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scarlettblackstock :

Asintió y tomo una copa de sangría y se la dio a la chica sonriendo - oh eso no es problema, solo le pagas al jardinero - comento riendo - yo no tengo idea de como mantener un jardín. - dijo con una mueca. Se giró rápidamente al escuchar las voces de aquellas personas y frunció el ceño, había notado movimientos extraños pero nunca pensó que se trataba se esto. Dejo salir un respiro airado y luego noto lo que la mujer a su lado hacía. prácticamente sin mirarla tomo el cuchillo y lo guardo en sus ya ajustadas mangas de latex, sabía que no sería de mayor utilidad pero era algo. con cautela se fue moviendo  a la parte trasera y halo a aquella mujer con ella. llegó hasta el teléfono y noto los cables cortados. maldijo por lo  bajo, no quería llegar más allá y tener que usar sus armas y madriguera con una persona desconocida así que prefirió dirigirse a la cocina, se encontró con uno de los encapuchados, miro atrás y vio que la chica esta junto a ella buscando una solución, podía prácticamente leer en su expresión que maquinaba un escape. entonces se acerco al hombre y este les apunto con un arma, Scarlett rodó los ojos y tomándolo por sorpresa le golpeo en la cara y luego le pateo en el estomago y luego otra vez en la cara dejándolo inconsciente. miró a la chica - Necesitamos otro, vas a tener que deshacerte de tu traje para que te pongas su ropa, yo haré lo mismo de esta forma podremos camuflarnos entre ellos.- le dijo su plan y espero a la reacción de Ophelia.

Siguió a Scarlette a donde la llevara. Era su casa, ella sabía mejor que nadie cómo salir de ahí sin que los vieran.

DEbía de pensar alguna forma… ¿Sería demasiado creer que podrían lanzar los cuchillos a la yugular? Tal vez podrían salir por el sótano. Esas casas gigantescas siempre tenían sótano… o por lo menos eso hacían creer las películas.

El hombre la tomó por sorpresa. Hubiera sacado el cuchillo si no hubiera sido porque llevaba una pistola con él. ¿Qué harían aho…?

Scarlette saltó hasta él sin dudar ni un solo momento. Ophelia no se lo esperaba, y al parecer tampoco el hombre. Con un par de movimientos cayó al suelo. La más pequeña se quedó sin habla. ¿Quién era ella?

— S-sí  — dijo sin querer pensar más en el asunto… pero después reaccionó al plan — Tal vez lo mejor sería que tú fueras por el otro sujeto

En realidad nunca se había sentido confiada para pelear, mucho menos para hacer algo como lo que la anfitriona había hecho. Cuando Scarlette regresó, con verdadera velocidad, Ophelia pensó que la mujer pudo haber sido miembro del ejercito… en el peor de los casos algún tipo de fuerza especial. Había conocido a cientos de mafiosos, rudos cada uno de ellos. Scarlette podría haber asesinado a todos si lo quisiera.

— ¿Por dónde salimos? — dijo cuando la más alta se cambió de ropa.

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francescogaetano-r :

Francesco obedeció como pocas veces en su vida. Estaba loco por ir a buscar a Vanessa pero la rubia tenía razón, si bajaba por esa escalera le colocarían un disparo en plena frente, además debían buscar ayuda, de ellos dependía que no hubiesen heridos, menos muertos. 

— Joder… bien, vamos — aceptó siguiendo a la chica. 

De pronto, Ophelia le pidió ayuda con el vestido y como siempre Francesco no pudo evitar esbozar una sonrisa maliciosa… “¡Concéntrate, idiota!”… se reprendió mentalmente, no podía nadar pensando cosas subidas de tono en ese momento. 

La ayudó tal como le pidió y trataron de escabullirse sin ser detectados, claro que aquellos delincuentes eran experimentados, pues el líder ya había enviado a un par de hombres a revisar la casa y en un pequeño descuido del italiano, un enmascarado le cayó encima golpeándolo. Francesco le tapó la boca como pudo para que no alertara a su otro colega y trató de golpearlo, le era difícil pues el tipo ahora le mordía la mano para tratar de gritar y escapar. 

— Ayúdame… — susurró a la rubia mientras trataba de no gritar del dolor.

— ¡Francesco!  —  gritó Ophelia justo antes de bajar por la ventana.

El otro hombre iba armado con una pistola... podría sacar la suya, pero eso la expondría demasiado. La pondría como sospechosa al asesinato que acababa de perpetrar.

Corrió hasta ellos y le lanzó un golpe al sujeto para noquearlo... por desgracia no se desmayó. Era un hombre grande y pesado, el Italiano no podría con él por mucho tiempo.

— ¡Los mataré perras!  — dijo por lo bajo  — ¡Sé dónde viven!

Así Ophelia confirm´´o lo que temía. Sólo había una forma. Tragó saliva. Si ya se iba al infierno por asesinato, qué más daño podría hacer otro.

Sacó la pistola con el silenciador y puso el cañón frente a la cara del hombre.

— ¿Quién es la perra ahora?

Haló el gatillo. Un leve ruido casi imperceptible fue seguido de la explosión de los sesos del sujeto en la pared. Su corazón latía a gran velocidad. Volteó a ver a Fracesco. Su cara y su disfraz estaban llenas de sangre de la víctima.

— Ahora sólo podemos salir de aquí  — dijo guradando el cañón y dándose cuenta de que ella también tenía manchas de sangre   — si nos ven así harían muchas preguntas.

Se dirigió a la ventana. 

— Es huir y alertar a la policía o la cárcel.

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Wisteria Lane parecía el mismo paraíso tranquilo al que había llegado. Sin secuestros, rehenes, asesinatos... Aún se sentía decaída por lo que ella misma había hecho...

En su caminata para aclarar la mente, vio a un chico que al parecer se mudaba al vecindario... echando un vistazo más de cerca, lo reconoció. No era posible.

— ¿Eres el chico que matamos DJ Snake?  — dijo sin poder creerlo, había escuchado varias de sus canciones de vuelta en Filadelfia. Una celebridad viviendo en su mismo vecindario.

Hasta que a una segunda vista, le recordó al chico que hacía unas noches había asesinado. Intentó olvidar aquello. Estaba en el pasado, no la perseguiría.

— ¿Podría tener un autógrafo tuyo?  — le dijo, sacando de su mochila una pequeña libreta.  — Tú música es perfecta, pensé que alguien como tú viviría en Los Ángeles o Londres.

“Bueno… el lugar se ve tranquilo” pensó mientras veía la casa que le había dado su jefe para que pudiera vivir alejado de las fans que comenzaban acosarle en la ciudad, aquellos suburbios le ayudarían mucho para poder hacer nueva música, habían varias cajas agrupadas que debía meter, sin embargo notó que había una abierta así que se agacho para ver que no faltará nada ahí, fue cuando sintió la sombra de alguien encima suyo, quizás era un vecino así que levanto la mirada, la cara de la otra persona era de shock total, pensó que seguramente lo había reconocido. -Sí, soy él, pero no digas nada.- le guiño el ojo a la persona sin saber realmente por que la reacción.

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francescogaetano-r :

— ¿Qué? No, Ophelia ¿qué haces? — preguntó el italiano que se imaginaba otra cosa, de todas formas la siguió. Pensaba en Vanessa e intentaba concentrarse en cualquier cosa que no fuese el sensual escote de Ophelia. Se maldijo mentalmente al darse cuenta que le era difícil. 

— ¿Qué está pasando? — preguntó confundido al escuchar que un vidrio se rompía seguido de algunos gritos. Francesco se volteó decidido a volver pero la mano de su vecina se lo negó.  — ¡No podemos dejarlos ahí! ¡Tengo que volver! — insistió, no podía seguir pensando que Vanessa se encontraba allí.

Lo tomó por el hombro para detenerlo.

— Ya es muy tarde, si bajas ahora mismo llamarás la atención y con ese tipo de sujetos no quieres llamar la atención.  — dio una pausa para intentar controlarse  — Seguro sólo quieren dinero. Las mujeres estarán bien, pero tipos como tú son su presa favorita.

Dijo aquello pensando en lo buen hombre que podría ser. Intentaba ayudar a sus vecinos, pero ese ímpetu nunca traía a nada bueno.

Un disparo se escuchó abajo seguido de un grito. Tragó saliva.

— No hirieron a nadie  — le dijo jalándolo más profundo en la casa  —. Si lo hubieran hecho habría más gritos y pánico.

Pensó en lo que sus jefes le habían dicho con anterioridad. Lo peor que les podría suceder en un atraco era que pidieran ayuda. Probablemente eran los únicos que podían hacerlo.

— Debemos de salir de aquí. Vi un techo de menor altura que debe de estar  — calculó las dimensiones de la casa  — ... por esta habitación.

Siempre se aseguraba de planear rutas de escapes de edificios. Una costumbre que se hizo hobby a causa de su trabajo. Lo malo era que la entrada a esa habitación era un arco sin puerta. Si subían, los verían inmediatamente.

— Debemos de bajar por ahí  — señaló la ventana y con un movimiento se quitó la pesada peluca  — Ayúdame a quitarme el vestido.

Le dio la espalda a Francesco para que bajara el cierre. No podría escalar con el disfraz.

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connordelfino :

demianstalder :

Demian dejo sola a Antonella un momento, quería ir a fumar, como si lo necesitará, su Ansiedad había crecido y no sabía por que, dejo el vaso de bebida en una de las mesas y salió del lugar por la puerta delantera, donde sabría que no habría gente para que le molestará, cuando estuvo afuera, saco un cigarrillo y lo puso sobre sus labios dándole una calada, rápido el humo se veía subir al cielo, un cielo estrellado, recordaba la fiesta anterior, sonrió suavemente, no se arrepentía de nada, saco el celular para mandarle un mensaje a Nathaly pero vio salir a unas personas. -¿Quieren cigarrillos?.- agregó amable dejando el celular en el número de su hermana.

En un momento así, Connor odiaba el hecho de que tuviese que compartir su trabajo con alguien como Ophelia, le habría gustado hacer él mismo su oficio pero jamás había desobedecido a sus superiores y no comenzaría el día de hoy.

El momento en que divisó que la mayoría de los asistentes a la fiesta se encontraban distraídos en sus propios asuntos, cuando ya muchos estaban ebrios y cuando incluso Katherine Mayfair estaba más enfocada en su conversación con Bree Van de Kamp y Gabrielle Solis que en mirar el trasero de Connor, fue en ese momento que era la hora de ir tras Demián.

Sólo bastó con hacerle una señal a Ophelia para que ambos dejaran la habitación y pudieran finalmente cumplir su deber, Demián estaba ahí afuera, la calle estaba vacía, era ahora o nunca. Connor tomó a la mujer de la mano, pretendiendo como si le estuviera coqueteando como hacía con cualquier otra mujer de la cuadra. Así Demián no sospecharía de sus verdaderas intenciones.

Ambos se acercaron a él y cuando les ofreció fumar, Connor sonrió. — No fumo, pero no puedo hablar por mi amiga… —Esperó que Demián girara a ver a la mujer, fue en ese momento cuando decidió actuar. Tomándolo desapercibido, golpeó tan fuerte como pudo el abdomen de Demian, tanto que apenas el otro pudo reaccionar, sin embargo eso no lo detuvo, siguió golpeándolo  hasta que el otro cayera al suelo donde finalizó con tres fuertes patadas. — ¿Crees que gritar como una niña va a sacarte de esto? La música es tan alta que no tienes escapatoria. —Le dijo con frialdad, como si su oficio fuese uno más del montón. Connor lo tomó por detrás para inmovilizarlo y con un pañuelo que llevaba en su mano izquierda, tapó la boca del muchacho.

— Debes aprender a no meterte con las personas equivocadas. No sabes cuándo podrán sorprenderte. — Le amenazó, aplicando toda su fuerza para que Demián se mantuviera inmóvil. Fue en ese entonces cuando su vista se giró hacia Ophelia. — Haz lo tuyo. —Ordenó, no podían tardar más y arriesgar que alguien se le ocurriera dejar la fiesta.

Habló con los vecinos el resto de la noche. Siempre atenta. Esperando la señal de Connor. Cuando el mayor la vio sintió que su estómago se consumía en un hoyo negro. Era la hora. Se alejo de Lynette con una sonria. Fingió que admiraba el salón hasta llegar con Connor. Su gesto casi la sorprendió. Le siguió el juego.Añadiendo sonrisas de vez en cuando.

Aún con la máscara de buena persona vio al chico fumando. Era joven. Demasiado joven. ¿Qué mal pudo haber hecho para enojar a sus superiores? Lo que sea que fuere había sellado su destino en días pasados. Podría escapar de ella, pero Connor sería otra historia.

— Claro  — se separó un poco de Connor con el fin de que no quedaran frente a frente. Intentando que su sonrisa no saliera tristona.

Fue cuando Connor, como si fuera un animal salvaje, arremetió en el estómago del objetivo. Ophelia no quitó la mirada mientras su compañero asestaba golpe tras golpe al cuerpo en el suelo.

Sacó la pistola de su vestido y quitó el seguro mientras Connor le daba “el mensaje”.

Dirigió el cañon del arma a la cabeza del objetivo. Sus ojos color aceituna se cruzaron con los color roble de ella. Frunció el cejo y no parpadeó.

El disparó resonó en Wisteria Lane. 

La onda sonora se mezcló con el sonido de la música. La munición le dio justo entre esos ojos que ya jamás podría olvidar. El cadáver yacía en el suelo. Inmóvil, derramando sangre por el hoyo en el cráneo.

No podía dejar de mirarlo. Sentía como si cada latido en su pecho fuera un grito de su corazón que le recriminaba lo que había hecho. No sabía nada del chico... tal vez no se lo merecía. Y ella lo había asesinado.

Pero ya estaba hecho. Cumplió su misión.

Farvel Demian

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drsassythompson :

—Si, desde que fuiste por el Hospital no te había visto. ¿Cómo estás? Pensé que mi atuendo era incómodo pero ahora que veo a ti siento que tengo algo de consuelo, aunque no niego que te queda perfecto— Asintió admirando el traje de Ophelia, había pensado en ir con un vestido parecido pero al final no le había convencido. 

— Vamos ¿Quién ama a Lady Gaga?  — le sonrió por el cumplido. Al llegar sentía que su vestimenta era excesiva, aunque después de ver que el italiano también iba de época, se sintió mucho mejor  — Estoy de maravilla y ¿tú?

Estaba aterrada. Esa noche era el fin de una vida y Ophelia era la responsable. Sin embargo no pudo pensarlo mucho, pues un sujeto comenzó a gritar.

— ¿Listos para jugar a policías y ladrones?  — dijo el hombre enmascarado con la pistola en mano. Toda la atención estaba en él — El que pierda tendrá como regalo de consolación una bala.

Ophelia tragó saliva. Con discreción se colocó detrás de un pequeño grupo de invitados que estaban entre el hombre y ellas dos. Miró a la castaña. Sabía que su esposo debía de estar ahí... si ella tuviera a un ser amado en peligro... no sabría de lo que sería capaz.

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xsebastianhuntz :

-¿Y crees que el mió lo hice yo?.- negó divertido, con una sonrisa amable sobre sus labios. -Lo compre, no me preguntes por que lo compre, ni siquiera se si lo vuelva a usar, pero quizás era algo que quería hacer y tuve la oportunidad de hacerlo.- se encogió de hombros suavemente. -Por cierto muy bueno tu pastel.- le guiño el ojo, supo después de estar tan relajado que tenía alguna hierba de felicidad, pero no le diría nada. -Sí, salí de descanso por 3 días, apenas es el primero, así que lo voy a disfrutar mucho.-

— Dígame cuando quiera otro  — le sonrió divertida como si no hubiera entendido el significado de aquel guiño. Si Sebastian reconocía la sensación, no estaba libre de pecado — ¿Y qué planea...?

Escuchó el inconfundible disturbio de un disparo en la parte delantera de la casa. No era posible... ¿Acaso Connor había...?

La puerta trasera, la más cercana a ellos dos se abrió poco después, dejando pasar a dos hombres armados. Uno de los cuales no esperó para golpear a un anciano disfrazado de dinosaurio. Cayó justo a los pies del médico.

Sabía que debía de tener un bajo perfil. No llamar la atención. Volteó a ver el suelo. En el último de los casos usaría su arma, pero por nada del mundo quería hacerlo. Retarlos siempre era la peor de las ideas.

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scarlettblackstock :

- Es un placer Ophelia, bienvenida. y no te preocupes suele pasar.- sonrió amablemente a la chica - oh ya entiendo. he conocido a algunas personas nuevas del vecindario, verás con Catrina pensamos que era buena idea invitar a todo el mundo.- se hizo de hombros - gracias, eso espero y que todos la pasen bien.- tomo un poco de su copa.- ¿quieres un trago?- pregunto - hay un poco de todo.- atino a decir ya que varias personas no estaban tomando.- dime, ¿te ha gustado el vecindario?

— Sangría sería perfecto  — Tomó una de las copas y sonriente volvió a ver a la anfitriona — El vecindario es más que perfecto. No sé cómo podré mantener mi césped tan verde como el de todos ustedes. Es como si en Wisteria Lane no pudiera ocurrir nada malo.

La puerta principal se abrió de golpe, chocando contra la pared y tirando una estatua de mármol. Una mujer encapuchada entró apuntando a los invitados con una pistola.

— ¡Escuchen escoria del capitalismo!  — anunció con fuerza la mujer  — ¡Por esta noche nos pertenecerán hasta que nos den todo su dinero! Por supuesto... nos divertiremos un poco con ustedes mientras eso pasa.

La mujer disparó al aire y pronto otras dos personas se mostraron detrás de ella. Cada uno de ellos de negro. Pronto pudieron escuchar que pasaba lo mismo en la parte trasera de la casa.

No podía sacar la pistola que llevaba escondida en su vestido. Eran demasiados y todos armados... además todos la cuestionarían del por qué llevaba una pistola consigo. Volaría su coartada y posiblemente Connor la asesinaría por ello.

Tomó dos cuchillos, ni muy grandes ni muy pequeños que usarían para partir comida. Uno lo escondió en sus mangas de holanes, el segundo se lo pasó lentamente a Scarlett. No la conocía, pero sabía lo que los maleantes como esos eran capaces de hacer. Nadie merecía sufrir de esa forma sin tener oportunidad de defenderse.

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francescogaetano-r :

— Con una sonrisa me basta, ilumina la noche con una de ellas ¿sabía? — respondió como si su caballerosidad fuese natural, al parecer el personaje le estaba ganando.

— No lo creo — dijo mirando a su alrededor, quería ver donde se encontraba Vanessa, no para aprovecharse de su ausencia o algo, simplemente quería avisarle con la mirada que bailaría con tan simpática vecina. No logró verla pero aquello no lo detuvo, ya le explicaría que solo era un baile. 

— Pues señorita Ophelia ¿me concede esta pieza? — le sonrió cortés.

Más animada de lo que estaba a su llegada, caminó jugando a ser una noble junto con el italiano. No recordaba la última vez que se había dejado llevar por algo tan infantil como aquello.

Por pura casualidad su mirada captó uno de los ventanales de Scarlett. Un par de siluetas oscuras cruzaron fugaces por el jardín. Después, por otra ventana pero del otro lado de la casa sucedió lo mismo. Siluetas oscuras. Hombres encorvados. Poses que vio a sus compañeros criminales hacer cientos de veces.

Se detuvo en seco, deteniendo a Francesco junto con ella. Intentó encontrar una salida. Estaban rodeados.

— Tenemos que salir de aquí  — tomó al hombre de la mano y lo jaló con fuerza hasta las escaleras. El vestido era pesado, odiaba que Connor tuviera razón en decirle que era una mala elección.  — Hay unas personas intentando...

Llegaban al segundo piso cuando se escuchó que un objeto de cristal se rompió abajo. No miró atrás. Sabía que en cuanto a balas, lo mejor era alejarse lo más posible lo antes posible.

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xsebastianhuntz :

-Demasiado diría yo.- dijo al acercarse a la chica, solo habían cruzado unas palabras cuando le compró un pastel un día, pero nada más. -Es bueno verte por acá, por cierto, me gusta mucho tu disfraz, no me imagino cuanto tardaste con el.-

— Es... rentado  — negó con la cabeza un poco apenada  — Lo único que hice fue el tocado de la cabeza. Su traje, por otro lado, sí que es una obra de arte. ¿Lo ha hecho usted?

Recordó el día que le vendió uno de sus pasteles “especiales”. Estudios decían que si el consumidor ignoraba que entraba una droga a su cuerpo, este no se hacía adicto... aunque claro los efectos fisiológicos podrían aparecer.

— Me alegro que pudiera venir, sé que ser cirujano es muy demandante.

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francescogaetano-r :

— ¡Hey! es cierto, hace tiempo que no te veía — sonrió el italiano.  — Y mira, somos de la misma época — agregó notando que ambos estaban disfrazados con vestimentas antiguas. Francesco, para rendir honores a su disfraz, tomó la mano de la chica y suavemente le beso el torso de la misma, como lo hacían en aquella época.  — Bienvenida, mi lady — le saludó como si estuviese en un personaje para luego sacar de su chaqueta un pequeño chocolate y entregárselo.  — Para usted, sé que le gustan mucho — agregó coqueto y juguetón. 

— Oh, Basta — rió divertida pero con timidez. No pudo evitar echar un vistazo alrededor como si quisiera que nadie los viera — Cualquiera diría que es un verdadero integrante de la nobleza italiana.

Aunque el gesto fuera una broma, un juego de fiesta, estaba acostumbrada a que las personas con las que trataba fueran todo menos amables o atentos de aquella forma. Cuando el otro sacó el chocolate, se quedó sin habla.

Balbuceó un segundo mientras ponía el regalo en su mano.

— Es muy dulce de su parte. No sé cómo corresponderle el gesto.

Los únicos regalos que sabía dar eran chocolates y drogas. Ya le había dado uno el día que se conocieron y alguien como él seguro jamás cruzaría palabra con una narcotraficante... De repente se sentía mal por la vida que llevaba.

— ¿Llamaríamos demasiado la atención si ambos, vestidos así, bailáramos?

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scarlettblackstock :

-¡Hola! - se quedo mirándola pues no sabía quien era ella.- lo siento es que no se si ya nos conocemos realmente…- dijo riendo un poco.- en todo caso, es un gusto que estés aquí, soy Scarlett.

Parpadeó por unos segundos sin formular palabra alguna.

— Debió ser por el traje. Perdón. Mi error.  — Llevó su mano a su pecho  — Soy Ophelia Addams. Vivo a un par de casas de aquí. Recién llegada, seguro por eso no habían podido hablar. La fiesta es maravillosa. Nunca asistí a una igual antes.

Era verdad. Todo era elegante, y las personas llevaban trajes elaborados con precisión. Incluso ella pudo rentar uno de calidad. Fairview parecía el sueño americano hecho realidad.

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Se sentía incómoda. Jamás había sido de las que salía a fiestas, era más de las que se encerraban a leer por las noches. Si no fuera por su “trabajo” seguramente no estaría ahí. 

Recordó lo que Connor había dicho. Mezclarse con la gente. No podían ser tan malos. No más malos como los matones de Filadelfia ¿Cierto? Por eso no le sorprendió cuando uno de sus vecinos se acercó a saludarla.

— ¡Hace mucho que no hablamos!   — le devolvió el saludo maniobrando con la peluca. En realidad era un poco incómoda, por más que se viera bien.

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Farvel Demian

@connordelfino

@demianstalder

Llegó un poco tarde a la fiesta. Esa semana sucedía muy rápido. Aún así sabía qué no había mejor lugar para cumplir su trabajo. Subió el ostentoso vestido que había rentado y entró para ver a todos los vecinos reunidos en una sola casa.

Era un paraíso. Casi surreal. Ni en Filadelfia ni en New Hampshire había asistido a una fiesta así. Escaneó el lugar, en realidad era difícil encontrar a Connor, debía de estar usando un disfraz perfecto para ocultar el rostro. Y ella ahí vestida como la duquesa de algún lugar.

Sonreía a los vecinos, aceptaba y regalaba cumplidos. Siempre presente en que debía de encontrar a su “superior”.

Chocó con alguien sin darse cuenta.

— Lo siento  — dijo apresurada. 

Era Demian. El chico de ojos claros al que debían asesinar. Era inconfundible. Mantuvo su sonrisa a pesar de que su corazón palpitaba al límite. Cuando el chico se alejó tomó nota de que se dirigía a hablar con la latina. Justo como decía el sicario.

De improviso lo pudo ver, hablando con una señora, sonriendo como si no fuera a matar a alguien en los próximos minutos. Ninguna de las personas en esa fiesta llevaba un disfraz mejor que el de él.

Cuando el hombre se quedó sólo, Ophelia se encaminó hacia él con una gran sonrisa.

— ¿Listo para el pastel?  — le sonrió y tomó una copa de sangría.

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El modesto traje de Ophelia para asesinar asistir a la Fiesta de Scarlette! x)

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drsassythompson :

—¡Hola Ophelia! ¿Cómo estás? No puedo creer que apenas te vuelvo aquí y en el Hospital, parece que no cumplimos con las normas sociales de vivir en la misma calle— Comentó con una media sonrisa. La había conocido el día de las madres pero después de aquella oportunidad no se la había vuelto a encontrar. —¡Oh! Te entiendo, es muy común que eso suceda en un lugar tan grande— Asintió. —Está en Londres ya, se fue después de su cumpleaños. Pero estoy segura de que regresará pronto porque quedó encantada con el lugar y las personas—  

— Me alegro que regresara bien. Un viaje hasta Londres no es ninguna broma  — le sonrió —. Lo lamento, debes creer que soy una terrible vecina. Lo que pasa es que he estado algo ocupada con mis planes para mi pastelería. Mucha burocracia, ya sabes.

Rió por lo bajo. Para ese momento el chico se debía de haber escapado. No importaba, ya tendría otra ocasión para acercarse a él.

— ¿Cómo sigue tu familia? Es admirable que ambos, tú y tu esposo trabajen aún teniendo una bebé.  — dijo con sinceridad. En especial porque de esa forma no pasarían ninguna penuria... a diferencia de ella.

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connordelfino :

— Okay, me pesa decirlo pero tienes una buena excusa para haberte mudado a Wisteria Lane.  — Admitió cruzando sus brazos, la muchacha quizás no era tan incompetente como él lo pensó a la primera impresión.  Aunque al escucharla mencionar esos apodos, Connor no pudo evitar sino volver a sentir esa decepción por el personal que le habían designado. — Trabajo como abogado de una conocida compañía de seguros, aquella a la que todos recurrieron después del tornado. Por eso no soy más que un sujeto cumpliendo con su trabajo y viviendo bajo el techo de su tío.  — Se encogió de hombros, pensó que mudarse con Mike y Susan sería menos sospechoso que mudarse sólo a una de esas casas enormes.

— Es lo que debes hacer antes de poner los ojos en el trabajo, consigue amigos, acuéstate con algún sujeto, o lo que sea que te haga parecer normal. De esas personas son los últimos que sospechan luego de una tragedia. —  Contestó fríamente, era exactamente lo que él estaba haciendo y realmente lo estaba disfrutando.  — Aunque claro, no debes desviarte de la misión, ya debes estar familiarizada con lo que los jefes hacen cuando no cumplimos lo que nos asignan, verdad?

Un suspiro dejó sus labios y miró a la mujer.  — ¿No tienes idea a quién debemos eliminar?  —Preguntó enardecido, ¿Acaso era que la mujer desconocía todo el plan? — Dime por favor que este no será tu primer trabajo porque no estoy en posición de lidiar con primerizos.

Asentía mientras escuchaba atenta su coartada. Nada mal, pero no podía esperar menos de un “profesional”.

— Sí, lo sé muy bien  — había presenciado torturas y asesinatos en Filadelfia que preferiría olvidar. Cada día perdido era dinero que sus jefes no tendrían. Y ellos idolatraban el dinero.  — Estoy en eso. Tenemos suerte de que sea un vecindario perfecto en el que todos sonríen.

Claro podían sonreír como ella o Connor, pero nunca sabría a ciencia cierta si su vecino sería un asesino a sueldo encubierto.

— Según la información que tengo es un  — estuvo apunto de decir “chico” pero decidió cambiar la palabra. No quería hacer más difícil el asesinarlo —  hombre, en la veintena. Es Danés, proveniente de una familia que se pudre en dinero.  —dijo esto último con algo de envidia —. Su nombre es Demian Stalder.

Si bien sabía el nombre del objetivo, prefería que el mayor tuviera la última palabra. De alguna forma sentía que ella misma sellaba el destino del joven. Nadie lo merecía... pero era su trabajo.

— Es mi primer trabajo en cuanto a... eliminar a alguien. Solía hacer otro tipo de trabajos en donde debía mantener un bajo perfil. Es.. diferente. ¿Recuerdas lo que sentiste cuando terminaste a tu primer objetivo?

Fue una pregunta casi como reto. El hombre debía de tener sentimientos, o debió tenerlos entonces. Nadie podía ser tan frío de toda la vida.