pajariano

[pajariano]

Orden Struthioniformes: Post de apreciación.

Las ratites y los tinamúes forman este antiguo y diverso orden de aves terrestres originarias del hemisferio sur. Algunos de sus integrantes recientemente extintos incluyen a las moas de Nueva Zelanda y las aves elefantes de Madagascar. ¡Juntos, los miembros de este orden son el grupo hermano de todas las aves actuales! Todos, excepto los tinamúes han perdido la habilidad de volar.

Imagen tomada de: Birds of the world (Collins, 2006)

Una de las integrantes de este orden, y la más famosa de todas, es la familia Struthionidae, la familia de las avestruces.

Se trata de las aves vivas más grandes y hoy sólo se pueden encontrar en vida libre en el África subsahariana. Las avestruces han perdido su capacidad de volar, pero son corredoras muy veloces. Los machos cuidan de los huevos de muchas hembras de manera simultanea (Y no, no entierran su cabeza en el piso como en las caricaturas).

Las reas, de la família Rheidae, incluye a un par de especies que se encuentran en los pastizales sudamericanos. Aunque son enormes y han perdido su capacidad de volar, las reas están más emparentadas con los tinamúes que con otras ratites.

Los tinamúes (familia Tinamidae) son una diversa familia de aves terrestres y voladoras de cuerpos regordetes y cabezas pequeñitas. Generalmente son muy pequeñas y son más fácilmente reconocibles por su sonido (da click aquí para escucharlo).

Casuariidae, es una pequeña familia que también ha perdido su capacidad de volar. Están cubiertas de un plumas que parecen pelos (muy parecido a lo que podríamos encontrar en los extintos dinosaurios y las primeras aves), y habitan en las partes densas de la selva de Nueva Guinea. Otro miembro de esta familia son los emúes, que habita en las regiones más aridas de Australia.

Sin lugar a dudas, uno de las aves más extrañas son los kiwis. De la familia Apterygidae (que significa sin alas); los kiwis son un pequeño grupo de aves no voladoras endémicas de Nueva Zelanda. Están cubiertas de un plumaje fino que parece pelo, y se alimentan por las noches de lombrices que encuentra en el suelo. Ponen el huevo más grande en proporción con el tamaño de su cuerpo de entre todas las aves vivas y se sabe que tienen muy buen olfato y una excelente memoria.

[pajariano]

Iridiscencia en las plumas de un Colibrí Corona Violeta (Amazilia violiceps). 

Este individuo fue capturado durante un trabajo con aves urbanas en el Parque Metropolitano de Guadalajara, Jalisco, MX. Todas las aves que se capturaron durante este estudio fueron manipuladas por personas entrenadas; las aves fueron medidas y pesadas para ser liberadas sin ocasionarles ningún daño.

[pajariano]

¿Para qué estudiar a las aves?

Disfrutar de las aves es muy fácil, pues las encontramos en todos los ambientes, incluso en las ciudades; y tienen comportamientos espectaculares como la ecolocalización (si, eso que hacen los murciélagos para “ver” en completa obscuridad), las complejas coreografías y los hermosos cantos que a todos nos encantan.

Las aves son, por excelencia, el mejor ejemplo de la migración. Uno de los más fascinantes fenómenos animales; en el que las especies se desplazan por el territorio siguiendo los patrones del clima y de sus alimentos. Existen numerosos trabajos que dan cuenta de la exactitud con la que realizan estos movimientos, llegando cada año al mismo sitio todos los años (y sin google maps).

Otra cosa curiosa con las aves es la adaptación que tienen para alimentarse. Cuando hay que migrar, y soportar presiones climáticas adversas, las aves han sabido aprovechar todos los recursos. Hay las que comen semillas y néctar, frutas e insectos, incluso roedores y otros mamíferos que tragan completos (pues una de las características de las aves es que no tienen dientes); aunque lo verdaderamente impresionante es que existan aves que son capaces de alimentarse de sabia de árboles y hasta cera de abejas ¡¿te imaginas?!

Sin duda lo más llamativo de estos vertebrados siempre será su plumaje, su vuelo y sus cantos. Estas características son producto de la evolución y una intensa selección sexual, y a las y los ornitólogos (así se llaman los científicos que estudian a las aves) les interesa mucho conocer.

Estos animales son muy sensibles a los cambios en el ambiente, muchas veces ocasionados por las actividades humanas, estos cambios pueden no ser evidentes para nosotros, pero podemos notarlos en las aves y esto nos da muchas pistas sobre el tipo y la escala de estos impactos. Descubrir estos cambios nos sirve para intentar revertir sus causas antes de que sea muy tarde.

Además, las aves son tan bonitas y fáciles de observar, que son una gran herramienta para inspirar a las personas a tener una mejor relación con los sistemas naturales y la biodiversidad. De la naturaleza en la que todas y todos participamos.