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Do Do-hee, are you okay? It's okay. It's all over now.

MY DEMON 마이데몬 (2023-2024)

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Después de todo lo que había pasado en las últimas semanas, ya nada importaba, no cuando ahora se agachaba a la altura de sus hijos para pasarles sus juguetes para hacer burbujas. Esto era todo lo que quería, todo lo que le importaba. Desde que los volvió a ver no se les había separado ni un minuto y sabiendo cómo las cosas podían cambiar en cualquier momento, no pensaba perderlos de vista en ningún punto, no les dejaría ir otra vez, no permitiría que nada le separara de sus pequeños. "¿Qué? ¿También quieres hacer burbujas?" pregunta en cuanto escucha unos pasos acercarse por detrás.

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song kang // my demon ep 10 behind

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Negó lentamente con la cabeza, desviando la mirada hacia el suelo por un breve instante antes de volver a concentrarse en su interlocutora. Su voz salió tranquila, casi desapasionada, el peso de sus palabras ya no le afectándole como lo había hecho en el pasado. "Su madre no ha visto a los niños en cinco años. No recuerdo exactamente en qué país estaba la última vez que supe de ella… pero decidió que el papel de madre era demasiado, así que simplemente dejó de serlo." su tono era directo, sin rastro de amargura o enojo, solo una aceptación resignada de la realidad. La información, que para otros podría haber sido demasiado personal, salía con una fluidez natural. Ser padre soltero y el único presente en la vida de sus hijos no era algo que le incomodara, mucho menos algo de lo que se sintiera avergonzado. "Mis hijos están con su abuela ahora, mi madre." añadió con una leve sonrisa. "Aunque bueno, ella no es precisamente la persona más cálida del mundo, pero al menos sé que están a salvo." comenta. La última frase de ella le arrancó una ligera risa, levantó una ceja con curiosidad. "¿Y cuál fue tu gran rebeldía? Si no es demasiado entrometido de mi parte preguntar, claro." su sonrisa permaneció, relajada, mientras sus ojos buscaban los de ella, genuinamente interesado en escuchar la respuesta.

Dejó escapar una suave risa ante el comentario de la mujer, asintiendo ligeramente mientras sus ojos brillaban con un toque de diversión. "Está bien, está bien. Es bueno que sepas lo que vale tu talento." respondió, alzando una ceja con un aire juguetón. "Pero quizá, solo quizá, por un tiempo vas a tener que hacer un pequeño descuento. Ya sabes, por el bien común." su tono era claramente bromista, intentando seguir el juego con ligereza. Cuando escuchó la siguiente pregunta, se encogió de hombros con naturalidad. "Uno de los recién llegados es amigo mío." comentó, su expresión suavizándose un poco. "Así que me dio la noticia—o más bien, la confirmación—de que mi familia está bien. Supongo que por eso no estoy tan gruñón como siempre." hizo una pausa breve antes de mirarla nuevamente, con una sonrisa apenas perceptible. "Pero, por favor, discúlpame si en otro momento te encuentras con mi versión menos amable." aquél último comentario nuevamente tintado de humor.

La escuchó con atención, observando su semblante mientras hablaba. Por un momento, dejó que sus ojos se posaran en su expresión. "¿Con quién te toca ir a las excursiones?" preguntó, con curiosidad y cierto interés genuino. "Tal vez le conozco." siguió un silencio breve antes de que el masculino soltara un suspiro pesado, cruzándose de brazos con aire reflexivo. No le gustaba pensar en las posibilidades de que alguien no regresara, pero sabía que esa realidad acechaba constantemente. "Mira..." comenzó, su tono más firme ahora "eEres bailarina, ¿no? Eso significa que tienes buenas habilidades físicas. Velocidad, agilidad, incluso resistencia... todo eso te servirá allá afuera." hizo una pausa para asegurarse de que ella lo estuviera escuchando, y luego añadió: "Claro, no te voy a decir que no tengas en cuenta los peligros, porque sería una tontería, pero también tienes que pensar que vas a volver. Tienes que creértelo. Si no, es mucho más difícil." después de un momento, dejó que su postura se relajara un poco, aunque su expresión seguía siendo seria. "De cualquier manera..." continuó "Estoy de acuerdo contigo. Quieren deshacerse de algunos de nosotros. Tal vez no lo digan abiertamente, pero es evidente. No me sorprendería que pronto empiecen a exiliar personas por cualquier cosa, incluso cosas insignificantes." miró hacia un lado, observando la lluvia a través de la ventana por un instante.

le pareció inoportuno atropellar vocablos positivos con lengua pesimista. por supuesto que no regresarían a la normalidad y, por sobre todo, decidió apostar por su carrera profesional, dejando a un lado sueño infantil. decide resumir oleada de pensamientos en una efímera sonrisa, prestando atención a palabras contrarias. ' mhm, y aunque no fueran perfectos, seguirían siéndolo porque son tus hijos, así que está bien— además, suena a que están en una edad adorable ' añade, tildando su rostro ligeramente hacia un lado. ' ��y ellos están con... su madre ahora? ' quizás pregunta sonaba demasiado entrometida, pero le causó genuina curiosidad. sus párpados se abrieron con genuina sorpresa cuando le escuchó. por un lado sentía cierto alivio al saber que otra persona había pasado por lo mismo que ella, y por otro, lo aborrecía. ' lo comprendo — mis padres también eran bastante severos, pero me tardé más en explotar ' admite, curvatura entre comisuras mostrándose con gracia. ' pf. cuando todo vuelva a la normalidad, nadie tendrá dinero suficiente para ir a verme. soy costosa, ¿sabes? ' juega, girando sus ojos. ' pero — es una buena opción. ' nuevamente optó por silenciar visión negativa de contexto actual. ella no pensaba que volverían a la normalidad en algún punto, pero decirlo en voz alta significaría un peso extra en hombros contrarios. y no le parecía justo, mucho menos cuando tenía algo por lo que luchar, una razón para volver. ' hm, anda, seguro le haces bastante justicia ' anima, elevando comisura diestra para ofrecer nueva sonrisa. ' bueno, cualquier mcdreamy se convertiría en un... mcgrumpy ' sigue broma, encogiéndose de hombros. ' ¿y ahora también? digo, ¿también sientes que estás de mal humor todo el tiempo? ' indaga curiosa, sinceramente no le parecía así, sino todo lo contrario. ' bueno, mira, solo por esta vez confiaré en un médico ' ofrece, como quien estuviese negociando con el precio de una cartera. ' especialmente porque — es probable que regrese bastante mal después de las excursiones. si es que regreso. ' recalca, frunciendo ligeramente sus labios. ' ¿ya sabes dónde tienes que ir? ' y semblante cambia, a pesar de que sonrisa se mantiene marcada en sus labios, mirada pierde ligeramente su brillo. ' espero no sea un lugar muy peligroso porque — es obvio que están haciendo todo esto para... liberar la carga. nos estamos quedando sin suministros ' y eso la preocupaba, realmente nunca había tocado el exterior desde que se encontraba dentro de ese encierro. y prefería mantenerse así, honestamente, no pensaba que fuese de gran ayuda.

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Escuchó en silencio mientras el otro hombre hablaba sobre su próximo destino, dejando que las palabras flotaran en el aire mientras su mente se desviaba momentáneamente. La tienda de música. Su primer pensamiento fue hacia alguien en particular. Ese amigo, seguramente le gustaría haber ido, o tal vez ya fue, o planeaba hacerlo en algún momento. No estaba del todo seguro, pero el recuerdo de él le cruzó la mente con claridad. Después de un instante, decidió hablar. "Si tienes espacio… o la oportunidad." comenzó, manteniendo su tono despreocupado, aunque sus palabras llevaban un peso implícito "Tal vez podrías traer una guitarra para mí." no especificó para quién sería realmente, no quería que eso fuera tema de conversación, así que se limitó a esbozar una ligera sonrisa que buscaba restar importancia a su petición. Rápidamente añadió "Podríamos hacer algún intercambio, claro. Yo voy al hotel. Tal vez pueda conseguir algo que te interese. Buenas almohadas, ropa, o si tienes suerte, algún colchón inflable para que duermas mejor." hizo una pausa, alzando ligeramente una ceja mientras miraba el equipaje del otro. "No te haría cargar una guitarra gratis, eso es seguro."

" menos mal, " escucha con atención sin detener los movimientos de sus manos, guarda dentro de una mochila un pequeño kit de primeros auxilios, agua, entre otros objetos de utilidad; todo lo que cree necesario para su próxima salida. su brazo aún no sana del todo, pero al menos ahora puede utilizarlo sin mayor complicación. " iremos a la tienda de música, tal vez no haya muchos suministros pero espero que por lo menos encontremos algunos materiales para construcción o reparación. " no puede deshacerse del sentimiento que, de salir algo mal, será su culpa. decir que está acostumbrado a aquella sensación es poco, no podría con la carga de que alguien más desapareciera de su lado, cercano o no. " ¿ustedes a dónde irán? " una vez listo el equipaje, lo deja de lado. orbes viajan hasta rostro conocido, a sus espaldas la lluvia sonaba al golpear contra la ventana. " sé que hay zonas más peligrosas. "

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Observaba en silencio a los recién llegados, los abrazos efusivos y las risas contenidas resonando en un contraste casi cruel con la atmósfera sombría que se respiraba en el refugio. Sus ojos se mantuvieron fijos en ellos por un momento más, hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos. Giró la cabeza hacia ella, su comentario le arrancó una leve curva en los labios, un gesto que no llegaba a ser una sonrisa, pero que era suficiente para acompañar el leve asentimiento con el que respondió. “Sí… tal vez.” dijo, aunque su tono cargaba una seriedad que contrastaba con el optimismo de sus palabras. Hizo una pausa breve antes de añadir “O tal vez todos tengan la noticia de que fuimos la cena de algunos infectados.”

FLORES : SHIN ( @shinsdc ) & JJ para una situación esperanzadora.

la escena era casi de un filme a minutos de acabarse, donde los reencuentros se dan & el final parece feliz. par de sobrevivientes de alguna salida han vuelto & un par de abrazos efusivos quiebran el ambiente sombrío interior. de pronto, nota que no es la única allí, observando, aunque ahora finge que termina de tomar unas maderas. ' esos seremos nosotros en unos días. si tenemos suerte ¿mh? '

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La observó con atención mientras hablaba, notando cómo sus palabras resonaban con las propias dudas que llevaba cargando desde hacía días. Era refrescante, casi reconfortante, encontrar a alguien que veía las cosas con claridad, alguien que entendía lo que realmente estaba ocurriendo en ese lugar. En su mente, no pudo evitar admirarla por eso; era inteligente y no estaba dejando que el miedo o la desesperación nublaran su juicio, al menos no por completo. "Este lugar se pondrá peor. No pasará mucho antes de que empiecen a amenazar con el exilio si no hacemos todo lo que nos digan. Y no hablo solo de seguir las reglas básicas… me refiero a creer todo lo que ellos quieren que creamos." su expresión se endureció levemente, y una mueca de disgusto cruzó su rostro. "No se detendrán hasta que este sitio sea una iglesia llena de sacerdotes y monjas." agregó con un susurro cargado de sarcasmo y frustración, sacudiendo la cabeza con incredulidad. Cuando ella hizo su pregunta, un suspiro escapó de sus labios antes de responder, como si el peso de la situación lo aplastara un poco más cada día. Negó con la cabeza. "No, aún no he salido. Pero en cuanto lo haga, voy a asegurarme de observar bien cómo están las cosas allá afuera. Necesitamos, bueno, necesito trazar una ruta hacia el otro refugio." hizo una pausa breve, sus ojos oscuros buscando los de ella, dejando claro que no hablaba por impulso, sino con determinación. "Porque estoy seguro de que ninguno de los líderes realmente nos dejará ir por nuestra cuenta. Esto no es una comunidad; es una jaula. Si queremos salir, tendremos que encontrar la forma de huir… antes de que sea demasiado tarde." sus palabras eran firmes, pero había un dejo de incertidumbre en su voz, el reconocimiento de que todo esto no era más que una idea en proceso. Sin embargo, ese pensamiento ya estaba ahí, creciendo, alimentándose de la certeza de que no podían quedarse para siempre.

Asiente con suavidad "Es por eso que pienso que quizá no deberíamos dejarnos envolver, al menos no del todo, siempre tenemos que intentar pensar por nosotros mismos" Aunque en las circunstancias que se encontraban era complicado mantener la cabeza fría y con pensamientos propios, lo más sencillo era seguir las instrucciones del sargento y la madre serena. Las siguientes palabras llegan a sus oídos y su ceño se frunce ligeramente "¿Estás pensando en... huir?" Interrogante sale de sus labios en un tono de voz bastante bajo, prácticamente un susurro qué solo pudiese ser escuchado por su interlocutor, no era una locura la idea aunque cuando lo pensaba así se sentía, pensar en la libertad que ahora parecía tan lejana causaba cierto nerviosismo, él tenía muchos motivos para irse, no lo juzgaba "¿Ya fuiste de excursión?" Cuestiona nuevamente, tal vez él había visto un panorama favorable.

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"Estás preparado para las excursiones? @milasics.

"Si no lo estoy ¿le inventarás a la madre Serena algo para que no salga?" cuestiona con cierta gracia, volteando a ver al líder de su grupo, arqueando una de sus cejas, después soltando una risa seca. "Estoy bien, quiero salir... Será bueno ver si hay algo que pueda conseguir para trazar una ruta al refugio, al menos, ver cómo están las calles." confiesa sin problema alguno, está seguro de que sus intenciones no son nada que ha tratado de ocultar, el sólo venir a Greenville había sido para algo específico, el llegar a sus hijos siempre iba a estar como prioridad en su cabeza. "¿Qué hay de ti? ¿Listo?"

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Frunce el ceño ante las palabras ajenas, no entendiendo a lo que se refería, no era remotamente cerca a lo que había dicho. Imaginaba tal vez que su frustración lo estaba haciendo hablar muy rápido o la fémina simplemente no le prestó atención. "No, sólo dije que necesito un plan, todavía no lo tengo, si lo tuviera no estaría aquí ya, te lo aseguro." confiesa sin problema alguno aunque todavía no midiendo lo rápido que hablaba. Suelta un bufido, harto de esta situación pero al mismo tiempo no había mucho que pudiera hacer para cambiarla, todavía, pero lo haría en algún punto. "Estamos en lo mismo, también necesito algo para despejar mi mente porque honestamente... Va rapidísimo pensando en cosas que preferiría no tener torturándome." confiesa, buscando con la mirada a ver si encontraba algo que hacer. "Pero todavía no me toca salir y mi turno de vigilancia todavía no es hasta dentro de un par de horas, necesitamos más opciones de entretenimiento aquí."

Si lo pensaba bien, esa debía ser la primera vez que coincidía con ese hombre. Y le daba un poco de pena, porque al ser así entonces él no sabía cuánto necesitaba que sus oraciones fuesen mucho más cortas, lentas, moduladas. "Lo siento, creo que no te he entendido bien— ¿Podrías repetirlo de nuevo?" Rasca la carne blanda de su mejilla mientras parpadea, intentando unir o asumir la parte de la conversación que no fue lo suficientemente ágil como para captar. "¿Dices que tienes un plan? ¿Tu grupo...?" ¿Ya está por irse? Completa en el interior de su mente. Pero teme hacer la pregunta demasiado alta, no sabe si a los de la Nueva Era les guste ese asunto, no cree que sea algo que últimamente se ponga sobre la mesa con la situación de los suministros. "¡Ah! No, no necesito ayuda, está bien," niega con las manos por delante. "Realmente buscaba algo para hacer. Estoy un poco ansiosa con el tema de las excursiones. Es útil cuando puedo enfocar mi mente en otras cosas."

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Escuchó atentamente a la fémina, el peso de sus palabras resonando en su mente. Su mirada se endureció cuando se mencionó el control y la autoridad que se ejercía sobre ellos, algo que claramente le molestaba. "No debería ser así." dijo con firmeza, su voz cargada de frustración. "No tenemos nada que celebrar, y no deberían amenazarnos con ser exiliados solo porque no creemos en lo mismo. Ni siquiera están siguiendo lo que se supone que su propia biblia dice. Deberían leerla un poco más, entender que la fe no se puede imponer de esta manera." hizo una mueca, incómodo por la situación en general, pero al mismo tiempo, aliviado de poder expresarlo. "Tal vez allá afuera no esté tan mal. Ya sobrevivimos un ataque, ¿no? Si pudimos hacerlo una vez, podríamos hacerlo otra vez. Y al menos allá afuera, tendríamos la libertad de decidir por nosotros mismos, sin que nos impongan nada." dijo pero sabía que al menos por ahora, no podía salir, tenía que tener al menos un plan. Cuando mencionó el nombre de Lysander, asintió. "Sí, lo conocí. De hecho, me ayudó a atender una herida mientras veníamos para acá. Es agradable." su expresión se suavizó brevemente antes de volver a ese tono serio. "Estoy del lado contrario, mucho más cerrado, por eso tengo tan pocas amistades." le comenta con cierta gracia. Suspiró pesadamente, la tensión acumulada en su cuerpo evidente. "Sé que afuera no es seguro... pero cada día que pasa sin llegar a mis hijos siento que les estoy fallando. Cada día que estoy aquí y no allá... me pesa más. Quiero irme, necesito estar con ellos."

Jacqueline mantuvo la mirada en rostro contrario mientras hablaba, notando la tensión en sus hombros y el peso en su voz. Su propia postura se mantuvo cerrada, con los brazos cruzados frente a ella como una barrera invisible. "No tengo frío," respondió suavemente, pero su tono tenía una rigidez involuntaria. "Solo... es costumbre." Dejó escapar un suspiro y se frotó las manos. "Te entiendo," dijo, haciendo eco de sus palabras anteriores. "La fe puede ser... complicada. Especialmente cuando deja de ser personal y empieza a ser una herramienta de control." Sus ojos bajaron por un momento al suelo antes de volver a levantar la vista. "Sé lo que es estar atrapada bajo el poder de alguien que usa la autoridad como arma. Y ahora, como dices, no hay nada que los detenga." Su voz bajó un poco, cargada con una mezcla de temor y frustración. "A veces me pregunto si no estamos mejor fuera que aquí dentro. Al menos allá afuera sabes qué monstruos te están cazando." La mención de un hermano hizo que Jacqueline levantara la mirada, su interés despertándose levemente. "Es Lysander. Probablemente sí lo conozcas," esbozó una sonrisa ladina. "Suele hacerse de amigos muy pronto." Sus palabras finales le arrancaron un gesto comprensivo. Jacqueline sabía lo que era sentir esa necesidad de seguir adelante, incluso cuando todos a tu alrededor decidían quedarse. "Tus hijos," repitió en voz baja. "No sé cómo lo haces. Tener una razón tan clara para salir de aquí… eso debe ser tan aterrador como motivador." Su mirada se suavizó por un instante. "Pero si te vas, no deberías hacerlo solo. Aquí no es seguro, pero allá afuera tampoco."

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Asintió lentamente, su mirada oscureciéndose un poco al escuchar la inquietud en la voz de la otra persona. "Es horrible no poder expresar lo que pensamos y creemos por miedo a ser exiliados", dijo con pesadez. "Esto es una dictadura, literalmente. No entiendo cómo no más personas están disgustadas con la situación. Todos parecen estar tan complacientes, solo por miedo. Pero no es vida, ¿sabes? Vivir con miedo constante, atrapados en una realidad que no elegimos." hizo una pausa, y luego asintió nuevamente ante la pregunta sobre sus hijos. "Mi mejor amigo llegó con los últimos sobrevivientes, y me dijo que estaban bien. Están esperando en el refugio militar, todavía." una mueca se formó en sus labios, molesto de no poder hacer algo más por ellos, no poder ir a buscarlos todavía. "Quizás por eso me siento tan irritable... quiero irme lo más pronto posible. Solo pensar en ellos ahí, lejos, esperando... me vuelve loco." Su voz tembló ligeramente, aunque rápidamente la controló. "Solo espero que puedan estar a salvo, pero el tiempo sigue pasando y nada parece mejorar."

"quiero pensar que quizás en un modo de desesperación, qué suceda algo 'bueno' es digno de un banquete pero la otra cara de la moneda es grave..." demasiado. Estaba al menos aliviada de que su madre estaba ahí pero la situación de los demás no era la misma y la idea de que quizás no se puedan volver a reunir con sus seres queridos le revolvía un poco el estómago. "lo sé...pero tampoco podemos expresarlo, no hay forma de dialogar sin que este la posibilidad de ser exiliados" es como si volvieran nuevamente a ser prisioneros de una realidad que no eligieron. Le gustaría decir que traigan a los demás ciudadanos de haven, qué busquen a los que recién desaparecieron y qué ese banquete era innecesario pero a costa de qué. "¿tus niños cómo están?"

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Hizo una mueca y se dejó caer en su asiento, cerrando los ojos un momento. "Detesto este lugar." murmuró, con una expresión de frustración en su rostro. "No puede ser que estemos obligados a soportar tanta propaganda religiosa. ¿Qué sigue después de esto? Empezarán a ser aún peores con lo del exilio, con tal de meter miedo y que todos hagamos lo que ellos quieren. Es ridículo." su tono denotaba un cansancio profundo, como si la constante presión de las circunstancias ya le hubiera restado la paciencia. "Solo tratan de imponer un orden falso, usando el miedo como herramienta. Pero no sé cuánto más podemos aguantar esto. La situación está fuera de control, y parece que nos quieren hacer sentir que debemos estar agradecidos por esta falsa seguridad." después se quedó callado por unos segundos mientras que miraba a las personas que seguían torturándolo al cantar. "¿Si empiezo a cantar alguna canción moderna crees que se ofendan?"

deja que se desahogue sin emitir comentario alguno porque comprende que la situación actual no ha hecho mucho por el humor de nadie, especialmente con aquella letanía de cánticos religiosos que han repetido una y otra vez con la justificación de ser parte de los preparativos de su dichosa celebración. "¿uh?" pronuncia apartando la mirada del equipo que se encuentra limpiando en aquel momento para enfocarla en el contrario, incapaz de sonreír algo entretenido. "eso creo… supongo" no es algo que realmente se hubiese preguntado con anterioridad. está acostumbrado a cuidar de las personas que le importan y estar al pendiente de lo que necesitan, pero nunca se había detenido a darle un nombre. "creo que sería más fácil conseguirte los tapones, a que hagas una escena. podían acusarte de romper con el orden y la buena convivencia, ¿no lo has pensado?" se encoge ligeramente de hombros, su mente trayendo al presente el asunto de los hombres exiliados hacía un par de días.

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Escuchó con atención, asintiendo ligeramente. "No los conozco, pero me alegra que te lleves bien con ellos. Parece importante tener a alguien con quien puedas contar cuando salgas." dijo, con un tono reflexivo. Luego, se encogió de hombros ligeramente, sonriendo de manera natural. "A mí me pasa algo parecido con mi compañero, Jordan. Él tiene la capacidad de hacer que todo parezca mucho más simple de lo que realmente es, mientras que yo... bueno, me la paso sobrepensando todo." soltó una pequeña risa, como si se diera cuenta de lo absurdo que podía llegar a ser. "De alguna manera, nos complementamos bien. Cada uno aporta algo diferente, es bueno tener a alguien con una perspectiva más clara." le cuenta. El masculino sabía cómo era, sobrepensaba todo lo que podía, sus pensamientos y ansiedad carcomiendo su ser a diario.

Escuchó en silencio, sus ojos se entrecerraron un momento, y luego dejó escapar un suspiro. "No olvido cómo los cuervos cayeron muertos en el cielo o cómo los animales del bosque se volvieron locos, unos días antes de que todo comenzara en Safe Haven. En Greenville, ya para ese entonces, todo ya había explotado." hizo una pausa, frunciendo el ceño mientras reflexionaba en voz alta. "Me pregunto si Greenville fue el primer lugar donde el virus se desató o si hubo algún otro punto donde realmente se originó. No sabemos lo suficiente sobre cómo se propaga... ni siquiera sabemos con certeza si es solo el aire, los animales, o sólo por fluidos corporales." sacudió la cabeza un poco para despejar esos pensamientos, centrando de nuevo su atención en lo que decía el otro. "Respecto a los cigarros, como profesional de la salud, debo decir que no estoy de acuerdo." chasquea su lengua, como si estuviera decepcionado de decisión ajena. "Y si me permites, ¿qué tipo de herida fue la que te hiciste?" Si todavía duele, tal vez podríamos revisarla un poco más a fondo."

' ah, sí. llevarse bien con los compañeros es fundamental. ' comienza, y entonces una media sonrisa curva sus labios. ' ahm, somos un trío, de hecho — muchos podrían decir que es beneficioso, pero... ' tenía sus dudas, especialmente por las personalidades de cada uno, sin embargo, de alguna manera eso hacía que calzaran bastante bien. ' estoy con chilli y gabriel, no sé si los conoces — estar con ellos en estas cosas es bastante... peculiar ' explica, alzando sus cejas. ' pero nos entendemos, logran que no me carcoma la cabeza pensando estupideces y el ambiente lo vuelven más simple ' y eso lo agradecía profundamente. ' también me hubiese gustado el museo— incluso el zoológico. creo que nos hubiese dado más pistas sobre lo que está pasando. si aún hay animales o sus restos... hasta podría determinarse cómo es que se propaga el virus. ' guarda silencio entonces, notando que habla más enérgico de lo usual y alguien podía estar escuchando. bah, al final solo eran estupideces. ' lo intentaré — de momento solo me interesa encontrar más cigarros y analgésicos. mi herida ya está sana, pero me duele un montón '

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Escuchó atentamente, dejando que sus hombros se relajaran un poco mientras un suspiro escapaba de sus labios. "Tal vez puedas." dijo con un tono tranquilo pero esperanzador. "En algún momento… creo que debe haber un punto donde podamos llevar una vida relativamente normal. Al menos, eso espero. La vida humana no puede simplemente parar." sus palabras llevaban una mezcla de anhelo y convicción, como si él mismo necesitara creer en ellas para seguir adelante. La sonrisa que surgió en su rostro cuando escuchó la pregunta fue cálida, casi melancólica. "Eren tiene nueve y Emma tiene seis." respondió, su voz suavizándose al pronunciar sus nombres. "Sé que puede sonar como si no estuviera siendo objetivo, pero te juro que son los niños perfectos. Los extraño demasiado…" la forma en que hablaba de ellos era un reflejo puro de amor, uno que iluminaba sus ojos incluso en medio del caos en el que vivían. Cuando escuchó el relato ajeno, una risa ligera escapó de él, acompañado de un leve movimiento de cabeza. "Vivimos algo parecido, bueno, toda mi adolescencia fui lo que quería mi madre hasta que llegué a la mayoría de edad y exploté." bromeó, entrecerrando los ojos con diversión. "Pero no te preocupes, no planeo ser como mi madre. Era estricta, mucho, y créeme, sé lo que es eso." su expresión se suavizó aún más mientras continuaba. "Quiero darles algo diferente a mis hijos. Quiero que sepan que pueden confiarme todo. Que si necesitan algo, o si tienen un problema, siempre voy a estar ahí para ellos. Claro, también quiero que sepan que les diré cuando estén equivocados." añadió con una leve sonrisa, su tono reflejando un equilibrio entre autoridad y amor incondicional."Espero que eso les ayude a crecer siendo buenas personas, mejores de lo que yo he sido." confesó en voz baja, su mirada desviándose por un momento, antes de regresar a la conversación.

Hizo una mueca al escucharla, pero rápidamente levantó las manos en señal de rendición. "Tienes razón. No importa qué, sigues siendo una bailarina. Eso no cambia." su voz era firme, como si quisiera asegurarse de que lo creyera tanto como él. Le escuchó con atención mientras hablaba de la danza, una sonrisa formándose en su rostro al notar la pasión en sus palabras, era raro, al menos para él, encontrarse a alguien tan enamorado con su trabajo. "¿Sabes? En esta ciudad hay un teatro. Tal vez, cuando las cosas no estén tan mal, puedas dar una presentación. Estoy seguro de que los del refugio serían una buena audiencia. Más de cien personas, fácil. Hasta podrías armar un espectáculo moderno, clásico o lo que te apetezca." ofrece como idea, esperando tengan la oportunidad de vivir y no sólo sobrevivir en algún punto. Soltó una carcajada cuando ella mencionó al famoso personaje de televisión. "Bueno, supongo que el apocalipsis tiene su propio McDreamy, aunque estoy bastante seguro de que me falta mucho encanto para llegar a ese nivel." bromeó, llevándose una mano al pecho en un gesto exagerado de humildad. "Aunque, siendo honesto, creo que soy más como la versión donde era director del hospital y estaba de malhumor todo el tiempo. Mucho más acertado." la risa se desvaneció un poco mientras la escuchaba hablar de su experiencia con los médicos, pero la diversión en sus ojos seguía presente. Asintió con la cabeza y dejó escapar un leve suspiro. "Bueno, está bien, sólo para que sepas que si quieres, hay un doctor disponible." ofrece, sin ninguna presión. Se quedó pensativo por un momento antes de continuar. "En cuanto a atender gente en el trayecto… no tanto como me habría gustado. La verdad es que yo mismo salí lastimado en los primeros ataques, así que no podía moverme mucho. Pero apoyé como pude, ayudando a diagnosticar y dar indicaciones de tratamientos. Para cosas más físicas, como coser heridas o realizar curaciones, hubo otras personas que se encargaron. Al final, todos aportamos lo que pudimos." le cuenta, recordando lo difíciles que habían sido los primeros días del ataque. "Ya sabes, receté tylenol unas diez veces." añadió, con un tono claramente bromista.

' sí — bueno, ya... ya no es una posibilidad, pero... ' y no solo hablaba del contexto en el que se encontraban, sin embargo, desistió en profundizar más el asunto, tampoco iba al caso. ' me hubiese encantado ' decide concluir, alzando comisura diestra para suavizar sus facciones con una sonrisa. ' ¿qué edad tienen? ' indaga, ahora curiosa. escuchar a un padre hablar de sus hijos le parecía una especie de oasis en medio del desierto, algo a lo que aferrarse en este caos para salir adelante. ella no tenía nada de eso, por lo que se alimentaba de las esperanzas que otros tenían. ' bueno, bueno, pero depende de cada quien. yo, por ejemplo, era un adolescente de lo más linda y estudiosa ' resalta con una pizca de orgullo reflejándose en su mirada. ' — aunque una vez me escapé para verme con un chico. claro que era porque mis padres no me dejaban ver a nadie, ¡tú no seas así! ' le advierte en juego, pues no iba a meterse en la crianza de sus pequeños realmente. ' ugh, no hables en pasado. siento que una parte de mí se muere con eso ' le dice, arrugando ligeramente entrecejo. ' empecé a dedicarme a la danza clásica. ya sabes, como ballet ' explica, sonrisa con tinte nostálgico decora facciones. ' pero últimamente había comenzado a explorar la danza moderna. es menos exigente ' y conlleva un entorno menos dañino, mentalmente hablando. ' de todas formas mi última presentación fue como bailarina clásica. me arde el cuerpo para presentarme a bailar algo más moderno. ' y la emoción podía notarse en su voz, incluso en sus ojos, pero brillo no tarda en apagarse cuando regresa al presente, frunciendo sus labios. ' neruocirujano, ¿hm? o sea que tenemos a un auténtico derek shepherd entre nosotros. ' medio bromea, ladeando ligeramente la cabeza. ' casi nunca voy al doctor, la verdad, me causa algo de — ¿disconformidad? sin ofender, claro, pero... ya sabes, las pocas veces que he ido es: tylenol y a descansar dos días. ' gira los ojos bromista, pero ciertamente prefería la medicina alternativa. ' ¿te tocó atender a mucha gente en el trayecto para acá? entiendo que no la tuvieron tan fácil '

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Alzó las cejas, claramente entretenido por los comentarios ajenos. Una suave risa escapó de sus labios mientras dejaba su cuchara a un lado. "Bueno, eso fue… brutal." comentó, divertido, mientras apoyaba el codo sobre la mesa y recargaba su barbilla en la mano. Observó el plato con fingida reflexión, como si estuviera considerando darle otro intento, pero finalmente negó con la cabeza. "Si odias esta comida tanto como yo, tengo una idea," comenzó, su tono adquiriendo un matiz conspirativo mientras se inclinaba ligeramente hacia adelante. "Nadie está en la cocina ahora, ¿cierto? Podríamos aprovechar y ver si encontramos algo decente, o incluso cocinar algo nosotros mismos." una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, como si estuviera proponiendo la mayor de las travesuras. "No hay ninguna regla en contra de eso… o al menos no que yo recuerde." añadió, encogiéndose de hombros con total despreocupación. Claro que había quienes cocinaban pero nadie nunca les había prohibido simplemente entrar y tomar algo, no podrían castigarles por algo que no habían prohibido. "Aunque, claro, parece que nadie se atreve a hacerlo. ¿Qué dices?" esperó su respuesta, divertido por la posibilidad de romper con la monotonía del momento y, con suerte, evitar otro bocado del insípido estofado frente a ellos.

‘  ni siquiera soy quisquilloso, te lo prometo.  ’ algo tal vez difícil de creer dado reproche. realidad es que se habría resignado a comer cualquier cosa, pero existe una fina línea entre la mala cocina preparada con sobras y el estofado servido que solo sabe a agua con sal. al son de un resignado resoplo termina abandonando designio, pese al mejor de sus intentos se ve incapaz de tomar otro bocado del plato que tiene enfrente. ‘  no sé sí los demás se han convencido de que tiene algo de sabor o sí ya están acostumbrados a las preparaciones de la madre teresa — en verdad no quiero sonar grosero, pero no creo que ni mi perro se terminaría ésto. ’ tienta con una mueca de evidente descontento.

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Hizo una mueca apenas perceptible al escuchar su nombre, le recordó a su familia, ese uso despectivo y cargado de expectativas que tanto detestaba. No era nada en contra de ella, su uso era distinto, pero era inevitable el lazo que su nombre tenía con recuerdos tan negativos. Durante un par de segundos quedó en silencio, mirando al vacío antes de hablar. "¿Hyojoo?" preguntó finalmente, arqueando una ceja. "¿Tenemos el mismo apellido?" estaba casi seguro de que lo había escuchado en algún punto. Si compartían el apellido, sería extraño pedirle que lo llamara así, por lo que no le diría nada. Soltó un suspiro, dejando que esa inquietud se desvaneciera. "Realmente no sueño nada. Duermo, despierto y ya está… aunque últimamente ni siquiera eso. Casi no duermo." sus palabras cayeron como una admisión casual, aunque detrás de ellas se escondía el cansancio acumulado de días, semanas… quizás años. Sin embargo, la seriedad se desvaneció al escuchar su relato. Una pequeña risa escapó de sus labios antes de que pudiera contenerla. "¿Te gustan los caballos, o son invitados inesperados en tu cabeza?" preguntó con un tono ligero, intentando no reír más. Había algo refrescante en esas historias oníricas, una pequeña tregua en medio de la tormenta que vivían. Mientras la fémina relataba con seriedad, él apretó los labios para no soltar otra risa. La escena del tren y los caballos, el salto sobre las rejas del estadio… era extraño, pero reconfortante. Quizás porque esas imágenes no tenían nada que ver con la realidad que los acosaba. "Te envidio." admitió, mirándola de reojo. "Debe ser agradable recordar algo, aunque sea raro. Yo ni siquiera puedo recordar cuándo fue la última vez que soñé algo." se quedó un momento pensativo antes de soltar una confesión con un tono que mezclaba diversión y resignación. "Debe ser porque ni siquiera sé dormir bien. Supongo que la escuela de medicina me dejó las horas de sueño hechas pedazos, y todavía no logro arreglarlas." terminó la frase con una pequeña sonrisa, ligera pero genuina, disfrutando del momento despreocupado, aunque fuera breve.

no tarda demasiado en imitar al contrario, ojos reposando mientras manos se dejan llevar por el suave tacto de esa almohada que abraza. el descanso no es algo que haya dado por sentado jamás, pero sí algo que relegó. dormiré cuando muera, solía pensar, más tener su vida atada a un titiritero que no fuese ella misma era algo que la aterraba. antes, la posibilidad de que la policía quiera encarcelarla por tan insípidos crímenes — hoy día, aquellos malditos infectados, y los que creen que por llegar primero son dueños del poder. ' ¿en qué sueñas cuando duermes, jimin? ' voz se alza en un suave susurro luego de unos minutos, el ruido de propia respiración siendo lo interrumpido. ' últimamente no dejo de encontrarme caballos en mis sueños ' comienza a relatar con esa parsimonia que burbuja compartida reclama, encontrando verdadera santidad en espacio y privacidad. ' primero iba en un tren que se movía rapidísimo, pero al lado iban centenares de caballos corriendo — y aunque intentaba estirar mi mano por la ventana para acariciarlos, nunca llegaba ' la frustración la había despertado de un sacudón cansado, pero no tardó en dormir nuevamente. ' antes de ayer, iba en una carrera. corría tan rápido que todo se fundía entre sí, pero por alguna razón, en lugar de ir hacia la meta decidí saltar por sobre las rejas del estadio ' está segura de que suena demente. pero encontró algo tan reconfortante en aquel momento que la seriedad es completa al hablar.

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Negó con la cabeza, dejando escapar una breve risa que no alcanzó a ser del todo humorística. "Será cuestión de días para que esto acabe… y para que se inventen otra cosa," dijo, con un tono que mezclaba resignación y una pizca de fastidio. "Navidad está relativamente cerca, ¿no? Seguramente querrán hacer algo para eso también." su mirada se desvió por un instante hacia la salida del centro comercial, como si pudiera ver más allá de las paredes, los pasillos y el caos silencioso que los rodeaba. Tras un segundo, volvió a enfocarse en ella. "La verdad, si no me he ido es porque sería un estúpido en hacerlo sin ningún tipo de plan o ruta." confesó, su tono bajando ligeramente mientras cruzaba los brazos sobre el pecho. "Por eso estoy esperando a salir por suministros, para ver el estado de la ciudad. Necesito saber a qué nos enfrentaríamos." un suspiro pesado escapó de sus labios, casi como si esas palabras hubieran aliviado una mínima parte de la presión que cargaba. Sus ojos oscuros se enfocaron en la fémina, buscando en sus facciones algún indicio de lo que pudiera estar pasando por su mente. "No, en nada. ¿Y tú? ¿Necesitas ayuda con algo?" preguntó finalmente, tal vez era mejor ocuparse y no estar teniendo guerras mentales consigo mismo.

Por un momento, creyó no entender todo lo que el otro quería decir. Aún así, fue capaz de inferir algunas partes; no era difícil percatarse de su disconformidad. "Tampoco es como si tuviéramos muchas opciones, ¿cierto?" Le regala la mueca de una sonrisa mientras su atención no deja de seguir el movimiento de aquellos labios. "Es eso o..." Con la cabeza señala la dirección de la salida del mall, por donde habían echado a los que se habían opuesto. Aunque en un principio Lara había estado de acuerdo con mostrar algún tipo de agradecimiento al universo, o a Dios mismo, porque cada día encontraban nuevos suministros que les permitían subsistir— ya no podía decir que pensaba igual. Ese tipo de deberes nunca debían de ser una imposición para nadie. "Pero en unos días acabarán y ya no tendremos que hacer estas cosas. ¿Necesitas alguna ayuda ahora?"