#⸺ ◟♡◞ STAGE : kurosawa shou
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—Como siempre —dice, con Demian dándole la espalda —, ha sido un evento muy bonito. @malaeartes
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37. without a motive @malaeartes
Despertar al lado de Demian era siempre una experiencia, y en lo más adentro de Shou se mezclaba una sensación de ternura que no solía sentir; pero también la situación se le dibujaba cómica. Frotó su nariz en el hueco del cuello del mayor y, dándole un beso casto en los labios, se incorporó.
—Buenos días, princesa —Con su pijama impecable, pues la noche anterior no habían hecho nada, y unos antifaces cubriéndole los ojos, Shou no podía no reírse de él —. Voy a preparar el desayuno. ¿Quieres algo en especial?
#⸺ ◟♡◞ stage : kurosawa shou#malaeartes#ajfnbdgoisd siempre se va a reír de él; pero ahora mismo desde la ternura <3#perdón pero sí me imagino a demi durmiendo con toda la parafernalia cuando no están haciendo marranadas
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continuación de esto. @malaeartes
Alzó ligeramente las cejas. No se esperaba ninguna respuesta en específico, pero estaba empezando a notar las tendencias de Demi de llamarle animal, o bestia, o niñato; también se había dedicado a llamarle así durante la cena. No podía decir que le disgustaba. Estando encima del contrario como se estaba, colocó una de sus piernas entre las del contrario. No podía decir con exactitud cómo acabaron así, pero sería un hipócrita si se hiciera el sorprendido.
—Entonces —Empezó. Aprovechando la cercanía, dejó un beso húmedo en la zona del esternón de Demi, que ya se encontraba medio expuesta. Le alegraba no haber perdido la práctica obtenida durante los años de relación para desnudarle —, es que los demás no lo hacen lo suficientemente bien.
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Buscando encarecidamente sus ganas de vivir.
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Una sonrisa se dibujó en su rostro al ser llamado animal. Mentiría si dijera que, de hecho, no despertó algo en lo hondo de su estómago; pero no iba a darle el gusto a Demian, disfrutando como estaba de ser él quien estaba provocándole. En sus deseos más egoístas, deseaba ver hasta dónde podía llegar el contrario.
—No pongas palabras en mi boca —contrarrestó, desmenuzando el salmón con el cuchillo y el tenedor y llevándose un cacho a la boca, masticando y tragando con parsimonia y tranquilidad. No tenían ninguna prisa, ¿no?
—No soy tan fácil de llevar a la cama, Demi —procedió, en broma, porque ambos sabían que, al menos entre ellos, sí que era relativamente sencillo provocarle para hacerlo. Aunque tenían una visión del sexo algo diferente, pues Shou solo lo concebía con una persona con la que, además de atracción sexual, también hubiera desarrollado ciertos lazos afectivos o, a sus ojos, hubiera la posibilidad de estrecharlos en un futuro. No sentía la necesidad de acostarse con la gente por la calentura, y era algo de lo que estaba agradecido; no quería meterse en problemas y lidiar con situaciones solo porque estaba cachondo —. Tendrás que trabajar un poco más.
tigerblccd:
Él, por su parte, continuó comiendo. Si se sentía ligeramente presionado por la mirada taciturna del contrario sobre él mientras continuaba la acción, el japonés no lo demostró; su rostro impasible y sereno. Sin embargo, dejó los cubiertos sobre la mesa cuando escuchó las palabras del contrario, una sonrisa leve volviendo a su boca, curvándose en sus labios.
—Confío en que tomes la decisión correcta —concedió, cerrando los ojos, relajado. Ciertamente no podría culparlo si decidía hacer lo primero, ya que estaba preparado para las consecuencias cuando decidió molestarle; aunque no le gustaría que lo hiciera. Sabía que su relación no era como antes, y que había cruzado una línea que, quizás, el contrario no quería cruzar, o al menos no tan pronto, así que si decidía dejarlo ahí solo, el japonés sabía que lo había cosechado él y solo él y no podría enfadarse.
—Pero sería una pena desperdiciar tu plato de comida.
— Y lo disfrutas, animal. —espetó sin alzar la voz, pero claramente era un reproche de aquellos.
Había algo encantador en poder apreciar dicha sonrisa aunque esta fuera a costa suya. Frunció los labios mientras no le apartó la mirada inquisidora en ningún instante.
— Entonces, tampoco te estás negando a coger en mi apartamento. —lo obvio y lo que importaba en realidad. Mencionó que estuvo así de cerca de abandonarle pero ya no lo había hecho ni lo haría, idea descartada desde el momento que decidió expresarlo.
— Tomaré esto como un “sí”. —y con eso se tomaba atribuciones que ciertamente se las estaban dando, en un tira y afloja que no iba a ceder.
#⸺ ◟♡◞ STAGE : kurosawa shou#no estaba muerta estaba de parranda#me lo vas a tener que perdonar#es un brat#demi checkea tus gustos ah
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Conocía el cuerpo del contrario; sobre todo conocía las maneras que tenía de expresar, de forma no verbal, los pensamientos dentro de su cabeza y, aunque no conociese los pensamientos en sí, pues vidente, todavía, no era, sí que sabía leerlos y entenderlos por encima. Por su parte, prestó atención, percibiendo el nuevo plato (su plato) en la mesa muy por encima, como si lo viese desde un punto de vista muy lejano, por lo que no lo tocó si quiera.
Cruzó una pierna encima de la otra y, apoyando su mentón en la alma de su mano, que a su vez estaba apoyada en la mesa, intentó analizar la situación —. Te sientes cómodo conmigo —repitió, una pequeña sonrisa curvándose en sus labios —. Me siento halagado, y yo también me siento bien cuando estoy contigo, pero, ¿es solo eso? —La pregunta, cuando salió de su boca, no era inocente. Siempre le había gustado molestarle, llevarle al límite y probar su paciencia, pero eso fue cuando era, prácticamente, un crío. Pensó que con los años la acción dejaría de ser divertida, pero se equivocaba.
—¿Qué te hago sentir?—Deslizó una pierna por debajo de la mesa, rozando la pierna del contrario con el pie.
tigerblccd:
Se dibujó una pequeña sonrisa en el rostro del japonés al escuchar las palabras del contrario, ensanchándose con cuidado ante la risa. Se sabe, y no le da vergüenza reconocerlo, que atesora con especial cariño cada segundo de la relación con el contrario; pero en concreto recuerda con un cariño inmensurable cada risa que conseguía sacarle al mayor. Incluso ahora, el sentimiento en lo más hondo de su estómago era parecido, y se acarició la zona con extrañeza.
No dijo nada. Estaba seguro que no era el único que encontraba encanto en la transparencia, la incapacidad de no decir lo que piensa, del contrario, pero decidió que no era algo para comentarlo ahora.
—¿En qué… —Empieza, aunque se ve interrumpido cuando el camarero se acerca con el plato de comida de Demian. Él aprovecha para darle un sorbo a su copa, también (no le hacía especial ilusión que el camarero escuchase cualquier conversación que fuesen por tener, y en algún punto de su vida había desarrollado la manía de cortar la frase en cualquier restaurante cuando les servían la comida o la bebida) y asiente con la cabeza cuando el hombre le promete que el suyo vendría dentro de nada. Una vez el camarero en otras mesas, continuó: —¿En qué no podrás dejar de pensar, exactamente?
Shou era muy directo cuando quería serlo y en otras ocasiones, la mayoría tal vez, era también así; denso como una piedra, igual que un muro del mejor concreto. Podías tirarlo al río y se hundiría con su propio peso sin tener idea de su alrededor.
Después de beber de su copa, tendió a morderse los labios sin querer herirse. Pero queriendo sí sellar sus labios para no hablar de más, no obstante, le era físicamente imposible no responder cuando algo le era preguntado.
Ni siquiera la interrupción momentánea del camarero le dio alivio a su dilema.
Fue el primero en echar mano a su plato, por obvias razones, aunque solo retrasaba lo inevitable. Comer por un par de segundos no lo callaría eternamente. Entre tanto, el camarero trajo el segundo platillo y una vez su presencia ya no les rondaría hasta que le llamasen, pudo decir, luego de otro sorbo a su vino -por dios que lo necesitaba, adormecerse, adormecer, adormecer, una y otra vez eso que amenazaba con quemarle vivo-;
— En tí, en lo que me haces sentir. —y como sabía después de muchos regaños de su familia que no debía enrarecer las cosas entre ellos desde que estaban separados, tuvo que explicarse inútilmente; — En… lo cómodo que estoy contigo. Me haces sentir hasta mejor persona y ansío retribuirte eso con todo lo que tengo.
VAYA, quizá no aligeraba nada con su aclaración, pero bueno, ya había salido disparada de su boca. Una expresión de amor y deseo, un afán que dormía cuando no se veían más no se dejaba morir del todo, un placer agonizante.
— Pero, es solo mi percepción. No te sientas obligado por nada. — a veces , las palabras presionaban por eso lo liberó de su yugo, además no quería esconderle nada y tampoco podía ciertamente.
#⸺ ◟♡◞ STAGE : kurosawa shou#malaeartes#mira#no puedo decir nada en su defensa#pero sí en la mía: se rolea solo#ah
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Cierto era que le costaba centrarse. A veces no distinguía lo que quería hacer con lo que debería hacer, aunque en su defensa, nunca acababa en situaciones así si no era con el contrario. Aun así, entre beso y beso sobre la piel de Demi, consiguió un momento de lucidez y, sin alejarse demasiado (se esforzó en no romper el contacto físico —mantiendo las yemas de sus dedos en el torso a medio desvestir del mayor; donde se apoyó para sentarse, echándose ligeramente hacia atrás—, como si fuera un ancla al mundo real), decide interrumpir su trabajo.
—Perdón —En una voz floja: nunca había sido bueno expresando esas palabras —. Di por hecho que querías; o, mejor dicho, que no iban a importarnos las consecuencias. —No quería comportarse como un animal con Demi; aunque parte de la dinámica de la relación, al menos al principio, era que ambos se comportaban como animales. El contrario nunca había sido un ejemplo a seguir precisamente. Pero ahora no estaban juntos, e igual era necesario establecer límites o, al menos, hablar las cosas —. No quiero que pienses que no te tengo en consideración.
tigerblccd:
Una risa brotó de la garganta del japonés, ronca por la necesidad, pero sincera. Decidió no decir nada, aunque si suponía un verdadero problema para el contrario, no le estaba poniendo muchos límites precisamente. Era culpa suya, en parte, por dejarle hacer lo que quisiera por, al mismo tiempo, pura necesidad también, de colisionar ambos cuerpos.
—No sé de qué manías me hablas —pronunció sobre la piel del pecho ajeno, agradecido por la ayuda, pero también haciéndose un hueco entre la tela solo con su nariz y su boca, para seguir besando y lamiendo la zona. Cuando llegó a uno de los pezones, lo mordió, sin fuerza.
Instintivamente, sin quererlo, la parte baja de su cuerpo empezó a acercarse a la contraria, creando fricción. Soltó un gemido, su voz áspera.
Resopló con fuerza, como si quisiera quedarse sin aire, debido a esa sensación de enojo que le causaba Shou. Helo ahí, haciendo lo mismo de siempre otra vez, esas malditas manías de un niñato que no era capaz de ser un hombre derecho, sino un árbol que creció torcido.
Hubiera rodado también los ojos pero los tenía cerrados, así que en otra oportunidad podría terminar el conjunto de expresión.
Luego, asomó el primer gemido de su garganta, algo contenido sin la fuerza para sobresalir. Pero era un excelente indicio, sin duda. La fricción en la parte inferior de sus cuerpos fue menos discreta de lo que ellos pretendían ser, las reacciones viscerales no podían ser escondidas y hablaban lo que ellos se negaban a asumir; la necesidad era imperiosa y bienvenido era el otro por ser un conocido de sus cuerpos, un tacto que se añoraba ciertamente. ¿Cuánto siquiera se habían extrañado?
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Una risa brotó de la garganta del japonés, ronca por la necesidad, pero sincera. Decidió no decir nada, aunque si suponía un verdadero problema para el contrario, no le estaba poniendo muchos límites precisamente. Era culpa suya, en parte, por dejarle hacer lo que quisiera por, al mismo tiempo, pura necesidad también, de colisionar ambos cuerpos.
—No sé de qué manías me hablas —pronunció sobre la piel del pecho ajeno, agradecido por la ayuda, pero también haciéndose un hueco entre la tela solo con su nariz y su boca, para seguir besando y lamiendo la zona. Cuando llegó a uno de los pezones, lo mordió, sin fuerza.
Instintivamente, sin quererlo, la parte baja de su cuerpo empezó a acercarse a la contraria, creando fricción. Soltó un gemido, su voz áspera.
Se llevó la diestra al rostro para medio cubrirse. Era incapaz de mentir y también su cuerpo era incapaz de sublimar lo que sentía. La emoción, el instinto era visceral y ya, no habían adornos.
— No. —respondió luego de tensar los labios ante las sensaciones eléctricas en su piel. — Eres tú el bendito problema como siempre. —compararse era una idiotez, sin duda. Por eso quería alejarlo de esa ruta, aunque entendía probablemente que era parte de esto de marcar cierta pertenencia.
Con la mano libre, abría los botones de su camisa para facilitarle las cosas, no sin algo de trabajo de por medio. — Tú y tus manías que me fastidian. Para bien y para mal.
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malaeartes:
Sus cejas se movieron en un movimiento discreto, tan discreto como el amago de sonrisa que no terminó de adornar su rostro. Su mirada se intensificó por un momento. Se sentía halagado por estas palabras, y no solo por su contenido, sino también de quién venían.
Era una de las pocas personas de las cuales podía decir que le comprendía bien, tanto en lo superficial como en su vasto mundo interno. A veces se preguntaba por qué las cosas no salieron bien entre ellos, si tenían esta confabulación a favor.
— Sabía que lo apreciarías. Lo que hago, como si fuese el primer día. —sentenció con calma. — ¿? —hubo un pequeño silencio mientras procesaba la invitación. — ¿Estaría bien ir este sábado? Si no se puede, el siguiente.
Visualizando un calendario y con la vista enfocada en el techo, intentó recordar si el sábado de esa semana, o el próximo, sus padres o él tenían algún compromiso. Aunque su madre estaría encantada de comer con el contrario, incluso sin que Shou y su padre estuvieran presentes. Asiente con la cabeza, volviendo a hacer contacto visual con —. Creo que no habrá problema con este sábado. Será en casa de mis padres, supongo; ya sabes que le gusta cocinar. ¿Está bien para ti? —Entendería si era una situación delicada.
Su madre, a diferencia de su marido y de su propio hijo, era una persona de naturaleza despreocupada. Si le apetecía hacer algo, lo hacía. Y tenía la manía de inmiscuir a cuantas más personas posibles. Aunque, en este caso, Shou no podía quejarse.
#⸺ ◟♡◞ STAGE : kurosawa shou#malaeartes#la madre de shou; seguramente la persona que más ganas tiene de que vuelvan digo
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