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El privilegio de vivir en actos comunes como caminar durante horas seguidas sin descansar. A fin de ver el paso del que parece un fantasma en piel traslucía en la historia de ancestros con los ojos enfocados todo el tiempo hacia lo espontáneo e ingenuo que quiere congraciarse con todo el mundo, pensando en cómo sería un nuevo encuentro con el enorme entusiasmo que había suscitado. Para todos aquellos que, dudan entre la repugnancia y el deseo de recuperar un poco el espíritu de el “espacio salvaje” buscando la exploración primitiva deliberadamente para limpiar nuestra mente, buscando un lenguaje capaz de penetrar en el conocimiento fuera del orden de la conciencia moral y el imperio de la "mediocridad" Todo sucede aquí y ahora. El camino se experimenta donde el ser puede salir fuera de sí mismo y realizarse existe la pintura abstracta

Construcción de imágenes que en apariencia poco tienen que ver con la realidad es posible equilibrar tanto la emotividad como la pericia y lo conceptual las paradojas de la pintura.

La pintura no se detiene continúa deslizándose siempre desborda fuera del bastidor en estallidos de color sobre el lienzo visiones oníricas de la necesidad de pintar sobre grandes superficies, la sustancia de cada composición y la libertad de ejecución. La condición necesaria del trabajo la realidad más cotidiana, llevar hasta el límite lo que caracteriza nuestro arte "contemporáneo"

Espíritu con posibilidades mensurables, que reproduce, mezcla y yuxtapone fragmentos abstractos reflexión sobre el mundo de ser diferente sencillez del secreto, simpleza de ejecución, la riqueza de la idea «espacio-tiempo-materia».

Visión veloz y simultánea equilibrio en el movimiento. El espacio multidimensional la sutil alquimia de los procesos de elaboración artística reminiscencias con la memoria pictórica

Que aquellos fantasmas me saludasen de manera amable, llevando las esperanzas a través del devenir de la imaginación esa pared blanca esos fantasmas que vienen con esa inquietud me miro en el espejo y veo detrás mío, reflejados, apilados, tantos recuerdos, tanto camino el camino sin fin es mi vida La imagen envuelta en una neblina de misterios, se verá con este testimonio, más nítida y más humana.

El camino hacia el blanco es largo y difícil. Comienza a cada momento, construimos una realidad. Yo invento que lo que no se piensa no existe se traza un boceto que va reinventándose con cada día que pasa. Pinceladas de tonos fuertes y aparentemente desarticuladas pero que en su conjunto forman una imagen esplendida. Imágenes más cerca del sentir consciente. El pintor quiso pintar todos los colores la obra abre con una invocación en las que se desenvolverá caminos y espirales, de vida y muerte de luz y sombra en el que todos somos espectadores de tierra roja o de cenizas negras, de almas viajeras. Laberintos, alfabetos, signos, un artista que lleva una cosmovisión interior con preguntas y enigmas, y el artista en una perpetua renovación y un cambio permanente que hacen la modernidad devolviendo a la superficie una pintura de creación y construcción. Con todos estos elementos consigue en sus obras aquel difícil equilibrio de unir un encuentro sorprendente entre el pasado, lo que fue; el presente, lo que es y aquel futuro que se vislumbra

Roger Rodríguez

14/06/2016

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Desplegado el vuelo en clave

por el espacio que me abarca

por este espacio cartesiano

este espacio gnóstico único y último

que transfigura cualquier

diferencia del devenir

más allá de lo manifiesto

más allá de lo metafórico

donde la incertidumbre intenta

proyectarnos sombras

mejor la mano de un poeta

que valla dibujando un vuelo

con ritmo continuo volar con

el fluir de las olas encaramado

en los azules revelando esplendores de evasión

siguiendo el vuelo de una vela blanca

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El impulso profundo e irrefrenable de nuestra historia los distorsionados y reprimimos, dependiendo de la ambigüedad. Subsisten transformados en una segunda naturaleza, son registros y bitácora diaria para rastrear y hacer actualizaciones a lo real. Que generan un discurso de atención, por el propio derecho de discernir las indignación es, para prevenir la incertidumbre.

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La imaginación se exacerba con ausencias inherentes, impregnadas de nostalgia y memoria, con las geografías de la infancia y el poder evocador.

Para hacer las imágenes interiores del espíritu, esas imágenes de poder sumergirte en un proceso intuitivo con un equilibrio preciso y calculado. Las sensaciones hay que producirlas diariamente.

Tenemos que aprender a dejar de ser nuestros propios exclusores porque destrozamos las relaciones. Aceptemos resolver problemas de difícil solución, aquellos que se generan continuamente, generar estabilidad general.

Esta sensación continúa de volver todos los días para transformarnos en el diálogo y la concentración en el compromiso en la conversación. Hay escenarios qué nos penetran, cómo en el mundo de los sueños.

Cuentan en tu vida, si entran en tu alma y si los ves en tus sueños. El regreso a la infancia es lo que hace que le des vuelta para entenderla desde una atemporalidad y llegues a espacios indefinidos.

Podemos reconocernos y reformularnos los episodios vividos de lo conflictivo, de lo inconsciente. Esto nos da cuenta de entender prudentemente y poder contrastar el caos por lo razonado.

Es la prueba de la sensatez para convivir y compartir la forma de entender la vida por los detalles. En el mundo del arte, algunas veces intangible como inconmensurable, inmensurable, se hace distinguible la manera propia, la personalidad, la manera propia de análisis. 

Lo que conectamos de manera rápida y emocional. La imagen se traduce en la construcción del imaginario, la inspiración surge con la función mágica del momento oportuno.

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Lucidez con delirio alucinado

A menudo nos fallan las palabras.

Serán las anatomías de la herida, no hablan, no pueden encontrarnos, aludimos a los terrores vergonzosos como nuestra única compañía.

Las fragantes mentiras, las gotas de agua secas, la total intemperie, las dicotomías junto a las ilusiones.

Objeciones dibujadas, esperamos sostener la caducidad de lo homogéneo, evitamos el desgaste que se resiste a la cotidianidad.

Una lentitud se mueve con el rumor más menguante, desaparece con esfuerzo, va más allá de la razón.

Nuevamente, el mundo alimenta discretamente el orden del asfalto.

El mito es inflexible, es una aventura peligrosa, el motivo es la avaricia, la frivolidad que pone destinos, que considera suyos todo y anota cada detalle, se vuelve infranqueable cualquier plan para respirar el destino, exhala fuego si fuera un dragón que regresa por todos los hombres.

Nos encontrará vacíos. El Crepúsculo no se demora, somos la huella que dejan los fantasmas, arrastrándose fantasmas reales, hacen aparición pálida para estar cerca del recuerdo.