( TRAMA. )
La mente de Molly Weasley normalmente se encontraba plagada de pensamientos sobre su familia. Eran lo que más le importaba: sus pensamientos, sus acciones, hasta los latidos de su corazón eran por ellos. Todo eso parecía haber sido completamente borrado y su cuerpo ahora actuaba controlado por algo más, como una marioneta. Una marioneta sanguinaria, dejando dolor y sangre a su paso, al igual que las cientos de personas en el mismo estado que ella. Con las manos ya ensangrentadas, Weasley se dispuso a atacar con su varita a alguien frente a ella, pero un golpe en su costado la hizo voltearse, dirigiendo su “ira” hacia alguien más.
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