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Pedir ayuda

Hay momentos o temporadas tan duras que agotan. Todos sabemos que la vida no es fácil. Yo a veces digo que no me gustaría haber nacido, que yo no lo pedí y pienso: “ya estoy aquí, es mejor que lo disfrute lo más que pueda”. Los días malos eso pienso, los días buenos soy muy feliz de estar viva y en recuperación. Desde hace unos 3 años tengo más días buenos que malos, yo dirían que un 70-30. Está semana tuve un día realmente malo, de esos que no tenía hace mucho tiempo. Fue por razones externas, no que tenga un episodio depresivo ni nada. Fue un día que el agobio financiero (como he escrito he tenido un año bien complicado buscando trabajo estable) me llegó al cuello y tienes de esos días en los que quieres que todo se acabe.

Mientras me sentía abrumada por el estrés en mi casa, ese día pensé en las botellas de whisky que mi hermano tiene en la alacena. Ya me tiene confianza para tener licor ahí porque sabe que no voy a tomar. Sin embargo, pensé en ellas durante horas. Pensé en ir por esa botella de Jack Daniels, luego ir a una Farmacia Similar y pedir una receta para clonazapam, como antes hacía y mandar todo a la chingada. Ya no quería seguir pensando en mi vida. Quería ya no sentir más. Fue un tormento como los que viví mis primeros 3 años sobria cuando aún tenía bastantes episodios depresivos. Esos pensamientos horribles que como taladro insisten en destruirte, esa voz que hace mucho no escuchaba tan fuerte. El “lower-power”, le llamo. Eso que es contrario a mi Higer Power, mi contacto consciente con Dios como yo lo concibo.

En esos momentos es fácil olvidar lo aprendido, pero hice lo que debía hacer, pero me costó tanto, tantísimo. No tenía fuerzas, pero lo hice: hablé, pedí ayuda, es decir, hablé con alguien para decirle lo que me estaba pasado y cómo me sentía y le dije mis ganas inmensas de consumir. Mi amigo me acompañó en la llamada mientras estaba en el parque, me dijo: salte ya de tu casa. Hice caso, me salí al parque con mi perra (bendita ella también que me dio abrazos ese día que tanto necesitaba).

La emoción punzante fue bajando, bajando. Tanto que a las 9:30 de la noche ya estaba dormida y al otro día, desperté como si nada. Pasó.

Todo pasa y no pasa nada. El Poder Superior que nos sostiene, se manifiesta en otras personas.

Mi punto con escribir esto es el siguiente: estén listos para estos momentos no importan cuánto tengan limpios o qué tanto estén acostumbrados a estos momentos malos. Hay que pedir ayuda, eso es lo que nos salva. Hay que saber que estos momentos son tan agudos e insoportables que no podemos sobre llevarlos solos.

Hoy pienso que hubiera sido muy estúpido consumir ese día solo por ese momento. Gracias a mis compañeros aquí sigo, limpia, sobria, libre y feliz.

It works if you work it.

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Recovery Month

Septiembre es conocido como el Recovery Month, es un mes en donde Estados Unidos a través de su sistema de salud y clínicas privadas intensifican campañas para dar difusión a la enfermedad del alcoholismo y el abuso de sustancias. Sus mensajes se centran en los tratamientos y en las historias de cientos de adictos que han conseguido recuperarse de la enfermedad y tienen años viviendo en sobriedad.

En nuestro vecino país existe mucha más cultura de prevención y menos estigma. Claro, allá se enfrentan a la epidemia de los opioides que diario mata a cientos de personas por sobredosis. Aquí no tenemos ese nivel de consumidores, pero créanme que les vamos pisando los talones.

Ayer platicando con un amigo mío, que también es adicto en recuperación, decíamos que por qué aquí no hablamos del tema. Al contrario, es oculto, nos avergüenza, somos mal vistos. Es tan necesario tener esta discusión sobre la existencia del problema que tenemos de abuso de sustancias y de alcohol en México porque es como si fuéramos invisibles.

¿Por qué no escucho a políticos hablando de esto? ¿Por qué el gobierno no lo ve como un problema de salud pública que además va en aumento?

No creo que vean la íntima relación de la violencia social y familiar (amén de la productividad en las empresas) con la enfermdad de la adicción. Van atados, señoras y señores, y no lo pueden ver. Si no hablamos de esto ya, el problema se nos saldrá de las manos como en Estados Unidos, que ya no saben qué hacer con tantas sobredosis.

Es increíble que los únicos tratamientos profesionales que existen en este país están hechos para gente que puede pagar por ellos. ¿Información veraz? Muy poca, así como pocos profesionales de la salud que están capacitados para tratar a alguien como nosotros. La única opción más o menos decente que tenemos es Alcohólicos Anónimos, sin embargo, ahí la ayuda es de adicto a adicto. Es un modelo que es una moneda al aire, no a todo mundo le gusta. A mí me salvó la vida (y lo sigue haciendo), pero no es para todo el mundo.

Mi sueño es ver campañas, conferencias, encuentros y el tema metido en la agenda pública. Carreras por la sobriedad, fundraisers para crear clínicas para gente sin recursos. Talleres de prevención en escuelas y empresas, en fin. Es mi sueño, algún día lo veré realizarse, ya verán.

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Perseverar

En los casi 7 años que he pasado libre de alcohol y drogas he tenido de todo, épocas fáciles y épocas difíciles. La belleza de la sobriedad, como he aprendido en mi grupo de AA, es que te enseña a navegar por cada etapa de la vida. Dicen: "nazca quien nazca, se muera quien se muera, yo no tomo el día de hoy". Y sí, están ya muy lejos de mí estas viejas actitudes de querer consumir algo para evadirme ante la menor dificultad.

Sin embargo, este año ha sido particularmente complicado pues he estado buscando un trabajo estable luego de dos años de estar por mi cuenta. Y déjenme les digo que ha sido frustrante y hasta cierto punto angustiante por la espera y por la cuestión económica, obviamente.

Pero como dicen, "el dolor es la piedra angular del crecimiento espiritual" , he aprendido a sobrellevar un estrés como éste (que quienes hayan estado en esta situación me entenderán) volviendo a lo básico que aprendí cuando recién comencé mi vida sobria allá por 2012.

Aquí les van estos tips, si ustedes se encuentran pasando por alguna crisis:

1. Ten rutinas y estructura para todo el día. La rutina nos mantiene estables.

2. Busca cosas qué hacer todo el tiempo, no es bueno estar solo con nuestros pensamientos.

3. Ponte a dar servicio a otros en AA o haz voluntariado, algo en donde te olvides de ti.

4. Mantén actividad física, esto nos ayuda a no caer en depresión.

5. Nunca olvides que esta etapa es temporal, no te vas a quedar así, aunque sientas que no, esto también pasará.

6.En los días difíciles no faltes a tu junta ni te desconectes de tu padrino o madrina.

7. La más importante: afianza tu contacto consciente con tu Poder Superior. Pide diario, en meditación u oración, aceptar la realidad tal cual es.

Estas son las cosas que me han mantenido aquí, sin depresión y con ánimo para perseverar y seguir buscando hasta encontrar.

Queridos hermanos y queridas hermanas del mismo dolor, es decir, compañerxs adictxs en recuperación, NO SE RINDAN NUNCA. Todo pasa y no nada nada, todo en la vida es temporal. Si la están pasando mal, perseveren en su sobriedad, esperen el milagro que ahí viene.

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¿Por qué fallan los tratamientos vs. las adicciones?

Como casi toda política pública de salud en México, el tema de las adicciones está muy soslayado. Y de prevención mejor ni hablemos, lo mismo.

Como adicta en recuperación sé que hay formas que desde el núcleo familiar primordialmente, se puede prevenir el desarrollo de la enfermedad o al menos concientizar y retrasar la edad de inicio. Creo que aquí está la oportunidad para atender este problema que impacta en muchas esferas del tejido social: violencia, violencia de género, pobreza, improductividad, desempleo, entre muchas otras.

Pero, ¿por qué los esfuerzos del gobierno y las instituciones, incluso centros de tratamiento han fallado terriblemente en el tratamiento de la enfermedad? Por un lado, por supuesto que no hay prevención efectiva, pero aquí lo más importante: NADIE, ni los médicos mismos (existen pocos especialistas que manejen bien el tema) ven el alcoholismo y la drogadicción como un tema MÉDICO. Hay una ignorancia generalizada y cuasi medieval en el tema. En estos años me he dado cuenta de que la percepción de gente como nosotros es que somos unos viciosos sin falta de voluntad. NADA MÁS ALEJADO DE LA VERDAD. ¿Dirían eso de alguien que padece diabetes? Yo no soy médico, pero sí soy una estudiosa del tema, en estos años he investigado mucho al respecto con profesionales de verdad en la materia como el Dr. Francisco Cantú, psiquiatra que dirige la Clínica Cantú donde recibí mi tratamiento primario hace más de 6 años y luego en los grupos de AA y con mi psicóloga Maricela Escamilla, una profesionista realmente experta en el tema.

Además, claro: SOY UNA ALCOHÓLICA QUE SE HA MANTENIDO LIMPIA CASI 7 AÑOS. Creo que tengo las calificaciones necesarias para hablar de esto, incluso sobre muchos médicos que saben tanto sobre el tema como cualquier otra persona.

En este tiempo he aprendido lo siguiente:

1. La enfermedad es padecida por al menos el 10% de la población y solo 1 de 100 personas que reciben algún tipo de tratamiento, son exitosas en el período de 1 año.

2.La enfermedad física consiste de una aflicción de poca tolerancia emocional y el síntoma de compulsión al alcohol o drogas. Ambas son hereditarias lo que implica que son de por vida, es decir, no hay una cura, solo existe el control. La compulsión a sustancias neurotóxicas lleva a dañar las conexiones cerebrales, causando el síndrome del lóbulo frontal. Este ultimo tiene una recuperación del 100% con tratamiento y la sintomatología es la que lleva a los familiares (el abuso de sustancias) a buscar ayuda para el familiar que lo padece. El padecimiento se complica usualmente con cuadros de depresión y ansiedad. También puede coexistir con otros padecimientos o el síntoma de compulsión ser parte de otros padecimientos.

3. Las familias y la sociedad centran toda su atención en el acto de utilizar sustancias. Desde aquí inicia una cascadas de errores de lo creen que se debe de hacer. Asumen dos posiciones opuestas, una, donde esperan dar con la oración, frase, sermón, pleito, discusión, castigo, etc,. que milagrosamente lleve a que dejen de utilizar o por lo menos disminuyan el consumo. Por el otro lado, tenemos a las personas que creen que no hay nada que se pueda hacer al respecto. Mientras lo sigan viendo como un problema de conducta y no una enfermedad seguirán teniendo un grado de dificultad, en su trato, muy alto. Cuando por fin aceptan que es un padecimiento físico, esa tormenta en un vaso de agua pasara a ser la preocupación que debe de ser, por seguir un proceso de rehabilitación para sanar.

4. Para que alguien con la enfermedad se mantenga sobrio exitosamente debe querer el tratamiento y debe de tener a su alrededor un equipo multidisciplinario formado por psiquiatra (si padece algún otro trastorno como ansiedad, depresión bipolaridad), un/a terapeuta para el manejo de su conducta y emociones, ayuda de un grupo de 12 pasos con un padrino o madrina adecuados y esparcimiento sano como deporte, alguna actividad artística, entre otros. Eso mejora muchísimo la probabilidad de mantenerse sobrio, siempre y cuando exista la voluntad del adicto. Sin disposición no hay nada.

Eso es lo que desde mi experiencia les puedo decir sobre el por qué todo falla. Como adicta considero frustrante y hasta discriminatorio que no exista interés del sector público y del médico, al menos en México, para idear política pública y mejores tratamientos para un sector tan grande de la población.

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Una nueva libertad

Cuando recién entré en recuperación no entendía cómo es que esta nueva vida ofrecía libertad. Me decían chingos de cosas que no podía hacer: no salgas donde salías, cambia tus rutinas, haz un horario fijo para todo tu día, haz ejercicio, no salgas con malas compañías, ve a tu grupo de AA todos los días el tiempo que sea necesario. HAZ, HAZ, HAZ.

“¿Quiénes se creen que son estos médicos, psicólogas, padrinos y madrinas para decirme a MÍ qué hacer?", pensé en aquel momento toda emputada. Sentía que mi libertad había sido arrebatada, que JAMÁS me iba a divertir de nuevo, veía frente a mí un mundo gris, rígido, sin la libertad que yo encontraba en el alcohol y las drogas. Cuando consumía sentía que podía respirar y dejar mis pesares a un lado, todo se hacía ligero, pero a un costo demasiado alto.

Eventualmente ese costo tan alto hizo que tuviera que detenerme. Había llegado la hora de encontrar ese alivio y esa libertad sin el efecto de ninguna sustancia. Vaya tarea, me parecía imposible.

Tuve que empezar a poner orden a mi vida en todos mis asuntos: rutinas para despertar, hacer ejercicio, comer, ir a grupo, etc. Algo que me parecía militar. Luego se puso peor, cuidar las emociones, sobresaltos, evitar personas, relaciones, dedicarme únicamente a trabajar y a trabajar el programa de 12 pasos. Luego, tratar de encontrar mi espiritualidad y construir una relación con mi Poder Superior, conocerme más y más. En fin. Años.

Mi punto con todo este rollo es decirles que 6 años después de mi cambio de vida encontré una nueva libertad, una libertad verdadera. No la falsa que me ofrecía el alcohol y las drogas. Poco a poco, no fue de la noche a la mañana pero todo lo que me prometieron llegó. Esta nueva libertad la construí a base de disciplina, seguir reglas y rutinas diseñadas para aprender otra forma de vida.

El exceso, el hedonismo y la euforia están lejos de mí ahora, en su lugar tengo paz y estabilidad y para mí no hay más grande felicidad que esa.

No era verdad que había perdido mi libre albedrío, solo que tuve descubrir otra forma de vivir, una real y duradera.

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Demi Lovato, su historia es como la todos nosotros

¿Por qué importa tanto visibilizar la adicción? Porque es una enfermedad llena de secretos, de mentiras, el mundo del enfermo adicto (empezando por él mismo) se empeña en negar el problema, de hecho, gasta sus horas del día y energía para ocultarlo. Es la enfermedad de los secretos. Incluso tu misma familia minimiza y prefiere voltear hacia otro lado. Te dicen cosas como: "tú no eres como esos drogadictos, no vives en la calle ni eres prostituta", también escucho comentarios como: "no, mi hija no ha llegado a tanto". Y me quedo pensando, "jaaaa, si supieran todaaas las cosas que hacemos y que nos pasan en la adicción activa no se atreverían a negar".

El caso de Demi Lovato es importante porque ella es una de las figuras públicas que más han alzado la voz sobre su batalla con la adicción. Necesitamos más voces valientes como la de ella que se atrevan a hablar de esto. Les recomiendo mucho que vean un documental que ella hizo para Youtube (ahí lo encuentran), se llama Simply Complicated en donde habla con detalles sobre su enfermedad. Es la misma historia de todos nosotros. Una y otra vez, todos compartimos la misma historia, la misma lucha. El alcoholismo, las drogas, los desórdenes alimenticios, el juego, las relaciones tóxicas, todo esto cruzado y en diferentes combinaciones, nos tienen amarrados hasta que un día, luego de mucha lucha y de pedir ayuda de verdad, te llega el momento de romper las cadenas. El trabajo no termina ahí, tan sólo comienza, esto es toda la vida, por eso nos la llevamos "solo por hoy". Y el caso de Demi, recaída luego de 6 años de sobriedad, es un ejemplo.

Vi su documental filmado el año pasado y ahí puedes ver claramente cómo estaba "tendiéndose la cama" para la recaída (la recaída es un proceso, no un suceso). A ella le entró primero por el desorden alimenticio y seguramente se fue como ficha de domino al alcohol, las pastillas, la coca, los opioides. Te vas como caballo desbocado una vez que se activa en el cerebro el botón de la adicción, lo activas con comportamientos destructivos (malas actitudes) hasta que revives finalmente al monstruo haciendo contacto con tu sustancia de impacto. Y de ahí, no hay regreso, solo un Poder Superior puede detener eso.

Si sigues luchando, lo único que necesitas para comenzar el camino de la sobriedad es tener un corazón dispuesto y te aseguro que de lo demás se encargará un Poder Superior, el universo, pacha mamá, lo que sea, solo dilo al universo y te dará la fuerza que necesitas para resistir. Y de ahí a conseguir la ayuda adecuada y nunca nunca soltarla. Pide ayuda, pero pídela, recuerda que los secretos nos pueden matar.

Ojalá que Demi pueda volver a la sobriedad, tiene toda la ayuda a su alcance, yo espero realmente que salga adelante porque es una de las voces más importantes para nosotros. Creo que su labor no ha terminado y ella seguirá siendo una potente vocera para nosotros.

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¿Se pueden evitar las recaídas?

¿Por qué existen las recaídas en los adictos en recuperación? Si ustedes tienen algún conocido o familiar que padece esta enfermedad seguramente darán fe de que las recaídas son bastante comunes.

Primeramente debemos tomar en cuenta que el alcoholismo y la drogadicción son enfermedades crónico degenerativas como la diabetes o la hipertensión. La tasa de recaída es muy similar a la de estas enfermedades, y no lo digo yo, lo dice el Instituto Nacional para el Abuso de Drogas (NIH por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Aproximadamente el 60% de los adictos sufrirán al menos una recaída a lo largo de su tratamiento. Más o menos similar a los pacientes con Diabetes Mellitus o Hipertensión.

¿Se puede prevenir? Por supuesto que sí, quienes estamos comprometidos con la recuperación sabemos que tenemos que llevar un tratamiento médico y psicológico de por vida. Quienes han fracasado una y otra vez sabe lo doloroso que puede ser este proceso en donde solamente se les debilita la fe y la salud.

Yo no he tenido la experiencia de recaer, por la gracia de un Poder Superior y el tratamiento especializado tengo 5 años y medio sobria de alcohol y drogas, pero créanme que ha sido por que he construido una disciplina y un sistema de soporte a mi alrededor.

Mentira que el adicto solo sin tratamiento de ningún tipo y abstinencia pueda mantenerse sano y limpio, quienes pretenden “controlar” su adicción van a fracasar tarde o temprano con una recaída franca si de verdad tienen esta enfermedad.

En mi experiencia les recomiendo dar seguimiento continúo con grupo de ayuda como AA, terapia, ejercicio y algún método que les ayude a alimentar su espiritualidad (ojo, no me refiero a religiones nada más a todo lo que sea espiritual como ayudar a otras personas, yoga, meditación, etc). El objetivo es cambiar de manera profunda nuestros antiguos patrones de comportamiento, sin eso no vamos a tener éxito.

Solamente creando esta disciplina las probabilidades de mantenernos sobrios pueden crecer. El peligro de empeñarme en mantenerme sobria “por mis huevos” es la recaída, es como si el diabético quisiera controlar los niveles de glucosa con su mente y su pura fuerza de voluntad. ¿Suena bastante estúpido no les parece?

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La recuperación hace que tus sueños se hagan realidad

Hace mucho que no escribía aquí. Han ocurrido muchas cosas este año y apenas es marzo.

Hoy quiero compartir sobre lo mejor que me ha pasado no solamente en este año, sino que es de lo mejor que me ha pasado en la vida en general.

Cuando estamos en un proceso de recuperación (que es para toda la vida, por supuesto) primero aspiras a ser funcional, a dejar de ser “un problema” para tus seres queridos y para la sociedad en general. Luego aspiras a ser productivo y ser uno más de tu comunidad, después comenzamos a ambicionar con ser felices.

Uno de los pequeños lemas que tenemos en AA es: “ser útil y feliz”. Primero hay que aprender a vivir como ser humano “normal” y luego podemos tener acceso a esa felicidad. Claro, el concepto de felicidad cambia.

En mi caso mi felicidad el día de hoy significa amar la vida en este momento (aquí y ahora), estar tranquila, estar SOBRIA, ser útil para mis seres queridos y la sociedad y estar con una pareja que es buena para mí y me quiere.

De esto último quiero compartir. Yo jamás pensé que estaría en una relación como la que estoy ahora: tranquila, amorosa, donde me siento 100% segura y donde todo es transparente. Comparto estas intimidades porque es parte del proceso de mi recuperación.

He compartido antes que yo perseguía en las relaciones una emoción similar a la que me daba el alcohol y las drogas: mucha euforia al principio y luego el golpe. Sin saberlo (y luego ya sabiéndolo) busca esa misma autodestrucción. Ahora todo es diferente.

Les puedo decir que ya no es así, me tardé años para llegar a este punto, pero aquí está. Sí llegamos a estos puntos, sí llegamos a la estabilidad y luego a felicidad, pero es inevitable que primero pasemos por el trago amargo del cambio, la dificultad, la soledad y la disciplina.

Esto es mi milagro y estoy feliz y agradecida con mi Poder Superior porque me estuvo escuchando todo este tiempo. ¡Confíen en sus procesos!

Solo quería escribir eso, compartirle a otros como yo que todos los deseos de tu corazón se cumplen si hay disposición en ti para cambiar, servir a otros y ser disciplinado.

¡Vivir sobrio y feliz es posible! Nunca dejen de intentar, existimos mucha gente limpia y sobria que somos libres, alegres y felices.

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Sin Anestesia

Todos tenemos nuestras anestesias, no me digan que no. Cada uno de nosotros tiene aquella sustancia, ritual, hábito, persona o cosa que nos ayuda (o que utilizamos) para que nuestra realidad sea más agradable cuando sentimos que nos pasan cosas no tan agradables.

Existe el sexo, el alcohol, las drogas, la comida, una persona, la pornografía, una relación malsana, el juego y muchas otras cosas autodestructivas que los adictos podemos utilizar como anestesias para evadir nuestra realidad. Que quede claro que no satanizo esa lista anterior, solo digo que nosotros los adictos abusamos de esas cosas porque pues, somos adictos. Ese es el problema del adicto, ¿saben? No nos gusta la realidad, siempre queremos escapar. Nuestra personalidad hipersensible, ansiosa, depresiva y obsesiva, nos exige evasión en todo momento. Quienes estamos en recuperación luchamos contra ese impulso diariamente.

Una vez que conseguimos vencer (si somos lo suficientemente afortunados) a nuestro “perro más bravo” entra la necesidad de encontrar una nueva anestesia. El reto está en encontrar herramientas que nos ayuden a pasar estas temporadas difíciles sin evadirnos o nos enredemos en algo autodestructivo que nos haga recaer en viejos patrones de comportamiento.

Les confieso que me ha resultado súper complicado en todo mi tiempo en sobriedad vivir sin anestesias, mi favorita es estar fugada en relaciones (sobre todo relaciones que son pasionales y nada estables; que apelan al placer y no al amor). Es algo que logra desestabilizarme mucho y que ahora sé que se trata de una anestesia negativa. El día de hoy yo equiparo eso a tomar o drogarme porque me provoca el mismo efecto y daños.

Alguna vez leí esto: el adicto es alguien que tiene la capacidad de convertir el placer en algo doloroso. Así es. Tal cuál.

Estos ultimos 4 meses he vivido cosas bien difíciles: las consecuencias de mi irresponsabilidad financiera este año.Quienes me conocen saben de lo que hablo y saben también que lo he hecho sola sin ninguna “parejita” a mi lado y que he hecho hasta lo imposible por llevar este asunto con dignidad y responsabilidad. No saben lo que me ha costado no fugarme (y sí lo intenté) en relaciones malsanas; incluso he pensado mucho en el consumo. Pero esta racha me está dejando una gran lección de enfrentar consecuencias con valor que diario le tengo que implorar a mi Poder Superior porque me siento BIEN revasada por todo esto.

En la espiritualidad que he logrado construir he encontrado la fuerza para sortear hasta hoy esta prueba y además sola, sola sin fugada en relaciones malsanas o en el sexo o cosas del estilo que yo solía hacer. Vivir sin anestesia es parte del cambio en juicio y actitudes que debes tener en recuperación. Y duele, duele muy cabrón.

Les confieso que me ha calado en lo más profundo del alma pasar todo esto sin anestesia y aguantar la prueba limpia. Lo escribo como parte de mi catársis y para seguir haciendo público mi compromiso con la sobriedad. Sé porque así me ha pasado que lo mejor está por venir y que una vez pasada esta turbulencia, que me ha cimbrado por todos lados, voy a volver a mi estado natural con mi alegria de vivir sobria.

Todo pasa y no pasa nada. Please keep me in the light . 🙏🏻🙏🏻

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5 años.

Mañana cumplo 5 años de estar libre de alcohol y drogas. Créanme que solamente quienes vivimos los efectos del alcoholismo y sus consecuencias tenemos una idea de lo que significan 24 horas sobrios.

Mis primeros dos años sin beber fueron los peores. Los viví bajo el agua, especialmente el primero. Poco a poco he ido mejorando mi relación conmigo misma y con mi PS. Lentamente he ido viendo los cambios, porque esto es despacio y gradual. Es a prueba y error. Para alguien con muy baja tolerancia a la frustración como somos los adictos esto resulta muy tortuoso. La medicina es amarga pero créanme que los frutos son dulces y felices.

Hoy les quiero hablar sobre por qué una adicta como yo, que está diseñada para ver solamente lo malo de la vida, ha resistido estos años la dura batalla que es para un adicto pelear por su sobriedad.

Yo quiero darle este crédito totalmente a mis compañeros Alcohólicos, a mis hermanos del mismo dolor. Especialmente a mi madrina F. que es quien siempre ha sido para mí el ejemplo del amor incondicional que debe existir entre adictos en recuperación. Mi madrina es un pilar importantísimo en mi recuperación y hoy públicamente le quiero agradecer y dar ese crédito. Nunca olvidaré cómo me ayudó al inicio de mi proceso acompañándome a la clínica de rehabilitación, yendo a visitarme ahí y luego toda su entrega para conmigo estos 5 años. Yo sé que a veces reniego mucho de los AA, pero tú madrina eres la razón principal por la que yo empecé a creer en esto y por la que mi fe en el amor entre Alcohólicos es una realidad que reavivo cada vez que hablo contigo.

Los adictos nos necesitamos los unos de los otros. Esto no significa que debamos ser amigos, simplemente compañeros de viaje, coaches, hermanos del mismo dolor, maestros del amor adulto los unos con los otros.

Me guste o no debo aceptar que los adictos en recuperación como yo han sido mis mejores maestros y aliados porque a la hora de aprender a vivir de nuevo son ellos los que me han dan las herramientas más efectivas e infalibles.

Gracias a ustedes he ido poco a poco reconstruyendo lo que quedó de mí luego de 13 años de actividad alcoholica. Gracias a ustedes encontré a mi Dios de los Alcohólicos (como yo lo concibo) y gracias a ustedes he construido mi amor propio empezando por no consumir el día de hoy.

Eternamente agradecida (aunque a veces no parezca) con todos ustedes hermanos del mismo dolor y con mi Poder Superior.

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Creo que una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en este proceso de cambiar mi vida al dejar de consumir es aprender a amarme a mí misma. Suena tan trillado, pero no lo es.

No a todo mundo le viene natural el amor propio y la conexión con uno mismo. Mucho menos a los adictos como yo que estamos programados para la autodestrucción.

En dos semanas cumpliré 5 años sin drogas ni alcohol y con esto mi logro más grande en la vida: amarme tal cual soy.

Es muy cierto que si no te amas a ti mismo no puedes amar a los demás. Cuando llegué a AA me dijeron que yo era estéril para amar y aunque me pareció una afirmación exagerada, ellos tenían razón. ¿Cómo iba a amar a alguien más si yo no me sentía merecedora ni siquiera de tener un Poder Superior? Uno no puede dar lo que no tiene.

La verdad es que además de la vida tumultuosa que viví durante mi adicción activa (de los 16 a las 29 años), había tenido toda la vida una relación de mucho maltrato por parte de mi mamá. Eso me afectó muchísimo y fue hasta que entro en recuperación que poco a poco he ido sanando y comprendiendo a mi mamá (que tenía sus problemas también) y me contado mi historia diferente. Pero dejar atrás el maltrato de ella hacia mí y de mí misma hacía mí ha sido una labor realmente titánica.

Empecé por lo más básico: dejar de dañarme con el consumo de sustancias psicoactivas, después vino lo más complicado. Primero: conocerme. Realmente no sabía quién era yo una vez que dejé de consumir pues toda mi vida adulta la había pasado envuelta en el alcohol y en las pastillas. Adquirir el valor de conocerme es algo que le debo a AA y a mí Poder Superer. Luego tuve que empezar a tratarme bonito, tenerme paciencia, aceptarme alcohólica, aceptar mis defectos, aceptar mis limitaciones como ser humano y reconocer todo lo bueno que hay en mí, porque también descubrí que había muchas cosas buenas; todo esto ha sido complicadísimo. Y por supuesto, también toda una travesía erradicar las culpas que sentía por todos lados. Mucho tiempo batallé porque no podía aceptar mi fragilidad, mi necesidad de amor, de cariño, de aceptación, de compañía . Lo busqué en todos los lugares equivocados (principalmente en personas) cuando lo más simple era buscarlo dentro de mí. De un año para acá he dejado de sentirme sola, vacía, triste, “inquerible”. Los rompecabezas se han ido resolviendo poco a poco. Esa es la medalla que puedo mostrar luego de 5 años de sobriedad.

Hoy trato de mantenerlo simple: veo primero por mis necesidades físicas, emocionales y psicológicas para estar completa y poder ver por los demás. Cada día veo por mí y empiezo por lo más simple: no tomo ni consumo el día de hoy y no daño ni permito que me dañen.

Tener el valor de construir una relación buena conmigo y darme amor es el regalo más grande que me han dado AA y mi Poder Superior.

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¿Cómo sobre llevar las crisis en sobriedad?

La vida tiene altas y bajas, definitivamente no es plana. Todos sabemos eso, todos lidiamos con eso, ¿no? Lo que nos diferencia un poco a los alcohólicos del resto es que nuestra realidad tiene unas "rayitas" de más debido a nuestra hipersensibilidad. Todo lo sentimos más de lo que es. Lo bueno y lo malo. Y si a esto le sumamos que muchos de nosotros aparte traemos otra enfermedad mental (en mi caso, depresión crónica) pues eso quizás nos dificulta un poquito más la vida. La comorbilidad en la enfermedad del alcoholismo es común, pero ese es un tema del cual luego platicaremos.

Hoy quisiera hablar un poco sobre cómo aferrarse con uñas y dientes a la sobriedad en una racha mala, desde mi experiencia, obviamente.

En los grupos de AA se nos dice: "nazca quien nazca, se muera quien se muera, yo no tomo ni consumo el día de hoy". Esto quiere decir que no importa qué tan mala o qué tan buena sea mi vida yo no puedo ni debo volver a tomar. Las rachas malas (en mi caso son usualmente mis rachas depresivas, pero puede ser también algo externo como una crisis económica, una decepción amorosa o una enfermedad, etcétera ) pueden llegar a ser muy malas y ponen en jaque nuestra sobriedad. Sin embargo, La abstinencia de alcohol y sustancias psicoactivas es la base sobre la cual nosotros los adictos construimos una nueva vida. Este dicho nos recuerda eso precisamente: pase lo que pase, vivas lo que vivas, te sientas como te sientas, todo va a empeorar si tomas o consumes.

Recientemente pasé por una racha mala como de un mes y medio aproximadamente. Hace mucho no me pasaba una, llevaba ya casi un año de estar muy feliz y estable, pero pues no sería alcohólica (o humana a final de cuentas) si no tuviera estás rachas. Es la parte de "incurable" que tiene la enfermedad. La recuperación desde mi experiencia se trata de aprender a prevenir y a disuadir estas crisis y que con el tiempo te pasen cada vez menos, pero no quiere decir que algún día seremos inmunes porque la vida es así: buena y mala.

Después de este rollote les paso algunos tips que me sirven para esas rachas oscuras llenas de angustia y apatía por la vida:

1. Trata de no aislarte tanto, si no puedes con tanta gente, está bien, es normal, pero no te encierres en ti, es súper tóxico. Sal con dos o tres amigos o compañeros de grupo de AA, ve al cine, trata de salir de tu casa. El encierro aumenta los pensamientos obsesivos y la tristeza.

2. Habla de lo que te pasa, el adicto no puede tener secretos.

3. Corre con tu terapeuta, es importante tener vigilancia profesional siempre pero sobre todo en las rachas malas. Recuerda que necesitamos tratamiento multidisciplinario.

4. Tu madrina o padrino deben de estar enterados de esta racha para que puedan ayudarte a salir más rápido.

5. Que tus emociones y pensamientos no te dominen, hay que aprender a identificar que en estas rachas tus pensamientos son catastróficos por lo tanto es cuando más debes de ignorarlos. Recuerda que: "a emoción alta piensa chueco seguro".

6. Aunque te cueste la vida trata de mantener una rutina con 7 u 8 horas de sueño, ejercicio (importantísimo para la racha mala) y buena alimentación. Es importante seguir nuestra rutina de sueño, ejercicio, y alimentación para balancearnos más rápido.

7. Los pensamientos obsesivos se van distrayéndonos por eso es importante no aislarnos porque es esconder a nosotros mismos la llave para ese candado. Otra opción que me sirve es hincarme y pedirle a mi Poder Superior que me libere de mis pensamientos (esta es mi opción más efectiva) porque me reconozco impotente para gobernar esos pensamientos.

8. No te juzgues ni seas duro contigo, recuerda que we are only human. De repente esto nos pasa y hay que tomar el toro por los cuernos, no sentir lástima por nosotros mismos.

9. Si estás en un grupo de 12 pasos la asistencia diaria es básica.

Eso es lo que yo hago en mis rachas malas , espero que a alguien le sirva. Pero lo más importante de todo es : hay que pedir ayuda, nuestra enfermedad se combate en equipo, ya sea con tu terapeuta, compañeros de AA, líder espiritual, etc.

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Los alcohólicos no podemos “quedar bien”

La enfermedad del alcoholismo se alimenta de secretos y deshonestidad.

Hay muy pocas mentiras que se pueden sostener una vez que el adicto está sobrio. Por eso, nos guste o no debemos llevar una vida honesta con nosotros mismos principalmente. ¿A qué me refiero? A serme fiel única y exclusivamente a mí.

Los alcohólicos somos personas hipersensibles, con muy baja tolerancia a la frustración, usualmente con muchísimos problemas de autoestima, ansiosos, con una inmensa necesidad de amor casi patológica.

Esos son nuestros rasgos, sin embargo, el camino de la recuperación nos lleva a controlar todas estas características de nuestra personalidad para que podamos vivir una vida útil, feliz y en armonía con el mundo. 

Una parte importante para poder mantenernos sobrios es adquirir el valor de ser nosotros mismos. Estamos muy acostumbrados a que se nos llame desadaptados, raros, haters, locos, entre muchas cosas así (aún desde niños, antes de empezar a tomar y/o consumir drogas).

Es común que provengamos de familias en donde no encajamos y que además son muy disfuncionales, usualmente son familias en donde lo más importante es la imagen hacia afuera y en donde las cosas no se hablan, más bien se finge que todo está bien y nada pasa nunca.

Esas cosas a nosotros los alcohólicos nos desequilibran, nos convierte en los botes de basura de nuestras familias en donde el o la rara siempre tenemos la culpa de todo lo que está mal ahí. Tratamos de fingir y comenzamos a ser deshonestos con todo para sobrevivir ahí, pero una vez sobrios esto tiene qué cambiar.

Tenemos que dejar las expectativas de la gente (sobre todo de la familia) a un lado y dedicarnos a encontrar nuestra esencia para así poder mantenernos sobrios. 

No podemos por ejemplo ir a lugares o estar con gente que nos pone mal, que despierta nuestra ansiedad, nuestra tristeza, nuestro enojo. Debemos ser sumamente cautelosos para mantener nuestras emociones equilibradas. Esto significa decirle adiós a mucha gente que nos provoca estas cosas, al menos por un tiempo. Es renunciar a eso de “quedar bien”. Mi bienestar es primero. 

Yo me tuve que retirar de muchas personas y situaciones por esta razón, Poco a poco he adquirido capacidad para regresar con algunas personas (que ni la deben ni la temen, simplemente me elevan las emociones). 

El problema de las emociones elevadas (mucho enojo, tristeza, miedo ansiedad, euforia) es que me pueden llevar a consumir si no las vigilo porque como somos hipersensibles, éstas se tornan realmente insoportables.  

Hay que estar vigilantes de lo que nuestro entorno nos provoca y ser honestos primero con nosotros, pésele a quien le pese. No son los demás quienes pueden recaer, SOY YO quien tendría que levantarse de nuevo (si es que lo logro) de una recaída. 

¿Es egoísta? Yo no creo que ponerme primero sea egoísta, es instinto de preservación. Y los alcohólicos lo tenemos que tener muy avispado.

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Necesitamos hablar más de la realidad

Creo que voy a soñar muy señora victoriana de perlas y panista con todo esto que escribiré, pero no me importa porque he visto que es una realidad. Lo he escuchado de la voz de otros adictos en recuperación y yo misma lo experimenté.

En inglés existe la palabra "glamourize" que literalmente significa "hacer glamouroso", lo mejor que puedo encontrar en español es glorificar. Bueno, la adicción es glorificada en nuestra cultura. ¿A qué me refiero? A todo lo que vemos en todas partes: la mariguana y sus "enormes" beneficios (es la droga hipster, la que “no causa adicción”), la cocaína como la droga de los ricos, bellos y poderosos, el alcohol como el elemento principal de la diversión todo el tiempo (si ni siquiera tomas eres una teta aburrida), tener un desorden alimenticio como símbolo de estatus socioeconómico, cómete unas tachas o mdma (molly) si quieres realmente divertirte y sentirlo todo, tómate esas benzodiazapinas para la ansiedad que TODOS toman, etc . Esos son los mensajes que vemos constantemente por doquier. En el mundo digital y en el mundo real. Busquen: en la música, en las películas, en las series, en los bloggers, en los influencers, en TODO. Se glorifica todo esto que les digo. Siempre ha sido así y siempre lo será.

Yo recuerdo que anhelaba la vida de gente atormentada como Kurt Cobain (un adicto a la heroína quien se suicidó) o claro, la más reciente Amy Winehouse, murió tras una vida llena de alcoholismo y depresiones. ¡Dios, cómo los admiraba porque me sentía como ellos decían en su música! Yo los sigo amando, a ellos y su música, pero mi punto es que su tormentosa vida me pareció sumamente atractiva en su momento. Incluso en mis momentos más oscuros de verdad anhelé morirme  como ellos: de una sobredosis de alcohol y pastillas, realmente lo deseaba. 

Los adictos como yo desde adolescentes encontramos en todos esos mensajes un alivio, una identificación, una vida a la cual aspirar porque te ponen todo fácil y bonito. O si es tormentoso como quiera lo anhelamos porque estamos mal de la cabeza.  Y no es culpa de todos estos mensajes, somos adictos porque así nacimos, que quede claro. Y no digo que todo deba cambiar y que se deba coartar la libertad de expresión. Para nada. Creo que debe haber más voces que hablen de lo que es realmente vivir en la adicción. Lo que oímos en las salas de AA en donde la gente lucha por su vida diariamente. 

Debemos hablar más de cómo salir del infierno, porque créanme cuando les digo que la fiesta se acaba en un punto, no vuelve y entonces empieza el infierno. Y para salir de ahí...pff casi nadie.

Les quiero decir un poquito de lo que es vivir en adicción activa, porque la fiesta se termina y cuando se te termina te lo juro que deseas no haber nacido, de hecho, anhelas la muerte, pero ésta nunca llega cuando quieres.

El nihilismo se acaba, el hedonismo termina por asquearte de una forma terrible, y al final se queda solamente el vacío, la culpa y un miedo tremendo. Miedo a vivir.

Para nada son glamourosos los efectos del alcohol y las drogas cuando son usados en exceso como lo hacemos nosotros los adictos cuando estamos en actividad. No se me olvidan los ataques de pánico provocados por el consumo excesivo del alcohol y la temblorinas y espasmos en todo el cuerpo, mismos que solo se me quitaban con más ansiolíticos o alcohol. Tampoco se olvida el nulo control sobre la sustancia aún y cuando tu interior te decía "ya basta" pero tu mente no obedecía y seguía y seguía hasta que se apagaba. Menos el despertarte y no saber ni dónde ni con quién estás ni qué pasó horas antes. El terror de ver tu celular a ver si no la habías regado con alguien o más bien dónde estaba tu celular o carro. Tener que encontrar la forma de consumir si no tenías dinero. Tu autoestima hecha trizas por la impotencia de no pode dejar de consumir, el miedo a que todo el mundo vea lo que eres y no poderlo ocultar más, las mentiras y más mentiras que uno dice para sostener esa vida, las consecuencias que ibas acumulando, etc . Nada de eso es glamouroso y esa es en verdad la vida del adicto en actividad.

Creo que habría que tener más diversidad en cuanto a los mensajes de las sustancias y tomar más en serio la enfermedad de la adicción. No es algo que la gente haga por "llamar la atención" ni ir a un rehab es algo cool, son cosas serias de vida o muerte. Era lo que quería decir en esta ocasión, simplemente necesitamos diversidad en los mensajes que estamos generando entorno al alcohol y las sustancias.

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Cómo pertenecerte a ti y al mundo

Cuando recién dejé de consumir e inicié esta nueva vida, limpia de alcohol y drogas, batallé demasiado para sentirme conectada con el mundo. Pero sobre todo me sentía desconectada de mí misma. De pronto era como yo fuera un cascarón, me sentía despersonalizada y sumamente vacía. Yo no me sentía yo ni me sentía de mí. Es algo muy extraño pero seguro quienes hemos pasado por esto saben de lo que les hablo. Si no me sentía pertenecer ni conmigo misma, ¿cómo iba a pertenecer en una sociedad? ¿Con quiénes iba a encajar si ni siquiera me conocía a mí? 

 Ha sido un proceso arduo, agotador y doloroso, pero les puedo decir que todo lo que intenté rindió frutos porque me encontré a mí (a mi verdadera yo) y después pude pertenecer nuevamente a la sociedad. Los humanos no podemos vivir aislados, la enfermedad de la adicción eso hace justamente: nos aísla. Nos hace sentirnos diferentes, avergonzados, como si no mereciéramos la vida que todo mundo tiene. Fuck that. Nos lo merecemos todo y por eso debemos pelear por nuestros objetivos. 

 El objetivo de la recuperación es tener una vida normal, útil y feliz. Debemos de ser ciudadanos del mundo y miembros de nuestra sociedad. Sin duda, esto me ha traído a mí la recuperación. Si estás pasando por esto no te desesperes, sé que es difícil y cansado, pero si tratas y aguantas te firmo un cheque en blanco a que todo lo que te estoy diciendo llega.

 Les paso aquí una lista de las cosas que yo intenté para reconectarme conmigo y luego con mi entorno: 

 1. El primer sentido de pertenencia lo encontré en mi grupo de AA con otros adictos en recuperación como yo. Fue (y es) un sentimiento espectacular saber que no estás sola y qué hay otros que luchan con los mismos demonios que tú. Trata de ir a un grupo de este tipo o convivir con personas como tú.

 2. Yo empecé a conectarme con mi entorno buscando sentir la naturaleza. Iba a montañas, parques, parajes naturales (que me parecía ridículo, pero funcionó) para sentir la energía divina del mundo. La perfección de cada detalle y que yo era parte de toda esa perfección. 

 3. Trata de hacer una labor altruista o voluntariado en algún lado con impacto a terceros, la ayuda a otros te hace salir de ti y te da un sentimiento de productividad y bienestar. 

 4. Si te gustan las mascotas, ten una tan pronto te sientas capaz de cuidarlo como debe ser. Los animales nos dan el mejor amor incondicional, ¡aprovéchalo! 

 5. Poco a poco regresa con tus amistades sanas (no las de la actividad) verás que nada ha cambiado y si son tus amigos te aceptaran tal cual eres y hasta te cuidarán. 

 6. Métete a clases de algo: yoga, gimnasio, baile, idioma, lo que sea en donde conozcas más gente y tengas qué socializar. ¡Verás que no hay nada qué temer! Esto te ayudará a ir recuperando poco a poco tu autoestima. 

 Ojalá que estos tips puedan ayudarte a conectar contigo y con tu entorno. Me ayudaron a mí, así que te los paso al costo. Recuerda que la recuperación es posible y es muy importante no rendirse nunca en este camino. Sin duda, el único camino para una adicta como yo.

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I am not Anonymous

Desde que empecé a escribir este blog sobre mi experiencia como adicta en recuperación también empecé a recibir preguntas de varias personas, sobre todo de mis compañeros adictos en recuperación. En general la pregunta era la misma:¿no te da miedo/vergüenza hablar de esto taaan personal?

Mi respuesta siempre ha sido la misma: vergüenza si yo siguiera igual. Mi verdad es que luchar día con día y conquistar mi enfermedad desde hace casi 5 años es lo más grande que he logrado en mi vida. Recuerdo que cuando estuve en el rehab yo le dije muy preocupada a uno de los doctores: “¿pero qué le voy a decir a la gente? ¿que estuve en un rehab, que soy un alcohólica? ¡No, qué pena!” Y a esto el médico me contestó: “ah, pero no te daba vergüenza ser borracha conocida, que todos te vieran cómo andabas”. En ese momento se me quitó esa vergüenza. Es verdad, quien me conoce de varios años sabe perfectamente quién era yo y sabe bien quién soy ahora. La persona que fui ya no existe.

¿Y saben qué? Ese es el problema con la enfermedad de la adicción. Se alimenta de vergüenza y secretos, como si nosotros los adictos hubiéramos elegido ser así. Créanme que ese estigma lo cargaremos toda la vida, pero la verdad es algo tan ridículo como culpar a alguien por tener cáncer. 

La mayoría de los adictos vivimos en esta oscuridad, siempre temerosos que alguien sepa o nos recuerde nuestro antigüo yo. De hecho así nos llamamos, Alcohólicos Anónimos. ANÓNIMOS. Y es por algo, por todo estos estigmas, por una sociedad que nos ve como viciosos, locos, parias, no como personas con una enfermedad mental que requieren de un tratamiento integral para recuperarse. 

Con este blog decidí romper mi anonimato porque mi enfermedad no me lastima ni la veo como un impedimento, al contrario, me empodera hacerme cargo de ella y pasar el mensaje de que la recuperación ES POSIBLE si la tratamos como se debe. Y sobre todo exponer que se trata de un problema de salud y un problema social MUY SERIO, que destruye familias enteras y que la gente se empeña en negar y ocultar. 

Por eso yo no soy anónima, ese es mi motivo, porque si yo hubiera sabido antes que padecía esta enfermedad hubiera buscado la ayuda necesaria, pero yo no sabía que esto era un tema médico y psicológico. Si alguien le sirve lo que escribo, chingón, es para eso. No están solos y la recuperación es posible. 

Si saben de alguien con este problema o si tienen algún ser querido, por favor, créanme que ellos no quieren ser así, no es algo que podamos controlar sin el tratamiento. Hay recuperación, hay médicos expertos que nos ayudan, hay grupos de 12 pasos que nos apoyan, pero el adicto tiene que estar dispuesto, eso sí. No JUZGUEN sin saber lo que es vivir con esto. 

Existe la recuperación, existe la salida, podemos ser personas normales y útiles y felices y ese es nuestro objetivo, pero hay que luchar fuertemente para conseguirlo. Y se los digo porque yo lo sé, lo he experimentado por casi 5 años. 

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Necesitamos un corazón limpio

El texto de hoy está escrito por un invitado, que además de ser mi gran amigo, es ahora mi compañero en recuperación. Los dos vivimos el infierno de la actividad alcohólica juntos y ahora compartimos también el camino de esta nueva vida: libres del alcohol y otras sustancias. Nos habla hoy de su experiencia personal con su Poder Superior. ¡Gracias por tu colaboración, querido amigo!                 

Mi gratitud a Karla por este espacio compartido para expresar mi sentir respecto a la sanidad que Dios ha hecho en mi vida.

El pasado está borrado. Dios me sanó de una vez y para siempre. Las ansiedades, los miedos, la adicción del alcohol y a las relaciones codependientes -que prácticamente iban de la mano- quedaron atrás. Tengo cuatro años de vivir más que limpio de adicciones, limpio del corazón. 

El primer paso que di para gozar ahora de la verdadera libertad es tener un corazón  dispuesto. ¿Dispuesto a qué? A sanar. ¿Cómo? Acercándome a la fuente del verdadero amor: Dios.

Estoy convencido que nadie más que Él tiene el poder para sanar, no sólo tu adicción, cualquiera que sea, sino de limpiar tu corazón, que es mucho más importante que eso, porque, obviamente, no nos damos cuenta, pero cuando vivimos en la adicción nuestro corazón está más dañado que incluso nuestro cuerpo, nuestra mente o nuestras emociones. En el corazón atesoramos todo sin darnos cuenta, por lo tanto, si estamos envueltos en una adicción, acumulamos toda la suciedad que ésta trae consigo. Todo lo que te puede traer tu dependencia, como ausentarte de la realidad, vivir en un mundo oscuro, vivir anestesiado… ausente, con miedos, rencores, pánicos… eso es lo que está en tu corazón.

No vives para ti, mucho menos para tu familia, seres queridos o pareja… de hecho, muy difícilmente puedes andar con alguien, al menos que ese alguien ande en los mismos pasos que tú y… ¡qué miedo! Es terrible eso, cuando dos personas adictas en actividad se encuentran, se vuelven en expertos en sacar lo peor uno del otro. Y no sólo contribuyen en su destrucción personal, usualmente también terminan de matarse espiritualmente. Eso es, una persona que vive en adicción, está muerta espiritualmente. ¿Por qué? Porque su corazón no tiene espacio para Dios. Está lleno de elementos sucios, donde no hay cabida para el Espíritu de Dios. 

Que te quede grabado que si quieres sanar la única manera de lograrlo es dejar a Dios ser Dios. Darle tu corazón, disponerte y rodearte de personas que lo aman, preferentemente personas sanadas, que hayan pasado por una situación similar para que entiendan mejor tu proceso de sanidad. La voluntad y el amor van de la mano en el proceso de recuperación de cualquier persona que quiera ser liberada de las cadenas que representan las adicciones. Dios es experto en romper cadenas y hacernos libres. Tenemos que rendir nuestro corazón de rodillas, entregárselo. Esto como primer paso: orar, dedicar unos minutos al día de rodillas en nuestra intimidad para rendirnos a Él, reconocerle como el Todopoderoso y clamar a Él por sanidad y amor. De todo lo demás Él se va a encargar. Él no desprecia un corazón humillado, así que si te rindes a Él y crees en verdad que Él es todopoderoso, Él hará ese milagro que tanto estás buscando en ti. Y que no solamente te va a bendecir a ti sino a todo tu entorno. 

Nadie puede ser feliz atado a una adicción. Así que si eres una persona que vives en adicción con el deseo de sanar, yo te exhorto a experimentar en el amor de Dios. A probarlo y comprobar que Él todo lo puede, que puede sacarte del hoyo en el que estás ahora y que te coronará de favores para vivir la vida que Él y tú quieres para ti, vivir en abundancia y en libertad. Sé humilde y reconoce que en tus fuerzas nunca vas a poder quitarte esa venda de los ojos que te tiene ciego, viviendo en oscuridad; permite que Dios la quite y por fin puedas ver el resplandor de la vida. Esa vida que te va a llevar a lo nunca jamás pensaste que fueras experimentar, la plenitud. Dios te bendiga grandemente