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REPORTE
La revolución informática está originando una nueva forma de cuestionarse viejas dudas existenciales. Gracias a ciertas creaciones de ciencia-ficción, especialmente cinematográficas, sugerir que nuestro mundo pueda ser una realidad virtual empieza a ser parte de la cultura popular en los países desarrollados. Una nueva visión de la realidad, llamada virtualismo, está naciendo en nuestra sociedad, una nueva noción de la existencia que puede iniciar una revolución cultural sin precedentes.
En este mundo hiperconectado en el que vivimos, la tecnología nos permite disfrutar actividades que hace 15 o 20 años sólo podríamos desempeñar presencialmente y, dentro de este ámbito también, comunicar nuestro parecer respecto a las propuestas de moda actual.
Hace años, la semana de la moda era un evento exclusivo y privado, solo estaba abierto para clientes y personas que trabajan en la empresa, actualmente con las redes sociales, y su dinámica democrática, esto ha cambiado, ahora cualquiera que tenga internet a su disposición lo último que este sucediendo en el sector y sus desfiles con la transmisión online en vivo.
Este nuevo concepto incomoda a más de uno,, muchas compañías se mostraron preocupados sobre el hecho de que sus diseños fueran expuestos al público, antes de haberse enviado a producir, ya que se arriesgan a ser copiados por el fast-fashion y contrabandistas de nuevos diseños. Pero este también es un plus positivo para las marcas, para retroalimentar su imagen, desde el desfile y diseños, hasta la puesta en escena, la producción y las campañas.
Por otro lado, está el proceso de comunicación, a menudo sufre de “ruidos” que dificultan la llegada óptima del mensaje. Hoy en día ya no destacan los problemas de conexión/calidad gracias a los avances tecnológicos, de hecho es muy probable que en una transmisión en vivo actual los colores, detalles y terminaciones de una colección sean mucho mejor apreciadas vía web, considerando las distracciones implicadas al asistir presencialmente a un desfile. Además, cabe mencionar que incluso es posible congelar, repetir y aumentar la imagen.
Una nueva visión
A principios de año, en Valencia, se celebró la primera edición de CLEC Fashion Festival. Es una iniciativa pionera en España que busca revitalizar el concepto tradicional de Fashion Week, quieren evolucionar la moda hacia una experiencia inmersiva: que el consumidor no únicamente proyecte su interés en las colecciones o el atractivo de estas, sino que también hacia un mundo de sensaciones intangibles y las “experiencias” que son capaces de crear tanto diseñadores como marcas y retailers.
“La impresión 3D no es un proceso rápido, es un proceso también artesanal. Estamos empleando una máquina como una herramienta a través de la que expresar nuestra creatividad. Tu puedes ser artesano prescindiendo de lo tecnológico, pero sin embargo no podemos entender un proceso tecnológico sin una parte artesanal. Uno puede vivir sin el otro, pero no al revés”.
Las nuevas semanas de la moda de este 2020 son virtuales, en sitios como Tokio, México, o firmas de prestigio como Chanel, están empezando a investigar nuevas alternativas tecnológicas.
El verano de 2019, Estocolmo ya declaró que dejaba de hacer desfiles tradicionales: “el esfuerzo logístico que suponen tiene consecuencias ambientales y, en su lugar, anunciaron un nuevo modelo que “encaje con las necesidades del actual paradigma de cambio”.”
La crisis del coronavirus ha acelerado este cambio. Todas las firmas internacionales han cancelado la presentación de su líneas crucero que estaban previstas para abril y mayo en distintas ciudades, debido a la incertidumbre. Armani fue el primero en cancelar su desfile en abierto el 24 de febrero y retransmitirlo en streaming para editores y compradores. En París, los diseñadores chinos no pudieron acudir a presentar sus colecciones; muchos lo hicieron con vídeos explicativos que enviaron personalmente a la prenda. El 3 de marzo, Louis Vuitton, la última marca en desfilar, ya tenía preparada su nueva colección en formato virtual, para que todos aquellos que no pudieran acercarse a los showrooms de la firma tuvieran la posibilidad de apreciar las prendas en detalle desde sus casas. «En otras circunstancias habríamos tardado dos años en implementarlo», comentaba el CEO, Michael Burke, al diario WWD. Chanel, la última en hacerlo, afirma en la nota de prensa que está «evaluando posibles alternativas para presentarla en un formato diferente».
La emergencia global ha acelerado el debate y la industria busca alternativas que le permitan mantener su ritmo sin la presencia física de sus trabajadores.
La semana de la moda de Tokio se ha celebrado vía streaming. Cada marca decide cómo plantear su show a través de la web oficial del evento. “Algunos lo harán en formato lookbook, otros con un vídeo en directo e incluso algunos echarán mano de la realidad aumentada y la virtual para presentar sus propuestas.” En México se están planteando hacer algo similar con su fashion week, prevista entre el 30 de marzo y el 2 de abril. “Apostamos por formatos disruptivos de contenido digital en beneficio de todos los diseñadores, creativos, socios patrocinadores, empresarios y consumidores de la moda mexicana”, han comunicado desde la organización.
El diseñador afincado en Londres Steven Tai lleva tres temporadas lanzando un lookbook digital que permite girar las imágenes o hacer zoom en las prendas. La creadora de Hong Kong Anaïs Joudan ha optado por modelos digitales (es decir, avatares) con ropa digitalizada, zapatillas Nike Air Max incluidas. Y el próximo 1 de abril dará comienzo una pasarela en China, patrocinada por la revista WWD, que mostrará el trabajo de marcas sostenibles en formato íntegramente digital utilizando aplicaciones interactivas como Zoom. «Esta crisis ha hecho que la industria reflexione sobre el impacto ambiental de las pasarelas tradicionales», afirman.
Pero antes de todo sorprendieron las novedades de Burberry cuando hace cuatro años implementó el live-stream en sus desfiles de moda (streaming para todos aquellos que no podían acceder directamente al show). Inició así esta evolución de las pasarelas y este cambio se ha acelerado por el resto por causa del coronavirus. Iniciaba así los cambios en la pasarela que todos tardaban en implementar pero que ha precipitado el coronavirus.
Siguió la idea de Topshop, que ofrecía a su clientela virtual la oportunidad de sentarse en el frontrow reservado a celebridades, y dos años más tarde, recogía el testigo de esa revuelta incipiente Steven Tai. El diseñador tomó buena nota de lo bueno del streaming y lo malo de las viejas pasarelas tradicionales y se decidió presentar sus propuestas con realidad aumentada.
Y así es como Steven Tai se hizo un hueco en el sector, cambiando el show de siempre únicamente por la realidad virtual. Advirtiendo a sus seguidores que, si cambiaban sus hábitos de consumo también debían hacerlo los formatos en que se mueve la moda. Se alió con el London College of Fashion y la Innovation Agency FIA para ello, y ofreció una experiencia inmersiva que, con los años, ha ido mejorando.
Nuevos conceptos
Hay una buena cantidad de diseñadores que han mantenido o han vuelto a los desfiles a puerta cerrada como los Balenciaga o los Pertegaz y su exquisita clientela. Ahora se le llaman trunk shows, pero no es más que uno de esos desfiles habituales de los grandes modistos del siglo XX en que solo entran unos pocos escogidos.

Lo bueno de esa fórmula es que los desfiles son a puerta cerrada pero abiertos a la red. Es, por ejemplo, la opción escogida el 1 de febrero, por la firma Roberto Verino, cuando pocos sospechaban el alcance de este virus que nos tiene a todos en vilo.
El diseñador gallego escogió el salón real de la Casa de la Panadería de Madrid en una convocatoria inusual donde no hubo desfiles pero sí modelos, se disparó en directo el catálogo de la temporada y las clientas escogieron casi al instante las piezas de la nueva temporada que deseaban, para presentar su colección en la intimidad. Eso mismo lo ha repetido hace unos días con su clientela más fiel de México: una presentación para pocos pero accesible para quien lo desee en el mundo virtual.
Así son los “trunk shows” que ahora van a convertirse con toda seguridad en la fórmula que suscribirán todas las firmas. La avalancha de cambios reales la ha precipitado el coronavirus, pero, los cambios vienen de lejos.
Desfile sin modelos
La moda ha sido una de las más beneficiadas por los avances tecnológicos y se están aplicando para actualizarse por completo. Algunas de las firmas más famosas del mundo ya utilizan el diseño en 3D para crear sus colecciones, como Tommy Hilfiger. Para su próximo desfile quiere aplicar la tecnología más allá del proceso de diseño para incluso crear a los propios modelos. "Estamos intentando digitalizar completamente ese aspecto para darle vida a la pasarela virtual", dijo el CEO de la firma, Daniel Grieder, a WWD.
Esta opción es muy llamativa para las grandes marcas ya que supone librarse de las altas tarifas de las modelos, pero también provocaría perder otros aspectos esenciales que dan valor a las semanas de la moda como la preparación entre bambalinas, la reunión de profesionales del sector, son algunas de las cosas que hacen especiales estos eventos.
Hasta ahora solo se han utilizado maniquís cibernéticos/as para campañas publicitarias. Miquela fue el primer ejemplo de influencer creada en 2018 mediante inteligencia artificial.
Y en ese mismo año, Balmain, utilizó tres modelos desarrolladas por CGI (imágenes generadas por ordenador), para su campaña.

En ambos casos, los comentarios que recibieron ambos proyectos fueron que resultaban bastante irreales, ya que eran los primeros ejemplos de una nueva tecnología, resultaba evidente. Sin embargo, el diseño ha mejorado en este aspecto y hace un año, una firma japonesa creó seres humanos de manera digital tan similares que nadie podía notar la diferencia. Así que podríamos decir que cada vez está más cerca la idea de que podamos prescindir de los modelos de carne y hueso.
Construcción de tejido virtual
Descubrimos el “Virtual Fashion Mirror” o “probador virtual”, es un proyecto que se basa en este espejo, está pensado para contratarlo y ser utilizado en eventos o como instalación permanente en tiendas como accesorio o como vestidor. Es capaz de detectar la forma de la persona y superponer encima la ropa virtual. La tela 3D se ajusta automáticamente y en tiempo real al tamaño de la persona. Este también tiene la capacidad de recopilar los comentarios de los clientes y permite a los usuarios compartir en redes sociales su experiencia, al mismo tiempo, promocionar el producto. Además el espejo te permite añadir más de una prenda y crear tus combinaciones. Esta es una forma de compras innovadora y atractiva que brinda una experiencia inolvidable al cliente.
Las ventajas de tener este espejo interactiva instalado en tu tienda es el hecho de que no necesitas tener tus productos físicos en el catálogo, en todos los tamaños y colores. El “Interactive Fashion Mirror” calcula las medidas del cuerpo en tan solo 3 segundos y puede crear en el cuerpo de los clientes sus prendas deseadas para probarse y interactuar con ellas.
Diseñadores exploran el futuro de prendas digitales
Como era de imaginar, más creadores están trabajando estos nuevos sistemas que nos permite la tecnología.

El pasado noviembre, la multimarca minorista escandinava Carlings lanzó su primera colección de ropa digital. 19 piezas sin género y sin tamaño que cuestan entre 10 y 30 euros. Los clientes proporcionaron una foto y los diseñadores de Carlings las manipularon para que pareciera que estaban vestidos con la ropa. Contrataron a varios influencers para promocionar la colección en Instagram y se agotó en una semana.
Aunque este concepto pueda parecer extravagante, muchos jugadores han gastado dinero real en artículos de moda digital durante años. Por ejemplo, el juego Covet Fashion de Glu Mobile permite a los jugadores diseñar modelos con ropa y accesorios digitales. El año pasado generó 53.4 millones de dólares en ventas. También está el juego "Kim Kardashian: Hollywood" de la compañía de San Francisco, que permite a los usuarios vestir a un avatar con ropa de Roberto Cavalli, Balmain y Karl Lagerfeld, ha generado más de 240 millones de dólares en ventas desde su lanzamiento en 2014.
Junto con las crecientes preocupaciones sobre la sostenibilidad, la ropa digital tiene el potencial de expandirse mucho más allá de los juegos.

La oportunidad para la moda
Drinkwater cree que todavía quedan 5 o 10 años para que la ropa digital sea algo común. Junto a Murphy señalan la venta del pasado mayor de un CryptoKitty de 140,000 dólares que es esencialmente un arte digital único en su tipo, para mostrar cuánto están dispuestas a pagar las personas por diseños solo digitales.
Dejando todo esto a un lado, también existen importantes barreras de entrada para las marcas de moda. Los diseñadores de moda no están entrenados en modelaje 3D. Una marca de moda tendría que contratar a un artista 3D para diseñar prendas manualmente. “Hay algunas nuevas empresas que ofrecen este servicio, pero la mayoría de las visualizaciones de moda en 3D, como las de los juegos móviles, todavía son relativamente crudas”, dice Murphy.
El costo de un diseñador 3D significa que la compañía solo puede aceptar proyectos que generen al menos 25 mil euros y que tarden al menos seis semanas en producirse.
Para entender esta producción algo mejor, vemos el caso de Carlings que utilizó cuatro "sastres digitales" para su colección inicial y se vio obligado a cortar los pedidos todos los días a las 2 p.m. Pese a esto, está planeando una segunda colección y trabajando en la producción de escala, pero no está claro exactamente cómo.
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NOMBRE Y CONCEPTO
Metaverso: (del inglés metauniverse) es el mundo virtual ficticio descrito en la obra "Snow Crash" ("Samurai virtual"), un espacio virtual colectivo y compartido, con frecuencia creado por convergencia y compatibilización con un aspecto de la realidad externa. Los metaversos son entornos donde los humanos interactúan social y económicamente como iconos, a través de un soporte lógico dentro del ciberespacio, el cual actuaría como una metáfora al mundo real pero sin las limitaciones físicas o económicas que son impuestas ahí.
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JUSTIFICACIÓN Y SOLUCIÓN
Nuestra intención era crear un sistema de moda que fuera apto y accesible para cualquier persona, incluso aquella a la que el mundo de la moda le resulte difícil de alcanzar o incluso inaccesible. Aplicaciones como Vinted, o incluso primeros diseños de moda fotorealistas, nos ayudaron sobre todo a entender y poder problematizar el consumo masivo que se está produciendo a diario, planteándonos una posible alternativa que pudiera ser partícipe respecto a la reducción de daños ambientales sin dejar de lado el diseño creativo.
Partiendo de esta primera intención, e imaginando que contamos con toda una colección de ropa para empezar, cada conjunto sería trasladado al mundo virtual, en concreto una plataforma online, con la opción de que fuera accesible para todo el mundo. A diferencia de otras posibles webs de venta online, nosotras dejaríamos de lado el intercambio monetario y aplicaríamos en juego el trueque partiendo de una economía circular. De esta forma, recibiríamos a cambio otra prenda o conjunto, que quizás para la otra persona haya perdido todo valor, y nosotras nos encargaríamos de modificarla y hacer upcycling con cada una de ellas, para volver a poder estar dentro de la cadena y apta para ser llevada de nuevo. Con esta mecánica, evitaríamos la idea de tirar todo aquello que sentimos que queda obsoleto, a la vez que se renovaría el armario cada x tiempo. Al mismo tiempo, los usuarios que se vean capacitados para llevar a cabo esas transformaciones y cambios de diseño, también podrían hacerlo, ya que sería un mercado libre de intercambio; todos formaríamos parte de esta nube virtual. Sin nosotros darnos cuenta, acabaríamos creando un estilo de moda muy distinto quizás al de otro usuario, con lo cual, estaríamos reflejando cada uno su propio gusto y a la vez, generando un contenido más heterogéneo con la posibilidad de abastecer los intereses de más gente.
Con este proyecto no hacemos ningún daño al medio ambiente, colaboramos con otros usuarios, ponemos en circulación una nueva manera de consumir y de no tirar tejido de manera irresponsable a la vez que abrimos la imaginación al alcance de cualquiera.
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ÉTICA
VALORES CLAVE:
Sostenibilidad: mediante el upcycling, uno de los valores que consolidan nuestro proyecto. La idea de reelaborar, reinventar, tratar de ver nuevas formas dentro de las ya existentes sin perder ese toque original que las identifica. Nos resulta una práctica necesaria, ya que reduce la necesidad de nuevas materias primas a la vez que nos permite crear nuevos productos de valor único.
Interactividad : El usuario tendrá la capacidad de comunicarse con el resto de usuarios, de la misma manera que interactuar en la plataforma virtual. Esto implicaría además, que sus comportamientos pudieran ejercer influencia sobre otros objetos o usuarios.
Inclusividad: La misión de la moda ahora deberá ser promover la autoaceptación y abrazar nuestras diferencias. La perfección acaba siendo aburrida, la gente quiere ver lo real, y la industria necesita crear nuevos iconos incluyendo la participación de modelos de más edad, tallas grandes, transgénero y de género no binario.
Persistencia : Aunque no esté ningún usuario conectado a la plataforma, el sistema seguiría funcionando y no se pararía. Además, las posiciones en las que se encontrarían los usuarios al cerrar sus sesiones serían guardadas para volver a ser cargadas en el mismo punto cuando volvieran a conectarse.
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IDENTIDAD E IMAGEN
CARTEL GRÁFICO
Nuestra intención era plasmar, a través de un collage, una serie de imágenes (tanto digitales como físicas) que se unieran entre sí, haciendo alusión a nuestra mente y toda la recopilación de información que retiene respecto a la moda. Previsualizar una mezcla de contenido entre el reciclaje artesanal y las diferentes plataformas virtuales que se puede llevar a cabo para plasmarlo, finalmente, en nuestros cuerpos.

LOGOTIPO
Como logotipo, partimos de la idea de una mano virtual junto a una percha más bien artesana, combinando esos dos mundos actuales (mundo físico, mundo virtual) junto a un fondo lleno de ropa doblada una encima de la otra, representando la cantidad de ropa que queda por sacarle un nuevo valor, en vez de ser desechada como estamos acostumbrados a hacer.

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CONFIGURACIÓN DEL SHOWROOM
Nuestra intención como plataforma es crear una red social donde poder abastecer los diseños de todos los artistas creativos. Partiendo de herramientas digitales fáciles de conseguir como cámaras y ordenadores, o directamente desde tu teléfono móvil, los usuarios ya podrían participar y tener acceso a ella.
Las prendas se mostrarán planas visualmente y por separado y estas se construirán como un puzzle sobre un avatar, masculino, femenino e infante. Se basará en un sistema sencillo para que cualquiera pueda aportar. Las prendas se adaptarán automáticamente al avatar para que cada uno pueda visualizar a la perfección su combinación deseada.
Nuestra empresa estará formada por una serie de diseñadores de moda y creativos, que se encargarán de diseñar 10 conjuntos, para empezar la cadena creativa, cada uno formado por 3 o 4 piezas.
La aplicación constará de un muro, donde aparecerán las diferentes publicaciones y renovaciones de los usuarios por orden de edición. Esta también permitirá dejar opiniones y comentarios en las diversas creaciones, para poder nutrirnos de toda las mentes que formarán parte de este colaborativo proyecto.
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