuera un virus contagioso, la Bestia (o como sea que se llame) desciende y se apodera de mí. En un solo movimiento me levanto y le salto encima. Atravieso la habitación en el aire y sin tocar el suelo caigo sobre él, toda la velocidad de mi peso cae sobre el pobre viejo que cae de espaldas y sus huesos crujen como ramas secas. Ahora sólo es un gordo asustado que cambió su mirada lujuriosa por una simple y llana conmiseración. Pero ya es tarde, pienso o se lo digo (no me importa esa diferencia), ahora es muy tarde, mi amor... Acelero el tiempo y comprendo que es mi turno, que me toca a mí, el famoso y frío frenesí de la venganza. Estoy sentado sobre su barriga y lo miro. Él me esquiva la mirada y entrecierra los ojos, ateniendo apenas a levantar débilmente los brazos y girar su cara un tres cuarto perfil. Linda foto, digo. Esta vez no dudo si sólo lo pienso sino que lo digo bien clarito: Linda foto, ¿no? Mientras levanto mi puño izquierdo y respiro suave, profunda, parsimoniosamente. Linda foto baby, insisto, porque decirlo me llena de placer. ¿Acaso no es bueno registrar los momentos importantes para no olvidarlos nunca más? ¿No le parece a usted lo mismo, Mister? Del bolsillo izquierdo de mi bermuda de jean saco un pequeño teléfono y lo fotografío. El Gordo está menos gordo ahora, como si ya se hubiera desinflado un poco al exhalar por demás el aire tóxico que respira. Cierra los ojos y me dice algo impensado.
-No: por favor no.
Como si el Viejo Pordiosero supiera lo que está a punto de pasar. Tal vez no sepa con exactitud la magnanimidad de lo que pronto sucederá, pero sabe algo que ya ha sucedido y es que él ha perdido por completo el control de la situación. 
Sentado sobre su barriga con mis rodillas apoyadas en el suelo a ambos lados de su cuerpo, comienzo a pegarle en la nariz una y otra vez. Reiterada, metódicamente, con las dos manos, como si entrenara en un gimnasio de boxeo. Su cara se cae a los costados y eso dificulta poder romperle estructuralmente los huesos de la nariz. La sangre es mucha y mancha la alfombra de su oficina. Después le pego en la boca con la misma velocidad neutral y los mismos golpes repetitivos, esta vez con una sola mano. Como si no quisiera agotar mis fuerzas, la fría dosificación de mi violencia administrada. 
Don Exequiel Rojas Alcorta yace en el piso de su oficina. La sangre de la boca pasa a sus pulmones y estómago, lo que se dice tragarse su propia sangre. La nariz sigue sangrando a chorros (no sabía que una nariz podía sangrar tanto), tal vez sí he logrado romperle los huesos nasales completamente, pienso. Los dientes se le cayeron como si fueran de leche aunque está claro que eran postizos. Tiene los ojos blancos, los iris metidos hacia adentro de cada cavidad ocular. Está inconsciente o se hace el inconsciente. Le digo:
-Hay que aprender a respetar, Míster. 
Le pego un par de puñetazos más, los hematomas parecen no tener el aspecto que deberían. La Bestia que me ha tocado es hábil: detiene los golpes en el momento justo, evita el umbral que separa la vida de la muerte. El Empresario Millonario aún respira. Con dificultad pero respira. Tose un poco, sus ojos se acomodan y parece mirar la nada. Mientras le descargo en la cara todo el líquido de mi vejiga acumulado en las tres horas de espera, le digo “Somos todos iguales, papu, ¿sí?”, me doy vuelta y me voy.- 
13
LA PALABRA-MUNDO:
LA ESCRITURA COMO ACTO SANADOR
La enfermera ha sido clara con la información intempestiva enviada por el Doctor Villegas Lima. Escribir un diario. O sea, un registro diario de las cosas que pienso y siento. No más que eso, lo que sea que te salga al escribir sin pensar ni esforzarte, vos hacelo nomás, ¿entendés Cristóbal? 
¿Qué podría haberle contestado yo? Pero más vale que entiendo, ¿te pensás que soy pavo? ¡Tonta!
No, mentira, era un chiste. No sería tan descortés, ni en la acción ni en el pensamiento. Se me está haciendo un costumbre pensar que hablo como si no tuviera filtros, en absoluta conciliación con mis lados oscuros.
Pero hablando en serio, sigamos. Y comencemos a escribir. Consignas claras y simples para ciudadanos responsables. Y eficaces. Útiles. Producir y procrear. Contribuir al desarrollo general de la sociedad. Darles (darles) un futuro mejor a los hijos. No desear la mujer del prójimo. O el hombre. Lo que raye. El tema es no desear, básicamente. En fin, no cumplir la tarea: ¿para cuándo es? ¿cuándo hay que entregar? ¿ya corrigió? No sea cosa que esté mal. Etcétera. Pero sabés qué, doctorcito pedorro, yo ya tengo algo escrito desde antes de la consigna, y podría hacerlo pasar por “Diario”. Le pongo una fecha actual y listo. Cuando vos vas yo ya fui y vine diez veces, gil, soy hombre de 20 centímetros, ¿vos no? ¿Querés pelear? (Señoras y señores, tranquilos, esto último es sólo una prueba para chequear mi intimidad, ustedes saben: respeto irrestricto a la intimidad, el ser humano como objeto de estudio, no sea cosa que con la excusa de la metodología de la salud se pasan de la raya. ¿Pasan todo lo que pienso y digo o sólo informan lo que corresponde, lo que yo elegí transmitir por fuera de mi fuero íntimo. Que sería un poco más delicado. Más duro. Más triste... 
Listo. Listo de prolegómenos disuasivos con lo que es verdaderamente grave. Ahí va. 
El miedo te hace ir a lugares que de otro modo no irías. Eso pienso. Yo estuve ahí. Sí, puedo decir que estuve ahí. Aunque de modos diversos y casi sin darme cuenta por dónde andaba, sí señor, allí estuve, a través de modalidades que ahora pretendo descubrir. Mentiría si dijera que confío en la eficacia sanadora de poder decirlo. Las palabras son sanadoras (diría el santo padre terrenal, el papi) en determinadas circunstancias específicas de luz y temperatura. ¿Por qué las digo yo si no son mis palabras? Pues no sé. Respuesta de manual: para no disgustar a mi madre. O para retar al Padre, en el sentido de confrontarlo. Y no será también por temor a que no me saquen de acá nunca más si no respondo a las expectativas conductuales esperadas. Casi como incumplir la tarea encomendada. No cumplir: un temor que creí ajeno pero que esta reclusión lo redefine. Un miedo que persiste, un poco, acechando dentro mío con eterna paciencia hasta emerger de pronto en un momento cualquiera. Cumplimiento y control, los elementos que gestiona la responsabilidad que te come la cabeza y te seca el corazón.  
Y que lo hace desde las entrañas malditas del intestino delgado. O del intestino grueso. Esa zona oscura del cuerpo que condensa la podredumbre que ha generado la energía vital. El ácido que constituye la materia prima del miedo y que perfecciona su sustancia maléfica al pasar por el sistema digestivo. (Nota extramental: estas líneas podrían interesarle a Benito, me parece). Se une a los demás órganos y química general que fabrican lo más vital que tenemos gracias a desechar los más poderosos tóxicos. Nadie lo dice pero el miedo se genera en ese proceso que es material y también esotérico, es todo eso al mismo tiempo: lo que allí se produce, en el fondo, nadie lo sabe y, tal vez por eso mismo, es la producción humana que explica casi todo. Es la tercer pata de la principal antinomia que es la materia versus lo etéreo, el dinero versus el espíritu. Son opuestos en la medida que sean parte de lo mismo, las caras de una misma moneda, que cada una contenga partes de la otra. El bien y el mal, por ejemplo, la principal categoría simbólica que produce la digestión humana. Somos lo que comemos, etcétera, somos también las emociones que nos llegan o las que ya tenemos, extraetcétera.  
Pero volviendo a lo que me incumbe, que no sé bien qué es pero que hago como si lo supiera, cumplo mi palabra empeñada de realizar el ejercicio en tiempo y forma. Escribir sobre cualquier cosa, menos sobre lo sucedido en la madrugada del 24 de diciembre. No hace falta ir a la facultad de psicología para darse cuenta de que, acá, decir “No escribas sobre esto” significa “Escribí sobre esto”. No sé si caer o no en la trampa, mi impulso más habitual es el de no morder el palito y en todo caso boicotear la técnica de recolección de información. Diagnóstico eficaz para intervenciones también eficaces, ¡llame ya! 
Por otra parte, reconozco que esto no es joda y que de última el único en peligro en todo esto soy yo. Se asoma detrás de mi hombro el susurro de una voz inteligente y cálida que me dice “Ya está, Cristóbal, ya no es gracioso que te hagas el gracioso”, y lo peor de todo es que me parece que tiene razón. Él, o yo, está empezando a tener razón. Sólo les pido a ambos que no discutan mucho delante mío y se pongan de acuerdo porque si hay algo que cansa es el cansancio de la duda. (Risas.) Hablando en serio, el peor cansancio es el de la ambivalencia. Voy por acá, voy por allá. Está bien, o está mal. Asoma entonces el manual de principiante de toda psicología moderna para decirnos que lo que enferma es el problema moral y ya tu sabes, esa vaina sí que es ácida mientras parece dulce: una disquisición que no sé si enferma pero que te deja medio chiflado seguro, que es lo mismo.
Imagino que Usted, Doctor, que está ahí aunque intento pensar que no, me dirá que racionalizo mucho. A lo que yo le contestaría, “¿Pues vió? Yo pienso lo mismo. Qué se le va a hacer.” Cuando escribo me pasa eso. Quiero creer que hablo de un modo distinto, bien distinto. Más copado, más informal, más interesante. Si hablara como escribo creo que me quedaría siempre solo. Por aburrido. Más aburrido que dormitorio sin decoración. Que dicho sea a propósito, podrían poner ilustraciones más verdaderas en mi celda, no? 
La oración anterior es un buen cierre del texto, ¿no cree Doc? Aunque si cuantifico lo escrito veo que todavía falta mucho por escribir. Francamente pensé que había avanzado más. El tiempo es una cosa relativa. O el esfuerzo medido por el tiempo es una cosa bien relativa, no le parece Doc? Bah, la cuantificación de resultados es lo que mata. O lo que enferma y la evaluación de resultados es lo que termina matando. Diría mi papá, o tal vez lo diga yo malinterpretando a mi papá. ¡Ah!, esto último le interesó, ¿no? 
Dicen también que uno no recuerda los momentos traumáticos. Aunque más bien me gusta pensar algo diferente pero parecido: el recuerdo de una situación angustiante es siempre incompleto. Y más todavía: ser incompleto es su principal característica. Primero olvidamos los aspectos subjetivos más importantes de ese momento, simbolizados en los hechos objetivados, y después olvidamos que lo olvidamos. Y a partir de ahí en nuestra conciencia ya no quedan huellas de lo que nos traumatizó. Y fuiste. No hay nada por hacer allí donde no hay problemas. Supongo que alguien ya conceptualizó estas ideas, las dijo antes y mejor, ensayó una argumentación de la metaforización y lo patentó. Pero es tarde, siempre es muy tarde, mi amor… 
Pd. estas últimas palabras no son para vos, Lisandro, son para Benito. Es más, al releerlas por poco pensé que él las había escrito. Las dejo en este informe para que se las hagan llegar, del modo que sea, y para hacerle llegar al Consejo Directivo del IPICE mi intención de que él me visite. Es mi voluntad. Comuníquese, archívese, concrétese.-
14
PAPÁ NUNCA ME PREPARÓ LA COMIDA
Es medianoche y estos pensamientos recorren el alma de Benito Romero, que reposa en la oscuridad de su habitación, recostado en la cama, boca arriba. Sus ojos marrones brillan de tanta quietud. 
¿Será que mi vida siempre será así? La potencia de todas las cosas que soy, que podría haber sido y que puedo todavía ser. Junto a la vergüenza de no ser casi nada. 
Sus pensamientos se pierden en distancias siderales, como si durmiera despierto. 
La vergüenza de no ser, repite, y al repetir cae en la cuenta del exceso de dramatismo. Se desvela un poco, movilizado por la sensación de haber extremado el pensamiento. 
Pero le gusta. La frase le gusta y eso lo anima un poco, lo conecta con alguien más además de sí mismo. Es una frase bien tanguera, piensa, de las que le gustan a Gauman. El rock no sería nada sin el tango. Un titular de revista de los años noventa.
Benito se ubica luego en una posición más típica de su personalidad. Más cercana a sus costumbres. Regresan sus preocupaciones cotidianas a un primer plano de conciencia. Piensa:
El deseo de ser alguien crece a medida que mi juventud, o lo que sea que fuera, llega a su plenitud. Como un maldito condenado a prisión efectiva, a quien le llega el momento de querer sacudirse y escabullirse de la situación que lo envuelve, a pesar de que sabe que no tiene escapatoria. 
No es que él fuera masoquista al sumergirse tanto tiempo en estos pensamientos, sino que sabe que la inmersión en el dolor de sí mismo es también la fuente originaria de su producción periodística. Resquemor mental y existencial que no puede ser fingido, para que funcione tiene que ser genuino. Al menos esa es la interpretación que le ofrecemos al lector: entender a Benito Romero por fuera de las psicologías habituales. Ser exégetas de algo distinto. Con buen tino y paciencia crítica verán los resultados veraces de esta propuesta que, por ejemplo, podría explicar sus altibajos anímicos no como una cuestión clínica sino metodológica. Tanto más se sumerge en tormentos mentales propios o imaginados en otras personas, tanto más puede encarnar aquello que después narrará.  
De hecho y de repente, Benito cae en la cuenta que de las muchas opciones que disponía para su próxima crónica, hay un asunto que lo moviliza más que el resto. Una historia que no reunía hasta el momento las condiciones necesarias para que él se embarcara en ella como hecho laboral. Ahora le dan ganas de que esa sea la próxima historia. Simplemente por ganas de que así sea. Nada ni nadie objetaría su decisión, el único obstáculo es su relevancia. En todo caso su posible irrelevancia pública. Hacer algo que no cumpla las expectativas. Es decir portarse mal. O Fracasar. Como quiera llamársele. Una situación que nunca le importó porque cada una de sus publicaciones habían abierto expectativas temáticas allí donde no había ningúna expectativa. Dentro de un proceso inconsciente que se desarrollaba de forma natural, si esto es posible en el mundo social. Hasta el punto de que Benito había llegado a considerar que él era un condenado al éxito, un dato normal de su biografía, sin que eso lo excitara mayormente. La descripción objetiva de la situación existencial en las que estaba inmerso. 
Eso sí, hay cambios. Siempre hay cambios, piensa. Percibe una diferencia subjetiva imposible de negar. En estos días algo es levemente distinto. Algo que no sabe exactamente qué es pero que más o menos se podría describir como el nacimiento de una simple inseguridad dentro suyo. Como si simplemente no estuviera cien por ciento seguro por primera vez. Como si le importara la repercusión de su próximo trabajo. Mucho peor: como si no se animara. Como si tuviera miedo. ¿De qué? ¿De quién? Si no tengo a nadie, piensa Benito. A nadie. No tengo mamá, no tengo papá… 
Olvida pronto esta escalada dramática y la historia en cuestión regresa, el asunto lo visita una vez más. Niñez complicada que un entrevistado famoso se ha animado a contarle. Relación entre las biografías individuales y las grandes tramas sociológicas en cada momento histórico. Absolutamente fundamental para un cronista. Yo no soy el protagonista de la historia pero podría serlo, dice Benito mentalmente. “Siempre podemos ser los  protagonistas de cualquier narración”, escribe en su cuaderno de notas, una libreta pequeña que manotea de la mesa de luz, después de encender el velador. Parece una libreta de almacenero, con un lápiz atado al espiral de alambre que enlaza el lomo de las hojas rayadas.   
Papá nunca me preparó la comida para la escuela. Que podría ser el título. Porque la historia ocurre en una escuela. Nenes y nenas gritando y riendo y jugando y peleando. Alboroto. Maestros que intentan conducir las conductas colectivas siempre al borde del fracaso. Y la violencia, que es peor. Simbólica o física, cualquier de las dos afecta a emisores y receptores, claro está. 
A la hora de la merienda todos sacan los recipientes de sus mochilas, sus manteles, sus cucharas. Prontos a recibir la comida comunitaria. Algunos niños comienzan a reírse. Y a burlarse. Un único niño, apocado como un pollito mojado, es el destinatario de las risas y de los dedos que señalan esa anomalía que divierte, que entretiene, que descomprime. El niño ha traído una comida tradicional y dice lo que sólo un niño puede decir, perplejo e ingenuo, grado cero de maldad, a través de un hilito partido de voz infantil: “Me lo hizo mi papá”. 
Piensa Benito que esa frase, “me lo hizo”, debería estar contando otra cosa, una paliza, una cicatriz, no un acto de amor. No se explicaría, de lo contrario, por qué las risas, por qué las burlas. De lo contrario sería muy triste. Muy angustiante. ¿Y quién quiere sentirse angustiado un viernes de madrugada? ¿Yo? Si estamos viendo que la angustia está matando a un niño que no soy yo. 
Benito Romero nunca ha llorado en su vida. Al menos que él recuerde. Tampoco se había conmovido alguna vez, en el sentido habitual de esa experiencia. Cabe aclarar que casi toda su conciencia es un estado permanente de conmoción, pero en un sentido distinto al habitual. Sin emociones en el plano consciente o, mejor, sin emociones que no estuvieran siendo manipuladas. Nada a la deriva. Nada fuera de la capacidad de control. Decimos todo esto para graficar la importancia de esta situación. Que es diferente (insistimos) preso de una conmoción silenciosa que no se parece en nada a sus conmociones anteriores. Poseído, el inconsciente conectado con su consciencia, difícil de explicar con palabras, en la bisagra de un abismo mental sin retorno. Mi mamá nunca me preparó la comida para llevar a la escuela, piensa. Mucho menos mi papá, continúa. Pero hubiese sido lindo. 
Es parte de su método. Casi cínicamente tiene que atravesar un transe de conmoción sin lo cual su producción periodística no lograría atravesar un sendero de fertilidad primero y de vitalidad después. 
Benito sale bien parado del trance y se levanta a tomar unos mates. Con satisfacción y hasta con picardía siente que lo ha logrado nuevamente, allí cuando parecía imposible de suceder. Ardides casi chamánicos. Aunque sabe que algo está cambiando y a pesar de que no puede ignorar que algo viene siendo distinto. La típica sensación de que algo puede fallar. Que casi falló. Que podría haber fallado. El orgullo anterior de haber coqueteado con el límite se transmuta ahora en un leve sopor de preocupación sofocado con una sensación de alivio. De futuro alivio: algo podría liberarse en el futuro. Lo desconocido pero anhelado. Mientras calienta el agua en la pava escribe:
Papá nunca me preparó la comida. Qué lindo hubiese sido. 
Cuando está por escribir la segunda frase para continuar su trabajo, se le nubla la visión, tambalea su equilibro y se quiebra en llantos. Las dos manos en la cara, un poco encorvado primero, de rodillas después.-
15
CORRECCIÓN  
Interesante manejo del presente, Benito, gramaticalmente hablando. No dejás de sorprenderme y por eso amo lo que hacés. No sé, eso sí, si está bien lograda la primera parte del artículo. No recuerdo haberte mandado a corregir alguna vez pero ahora es mi responsabilidad hacerlo. 
Me siento rara. Pero es lo que toca. Le pasé el artículo a Gregorio. Esta vez necesito su opinión. Manteneme al tanto de cualquier corrección al respecto, si la llegaras a hacer. Besos, Luisa.-
16
¿PROHIBIDO PROHIBIR LA MUERTE?
No sé qué decirte, Lisandro, por un momento ya no quise seguir siendo yo, o algo así. No fue para tanto, pero pude pensar la prohibición en última instancia: “Prohibido prohibir la muerte, incluso en los casos que asesino y asesinado sean lo mismo”. Pero que no panda el cúnico, fue sólo un lapsus momentáneo de mi conciencia. Después me repuse, después volví a la normalidad. Y ahora no pienso en eso. Pienso en el hecho de que el protagonista de toda esta mitología estoy siendo yo. Cuesta creer. Creer o reventar. Ir o quedar, matar o morir. Es como si la identidad estallara como una copa de cristal contra el piso y, acto seguido, todo se tiñe de blanco. El blanco de la nada, del vacío, el blanco de estar en otro lugar cuando tenés que estar acá sí o sí, blanco-escuela, blancas paciencias en blancos pasillos de hospital, luz blanca en quirófanos también blancos. La pantalla del cine que se funde a blanco y la película que termina.
Entiendo, dice Villegas Lima. El interés principal del médico es que su paciente hable, no importa tanto lo que diga sino que diga. Especial interés adquiere el haber roto el silencio, interrumpir la caída en un vacío sin retorno.  
Porque sí, Gauman continúa hablando, al principio dicen que el sin sentido es blanco. En todo caso las tinieblas vendrán después, acontecerá la oscuridad y todo eso, pero no al principio. Como el mítico túnel que atraviesan los que comienzan a morirse y que después cometen una última travesura que es volver y contarlo. Pero ya ve, Doctor: regreso: usted sabe que siempre regreso.
Esta vez los dos sonríen ligeramente, presos inevitables de alguna forma de complicidad. Y también apresados en el hecho de que no les queda otra. 
El Dr Lisandro Venegas Lima suspira sin disimular el sonido que produce la inspiración, y al exhalar dice, sin perder el ritmo en la interlocución: 
No te imaginás la importancia que tiene que te esté pasando esto ahora y no más adelante, Cristóbal, que hubieras seguido durante mucho tiempo con evasivas propias de un shock traumático, no era el mejor cuadro de situación.
Ni Gauman ni Lisandro saben a ciencia cierta la gravedad de fondo del cuadro clínico en el que están ni para dónde podría evolucionar. No está clara la magnitud de los hechos de salud en juego. Está claro que no saber con exactitud las características de la evolución clínica de un paciente es hoy día la regla y no la excepción, fenómeno que parecería explicar la religiosidad de no pocos médicos. Gauman continúa la conversación. 
Al decirlo estás rompiendo los umbrales simbólicos de nuestra relación, dice sin disimular la afectividad que envuelve las palabras pronunciadas.   
La complicidad entre ellos ahora es evidente. 
No es un reclamo de novia, agrega Gauman, lo que pasa es que estás comunicando los entretelones discursivos de tu cocina profesional. 
El médico también sonríe un poco más, tal vez porque sabe que esta vez no tiene nada para decir, y que es mejor decir nada. 
Epa, agrega Gauman, qué bien que suena eso: estás comunicando los entretelones discursivos de tu cocina profesional / los entretelones discursivos de tu cocina profesional. “Tu cocina profesional”. Candidata a Hit. 
La risa se suelta de ambos como carreteles de hilos y el sonido de su energía se desparrama por la habitación. Veloces, también espasmódicas, las risas pronto desaparecen. Ninguno de los dos lo piensa pero podrían estar sintiéndolo: para seguir riendo habría que exorcizar la culpa de las dos muchachas que ya no están. Y eso llevará tiempo, en el mejor de los casos. Y en el peor de los casos, mejor no pensar. A favor de ellos y de su impulso a sentir un minuto de plenitud, cabe decir que en todo prolegómeno de un largo proceso terapéutico, hay que saber disfrutar algo en el presente, abrirse a la pizca escurridiza de un instante de felicidad. Porque existe un noventa y ocho por ciento de posibilidades que por delante esté el infierno, más o menos transitorio, pero infierno al fin. Y tanto Molina como Villegas Lima saben que el infierno no es joda. Parece joda pero no es. Quemarse lentamente en una gran bola de fuego parece símbolo, parece metáfora, pero no lo es. Morir de angustia es la peor de las muertes.
Para no faltar a la verdad hay que decir por último que sobran los dedos de una mano para contar casos similares éste cuyos afectados hayan salido adelante. Pero lo vamos a intentar. Todos lo vamos a intentar. El intento, la voluntad, incluso la esperanza ingenua. No están solos. Gauman no está solo, que es lo único que importa por el momento. Benito tampoco: su trastabillante corazón late en la habitación vacía de su amigo. Sentirse juntos en la adversidad estando separados parece imposible, pero tenemos que transcribir la verdad: es al revés. Cuando hay amistad verdadera, que siempre es una forma de amor, lo difícil es que no exista cercanía en la distancia: no sentir la presencia del ausente es imposible. 
Por la ventana se filtra una canción. No negamos que pueda ser simplemente el recuerdo mental de una canción, de todas formas suena la melodía y la letra en la cabeza de Cristóbal Gauman Molina: “So close / no matter how far”. Sí, la respuesta es sí: unas horas más tarde, en plena madrugada, en una sesión de insomnio, Benito Romero escuchará la misma canción. Remembranzas de una época que rompen las cárceles del tiempo y del espacio. Agosto y Septiembre de 1991. El apogeo de los años 80 y el umbral hacia el mundo digital. Sentados juntos alrededor de un magnetófono de casete. Un grabador. Escuchando “Nothing Else Matters”: ha salido el disco compacto de Metallica. 
El espacio tiempo es una cosa relativa. Esta noche pueden estar juntos en una habitación de hospital o en la casa familiar de Gauman, justo cuando empezaban a dejar de ser niños. Los que crean vivirán. Mientras estén vivos vivirán, y si les toca la muerte morirán habiendo estado vivos. El desafío no es vivir, queridos lectores, el deseo no es evitar la muerte: el asunto es no morirse en vida.-
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rv-1-moda · 10 months ago
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Trabajo de realizar un patrón en Adobe Illustrator
Para comenzar cogemos un patrón de delantero de camisa de señora, marcamos los puntos y medimos la distancia de estos sobre los ejes en horizontal y vertical.
Después creamos una mesa de trabajo de 300mm de ancho y 560mm de altura. En esta colocamos unos ejes a unos 30 mm de distancia de los márgenes.
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En cada eje ponemos X o Y
Posteriormente realizamos una tabla en la que colocamos las medidas tomadas anteriormente numeradas del 1 al 12 para poder ir mirándolas mientras colocamos las cruces.
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A continuación colocamos el punto de inicio de las reglas en el punto en el que se cruzan los ejes para así colocar las guías.
Vamos colocando una a una las cruces colocando de una en una las guías horizontalmente y verticalmente.
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Una vez colocadas todas las cruces, las numéranos en sentido de las agujas del reloj y comenzamos a unirlas usando la pluma hasta que quede así :
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Ahora colocamos la tabla en el interior y le colocamos la línea del hilo junto con el título del patrón
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Ahora usando las medidas de las trasformaciones del patrón, con otro color colocamos las cruces y únicos con la pluma como hemos hecho anteriormente, y esta vez añadimos color pero le bajamos la opacidad para poder ver el patrón original a través de este
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MENSAJE A LA IGLESIA DE PÉRGAMO
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((2)) (IGLESIAS ROMANAS:IGLESIA CATÓLICA OCCIDENTAL:VATICANO-roma-IGLESIAS ORIENTALES KATOLICAS: Constantinopla: armenia, alejandria, sudan, grecia, moscú, etiopia, siriaca,india,etc, coptas y ortodoxas) es el siguiente: (Apocalipsis 2:12-17) Y ESCRIBE AL ÁNGEL DE LA IGLESIA EN PÉRGAMO(ROMA-ecumenismo y apostasia): "El que tiene la espada aguda de dos filos, dice esto: (13) 'Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás(IMPERIO ROMANO [27 A.C.313 D.C.]-KATÓLICO[313 al 6-7-1809]. Guardas fielmente mi nombre y no has negado mi fé, aún en los días de Antipas(Jesucristo, EL TESTIGO FIEL-Apoc-1:5), mi TESTIGO FIEL, que fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás(IMPERIO ROMANO).(14) 'Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam(125 ANATEMAS EN CONCILIOS,maldiciones y mas ROMANAS CONTRA LOS PROTESTANTES, LA INQUISICIÓN, AMOR AL DINERO,venta de indulgencias,EL VATICANO ES ACCIONISTA DE MUCHAS EMPRESAS A NIVEL MUNDIAL.), que enseñaba a Balac(JESUITAS-hipócritas) a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer(CATECISMO KATÓLICO) cosas sacrificadas a los ídolos(ÍCONOS-IDOLATRÍA-MAS DE 7.000 SANTOS) y a cometer actos de inmoralidad (mentir,robar,engañar,estafar,traicionar,traicionar,ser desleal, etc EN NOMBRE DEL PAPADO)…Apocalipsis 17:2 Con ella(IGLESIA ROMANA KATÓLICA) los reyes de la tierra cometieron actos inmorales(inquisición, marxismo, comunismo, nazismo, zionismo, vacunas transgenéticas, capitalismo, tráfico de armas, trata de blancas, terrorismo, subversión, revoluciones, guerras, crímenes contra la humanidad, genocidio, fraude, narcotráfico, trata de blancas, canibalismo, robo de identidad y título, trata de seres humanos, insurrección, traición, alta traición, extorsión, lavado de dinero, asesinato, pedofilia, sodomia, abuso sexual de niños, agenda lgbt, terrorismo mundial, transhumanismo, etc…) y los moradores de la tierra fueron embriagados con el vino de su inmoralidad». (15) 'Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas((NIKÓLAOSgiego,NIKÓ-LAOS:DOMINIO-SOBRE EL PUEBLO:JERARQUIAS SACERDOTALES, vicarivs filii dei, pa-pa(PATER PATRÚM:padre de padres),patriarca, sumo puntífice, máximo pontífice, episcopado, presbiterado, diaconos,obispos,cardenales…etc.Gálatas 3:28 Ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo…TODOS SOMOS IGUALES, NO EXISTE SUPERIORIDAD SACERDOTAL FARISEA, ASÍ SOMO CRISTO VINO A SERVIR: Lucas 22:27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve,… aqui están todas las iglesias romanas de occidente y oriente, coptas y ortodoxas, el Vaticano se ha infiltrado con los jesuitas en la iglesia de Etopia, que era la más ortodoxa)). (16) 'Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. (17) 'El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe.'"OJO"La iglesia ortodoxa afirma que "el Papa(hoy Bergoglio) es el primer patriarca" y Roma "la primera sede" Apocalipsis 17:18 Y la mujer(IGLESIA) que viste es la GRAN CIUDAD(CIUDAD DEL VATICANO-1929), que reina sobre los reyes de la tierra.((OPPT)) LEY DEL ALMIRANTAZGO MARÍTIMO-U.C.C.
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thegoldenyearsrp · 3 years ago
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                              ( &. THE DAILY PROPHET .& )
                                                                                                                      febrero de 1985.
EL PROFETA INFORMA
Como cada mes, nuestra sección de eventos y sociales destaca los más relevantes en la comunidad mágica.
𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐎𝐒
AÑO NUEVO CHINO.
1 DE FEBRERO. El barrio chino mágico de Londres recibe el año nuevo con celebraciones, desde rituales, hasta fuegos artificiales, para dar la bienvenida al año del buey. Entre otras actividades se encuentra la danza de los leones y la visita al templo. TÍTULO PARA STARTERS: Año nuevo chino.
* OOC: Evento público. El Año Nuevo Chino es la festividad más importante del calendario chino. También es conocida como la fiesta de la primavera donde diversos magxs se reúnen para celebrar en el hogar de manera tradicional. Esta es una celebración que dura alrededor de dos semanas para quienes se rigen bajo este calendario, se llevan a cabo rituales con dinero, arroz, flores o colores, los cuales se cree que atraen distintas vibras, prosperidad o buena suerte. De igual manera algunes deciden asistir a la presentación de fuegos artificiales para darle la bienvenida al animal de este año, el buey. Cada año nuevo se le da la bienvenida con uno de los doce animales del zodiaco chino.
CONCIERTO ROMÁNTICO.
4 DE FEBRERO. El famoso salón de conciertos “El canto de la Bruja”, ofrecerá una velada romántica en su jardín con la presentación de varies artistas a la luz de velas flotantes. Los boletos podrán ser adquiridos en cualquier establecimiento del Callejón Diagon. TÍTULO PARA STARTERS: Concierto.
* OOC: Evento público.
FERIA DE SAN VALENTÍN.
DEL 7 AL 11 DE FEBRERO. Hogsmeade se pinta de rojo y rosa para celebrar San Valentín con una feria donde podrán encontrarse diversas actividades, como la famosa caza de querubines (ningún querubín real será lastimado en el proceso), citas a mitad de precio en Madame Pudipié, dulces especiales de Honeydukes, literatura romántica, un pequeño puente del amor, flores para regalar, y mucho más. TÍTULO PARA STARTERS: Feria de San Valentín.
* OOC: Evento público. 
NOCHE DE SOLTEROS.
14 DE FEBRERO. Para aquelles sin planes para San Valentín, el Bar Mágico “Iridiscente” ofrece una noche con barra a mitad de precio, pista de baile, música en vivo, jardín y juegos especiales, donde se podrán ganar variados premios. No se permite la entrada a menores de edad. TÍTULO PARA STARTERS: Iridiscente.
* OOC: Evento público. 
CITAS EN LAS TRES ESCOBAS.
18 DE FEBRERO. El establecimiento de Hogsmeade ofrece una tarde de citas rápidas para todes les solteres de la comunidad. Promociones de bebida, pista de baile, comida y demás se podrán encontrar el evento. TÍTULO PARA STARTERS: Las Tres Escobas.
OOC: Evento público. Las citas exprés se manejan así: Por quince minutos te colocan en una misma mesa con otra persona, durante ese tiempo podrán conversar, bailar o realizar cualquier actividad que deseen. Una vez pasado el tiempo, se cambia de lugar para que se interactúe con alguien más, esto se repite de forma consecutiva.
𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐓𝐀
FIESTA DE CUMPLEAÑOS DE LILY POTTER.
5 DE FEBRERO. Para celebrar el cumpleaños veinticinco de Lily Potter, sus amigas y su esposo han organizado una fiesta en un jardín mágico privado al este de la ciudad. La temática de la fiesta es floral y no se permitirá la entrada a nadie que no cumpla con la misma (afortunadamente se otorgarán coronas de flores en la entrada, por si alguien lo requiere). TÍTULO PARA STARTERS: Cumpleaños de Lily.
* OOC: Evento abierto a personajes no puristas.
TARDE DE PELÍCULAS.
11 DE FEBRERO. Organizado por Sturgis Podmore, se exhibirán películas muggles románticas en el jardín de una casa rentada. En total se mostrarán tres filmes al iniciar la tarde. Se contará con comida y bebidas. TÍTULO PARA STARTERS: Películas.
* OOC: Evento abierto a personajes no puristas.
FIESTA ANTI-VALENTÍN.
12 DE FEBRERO. Para los no fanáticos de San Valentín, Glinda Crook ha organizado una enorme fiesta donde podrán destruir corazones en forma de piñatas, quemar cartas a ex novies, bailar canciones de desamor con la música en vivo (llevada a ustedes por la famosa banda de brujas “Arañas de la noche”), barra libre, y un montón de diversas actividades más. TÍTULO PARA STARTERS: Anti-Valentín.
* OOC: Evento público. 
BAILE DE SAN VALENTÍN.
14 DE FEBRERO. El elegante evento se llevará a cabo en la Mansión Parkinson a partir de las 19:00 horas. Será necesario acudir con pareja, la etiqueta es indispensable. Las invitaciones se extenderán de manera privada. TÍTULO PARA STARTERS: Baile.
* OOC: Evento abierto a personajes puristas.
BAILE DE SAN VALENTÍN DE MADAME CROOK.
14 DE FEBRERO. Organizado en el conocido Jardín Mágico de Madame Crook, se celebrará un baile de gala, de modo que se pide a todes les asistentes acudir con la etiqueta apropiada. Se contará con música en vivo, bocadillos, columpios de flores, y rincones románticos para las parejas. TÍTULO PARA STARTERS: Jardín Mágico de Madame Crook.
*OOC: Evento público.
PUNTOS IMPORTANTES:
Pueden utilizar los eventos para ubicar sus threads y abrir starters. ¡No olviden indicar donde se encuentra su personaje!
Recuerden tomar en cuenta a cuáles eventos puede ingresar su personaje.
Cualquier duda estamos disponibles para ayudarles.
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i-donot-forget · 4 years ago
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4 Días
My Candy Love - Love Life
Personajes : Eric - Candy/Sucrette - Nathaniel
Palabras : 2266
Spoilers Episodio 12 y 13
Estuve pensando en los días que pasan entre el beso con Eric y cuando lo volvemos a ver, pero desde la perspectiva de él.
DÍA 0
Salí huyendo como un cobarde después de lo que había hecho ¿en que estaba pensando? ¿Cómo dejé que pasara? Pero no fueron imaginaciones mías, ella me correspondió ¿cierto? Mientras más intentaba recordar los detalles de aquel desliz mi mente solo podía pensar en una cosa, ella y la suavidad de sus labios, robar su aliento, sus ojos vidriosos y mejillas sonrojadas a pesar de mi fechoría no podía evitar sonreír pues la realidad era más deliciosa que todo lo que había imaginado. 
La soledad de mi apartamento me sacó de mi ensueño, ahora tenía que lidiar con las consecuencias de mis actos, la única pregunta era ¿cuando? seguramente en cuanto ella llegara a casa le contaría cómo me aproveché de la situación, tal vez Nathaniel venía camino aquí justo ahora para darme una paliza, que de todas formas merezco...
Aún sentía el ligero toque de su perfume en mí y me estaba volviendo loco, fui a darme una ducha fría con la horrible sensación de escuchar golpes en la puerta, producto de mi atormentada imaginación. No podía pensar y no tenía con quien hablar daba vueltas por el lugar como un león enjaulado, miré el reloj nuevamente desvalido al ver que hasta el tiempo se burlaba de mí, me cambié con la idea de que solo había una cosa que me podría distraer ahora, salir a correr. Iba rápido, perdido en mis pensamientos con la incómoda sensación de que me seguían, detenido de un semáforo me quedé en blanco al ver a un sujeto rubio de chaqueta blanca al otro lado de la acera, sabía que no era él y aun así no podía quitarle los ojos de encima hasta estar 100% seguro, pasé trotando junto a él recibiendo el humo de su cigarro de lleno en mi rostro, para cuando llegue a la otra acera ya necesitaba un cigarrillo más de lo que necesitaba oxígeno. 7 años a la basura, pensé mientras arrancaba el plástico y abría la caja, esa primera calada fue lo único que consiguió calmarme un poco y antes de darme cuenta ya iba por el segundo.
Caminé a casa más tranquilo o el hecho de que la cabeza me daba vueltas absorbía algo de mi atención pero al cerrar la puerta la adrenalina y excitación habían pasado, ahora estaba en el suelo, vi la hora y resignado a que esta noche no podría dormir me dejé caer sobre la silla frente a la mesa que rebosaba informes, abrí la laptop y me entregué al escape que me había escondido de Melissa durante el último año y ahí pude ver un e-mail de Ben que tendría que haber revisado esa tarde si no hubiera tenido tanta prisa de llegar a cierto café a las 8 pm.
DÍA 1 
Para cuando el sol salió ya no podía soportar la idea de no saber qué esperar, así que llamé a Nathaniel en contra de mi lógica y sentido común, puse el teléfono en altavoz y lo dejé sobre la mesa mientras me aferraba a la madera con fuerza, cada tono de llamado alimentaba mi paranoia me esperaba lo peor, gritos, insultos, amenazas, como mínimo y entonces contestó, balbuceé incoherencias hasta notar que no lo sabía, ella no se lo había dicho… aún. Le hablé de la información que Ben me había enviado sintiéndome ligeramente aliviado, colgué el teléfono más tranquilo pero no mejor, este secreto era una bomba de tiempo y yo me sentía como basura. 
Me paralice mientras apretaba el pomo de la puerta, pues por inercia mis pies me llevarían directo al Cosy Bear, como todas las mañanas antes de trabajar y todas las tardes a la hora del cierre, pero ya no podía volver allí como si nada, era un criminal regresando a la escena del crimen, simplemente no podía irrumpir en su espacio después de lo que había pasado, no sin su autorización. Caminé hacia la estación en compañía de un cigarrillo y por alguna razón no podía recordar cuándo había sido la última vez que había hecho esto, estaba tenso, distraído no podía concentrarme ni en la idea más simple mi mente estaba inquieta y simplemente no podía ignorar el porqué, tendría que verle a la cara y actuar como todos los días, tenía que ser convincente y se sentía horriblemente mal. Tomé una bocanada de aire antes de entrar y tras cruzar la entrada me paré unos segundos para observar el interior buscando rápidamente, suspiré por inercia al pensar que todavía tenia unos minutos.
- Me alegra no ser el único que le está afectando la investigación. -
Una palmada amistosa en mi hombro me provocó un sobresalto exagerado pero Nathaniel pasó de largo directo a la oficina del Jefe, vi como se detuvo en el umbral me miró y me hizo una seña para entrar. Expliqué los avances en la investigación con pocos detalles hasta que nuestro superior retomó la reunión, por suerte sin una operación en campo en la agenda podía mantener distancia sin levantar sospechas. El día fue eterno y tortuoso pero eran ya más de las 10 de la noche cuando fui a desahogarme al gimnasio, 3 horas más tarde estaba en casa, otra noche en vela.
DÍA 2
- Es el segundo día que llegas oliendo a cigarrillo en lugar de café. Creía que con la edad tus hábitos iban a mejorar, no a empeorar  ¿La sabiduría de la vejez es un mito acaso?  -
Nathaniel bromeó mientras los golpes secos que le daba al saco de box llenaban el ambiente, dejé la mancuerna que levantaba en el suelo antes de dirigirle una mirada.
- Si, si, ya quiero ver en qué condiciones estarás cuando tengas mi edad, jovencito. -
- Pero en serio ¿Dos días sin café? Eso es un récord, el Cosy Bear quebrará sin ti. -
- Si, bueno estoy cambiando el café por el gimnasio. Con todo el tema de la mudanza me di cuenta que no estoy en tan buen estado. -
- ¿Ya te adaptaste a tu nuevo piso? -
- Por fin tengo una lámpara de noche así que aunque no tengo televisor, ni vajilla real, pude terminar el último libro que me recomendaste. -
- Genial ¿Empezaste algo nuevo? -
- Si, de hecho ya voy por la mitad, es algo diferente, más suspenso con algo de ciencia ficción. -
- Aburrido… -
- Lo que digas… a decir verdad… lo había comentado con... Candy. -
- ¿Ah sí? -
- Si, ahora que lo pienso me pidió la referencia, guardé este artículo de internet con varios títulos del mismo estilo. -
- ¿Se lo enviarías? me harías un favor. -
- Claro, mmmh no tengo su numero. -
- Mi teléfono está en mi chaqueta, la clave es 4444. -
- ¿No sabes su número de memoria? -
- Mmmm no. -
Al desbloquear la pantalla, la fotografía que tenía de fondo fue como una patada en el estómago, era ella luciendo una sonrisa radiante como no recordaba haberle visto, imagino que esa sonrisa es solo para él. Busqué el contacto, “Cariño” claro… lo envié y guardé el teléfono rápidamente como si quemara en mis manos.
Evadí el almuerzo excusado con una cita imaginaria con un abogado de divorcio, conduje por la ciudad sin destino claro, alejándome de aquellas calles en las que por cualquier azar de la vida pudiese cruzarme con ella, me estacioné en una gasolinera cuando fue evidente que sin importar cuanto tiempo estuviera al volante no encontraría las palabras adecuadas y finalmente la llamé, tono de marcado y tras unos minutos, buzón. Vamos otra vez, después de todo debe estar atendiendo el café. Segundo intento, nuevamente al buzón, esto es más difícil de lo que creía ¿Y si no quiere contestarme? No, cómo podría saber que soy yo, tal vez ella sí tiene mi número ¿Pero qué tonterías dices? Claro que no tiene tu número, vamos una vez más la tercera es la vencida. Y fui vencido, tras el tercer intento no tuve el valor de volver a llamar y la incertidumbre comenzaba a llenar mi cabeza, conduje de vuelta a la estación con mil ideas pasando por mi cabeza y en todas yo soy el villano.
Estaba derrumbado en el escritorio de mi oficina tras la reunión de la tarde cuando el teléfono sonó, al ver su nombre en la pantalla se me aceleró el corazón, cerré la persiana de la ventana de la puerta y dude un instante antes de cerrar con llave.
- Hola ¿Candy? Gracias por devolverme la llamada. Creo que deberíamos hablar… -
- ¿Eric? No me acordaba de que tenias mi numero. -
Si… Simplemente sigo engañando a Nath para calmar esta incertidumbre que me esta matando, continuaba acumulando delitos y aunque creí que estaba preparado para afrontar las consecuencias me sorprendí de mi mismo, de lo que estaba dispuesto a hacer por saber. 
- Mmm… Me he permitido pedírselo a Nath. Le he dicho que era para mandarte la referencia del libro del que habíamos hablado pero… los dos sabemos que no es por eso. Quería que hablásemos de lo que ocurrió entre nosotros la otra noche. -
- Y… ¿No podrías haber pasado por aquí? Por teléfono es un poco… -
- ¡Estoy completamente de acuerdo! Pero no estaba seguro de que quisieras verme. En fin… -
- Está bien, bueno, ya sabes donde encontrarme ¿no? Recuerda que no cierro hasta las 8… -
- Es que… Hoy estoy ocupado. Y mañana también. Estaba pensando… ¿... Te parece bien si vamos a tomar algo dentro de dos días? Te prometo que no tardaremos mucho. -
- Pues... Muy bien, hagamos eso ¡Nos vemos pasado mañana entonces! -
Cuando colgó sentí que el mundo volvía a girar, que todo se había detenido solo con su voz, en medio de todo esto una parte de mí se alegraba de oírla otra vez. Poco a poco la súplica que había casi tartamudeado se volvía más clara, ella aún me podría odiar, repudiar y quererme lo más lejos posible de su vida. Quizás eso era lo que merecía, tal vez eso era lo mejor.
Esa noche dormí a ratos despertando sobresaltado hasta el amanecer, una sola pesadilla se repitió en bucle, ella riéndose en mi cara por haber sido tan estúpido como para creer que había algo entre nosotros, que yo había confundido su lastima con interés y es que cómo podría siquiera soñar en que ella lo dejara por… por alguien como yo.
DÍA 3
Trotar acompañado por el rocío matutino me ayudaba a despertar después de no descansar, de alguna forma una noche de sueño entrecortado era más nociva que una noche en vela, esta carencia comenzaba a pasar factura y ya era más que evidente en mi rostro que no estaba teniendo un buen día. Hoy tenía una pequeña operación de campo, nada más que observar en caso de ver algo sospechoso, definitivamente no podría ver nada si apenas podía mantener los ojos abiertos.
Hoy no había podido escapar del almuerzo y Nath ya llevaba un par de minutos mirándome con insistencia.
- ¿Todo anda bien? -
Al escuchar esa pregunta en voz alta dudé, como si ya no fuera físicamente capaz de seguir esta mentira, pensé en confesarle todo, no solo el beso sino este sentimiento prohibido que me había permitido cultivar, lo traidor y canalla que era pero luego pensé en ella, y en como no podía arrebatarle eso que le pertenecía por derecho, si alguien debía ser el gran antagonista era yo, quien tendría que pagar el engaño y la mentira.
- Si… Aunque creo que mi intento de dejar el café por algo más saludable, irónicamente me esta matando, creo que volveré a mis viejos hábitos. -
- Cuídate Eric, aún necesito a mi compañero un tiempo más, alguien tiene que sacar la cara por este departamento. -
Quien diría que las palabras podrían causar dolor físico, sentía como sus palabras se clavaban en mi espalda y bloquean mi garganta. Solo pude sonreír Sentado solo en vehículo de incógnito mi mente estaba en blanco, no, no en blanco realmente una idea había quedado fijada a mi cabeza como una pista que aparece luego de releer por décima vez… No podía, sencillamente no podía hacerle eso a Nath, todo esto había sido una enorme equivocación, una situación confusa y totalmente fuera de lugar, y tenía que acabar lo antes posible. 
Esa noche tampoco pude dormir, pasé las horas pensando en ella, despidiéndome de alguna forma de los momentos que había recolectado en mi memoria, había mantenido esta absurda fantasía por demasiado tiempo ya no podía seguir mintiéndome.
DÍA 4
Esta mañana estaba tranquilo, a pesar de ser el día de nuestra reunión, pero quizás no era tranquilidad sino resignación, hoy terminaba el suspenso, se terminaba esta historia que nunca debió existir.
Las horas pasaron rápido pues ya había tomado una decisión, si quería acabar esto para siempre no debía quedar ninguna duda, yo tenía que contarle a ella absolutamente todo, así cuando me rechace y niegue todas y cada una de mis esperanzas, podría apagar esa luz que todavía desea verla, que ni el hecho de que esta con alguien más a podido extinguir, debía ser ella y debía ser brutal.
Me sorprendió lo rápido que el brillo naranja del atardecer se empezó a colar por la ventana de mi oficina, parecía que después de todo no tenía demasiadas ganas de acudir a mi “cita”. Mi desánimo se iba transformando en nerviosismo con cada paso que daba, para cuando me di cuenta estaba afuera del café.
Y entonces te vi a través de la ventana y sonreí sin poder contenerme porque solo cuando te vi me di cuenta de que lo extrañaba y de que no me había gustado pasar tantos días sin verte y de que incluso todo parecía un poco más luminoso… 
Oh… Mierda, estoy realmente jodido.
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carnalesferales · 4 years ago
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Planeta Hormigón
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Está claro que 2020 pasará a la historia, y no solo por una pandemia. Este año descubrimos que la masa de objetos artificiales ha superado por primera vez el peso total de la biomasa del propio planeta, un producto tecnológico que apenas cuenta con un siglo de vida, el hormigón armado (HA), es el principal responsable.
En los últimos tiempos, no sólo el progreso o el desarrollo industrial y tecnológico han abierto nuevos campos a las relaciones económicas abandonando muchas de las relaciones atávicas, tradicionales; también vinieron de la mano de otro concepto que nadie puso en entredicho: el crecimiento como señal de progreso en un contexto concreto: la ciudad capitalista de hormigón armado, de cuerpos humanos, objetos artificiales y asfalto.
Sin embargo, la era del crecimiento económico continuo da muestras inequívocas de que ha terminado de verdad y el mensaje científico, al señalar ese límite con toda su crudeza, viene a significar en última instancia que la ciudadanía subvencionará a fondo perdido las inversiones a las grandes empresas a través de sofisticados programas de rescate social y verdes. Eso sí, para ello es requisito fundamental pintarse del color de la clorofila. Grandes financieras invertirán mucho dinero también en la transición ecológica, pero con enormes y jugosos retornos garantizados por los gobiernos a costa de la propia ciudadanía. El empobrecimiento de las clases urbanas que se ha puesto en marcha es aplaudido desde buena parte de lo que se denomina progresismo, aunque no todo parece estar perdido, pues se trata de una nueva pobreza, es social y es de color verde.
Esta es la definición más moderna y actual del capitalismo verde que comenzamos a transitar: una organización económica que necesita de la destrucción de la vida, los ecosistemas y las comunidades, para que unos pocos desalmados puedan hacer negocio con su supuesta reparación contando con la complicidad de un amplio sector progresista que ya no disimula su enamoramiento por la economía más reaccionaria de corte neoliberal.
Los países que primero iniciaron el gran desarrollo tecnológico e industrial, como EE. UU., ya viven la dura batalla del mantenimiento de sus obsoletos objetos artificiales, pues éstos, a diferencia de la vida, no pueden regenerarse a sí mismos y una buena parte de sus infraestructuras deben ser mantenidas a precios energéticos y económicos inasumibles: las conducciones de agua fallan, cerca de 60.000 puentes han superado su vida útil, los condados ya no reparan sus carreteras… Las estructuras de hormigón no contaron con el aumento de la temperatura, la fusión del permafrost (25% de la tierra emergida), la humedad o los iones en movimiento, y ahora resulta que se deterioran más rápidamente de lo planeado. Todo ello nos obliga a incluir un modelo integral de diseño y mantenimiento para mitigar el calentamiento global y minimizar el impacto del cambio climático en las estructuras de esa roca artificial que moldea nuestra urbanosfera.
En el 2020, la vida y la tecnología se miraron de frente
En efecto, el año 2020 pasará a la historia, y probablemente no por la pandemia de COVID-19. En este año se pone sobre la mesa el hecho de que las masas de objetos artificiales superan ya el peso total de la biomasa proveniente de la dinámica interactiva entre la geología, el sol y la vida del propio planeta. La estimación es en ambos casos 1,1 teratones o teratoneladas (Tt, es decir: 1,1×1012 t). El análisis ha sido presentado en Nature en diciembre de 2020 por un grupo de investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel). Para hacer los cálculos se dividieron los objetos hechos por el ser humano en seis categorías principales: hormigón armado (HA), sus agregados (incluidas arena y grava), ladrillos, asfalto, metales y “otros materiales” que incluyen plásticos, madera tratada para la construcción, papel y vidrio. Un producto que apenas tiene un siglo de recorrido, tal y como hemos visto en esta revista para una nueva civilización —el hormigón armado— es el mayor responsable de esta nueva relación de masas.
Los investigadores no consideraron en sus cálculos un nuevo elemento —el que aparece con la Revolución Industrial y nuestra ruptura de la relación circular con la vida— propiciado por la poderosa magia de los combustibles fósiles: el desecho (tanto sólido como líquido o gas que acaba en nuestra sangre, riñones, hígados y cerebros). Si se hubiese tenido en cuenta, es muy probable que el año en cuestión no fuese 2020, sino 2013 tal y como se vio en investigaciones previas. El aire que respiramos también aporta un peso nada despreciable al platillo de objetos artificiales de la balanza y ya es oficialmente responsable de la muerte de seres humanos, tal y como presentamos en Radio Euskadi con Eva Caballero e Isabel Urrutia bajo el título “Cuando respirar perjudica la salud y 2020: lo fabricado pesa más que los seres vivos“.
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En el otro platillo de la balanza vemos, con unos cálculos simples, que la inmensa mayoría de la materia viva de nuestra casa común, Gaia, es verde: un 90% es vegetal, seguido de bacterias, hongos, arqueas y protistas. El resto de los animales, incluidos nosotros, los cultivos y el ganado criado para alimentación, suponemos apenas un 10%. Los desafíos de contabilizar existencias globales de biomasa y cosas son enormes, pero el punto de cruce está en algún momento entre la última década y las próximas dos con casi plena seguridad. Los investigadores del prestigioso instituto, tras cinco años de cálculos, aportan además un dato asombroso: cada semana implantamos objetos, edificios, carreteras, presas o fábricas, que superan el peso de todas las personas del planeta. Si pudiéramos continuar el ritmo —y, por suerte para nuestros hijos, no vamos a poder— para 2040 la relación materia viva/peso de los objetos artificiales sería de 1/3. Pero… ¿cómo que no vamos a poder seguir progresando?
El crecimiento tenía un límite
En los últimos tiempos, especialmente desde la crisis de 2008 y con más intensidad tras la crisis de la COVID-19, proliferan no pocas voces desde todos los sectores industriales, empresariales, económicos o sociales, advirtiendo de un hecho sorprendente, pero cada vez más contrastado: que el crecimiento económico hoy ya no sería sinónimo de desarrollo (la Agenda 2030 acarrea una buena dosis de esa perspectiva). No obstante, esta palabra desarrollo, tan ligada a la gran aceleración vivida en el siglo XX, se vinculó siempre, tal y como apuntamos, al progreso. Además, no sólo el progreso o el desarrollo industrial y tecnológico añadieron nuevos campos y posibilidades en cada sector en el que brotaron y desplegaron sus potenciales, sino que vinieron de la mano del otro concepto que, con los anteriores, nunca nadie se dignó a poner en entredicho: el crecimiento.
Por tanto, la trinidad desarrollo-progreso-crecimiento sería una e indisoluble para todo aquel que se guíe por parámetros acordes con la cosmovisión industrial que avanzó y se perfeccionó a lo largo de las revoluciones industriales y tecnológicas hasta prácticamente nuestros días. Probablemente no se pueda proyectar peor desconfianza sobre alguien que la de “estar en contra” o ser “enemigo del progreso”. Expresiones que, según los intereses de ciertos grupos influyentes, empresariales, económicos o políticos, ha venido utilizándose de manera reiterativa contra quienes puedan suponer una amenaza para ciertos intereses u objetivos cortoplacistas.
Sin embargo, escuchamos cada vez con mayor frecuencia algunas voces discordantes que nos sacan de nuestra consolidada zona de confort. Estas voces nos advierten ya de que, aunque intrínsecamente la idea de progreso disfrute de todas las bendiciones arrojadas desde cada sector y tendencia política, sí podría ser perjudicial, y precisamente para ese mismo progreso, ya que depositar en éste una fe ciega, muestra ciertos efectos indeseables que vamos a tratar de vislumbrar.
La idea conjunta de desarrollo-progreso-crecimiento ha venido acompañada también de las de globalización, emprendimiento, competitividad, igualdad de oportunidades, urbanismo, infraestructuras, expansión, complejidad… ¿Qué pasaría si alguno o varios de los factores definitorios de nuestra sagrada tríada, en un momento dado resultasen vulnerables e incluso fallasen? ¿Se podría calificar de “enemigos del progreso” a los simples mensajeros que dan testimonio de la debilidad pasajera o definitiva de nuestros supuestamente inquebrantables parámetros?
Límites partout
Nadie nos ha contado exactamente cuál sería la relación máxima de objetos/biodiversidad que nuestros organismos humanos, comunitarios, sociales, la propia biosfera, podrían llegar a tolerar sin que la vida se hiciera imposible. Tampoco el ritmo de implantación o introducción de estos objetos en el proceso digestivo de cada organismo individual o de la economía global. Actualmente cada tres segundos se vende una muñeca Barbie en el mundo, y casi al mismo ritmo otras tantas acaban como desechos o dentro de los organismos vivos. Cada semana, cada persona de este planeta ingiere de media unos 5 g de microplásticos, lo que equivale a unas tres muñecas Barbie al año. Desde 1900 toda la masa de organismos se fue reduciendo mientras aumentamos drásticamente la producción industrial; la vuelta a la tortilla que ha hecho que los objetos superen a los vehículos de la vida duró apenas un 1% del tiempo (120 años) desde la primera Revolución Agrícola (12.000 años).
Los objetos producidos por humanos eran sólo un 3% de la biomasa global al inicio del siglo XX. Tras la Segunda Guerra Mundial añadimos unas 30 gigatoneladas de objetos al año. Y esto obviamente fue posible por el auge de los recién incorporados combustibles fósiles en la producción industrial. Y ahora, en el año de la pandemia cada vez se habla más de límites, pero no porque desde la ciencia no los hubiésemos señalado. No son pocos los geólogos como M. King Hubbert, investigadores como Donella & Dennis Meadows o Colin Campbell y Jean H. Laherrère que desde las décadas de los 50, 70 ó 90 nos vienen apuntando a dichos términos o confines.
Y es que una de las cualidades de la ciencia, entre otras muchas, ha sido la de dotarse de la capacidad de señalar límites. Señalar los límites de una condición natural es algo muy distinto a crearlos. Sin embargo, vemos que en cuestiones como las que nos atañen, se sigue matando al mensajero en vez de prestar atención a su mensaje. ¿Por qué reaccionamos así? Veamos dónde estamos y cómo hemos llegado hasta esta chocante situación.
Todo organismo se manifiesta con unos límites, ya se trate de un organismo individual, colectivo, simbiótico, parásito, social o económico. Se podría definir el crecimiento económico como la evolución positiva de un organismo social con los estándares de vida del territorio que habita —habitualmente regiones o países— medidos en términos de la capacidad productiva de su economía y de su renta dentro de un periodo de tiempo determinado. El concepto de renta puede aglutinar una gran variedad de indicadores económicos y de bienestar. No pocos estándares han tomado el consumo de cemento para hormigón como un indicador altamente fiable. También la tasa de ahorro, de inversión de la ciudadanía o la balanza comercial son comúnmente considerados para definir y estudiar el crecimiento económico. El medidor más utilizado para evaluar la evolución económica de las comunidades humanas suele fijarse en las fluctuaciones del Producto Interior Bruto (PIB).
Si la evolución económica es la capacidad productiva o de realizar trabajo en un determinado escenario de espacio y tiempo, acabamos de definir que también es la consumación de unos objetivos que, siendo potenciales, pudieron llegar a materializarse, es decir, la energía repartida en el espacio y en el tiempo capaz de consumar las aspiraciones y expectativas de esa comunidad pudo garantizar su conclusión. Desde que se puso en marcha la maquinaria industrial y tecnológica hace casi dos siglos, se ha dado por sentado que la disponibilidad de dicha energía —como factor fundamental y precursor de toda actividad económica— nunca iba a faltar. Aunque a lo largo de todos estos años la energía ha sido comúnmente tratada como una mercancía o un producto más, sometido a leyes de oferta y demanda en un entorno mercantil, ha llegado un momento en que nos hemos dado cuenta de que era algo realmente especial: era la base que garantizaba toda actividad económica.
Como el pez, que no es consciente del agua porque no la experimenta y sólo despierta a su existencia al morir fuera de ella, cuando nos ha faltado el suministro garantizado, continuo, creciente y a demanda de la energía necesaria para realizar nuestros sueños más desarrollistas, nos hemos dado cuenta de su verdadero papel en el impulso de nuestra última organización social, de nuestra civilización tecnológica industrial capaz de crear más desechos y materia muerta que viva. La energía barata, abundante, versátil, estaba detrás del desarrollo, del progreso, del crecimiento de las últimas décadas y detrás de la transformación de todos esos objetos artificiales. La imaginación, la inteligencia o el talento científico y tecnológico simplemente idearon y propiciaron las vías e itinerarios que diseñamos para su despliegue y nuestra supuesta comodidad. Y la imaginación, como el talento, no tiene límites. Pero la energía sí; o al menos su disponibilidad, dado que ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma, aunque dicha transformación se realiza en una sola dirección: de disponible a no disponible.
Desde que inauguramos el nuevo siglo, nos vemos obligados a gastar mucha más energía en procurarnos energía, a veces más de la que podemos derivar para otra capacidad productiva que no sea la de extraer, refinar y transportar la propia energía que realiza el resto de los trabajos definitorios de crecimiento-progreso-desarrollo, que es en realidad la propia definición de energía; es decir, ¿estamos afirmando que a la actividad económica no energética —que es la que nos interesa— cada vez le llega menos alimento?, o lo que es lo mismo, ¿estamos afirmando que hay un límite para las ya históricamente dominantes extracciones convencionales de energía? A nadie se le escapa que para hacer que esos recursos energéticos puedan ser consumidos y reviertan en el desarrollo de las sociedades hay que gastar cada vez más energía. Hablamos de quemar más y más, y por lo tanto producir más y más desechos para obtener una energía neta menguante (figura 1).
De ahí saltaron las alarmas ante los impactos indeseados sobre el medio que garantiza nuestra existencia: Agenda 2030, los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible o el Dictamen SC/048 de la UE sobre nuevas economías circulares y sostenibles.
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Quizás el efecto secundario más popular sea el Cambio Climático, pero también la pérdida de biodiversidad, la desaparición de las especies barrera ante las pandemias, la escasez de agua, la expansión del microplástico con sus disruptores hormonales y cancerígenos o la acelerada pérdida de fertilidad de los suelos, también la de los machos de varias especies incluidos los varones humanos. Todo ello era la parte del progreso que nos negamos a mirar de frente. Pero de todos esos efectos que nos negamos a afrontar había uno en especial que muy recientemente comenzó a preocuparnos sobremanera: la dificultad cada vez mayor e incluso la imposibilidad de seguir haciendo crecer la economía.
Y ¿si la era del crecimiento económico infinito ha terminado de verdad?
No entraremos a analizar los efectos secundarios como el Cambio Climático desde el punto de vista de la agricultura o los eventos extremos, la pérdida de biodiversidad, la polución o cambios de acidez de los océanos, escasez de agua potable, deforestación, etc. Vamos a centrarnos en un recorrido histórico de síntomas que, aunque sea por reducción, nos ayuden a rescatar ideas sobre un diagnóstico plausible que nos permita dirigirnos a buen puerto, o al menos evitar encallar, ya que el producto estrella transformado por nosotros mismos, el HA que esculpe nuestro pesado nuevo hábitat artificial, también tenía una fecha de caducidad que vamos a tener que adelantar a causa de la sobrevenida dificultad energética, de mantenimiento, el aumento de CO2 y el calentamiento global. Especialmente desde 2006 todo está en decadencia (aunque todo empezó mucho antes).
Desde 2008, tras el colapso del sistema financiero, se acelera el problema a pesar de maquillar nuestro indicador favorito (el PIB) con deuda, armas, prostitución o droga. Rescatar bancos e infraestructuras ruinosas se hace con toda normalidad y se presenta como irremediable y algo bueno para todos. Desde 2010 nos agarramos a clavos ardiendo y comenzamos a experimentar con la utilización de recursos no convencionales creando burbujas que siempre explotan: agrocombustibles, arenas asfálticas, fracking, renovables… Desde 2015 ya no podemos extraer cada vez más y si lo hacemos es porque gastamos más energía en proporcionarnos menos energía. A partir de 2017 el declive parece imparable, en 2018 se alcanzó un máximo total y en 2020 con ayuda de un virus la contracción se acerca al 10%.
En los próximos años, es presumible que la demanda energética supere a la oferta, como nos advierte la Agencia Internacional de la Energía (AIE), órgano de la OCDE de la que España es miembro. Llegado ese momento es muy probable que el acceso a la energía se haga complicado acompañado por precios demasiado volátiles para garantizar cierta estabilidad económica. Es muy probable también que éstos acaben sufriendo una ligera pero nefasta subida que, a zonas como Europa, les supondrá una frenada económica de tal calibre que habrá que replantearse muchos grandes proyectos y la viabilidad de los ya ejecutados, además de los cambios de las relaciones entre las áreas centrales y periféricas, la descentralización que ya vivimos y los consiguientes conflictos sociales.
La OCDE prevé una seria imposibilidad de suministro acorde a la demanda de petróleo, uranio, gas, carbón y las energías llamadas renovables, en pocos años. El inevitable declive de la producción industrial —como el que ya vivimos— es clave para prever escenarios realistas.
Aunque la geología, que es quien manda, no está siendo considerada para las previsiones económicas de algunos gobiernos, son los mercados financieros los que están guiando a los inversores, proponiendo sobre todo la creación de más papel, más burbujas como las renovables y sobre todo más deuda. Sin embargo, el barril del petróleo que sale de la tierra, que es la verdadera moneda que entiende la economía física real, continuará muy alto para las economías de todos los países, incluidos los extractores (nada de productores) y al mismo tiempo demasiado bajo para la industria del sector energético; y el problema que acarrea esta realidad es que el resto de las opciones energéticas también se encuentran en la misma situación. No existe ninguna opción energética, o —lo que es lo mismo— de reactivación de la economía tal cual la conocemos, que no pase en mayor o menor medida por el inevitable filtro del petróleo. Todo aerogenerador y el campo donde se implanta con otros cientos, se adecúa y construye con energía fósil y sus derivados. No existe ninguna instalación eólica montada con energía eólica, y lo mismo es válido para la solar, la hidroeléctrica o la nuclear.
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Vista aérea de la presa de Hoover, en los EE. UU. Fuente: Wikimedia Commons.
La construcción de las grandes centrales —limpias o sucias— son siempre petróleo-dependientes; pero es que la garantía de su estabilidad también. Las grandes obras hidráulicas, centrales energéticas, obras lineales, urbanizaciones… se pueden mantener gracias al gasto de ingentes cantidades de energía accesible y barata. Hoy, cada vez en más número, manifiestan diferentes grados de inestabilidad e insostenibilidad; en algunas comunidades podemos a duras penas mantenerlas y si lo hacemos, es ya desviando demasiados recursos desde sectores vitales para la sociedad.De forma apremiante estamos tomando decisiones igualmente vitales ante el ineludible impacto derivado del forzoso abandono de muchas de estas infraestructuras, tal como ya está sucediendo con aeropuertos abandonados, autopistas, embalses, almacenes gasísticos, centrales energéticas fósiles o nucleares; la clave para que algunas no se conviertan en verdaderas bombas de relojería está en cómo vamos a priorizar la transición desde la era fósil y del hormigón a la de la energía renovable y la construcción sostenible, en si lo hacemos permitiendo que las grandes empresas que esculpieron nuestro pesado hábitat artificial —recién pintadas de verde— puedan seguir creciendo a costa de la vida y del medio que nos la garantiza o, por contra, asumimos en primer lugar nuestra capacidad para afrontar un futuro de obligado decrecimiento de manera cooperativa y descentralizada.
Los excesos urbanísticos de las últimas décadas, apuntalados por la abundancia de energía fósil, barata y versátil, han dejado millones de toneladas de obras inservibles cuyo mantenimiento muchas comunidades ya no podemos afrontar. Muchas ni siquiera llegaron a entrar en funcionamiento y tampoco se espera que nunca lo hagan.
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Desafortunadamente, vemos que el abandono a su suerte está siendo una manera de tránsito real hacia la consecución de una supuesta mejora del nivel de vida de las comunidades, pero es que al mismo tiempo se trata de una transición sin crecimiento económico en el que los desechos y los objetos fabricados son abandonados cada vez a mayor ritmo, pues esa dinámica económica basada en el hormigón (y por tanto en los combustibles fósiles) aún no se ha abandonado porque no se comprende el momento histórico. Simplemente se ha disfrazado de social-verde creyendo que las energías limpias van a sustituir lo de siempre. Se trataría de un decrecimiento innegociable como alternativa a economías por el momento estacionarias con pequeñas subidas (celebradas con mucha fanfarria), tal y como marcan, por ejemplo, la directiva SC/048 de la UE y otras afines.
Sin embargo, el hormigón armado, que es la pieza fundamental de lo que se ha llamado crecimiento económico y el principal icono de nuestro capitalismo fosilista, es esencialmente arena y grava pobremente unidas con cemento a muy altas temperaturas. También es ya el material de construcción más utilizado en el planeta, prácticamente un 70% de los habitantes de este mundo vivimos bajo hormigón.
Hormigón y Cambio Climático
Cada año transformamos en peso más del doble de hormigón que de acero, aluminio, plástico y madera tratada juntos. Lo de hacer nuestras ciudades de HA fue una forma casi mágica de crear: era barata, rápida y relativamente fácil. En un suspiro geológico hemos implantado carreteras, puentes, presas, centrales energéticas, viviendas para la mayoría de las personas y animales domésticos… Cuando comenzamos a transitar por el siglo XX todas esas cosas apenas suponía entre el 2% y el 3% comparadas con el peso de la Biosfera.
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El HA es quizás uno de los mejores indicadores que se han expandido por todo el planeta para poder determinar algún límite para un Antropoceno que ya pesa más por su materia artificial (gracias a él) que por la materia viva de todo el planeta. Desde que comenzó la primera Revolución Agrícola hace cerca de 12.000 años, los seres humanos hemos reducido la biomasa global casi a la mitad, de unas 2 Tt a alrededor de las 1,1 Tt de hoy. Una cantidad cada vez mayor de territorio se está utilizando para cultivar, pero la masa total se ve reducida por la deforestación y otros cambios en el uso que han reducido drásticamente lo verde (el 90% de la materia viva). Tras ellos, los mayores impactos provienen de la caza, la sobrepesca y las macrogranjas; todas ellas fueron actividades que con el tiempo también se convirtieron en prolongaciones del trabajo fósil.Y como toda tecnología funciona porque tras ella hay una energía que la sustenta, el mismo hormigón es una tecnología absolutamente fósil-dependiente que imita de manera bastante pobre los procesos geológicos de erosión, transporte y sedimentación, gracias a la simultaneidad histórica del desarrollo de ambas tecnologías: el hormigón armado y el uso de hornos de gas, carbón y transporte mecanizado de combustión interna. Con su mantenimiento pasa exactamente lo mismo: vivimos en un mundo cada vez más necesitado de reparación y conservación de infraestructuras envejecidas, pero con las fuentes de energía barata, abundante y versátil en decadencia, así que el problema de derivar cada vez más recursos para seguir en el mismo lugar se amplifica. Sufrimos el síndrome de la Reina Roja de Alicia através del espejo: cada vez tenemos que correr más deprisa para seguir en el mismo lugar.La durabilidad del hormigón está determinada en gran medida por su deterioro con el tiempo, que se ve afectado por los cambios del medio ambiente. El Cambio Climático puede alterar este entorno, provocando una aceleración de los procesos de deterioro que afectarán a la seguridad y la capacidad de servicio de la infraestructura de hormigón en cualquier parte del mundo. El año 2020 fue testigo de temperaturas récord en el permafrost y desde el norte más frío vimos las consecuencias mecánicas del aumento de las temperaturas como noticia habitual.
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Considerar nuestros pies como nuestros cimientos físicos personales, o nuestra cultura como los cimientos sociales, igual que las zapatas o los pilotes lo son de nuestras casas y ciudades estratificadas en pisos y plantas ha venido siendo una metáfora habitual. Nuestra organización social también estratificada, con sus diferentes plantas, agricultura, industria, sectores sanitarios, de cuidados, cultura, educación, arte, tecnología, informática… tiene sus cimientos que también se sustentan sobre la Tierra. Es la minería la base sobre la que hemos podido construir nuestra compleja sociedad tecnológica e industrial.
Sabemos que sobrecargar los edificios con más plantas sin reforzar la parte más importante —aunque no la veamos porque está enterrada y casi ni la ignoremos—, los cimientos, puede poner en peligro la estructura al completo. Sabemos también que perturbar la propia tierra o roca que interactúa con esa base, puede provocar el colapso inminente de toda la estructura.
Esta metáfora geotécnica nos sirve para señalar que la base que sustenta nuestro modo de vida se ha visto tocada por una crisis que viene de muy lejos, pero que ha golpeado con una nueva ola llamada COVID-19. Sabemos lo difícil que es arreglar el cimiento por cuestiones de accesibilidad y economía, en comparación, al tejado, una ventana o el circuito de electricidad.
El país más grande del mundo, Rusia, vivió en pleno confinamiento dos estados de emergencia. En mayo de 2020 se solapó con la pandemia la mayor concentración de CO2 conocida por el Homo sapiens hasta la fecha, con 418 ppm (hace unos dos millones de años que los registros geológicos no muestran estas cifras; Homo sapiens no existía entonces) a pesar del parón económico. El mes más caluroso de la serie medida desde 1850 con 1,3 ºC por encima de la media preindustrial fundió el permafrost (que supone una cuarta parte de la tierra emergida del planeta) en Rusia. El hielo que se creía permanente en el subsuelo se descongeló y continúa aún su imparable licuación. Y no sólo lo hace liberando millones de toneladas de metano, retroalimentando el calentamiento global: Nordisk, uno de los mayores complejos mineros del mundo, vio hundirse sus depósitos de alimentación derramando al Ártico más de 20.000 toneladas de combustible.
Entonces Vladimir Putin se vio obligado a declarar el doble estado de emergencia. Sus infraestructuras y ciudades se hunden, literalmente; centrales nucleares, térmicas, minas, carreteras, puentes y varias ciudades de más de un millón de habitantes (en total unos ocho millones de personas) habían confiado en apoyar las cargas geotécnicas sobre la parte siempre congelada del suelo, pero ésta se funde sin solución y ahora es arena, limo y arcilla con agua. Dentro del Círculo Polar Ártico se alcanzaron en junio de 2020 temperaturas de 38 ºC en el aire y 45 ºC en el suelo; no se conocen registros semejantes en épocas anteriores. La segunda emergencia además de la pandemia, supone la revisión y refuerzo urgente de las infraestructuras del país más grande del planeta tras los vertidos de gasoil en Siberia y los imparables incendios que asolan la tundra desde hace años. Según estudios recientes la broma del permafrost puede costarnos más de 62 billones de euros.
Dado que el principal impulsor del mayor deterioro del hormigón también sucede en una dimensión química desde su interior, es la concentración de CO2 con la humedad y la temperatura el mayor catalizador en la aceleración de su prematura ancianidad. Se esperan aumentos en el riesgo de daños observados en obras e infraestructuras de hormigón a nivel internacional debido al aumento en la concentración de CO2 que actualmente aún estamos evaluando.
El impacto del Cambio Climático en el deterioro ya no puede ser ignorado, pero puede abordarse mediante nuevos enfoques en el diseño. Las estructuras de hormigón existentes, en cuyos proyectos no se hayan considerado los efectos del Cambio Climático, pueden deteriorarse más rápidamente de lo planeado originalmente. Autores como Xiaoming Wang, Mark G. Stewart y Minh o Nguyen han evaluado el problema en la Australia costera e interior, concluyendo que los riesgos de daño por corrosión inducida por cloruro aumentan en torno al 10% en ambos casos. Los resultados de sus estudios muestran que los daños fueron más sensibles con aumentos en el CO2 atmosférico. Dado que el mayor deterioro del hormigón armado se produce por la concentración de CO2 y la temperatura, apuntan los autores a que el aumento de los riesgos de daño a la infraestructura australiana también se observará para muchas infraestructuras de hormigón a nivel mundial.
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A estas mismas conclusiones llegan también por su parte autores como Emilio Bastidas-Arteaga, Alaa Chateauneuf, Mauricio Sánchez-Silva, Philippe Bressolette, Franck Schoefs y otros más que analizan el problema desde un enfoque estocástico. Su objetivo es estudiar la influencia del clima y el calentamiento global en la entrada de cloruro en el HA. La evaluación de la entrada de cloruro viene estudiando utilizando un modelo integral que tiene en cuenta principalmente los efectos de la convección, la unión de cloruros, la disminución de la difusividad del cloruro por el envejecimiento del hormigón, la temperatura y la humedad. Observan que las mayores probabilidades de iniciación de la corrosión corresponden a los ambientes marinos, en particular, para el ambiente tropical o el mediterráneo.
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Estrcutura de hormigón deteriorada. Fuente: Wikimedia Commons.
Estos resultados se explican por el hecho de que (1) las estructuras colocadas en ambientes marinos están expuestas a cloruros todo el tiempo y (2) temperaturas y humedades más altas aceleran la penetración de iones cloruro en la matriz del HA. La probabilidad de que se inicie la corrosión aumenta para las estructuras cercanas al mar. El comportamiento general indica que la reducción de la vida útil inducida por el calentamiento global es más significativa aún para las estructuras ubicadas en ambientes contaminados con cloruro lejos del mar. Los resultados también indican que el efecto del cambio climático es mayor para las estructuras ubicadas en entornos oceánicos conduciendo a reducciones de vida útil que oscilan entre el 2% y el 18%. Estos resultados enfatizan la importancia de incluir un modelo integral de ingreso de cloruros y justifican la implementación de contramedidas dirigidas a (1) reducir el calentamiento global de forma urgente y (2) minimizar el impacto del cambio climático en las estructuras de HA.
El desenlace será verde, pero de verdad
Desde que se aprobó el pasado mayo de 2020 el primer mecanismo de “Recuperación y Resiliencia” por la UE, podrían acabar en España cerca de 140.000 millones de euros. Tras ello proliferaron las declaraciones políticas e institucionales (también empresariales, por supuesto), de la conversión al mundo ecológico, verde, digital e inclusivo, Green New Deal e incluso cosas como el crecimiento verde… Estamos viendo en los medios y redes sociales, que dichas declaraciones provienen, sobre todo, de una buena parte de quienes llevan décadas ridiculizando, obstaculizando e incluso desprestigiando y atacando cualquier iniciativa que suponga reconocer los valores que vienen siendo señalados desde las asociaciones ecologistas, fundaciones que velan por el cuidado del medio que garantiza nuestras vidas, o incluso desde la misma sociedad civil, pretendiendo incluir de nuevo el desarrollo basado en el hormigón armado (verde) en sus itinerarios social-verdes.
Realmente la transición ecológica basada en el Dictamen SC/048 o los 17 ODS —pero de verdad, no esos sucedáneos— son ya la única salida posible a la crisis sistémica en que nos han metido quienes ahora se pintan de verde, pero no nos olvidemos que como colectivo, nos hemos dejado traer hasta aquí; todo iba bien para nosotros a costa de otros territorios, de otros cuerpos, otras vidas, hasta que nos cargamos a la gallina de los huevos de oro y la balanza se desequilibró en favor del hormigón. Para acceder a estos jugosos fondos, que ya son los más ambiciosos jamás aprobados en una sola tanda por Bruselas, cada Estado miembro debe elaborar un “Plan Nacional de Recuperación” coherente con la transición ecológica y digital, haciendo especial mención a Planes Nacionales de Energía y Clima, entre los que se destaca la nueva Ley de Cambio Climático española. Pero estos planes deberían incluir un cambio en nuestras maneras de producción de enorme relevancia, tal y como ya se presentaba cuando en 2015 comenzaron a saltar todas las alarmas y nacieron los 17 ODS.
Aunque la UE por fin se ha dado cuenta del gravísimo problema que estamos intentando resolver y del tránsito en declive que comenzamos —no sin caer en importantes contradicciones— al menos teóricamente se ha elegido el único itinerario factible para salir lo menos perjudicados posible: la Transición Ecológica, algo muy distinto de la puesta en escena de un Green New Deal cosmético, que es lo que estamos viviendo ahora mismo. Sin ningún miramiento podemos afirmar que su papel supone retrasar una transición ordenada, atrasando también así, de manera trágica, la curva de descenso, incluso hasta propiciarle tal inclinación que la última etapa de esta época de cambio sea un colapso.
Y en estos tiempos de crisis profunda es también cuando los trepas dispuestos a satisfacer a las grandes empresas sobran, y por eso salen mucho más baratos que hace una década, pues las consejerías de las grandes empresas energéticas o de telecomunicaciones que fueron propiedad de todas, ya están abarrotadas de decrépitos dinosaurios aparcados por los partidos que garantizan la continuidad del Estado del saqueo a las arcas públicas, sean los grandes partidos nacionales o los autonómicos de corte nacionalista. Sus mayores méritos fueron favorecer los flujos de riqueza y capital a alta velocidad española, desde las arcas públicas a las grandes corporaciones transnacionales.
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heidy21 · 4 years ago
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Mi práctica y el maravilloso mundo
Nos centramos en grandes resultados para la educación inicial en el contexto escolar, familiar, nutricional. Plan Nacional de Desarrollo 20018-2022, Ley de Infancia y adolescencia 1098 del año 2.006, Ley 1804 del 2 de agosto de 2016 por la cual se establece la política de estado para el desarrollo integral de la primera infancia (estrategia de cero a siempre), Manual Operativo del ICBF, Lineamientos primera infancia, Guía operativa para la prestación del servicio de Atención Integral a la Primera Infancia   Por otro lado, el ICBF con la estrategia de atención integral a la primera infancia nos resalta el trabajo planificado donde podamos promover y garantizar el desarrollo infantil involucrando a los municipios, comunidades, organizaciones, redes y familia los cuales también son responsables de la primera infancia en los territorios. Resumiendo lo anteriormente planteado y que el Ministerio de Educación Nacional define la educación inicial como un  derecho impostergable de la primera infancia y un estructurantes que busca potenciar de manera intencionada el desarrollo Integral de las niñas y de los niños partiendo de las particularidades del territorio que habitan, de sus individualidades y del respeto por sus creencias y por su cultura, aprovechando el entorno inmediato;  que el capítulo 1 del título II  de la Constitución Colombiana
C.D.I. Cafeteritos
plantea la atención integral como el conjunto de acciones intersectoriales del ámbito nacional y territorial, encaminadas a asegurar que en cada uno de los entornos en los que transcurre la vida de las niñas y los niños, desde la gestación y hasta los 4 años 11 meses, existan las condiciones humanas, sociales y materiales para garantizar la promoción de su desarrollo, involucrando la acción decidida del Estado, las familias y la sociedad
¿Qué es la atención integral?
Es un conjunto de acciones encaminadas a asegurar el acceso y permanencia de los niños y niñas desde la gestación hasta los 4 años 11 meses, garantizando que exista las condiciones humanas, sociales y materiales, asegurando los derechos a la educación inicial, atención, cuidado salud y nutrición con el propósito de garantizar la promoción de su desarrollo.
Corresponsabilidad Educativa
 Cuenta con padre, madre o cuidadores principales que lo acogen y ponen en práctica pautas de crianza que favorecen su desarrollo integral.  Vive y disfruta del nivel más alto posible de salud.  Goza y mantiene un estado nutricional adecuado.  Crece en entornos que favorecen su desarrollo.  Construye su identidad en un marco de diversidad.  Expresa sentimientos, ideas y opiniones en sus entornos cotidianos y estos son tenidos en cuenta.  Crece en entornos que promocionan sus derechos y actúan ante la exposición a situaciones de riesgo o vulneración.
 Su familia participa en procesos de formación.
 Asiste a las consultas para la detección temprana de alteraciones en el crecimiento y desarrollo.
 Tiene su esquema de vacunación completo para la edad.  Cuenta con afiliación vigente a salud en el Sistema General de Seguridad Social en Salud  Cuenta con valoración y seguimiento nutricional  Tiene acceso a colecciones de libros o contenidos culturales especializados en las modalidades de educación inicial en el marco de la atención integral.  Asiste a una unidad de servicio de las modalidades de educación inicial en el marco de la atención integral, cuyo talento humano está certificado en procesos de cualificación.  Cuenta con registro civil de nacimiento
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Impacto Social
Son espacios físicos, sociales y culturales donde habitan los seres humanos, en los que se produce una intensa y continua interacción entre ellos y el contexto que les rodea (espacio físico y biológico, ecosistema, comunidad, cultura y sociedad en general). Se caracterizan por tener unos contornos precisos y visibles, unas personas con roles definidos y una estructura organizativa.  Entorno hogar  Entorno salud  Entorno educativo  Entorno espacio público Otros específicos de cada contexto
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 Vínculo Familiar 
Dinámicas Familiares. • Vínculos afectivos: se identificó que 27 niños (as) tienen un lazo afectivo más fuerte con la progenitora, 1 con el progenitor (as) y 2 niños con sus abuelos. • Toma de decisiones: en este ítem se logró observar que en 12 familias el progenitor toma decisiones, 17 hogares la progenitora es quien toma las decisiones y 1 hogar el padrastro del beneficiario, esto bajo criterio de liderazgo familiar en 15 familias y 5 por la edad. • Actividades familiares: En cuanto a las actividades familiares se encontró que disfrutan compartir espacios de lectura contando historias y cuentos, cantando canciones en compañía de sus cuidadores y pasando el tiempo en diferentes juegos. • Resolución de conflictos: Se identifica que 17 de las familias resuelven los conflictos que se pueden presentar en la cotidianidad dialogando, 9 hablando y 4 brindando buen ejemplo, evidenciándose el manejo de la comunicación asertiva en cada uno de los hogares de los beneficiarios.
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 redes de apoyo.
 Se encontró que en 19 hogares de los beneficiarios cuentan con sus familias cuando se encuentra en crisis (económica, afectiva, social, entre otras) el hogar y 11 familias no tienen redes de apoyo.
La UDS Se encuentra ubicada al lado de la piscina municipal y cuanta con adecuadas instalaciones de infraestructura, no se encuentra en zona de deslizamiento, además cuanta con el espacio necesarios de acuerdo a la cantidad de beneficiarios asignados. La cobertura asignada al CDI son 30 de cupos, los niños y/o niñas beneficiarias son de las veredas más cercanas al municipio, pero en su mayoría son del casco urbano del municipio de Bituima. Se identifica que el talento humano cumple con lo establecido en el manual operativo en relación con los perfiles de cada cargo. • Coordinación Pedagógica:  Trabajadora Social estudiante de Derecho de Familia con experiencia en primera infancia de 4 años. • Apoyo Psicosocial. Profesional en Psicología, con tarjeta profesional vigente, experiencia en primera infancia de 2 años • Salud Y Nutrición: Aux. Enfermería con experiencia en primera infancia de 3 años. • Docente: Técnico En Primera Infancia con experiencia de 2 años en primera infancia • Auxiliar Pedagógica: Técnica en Primera Infancia sin experiencia.
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Gestión educativa.
Objetivo o intencionalidad Estrategia Acciones Responsables Recursos Tiempos Mecanismos de     seguimiento y evaluación Coordinar y armonizar acciones del Estado relacionadas con la nutrición, salud, formación y acompañamiento a las familias de los niños y niñas de 0 a 5 años; de acuerdo con las características, necesidades, demandas y atenciones. 1.Implementación de talleres y/o capacitaciones de manera lúdica. 2. Gestiones de articulación con entidades de salud (EPS e IPS). 1.Consolidar y realizar talleres de acuerdo a la necesidad de las familias. 2. Gestionar mediante solicitudes formales priorización en atenciones de salud. Coordinadora Pedagógica
Profesional psicosocial.
Profesional en salud y nutrición. Profesional psicosocial. Coordinaciones pedagógicas. Profesional en apoyo en salud y nutrición. Computador, hojas, impresora, esferos. Taller a familias: Febrero – diciembre de 2021.
Articulación interinstitucional: Según la demanda de las necesidades de los usuarios durante febrero y diciembre. Actas de reunión, listado de asistencia y registro fotográfico.
Oficios con radicado.
Promover espacios familiares y talleres en donde se fortalezcan los vínculos afectivos, el cuidado, la crianza, la seguridad, la educación y el desarrollo integral de los niños y niñas Implementación del plan de formación a familias centrados en temáticas acordes a las necesidades identificadas mediante el diagnostico situacional y de las necesidades identificada en las evaluaciones trimestrales. Realizar talleres lúdico- pedagógicos Coordinadora Pedagógica
Profesional psicosocial.
Profesional en salud y nutrición. Profesional psicosocial. Computador, hojas, impresora, esferos. Taller a familias: Febrero – diciembre de 2021. Actas de temas de formación a familias ejecutadas, listados de asistencias y registro fotográfico.
Informe de evaluación y retroalimentación de las formaciones a familias ejecutadas.
Orientar, acompañar y remitir a las familias con necesidades especiales dentro de sus dinámicas familiares. Desarrollar el plan de acompañamiento familiar de acuerdo a las necesidades de la familia. Realizar talleres lúdico- pedagógicos Apoyo Psicosocial - Apoyo en salud y nutrición- Coordinación. Profesional psicosocial. Computador, hojas, impresora, esferos. Plan de acompañamiento a familias: Febrero a Diciembre (Esto se facilita en demanda de las necesidades de las familias). Formatos de Visitas sociofamiliares.
Plan de acompañamiento familiar.
Promover y fortalecer las acciones de control social con la participación de las familias Promoción de prácticas de control social y veeduría en la ejecución del contrato de manera mensual Visitas de comité de control social Integrantes de comité de control social. - Apoyo Psicosocial - Coordinación. Profesional psicosocial. Computador, hojas, impresora, esferos. Visitas de comité de control social: Febrero – diciembre 2021. Formatos de visita de control social ejecutada por el comité.
Formato de acciones de mejora cuando se presenten observaciones y recomendaciones por parte del comité de control social durante sus visitas.  participación de la mesa técnica de primera infancia, infancia, adolescencia, familia y fortalecimiento familiar y en Concejo de Política Social y otras instancias como solicitudes de acompañamiento en alguna temática a trabajar con las familias.
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ardeportal · 4 years ago
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Navidad con Arde - música para amenizar las fiestas.
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En el mejor estilo “Navidad con las Estrellas” - en Arde celebramos esta fecha tan especial con una selección de música navideña. ¡Dejanos tus favoritos en los comentarios o en la encuesta de Instagram!
Por Ginny Lupin.
La Navidad es inherentemente musical. Más allá de sus raíces en la religión Cristiana, la celebración adquirió hace tiempo el estatus de festejo popular - una excusa para reunir a los seres queridos y compartir un momento, que inevitablemente debe ser musicalizado. Es por eso que los villancicos y canciones con temática navideña constituyen un fenómeno a nivel mundial; temas originales, versiones y remixes adueñándose de los parlantes durante todo Diciembre.
Si llegaron hasta ésta altura de la nota esperando escuchar a Mariah Carey o Michael Bublé, quedan los links a disposición; al fin y al cabo el espíritu de Arde no es negar el mayor número 1 de la historia de los charts de Diciembre - o al rey de la Navidad en persona. Zanjado lo obvio, aquí nuestra selección musical para la jornada: 
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En casa conservamos la tradición de armar el arbolito el 8 de Diciembre (o casi, la puntualidad redefinida en un año tan particular). La decoración es un ritual en si mismo - y abarca no solo los chirimbolos sino referencias navideñas en  distintos sectores de la casa. Tan extensa tarea no puede realizarse sin música, y para mi madre (gran cultora del género musical navideño e inspiración para este fragmento de la selección) la playlist consiste de: 
1. A Jolly Christmas from Frank Sinatra (1957) El tercer álbum de estudio de la voz más influyente del siglo XX fue Christmas Songs by Sinatra (1948), una selección de 8 clásicos navideños. 9 años más tarde llegaría su primer larga duración navideño -  ésta vez con 12 canciones. Posteriormente se reeditó en más de una ocasión, agregando nuevos tracks y masterizando los originales para optimizar el sonido. Sinatra es, como poco, atemporal; y los clásicos navideños en su voz son un regalo al oído. 
Plus, está en Spotify Frank Sinatra & Nat King Cole - Christmas Songs (Remastered) un compilado a cargo de ambos músicos que debería venir de regalo con las canastas navideñas.
2. Under the Mistletoe - Justin Bieber (2011)
Acá no se discrimina al pop, mucho menos si el resultado es tan disfrutable como éste. Under the Mistletoe es el segundo disco de estudio de Bieber (quizás, trazando un paralelismo, ¿la voz más vapuleada del siglo XXI?). Lo cierto es que el canadiense no se dejó intimidar por su compatriota Bublé, y nos regaló 15 temas que ambientan a la perfección ésta época del año. 6 originales (el single Mistletoe vino con videoclip de yapa y Fa La La junto a Boyz II Men tiene todo para ser un clásico), una versión muy dulce de Silent Night y el infaltable dueto de All I Want For Christmas junto a la versión femenina de Papá Noel - Mariah Carey. Infaltable en la cuenta regresiva para las 12. 
3.  The Little Drummer Boy (Peace On Earth) - Bing Crosby & David Bowie (1977/1982)
En Septiembre de 1977 David Bowie acordó participar del especial de televisión Bing Crosby’s Merrie Olde Christmas - que incluía no sólo música en vivo, sino diálogos guionados y toda una puesta en escena a cargo del cantante y comediante. De acuerdo a Bowie, su presencia en el programa fue condicionada por su madre, a quien le gustaba Crosby; sin embargo, la grabación no fue sencilla - el Duque Blanco renegaba ante la idea de cantar Little Drummer Boy - por lo que finalmente los guionistas incluyeron Peace on Earth como parte del acto.  Crosby falleció apenas un mes después de la icónica colaboración, y el especial vio la luz en Noviembre de ese año. Sin embargo, Little Drummer Boy (Peace On Earth) no fue lanzado como single hasta 1982 - convirtiéndose en un éxito en ventas a lo largo y ancho del mundo. Una joyita. 
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4. Frosty The Snowman - The Ronettes (1963)
Phil Spector es - más allá de su vida personal - una de las grandes figuras de la música de los 60. ¿Cuántos grandes discos no habrían sido posibles sin la mano mágica del productor?. Por suerte no tenemos que averiguarlo.  Una de sus producciones más ignoradas es A Christmas Gift for You from Philles Records - un disco navideño a cargo de los artistas con quienes trabajaba a principios de la década.  Entre los 13 temas destacamos esta versión de las Ronettes, la girl band del momento y precursoras absolutas de fenómenos posteriores como lo fuera Destiny’s Child. Como dato de color, su vocalista líder Veronica Bennett se casaría en 1968 con Spector, tras un largo romance. Dejando todo en familia, el tema es prueba irrefutable de la buena dupla entre cantante y productor - al menos dentro del estudio. 
5.  Elvis' Christmas Album  - Elvis Presley (1957)
Y si, el Rey tenía que ser parte de la lista. Elvis' Christmas Album - reeditado posteriormente como It's Christmas Time es su tercer álbum de estudio y el primero de dos navideños (seguido de Elvis Sings the Wonderful World of Christmas de 1971). No hay mucho para decir, más allá de la privilegiada voz del referente del rock and roll. Especial atención a “O Little Town of Bethlehem”, quizás no tan conocido pero no menos significativo en el catálogo de clásicos navideños. 
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Punk Goes Christmas
Me pareció graciosísimo el guiño a los compilados pop punk del sello Fearless Records que escuchábamos hasta el hartazgo en los early 2000 - pero resulta que la edición navideña de “Punk Goes...” existe. Queda link también para la nostalgia. Lo que importa es que el punk, los derivados y sus piedras fundacionales tienen también lugar en la temporada navideña. 
6. Father Christmas - The Kinks (1977)
El single del grupo inglés (que nos tiene al borde de la silla con la promesa de una reunión hace ya unos añitos) fue escrito por Ray Davies y publicado como lado A junto a Prince of the Punks.  Responsables de una lista interminable de clásicos en la época de la invasión británica y el boom del rythm and blues; los Kinks son considerados por muchos como antecesores y/o padres fundadores del punk. La teoría cobra fuerza con este tema navideño que cuenta la historia de un Papá Noel de tienda que es atacado por una horda de niños exigiendo dinero en lugar de regalos. Crítica social, rebeldía, violencia y (aún así) espíritu navideño. Salú por los Davies. 
7. Merry Christmas (I Don’t Want to Fight Tonight) - The Ramones (1989)
La voz de Joey es sorprendentemente navideña, puesta en el contexto de los cascabeles y campanitas que ambientan el último tema del onceavo álbum de estudio de la banda - Brain Drain (un disco especial por ser el último con Dee Dee en bajo, y el primero desde el regreso de Marky a la batería).  El tema y su videoclip abordan una problemática consistente en las grandes reuniones familiares: las discusiones absurdas. Ya saben - si el ambiente se pone tenso en la mesa, no hay nada que un poco de Ramones no pueda solucionar.
8. Merry Christmas, Kiss My Ass - All Time Low (2011)
¡Cómo zafamos de las despedidas de año laborales en este 2020!. Una buena tenía que haber.  Desembarcando en el pop punk, All Time Low es responsable de un tema navideño fresco y divertido - corazones rotos y bronca a lo “día de furia” siendo una fórmula sorprendentemente infalible para un villancico moderno. Miren el video - nada más para decir. 
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9. Happy Xmas (War Is Over) - John & Yoko (1971)
John Lennon, Yoko Ono y el Harlem Community Choir dieron el broche final al extenso trabajo de activismo por la paz de la pareja, de la mano de una canción de protesta navideña. El séptimo single de Lennon tras la separación de los Beatles, la canción llegó al número 1 en el Reino Unido tras su lanzamiento (un año más tarde que en Estados Unidos debido a interminables luchas por los derechos); y fue un paso más en la estrategia del músico por esparcir su mensaje político “endulzado con un poco de miel”. 
Recomendado, en adición al original, la versión del también británico Jake Bugg para el Christmas Lounge de la BBC en el año 2013. 
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10. Last Christmas - Wham! (1984)
Dudé en incluirla porque es el típico tema que escuchamos hasta el hartazgo mientras elegimos frutillas en la góndola del super - ya desde la última semana de Octubre. Pero es un temazo, y para mi pelea cabeza a cabeza el título de mejor tema navideño junto a Let It Snow.  Escrita por George Michael en su cuarto de la infancia mientras visitaba a sus padres, el músico se encargó también de la producción y ejecución de cada uno de los instrumentos durante la grabación. “Bittersweet” la describirían los anglosajones - tiene la alegría de lo navideño y ese sabor amargo de el amor no correspondido. Una belleza.
Desde Arde les deseamos ¡muy feliz Navidad!. A disfrutar de las celebraciones con buena música y responsabilidad. Cuidarnos entre todos en estas semanas nos garantiza una rápida vuelta a la actividad para el sector musical.  
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wepurge-rpg · 5 years ago
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Recursos para escribir adecuadamente
Hace un par de años mandé un submit similar. Considero que siempre es bueno tener esto presente para quienes quieran mejorar. Si a esto le agregan buena redacción y ortografía serán los dioses del rol.
1. El dialogo se marca en una raya larga “—”, pegada al dialogo inicial.
—Hola, ¿cómo estas? —Preguntó.
2. Pensamientos. Existen dos formas de redactarlos: Directo e indirecto. El directo se marca entre comillas angulares o hispanas “«…»”, el método indirecto se señala en la narración. 
«Debo darme prisa», pensó Juan.
Juan pensó que debía darse prisa.
3. Las puntuaciones van después de los caracteres especiales. (Nota donde están los puntos y comas)
—Necesito oírte decirlo —demandó.
—No puedo —respondió—, No puedo hacerlo.
(Incluye paréntesis), «y todo tipo de comillas».
4. Los números ordinales siempre van escritos en letra.
Primero, segundo, tercero…
5. Los números cardinales van en letra siempre que no se necesiten más de tres palabras.
Sesenta y tres, sesenta y cuatro. Dos millones.
6. Cifras de cuatro números van juntos. Esto aplica a fechas.
2017, 2770, 3404…
7. Números con más cifras se ponen separados y sin puntuación.
1 990 877, 400 966…
8. Las horas se señalan con letra, las fechas en numero y sin puntuación.
Las cuatro y media de la tarde.
25 de Diciembre de 2010
9. Si cifras pequeñas coinciden con cifras grandes en un mismo párrafo, se recomienda poner todo en números.
Ernesto cumplirá 35 años el 14 de Junio de 1987.
10. Porcentajes bajos se señalan con letra, los altos, en número.
Hubo un incremento de dos por ciento.
Incrementó un 70% el año pasado.
11. Las cursivas se usan para: Énfasis, ironía, palabras extranjeras, palabras coloquiales o deliberadamente mal empleadas y títulos (películas, libros etc).
Eres un idiota. (Énfasis).
¡Pero qué buen trabajo! (Ironía).
Ella tiene un je ne sais quoi. (Extranjeros).
Andas bien peláo, mano. (Coloquial).
Como dijo Peña: Infrastrochor. (Mal empleadas).
Cien Años de Soledad. (Títulos)
12. Las comillas se pueden emplear en todos los casos anteriores excepto énfasis; cuestión de gustos. No obstante, si se habla del titulo de un capitulo de libro se prefiere comillas.
Percy Jackson y El Ultimo Olímpico. “Mis galletas se queman”
13. Existen tres tipos de comillas: Angulares («…»), inglesas (“…”) y simples (‘…’). Si tus diálogos van en comillas o tu texto requiere comillas dentro de las que ya usaste, solo cambia el tipo de comillas, preferentemente a las simples.
«Eric y sus ‘negocios’», pensó Karina.
14. Las comillas se pueden usar para apodos o alias. 
Curco “Escopetas Locas” Vein
15. Luego de un signo no se pone punto, solo comas o punto y coma. Nunca un punto, el signo ya lo incluye.
¿Qué sucedió?, no me di cuenta.
¿Qué sucedió?; no me di cuenta.
16. Varias interrogaciones se separan por comas si se considera una misma oración, si se les considera independientes no se puntúa y aplica mayúsculas.
¿Cómo te llamas?, ¿qué edad tienes?, ¿dónde vives?
¿Quién te lo dijo? ¿Quieres sentarte? ¿Por qué no lo dijiste?
17. Las exclamaciones (¡…!) aplican la misma regla y pueden mezclarse de las siguientes formas.
¡¿Carajo, cuándo pasó?!
¡Carajo!, ¿cuándo pasó?
¡Carajo, cuándo pasó?
18. Combinar puntos suspensivos con signos. Se pueden poner inmediatamente antes o después de un signo. (aplica para ¡...!)
¿Recuerdas esa vez que...? No, mejor olvídalo.
¿Recuerdas esa vez que?... No, mejor olvídalo.
19. Aplica igual para otros signos de puntuación.
Cuando consigas los planos, los números, las locaciones..., me avisas.
Solo hacen falta algunos sillones, cuadros, mesas...; se verá como una casa entonces.
Si lo analizamos...: es mejor el otro método.
20. Los puntos suspensivos no se combinan con puntos finales. Si los tres puntos finalizan la oración, ahí queda.
Necesito crema, arroz, chocolate... Hey, ¿estás poniendo atención?
21. No obstante, se pueden usar puntos suspensivos después de una abreviatura.
Algunos ejemplos de abreviaturas son pág., cód., admón.... ¿Quedó claro?
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thegirloftheharmonica · 6 years ago
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Regalos de Navidad para @heathclifflinton
1.Kit completo para construir tu propio R2-D2 de madera. Además, podrás darle un estilo personal como recién salido de los pantanos de Dagobah Contiene un fabuloso libro con información privilegiada sobre el droide más querido de las gran pantalla. Esta edición de lujo explora las aventuras más asombrosas de RD-D2 y las increíbles habilidades que han hecho de él, un inestimable aliado contra las fuerzas del mal. Contiene también información privilegiada que revela cómo se llevó al droide al cine y un gran número de espectaculares imágenes de Star Wars®. En tres sencillos pasos (desmontar las piezas extraíbles, ensamblarlas según las instrucciones y personalizarlo después) podrás construir tu propio modelo de madera R2-D2 coleccionable.  Contiene una lámina de madera con certificado FSC, cortada con láser, con piezas fácilmente extraíbles. No necesita pegamento ni otras herramientas. Es ecológico. Se incluyen partes de repuesto. Está encuadernado en tapa dura. Tiene 32  páginas.
2.Loco por Starwars. Es el libro que más entusiasma a los fans de la saga más famosa de las galaxias. Con él pondrá a prueba sus conocimientos sobre "una galaxia muy, muy lejana". 2.500 preguntas de películas, rodajes y material de la saga clásica. Para salir de dudas y zanjar debates, al pie de cada página, hay un código de respuestas que permite resolver fácilmente esta increíble cantidad de preguntas.Tiene 320 páginas.
3.Mini kit para parejas traviesas.
69: El juego erótico para parejas traviesas. Un juego para sacar tu lado más sexy y provocador. Tira los dados, coge una tarjeta y realiza la “actividad” con tu pareja. No todos los días te encuentras con retos como inventar una conversación en un teléfono erótico, simular una escena de una peli porno, convertir tu cuerpo en un recipiente de helado y toppings variados para que tu pareja te meriende o hacerlo rodeados de espejos.  El juego dará muchísimas ideas más y por supuesto el que pierde se va quitando prendas ¿O es el que gana?
El Talonario para Parejas Traviesas: Cada cheque es un vale por un regalo de esos que no tienen precio como darse una duchita juntos, saber algo muy íntimo sobre el otro, hacerlo en un lugar público, cumplir una fantasía sexual o "estrenar mueble" y no nos referimos a comprarlo... 24 cheques para atreverse a todo, 12 en cada lado del talonario. Bote de "Paracetelamol": gominolas  con calentonina y desenfrenol para provocar unas ganas irrefrenables de hacer el salto del tigre.
4. Spoilers. Juego de mesa que sacará el cinéfilo que lleva dentro. En esencia es un juego de apuestas, en el que se ganan puntos de dos formas: cuando aciertas la respuesta correcta, con el rol de “cazador de spoiler”, o cuando consigue engañar al resto de jugadores para que elijan su respuesta incorrecta, si es el jugador “spoiler”. Como es un juego de tirarse faroles, el resto de los jugadores pueden creerle o no.  Mediante un ingenioso sistema de apuestas el resto de jugadores deberán ganar puntos adivinando cual es la escena real de la película. Luces, cámaras… ¡Acción! Es un juego muy dinámico y tiene una duración bastante ajustada, que depende del número de jugadores (unos 10 minutos por jugador). Viene con un montón de cartas de preguntas sobre el póster o el trailer de películas conocidas o sobre la historia de películas de serie b totalmente desconocidas. Éstas últimas son las cartas más divertidas. ¡Puede encontrar títulos de lo más estrambótico y descabellado entre ellas! Está pensado para 3-6 jugadores El tiempo de cada partida oscila entre 20-50 minutos
5.Llaveros espadas láser gemelos.
6.Colgante latido del corazón. Por aquel electrocardiograma con el que Heath se declaró a Angie.
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thinkwinwincom · 2 years ago
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Argos cierra la temporada regular con la supremacía de GSC en juego
Argos cierra la temporada regular con la supremacía de GSC en juego
Sentado en lo más alto de la mesa de conferencias de Southern Bay, el equipo de fútbol femenino de la Universidad de West Florida tiene mucho que jugar de cara al último fin de semana de la temporada regular. Con un récord de 10-1 en el juego de equipo, el sembrado número 12 Argos podría sellar el título de la temporada regular de GSC y el primer sembrado en el próximo Campeonato GSC con un par…
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tarlos-spain · 3 years ago
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Februwhump Día 12 - Bebida con droga
Título: Te hicieron daño y me obligaron a mirar
Fandom: 9-1-1 Lone Star
Characters: Carlos Reyes, TK Strand, Owen Strand, Gabriel Reyes, Tommy Vega, Judd Ryder
Resumen: “¿Hola, TK, eres tú?”
“Grace, sí. Se han llevado a Carlos, nos han drogado y se han llevado a Carlos. Ha ido al baño y se lo acaban de llevar. Yo… había algo en la bebida, algo me ha metido algo o… no sé, a lo mejor alguien me ha dado algo y he recaído pero…”
“TK, cariño, necesito que te calmes. Estoy segura de que no has tomado nada. Así que respira y cuéntame dónde estás y qué es lo que ha pasado.”
“No puedo. La cabeza… me está matando y no puedo pensar. Carlos… se lo han llevado,” repitió de nuevo TK cada vez más atontado, mareado y sin ser capaz de concentrarse en nada.
Tenía demasiadas cosas en la cabeza: Carlos, la droga, su cuerpo, el local que daba vueltas, las voces a su alrededor… hablaban de él, pero eran muchos y no era capaz de concentrarse ni siquiera en la voz de Grace.
“TK… TK… ¿sigues ahí?"
“¿Hola, TK, eres tú?”
Capítulo 01
En cuanto terminó la canción, Carlos rodeó la cintura de TK y le dio un besó en el cuello. Era su canción, o por lo menos así lo habían decidido un día, porque todo el mundo les preguntaba cuál era su canción y parecía casi una ofensa para cualquiera cuando decían que no tenían ninguna .
Ahora esa canción de X Ambassadors se había convertido en su canción.
TK rodeó el cuello de su novio y le dio un largo e intenso beso mientras los dos reían.
“¿Qué estáis celebrando, muchachos?” les preguntó el camarero, James, que había visto su relación crecer desde aquella primera noche en la que habían bailado juntos. “¿Suenan campanas de boda?”
Los dos se miraron y se dieron cuenta de que el otro se ruborizaba. No era la primera vez que hablaban de boda, pero todavía sonaba a algo lejano. Aunque llevaban viviendo más de un año juntos y tenían intención de pasar la vida juntos, TK todavía tenía pánico al tema de la boda y Carlos no quería presionarle.
“Nada de eso. No,” dijo Carlos. “Un sábado por la noche que los dos tenemos libre. Eso sí que es algo para celebrar.”
“Y que lo digáis, con los turnos que tenéis. ¿Cómo hacéis para veros?”
“Se puede decir que hacemos magia.”
Estaban felices, las vacaciones se acercaban, habían decidido un viaje, TK quería enseñarle a Carlos New York, pero no la que conocían todos los turistas, sino la suya, sus lugares favoritos, esos rincones donde había pasado la infancia. Austin era su casa ahora, pero New York siempre tendría un lugar especial en su corazón a pesar de todo lo que había ocurrido.
“Entonces eso hay que celebrarlo,” dijo James, poniendo dos vasos sobre la barra delante de ellos. “Un té frío para el paramédico del año y una cerveza rubia para el mejor policía de este bar.”
Le dieron las gracias, cogieron los vasos y regresaron a la mesa.
Habían decidido rechazar la invitación de sus amigos de salir todos juntos. Querían y necesitaban, por una vez, estar solos. Hacía mucho que no disfrutaban de una verdadera cita.
No habían tenido mucho tiempo solos durante los últimos días y querían disfrutar aquella noche al máximo. No pedían mucho en realidad, una noche tranquila, estar juntos y solos, no recibir ninguna llamada de emergencia que les hiciera ir corriendo al trabajo porque el mundo se terminaba y tomar un par de copas que en su caso se traducía en té frío para TK o agua mineral, y tal vez una cerveza para Carlos y luego algún refresco.
Desde que habían comenzado a salir, Carlos apenas bebía. Siempre le había dicho que el alcohol no era lo suyo, pero TK se preguntaba si lo decía en serio o si lo hacía para que él no se sintiera mal.
Era la primera vez que salía con alguien que hacía algo así por él. Alex siempre había bebido. Le había preguntado si le parecía bien cuando comenzaron a estar juntos y cuando TK le dijo que no había problema, cuando salían Alex bebía como el que más.
El sacrificio de Carlos, ya fuera porque no le gustaba realmente beber o porque lo hacía por él, era una de las cosas que nunca tendría bastante tiempo de agradecerle.
Cuando Carlos se levantó sin avisar, TK le miró con sorpresa. “¿Vas a por otra?” le preguntó.
“No, no,” Carlos le calmó. “Voy al baño un momento, pero si quieres otra tú, puedo traerte un té.”
“No, estoy bien. Pero, escucha, que si quieres otra, deberías beberte otra.”
“Que estoy bien,” Carlos le insistió, aunque su voz sonaba un poco apagada.
“¿Estás seguro? Sabes que no me importa si bebes.”
Carlos le agarró de la mano y tiró de él para darle un beso.
“Cursilada de la noche… Lo único que quiero beber de verdad son tus labios, pero hasta que lleguemos a casa no puedo hacerlo como yo quiero.”
TK carraspeó y se mordió el labio.
Había pocas cosas que aceleraran más el corazón como las insinuaciones relacionadas con el sexo que le decía Carlos.
“Vale, entonces voy al baño y nos vamos a casa porque esa bebida sé cómo preparártela.”
Carlos volvió a tirar de él y le dio un nuevo beso, más largo, más profundo y húmedo que el anterior.
“No tardes.” le susurró al oído.
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joseandrestabarnia · 3 years ago
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Inventario: 1978/71/1
Clasificación Genérica: Escultura; Materiales pétreos
Objeto/Documento: Estatua
Título: Estatua de Nectanebo
Materia/Soporte: Granito [Las restauraciones están realizadas en otras piedras diferentes de la original. Hasta tres diferentes en total]
Técnica: Tallado
Pulido
Dimensiones: Altura = 100 cm; Anchura = 38 cm
Descripción: Estatua de Nectanebo I, primer faraón de la Dinastía XXX, arrodillado y sujetando una mesa de ofrendas. La escultura ha sido restaurada en varias ocasiones: la cabeza no corresponde a la estatua original y parte de las inscripciones de la basa se han copiado. Procede seguramente de Hermópolis-Baqlieh, ya que en la inscripción del pilar dorsal aparece mencionada esta localidad junto con Osiris-Merity, divinidad principal de la misma, aunque pronto pasó a Italia donde posiblemente fue instalada en un Iseum. Las inscripciones mencionan la titulatura completa del faraón con los cinco nombres del soberano.
Iconografia: Nectanebo I/Jeperkare
Inscripciones/Leyendas: Dos columnas en el pilar dorsal y una línea de inscripción, Talla (Grabado), JEROGLÍFICO, Egipcio, NOMBRE Y TÍTULO
(Texto completo del pilar dorsal: El Horus el fuerte de brazo, El rey del Alto y del Bajo Egipto, El de las Dos Damas Aquel que embellece el doble país, El Horus de Oro, El que hace lo que desean los dioses Jeper-ka-Re, el hijo de Re, el señor de las apariciones, Nectanebo, que viva eternamente, amado de Osiris-Merity, rey de los dioses, gran dios, señor del cielo, que está en Bah, dotado de toda vida, toda estabilidad y dominio, toda la salud y toda la alegría como Re eternamente.) [Titulatura completa de Nectanebo I en la columna derecha del pilar dorsal. La columna izquierda menciona la ciudad de Hermópolis Baqlieh y a su divinidad principal Osiris -merity. En la titulatura los jeroglíficos de rey del Alto y del Bajo Egipto (nsw bit) están desplazados del lugar habitual y se hallan delante del nombre de las dos damas.
Conservación del Texto: PARCIALMENTE PERDIDO (DE FORMA NATURAL)]
Datación: 380[ac]-362[ac]
Contexto Cultural/Estilo: Nectanebo I
Baja Época (Egipto)
Lugar de Producción/Ceca: Bajo Egipto
Lugar de Procedencia: Italia (Europa): Templo isíaco
[Procede probablemente de Roma y, como en el resto de las esculturas egipcias de la colección de Cristina de Suecia, de Villa Albani]
Historia del Objeto: Perteneció a la colección de Cristina de Suecia. Llegó a España en el siglo XVIII formando parte de la colección que Felipe V e Isabel de Farnesio adquirieron en Roma a Livio Odescalchi. Se conservó en el Museo del Prado hasta el año 1979, fecha en la que ingresó en el Museo Arqueológico Nacional.
Forma de Ingreso: Depósito
Fecha de Ingreso: 22/12/1978
Catalogador: Antigüedades Egipcias y Próximo Oriente
Información de la web del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, imágenes mías.
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verdadpresenteadv · 4 years ago
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{JUAN - 12.}—{REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS.}—{Sábado, 17 de julio, 2021.}— Jesús defiende a María (la hermana de Lázaro) por ungir sus pies con perfume de nardo puro, como una ofrenda de amor para Él, y le dijo que su acción de amor perduraría en el tiempo, y esto se ha cumplido.
◇◇◇ [v.1-8] María, la hermana de Lázaro, había sido la mujer que había sido liberada de la esclavitud del pecado, que trae un frasco de alabastro y lo quiebra, derramándolo sobre la cabeza de Jesús para ungirlo para su sepultura. Esto ocurrió en Betania, a tres kilómetros de Jerusalén.
◇◇◇ [v.9-11] MAQUINACIONES. Los malvados líderes judíos además de planear matar a Jesús, hicieron un complot contra la vida de lázaro; y fueron a la fiesta en casa de Simón el fariseo que había sido sanado de la lepra. La gente se reúne allí para ver también a Lázaro, el que había resucitado. Y los principales sacerdotes deciden matar a Lázaro junto con Cristo porque muchos de la multitud ya empezaban a creer en Jesús.
◇◇◇ [v.12-19] LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN. Allí es aclamado como Rey en la última semana de su vida. Con todo y que fue Jesús aclamado con Rey, la historia dice que la gran mayoría lo rechazó. Esto significaba que ellos no querían que reinara sobre sus vidas como lo dice la parábola de las diez minas (Luc.19.14). ¿Tú lo aceptarás hoy como el Rey de tu vida antes que sea demasiado tarde para ti? Hoy es el día de salvación. Es hoy.
◇◇◇ MULTITUDES ACLAMAN A CRISTO AL ENTRAR TRIUNFALMENTE EN JERUSALÉN. El Sanedrín no pudo contener la avalancha de “hosannas” que el pueblo rendía en alabanzas a Cristo el Señor. "Los dignatarios del templo quedan mudos de asombro. ¡Dónde está el jactancioso poder de sacerdotes Y gobernantes sobre el pueblo! Las autoridades habían anunciado que cualquiera que reconociera a Jesús como el Cristo sería expulsado de la sinagoga y privado de los sagrados privilegios de ella. Sin embargo, aquí está la multitud entusiasta que prorrumpe en hosannas al Hijo de David y recita los títulos que le fueron dados por los profetas..." [3SP 14-15]. [EGW].
◇◇◇ "Cuando los fariseos y gobernantes recuperaron el habla, murmuraron entre sí: "Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él". Pero pronto se liberaron del efecto paralizante del extraño espectáculo que habían contemplado, y trataron de intimidar a la multitud amenazando con acusarla ante las autoridades civiles de levantar una insurrección." [3SP 14-15]. [EGW].
◇◇◇ [v.20-26] EL SACRIFICIO DE JESÚS TIENE ALCANCE UNIVERSAL. Sólo la muerte de Cristo puede proteger al universo entero, para que el pecado nunca más vuelva a entrar a ningún otro mundo ni hacer el daño que nos hizo a nosotros los habitantes de la tierra. Muchos de los líderes religiosos judíos de la época rechazaron esta salvación tan grande, pero personas de otras naciones, entre ellos unos griegos, dan gloria a Dios, creyendo, buscando a Jesús para hablar con Él, y oír su mensaje.
◇◇◇ [v.27-36] JESÚS ANUNCIA SU MUERTE Y EXPLICA EL MARAVILLOSO RESULTADO DE SU SACRIFICIO. En el encuentro con los griegos, Cristo predice su muerte, y que su sacrificio en la cruz se convertiría en el centro del mundo y en un imán de amor para atraer a la raza humana pecadora, y también a ti y a mí.
◇◇◇ ALGUNOS INVESTIGARON, HASTA QUE HALLARON EN LA ESCRITURA REFERENCIAS SOBRE CRISTO. "Nunca antes fue Jesús tan ampliamente conocido como cuando colgaba de la cruz. Fue levantado de la tierra para atraer a todos hacia Él. En los corazones de muchos que contemplaron esa escena de la crucifixión y que oyeron las palabras de Cristo, brillaría la luz de la verdad. Proclamarían con Juan: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo»." [MS 45, 1897]. [EGW].
◇◇◇ "Hubo quienes nunca descansaron hasta que, escudriñando las Escrituras y comparando pasaje con pasaje, comprendieron el significado de la misión de Cristo. Comprendieron que el perdón gratuito lo daba Aquel cuya tierna misericordia incluía al mundo entero. Leyeron las profecías concernientes a Cristo y las promesas tan generosas y plenas que indicaban un manantial abierto para Judá y Jerusalén." [MS 45, 1897]. [EGW].
◇◇◇ DEBEMOS ESTUDIAR TODAS LAS VERDADES DE LA BIBLIA A LA LUZ DE LA CRUZ. "El sacrificio de Cristo como expiación por el pecado es la gran verdad alrededor de la cual se agrupan todas las otras verdades. Para entender y apreciar debidamente toda verdad de la Palabra de Dios, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, debe estudiarse a la luz que fluye de la cruz del Calvario y en relación con la maravillosa verdad central de la expiación del Salvador. Los que estudian el admirable sacrificio del Redentor, crecen en gracia y conocimiento." [MS 70, 1901]. [EGW].
◇◇◇ "Presento ante vosotros el grande y magnífico monumento de misericordia y regeneración, salvación y redención: el Hijo de Dios levantado en la cruz del Calvario..." [MS 70, 1901]. [EGW].
◇◇◇ LA CRUZ FUE PLANTADA ENTRE LA TIERRA Y EL CIELO PARA SALVACIÓN HASTA LO ÚLTIMO DE LA TIERRA. "Cuando Cristo vino a este mundo, encontró que Satanás tenía todo como él quería. El adversario de Dios y del hombre pensaba que era sin duda el príncipe de la tierra; pero Jesús... Vino a redimirlo de la maldición del pecado y del castigo de la transgresión, para que el transgresor pudiera ser perdonado. Plantó la cruz entre el cielo y la tierra, entre la divinidad y la humanidad; y cuando el Padre contempló la cruz, quedó satisfecho. Dijo: «Es suficiente, la ofrenda es completa». Dios y el hombre pueden reconciliarse. Los que han vivido en rebelión contra Dios pueden llegar a reconciliarse si, cuando ven la cruz, se arrepienten y aceptan la gran propiciación que Cristo ha hecho por sus pecados. En la cruz ven que «la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron»." [ST 30-9-1889]. [EGW].
◇◇◇ LA CRUZ ES UN CENTRO EN EL MUNDO. “La cruz se levanta sola; [es] un gran centro en el mundo. [La cruz] No encuentra amigos; los hace. [La cruz] Crea sus propios instrumentos. Cristo se ha propuesto que los hombres lleguen a ser colaboradores con Dios. Hace de los seres humanos sus instrumentos para atraer los hombres a sí mismo. Un instrumento divino es suficiente únicamente mediante su acción en los corazones humanos con su poder transformador, haciendo a los hombres colaboradores con Dios.” [RH 29-9-1891]. [EGW].
◇◇◇ [v.37-43] (Versículos 37-43). MALVADA INCREDULIDAD DE LOS JUDÍOS. Muchos de los judíos, en su maldad, quedaron completamente ciegos por la incredulidad. Y mientras Isaías había visto la gloria de Cristo sentado en el trono del universo (comparar el v.41 de este capítulo con Isa.6:1), muchos del pueblo no entendían quién era Jesús. Y aunque los fariseos se hicieron ciegos voluntariamente a la gran verdad de Cristo como el Mesías de Israel; también muchos gobernantes creían secretamente en Jesús, pero por amor al mundo no lo confesaban abiertamente.
◇◇◇ Por lo tanto, Cristo pide fervorosamente una confesión de fe, para que lo acepten como el Mesías prometido, el Salvador del mundo; y hoy quiere ser tu Salvador. Este mensaje ha atravesado los siglos para llegar hasta ti.
◇◇◇ [v.44-50] AMIGO, AMIGA, NO RECHACES LAS PALABRAS DE JESÚS, que luego fueron escritas en la Biblia, pues las palabras de Cristo juzgarán a todos los seres humanos, y entre ellos, a ti y a mí.
◇◇◇ LA CRUZ DE CRISTO ES UNA CIENCIA QUE HA DE SER ESTUDIADA EN ESTE TIEMPO, y también en la vida eterna, por los siglos de los siglos. No comprendemos plenamente el sacrificio de Jesús ni el gran amor del Padre, al darnos a su Hijo para que muriendo en nuestro lugar nos salvara. Meditemos cada día en la vida de Jesús, y en los últimos momentos de la vida de Cristo en esta tierra.
◇◇◇ SIGUE LEYENDO...
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[JUAN - 12] _ [Versión: RV1960].
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[MARÍA UNGE CON PERFUME DE NARDO PURO A JESÚS.]
(1) Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
(2) Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
(3) Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
(4) Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:
(5) ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
(6) Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
(7) Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.
(8) Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
[LOS MALVADOS LÍDERES JUDÍOS HICIERON UN COMPLOT CONTRA LA VIDA DE LÁZARO.]
(9) Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
(10) Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro,
(11) porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
[LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS, COMO REY EN JERUSALÉN.]
(12) El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén,
(13) tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
(14) Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito:
(15) No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna.
(16) Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
(17) Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
(18) Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal.
(19) Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
[UNOS GRIEGOS, DAN GLORIA A DIOS, BUSCANDO A JESÚS.]
(20) Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
(21) Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.
(22) Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
(23) Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
(24) De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
(25) El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
(26) Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
[JESÚS ANUNCIA SU MUERTE.]
(27) Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
(28) Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
(29) Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.
(30) Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.
(31) Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
(32) Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
(33) Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir.
(34) Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
(35) Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
(36) Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.
[MALVADA INCREDULIDAD DE LOS JUDÍOS.]
(37) Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;
(38) para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?
(39) Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
(40) Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y yo los sane.
(41) Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
(42) Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.
(43) Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
[LAS PALABRAS DE CRISTO JUZGARÁN A TODOS LOS SERES HUMANOS.]
(44) Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
(45) y el que me ve, ve al que me envió.
(46) Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
(47) Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
(48) El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
(49) Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
(50) Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
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[JUAN - 12] _ [Versión: RV1960].
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"REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS" | Creed en sus Profetas | PLAN de Lectura de un capítulo diario de la Biblia. | #RPSP
La Oración, el investigar la Biblia con entendimiento y obedeciéndola, nos conducirá a un Reavivamiento Espiritual.
Dios los bendiga.
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