#*pero deja chuches*
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No... Es fuerte... Pero tiene.... Descansar. Se da cuenta de que hay un bichito en el tatami intentando rodar una baya hacia Laurita. Es Zenny, que la ha visto tan desanimada que piensa que una "chuche" podría ayudarla... Pero esa chuche pesa cinco veces lo que el, y tiene que parar cada dos pasos.
Le deja estar y vuelve a mirar a Laurita. Tú... Señala el suelo. Aquí.
Es la mañana siguiente de todo ese jaleo, la dueña del onsen recibe una llamada en su línea privada. Una llamada que apenas contesta con dos palabras.
Se acaba su té, se pela una mandarina, se alza a lavarse las manos y cuando por fin lo ve oportuno, se acerca a la habitación de su nieto, donde ahora solo está @not-sad-just-tired. Desliza lentamente la puerta.
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@neverlcnd
Cuando sus amigas le descubrieron el chivatazo de la causante de que su corazón anduviera en pedactios y sus pómulos estuvieran repletos de rimmel corrido, algo se torció en el interior de la fémina. Sabía que lo que iba a hacer estaba lejos de su carácter mas su orgullo estaba herido y conforme fue recolectando información; supo qué golpe le daría. Cargaba por la noche con dos jarros enormes de pintura y habiéndolo avistado en el parking, reconoció el coche de la que había cautivado a Jun-Seo “Te vas a enterar, rompercorazones” murmuró para sí mientras intentaba, con todas sus fuerzas, abrir la maldita tapadura del acrílico.
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slideshow!
#ay#me quedé viendo el ministerio del tiempo y por eso tardé sdkjlfklfd pero <3 *le deja chuches*#runninbarefoot
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La otra cara de la moneda.
Hola a todos.
Soy Guerra, uno de los administradores del foro Folklore. Cabe aclarar que este mensaje lo hago a título individual, como persona, pero desde la perspectiva de un administrador.
Este anónimo (para mí no, y me referiré a ella en femenino por la cuenta que tenía en Folklore) no ha ingresado al foro por un motivo: su actitud y prepotencia. Y viendo a lo que se está dedicando y cómo lo está haciendo, ahora creo que nos queda claro a nosotros, pero también a todos los que leen, que tomamos la decisión correcta al aplicarle el derecho de admisión -y no una vez, sino dos, porque en el primer intento, parece que no le quedó claro y siguió enviando MPs a muerte (sin descanso) a Muerte (mi compi admin).
Así que, pónganse cómodos, preparen sus palomitas y chuches favoritas, que empieza el show (de más de 30 líneas, pues es el mínimo que pedimos para que los post (con o sin tablilla) puedan tener recompensa, no 60 como apuntan por ahí):
Todo comenzó tras este MP de corrección que yo misma le envié a a la usuaria y del que tengo copia gracias a que, en mi despiste, se me olvidó poner en copia a mis compañeros, donde con educación y profesionalidad (o así lo pensaba yo) procedí a comentarle los cambios que tenía que realizar para que su ficha encajara con nuestro “criterio de corrección”. Hago hincapié en ese término, porque no es algo que está en la normativa, ni estará, y que, tras corregir unas 40 fichas en lo poco que lleva el foro, adquirimos como equipo para aplicarlo y asegurarnos que todos los usuarios partan con las mismas limitantes (porque eres un nivel 1 y uno de los puntos básicos de un sistema es igualar las condiciones de partida de todos los que entran).
ACLARACIÓN A LA ANON: Una cosa es utilizar la lógica para decir que tu personaje sabe montar a caballo (que no es algo digno de mención porque todos lo demás no lo ponen en sus fichas, pero lo entienden dada la ambientación) y otra muy distinta es que me la vendas dentro de tus extras cual diosa Artemisa (con habilidad de arquería incluida), además de ya tener hechicería y alquimia, que es una de las cosas con las que ella no estaba conforme en editar.
Tras el envío de mi MP, recibí el que Anon muestra en sus capturas, más abajo en este mismo Tumbrl (¡y todo eso es un mismo MP!, ¡no son varios! ¡UNO!) tan largo como nuestra ambientación y que leímos entre todos, donde, tras dirigirse a mí sin tan siquiera un escueto hola al comienzo, rebatió con bastante desdén y soberbia su punto de vista, esto en mi opinión y luego compartida por los demás.
Y aquí es donde como equipo administrativo tenemos claro lo que queremos: y no es gente conflictiva o que cree discordia, pero sobre todo no queremos gente que sienta que nosotros (el staff o los usuarios) “tenemos que” hacerle entrar en razón o convencerla de algo. La información estuvo ahí desde antes de que el foro empezara a coger forma. Nosotros también tenemos vidas y queremos rolear con la gente, que (la gente) no sea consciente que lo único que buscamos es respeto como usuario o administrador, pero ante todo, como persona, en una comunidad a la que este tipo de tratos no le interesa en absoluto, es algo que no vamos a permitir que suceda en nuestro foro. Nos basamos en tres premisas: 1. Respeto: un simple “hola gracias por leer mi ficha���, se agradece). 2. Adaptación a los cambios: pues nuestra intención nunca es obligarte a cambiar todo, sino hacer que tu trasfondo termine de encajar y que los demás se sientan en igualdad de condiciones que tú (la ficha es como el curriculum vitae de un participante y su personaje, toda comunicación con la administración habla de la persona, no del personaje, y el tono hace bastante). 3. Lectura: el foro tiene un lore extenso porque busca ser narrativo e interpretativo con énfasis en exploración y aventura, no combates ni post de acción y reacción donde rellenar las 30 líneas, ¡ahora sí!, se hace un absurdo (y que se pueden llevar, pero no obtendrán recompensa por ello, solo experiencia). Cada foro tiene sus reglas, y las bases con las que miran los administradores las fichas o el desempeño de sus usuarios. El nuestro es este que acabo de explicar (y el que deja por fuera a nuestra Anon).
Entonces, en ese punto, con esa respuesta, las dudas eran: ¿Queríamos a un usuario que por una corrección ponía tantas pegas y problemas? Si ya empezábamos así, ¿qué nos esperaba después? Sí, es cierto que aquí tardamos un poco más de tiempo en continuar la comunicación con ella, más que nada porque un miembro del staff es de Latinoamérica y coincidir, teniendo cada uno una vida más allá de la pantalla, se hacía difícil. Era crucial unificar criterio y decidir si aplicar o no el derecho de admisión (ya sabéis cómo quedó la votación).
Aquí es donde comenzó el juego de la Anon, que en vez de cesar sus intentos, siguió enviando más MP, esta vez a Muerte, comenzando así una guerra de desgaste, que ni Muerte, ni nadie del equipo quería capear. Mientras por MP demandaba y exigía explicaciones que ya tenía a mano -mirar sus capturas-, por el CB era otra cosa, haciendo quejas de “pobre ella” que le habíamos hecho quitar una frase de su avatar (por el motivo expuesto en mi MP -infringía una regla-) y que estaba esperando “un montón de tiempo (=horas)” que terminaran de explicarle las correcciones que había que hacer (Anon: esto no te interesa mostrarlo ni comentarlo públicamente, ¿verdad?), creando así un ambiente raro en la CB -la comunidad, nuestra comunidad- que los usuarios trataban de evitar.
Tras esto, nos pusimos de acuerdo y decidimos aplicarle un segundo derecho de admisión, que al parecer, entendió.
Y sabíamos que lo primero que haría sería venir aquí, a Tumblr, a desprestigiar a un equipo comprometido que defiende su sistema y su espacio. Que es nuevo en esto de administrar foros, pero no en la vida, pues la media del equipo pasa los 35 años.
Así que no, no vamos a permitir que nadie venga a nuestra casa y nos trate de esta manera. Y si te invitamos a hacer las maletas, fue precisamente para evitar toda esta tragicomedia dentro del foro y más dolores de cabeza (que para problemas está la vida real, con el covid y demás).
Y, ya que estoy aquí, aprovecho para invitar a la gente que quiera disfrutar de una ambientación rica, extensa, enfocada al rol narrativo de escritura construída entre todos, a hacer parte de nuestro Folklore. No acabamos de inventar la coca-cola, pero solo con mirar las reglas y la manera cómo muestra el sistema se hace evidente para quién está dirigido. Le hemos puesto corazón y empeño, así que esperamos que más gente se apunte a ser parte de nuestras filas.
Y sí, se encontrará un santuario de paz, porque como administradores somos el filtro contra personas que, como esta Anon tóxica, no queremos en nuestra comunidad. (Anon: Gracias, nos has demostrado que nuestro sentido arácnido está en forma). Nuestra normativa no es extensa, pero sí deja claros los puntos básicos. Que venga una excepción a la regla no es motivo para retocarla y añadir aún más texto (¡y mira que nos gusta extendernos…!); pero que, si es necesario, se editará y como bien reza, se enviará un aviso a todos los miembros para que queden al corriente de los cambios pertinentes.
Llevamos una semana de vida, y abrimos sabiendo que tocaría hacer ajustes para terminar de refinar. Ahora, agregamos más recompensas y esto ha salido porque una usuaria envió a cerrar el primer tema a revisión, y con ello conseguimos una base para seguirnos construyendo.
Y con todo esto, me despido. Gracias por darme espacio en este Tumblr para poder explicar mi posición y opinión con lo ocurrido, pues al contrario de Anon, no pienso ir tumblr por tumblr dando la brasa; no lo veo necesario.
Muchas gracias por leer. Espero tengan una buena semana.
Guerra
Yo la verdad no les creo nada a ustedes. B⊕REDOM. ¡Agárrense, maniacos, que la Guerra ha llegado y viene fuerte! ᴀɴxɪɘᴛʏ, Cuando iniciamos con este proyecto, acordamos que seriamos imparciales sin aplicar censura, estuviéramos todos de acuerdo o no con los ask y submits que recibíamos. Este tema ha sido nuestro primer debate interno, y ha generado opiniones contrarias, pero me alegra ver que nos mantuvimos firmes en nuestro ideal y así, lo hemos compartido con todos ustedes, queridos maniacos. 𝔐𝔢𝔪𝔬𝔯𝓎. La moneda estuvo girando en el aire mucho rato, y al final mostró su verdadera cara. Las amargas experiencias no justifican permanecer en jaulas de oro. H͎y͎p͎o͎c͎r͎i͎s͎y͎
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1. Las amapolas son sus flores favoritas. Siempre admiró lo simple de su estética. Salvajes y frágiles, se marchitan fuera de su ambiente o al entrar en contacto con personas que busquen apropiarse de ellas. Y, bajo intervención del hombre, pueden volverse letales como la heroína. Son bellas y pueden tanto destruirse como destruir a los demás; igual que las personas.
2. A pesar de que le gustan los perfumes cítricos con notas florales nunca ha tenido costumbre de utilizar. Apenas el desodorante, el jabón o shampoo que utilice es lo que percibirás cerca de ella. Fragancias demasiado sutiles para ser notadas al paso.
3. Durante su adolescencia tocaba la batería de doble pedal en una banda y, aunque ya no lo haga, conserva las baquetas y un sentido del ritmo intacto.
4. Cuando asea, y solo si se encuentra sola, se monta su propio musical a todo pulmón y con pasos que solo el trapeador conoce. Advertencia: No canta muy bien.
5. Desde que ha abandonado el cigarrillo, lleva siempre consigo chupa-chups sabor cola para mitigar la ansiedad. Es el único sabor que le gusta. Su bebida favorita es el Whiskey, siendo su cóctel favorito el whiskey sour. Sus chuches, los caramelos de anís, así como el chocolate con café o menta. Su comida, picante y exótica siempre será su favorita.
6. Tiene la habilidad de quemar cualquier tipo de comida casera; incluso las tostadas. Pero nunca, jamás, arruinará los huevos del sagrado desayuno tipo americano, en los que se ha especializado. Pídele huevos y los cocinará del modo que más te gusten. A ella le encantan escalfados.
7. T.O.Cs: 1. Tiene la costumbre de enjuagar cualquier recipiente que utilice para comer o beber, incluso aunque estuviera limpio, guardado y seco. 2. Tras beber café o té en una taza desayuno, nunca deja el fondo visible; al rededor de 1/5 de líquido permanecerá en el recipiente sin ser consumido. 3. No puede escuchar a una persona masticar lo que sea, le exacerba.
8. Tiene una pésima puntería con las armas a distancia a pesar de haber recibido un entrenamiento como agente aspirante del F.B.I. Siempre ha tenido fascinación por los rifles de asalto.
9. ¿Qué colecciona? Tiene un buen número do cómics en su haber, así mismo colecciona discos de vinilo de sus bandas favoritas, a pesar de no haber adquirido el reproductor adecuado para ellos. Las armas blancas, por otro lado, siempre le han gustado y por ello se ha especializado en ellas. Su colección no es tan amplia como le gustaría ya que el dinero es un impedimento, pero incluye algún que otro artículo exótico. Botellas de vidrio. Sí, lo que has leído. Con tapa, sin tapa y de la forma y color que se te ocurra.
10. A nivel inconsciente, ha utilizado el alcohol como anestésico frente a relaciones esporádicas, mismas que se han desencadenado como forma sistemática de olvidar a su primer amor. Ha llegado a intimar con mujeres a pesar de percibirse a sí misma como heterosexual.
11. Aegis y sus integrantes, representan, de alguna manera, la familia que nunca ha tenido. Si hablamos de pertenecer, la centinela siempre ha sentido especial predilección por los de su clase. Son su manada y haría lo que fuera por uno de ellos más que por cualquier otro cazador de Arcana.
12. Le genera mucha ansiedad la idea de culminar relaciones. Muchos podrían catalograrla de filofóbica, pero es el miedo irrefrenable al abandono la razón por la cual le cuesta demasiado tener relaciones afectivas cercanas y prolongadas en el tiempo. Incluso ha llegado a desaparecer de la vida de las personas que comenzaron a calar hondo en ella, llegando al extremo de cambiar de número móvil y mudarse. Aún así no le teme tanto a la muerte como a la soledad y al hecho de olvidar o ser olvidada con facilidad.
13. Tras el accidente que la llevara a su posterior trasplante coronario y todo lo que significó emocionalmente para la castaña, ha tenido que lidiar con una alexitimia parcial, devenida del trauma.
14. Disfruta de lecturas con contenido filosófico, así como de charlas profundas. Personas con capacidad de mantener su mente activa serán quienes acaparen su atención por más tiempo, pues se aburre con extremada facilidad de las conversaciones banales.
15. Le apasionan todo tipo de deportes y actividades extremas. El alpinismo es su favorito entre ellos. Lleva Mongkol Negro 2º Grado en Muay Thai, y cinturón marrón en Judo. El baseball ha sido, cuando pequeña, su modo de canalizar las emociones negativas. Es seguidora de los Mets de New York.
16. Suele apodar, a los desconocidos, con un nombre de superhéroe, supervillano o caricatura, según la percepción que haya tenido del sujeto en cuestión, a fin de evitar recordar los nombres. Teme que, de hacerlo, se encariñe más rápido con las personas.
17. Tiene una “ligera” adicción a la adrenalina que le ha comprado numerosas multas por exceso de velocidad y participación en carreras clandestinas. En una de ellas adquirió su Ducati XDiavel.
18. No ha probado drogas duras, nunca le han llamado la atención. Aunque últimamente está investigando diversos tipos de sustancias para evitar los terrores nocturnos que la agobian.
19. Es bastante caótica; no obstante, dentro de su desorden, recuerda dónde ha dejado las cosas, así que será mejor que nadie intente hacerse la Marie Kondo con sus objetos personales.
20. Se siente incómoda inmersa en lujos. Cree que no es necesario para una persona demasiadas comodidades cuando otros no tienen nada de eso; incluso ha llegado a realizar actividades delictivas concernientes a la seguridad informática para “equiparar un poco la balanza”.
21. Sra manitas; lo que quieras repara y no importa si sabe mucho o poco. Es tozuda y se las ingenia aunque a veces le haga rabiar y la veas despotricando mientras lo sigue intentando. Si le has pedido ayuda y le interesas, no intentes disuadirla de lo contrario. Le gusta el desafío.
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15 Tradiciones Suecas
1. - No es un país tan caro como dicen
De hecho hay muchas cosas que son más baratas que aquí (como la vivienda), la comida es igual de asequible, incluso comer en algún restaurante normal el plato del día (Dagens Rätt) está bien de precio. Quizás si hay algo más caro, el alcohol. Tomar una cerveza en un bar o restaurante es mucho más caro que aquí.
2. - No saben que es la crisis, y tampoco están muy informados de lo que pasa aquí.
Actualmente en Suecia no hay crisis, de hecho estaban peor hace unos años, cuando aquí estábamos en la época de las vacas gordas ellos hicieron ajustes y se han recuperado bastante bien. Tampoco han hecho ningún gasto superfluo. No tienen trenes de alta velocidad, ni pagan fortunas a los futbolistas, ni todos los pueblos tienen auditorios de lujo, etc. La crisis del sur de Europa no es noticia, no aparece nunca en los titulares. Es una noticia secundaria.
3. - Hay copago sanitario
No todo el mundo sabe que hay copago sanitario (cada visita al médico puede valer casi unos 20 €), y nosotros nos quejamos del euro por receta!,. Pero pese a ello sigue siendo un país con numerosos beneficios sociales.
4. - No se les caen los anillos por hacer las tareas "poco" calificadas.
Allí los suecos mismos son los que asumen muchos trabajos que a nosotros nos parecerían demasiado poco cualificadas, y que harían los emigrantes. En parte imagino porque también están pagadas de manera justa y hay poca diferencia de salarios. El paro es del 4%.
5. - Está mal visto tener una señora que nos venga a limpiar la casa
Y no estoy hablando de tener una criada, no. No está nada bien visto, y de hecho casi nadie lo hace, ni siquiera contratar a alguien para que venga por horas a limpiar tu casa.
6. - En verano muchas veces hace sol e incluso puede hacer calor
Todo el mundo tiene la idea de que Suecia es un país frío y oscuro. Pero en verano los días son muy largos y es más probable que haga sol que no mal tiempo. Y las temperaturas están fácilmente por encima de los 20 grados incluso en el norte. Aunque también tienen días de "Svensk somma", días frescos y grises en pleno verano.
7. - Se quitan los zapatos al entrar en casa
En todas las casas suecas, y también en las escuelas y muchas oficinas, la gente se quita los zapatos antes de entrar y las dejan allí. De hecho bien mirado no es algo de cerdos entrar arrastrando todas las porquerías de la calle dentro de tu casa?
8. - Las ventanas no tienen persianas ni cortinas
Normalmente todo el mundo deja las ventanas abiertas. De hecho como las ventanas son muy grandes dentro de las casas hay mucha claridad y no hay ni poner en marcha las luces. En invierno ponen lámparas en las ventanas para dar "calor". Les gustan mucho las plantas y las flores que las ponen en la parte de dentro de la ventana, ya que hace efecto invernadero.
9. - Difícilmente encontrarás un bar en ninguna parte.
Sólo en grandes ciudades como Estocolmo o Goteborg puedes encontrar bares y cafés por la calle (y de hecho pocos). Al inmensa resto del país no hay bares, como mucho quizás encontrarás algún café de pastitas que lleva alguna abuela jubilada. En los pueblos la juventud se encuentra en los parkings de los supermercados o ante los "kiosko" de salchichas.
10. - Las golosinas son para todos, grandes y pequeños
La afición por las golosinas viene de muy lejos y son unos grandes consumidores. En los supermercados el apartado de "chuches" es de los más grandes que hay. Tanto grandes como pequeños las consumen en grandes cantidades. También tienen afición por la regaliz salada, sino está acostumbrado no lo intente. Además las golosinas valen la mitad que aquí
11. - Los restaurantes Thais son los más habituales
Desde hace unos años se han extendido gran cantidad de restaurantes tailandés, hasta el punto que hoy en día es el tipo de restaurante más común. Cualquier pueblo por pequeño que sea seguro que no tiene bar, pero al menos tendrá un tailandés, donde la gente más que ir a comer o cenar, van a buscar la comida o llaman por teléfono para que les lleven
12. - La gente come sólo un plato y muchos tipos de panes
Tanto para comer como para cenar sólo se comer un plato. Y tampoco muy consistente. La comida habitual es carne con patatas, pero también comen mucho pan con cosas (smörgås) Se hace horario Europeo, comida a las 12 y cenar a las 6, aunque los horarios son muy flexibles. Si es una comida de fiesta tal vez si que se comen 2 platos. En los restaurantes de menú pides un solo plato, el agua,, el café, pan con mantequilla y ensaladas con salsas varias te lo tomas tú mismo de un bufé. Es dificil encontrar el pan que nosotros conocemos (la típica baguette francesa, o nuestra barra de pan o pan de payés). Muchos panes tienen varios cereales y no son blancos. Aunque hay muy pocos hornos. La mayoría del pan se compra en los supermercados.
13. - La mayoría de los coches que circulan son marcas de allí
Casi el 80% de los coches son fabricados allí, la mayoría Volvos y algún Saab. Para el general los coches son grandes, Volvos familiares. La gasolina no es más cara que aquí y hay muchos que funcionan con etanol. Es obligatorio ir con las luces encendidas las 24 horas del día, de hecho no es posible apagar las luces. Todo el mundo sabe que Ikea es sueco, pero sabes que H & M (Hennes & Mauritz) también es sueca?, También lo son otros que quizás te suenan como Spotify, Ericsson, ABB, Tele2, Securitas, Yoigo, el diario Metro, Absolut Vodka, Tetrapak , Scania y Volvo.
14. - Hay un monopolio del alcohol
Los supermercados son grandes y están muy bien surtidos, aunque estén a un pequeño pueblo, tienen mucha variedad de productos. Como mucho pueden vender cervezas de menos de 3,5 º, el alcohol se debe comprar en tiendas oficiales del estado "systembolaget" y allí podéis encontrar vinos y licores de todo el mundo. Como los impuestos se pagan según la graduación puedes encontrar buenos vinos a precios razonables. Aunque el monopolio oficialmente ya no existe, aunque lo es "de facto" por los costes que supone crear competencia. La tasa de alcolemia máxima permitida en la carretera es del 0,0%, están muy concienciados y si hay que ir en coche el conductor no bebe ni una gota de alcohol. La policía es muy estricta.
15.-Se utiliza bastante la bicicleta
Se utiliza bastante la bicicleta como sistema de transporte. tanto por la gente joven como la mayor e incluso gente de la tercera edad. Hay carriles bici en todas partes, no sólo en las ciudades, paralelamente a las carreteras siempre hay otra carretera para las bicicletas con sus propios semáforos y rotondas.
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Cuando llevas a tus hijos al super...
Reiven: Selene, nada de chuches...
Selene: ¡P-Pero mama...!
Reiven: dije que no, o dile adios al pastel de chocolate que hare hoy.
Selene: n-no es justo T^T
Reiven: me vale, ahora ayudame con tu hermano y deja de hacerme pasar vergüenza en los lugares publicos, que ya estas grande.
Selene: Q-Q -indignada-
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Ante una situación como la que acababa de vivir, de ser salvado por una chica capaz de sanar una herida probablemente mortal si no hubiera recibido la asistencia necesaria en aquel momento, solo pudo agradecérselo invitándola a cenar. Después de aquella aventura, estaba seguro que ambos estómagos agradecerían aquel gesto. —El enmascarado primero. Y debo de confesar que no te imaginaba proponiendo pizza, es más, una intuición me confiesa que estás acostumbrado a comidas más sofisticadas, grandullón. Debo advertirte de que tengo un comer engañoso y muy lento. — ¿Algo más sofisticado? — Dijo, con cierto tono de burla. — ¿Qué más cosas cree sobre mí? Puede que de algunas, incluso pueda revelarle algo más de lo que cree. No hay problema con la lentitud, mi estómago es grande, así que nos podremos amoldar. Justo a la salida del edificio se encontraba su batmóvil, el que debiera haber acudido al lugar minutos antes. Pulsando un botón en la parte interna de su muñeca, las dos únicas puertas del vehículo se elevaron para dejarles paso a los dos héroes, tomando Batman, por supuesto, la posición del conductor. Esperó a que Artemisa le acompañase encendiendo el motor y el sistema operativo del mismo, quien se encargó de saludarle con una voz femenina: “Bienvenido de nuevo, señor”. —"Bienvenido de nuevo, señor" —parafraseó en un tono jocoso al entrar en el vehículo—. Tengo curiosidad, ¿por qué una voz… —se vio detenida cuando el vehículo alcanzó una velocidad exponencialmente superior a la acostumbrada, sombreándose en su faz la impresión naciente de la sorpresa. Guardó el silencio durante todo el trayecto, enjuiciando la velocidad afanada sobre el asfalto; mas, cuando hubieron comparecido ante el proclamado restaurante, un voluminoso impulso tomó posesión de sus cuerdas vocales—. Menos mal que no te has saltado ningún semáforo en rojo, has estado a un paso de infringir las normativas de tráfico. — No se confunda, he infringido… — Quedó pensativo durante unos segundos. — Cuatro. Podrían haber sido más, pero me he cortado un poco por la compañía. No quería asustarla a la primera de cambio. Y a pesar de lo contradictorio que pudiera sonar, lo hago así por medidas de seguridad. La expresión divertida y la sonrisa ladeada permanecían fijas en su rostro bajo la máscara en el trayecto al restaurante. Estaba algo ensimismado con lo que acababa de suceder, que no se percató de la pantallas hasta que no sintió la mirada de Artemisa sobre él, alzando su mirada hacia la pantalla con cierto asombro. Pronto una voz infantilizada y peculiar rasgó el ambiente, implícitamente femínea. Píxeles que manifestaron la existencia de alguien que, como en una obra teatral arcaica, comenzó a brincar en el súmmun de la euforia. Incluso se presentaba contorsionista, asemejándose a un trapecista en demasía seguro de sus capacidades.
Sus ropajes destacaban por una estética gótica moderna, entremezclando negros y escarlatas mortecinos y joviales. La revelación de su rostro fue precedida de una melodía instrumental casi tétrica y disonante: “Pop Goes the Weasel”.
“All around the carnival town,
The harlequin chased the children,
The blood was shed, the soul bled & bled,
Pop! Goes the weasel.
They searched & looked at every bend,
But never could they find them,
That’s the way the town here works,
Pop! Goes the weasel.
All around the carnival town,
The harlequin was chasing after you,
She’s over your head & now you’re dead,
Pop! Goes the weasel.”
Aproximándose exorbitadamente, el ojo de aquel arlequín contactó contra la lente de la cámara retransmisora. Era una muchacha, demasiado joven, Artemisa estimó que apenas rozaría los treinta. Segundos después, compartió una mirada con el murciélago, a su vez aquella en la pantalla interpretaba mentalmente la manera de introducirse; un dedo índice tanteó su labio inferior, hasta que lo alzó, seña de que había concluido en una idea.
—Hooooola ciudadanos de Nueva Yooork, qué emoción —las manos de Harley restaron tras su espalda y luego de que sus dedos se entrelazaron, se balanceó de punta y talón. Finalizó alzando las manos al aire, abarrotándose en una carcajada aguda y desiderativa, desaparecida tras un suspiro pícaro—. ¡En especial a Murciélago “El outfits Fúnebres” y la pajarraca antisistema e inexpresiva! ¿Ahora que ha pasado esa yincana de los Juegos del Hambre están menos desquiciada, monina? ¿Qué tal el espectáculo en la tienda de ultramarinos, mister gótico? —no precisaba de público que desternillara en alma y pulmón, parecía obtener satisfacción en plétora a continuación de cada ocurrencia—. He dejado una sorpresa para vosotros en el Centro Infantil de Beneficencia, ¡porque sé lo mucho que os gusta cuidar del orden y la gente! Y en especial… ¡críos! Chuches, caramelos que hacen BOOM esparcidos al tuntún… —sus dedos se encrisparon, siendo flexionados por la exasperación que pronto se tradujo sobre su rostro; concibiendo un protestante quejido—. Aaargh. ¡CÁLLATE! El reloj hace tic-tac, tic-tac y no me deja pensar. Tic-tac, tic-tac, ¡encontradme en mitad de todo este caos… Si podéis! ¡El debut del Arlequín ha llegado para haceros reír!
“AU REVOIR, SUCKERS! 〷" sirvió como postrera misiva en la pantalla, súbitamente apagándose después. —Con razón la venta de cosméticos se había disparado. No sabía que el circo había llegado a la ciudad… — No puede ser… — Murmuró al escuchar aquella macabra charla que se dirigía directamente hacia ellos, como si realmente les pudiera ver. Y por primera vez, Batman dejó que su barrera de protección hacia su identidad real descendiera por unos segundos. — Me dan miedo los payasos. | Con Artemisa Zisis @slnsajo También en ask: Artemisa y Harley. |
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-Está siendo un día bastante aburrido. Por la tarde no ha venido casi ningún cliente, aunque esta mañana ha sido de locos. Desde el incidente en los columpios con Molls, los hijos de puta de la cuadrilla de matones no han dejad de joderme. Entran, roban, me tiran los caramelos al suelo... En fin, hacen lo que pueden por joderme la vida. Por eso, ahora estoy recogiendo algunos de los desperfectos que han dejado, porque el suelo sigue pegajoso de los caramelos bebibles refrigerables que han tirado al suelo, por lo que estoy restregando con la fregona el suelo cuando oigo tu voz, y te veo. Al menos alguien agradable para seguir la tarde.- ¡Hombre! Por fin alguien que me cae bien esta tarde -digo sonriendo.- ¿Qué tal?
-Eres de esas típicas personas que siempre consiguen arrancar una sonrisa como mínimo. Alegras el día a cualquiera, o a mí me lo parece así. Es de lo más apropiado en alguien que trabaja con caramelos. Si tuvieras un carácter ácido y desagradable, nadie querría acercase a este lugar. Pero Godric's Hollow tiene suerte contigo y quienes venimos a comprar, también. Río por lo que dices al saludarme, cuando me miras mientras limpias el suelo con la fregona.- ¡Qué alegría! -Digo guardándome las gafas de sol en el bolsillo de mi colorido mono estampado.- A falta de chuches. -Respondo con un guiño a tu pregunta.- ¿Qué tal tú? -Pregunto y señalo al suelo.- ¿Se queda pegajoso?
-Me hace gracia el entusiasmo con el que te tomas que te diga que me caes bien, y sonrío viendo como te guardas esas gafas en el mono estampado.- Qué chula vienes, ¿te vas de fiesta? -bromeo.- Pues aquí tienes muchas chuches, ya sabes... Que no sea por falta de guarrerías -digo sonriente. Me alzo de hombros cuando me preguntas.- Yo un poco harto, ¿para qué mentirte? Si mi cara lo dice por mí -digo sonriendo, y meto la fregona dentro del cubo.- Se queda asqueroso... Esas mierdas no sé que llevan, pero se te quitan las ganas de comerlas al ver como dejan el suelo -digo, señalando las bolsas de caramelos bebibles de la vitrina frigorífica.-
-Esas palabras tuyas hacen que sienta calor en las mejillas, pero mantengo mi sonrisa.- Vivo de fiesta. -Respondo porque, en realidad, siempre intento hacer de la vida la mejor de las alegrías. Levanto mis cejas cuando me dices que "no sea por falta de guarrerías", pues mi madre muchas veces no me deja comer tantas. Me coloco el pelo por detrás de la oreja, mirándote para no perder el contacto visual al hablar, aunque camine hasta el mostrador. No puedo evitar reír aunque a lo mejor no debería, pero la cara que pones cuando confiesas estar harto, lo consigue.- La verdad es que se te ve un poco aburrido, sí. -Miro al suelo después de que metas la fregona en el cubo, pensando justo en lo que dice mi madre de las golosinas.- Mi madre dice que es todo plástico, goma, y cosas que no comeríamos de saber de dónde salen.
-Me dices algo que me encanta. Que vives de fiesta. Yo te señalo con el dedo guiñándote un ojo, y muevo mis caderas como si bailara, al mismo ritmo que mis brazos.- Así se habla, Leven Banner. La vida es una fiesta, dí que sí -digo, y cojo el cubo por el asa, sujetando el palo de la fregona para que no me de en la cabeza.- Sí, bueno, la cara de aburrido no se puede fingir, es como la cara de estreñido, o la de capullo... Y un capullo se ha dedicado a joderme la mañana -te digo.- Me temo que le conoces -digo, porque sé que va a la escuela, contigo. Dejo el cubo con la fregona apoyada en la pared detrás del mostrador, para no molestarte.- Pues, ¿sabes? Tu madre tiene razón. Vivo de un trabajo terrible, provocando caries a la gente... -digo, riendo.- Pero la verdad es que nunca me he preguntado de donde salen, ¿sabes?
—Kyle y Leven
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Siempre he pensado que los extremos son muy malos. Un punto intermedio en las cosas nos hacen llevar una vida algo más cómoda, pero ¿cuál es ese punto? ¿Quién lo marca? Hasta en esto comenzamos a complicarnos cuando queremos definirlo... 🤦🏻♀️🤦🏻♀️🤦🏻♀️ La vida es complicada, sí, pero somos nosotros los que debemos decidir qué clase de vida queremos llevar. Qué camino elegir, qué decisión tomar o qué valor dar a las acciones que realizamos, o que realizan otros. Yo peco de prudente, lo sé (demasiado a veces). Pero también sé que la senda por la que avanzo me permite mirarme al espejo todos los días y decirme: pues, oye, ni tan mal, ¿no? 😅😅😅 Vive y deja vivir, y no te olvides del café (o de las chuches). 🤣🤣🤣 🍀 Cuidaos mucho familia 😘😘😘 🍀 🍀 🍀 #mivida #merchediolch #mylife #writer #author #remembers #dreams #libro #book #read #bookish #instabook #bookstagramespaña #bookstagram #bookblogger #bookishlove #reflexiones #pensamientos #photooftheday #photo #time #world #live #life https://www.instagram.com/p/ClWKeNgj070/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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Indeleble (GF) 2
Resumen:Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos ....................... Gravity Falls no me pertenece
Capítulo 1
Capítulo 2 Smile Dips agrias
“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”
Durante el viaje, Mason y yo hablamos sobre nuestras vidas pero sin profundizar mucho, me hablo sobre su hermana pequeña y como muchas veces le sacaba de quicio con sus payasadas. Ojalá hubiera tenido a alguien me protegiera de pequeña como un hermano mayor de mis padres, a lo mejor no hubieran dirigido su obsesiva personalidad perfeccionista hacia mi y juntos hubiéramos escapado de mis padres hace tiempo.
Mason fue agradable al no hablar sobre mi compromiso o sobre el tema de mis padres, lo que era genial porque no podría cubrir la mitad de locuras de los caprichosos de mis progenitores con más mentiras y terminaría por revelar le que provengo de una familia burguesa. Ocultaba mi identidad bajo la mentira que provengo de una familia tradicional que posee una empresa familiar, una verdad a medias en mi opinión. Después de unas horas de camino, decidimos parar en una gasolinera a descansar pues Mason estaba demasiado cansado como para conducir y demasiado cabezota para dejarme a mi.
En la parada, nos separamos para que echara gasolina mientras yo buscaba algo para mantenernos despiertos.
Al entrar a la tienda, corrí directa al pasillo de comestibles y mire los dulces con ojos brillosos. Cogí unos pocas patatas con café y al pasar por un pasillo los vi, Smile Dip. Un dulce que mis padres me prohibieron comer junto con los demás de una estricta lista de comidas. Cogí una bolsa para probar y me dirigí a caja. Al salir de la gasolinera, Mason estaba apoyado sobre el capo, mirando un amplio mapa desplegado.
-Aquí tienes un café caliente, capitán- dije extendiendo le el café, este miro el café y luego me miro a mí.
- No hacía falta que me compras un café, no tengo sueño en verdad- me dijo intentando mentirse solo, que testarudo.
- Si, bueno, te creería si no fuera porque has estado mirando el mapa al revés y juro que te he visto leer con los ojos cerrados- digo mirando lo mientras le señalaba a él y el mapa, este se sonrojo al instante.- Así que tomalo, es mi forma de agradecerte que me recogieras- respondo amablemente.
-Bueno siempre es un placer rescatar princesas de carreteras oscuras- dijo Mason sorbiendo su café.- ¿Qué has comprado? No hacía falta que compras nada más, este café es suficiente para mí- pregunta señalando la bolsa que llevaba en la mano.
-¡Ah! Son unos caprichos para mi pero estaré encantada de compartir contigo. Solo un poco- digo dando pequeños saltos alegremente, que infantil soy.
- Ya veo que te gusta el dulce, no te preocupes. No soy de dulces pero mi hermana si, seguro que os llevaríais bien si os conocierais- dice sonriéndome, ¿este chico era así de mono o que? No debía distraerme con un chico que no lo iba a ver nunca jamas, tenía que llegar a Gravity Falls y si las cosas iba bien me encontraría con él.
Al rato nos pusimos en marcha por la carretera, Mason se ocupo de nuevo de conducir mientras yo empezaba a degustar los dulces y puntuando los como si fuera un concurso de cocina o un influencer con dulces internacionales. Mason se reía de mis comentarios y daba su opinión una que otra vez.
- Bueno y finalmente pero no tan importante, Smile Dips- digo sacando el sobre de pica pica azucarado de la bolsa de gasolinera, Mason se asalta en cuanto ve el sobre en mis manos y me lo roba para luego tirarlo por la ventanilla.-¡Ey! ¡Esas eran mis chuches! No tienes derecho a tirarlos por la ventana, idiota- grito viendo a Mason enfadada con el freño fruncido.
- Perdón pero te he salvado de intoxicarte con esa cosa- solo dice Mason como disculpa.
- Eso no es suficiente, me debes un sobre de Smile Dips y unos chicles por intereses - digo cruzando los brazos decidida a no seguir hablando le por el resto del camino.
- Cree me te he salvado la vida, mi hermana Mabel una vez se toma unos cuantos paquetes de Smile Dips y termino viendo alucinaciones- comenta Mason tranquilamente.
Caí en la cuenta de algo con lo que había dicho, ¿su hermana pequeña se llama Mabel? Eso me hizo ponerme algo nerviosa, ¿qué posibilidades había de que Mason fuera quién yo creo que era? Viendo lo en respectiva, él también va a Oregon a visitar a sus abuelos.
¿Es posible…? No… ¿Y si…? ¡No! ¡Pacifica! ¡Controlate, chica! ¿Qué probabilidad hay que este sujeto encantador sea él? Es casi imposible, así que me voy a dejarlo pasar y ya.
- Llevas mucho tiempo en silencio, ¿sigues molesta porque te he tirado las Smile Dips?. Pregunta Mason, no me había dado cuenta que me había tomado mucho tiempo la paranoia.
- No, no es eso. Estaba pensando en una persona- confieso con nostalgia, evadiendo su mirada. No quería que viese mi cara en este momento si era quien yo creo quien es.
- Ah...¿Y esa persona es alguien especial? ¿Un familiar cercano?¿ Un amigo? O tal vez, ¿Un enamorado?- Pregunta Mason curioso. Yo le volteo a ver con sorpresa, mis mejillas se sentía calientes.
- N-o es… nada de eso. Estaba pensando en una conocida, hace tiempo que no la veo y no se si cuando la vuelva a ver estemos bien- digo esto ultimo susurrando lo pero Mason logra escucharlo y me mira.
-Si no te importa responderme, ¿qué paso que dudas que estéis bien?¿Paso algo que pudiera acabar con la amistad?-
-¿Te gusta los chismes?¿Verdad?- le pregunto en broma mirando lo con una ceja alzada, él solo se encogió de hombros.- Bueno, no es que acabamos mal, creo. Es que me comporte mal con ella durante un verano entero pero no fue hasta al final que decidí cambiar. Y ahora no se si ella y los demás me aceptarán- digo en conclusión apoyando me en la ventanilla y viendo como el sol se ponía en el horizonte.
- Debiste ser mala como para pensar en eso pero creo que todo se solucionará- dice Mason, yo me encogí en mi sitio, ahora pensará que soy una mala persona.- Eso me recuerda a una persona que conocí en mi primer verano con mis abuelos, ella era chica que se creía mejor que todos y por ello trato a los demás como si fueran menos pero ella cambio o eso quiero creer.-
- ¿Y como sabes eso?- pregunto curiosa mirando lo.
-¿ Saber que?-
- ¿Qué ella ha cambiado?- le pregunto insistiendo le.
- No se si ella a cambiado, llevo años sin verla. Sus padres se mudaron y no pude saber nada de ella pero conservo un pedacito de ella conmigo- dice rebuscando algo en el parasol del coche, el cual contenía muchos papeles. Y de este saco un papel doblado y desgastado y me lo entrego. Yo con cuidado lo desdoble y al desplegar lo, descubro lo que más temía.
¡Era la nota de despedida! La que Wendy quiso que todos firmáramos para los gemelos Pines. ¡Madre mía! Era él, ¿ahora que hago ahora? ¿Confieso que soy esa chica o me lo cayo hasta llegar a nuestro destino?
Sin decir ninguna palabra, le devuelvo la carta a Dipper y me mantengo distante. Él me deja mi espacio, ya sea porque había deducido que lo necesita o porque él lo necesitaba, cualquiera de las dos era lo que necesitaba. Tal vez podía aprovechar esta oportunidad para descubrir algunas cosas.
- Entonces… Vas de visita a ver tus abuelos ¿no?- le pregunto jugando con mis manos nerviosa sin mirarle por si me descubría.
- Si, voy todos los veranos desde que tenía 12 años. No me puedo imaginar un verano si ello o una vida- decía Dipper.
-Entiendo como te sientes, yo no me imagino una vida sin mis amigos- digo mirando le con una sonrisa tímida.
- Me alegro de encontrar una persona que comprende esa parte de mi aparte de Mabel, mis padres no entiende nuestra decisión de mudarnos a Gravity Falls. Supongo que no muchos entienden- dice con emoción en su voz.
¿Qué acaba de decir? ¿Se iba a mudar a Gravity Falls? ¿Comó puedo tener tan poca suerte? Ahora si que no sabría como decirle quien soy realmente, solo podía seguir con mi mentira hasta que me muera y los forenses rebelen mi verdadera identidad. Debía hacer algo y se lo que tengo que hacer.
- ¿Así que Gravity Falls? Parece un lugar cool para vivir, ojalá tuviera a un lugar a donde ir como tu- digo esperando a que reaccionará.
- Bueno si no tienes ningún sitio para escaparte de tus horribles padres, siempre puedes acompañarme a Gravity Falls, allí te puedes sentir libre de ser tu mismo- dice mirando me en espera de respuesta.
- Estaría encantada de acompañarte a Gravity Falls, gracias- digo sonriendo le, él solo asiente y sigue conduciendo.
Sabia que lo estaba haciendo estaba mal, debía de haberle dicho la verdad desde el primer momento que descubrí su identidad, no mentirle en la cara y manipularlo. Si llegará a enterarse sobre mi verdadera identidad, estoy segura que no me volvería a hablar por mentirle. Debía solucionar este lio en cuanto lleguemos a Gravity Falls. Pero no fue así.
En cuanto llegamos a Gravity Falls, no pude evitar apreciar el paisaje de alrededor, olvidando me de la promesa que me había echo a mi misma en el viaje. Los recuerdos de mi infancia estaban en este pueblo y no pude evitar alegrarme de estar aquí. Obviamente, intente disimularlos con curiosidad para que Dipper no se diera cuenta de mi mentira. La primera parada que hicimos fue en Greasy´s Diner, donde al parecer el se reuniría con su familia.
- Bueno espero que te guste la comida casera porque Lazy Susan hace la mejor comida casera del pueblo, te aseguro que no te arrepentirás- dice Dipper aparcando el coche en el aparcamiento de tierra enfrente del establecimiento con forma de tronco.
- ¿Estás seguro que no seré una molestia para tu familia? Básicamente soy una desconocida para ellos y nosotros apenas nos conocemos- digo apresurada mientras miraba el restaurante con nerviosismos.
- No te preocupes por mi familia, son una buenas persona y estoy seguro que no serás una molestia- dice quitando le importancia al asunto mientras salia del coche, yo le sigo por detrás nerviosa todavía.
Hacia mucho que no veía a la familia Pines, no estaba segura si me reconocerían o al igual que Dipper no sabrían quien soy. Tampoco creo que haya cambiado tanto pero debería de ocultar cualquier cosa que revelase mi identidad. Entramos al establecimiento que se encontraba a penas transitado por gente. Al fondo de este se encontraba la familia Pines sentada de espaldas a nosotros y nos acercamos pero antes que pudieramos decir una palabra, una silueta se nos tiro sobre nosotros.
- ¡Bienvenido, hermanito! Te he echado mucho de menos. No te lo podrás creer pero he encontrado un lugar perfecto donde vivir, Toby nos lo ha alquilado a un precio razonable, al parecer a conocido una chica por una app de citas y se va a ir a vivir con ella. No puedo esperar a que veas el apartamento, lo he estado arreglando mientras tu te...- decia rapida y apenas entendible una Mabel emocionada sobre Dipper, quien en la caída me había tirado con el sobre el pegajoso suelo.
-¡Mabel! También me alegro de verte, perdón por haber me tardado en venir pero creo que es mejor que conozcas a una persona - dice Dipper apartando a Mabel encima suya y ayudando me a levantarme.
- ¡NO- ME- LO- PUEDO- CREER! Te has echado novia durante las practicas y no me has dicho nada, hermanito. ¡Hola, soy Mabel! Tu cuñada, estoy encantada de conocerte...- exclama Mabel emocionada hacia mí dando saltos alrededor mía.
- Eh...Elisabeth pero me puedes llamar Elise, encantada igualmente de conocerte pero no soy la novia de Dipper- digo nerviosa intentado ocultar mi sonrojo.
- Eso iba a decirlo yo pero te has puesto a saltar, Elise es una conocida mía , la he rescatado mientras caminaba por la carretera casi a oscuras- se explica Dipper sentando se en la mesa. Yo me senté al lado suya porque era la “única” persona que conocía y Mabel se sentó al lado mía.
Los tíos abuelo de Dipper estaban sentados enfrente vestidos con ropas de calle, estaban tan inmenso discutiendo que no se dieron cuenta que habíamos llegado hasta que nos sentamos.
- ¡Oh! Dipper ya has llegado, muchacho. Hace mucho que no te vemos el pelo, ¿acaso te has olvidado de nosotros?- decía el tío abuelo Stan tomando le el pelo a Dipper.
- Si,chico. Hace mucho que no te vemos, ¿qué tal las practicas? ¿Has terminado ya?- le sigue el rollo el tío abuelo Ford.
- Perdón por no haber venido antes pero las practicas me han tenido muy ocupado y no he podido ni siquiera escribiros antes- decía Dipper avergonzado rascándose la nuca.
- No pasa nada chico, lo entendemos. Tampoco hemos podido nosotros porque hemos estado ayudando a Soos en la tienda y evitando que Mabel haga de vuestro apartamento un lugar femenino- responde Stan quitando le importancia al asunto.
En eso llega una señora de mediana edad vestida de uniforme rosa con un mantel sucio y zapatos negros a pedirnos nota que interrumpe a una Mabel ofendida. Tenia un peinado alto con dos rulos y usaba un maquillaje simple que intentaba ocultar un grano en su mejilla. Uno de sus ojos se encontraba extrañamente cerrado mientras nos miraba con el otro, pero no parecía importarle mucho.
-Hola mi querida linda Susan, es bueno verte tan linda como siempre. ¿Has estado haciendo una de esas dietas raras? Porque yo te veo estupenda- se adelanta a decir Stan moviendo seductora mente sus cejas.
-Oh Stan haces que me sonroje. Ja,ja, ja, ja. ¿Qué vais a pedir?- decía sonriente Linda Susan preparada para escribir los pedidos.
- Yo quiero lo de siempre unos cuartos de filetes, mi hermano aquí va a querer pescado con patatas mientras que la niña unos pancakes y el niño los mismo que yo. Y por favor nos puedes traer unos sobres de ketchup extras, gracias guapa- pedía Stan entregando le las cartas.
- Listo. ¿Y la rubia?-
Todos centraron su atención hacia mi que me había mantenido callada desde que nos sentamos, Linda Susan me miraba con curiosidad en espera de mi pedido.
- Eh...Yo voy a tomar una ensalada- digo nerviosa mirando hacia ella, evadiendo la atención de la familia.
-Hecho, ahora vuelvo con vuestros pedidos- dice Linda Susan antes de marcharse, dejándonos en un silencio incomodo que Dipper logra romper.
- ¡Ah! Se me había olvidado presentárosla , ella es Elise, una conocida. Se va a quedar a vivir en Gravity Falls también.-
- Hola, soy Elise, encantada de conocerles...- me presento extendiendo les mi mano en un saludo amigable.
- Me llamo Stan y este aquí es mi hermano pequeño, Ford. Somos los tíos abuelo de Dipper y Mabel- dice están aceptando mi mano y dándome un apretón de manos.
- Bienvenida a Gravity Falls, espero que te sientas como en casa- dice Ford amablemente.
Se sienta bien estar por fin en casa.
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Hola lectores, aquí os dejo el capitulo 2 de Indeleble. ¡Espero que os guste!
Tengo que aclarar algunas dudas que pudierais tener sobre el primer capitulo.
-Pacifica parece que toma la decisión de escaparse muy rápido pero la verdad es que ya había pensado en eso antes pero no había conseguido encontrar el momento indicado hasta ahora.
- Pacifica y Dipper no se reconocen porque han pasado 6 años y ambos han cambiado mucho desde entonces.
- Ninguno ha dado su nombre verdadero porque Pacifica no se fiaba todavía de Dipper y Dipper solo es un apodo cariñoso que utiliza en vez de su verdadero nombre que es Mason.
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En las páginas de reseñas literarias aficionadas, las valoraciones de Diario de una adolescente. Un relato en palabras e imágenes (Reservoir Books, 2018), de Phoebe Gloeckner, están totalmente polarizadas. Y muchas están precedidas de advertencias sobre el contenido de la obra (abuso sexual, consumo forzado de sustancias, alcoholismo) y claman que el libro les ha parecido “asqueroso”, escrito por una “ninfómana” o por una pobre niña violada sin saberlo.
Sin duda, el libro es incómodo y retador, pero también divertido e inocente. En formato de diario escrito y dibujado, Phoebe Gloeckner cuenta la historia de su alter ego Minnie Goetze, una quinceañera en el San Francisco de 1976 que vive con su joven madre alcohólica, su hermana pequeña y un gato llamado Domino. Se trata de una historia de crecimiento personal, de madurez y búsqueda de la identidad que —en este caso— pasa por mantener relaciones sexuales y afectivas en las que se mezcla la sordidez y la ternura, y en donde la experimentación con los límites y las sustancias de todo tipo está muy presente.
En definitiva, nada que (con mayor o menor crudeza) no se haya contado antes. Pero la particular mirada de Gloeckner se aleja simultáneamente de la moral y del morbo, del duro juicio y de la indulgencia hedonista. La naturalidad y honestidad que desprenden sus dibujos y palabras se aplican por igual a los fragmentos donde Minnie habla de sus chuches favoritas, de lo mucho que su hermana le saca de quicio o de las ganas que tiene de follar con uno de sus amantes.
Porque Minnie tiene varios amantes (incluyendo alguna mujer). Y uno de ellos sirve de detonante de esta historia: Monroe, un treintañero, pareja de su madre —con igual tendencia que ella a los excesos alcohólicos— con quien la adolescente tiene relaciones sexuales por primera vez. A esa primera vez seguirán muchas otras, a escondidas de la madre/pareja. Minnie a veces se siente enamorada, a veces hastiada de él. Pero siempre es consciente de que, en el fondo y por encima de las esporádicas ideaciones románticas, lo único que quiere es sentirse querida. Por quien sea.
Hay muchos pasajes que, como lectoras feministas, nos revuelven y enfadan, donde hombres adultos —conocidos y desconocidos por la protagonista— no tienen ningún reparo en mantener relaciones sexuales con Minnie o con su mejor amiga, Kimmie. En ocasiones, a cambio de dinero. Muchas, habiendo tomado ellas la iniciativa. Y en cada interacción, las adolescentes creen mantener su autonomía, al menos ante ellas mismas. En una ambigua escena, por ejemplo, las chicas dejan plantado en un motel al señor con el que habían accedido a tener sexo. Pero antes de salir corriendo, colocadas, se llevan su dinero y su brandy.
El punto de vista de Lolita
Dejando a un lado los casos claros de abuso o explotación a menores, el tabú de la sexualidad en la adolescencia es el velo que oculta una cuestión que, si cabe, cuesta aún más abordar, como son las estructuras de poder. A nadie le gusta verse despojada de agencia, sentirse una mera víctima receptiva de los deseos ajenos. Cuando Gloeckner escribió esta obra, en 2002, tenía 42 años. No es inverosímil que la autora haya empoderado a su alter ego de 15 años para cumplir una de las fantasías más compartidas: volver a la adolescencia sabiendo lo que sabes de mayor.
La historia de la literatura está plagada de relatos en torno al deseo que sienten personas adultas (habitualmente varones) hacia niños, niñas o adolescentes. Algunos de ellos están considerados clásicos, desde Muerte en Venecia hasta la ubicua Lolita, en la que es inevitable pensar al leer Diario de una adolescente. Pero no por las similitudes sino, precisamente, por las diferencias entre sus jóvenes protagonistas.
No está de más recordar que el significado con el que ha pasado al lenguaje coloquial el concepto de «lolita» (según el diccionario de la RAE, “adolescente seductora y provocativa”) es totalmente opuesto al carácter y acciones del personaje creado por Vladimir Nabokov. La “nínfula” con la que se obsesiona el cuarentón Humbert Humbert se ve obligada a mantener relaciones sexuales con él, su padrastro, al verse sola y sin recursos. Tras dos años de secuestro nómada y desescolarización, Dolores Haze concluye con éxito uno de sus intentos de huida.
Minnie Goetze, por el contrario, es una adolescente que se aburre en la escuela, tiene conflictos con su madre, hace listas con sus cómics y bandas favoritas, se siente cada vez más alejada de su mejor amiga de la infancia. Y, además, mantiene una relación secreta —en la que, además de sexo, hay otros factores más relevantes en juego— con el novio de su madre, de forma simultánea a otros affairs con chicos y chicas de su edad. Se está buscando a sí misma y, de forma inmadura pero lúcida, deja constancia de sus erráticas rutas a través de las palabras y los dibujos.
Es cómic y es underground
Phoebe Gloeckner nació en Philadelphia en 1960 pero se trasladó a San Francisco con 12 años. Tiene un máster en comunicación biomédica y se ha especializado en ilustración médica, ámbito en el que es muy reputada y que se deja ver en el trazo de sus dibujos. Además de sus propios cómics, ilustra obras para público infantil. Pero lo que ahora más nos interesa es que formó parte de la escena del cómic underground estadounidense.
El llamado cómix, o cómic underground, surge en Estados Unidos a finales de los años 60, muy ligado a la psicodelia y la contracultura. Hasta entonces, las historietas estaban mayoritariamente consideradas un entretenimiento meramente infantil y principalmente masculino. Más allá de superhéroes y cowboys, el cómic underground explosiona plagado de política, crítica y mucha, mucha sexualidad. Al compás de los tiempos, las mujeres lucharon también en este ámbito para ser visibles, reconocidas. Phoebe Gloeckner y otras muchas lo lograron.
En Diario de una adolescente, la joven Minnie no sabe qué quiere ser de mayor, pero se planta en una editorial de cómix para enseñar sus dibujos. Fantasea con conocer a Aline Kominsky y Robert Crumb, dos de los grandes nombres de la escena. Tras escribir una “carta de fan” a Kominsky, recibe como respuesta una postal en la que, según la entrada del día 12 de julio, una de sus autoras favoritas confiesa a nuestra protagonista que “nunca había recibido una carta de una chica, solo de fans aduladores que se creen que está buena”. Por si quedaba alguna duda sobre la importancia de tener referentes femeninos para poder siquiera imaginar la posibilidad de hacer algo, la joven Minnie afirma: “Ahora me siento incluso más inspirada para dibujar”.
Tres ilustraciones que recoge la novela.
Basado en hechos reales
Justin Green, uno de los pioneros del cómic underground, aparece también citado en una de las listas de “artistas favoritos” que la adolescente consigna en su diario. Incluso reconoce como suya una figura pintada en una calle por la que Minnie camina y se emociona tanto que se lo explica a una señora que pasaba por ahí. No es necesario ponerse muy meta para detectar la clara influencia del que está considerado el primer cómic autobiográfico de la historia (Binky Brown conoce a la Virgen María, 1972) en estas memorias escritas y dibujadas publicadas originalmente por Gloeckner en 2002.
En esas tres décadas, la llamada literatura del yo ha alcanzado su punto de máxima ebullición. La autoficción (que siempre ha estado y siempre estará) ha sido abrazada y denostada con igual pasión. Pero parece que la recepción de este género anfibio difiere en función de si lo firma un hombre o una mujer, especialmente si incluye experiencias sexuales en su relato. Las reseñas profesionales de este Diario tienen un tono muy diferente según se hayan publicado en medios feministas o generalistas. En estos últimos, se percibe un tufo voyerista y morboso que parece sorprenderse —todavía— por la agencia sexual femenina.
Por mucho que Diario de una adolescente incluya como epílogo extractos del diario real que la autora escribía a mediados de los 70, así como fotos de ella misma, su familia y su casa (y por mucho que el parecido con lo representado en la obra no sea pura coincidencia) una obra de ficción no es la realidad. Por mucho que se abre con una interpelación (“por favor, no leas esto hasta que me haya muerto e incluso así no lo leas hasta que pasen veinticinco años, o más”) no es un diario. Y Minnie Goetze no es Phoebe Gloeckner. Ella (la autora) lo explica con más precisión en el prólogo a la edición revisada:
Se suele decir que el Diario de una adolescente es una autobiografía, una autoficción o unas memorias. Estas categorizaciones parecen un intento de definir el libro como un «documento» o en términos «feministas», como el testimonio de la vida de una mujer joven en una época particular, un testimonio cuyo valor es más político e histórico que estético o literario. Yo veo mi obra de otra manera. Este libro es una novela. (…) La pregunta que me han hecho acerca de este libro es «¿Es verídico, ¿son tus propias vivencias?». Esta pregunta me confunde. (…) En muchos sentidos, este libro va «de» mí. Sin embargo también va claramente de ti. (…) Después de partirme el pecho con lo de la autobiografía, me gustaría responder a quienes a menudo describen este libro como un «trauma» o como «la sexualidad de una adolescente». De nuevo, y dejando a un lado la timidez, debo decir que no va «de» nada. Y al mismo tiempo, va «de» todo. Va de haber nacido en ciertas circunstancias y de encaminarse hacia la acción independiente y la conciencia de los propios deseos, las propias limitaciones y las propias capacidades. Va del dolor y del amor. Va de la vida. Nada más.
Parafraseando a Rimbaud, yo es otras. Todas esas otras “chicas que han crecido” a las que Gloeckner dedica esta obra.
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Tarde de mimo capilar......😂😂😂😂😂 así llamo yo al método curly ......y tengo que decir que he recuperado gran parte de mis ondulaciones a parte del sano que está. Los tres primeros productos que os enseño es la primera parte. Tengo que decir que el champú no suele formar parte de este sistema normalmente solo para el low poo que es ocasional, pero yo tengo pelo graso así que al final lo tengo que usar ( salvo cuando me tiño, que hay paso al cowash, lavado con acondicionador) el🔹️ champú tiene que ser apto y este de @johnsonsbabyes los de nueva formulación que no tienen ni sulfatos,ni siliconas ni parabenos.....huele genial y me deja el pelo estupendo.🔹️ Acondicionador básico de @eroskioficial muy ligero y con olor a chuches 😋😋😋😋.🔹️Mascarilla de Bonté del @dia_esp de su gama Repair & Protect , que me deja el pelo muy hidratado..... #blogger#bloggers #blogdemaquillaje#makeupblog#beautyblog#blogdebelleza#blog #makeup #maquillaje #motd #belleza#beauty #lowcost #instablogger #moda#fashion#fashionblog #ropademujer #ropa #estilodevida#lifestyle https://www.instagram.com/p/B4QBN-lCSwh/?igshid=e61h8y57899l
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¿Se debe europeizar África?
Sede de las Naciones Unidas, Nairobi, Kenia. Laderas y laderas verdes que no llegaba a ver con exactitud donde acababan, edificios equipados con las últimas tecnologías, ¡fuentes decorativas! el único lugar de mi viaje donde pude ver fuentes.
Strathmore University, una de las universidades (privadas) más prestigiosas en Nairobi. Edificio semi autosostenible, donde el precio anual sólo puede permitírselo el 1% de la población keniana en Nairobi, aunque “tienen un programa de becas excelente”, con aulas bastante mejores que las de nuestra cercana Universidad Complutense. Parpadeo y veo Europa, no es real, no es el día a día del keniano típico, no es lo que veo en la calle, me froto los ojos, estoy en un oasis.
Antes de seguir, quiero aclarar que África necesita desarrollarse, eso es innegable, sin embargo, la cuestión que voy a tratar es cómo debe hacerlo, cómo lo está haciendo y si debe cambiar ciertas cosas. Me explico:
La misa del Domingo en Nyumbani Village, bailes, cantos, hasta un bajo eléctrico (tan diferente a la misa de mi barrio) pero están rezando, están pidiéndole a Dios, y no, no es otro dios distinto, es exactamente el mismo que el de la misa de mi barrio; cristianos católicos. También me fijé en su ropa, colores, telas y diseños diferentes a los que suelo encontrarme en Madrid de camino a la uni, sin embargo tenían pinta de cumplir la misma función, ¿o acaso las samosas, ugalis y chapatis tampoco alimentan? Son varios ejemplos con los que pretendo hacer entender que un mismo fin (practicar tu fe, vestirse, alimentarse…) se puede alcanzar de diferentes maneras según las características del entorno, como la gente, la cultura, el clima… Sin considerarse menos válidas por el hecho de ser diferentes, todo lo contrario. Y es este fallo de concepto lo que he ido observando en algunas zonas de África, en las que los occidentales no acabamos de comprender que el desarrollo de África es por y para los africanos y por lo tanto hacer un “copy-paste” de Europa en África es una práctica inútil.
Me gustaría continuar comparando este tema con la situación de un estudiante recién graduado, que quiere estudiar una carrera universitaria o aplicar a un puesto de trabajo pero no tiene claro cuál. En el proceso de toma de decisión aparecen sus padres, que ya han pasado por esa misma etapa y tomaron su decisión en su momento, para más tarde formar una familia, y ahora pueden decir que les va “bien en la vida”.
Ante este escenario el estudiante, si no es estúpido, escuchará los consejos que le puede proporcionar la experiencia de sus padres y que seguro le resultan útiles una vez tomada la decisión, sin embargo, jamás serán los padres los que tomen la decisión por él (en la mayoría de los casos no coincidirá siquiera). Si una decisión es para ti, la vas a llevar a cabo tú y afecta a tú futuro, la decisión deberá ser 100% tuya, y no de ningún tercero por muy “bien que le vaya la vida” a este.
Es tu vida, no la de tus padres. Es el desarrollo de África, no el de Europa.
No tengo por qué ver edificios de casas nuevas ¡donde no vive nadie! con una placa brillante de la ONG que la construyó, supongo que es lo que sucede cuando se ayuda con lo que nosotros creemos que necesitan y no con lo que de verdad necesitan, ¿para qué preguntar? Políticas de cooperación hechas desde despachos de capitales europeas que ¿funcionan?.
Lo siento pero no.
No voy a permitir que nadie me quite el placer de equivocarme con mis decisiones, los africanos tienen todo el derecho del mundo a equivocarse con su desarrollo, de lo contrario se pone en riesgo el sentimiento de pertenencia, la carrera que te obliga a estudiar tu padre (por mucho que sea la misma que tú tenías pensado elegir) si te obliga a hacerlo deja de ser tuyo al 100% y eso puede traer desmotivación y desgana, cosas bastante más lastrantes que una equivocación.
Supongo que es normal estar en un mercadillo y que se te abalancen los vendedores porque eres “muzungu” (piel blanca), supongo que también es normal que los niños te vean y te pidan dinero o chuches y que adultos te pidan que hagas negocios con ellos desde España. Odio ver las miradas de inferioridad del hombre africano al hombre occidental, detesto no tener una conversación de igual a igual. Y tal vez sea consecuencia de ese concepto ya adoptado en las comunidades africanas, donde es el hombre blanco con dinero el que viene a salvar al pobre hombre negro y eso no puede ser así, salvar es tema del de arriba, los de abajo lo que tenemos que hacer es remangarnos la camisa y ayudarnos como hermanos. Sin tonterías.
Pablo Márquez
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Reposted from @andreslopezphoto (@get_regrann) - Hoy no traigo una historia de abandono, pero sí una historia de concienciación y de desmontaje de mitos y bulos. Kala fue la pequeña de la camada, la canija, y mi amiga Vicky dijo "venga, me la llevo a casa y le damos una oportunidad" Y han pasado siete años. Me ha visitado en el estudio y la he "puñeteado" un poco, pero ella se deja. Me come todas las chuches, me sonríe como buen Pitbull, ni un mal gesto, ni un ladrido. Es un Pitbull, sí, pero ha crecido en un hogar, con una familia. Ha crecido y ha sido educada como cualquier otro perro. Y Kala, con siete años, es un perro, ni más, ni menos. No es un arma, ni una asesina, tampoco un animal peligrosísimo. Sin embargo, tiene que ir con un bozal por la calle, atada, tiene que tener un seguro de responsabilidad civil... Kala está considerada un animal potencialmente peligroso por una Ley que dice que por ser de una determinada raza, es una máquina de matar. Kala. Un perro. #NoSomosPeligrosos Photo : ©Andrés López / fotopets.es @esolympus OMD EM1 MkII + Zuiko 25mm f1.2 PRO + flashes + @phottix Strato + @lastolitebymanfrotto Ezibox II Octa #dogs #perros #pets #lovedogs #shelterdogs #portrait_dog #dogsofinstagram #dogoftheday #dogstagram #excellent_dogs #insta_animal #instadogs #animals #bestwoof #dogofinstaworld #woof #loveanimals #getolympus #omd #olympuscamera #petlovers #adoptaunperro #adoptadog #a_dogsworld #portrait #dogphotography #pitbull #pitbullofficial #pitbullsofinstagram — view on Instagram https://ift.tt/2Yhv9WS
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Basta de muertos, o el diario de agosto es mío y me lo follo cuando quiero
No actualizo el diario todos los días, pero anoto cosas sin orden en la libreta. Quizá es mejor así. No hay muchas reflexiones interesantes ni aforismos, sino anécdotas como esta: se me ha caído la taza del váter y el ruido me ha dejado un pitido en el oído. Ha ocurrido tres veces en dos días.
Mamá se ha ido a vivir a Astorga. Me da pena porque pienso que deja su casa de Murcia, a la que me he acostumbrado a pesar de no tener habitación ni arraigo ni nada. Luego descubro que su trabajo es temporal, en un hotel solo para temporada alta. La casa de Murcia es también temporal, como todas las casas en mi familia, pero de momento es su casa todavía. No me hace mucha ilusión volver a Murcia, aunque tengo ganas de ir al museo de Ramón Gaya que hay en la Plaza de las Flores. Dice D.G. que I.M.P. se lo recomendó. Trapiello habla mucho y bien de Gaya. Y en la entrada del museo hay una cita de Natalia Ginzburg (qué naíf y guay soy).
Es interesante haber leído el último tomo de los diarios de Trapiello y ahora leer el primero. Escribo justo al terminarlo que me parece que el diario tiene un tono crepuscular, y como de alguien más anciano de lo que es (Trapiello es del 53): sus amigos o bien están muy viejos y dementes o bien van muriendo poco a poco. Trapiello parece que desea ser más viejo de lo que es, para poder escribir de los achaques, de la cercanía de la muerte. También están su obsesión por los libros viejos, por el Rastro, el coleccionismo de antiguallas.
Sin embargo, en El gato encerrado, el primer tomo de sus diarios, de 1987, escribe esto:
“Si Natalia Ginzburg hubiera vivido cerca, habría tomado un tren, me habría presentado en su casa y le habría dicho: “Gracias. Nada de cuanto ha escrito me será indiferente”. Estoy impresionado de veras. Me ocurrió lo mismo cuando vi por primera vez El río, de Renoir. Un día, de súbito nos encontramos frente a algo extraordinario. Alguien nos hace entrega de una obra solo a nosotros podría beneficiar, aunque pueda también beneficiar a otros. Solo que nosotros lo estábamos esperando, sin saberlo, desde hacía mucho tiempo. Y que sea un contemporáneo quien te lo ofrezca es de una importancia capital, porque es la señal de que nada ha terminado, de que todo continúa, la vida, la literatura, los afectos, el corazón del hombre. Poder vivir con esa esperanza es importante para alquien que empieza.”
Ha cambiado mucho en treinta años, comprensiblemente. Ahora piensa que solo los muertos tienen algo que decirnos. Antes: “¿Con quién va a estar uno en deuda? ¿Con los muertos? Basta de muertos.”
Escribo que estoy triste porque Y. está triste, pero no sé de qué día se trata. Luego hay escenas bonitas. Y. me dice en la cama, por la noche, a punto de dormirnos los dos: Te propongo que cuentes las 50 provincias de España para dormirte. Vaya coñazo, le respondo. Yo ya llevo 45, dice. Y. en sueños: ¿Y a ti qué cárcel te ha tocado? Y. va a comprar vino y comida, no tiene suficiente dinero, se queda con el vino. Y. se compra un libro de Wittgenstein. Y. me regala los diarios de Thoreau y “nos” regala Poesía y verdad de Goethe y Agua salada de Charles Simmons.
Una comida con J.T. y D.G. en un sitio bueno y barato cerca del Mercado de San Miguel. Hablamos de bolardos, claro, pero luego de cine o de no recuerdo bien. J.T. es un tipo estupendo y su cine también. No me paga por decir esto, ni tampoco busco recompensa por ello. Si dejara de explicarme todo el rato quizá sonaría más sincero.
Una comida en Mercato Ballaró, un italiano cojonudo, con R., otro R., aunque esta es la sigla de su apellido, y D.G. Hablamos de El País y de 1968, porque R. está escribiendo un libro sobre ese año, y le tengo muchas ganas. A los hijos del otro R. les gusta la banda japonesa Toe y me hace ilusión. Tengo amigos que me reprocharán que tanto no me gustan, porque cuando vinieron a Londres yo decidí ir a ver a Dying Fetus en vez de a Toe. No me arrepiento.
El día 26 intento ser riguroso. Escribo en una terraza al lado del Retiro, frente a Y:
No sé qué día es pero miro el periódico y es 26. No sé qué día es porque 1) nunca sé qué día es 2) no llevo móvil ni iPad, e Y. tampoco. Hemos comprado el periódico porque es sábado, y los sábados sale Babelia. Antes me gustaba más que ahora. No sé por qué tengo que dar tantas explicaciones. Creo que porque soy consciente de que la frase “no sé que día es pero miro el periódico” suena artificialmente bohemia, como si fuera un vagabundo que vive en un altillo en Montmartre en los años 30 y se enterara del día que es con el periódico de la cafetería. O como si fuera de ese tipo de gente que se enorgullece de no necesitar el móvil. En general intento usar menos el móvil, los fines de semana dejarlo en casa. Pero siempre soy demasiado consciente de que lo hago, y no dejo de pensar en las horas que llevo sin mirarlo, y de cuántos mensajes tendré pendientes. La gente me dice: bueno, es normal, eres periodista. Nah, no tiene nada que ver con eso.
Dormimos en el sofá cama porque hay un mexicano de Airbnb en la habitación grande. Creemos que su novia es rusa. No hay absolutamente ninguna interacción ni conversación con ellos. Son tan sosos o tímidos que es incluso ofensivo. Nos hemos comido una carne picada del frigorífico que era suya, y el tipo le ha enviado un mensaje de Whatsapp a Y. para quejarse, en vez de abrir una puerta y decírselo en persona. Y., contrariada, ha bajado rápidamente al supermercado para comprar otro paquete de carne. Ha ido al Lidl y al Carrefour porque no encontraba la misma marca. También les ha comprado unas chuches como perdón, y les ha dejado un post-it de disculpas.
Luego hemos salido a dar un paseo a la cuesta de Moyano y al Retiro. Nos hemos comprado Calle de las tiendas oscuras, de Modiano, y los Diarios de Kafka. Los de Kafka están anotados muy minuciosamente por algún estudiante o profesor, imaginamos: en la primera página hay un índice temático a boli, con números que corresponden a diferentes temas que trata Kafka. En un puesto de libros anarquistas un hombre se queja de que la librería libertaria LaMalatesta invita a gente de todo tipo, y que no son realmente anarquistas. El librero le responde, un poco con rencor, que la gente tiene que pagar las facturas y comer y que no todo va a ser el activismo. El anciano le pide medio disculpas, pero sigue ahí dándole por culo.
Los pavos del Retiro. Unos turistas americanos, “so gorgeous”. El cielo está gris pero muy luminoso, como de calima. El Retiro está vacío. Me cuesta andar, estoy cansado, bostezo, la cabeza abotargada, parece que intento adaptar mi cuerpo al clima. En un banco junto a los baños subterráneos hay un Libro de Mormón, como esperando convertir a alguien despistado. Que así sean todas las evangelizaciones.
Escribo esto en una terraza de la calle Ibiza. Y. está enfrente de mí, haciendo el sudoku del periódico. Luego coge los diarios de Kafka y se ríe y me lee algunos fragmentos. El del 26 de agosto de 1911: “Uno piensa que se describe correctamente, pero solo hay una aproximación y el diario la corrige.” Luego me lee fragmentos que me habrían venido muy bien para mi texto sobre Emmanuel Bove, que tiene libros muy kafkianos. Los dos eran inseguros, paranoicos, fantasean con el suicidio y murieron de tuberculosis. Y. me lee esto: “Si fuera a matarme, es evidente que nadie tendría la culpa, aunque, por ejemplo, el motivo aparentemente más inmediato fuese la conducta de F.”
Cataluña ha declarado la guerra a España. -Tarde, escuela de natación.
No comemos. Compramos cosas en el supermercado pero acabamos tomando helado y pistachos. Nos tiramos en una pradera, con castaños y creo que olivos. Y. quiere dormir, pero le molestan los bichos. Se tumba encima del periódico, tras desplegarlo en el suelo, y se tapa con los demás pliegos: una pierna, una hoja, otra pierna, otra hoja, un brazo, una hoja, otro brazo, otra hoja. La cara con más hojas. The wicker woman. Yo estoy en calzoncillos. Me apoyo en el árbol y leo a Annie Ernaux, que pensaba que era más ligera pero es muy densa y poco narrativa y me cansa. Cuando empiezo a estar cómodo Y. se levanta porque está incómoda. Volvemos andando a Lavapiés.
Escribo: En los diarios está todo lo que necesito de la literatura. Lo que quiero decir es que nunca he escrito narrativa, o muy poco, y que los diarios me permiten acercarme un poco a ella.
Suelo quitar la tilde a “sólo” cuando cito cosas.
Leo Gran Hotel Abyss, sobre la Escuela de Frankfurt, en casa de Y. El capítulo de Benjamin, centrado en su infancia, es bonito. Pero sus ideas políticas me parecen superficiales, como adolescentes. Todos o casi todos los miembros de la Escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer, Benjamin…) son hijos de judíos ricos que reniegan de sus padres, y hacen lo que haga falta para cabrearlos: ¿que mi padre es ateo? Me hago judío ortodoxo. ¿Mi padre es un capitalista industrial? ¡Comunismo! Está bien para los 16 años, pero no para toda una carrera. Es posible que cuando avance en el libro cambie de opinión y compruebe la importancia de sus ideas (que ya más o menos conozco). Pero de momento no puedo parar de pensar en estos orígenes, en su rebeldía adolescente y en que Adorno estaba en contra de la radio y de la música grabada porque alienaba (!). Creo que asociamos a la Escuela de Frankfurt con la izquierda solo porque eran anticapitalistas. Pero tenían ideas muy reaccionarias.
Cuando lea de nuevo esto me avergonzaré, pero podré editarlo. Y. me ha convencido de que a final de año junte todos estos diarios y los amplíe y convierta en un libro. Me hace ilusión, sobre todo porque es algo que escribo de manera natural, y me gusta mucho más escribir que leer (a todo el mundo que conozco le ocurre lo contrario).
Me ha salido un captcha con el nombre de mi calle y me he cagado.
Vamos a Berserker, que es un thriller español con toques de posthumor. Y. y yo dudamos de si es todo irónico o realmente lo hacen tan mal. Por la noche vemos los monólogos de Julián Génissom, el que hace de protagonista, y es muy divertido y absurdo. Y su Twitter es su mejor obra: sube fotos de stock cutrísimas, hace reflexiones absurdas. Es la estética pop de ahora: lo kitsch, lo pixelado, lo irónico. Está bien para un rato.
Comemos Y. y yo con M.D.P., que me ha pedido que cambie sus siglas. Mejor, más divertido. Nos cuenta que A. ligó en el pueblo con un capillitas al que le gustan los toros y que le fue a buscar a la mañana siguiente y a presentarse a la madre. Luego veo en Instagram que han quedado ya.
Ha venido A. de Marburgo. Le pregunto cómo está y me dice que mal, que para qué mentir diciendo que bien. Lo comprendo y me parece bien (que sea sincero, no que esté mal). Vamos a Libros Dodó y luego a comer un bocata de calamares en un bareto cutre de Vallehermoso. Me cuenta varias historias graciosas de los trenes de Alemania. Un día un tren que le llevaba a un pueblo perdido se estropeó a una parada del destino. Decidió ir andando. El camino se convirtió en arcén, el arcén en nada, y tuvo que ir andando por el río, saltando de piedra en piedra. Llevaba consigo una caja de pizza que compró en el anterior pueblo, y la iba comiendo entre salto y salto.
A las 18:00 vamos a ver El castillo ambulante a la Filmoteca. La cola de fuera es larguísima. Como dice una chica que pasa, “esto parece el preestreno de Harry Potter”. Adolescentes con camisetas de anime, uno con el pelo platino, padres que les acompañan resignados. Uno de los chavales le dice ilusionado a un amigo: “¡Hay un tío con una camiseta de Pulp Fiction!” Angelico. Quizá lo que no me gustan son los fans de los animes, y no tanto el anime. No es cuestión de edad sino como un autoodio, como si no pudiera aceptar mi adolescencia. Pero ni siquiera era fan del anime de adolescente. La película la disfruto porque no hay misoginia ni excesivo militarismo, que es a lo que asocio el anime.
Después del cine cenamos con Y. en un vasco con un camarero subnormal. Subnormal de que es gilipollas, no es que esté intentando ser excesivamente políticamente incorrecto.
Llevo una camiseta de Berri Txarrak y me siento ridículo, como si lo hubiera planeado de antemano. Llega un nuevo chico de Airbnb a casa de Y., esta vez muy majo, de Manchester, alto y rosadete. Y. es una excelente anfitriona.
Me cuenta Y. que J. trabaja en un periódico de incógnito: envía artículos a una amiga y esta a su vez los envía al periódico, porque no tiene tiempo. Luego ella le paga a él, obviamente. Es la forma más triste de precariedad.
Estoy intentando pensar qué más cosas he olvidado de estos días, pero bah.
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