#❪ ❀ ⋆ ― 「 sweetstories 」 ❛ bond┊ evelyne & satoru ❜ 」･*

[sweethorizon-stories]

❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki 」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

La campanilla de su cafetería solo y eso quería decir que anunciaba a un nuevo cliente.― Bienv-… Oh, pensé que ya no vendrías por el resto del día ― Cambió sus palabras, tan pronto vio de quien se trataba.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki 」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Sus ojos recorriendo aquel lugar, el albino le había pedido que lo visitara en su granja aquella mañana pero llevaba casi 15 minutos tocando la puerta sin respuesta alguna.― ¿Se le habrá olvidado? ― Se dijo a sí misma, mirando a algunos de los animales que estaban en la propiedad.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki 」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Se había ido a dormir cerca de las once de la noche y seguramente no había demorado mucho en caer en un profundo sueño. Las horas pasaron y con el transcurso de ellas sus violáceos  ojos se abrieron notando no solo que aun era de noche sino que Satoru, seguí como lo había dejado. 

Trabajando. 

La única diferencia era que un mechón de su cabello estaba entre sus dedos.― Satoru… ―  Le llamó tallando uno de sus ojos con el dorso de su mano.―  ¿Qué hora es?.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki  」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Tenía su mirada puesta entre su compañera de clase y su teléfono, esperando que una nueva notificación apareciera en su pantalla con la solución a sus problemas. Al principio del paseo todo estaba saliendo bien pero fue un error de su parte, creer que el alcohol funcionaba de la misma forma en todos. 

Aunque era gracias a la castaña que seguía risueña a su lado, meciéndose en su asiento de lado a lado, que había conseguido varias bebidas gratis. 

[Text]: ¿Ya estás cerca? Sino dejaré que un desconocido me ayude. 

Aunque ella no quería irse. Aún tenía un par de bebidas que deseaba probar. 

―Shokoooooooo ~  Este señor quiere que vayamos con él a otro lugar a bebeeer ~ ~  ― Evelyne soltó una risita nuevamente, apoyándose en el hombro de su amiga.

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Un sentimiento cálido le inundaba, siempre que hablaba con alguno de sus compañeros sobre “su futuro”. Al ser hechiceros, era difícil garantizar que serían capaces de tener uno pero ignorar ese posible resultado en sus vidas y planear cosas como un simple humano ordinario. Le llenaba de calidez. No era ajena al deseo de sus compañeros sobre dedicarse por completo a la hechicería pero sabía que era una situación compleja para ella; y cambiarlo dependía de ella. 

Y lo haría. No sería un trofeo como muchos ancianos esperaban. 

― ¿Lo sabes? ¿Satoru te lo contó? ― Le miró con curiosidad, antes de soltar una suave risa de sus labios.― Puedo imaginar que te dijo: “Odio esta tontería en la que me metieron mis padres” “No quiero comprometerme” “Ella resultó ser la menos fastidiosa”. ¿Cierto? Estoy segura de que te dijo algo así ― Y estaba segura de ello porque lo había escuchado por su propia boca más de una ocasión e incluso, coincidir en algunos de sus puntos.― Eso lo sé, mejor que nadie. Se los cambios que ha pasado con el pasar de los años pero es bueno ver que no soy la única que lo nota ― Paso una de sus manos por su cabellera, retirando su corona de flores por un segundo de su cabeza.― Eso me deja tranquila, al menos lo puedes regañar con bases ― Bromeó una vez más. 

Le miró después del leve empujoncito en su hombro.― Algo, pero prefiero no pensar de más en el tema ― Satoru era Satoru, al final del día.― ¿Quieres hacer algo? Parece que seremos los únicos que quedarán en la escuela por el resto del día. 

Por su magia noto que sus compañeros estaban con el profesor Yaga y seguramente, les informaba sobre alguna misión.

― Si, algo así. ― Suguru enfocó su mirada hacia delante, donde las hojas verdes de los árboles de la enorme estancia de jardín se reflejaban en sombras larguiruchas sobre el pasto, bailando de lado a lado al ritmo del aire que se colaba entre las ramas. A veces deseaba que los días de estudiante jamás terminaran, pero era más realista de lo que le gustaba admitir y lo cierto es que se veía siguiendo el camino de la mayoría de los hechiceros. Si bien ahora la idea de ser profesor se había empezado a implantar en su cabeza, todavía tenía el sueño de crear un mundo sin maldiciones. Sin peligros. Suspiró sacándose de sus pensamientos y soltó otra risa ante las palabras de la hechicera. Era demasiado tierna como para que Satoru no se rindiera un poco, ¿o acaso esa era la razón natural de su actitud desagradable con ella? Suguru se acostó hacia atrás, apoyándose sobre la palma de sus manos para echar la cara al sol un momento, bañándose del mismo. Al menos en el medio del silencio y la quietud de la escuela estaba disfrutando de la compañía de Evelyne y las cosas que decía sobre su mejor amigo.

― Eso lo sé. ― Asintió. ― Pero con alguien como Satoru todo depende del tiempo. Diez años, veinte, ¿treinta? La paciencia es parte del todo, Evelyn. ― Sonrió de medio lado, meneando la cabeza con gesto divertido. ― Que mis palabras no te engañen. Sé perfectamente la naturaleza de su relación, Satoru me lo contó todo desde que nos conocimos pero... ― Pausó, volviéndose hacia ella con una sonrisa; un mechón de pelo azabache cayéndole en el rostro. ― El mundo a través de los ojos de Gojo es diferente. Su cerebro no trabaja igual que el de todos los demás y ha estado acostumbrado a un estilo de vida complejo prácticamente desde que nació. Es difícil cambiar algo cuando has vivido con ello desde el día uno de vida. ― Encogió los hombros, recargándose levemente en la chica para darle un empujoncito. ― ¡Pero vamos! Animate. ¿Ya te sientes mejor? ―

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki  」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Se suponía que iban a jugar videojuegos esa tarde libre, para relajarse pero luchar contra un ejército de maldiciones era una actividad mucho más relajante que estar jugando Yoshi Island con su prometido quien solo se la pasaba gritando sus “errores”. 

― ¡Deja de gritar, Satoru! Me pones nerviosa y por eso no puedo dispararle a esa pelota de nariz roja ― Se quejó, era el tercer disparo que fallaba en menos de un minuto.

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Llevaba un par de semanas molesta con él pero aun así, no podía dejarlo menos tras ver el estado en el que se encontraba. Tomó su mano y se lo llevó a su habitación donde llevaban ya cerca de 20 minutos juntos sin hablar, solo estaban sentados en el piso de su habitación.

― ¿Has comido algo Satoru este día? Puedo prepararte algo, si quieres. ( @xshoujiki ) 

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❀ ⋆ ― 「 @xshoujiki​ 」 ❛ continuación ❜

Una sonrisa se mostró en sus labios ¡Vaya suerte! Definitivamente estar tan cerca de una persona que tenía sus sentidos sobre evolucionado no era una buena idea, menos cuando ambos se encontraban en silencio. 

Negó suavemente contra el pecho ajeno, acariciando la zona con su frente solo un par de segundos antes de dar una respuesta por medio de su voz.

― No he dicho nada, todo es producto de tu imaginación; quizás estás cansado ― Bromeó, alzando nuevamente su rostro para encontrarse con los ojos ajenos. 

Sentía la calidez de los brazos contrarios recorrer su espalda, era una sensación agradable y de cierta forma, incluso le hacía sentir segura. 

Recorrió suavemente con su mirada, el rostro contrario bajando por sus mejillas, labios y finalmente su cuello, donde fue capaz de notar una rojiza marca hecha por sus dientes. No tardó en sonrojarse al recordar como se la había hecho pero aun pese a su vergüenza, se atrevió a estirar su mano izquierda hasta la zona para acariciarla con sus dedos. 

― Está muy rojo… ¿Te dolió? ― Bromeó, aunque se sentía avergonzada por la marca.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki​」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Se suponía que su paseo en Inglaterra, solo sería una visita familiar tranquila, la cual había insistido (especialmente su madre) que debía llevar a Satoru a casa para pasar algo de tiempo con él. Los días habían pasado de forma caótica pero divertida, su madre no dejaba de elogiar o bromear con el albino y su padre, solo hacía discusiones con él por su mal comportamiento. Desgraciadamente sus pequeñas vacaciones fueron interrumpidas cuando los ancianos de las tres familias le ordenaron cumplir con una misión en el bosque Derin con el fin de buscar a varias personas que llevaban desapareciendo las últimas semanas. 

El bosque era reconocido por sus leyendas entre los habitantes a diferencia de los hechiceros quienes conocían la razón de todas esas desapariciones. Su padre trató de declinar la invitación pero los ancianos dijeron que la magia de Evelyne, era la mejor forma de encontrar a cualquier posible sobreviviente. 

Siendo esta la razón principal por la cual estaba caminando en un denso bosque a mitad de la noche, rodeada de una niebla que cubría cada camino. 

― No sé por qué has venido, te dije que te quedaras en casa. Mi mamá ya te había terminado esos dulces ― Susurro, antes de dar un pequeño grito por las voces que transitaban a través del aire y no dudo en tomar la parte trasera de la camisa de su prometido.― Yo puedo hacer esto sin… sin problema.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki​​ 」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Las clases habían llegado a su fin, incluso ni siquiera habían pasado por la jornada completa del horario escolar ya que estas fueron suspendidas debido a posibles misiones para los estudiantes. Misiones que aún no se habían llevado a cabo, lo cual dejó a los estudiantes dispersos por las calles de Tokyo hasta que recibieran alguna actualización.

Y ahí estaba en compañía de Satoru, recorriendo las calles de Ginza, matando el tiempo hasta que algo pasara. 

― ¡Qué bonito! ― Detuvo sus pasos al ver un hermoso atuendo de invierno que estaba en el aparador de su costado izquierdo.― ¡Satoru, vamos a ver ropa! ― Pidió, aunque ni siquiera lo esper��, justo al momento de terminar su frase ya iba hacia la tienda para entrar en ella.  

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki​」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

“Click”. El sonido de un cerrojo cediendo, fue lo que permitido su entrada al departamento por fin había terminado con su otro trabajo como modelo y estaba lista para descansar en su hogar, el cual seguramente estaría vacío con tal idea sobre su mente, no pudo evitar mirar con sorpresa a su prometido quien parecía estar profundamente dormido en el sofá. 

― … ― Separó sus labios para decir algo pero no quiso despertarlo, así que terminó colocandose ha su lado de cuclillas, era extraño verlo tan relajado, siempre tenía esa expresión fastidiosa en su rostro gastándoles bromas a más de uno y ese pequeño recuerdo le hizo pensar en una pequeña broma por su cuenta; tonta pero al final una broma, dentro de aquellos juegos personales que tenían. 

 Así que aprovechando ese juego infantil, se acercó a dejarle un corto beso casi como un roce sobre sus labios. Siempre se burlaba de ella por no ser capaz de hacer algo así y ahora probaría lo contrario; claro que él no lo sabía pero era suficiente para Evelyne el ser la única consciente de ello para tomarlo como una victoria. 

Una silenciosa victoria.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

El festejado parecía contento con toda la comida que le había preparado por ser su día, sin olvidar la cantidad de golosinas que también habían inundado esa habitación. Había estado preparándose desde el día anterior pero ver su buen estado de ánimo, le hizo confirmar que valió la pena. 

― Me alegra que te gustara, solo recuerda que no tienes que acabar con todo hoy mismo ― Le recordó, recogiendo un par de platos más para lavarlos.― Puedes abrir tus regalos, si eso te mantiene ocupado. 

Aunque ella no le había dado el suyo.

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❀ ⋆ ―  「 @xshoujiki  」 ❛ sᴛᴀʀᴛᴇʀ ❜

Su respiración era lenta y suave, reflejo de que estaba profundamente dormida, un descanso bien merecido tras un largo día de trabajo. Hasta que sintió una pequeña presencia cerca de ella; casi invisible. 

No era molesta o incómoda como para arruinar su sueño pero la curiosidad era grande. Quería saber que era, así que abrió sus ojos. 

Parpadeo un par de veces, tratando de acostumbrarse a la poca iluminación de la habitación y pudo ver que había sido lo que la despertó. Satoru, tenía un mechón de su cabello entre sus dedos, parecía estar concentrado jugando con el.― ¿Qué hora es?. 

Su primera pregunta.

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♫ | | De Satoru para Evelyne

Demostrando afecto por accidente.

.: Envíame ♫ para que tu personaje encuentre al mío cantando en la ducha.

╰┈➤  ❀ ⋆ ― 「 @xshoujiki 」

Su día había sido el más normal en toda la semana, había sido convocada para una sesión fotográfica. La compañía que manejaba su pasatiempo como modelo, la recomiendo para promocionar un nuevo perfume. 

Todo había resultado bastante bien e incluso divertido para su fortuna, la sesión no duró más de lo programado así que pudo regresar antes al departamento. 

― ¡Regrese! ― Anunció cuando entró al departamento que creía vacío, tras dejar sus llaves en la mesita que estaba cerca de la entrada escucho una voz … ¿Cantora? La curiosidad en ella fue grande y no pudo evitar seguirla para conocer su origen. Continuó su camino hasta la habitación, abriendo la puerta lentamente ya con solo entrar a su interior supo perfectamente quien era el talentoso artista. 

― Satoru, ¿Estas dando un concierto en la ducha? ― Preguntó con una sonrisa, dejando su abrigo en la cama.

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Evelyne, ¿piensas que Satoru va a sobrevivir?

¿Por qué tenían que hacerle esa clase de preguntas?. 

Quería pensar que no lo hacían con maldad pero el sentimiento de que esas palabras escondían una burla entre sus letras, no la dejaba tranquila. Acaso…

¿Querían ver cuánto duraba su confianza en él?. 

¿Deseaban verla quebrarse más allá de la angustia que sentía en su pecho?. 

¿Se querían burlar por tenerle fe?. 

Uno a uno pétalos iban cayendo a su costado, las flores que adoraban su vestido comenzaban a verse vacío de su habitual adorno, solo quedando unos pocos brotes en su vestido y corona pero esta última, jamás sería dañada por ella. Era su tesoro. 

― Satoru dijo que estaría bien; que el ganaría ―  Susurró sintiendo como nuevamente, el nudo se formaba en su garganta facilitando que las lágrimas nublaban sus ojos pero no caían por sus mejillas. No debían salir.― Contaba con el apoyo de todos y eso era suficiente y lo más importante para él. 

Uno, dos, tres, cuatro. Cada vez más pétalos caían dando por acabada una nueva flor. 

― No hizo ninguna promesa pero hasta el día de hoy; nunca me ha mentido… Nunca me ha mentido. 

No iba a responder (al menos no en voz alta) por miedo a atraer los malos deseos de aquellos que deseaban su final pero Evelyne, confiaba en Satoru. 

Sutiles lágrimas cayeron por sus mejillas hasta el piso, dejando una leve capa humedades sobre él; no podía ver un mundo donde no escuchara su voz o donde al despertar, no le esperara un bromista saludo de su parte; era incapaz de vivir en un lugar así. 

Apretó con fuerza su falda, casi podía sentir como sus nudillos se quedaban blancos por la fuerza que estaba usando. 

Todo era doloroso pero confiaba en Satoru, si tenía que experimentar el dolor para que el regresara lo haría gustosa pero sabía que sobreviviría; era Gojo Satoru. El hechicero que salía de todo reto con astucia y talento. 

Confiaba plenamente en él, confiaba en su Satoru.

❀ ⋆ ― 「 @xshoujiki​ 」 

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― ¿De verdad no sabes qué día es hoy, Eve? Permíteme recordártelo ―sonrió juguetonamente.

Acortó la distancia entre ambos rostros, suspiró un poco a propósito, y juntó sus labios con los suyos. Tuvo la intención de intensificar el tacto y rodearla con sus musculosos brazos, pero optó, por esta vez, no hacerlo y solo darle un pequeño y duradero beso. Los gestos íntimos como aquél eran también agradables.

╰┈➤  ❀ ⋆ ― 「 @xshoujiki 」

― ¡Qué no! No tengo idea de qué día es hoy Satoru y podría saberlo, si tan solo me dices en lugar de mandar jugando a las adivinanzas ― Juego con el que llevaban casi diez minutos, hasta que por fin el contrario parecía acceder a decirle.― Q-que… ¿Qué estás haciendo? ― Preguntó al verlo tan cerca suyo; de un segundo a otro Evelyne se sintió nerviosa e incluso expuesta ante su prometido a pesar de que no la estaba viendo “directamente” debido al vendaje de sus ojos. Separó sus labios con el fin de hacerle otra pregunta pero estos fueron atrapados por los contrarios en un beso. 

Un sorpresivo beso. 

Los segundos pasaban lentamente, sus mejillas se tiñeron de un rosado intenso, incluso cuando fue capaz de corresponder el inesperado gesto por parte del hechicero. Desconocía la razón detrás del beso y esto se vio reflejado en su rostro cuando se separaron. Su mirada estaba fija en el contrario, sintiendo como el aliento de ambos se mezclaba por la corta distancia que los separaba. 

― ¡…! ― Como su primera respuesta, cubrió su rostro y él contrario con sus manos girando un poco su cara para evitar que viera el rojo de sus mejillas. No entendía qué estaba pasando ni la razón de lo sucedido pero afortunadamente, su teléfono tuvo una pequeña alarma que le hizo ver la fecha, obteniendo por fin su respuesta.― Creo que ya recordé que día es hoy ― Respondió.