nvranko

[nvranko]

[nvranko]

¿Acaso te atraen los hombres serios y qué parece no tienen interés en ti, cariño? Please, apuesto que más de uno te querría. —MissT.

“no podría afirmar, ni negar tu pregunta. tal vez sí tenga un tipo definido en cuestión de gustos, pero en el corazón nadie manda (al menos eso dicen). además, como dice la canción: entre menos tú me miras.. más me gustas.”

[nvranko]

Qué hay entre tú y Alaric? Crees que va para largo?

“¿una amistad? ¿compañerismo? le conozco desde que cumplí dieciocho. probablemente me ha soportado mucho más que otras personas que alrededor mantengo. le quiero, él lo sabe.. y sí, a veces me ganan los impulsos, más cuando soy un ser de magnetismos y deseos, pero al final del día no quiero arruinar nada. y sobre la longitud, la verdad espero que no me aparte, más cuando voy por ahí cruzando las líneas de respeto físico.”

[nvranko]

lisandro.

Soltó un suspiro mientras asentía -El cabello crecerá de forma normal ¿Cierto?- preguntó pensando que tal vez era una pregunta estúpida pero las dudas eran de las pocas cosas que no podía guardarse. Mueve la cabeza en negación como respuesta a sus preguntas -Un ligero mareo…- respondió después de haberlo pensando un rato -Ahora no se siente mucho pero cuando me levanté fue como una oleada.

“necesitas reposo de unas horas. tómate un advil al llegar a casa, y otro por la mañana..” garabatea la orden en un pequeño papel, y éste es sellado en un abrir y cerrar de ojos por el logo del hospital. firma viene sobre la tinta indeleble, y una pequeña sonrisa que de espíritu bondadoso viene, es regalada al hombre. “el cabello no tendrá ningún problema. solo ten cuidado a la hora de lavarlo, no queremos que los puntos se salgan solos sin que cicatrice bien la herida.” la orden de medicinas es entregada a la par que la joven corre la cortina del pequeño cubículo, observando cuidadosa que el hombre se mantenga en equilibrio. “cuídate, y por favor, no más accidentes en esa moto infernal.”

                                                       - ̀   CERRADO   ˎ-   

[nvranko]

beckett.

Siguió el paso de la joven al no pensar en otra alternativa viable debido a sus palabras, es que ya se había encontrado en medio de una de esas guerras civiles con anterioridad y aunque salió sin un rasguño ya no confiaba tanto en su suerte. Se esforzó por ignorar el ruido pesado de las botas, que para ese punto ya se sentía como si le estuvieran pisando los talones. “Mi casa no está cerca…” No se le ocurría a dónde podía ir, seguía sin conocer por completo la ciudad. “Y no conozco a nadie que viva por aquí,” Soltó un quejido, sabiendo lo que significaba. “Tendré que irme al basurero o algo.”

“¿en el basurero?” el cuestionamiento resuena estupefacto en el silencio de la tarde. la noche se avecina en el horizonte, y poco a poco las calles grises se tornarán, para darle paso a los disturbios que probablemente preparados ya tienen los rebeldes de espíritu. mirada efímera es dada a su derredor, y frío gélido (tal hielo) cala profundo en sus huesos. decisión debe ser tomada, y en un arrebato de bondad, la blonda reafirma idea. “bien, te tendrás que venir conmigo.” dos calles los separan del apartamento de la áurea, un pequeño lugar diseñado a un estilo hippie, pero que es el refugio necesario para esos momentos. “a no ser que prefieras quedarte con todos los militares.”

[nvranko]

julian.

— Esa es la actitud que me gusta, ya lo dijiste tú, así que te espero este fin de semana en casa, estoy seguro que Alaric estará encantado. — Dijo a la rubia con una sonrisa, mostrando de esas expresiones que estaba tan poco acostumbrado a usar, y es que lo hacía sólo porque se trataba de alguien quien conocía y aparte su familia confiaba. — Me parece bien… — Respondió a lo de esperarle, aunque su expresión cambió a una mueca. — No sé de que hablas, pronto vendrás con nosotros en las siguientes vacaciones, ¿De acuerdo? — Toco su mejilla y apreto ligeramente su piel antes de hacerle un gesto con la cabeza para decirle que le esperaría en la sala de espera. 

“lo voy a pensar...” entre sílabas el humor se filtra, dándole último asentimiento al hombre que pronto se pierde en los sofás de aquella sala. varias formas son entregadas en la barra de espera, y de forma maquinada las firmas son escritas en cada una de ellas.parloteo intangible llega a sus tímpanos, el recuerdo fastidioso del desorden que mantiene en sus papeles, y de cómo éstos deben ser puestos en orden antes de finalizar el primer mes del año. pero joven ya mantiene interés en otro escenario, y con simple gesto de encogimiento termina por despedirse de aquella secretaria para tomar el rumbo hacia el hombre. “entonces, ¿tú invitas las malteadas o yo las papitas antes de que nos lleven presos?” la respuesta a muchas preguntas es resuelta ante el paisaje que se bosqueja en el instante que salen. la ciudad está siendo atemorizada por un ejército de hombres que con fusil andan. y es poca la cantidad de transeúntes que en las esquinas se puede observar.

[nvranko]

alaric‌.

Levanto una ceja al escuchar la menor, algo divertido, por la manera en la que parecía conocerlo; tenía toda la razón, poco le importaban sus jefes dentro del hospital o en cualquier otro lugar donde prefiriera pasar su tiempo, pero lo que menos deseaba era causarle problemas. — Ya sabes lo mucho que me disgusta la imagen de dictador, prefería saber si deseabas acompañarme a entrar aquí ordenándotelo, como si lo que hicieras no fuese importante. — Explico con tranquilidad, sin tener problema alguno al ser sincero con la menor, porque, aunque tal vez la chica fuese joven, en realidad a Alaric pocas veces le gustaba andar con rodeos y deseaba que supiese que respetaba otros aspectos de su vida. Una comisura de sus labios se levantó, muy levemente al recibir la muestra de afecto y no pudo evitar dejar ir un suspiro al escuchar como aquello podía esperar. Era un hombre paciente pero la rubia ya había despertado su curiosidad con respecto a lo que se había referido, pocas personas conocían la fecha de su cumpleaños y en años anteriores hasta había logrado escondérsela exitosamente a la contraria. Coloco una mano en su espalda, para invitarla a caminar con el fuera del establecimiento al notar que ya había tomado todas sus cosas y ante la pregunta no hizo más que negar. — No, solamente seremos nosotros dos, señorita Vranko. —

fugaz contacto ajeno, da pie a la cascada de afecto que se desencadena por un instante: blonda envuelve cadera foránea entre sus brazos, asegurando agarre entre las aberturas pequeñas por donde pasa cinturón. rostro angelical entre musculatura se oculta, anhelante de aroma masculino que grabado bajo su piel ya se encuentra. pero es la razón la que le hace tomar distancia nuevamente, figura curvilínea se abre paso (adelantando a su acompañante) para dar palabra de su salida momentánea. su turno se extenderá otras dos horas en la noche, pero principal atención se encuentra vertida sobre tercero que en el pasillo espera. documentos firmados  /  una promesa verbal, la fémina vuelve al encuentro de hombre para caminar finalmente a la salida de hospital. brisa fresca los recibe, y la pronta primavera ya se muestra en el colorido de la ciudad, pero desfile de autoridad parece opacar la felicidad palpable que en el aire de a poco se extingue. militares portan el estandarte del orgullo, y es un muestra de poder que hace dar un paso atrás a la mujer. “¿reeves?” inquiere suavemente contra el hombro del interceptor, tomando en automático su mano para encontrar fortaleza que ve perdida por el instante de indignación. “creo que deberíamos irnos...”

[nvranko]

julian.

— No hace falta que Alaric te necesite, ya sabes que puedes ir a casa cuando quieras, sobre todo ahora que casi esta terminada la terraza. — Dijo de forma animada, observando a la castaña clara con una sonrisa. — Sabes que no me gusta mantenerme en un sólo lugar, así que salí un par de semanas de Auburn, necesitaba un poco de tiempo para mí solo. — Explicó a la chica y miro al igual que ella, a la sala que estaba completamente desolada. — ¿A qué hora sales a comer? Podría invitarte algo si te apetece.

comisuras insurrectas se elevan con gracia hasta formar leve sonrisa. un agradecimiento silencioso ante palabras amables, las cuales reafirman y envuelven en calidez familiar a espíritu de vorágine y rebeldía que la compone. “te tomaré la palabra... no se puede tener una terraza sin hacer una barbacoa con mucha cerveza corona.” rito que construye aquellas palabras es más bien tradición de antaño que se bosqueja orgullosa. en esa prosa el orgullo americano se viste de su bandera azul, blanca y rojo, con un águila imponente sobre el mismo. “más o menos en quince. ¿me esperas? así que me cuentas en dónde estuviste. ya sabes que tengo que vivir mis aventuras a través tuyo, porque no es probable que deje auburn en un futuro cercano.”

[nvranko]

[nvranko]

[nvranko]

anell.

Dejó escapar una pequeña risa mientras seguía acompañando a la chica. -Vaya, entonces regresé en buen tiempo ¿no lo crees?.- quiso bromear un poco con respecto a la tranquilidad que había en el hospital y alzó sus cejas en cuanto escuchó lo de Dest. -Bueno, esa rubia es un poco difícil de manejar, pero si después de las vacaciones, regreso muy agresiva entonces creo que si le ha pasado algo… esperemos que nos quiera decir para ayudarla, ya sabes que luego no es bueno guardarse muchas cosas.-

de secretos están construidos los pilares que sostienen a pequeña comunidad. cada alma guardando listado de confesiones voraginosas, que entre la la fina línea del debe ser y lo prohibido se entremezclan. curvatura dúctil en suave sonrisa se dibuja, y aunque propia voz le murmura la pequeña probabilidad de una revelación por parte de la rubia, no quiere romper esperanzas que castaña parece mantener con su angelical aura. “probablemente debas preguntárselo tú... sabes muy bien que mi inicio con destiny no fue exactamente orquestado para una amistad épica, pero hemos mejorado con el paso del tiempo. aun así, dudo que quiera contarme algo que la puede estar molestando.”

[nvranko]

beckett.

El jalón de la chica lo trajo de vuelta a la realidad, parpadeando en confusión al escuchar el marchar de las botas a su alrededor. Sus ojos se postraron en el rostro de la joven, la pregunta escrita en ellos: ¿Qué rayos está pasando ahora? “Cuarentena…” Repitió todavía sin entender bien lo que sucedía. “¿Qué?”

militarizada poco a poco la ciudad queda, y como cucarachas indeseadas, policías se despliegan en tonalidades eufóricas. la ciudadanía merma con el paso de los minutos, y es cuestión de horas para que los inocentes en sus casas queden acorralados. “camina, no te detengas...” semblanza de carácter frío se tiñe, y aunque serenidad en máscara se observa, en fuero interno femenino bullen flamas descontroladas, ante el asedio del que serán víctimas. “reeves creyó que era buena idea inundarnos de ‘seguridad’, pero lo que el maldito genio no pensó era la guerra civil que se podía armar en las calles si los clubes y organizaciones no soportan la presión.” debía encontrar el modo de llegar a los cuarteles americanos, si es que alguien allí se encuentra todavía. “deberías buscar refugio si estás lejos de casa. no creo que las calles duren demasiado tiempo en esta tranquilidad.”

[nvranko]

rabloom‌.

“La prioridad de un gobernador no es representar a un pueblo sino conservar su escaño” inició divertida al ver el desfile de uniformados por las calles de Auburn, lo que parecía toque de queda. “Esto no es más que pan y circo para el pueblo, así Reeves queda como héroe con el congreso y con los civiles que le apoyan”.

silente observa como las calles de la ciudad se convierten en la jodida base de fort hood. un parade de poder casi dictatorial poco a poco toma el poder de cada esquina, y mientras los seres que todavía no han sido manchados por el crimen huyen a sus casas. en el aire queda la sensación de malestar para los que condenados pueden terminar. entre sus dedos baila el pequeño móvil que ha dejado un mensaje a su jefe, poniéndolo al corriente de la situación en el centro (que pronto se expandirá a cada rincón de auburn. “reeves está dando patadas de ahogado... y creo que éste movimiento le va a costar mucho más de lo que puede llegar a ganar.” si la espalda no se cuida, una bala terminará con su vida. de eso la fémina está segura.

[nvranko]

beckett-a‌.

Llevaba al menos cinco minutos de pie en medio de la calle, observando la bola de nieve que se le cayó sobre la acera. Se derretía de forma tan lenta, casi tan parecida a sus ganas de seguir con aquel día. ¿Por qué pasaban cosas tan malas a las personas buenas? Era lo único que se repetía en su cabeza mientras el liquido dulce comenzaba a esparcirse por el pavimento. 

entre empujones y mandos; oficiales de poder aflorado mueven a la población por las calles. hombre que ensimismado se encuentra, está a punto de ser atropellado por un grupete de policías insufribles, y antes de que se de cuenta, la más joven está tomando al contrario del brazo para quitarlo del camino de aquellas bestias. “no es por sacarte de tus pensamientos, o cortarte el hilo... pero creo que el jodido gobernador acaba de poner en cuarentena a la ciudad, y no creo que quieras meterte en el camino de sus perritos falderos.” 

[nvranko]

curious-eve‌.

“No, no estoy aquí por el periódico” dijo, aunque no sabía si esa frase era verdad o una mentira que no iba a aceptar.

“dudo que esta sea una visita social...” falanges sostienen cigarrillo a medio quemar, y éste no demora en volver a sus pétalos, los cuales calada profunda toman. nicotina tranquiliza la ansiedad disparada a causa de situación, la misma que inunda las calles de la ciudad con vigilancia extrema. “reeves se volvió loco.. si antes no lo tenían en la mira, ahora sí le van a clavar una jodida bal—..” fémina detiene frase antes de terminar, dándole una mirada inquisitiva a la mujer que a su lado permanece.

[nvranko]

lisandro.

Desvió la mirada del punto fijo en que había permanecido desde que comenzó a ver los mechones de cabello caer, una media sonrisa apareció en su rostro al escuchar su palabras y asintió -Exactamente de la juventus- admitió, se encogió ligeramente de hombros -Yo hace bastante tiempo que no enciendo siquiera el televisor- respondió mientras volvía su atención al punto en el que la había tenido antes mientras escuchaba las indicaciones movía la cabeza para dar a entender que la seguía -¿Debo venir entonces en dos semanas para ver si ya pueden ser retirados?-   

gotas de sangre sobre sus guantes permanecen, y cuando herida está completamente suturada, aguja termina siendo desechada, al igual que hilo en ella. “yo de ti volvería en una semana, para que podamos revisar si te has limpiado la herida correctamente y no hay ningún nuevo suceso. pero, podríamos decir que sí, en dos semanas los puntos ya deberían estar para ser removidos.” ungüento de aroma a menta es esparcido suavemente sobre corte cerrado, y a continuación, diminuta gasa cubre el lugar afectado. suave curvatura en sus labios se pinta, y finalmente atención vuelve a colocarse sobre orbes ajenos. “me debes decir si tienes dolor de cabeza, o algo más... no fue cualquier golpe el que te diste.”

[nvranko]

anell.

-¿No te estaré molestando? ¿Quitando el tiempo? lo que menos quiero es entorpecerlas, seguro Destiny estará a punto de clavarle algún bisturí a alguien.- dejó escapar una pequeña risa. -Y puedo esperar tu hora de comida y te invito algo fuera del hospital, lo que tu quieras.- se acercó, para tocar con la punta de su dedo la punta de la nariz de la chica en un gesto dulce.

“¿estás bromeando? te juro que hace muchísimo tiempo no había un día tan tranquilo en el hospital. llegaste como caída del cielo a salvarme del aburrimiento.” no menciona el mal augurio que tal calma trae. estando en la ciudad de tormentas y crímenes, tanta paz comenzaba a ser sospechosa, más cuando se sabe que tan sosegado exterior, en los cuarteles se está probablemente orquestando la siguiente jugada para los negocios turbios. “pero sí... probablemente sea mejor dejar a destiny tranquila. por ahí escuché cuchichear a algunas enfermeras sobre lo agresiva que volvió después de su semana de vacaciones. ¿será que le sucedió algo?”