#❥ ┊ ROMANCE 。( taehyon & yonghwa )

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"¿Vas de camino a la playa?" Mirando de reojo al pelinegro, se dedica a sorber un poco la limonada que pidió. Por supuesto, en una ciudad portuaria como la suya y en pleno apogeo del verano y las vacaciones, no es para nada raro encontrar cientos de personas paseando cerca del mar. Pero de todos modos, con lo mucho que él odia ese lugar, se siente un poco traicionado. "Pues que te vaya bien". ╱  ( @tigerblccd )

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Pálido, mirándole como si estuvieran tomándole el pelo, Taehyon luce como quien no entiende nada; y es probable que así sea, pues siente que su cerebro hizo cortocircuito. "Pues lee un libro de arte, tonto". Ignorando épicamente el tema de 'sentimientos', su boca se tuerce en una mueca extraña que se niega a asomar sonrisa alguna. "En fin, te dejaría solo y a tus anchas, pero de alguna manera, me he comprometido con la causa del conocimiento. Soy un hombre de palabra".

            —No soy un bobo —se defiende, aunque sin mucho empeño. Hace tiempo que dejó de darle importancia a los insultos vacíos del contrario —. Y no necesito saber por qué es maravilloso prestarle atención a las obras de arte, soy historiador, toda mi carrera trata de prestarle atención a cosas. Quiero ir contigo porque me gustas y tú eres feliz hablando de eso, y quiero aprender para poder entenderte.

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         “¿Qué diablos haces mirando en mi dirección?” Con fuerza, el pintor deja caer la pala sobre el blanco manto. Lleva largos minutos ahí afuera, cansado, sudoroso y con su humor empeorando a medida que el tiempo avanza, pero la capa de nieve frente a la entrada no parece disminuir. Para empeorarlo todo, quien se supone debería ayudarlo, parece estar buscándole monos en la cara. “¡Mueve tu trasero y ponte a trabajar!” En menos de un parpadeo, una bola de nieve vuela en dirección a Yonghwa. ╱  ( @tigerblccd​ )

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❛   i want you. and the thought of anyone else having you is like a knife twist in my dark soul.   ❜  ╱  ( @tigerblccd​​ )

            Palabras como aquellas no deberían causar ese efecto en él. Las rodillas le tiemblan ligeramente, el corazón se paraliza y una ráfaga de calor parece consumirle, recorriendo su cuerpo presurosa, encendiendo todo a su paso. Labios se entreabren en un intento de decir algo, pero su garganta seca le dificulta el proceso; cosa que ya podría considerarse un gran logro, pues Taehyon casi nunca puede mantener la boca cerrada. Ahora, no se cree capaz de poder detener los pensamientos indebidos que le han perseguido durante semanas, siendo avivados gracias a la intriga resuelta, a esa pasión que le carcome desde el interior y empieza a desbordarse tras una sola frase. “Siempre fuiste tú”. Declara, mirada escabulléndose hacia un costado, evitando a toda costa el encuentro con los oscuros ojos, orgulloso hasta el final. “Incluso si varios me han tenido, al final... Siempre quise que fueras tú”.

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No puedes pintar un amanecer si te quedas dormido; tampoco la luna justo a medianoche y mucho menos, las estrellas que tintinean cual lucecitas alrededor de las 2:00 a.m. Es una costumbre muy propia de Taehyon, esa necesidad de hacer de su propio cumpleaños algo memorable, de guardar con cariño cada cuadro que ha pintado en esa fecha; un regalo de él y para él. "Las alarmas son ridículas. El cuerpo sabe cuál es el momento exacto para levantarse". Responde en tono, curiosamente, más natural y calmado de lo que se esperaría al escuchar cómo rugen sus tripas y hunde la cuchara en la tibia sopa que su madre dejó sobre la mesa. El vapor contra su rostro le reconforta un poco, ese aroma característico de la comida casera se transforma en un alivio y los primeros bocados son placenteros. Taehyon ya tuvo su merecido presente, y al no ser un chico que disfrute de organizar una fiesta o reunión, se conforma con esa buena comida, con un beso de felicitaciones y con... "¿Un regalo?" Cuestiona, sintiéndose tonto al mencionar lo obvio. Mas sus ojos denotan curiosidad y, alternando la mirada entre el rostro de Yong y la bolsita, finalmente decide tomarlo con ambas manos, como si fuera tan delicado como para romperse. "Gracias. Yo... ¿Debería abrirlo ahora? ¿Qué tal si no me gusta y hago una mueca?" Bromea.

La persona que le abre la puerta no es Taehyon, si no su madre; la mujer la abraza como si fuera su propio hijo, con cariño y ternura, y aunque no lo quiere admitir, Yonghwa siempre ha encontrado cierto confort entre los brazos de la señora Won. Esta le prepara un café, mientras sube a la habitación de Taehyon para despertarle.

Mantiene una charla agradable con la señora Won hasta que Taehyon decide bajar, todavía en pijama, y sentarse a su lado para almorzar. Cuando se quedan solos, Yonghwa se inclina para depositar un suave beso en uno de los hombros del contrario, sobre la piel, aunque si el artista ya es arisco de normal, podría considerarse una bestia recién levantado, incluso más si no ha almorzado todavía. Así que por su propia seguridad, espera a que haya tomado algo para intentar algo más.

—Buenos días, princesa—se burla, cariñosamente. Lo dicen sus ojos. —Podrías ponerte la alarma si sabes que voy a venir —comenta, no enfadado ni reprochándole nada. Como persona con insomnio, sabía valorar un buen sueño, necesario cuanto menos, Dibujándose una pequeña sonrisa en sus labios, levanta el brazo levemente, mostrando una bolsa con bonitos motivos azules—. Feliz cumpleaños. @grccve

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"¿Por qué querría hacer eso? No tengo nada planeado para este día". Se defiende, siendo un experto en fingir demencia y, luego, ahogarse en los remordimientos que su propio orgullo le causa. Pero, obstinado como siempre, Taehyon no está dispuesto a admitir que esperaba pasar el día junto a Yonghwa, fantaseando con el nuevo restaurante que descubrió en redes sociales y al que deseaba ir. Planes totalmente arruinados, por supuesto. "Ve a nadar como un pez. O un tiburón. Qué sé yo. Nos veremos luego". Amargura es lo que siente al pronunciarlo; el agrio sabor de la limonada y la derrota.

—Uhm, iba a ir a la playa —asiente, señalando con su mentón la bolsa con lo esencial: una toalla, un libro, protector solar y las llaves de casa. Ni siquiera se molesta en llevarse el teléfono cuando va al mar. Mira la expresión del rostro de Taehyon con los ojos ligeramente entornados; las cejas sutilmente arqueadas —, a no ser que quieras proponerme un plan mejor.

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A Taehyon le fastidia escuchar el sonido de esa risa, el ver las comisuras de sus labios extenderse de oreja a oreja y el como su nariz se arruga al sonreír así; en fin, le fastidia el amor, típico de él. Cuando la bola se estrella contra su nariz, casi puede jurar que aspiró el hielo, pues las fosas nasales le arden y siente dolor en el cerebro. "¡En la cara no!" Es lo único que dice, ignorando a propósito la mención a ser un tramposo; que no lo es, claramente. Desarmado, retrocede con rapidez, escondiéndose tras los contenedores de basura antes de preparar su siguiente movimiento.

Se ríe con ganas, como pocas veces puede escucharse a Yonghwa hacerlo: él mismo sabe que es una risa que muy pocas personas consiguen presenciar. Quizás nada más Taeho, Noah y Taehyon, no en ese orden en específico; quizás también su hermano, a veces, pero muy escasas. Nunca ha sido fácil para él expresar el sentimiento de felicidad, porque muy pocas veces lo ha experimentado; pero supone que es esto, o algo parecido. Incluso cuando la bola le vuelve a dar en la cara e incluso algo de nieve se mete en su boca, no puede dejar de sonreír como un idiota.

—Eso es jugar sucio —comenta, incorporándose para crear otra bola con sus manos —. Eres un tramposo —y le asesta la bola, que le da en la nariz.