Roger Glenn. 21 años. Futbolista y modelo. "Two things to remember. Don’t make decisions when you're angry, and don't make promises when you’re happy."
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—Pues sólo alguien salió bien en esa selfie. —inquirió Roger divertido. —¡Tú! —exclamó ensanchando aún más su sonrisa esta vez. —Sólo mírame, parece que no he dormido en meses. —agregó haciendo un gesto exagerado de horror.
—¡Comida!—alzó la voz, antes de sacar la selfie con una gran sonrisa en su rostro. Después de sacar la foto, la miro unos segundos, para después entregarle al móvil al chico, para que viera aquello.—Salimos bien, ¿no?—
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Caminó junto al rubio, siguiendo la seña que este le había hecho anteriormente. —¿Estas de vacaciones o algo así? —preguntó con cierta curiosidad. De hecho siempre se sorprendía cuando se encontraba algún colega en la calle, y más si no tenía un grupo de personas enloquecidas atrás rogando por un poco de su atención. Rió ante el comentario sarcástico del chico y se atrevió a golpear levemente en el brazo ajeno con su puño. —¡Se me olvidaba que eres más famosos por tu sarcasmo que por cualquier otra cosa! —exclamó exagerando un poco en su tono de voz.
Iba a protestar en contra del muchacho, pero al darse cuenta que este tenía razón en cuanto su broma, simplemente contestó: —Touché.— rió. —Bueno, eso también podría ser una buena opción— acertó, sonriendo al igual que él. Podría ser una buena opción, y así lograba que la muchacha se cansara de seguirle tanto. —Uy sí, se me olvida lo famoso que somos— bromeó rodando los ojos, aunque en gran parte tenía razón, pero no era algo que a él le molestara. Finalmente, le hizo una seña, para que comenzaran a caminar.
#c: dante#su bebo es como una bola de energia#ya roger lo ama pls#asdfghj#por ak zory#mucho gusto#JAJAJA
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—Una vez me ofrecieron una fortuna inimaginable. —confesó. Había recordado justo aquello debido a lo que la castaña le estaba contando y no pudo resistirse a finalmente contárselo a alguien. —Sólo debía tener sexo con una fan disfrazado de gatito. —estalló en carcajadas ante su propia confesión. Recordaba muy bien la cara avergonzada de su manager cuando le había comentado aquello, había sido de los momentos de más jubilo de Roger ante aquel hombre, tan correcto e impecable. —Lo peor es que le dije a mi manager que lo haría y estuve a punto de llevarlo a un hospital.
—Sé que no podemos hacer nada, ¿pero no es hasta irrespetuoso? No sé, no se me ocurre qué puede pasar por la cabeza de alguien que manda este tipo de fotos sin saber si la otra persona las quiere o no. —pronunció con un gesto que claramente denotaba desagrado ante lo planteado, acabando por encogerse de hombros. —Ni que lo digas, es genial y a veces hasta te sacan unas cuantas carcajadas con tales ocurrencias. —acabó por reír, enseñando ligeramente sus dientes.
#c: valkiria#ay disculpame al bebo#bc es un loquillo#asdfgh#por aquí todo muy bien bae#¿que tal allá?#<3
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—Si a ti no te molesta grabar a un desaliñado como yo, no hay problema. —rió divertido, permitiéndose posar su mirada brevemente en la cámara que sostenía la castaña. —Mmm bueno estaba en Australia… en una sesión de fotos. —respondió sin dar demasiados detalles, ya que se lo habían prohibido rotundamente. —Supongo que pronto sabrán de que se trata. —agregó manteniendo su sonrisa, pero sin mirar demasiado a la cámara. —Bueno si aceptas ir a tomar un café conmigo si tendrás que apagarla. —comentó divertido mientras fruncía el ceño debido a la repentina luz del sol.
Sonrió al recibir de vuelta el abrazo del chico, aunque sabía que le había tomado por sorpresa, agradecía que no la hubiera ignorado y ya. —Oh, y ¿dónde estabas? —quiso saber, curiosa como siempre. Volteó hacía la cámara y asintió, sonriendo con amplitud. —Es lo que hago, lo sabes —respondió con un deje de diversión. Se acercó al chico y se tomó el atrevimiento de dejar un rápido beso en su mejilla. — Pero si quieres la apago un rato…—ofreció con media sonrisa, ignorando el hecho de que sus mejillas se habían enrojecido por el lo que había hecho antes de hablar.
#c: meredith#pls; Med es tan cutie#asdfghjk#roger seguro la va a apapachar mucho#por cierto#zory por acá#JAJAJA#<3
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—¿Tarde a alguna cita? —cuestionó ahora divertido al notar el desgano en el chico. Al menos no era el único que sería reprendido ese día, pendo Roger con cierta satisfacción. —No te preocupes amigo, no eres el único. —confesó encogiéndose ligeramente de hombros. No era como si le enojara demasiado la furia de sus directivos, de hecho llegaba a darle completamente igual. Solo que ese no era un buen día para reclamos y mucho menos represarías.
Muevete—ordenó de manera no tan amable, optando por moverse a un costado y presionar repetidas veces el botón para bajar, las puertas cerrandose más lento de lo que él quería y dejando ver a un furioso manager a mitad del pasillo justo antes de cerrarse.—Lo siento, tenía que salir rápido de allí.—se disculpó, recargando su espalda contra la pared del costado del ascensor.
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El moreno tuvo que removerse un poco, ningún ángulo le era suficiente para aprovechar aquella vista hermosa que la castaña le ofrecía. —¿Nunca cuidas tus palabras, Fran? —dijo sugestivo, enfatizando en el nuevo apodo que le había dado a la chica. —No sé si sabes… Pero no soy de los que se andan con rodeos. —aclaró, dedicándose llanamente a posar sus orbes oscuros en los llamativos labios de la contraria.
Una pícara curva se posó en sus labios, en la medida que, momentáneamente, apartaba sus zafiros del pelinegro.— Esa es una propuesta más que interesante, Glenn. —afirmó, enarbolando su barbilla con un sugestivo semblante.— Aunque para ello creo que deberíamos mover la conversación a un lugar más… privado. —finalizó socarrona, relamiendo lentamente su labio inferior.
#c: frances#te juro que simplemente buscaba un gif y ese aparecio y fue como OMFG perrrrfet#y usted no se queda atras con esos gif de muerte#*se tira al piso y rueda cual gorda fan*
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—Sé que eso es delicioso. —inquirió. Miro a la contraria con los ojos entornados y suspiro al escucharlo siguiente que esta misma dijo. —Mañana tengo compromisos. —agregó, dejando entrever una pequeña mueca en sus labios. Roger no era ninguna perita en dulce pero siempre trataba de estar sobrio y solido físicamente cuando alguno de sus partidos se acercaba, después de todo los percances, amaba su carrera. —De hecho no deberías tomar de esta manera. —comentó algo aturdido al ver la imagen de la muchacha tomarse toda el líquido de aquella botella de un solo zarpazo. —Hey, suficiente Caly. —masculló arrebatando la botella de entre manos de la contraria.
Deberías probar esto, esta delicioso. — hizo énfasis en la última palabra de su corta oración claramente hablando completamente borracha, ya iba como por su décima copa, era incontrolable cuando estaba cerca del alcohol. Alzó su copa, haciendo que un algo del líquido que se encontraba allí dentro rebalsara del vaso debido a la torpeza de sus frágiles brazos. — Por ti. — le dijo a la persona de la cual no había recibido respuesta alguna de ninguna de sus frases pero no le importó, luego solo ingirió todo la bebida sin tomarse un segundo para respirar. —
#c: calypso#JAJAJAJA#estaba más confundida#pero es que tienes una gemela#ASDFGHJK#holaaa#por acá zory#gif random bc YOLO#<3
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Roger rió con diversión al escuchar aquel leve ronquido, no tanto por el sonido, sino más bien por la chica que lo había emitido. —¡Hey! ¡Debiste decir eso antes! —inquirió. Miro a la morena y entonces pudo darse cuenta de que su expresión era la típica de una persona agotada. El moreno negó con su cabeza rápidamente. —Debes dormir ahora… —recomendó. —No te ves bien. —agregó con cierta preocupación. Sabia con exactitud lo que era estar en aquella situación, aunque siempre trataba de descansar y no excederse demasiado cuando tenía compromisos. —Joder, no sé cómo los demás manejan esto pero mi manager siempre está detrás de mí con un tarro de vitaminas. —contó con humor, pero apenas sonriendo débilmente en dirección a la chica. —Vamos, descansa al menos un par de horas.
...
La morena intentaba arduamente no caer del sueño a la mitad del relato de la persona en frente suyo, pero le resultaba prácticamente imposible. Había dormido menos de cinco horas y aquél hecho se hacía notar a través de unos oscuros surcos que se dibujaban debajo de sus ojos. Recostó su cabeza en su brazo, asintiendo de vez en cuando para dar a entender que estaba escuchando. Tal acción se vio interrumpida cuando un fuerte ronquido se escapó de sus labios. Se estremeció y de un salto se incorporó, acrecentando el tamaño de sus orbes considerablemente. —Lo siento, mi cerebro no funciona sin unas sólidas ocho horas de sueño. ¿Decías? —se justificó, intentando disminuir la importancia de sus cometidos, torciendo sus labios en una mueca.
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—Ouch. —susurró el moreno, más que todo exagerando un poco la situación. Sonrió hacia la chica y negó con su cabeza mientras hacía un gesto con sus manos. —No te preocupes, estoy acostumbrado. —dijo rápidamente fijando ahora su mirada en el equipaje que traía la morena. —¿Necesitas ayuda? —cuestionó. Le parecía haber visto antes aquel rostro delicado de la muchacha pero si en algo no era bueno Roger, era en recordar a las personas. De todos modos, la chica se veía bastante refinada, el moreno lo supo enseguida por su porte y su manera de hablar, sin mencionar la ropa que llevaba puesta. —Tú eres… —murmuró, llevando una de sus manos hasta su frente, haciendo un gesto pensativo. —La súper modelo… ¡Sabia que te había visto en algún lado!
Juro que si tengo que sonreír a más cámaras se me van a caer los labios. —murmuró nada más que para sí, concentrada en la maleta que llevaba en sus manos. Había llegado de una ardua sesión aquella mañana y no quería más que colocarse a descansar, aunque creía aquello imposible, pues su agente había quedado en que la visitaría más tarde. Tan sumida en sí misma estaba, que cuando le tocó subir la maleta por aquellos escalones de la calle, no se percató de un individuo por el lado contrario, haciendo que torpemente su codo golpeara alguna parte de su cuerpo, la cual no pudo distinguir claramente. — Oopsie, qué pena, de verdad lo siento —dijo a manera de disculpa, sin reparar aún en quien permanecía ahí, debido a que continuaba en la tarea de subir sus pertenencias.
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Al no esperarse aquello, Roger se sobresaltó un poco al sentir el contacto de alguien en su hombro. Se giró automáticamente y miro con los ojos un poco abiertos a la chica que le hablaba. —Oh, muchas gracias,. ¡Si son mías! —exclamó un poco más relajado. —Me hubiera llevado el susto de mi vida al llegar a mi casa y no encontrar mis llaves. —sonrió a la morena ampliamente y tomo las llaves de entre sus manos. —Muchas gracias… —murmuró, permitiéndose observar un poco mejor a la muchacha. —Disculpa pero, creo haberte visto antes.
Tomó el objeto que descansaba frente a sus pies, estaba segura que no le pertenecía. Elevó la vista a tiempo para ver a la única persona cerca de ella, probablemente el dueño original del juego de llaves. Se apresuró a acercarse a la otra persona y tocó su hombro con suavidad, esperando no asustarlo.- Disculpa…- Murmuró enseñando lo que llevaba en sus manos.- Creo que se te ha caído esto.
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#OOC:#lloro#ojalá se calmen con los starter#*llora más*#se me quedan los dedos pegados al teclado ya#bai
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Olvido como siempre sus pastillas para la migraña, ¿Cómo diablos? Se preguntaba enojado consigo mismo. Justo en ese momento cuando se sentía tan mareado y débil. Pensó en llamar a su manager o alguno de sus amigos pero enseguida desecho la idea al imaginárselos regañándole por ser tan despistado. Como si no entendieran que se la pasaba todo el día de reunión en reunión, o de partido en partido. No se quejaba para nada de su posición, porque sabía que era privilegiada y que muchos chicos afuera esperaban una oportunidad como la que él tuvo. Se cambió rápidamente de ropa y salió de su edificio tratando de pasar desapercibido en la manera que le fuera posible. Prefirió ir caminando ya que estaba mareado y no quería ser el protagonista de algún accidente mal habido en las noticias. Entró a la farmacia colocándose justo detrás de una chica que hacia un particular, por no decir extravagante pedido. —¿Clarissa? —preguntó titubeante. —¡Clarissa! —exclamó al reconocer a la chica. —Mmm sí. Para una amiga. —comentó divertido.
Se encontraba dirigiéndose con decisión hacia la farmacia más cercana. Había pasado toda la mañana dando vueltas en su departamento sin saber exactamente qué hacer. Apenas y se había dado cuenta que su período se había atrasado una semana y eso no era normal. Ella era sumamente regular y lo sabía así que todas sus alarmas se habían activado. Se detuvo frente al local y agradeció que no hubiera nadie dentro. Casi corrió hacia el mostrador y sin aliento fue directa con la vendedora. — Tests de embarazo. Quiero veinte —la mujer la miró sorprendida y ella elevó ambas cejas—. ¡Rápido! —se cruzó de brazos y esperó ansiosa hasta notar una persona a su lado que acababa de entrar, al parecer había escuchado su pedido y ahora la miraba sorprendida—. ¡No son para mí! ¡Una amiga está enloqueciendo en el asiento trasero de mi coche! Cree que está embarazada —mintió intentando disipar toda idea de ella estando embarazada de la cabeza del contrario. Lo último que necesitaba era aparecer en todos los canales de chismes con un supuesto embarazo.
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Se sentía un poco culpable por estar evadiendo a un grupo de fans pero realmente aquel día no había sido el mejor de su vida y no se sentía con ánimos de convivir con nadie. Bufó exasperado ante su propia actitud, sorprendiéndose un poco cuando escucho que alguien le hablaba. —¿Eh? ¿Flan? No tengo ni la menor idea de quien me estás hablando. —respondió algo antipático, sin llegar a saberlo realmente.
—Dime por favor que has visto a Flan —medio suplicó a la primera persona que cruzó por su lado, mordisqueando su labio inferior en el proceso; signo de preocupación ante el paradero de su pequeña mascota—. Ya sabes, mi perro —aclaró, a pesar de que la mayoría ya conocía al can gracias a las fotos que subía a sus redes sociales—. Pequeño, blanco y marrón… ¿Y? ¿Lo has visto?
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Era un día agradable, sin duda. Agradable y extraño, porque había salido bastante temprano de su lujoso departamento a dar una vuelta y ejercitarse un poco. Hasta el momento solo unas pocas personas lo habían reconocido, tal vez era por lo desaliñado que estaba, o por los grandes lentes de sol que llevaba puestos aunque fueran innecesarios. Cantaste victoria demasiado pronto, amigo, se recriminó al momento de sentir los cálidos brazos de la castaña rodearle. En un acto reflejo correspondió al abrazo, dedicando una fugaz sonrisa después. —Es verdad. —asintió divertido. —Es que no estaba en la ciudad. —murmuró fijando su mirada ahora en la cámara. —Oh, no me digas que estas grabando.
—Celular, bolso, caramelos dentro del bolso…Oh, ¡el guión! Casi olvido lo más importante —habló a la cámara que sostenía con una mano mientras que con la otra se colgaba el bolso al hombro y guardaba el guión. La habían llamado durante la mañana para que fuera a grabar un par de escenas y, como era habitual, su cámara la acompañaba. Salió a la calle y empezó a caminar. Normalmente usaría su auto pero necesitaba comprar un par de cosas de camino al estudio así que prefirió caminar, luego llamaría a un taxi. Seguía hablando a la cámara cuando divisó por el lente de la misma un rostro conocido. —¡Miren a quien tenemos aquí! —exclamó con entusiasmo, sin dejar de sonreír. —¡Hace días no te veía! —agregó, rodeando el cuerpo de la otra persona con un brazo.
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Roger enseño sus manos en reacción inconsciente ante la actitud de la chica. —Lo lamento. —dijo abriendo sus orbes oscuros mientras observaba a la contraria. Relajo inmediatamente su posición de defensa al darse cuenta quien era la muchacha. —¡Nina! —exclamó aliviado al haber encontrado a la rubia que precisamente había ido a buscar. —¿Vas de salida? —preguntó ahora preocupado al notar la prisa en la contraria. —Dime que tienes unos minutos para atenderme, por favor. —llevo ambas manos hasta su rostro, haciendo un divertido gesto de súplica.
Estaba agotada, demasiado. Necesitaba entregar esa gran colección antes de el evento que se aproximaba, además de necesitar diseñar un par de cosas para la próxima premiación de los Oscars. Estaba ansiosa, demasiado, era su primer año como una diseñadora reconocida después de haber comenzado con ese blog online. Suspiró, acomodando su atuendo antes de salir por la puerta principal de el gran edificio donde se encontraba su oficina. — Lo siento, pero, ¿Podrías fijarte por donde diablos vas?— pidió, actuando de manera arrebatada a causa de todo el estrés.
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—Eso sonó tan simple para ti. —comentó el moreno mientras palpaba su teléfono móvil entre sus manos. —¡Y yo me desvele toda una noche! —exclamó con indignación, mirando de soslayo al mayor frente a él. —¿Y qué aplicación era? —cuestionó enarcando levemente una de sus cejas. Seguramente fue algún juego, pensó, ya que no hacía nada más con aquel aparato.
—No tenía nada, simplemente instalaste una aplicación con un virus, lo cual por cierto fue bastante estúpido, y por eso estaba tan lento. Ten. —Le regresó el teléfono móvil a la persona frente a él, como si aquello fuese lo más normal del mundo; tomar de las manos las cosas ajenas e intentar acomodarlas. Bien, era normal para él debido a que se dedicaba básicamente a eso.
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—No deberías preocuparte por ninguna de las dos. —opino el chico encogiéndose de hombros con despreocupación. —Finalmente desde aquí no podemos hacer nada. —esta vez fue un poco más divertido al hablar al recordar una pequeña anécdota sobre algo parecido que le había ocurrido. —En esta profesión se viven unas cosas que no te imaginabas que vivirías jamás. —comento riendo. —Ni en un millón de años. —agregó, negando ligeramente con su cabeza. —Es una locura.
—Aún estoy debatiéndome internamente qué me da más miedo: recibir nudes de hombres que podrían fácilmente ser mis abuelos, o el saber que mi número anda suelto por ahí, al alcance de este tipo de gente. —comentó a su acompañante luego de sentir cómo su móvil vibraba en su mano y, sin necesidad de abrir el mensaje, pudo ver en la vista previa que se trataba de una imagen proveniente de un número desconocido, decidiendo así ignorar el susodicho.
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