#❥ ┊ ROMANCE 。( crystal & damian )

[grccve]

Su reloj biológico, en funcionamiento incluso los fines de semana, impide un descanso prolongado. Con pesadez, entreabre sus párpados, la luz del sol colándose entre unas pequeñas rendijas que las persianas no pueden proteger. No quiere voltear a observar el reloj digital sobre la mesita de noche, lo único que quiere es quedarse en cama todo el día; es decir: "Cinco minutos más, por favor..." Susurra con voz apagada, abrazando suavemente a su esposo para no separarse de su calidez. ╱  ( @smileflowcr )

[grccve]

Crystal hace un esfuerzo sobrenatural para mantener la calma, sin embargo, obviamente no lo consigue. "¡D-Damian-kun!" Sus mejillas enrojecen una vez más e intenta ocultarlo al, decidida, alejarse unos pasitos en dirección al amplio comedor —porque su especialidad es huir—. "Ya cenaste ayer. No necesitas beber sangre todos los días". Murmura abochornada, sabiendo muy bien de qué forma está molestándola, tomándole el pelo; pero es mejor fingir demencia.

“No tengo pensando dejar de decirlo, mis sentimientos por ti crecen cada día más.” murmura, cerrando los ojos tras sentir las suaves manos de su esposa tocándolo con suavidad. “¿Algo además de profesar mi amor por ti al mundo? No, pero me encantaría ir contigo, siempre y cuando tú seas mi cena.” dice, atento a la reacción de la contraria, podía tomar su petición a modo de broma o literal, cuando de las dos provocaría que el vampiro soltase una ligera risa.

[grccve]

Damian aparece entre el campo de flores tras visualizar a su esposa entre estas. Con suavidad la rodea de la cintura, atrayéndola a su cuerpo, besando lentamente su rostro y especialmente sus labios. "Feliz San Valentín, mi querida Crystal, traje chocolates y un listón nuevo para ti" 🥺💜

"Feliz San Valentín, mi amado". El instante en que sus cuerpos entran en contacto, el hada corresponde cada beso con una sonrisa en los labios. Su corazón agitándose, rodillas temblando levemente como si fuera la misma jovencita enamorada de antaño. Y tal vez lo es, pues cada momento junto a Damian se siente como el primero, una y otra vez. "Te adoro con todo mi corazón".

[grccve]

[Damian]: se recuesta lentamente al lado de su esposa, con la cabeza apoyada sobre la ajena y cierra los ojos mientras habla. "¿Alguien estaba ofreciendo besitos según escuché?" 🥺💜

"¿Y ese alguien se supone que soy yo?" Inquiere, conteniendo una risita tras un par de labios sellados. De vez en cuando, se siente lo suficientemente 'valiente' como para darse el lujo de bromear con Damian, tratando de tomarle el pelo cariñosamente. "Hay escasez de besitos, así que están más costosos de lo habitual".

[grccve]

           Crystal sabe que su presencia en la clase nocturna es, por lo menos, inesperada. Una extraña tensión se siente en el ambiente desde que el hada, acompañada de la mitad de sus compañeros de la clase diurna, puso un pie en el invernadero respectivo. Los murmullos, las miradas de soslayo e incluso ciertos comentarios que denotan sospecha son emitidos, aunque no es algo de lo que sorprenderse; a fin de cuentas, la maestra de botánica tomó esta decisión apresuradamente y ahora, todos los estudiantes deben superar la incomodidad de no conocerse. Es así que su profesora procede a dividirlos en parejas, combinando estratégicamente a ambas clases para que todos y cada uno rompan esa barrera, para que ‘hagan nuevos amigos’, citándola. Pero la timidez es cualidad innata en el hada de hielo, quien ya se siente nerviosa frente a su pareja de trabajo y aún más al tener una ligera sospecha de la clase de criatura que es. “H-Hola, me llamo Crystal. Es un placer”.  ╱  ( @smileflowcr​ )

[grccve]

"Sobreestimas mi habilidad para patinar". Un nuevo beso, una nueva sonrisa leve; su corazón palpitando contento dentro de su pecho. "Mis amigas entrenan mucho para este momento, yo no podría". Nunca ha ansiado ser el centro de atención, prefiere simplemente ser una espectadora más de la sublime escena y aplaudir al final. Por supuesto, en su imaginación ha protagonizado una y otra vez dicho momento, sintiéndose realizada únicamente en sus sueños, pues cuando la realidad se presenta, su timidez no se lo permite. "Quizás alguien más quiera lanzarte besos, pero tienes prohibido aceptarlos". Tras esa sentencia, Crystal continúa caminando con un poco de prisa, sus pasos ahora crujiendo sobre la nieve a medida que el lago aparece ante sus ojos a la distancia y los murmullos lejanos se convierten en palabras inteligibles.

"¿Cómo es que mi gentil hada no está patinando también?" alza la ceja de manera juguetona. Damian ya la había visto deslizarse a través del hielo de la manera más elegante y delicada posible. Eso también le recuerda las veces que intentó seguir sus pasos y terminaba por caer una y otra vez entre risas propias y preocupadas palabras de su esposa, pensando que se lastimó. Sin detener el ritmo, el vampiro se acerca para dejar un beso esta vez sobre su mejilla. "No me digas, ¿Tú serás la que saltará a la pista al final y me lanzarás besitos en el aire?"

[grccve]

            La brisa nocturna refresca ese caluroso día de verano. Con manos sujetas y a paso lento, avanzan a través de calles, bajo la luz de las altas farolas. Es una costumbre de la época regresar a casa acompañada de Damian, quien siempre se ofrece gentilmente a dejarla en la puerta de su edificio para asegurarse de que esté bien. Y es gracias a eso que Crystal siente, por un instante, que sus noches son menos solitarias de lo que en verdad son. Aun así, una punzada de culpabilidad rompe la tranquilidad de sus pensamientos. La voz en el fondo de su mente le recuerda que es una mentirosa, que las verdades que oculta no hacen más que crecer como una peligrosa llama capaz de consumirlo todo. Pero tiene miedo, el pánico se apodera de ella al imaginar la clase de mirada con la que su novio la verá si se entera de ese horrible secreto que ha guardado. “Damian-kun...” Se atreve a llamarle, su mano liberando la ajena el momento en que detiene su caminar. El sonido lejano de los autos llega a sus oídos, el canto de las cigarras también; sus palabras se niegan a abandonar los labios pero intenta ser valiente, realmente lo hace, incluso cuando su corazón late desesperado y temeroso en su pecho. “Necesito hablar contigo. Necesito... decirle algo a mi líder”.   ╱  ( @smileflowcr​ )

[grccve]

A pesar de no conocerlo suficiente, Crystal se siente cómoda en presencia del hada del jardín. Tal vez, es una humana muy simple y se deja cautivar fácilmente con la magia y misticismo que emana del contrario; por otro lado, Damian le dijo que no debía temerle, que era su amigo, y ella confía en ese juicio. Así que, manteniendo una distancia prudente y educada, la chica toma asiento, recargando la espalda contra el amplio tronco. "¿Eso dijo?" Cuestiona, sus ojitos brillando esperanzados. "Me alegra poder ser una buena compañía, porque... no tengo mucho más para ofrecerle o con qué retribuir su amabilidad". A fin de cuentas, ella ya no tiene un lugar al cual regresar.

Los cálidos ojos del hada se llenan de ternura en cuanto escucha el curioso y dulce apodo que la muchacha le dio. Da unos suaves golpecitos a su lado, indicándole que puede sentarse. "Me alegro que estés bien, luces más radiante y feliz." asegura, ladeando la cabeza con una suave sonrisa en sus labios. "Ah, sí, Damian quería hablar algo conmigo... más bien, contarme lo bien que se ha sentido con Crystal y cómo ella alivia su dolor." de seguro lo ha notado por la forma que le sonríe (o da la impresión), platican y pasean durante el día.

[grccve]

"Sí me casé con el mejor vampiro". Asegura, en un intento de corregir el garrafal error y, así, evitar que su esposo inicie un sutil reclamo. Gustosa, Crystal acepta el beso, sus labios rozando con ternura y suavidad los contrarios; sus manos, viajando hacia el rostro de Damian y tomándole de las mejillas, manteniéndole cerca. "Nunca lo olvidaré, si me lo recuerdas siempre". Bromea, aunque sus palabras sean totalmente reales. Tras regalarle a su esposo un par de caricias, se separa lo suficiente para mirarle. "¿Hay algo en particular que debas hacer hoy? ¿Quisieras acompañarme a cenar?"

“¿Supones?” pregunta, arqueando la ceja aún con un semblante juguetón y ambas manos sobre la cintura de su esposa así no podía escapar. Muchos podían pensar que el amor entre razas tan distintas como un vampiro y una hada sería un problema, pero ahí estaban ellos, demostrándole al mundo que sus sentimientos son más y más fuertes cada día. “Mi dulce y gentil hadita, eres la luz más brillante en mi universo, nunca lo olvides.” confiesa para después juntar ambos labios en un largo, profundo y romántico beso cargado de todo lo que siente por ella.

[grccve]

A veces se pregunta el porqué tanto amor la toma desprevenida constantemente, si debería estar más que acostumbrada a la efusividad ajena. Aun así, las mejillas del hada se encienden en rojo, un gemidito de vergüenza escapa de los labios y, apenada como se siente, es incapaz de mantener su expresión berrinchuda por mucho tiempo. "¡E-Es suficiente! Así está bien". Balbucea, ojos intentando escapar de la mirada de Damian, aunque eso no le impide regalarle un besito rápido y tembloso sobre la mejilla. "Supongo que sí me casé con el mejor vampiro..."

grccve​.

           “¡Eso no es justo!” Reclama, el tierno puchero haciendo acto de presencia nuevamente. Una cosa es chantajearla para coseguir besos y otra muy distinta es hacerlo para recibir las palabras de amor que, obviamente, se merece por ser tan buena esposa. “¿Con qué clase de vampiro me casé? Si ni siquiera puede decir que me ama cuando se lo pregunto”. Dispuesta a negarse hasta el final, Crystal tensa los labios en una fina línea que, contra todo pronóstico, la hace lucir graciosa. Pero, de esta forma, decide iniciar una muy necesaria protesta donde se cancelan los besos hasta que no reciba la recompensa pendiente.

“Con el mejor, definitivamente.” dice acompañado de una sonora carcajada en cuanto presta total atención al dulce y gracioso gesto que la hada hace. Crystal es adorable, pero admite que cuando hace pucheros lo es más. “Te amo, te amo más cada día, te amo tanto que cuando despierto solo pienso en tu dulce sonrisa, en su calidez, en la forma que acaricias mi cabello cada noche. Te amo tanto que haría lo que fuese para que seas feliz, ya sea en esta u otra vida.” Damian era romántico, lo ha sido desde que iniciaron su relación años atrás, recordándole cada día que ella es la persona más importante para él. “¿Así esta bien o debería seguir profesando mi eterno amor?”

[grccve]

Un suave beso es suficiente para que se rinda ante el encanto del vampiro, su corazón palpitando fuerte mientras ella siente que podría flotar en esas nubes de ilusión que se construyen con tanto afecto. "Entonces, podríamos comenzar con la presentación de patinaje". Crystal guía, sus pasos dejando huellas en el suave manto de nieve. La alegría desborda en el brillo de sus ojos, en el sonido orgulloso de su voz. "Siempre se inaugura el festival con una coreografía muy elaborada en el lago congelado. Si tienes suerte, verás a mis amigas volar a medida que la presentación avance".

Las risitas no dejaba de escapar de sus labios, como si se tratase de un niño recibiendo el juguete que pidió para Navidad. Y eso le hacía recordar parte de su infancia y cuando miraba la nieve caer a través de la ventana, nieve que siempre amó, tanto como ama a la dulce hada que robó su corazón años atrás. "Amor mío, tu sola compañía ya hace esta Navidad inolvidable." exclama, inclinándose hacia ella para besar fugazmente sus labios. "Tú sabes más, dime, ¿Cuál sería el primer lugar que tu dulce esposo debería visitar?" miraba a su alrededor las decenas de tiendas y juegos disponibles, incapaz de elegir por su cuenta.

[grccve]

"Tú eres el invitado de honor, no me dejes elegir". Una risa nerviosa escapa, clara señal de que, efecto, quizá ya ha pensado en un par de actividades. En su defensa, Crystal adora las festividades de su villa, la calidez que se siente en contra posición de la naturaleza de estas hadas, del temporal. Sujetando con firmeza y seguridad la mano ajena, se apega un poquito hasta que sus hombros choquen, mientras pasean en los alrededores. "Quiero que te diviertas y nunca olvides esta Navidad". Pero tal vez, sus cosas favoritas no sean del agrado de Damian.

Desde que Crystal le comentó acerca de la festividad en la villa de las hadas semanas atrás, Damian no podía dejar de imaginar el escenario por completo: las coloridas luces, la nieve, los niños riéndose y los muchos puestos de artesanía temática, entre otras cosas. Por suerte, aquel sueño de conocer el ambiente navideño se hizo realidad cuando su esposa le llevó a su hogar natal, siendo él incapaz de ocultar la emoción en su voz y el brillo en sus ojos. "Bueno, mi querida Crystal ¿Qué hacemos primero?" cuestiona, entrelazando su mano con la ajena.

[ FESTIVAL ] for sender and receiver to go to a winter carnival + @grccve

[grccve]

"Buenas noches, señor hada". Tímidamente, sus palabras resuenan en el espacio. A veces, Crystal tiene problemas para dormir, siente que una voz la llama, incitándola a salir de los límites del castillo. No ha hablado de esto con Damian, le apena el pensar que podría considerarla extraña. Aun así, gusta de salir a tomar aire fresco, la fría brisa de la noche le ayuda a aclarar la mente y, de paso, puede encontrar a cierto personaje de vez en cuando. "He estado muy bien. Lord Damian siempre es amable conmigo. ¿Y usted? ¿Vino a visitarlo?"

"Estás aquí, bienvenida." dice, sentado bajo un gran árbol a la luz de la luna llena mientras su piel era iluminada por la misma. Habían tenido diversos encuentros en las misma condiciones y si bien al principio fue difícil convencer a la chica que no le haría daño, ahora podía platicar tranquilamente. Damian estaba agradecido de poder hacer este día y sobre todo, de esa forma, la misma que le fue arrebata años atrás. "Dime, ¿Cómo has estado? ¿Te ha tratado bien tu acompañante?" [ @grccve ]

[grccve]

Tanto Damian como ella lo saben perfectamente, que es demasiado tímida para tratar siquiera de postularse y por ello, simplemente cierra los ojos con fuerza durante unos segundos, negando con su cabecita de lado a lado. No quiere pensar ni en ella patinando ni en Damian recibiendo besos volados de otras personas, lo único que desea es divertirse; denotándose en cómo su mirada se suaviza ante la espléndida visión del espectáculo invernal. Cálidas luces colgando de pinos y abetos, copos de nieve danzando gráciles sobre sus cabezas, las contagiosas risas que inundan el ambiente y... unas palabras que la toman desprevenida. Instintivamente, suelta la mano del vampiro, volteándose hasta quedar frente a frente para mirarlo a los ojos. "¿Te refieres a...?"

"Podrías intentarlo alguna vez, de seguro serás la patinadora más hermosa del mundo." dice, riéndose ante el último comentario. Crystal no era una chica celosa pero debía admitir que le causaba ternura cuando recordaba que ella era la dueña de su corazón. "¿Porqué querría aceptarlos? Yo solo deseo los tuyos, mi querida Crystal." y es que nada ni nadie podría dudar del amor que sentía por la hada. Su relación fue construyéndose desde la academia de criaturas mágicas, conociéndose en cada clase de botánica y aquellas que tenían en común, terminando por confesar sus sentimientos antes del baile de fin de año. Sus recuerdos del pasado se ven interrumpidos por el bullicio de alrededor, haciendo que pose su atención en la contraria. "¿Crees que algún día podremos disfrutar de esta fiesta... acompañados?" ahí estaba, siendo incapaz de mantenerse callado junto a Crystal. La idea de una familia venía rondándole la mente por bastante tiempo, pero quería saber qué opinaba al respecto.