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Soy carbono-neutral
¿Alguna vez escuchaste hablar de la “huella de carbono”?
La huella de carbono es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que produce el ser humano al fabricar un producto o realizar sus actividades diarias.
Así es, tu paso por el planeta deja una huella.
Cada acción que realizas dia a dia en tu vida cotidiana impacta de una manera u otra (directa o indirectamente) en el medioambiente. ¿Cómo? Simple: todas las acciones que realizamos a diario contribuyen en un 95% a la problemática del calentamiento global, ya que la emisión de estos gases de efecto invernadero, en especial el CO2, se acumulan en la atmósfera y retienen parte del calor que emite la Tierra. Nuestra alimentación, cómo realizamos las compras diarias, el consumo energético que hacemos, y hasta qué medio de transporte utilizamos, impacta en nuestra huella de carbono. Por eso, es muy importante que entre todos nos esforcemos por lograr que cada dia nuestros hábitos tengan menor impacto.
¿Cómo puedo medir mi huella?
Para saber cuál es exactamente la huella de carbono que cada uno deja en el planeta, las “calculadoras” de huella de carbono se encargan de valorar nuestros hábitos en cuanto a consumo de energía: en el hogar (electrodomésticos, etc.), en el transporte (cuánto consume el auto que usamos, cuántos kilómetros recorremos, etc.) y en los hábitos de consumo o residuos (si consumimos alimentos ecológicos o de producción cercana, envasados, si reciclamos, etc.).
Algunas calculadoras te permiten hacer una contribución para reducir tu huella y volverte carbono neutral. Esto significa que, de alguna manera, hacés algo que compensa la emisión de gases de efecto invernadero para contrarrestar el impacto causado. En mí caso, medí mi huella de carbono y me comprometí a plantar 3 árboles con los chicos de Seamos Bosques. Vos "comprás" la cantidad de árboles que corresponden según tu huella, y ellos, junto con voluntarios, se encargan de reforestar bosques nativos en la Yunga Tucumana.
Calcular la huella de carbono es súper fácil, y es súper reconfortante saber que estamos haciendo algo al respecto, y no estamos impactando de manera negativa en el ambiente. Así que te invito a que calcules tu huella de carbono y reflexiones sobre el impacto que generan tus hábitos.
Ahora... ¡a reducir!
Disminuir la adquisición y el uso de productos, reutilizar, reciclar y reparar es la mejor vía para lograrlo. Las famosas 3 (o no tan famosas cinco) "R"s de la sostenibilidad, son la guía para reducir la huella de carbono.
Estas son algunas de las formas que recomienda NatGeo para reducir nuestra huella de carbono (probablemente ya conocías muchas, ¡podemos hacerlas casi sin darnos cuenta!):
Usar menos el sacarropas y secador de pelo y dejar que se seque naturalmente.
Desconectar el cargador de tu celular cuando no está en uso.
Andar más la bicicleta o caminar, en vez de ir en auto.
Usar bolsas de tela cuando hagas las compras.
Usar botella reutilizable para llevar agua a todos lados.
Reducir el consumo de carnes.
Reducir el consumo en general es lo más eficiente para ahorrar emisiones al planeta y así junto con otras prácticas seguir luchando por un mundo mejor. Gota a gota se forma un océano.
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Mi mejor amigo, el plástico #ponele
Desde que tengo memoria que vemos plásticos en el río cada vez que salimos a navegar
En el 2004 mi papá compró un velero, y desde ahí que vamos al río casi todos los fines de semana. Siempre nos gustó salir a navegar, dar una vuelta, tomar unos mates, y en verano, comer sandía. Pero últimamente, siempre nos encontramos con tapitas de botellas, bolsas, juguetes, telgopor, entre otras cosas plásticas flotando por ahí.
¿Alguna vez pensaste dónde terminaría ese vaso descartable con el que tomaste agua en la sala de espera de un consultorio? La pajita o sorbete con el que tomaste esa lata de Coca, ¿es verdaderamente necesaria?
Sí, es cierto que a veces es más fácil: si tengo un cumpleaños en mi casa, compro descartables y evito lavar platos, vasos, cubiertos, etc. Es más "práctico". Pero... ¿la vida de esos descartables termina cuando tiras eso al tacho de basura o al de reciclables?
Hoy sabemos que no, no es así: la vida de cualquier plástico común y corriente es eterna, o supuestamente dura como mínimo 100, 200 o hasta 500 años. Probablemente el primer plástico creado siga entre nosotros.
El gran problema del plástico es que no se biodegrada, si no que se va rompiendo en pequeños pedazos de plástico, cada vez más chicos, conocidos como "micro-plásticos", y esta es una gran amenaza.
La cadena alimenticia marina empieza en los microorganismos más pequeños. En la vida marina, el fitoplankton es el primer eslabón de la cadena, y hoy, el plankton se alimenta con micro-plásticos. Por ende, si un pez grande se alimenta de uno mediano, éste de uno más pequeño, y éste del plankton, y nosotros, los humanos, nos alimentamos de pescado... entonces:
Sí, nos estamos alimentando con plástico.
Según un estudio realizado por la Universidad de Newscastel, en Australia, ingerimos en promedio 5 gramos de plástico semanalmente, lo que equivale a una tarjeta de crédito. ¿Somos conscientes de nuestra relación con el plástico?
Hace más de un año que empecé este recorrido, intentar cambiar mi relación con el plástico. La realidad es que estamos tan acostumbrados, que hay algunas cosas plásticas que a veces ni siquiera somos conscientes del uso que le damos. Donde más me doy cuenta que no soy 100% consciente de mi consumo plástico es cuando voy a hacer limpiezas en las costas del río. Junto con Parley, realicé varias limpiezas el año pasado con muchos más voluntarios, y lo que más sacamos del agua son botellas, sorbetes, envases de shampoo, paquetes de cualquier cosa (galletitas, de arroz o fideos, caramelos, papas fritas, etc. ), pedazos de telgopor, cubiertas de autos y muchas cosas más que ni siquiera llegamos a identificar de qué son. Y lo que más me molesta, es ver que hay plásticos que encontramos en el río, que en mi casa se siguen consumiendo. Si hoy (más ahora que estamos en cuarentena) abro la despensa de mi casa, estoy segura de que me voy a encontrar con un montón de envases que podrían haber sido evitados. Pero la fácil, es la que viene envuelta en plástico.
Te invito a que intentes tomar consciencia de esto, o, como dicen mis amigos de Unplastify:
Repensá tu relación con el plástico
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Tutorial #ZeroWaste: servilletas hechas en casa
¿Cuántas servilletas usás por día?
No sabemos, ¿no? Este es otro de los consumos desmedidos que tenemos, y lo hacemos por no ser conscientes de lo que implica y su impacto en el medio ambiente.
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A post shared by mery sin plástico (@merysinplastico) on Apr 12, 2020 at 3:14pm PDT
Por eso, en este video te muestro como podés hacer unas servilletas #AsíNomás para dejar de usar servilletas de papel, y empezar a usar unas que puedas ensuciar, lavar y reusar, ¡todas las veces que quieras!
Es muy simple, solo necesitamos:
Algún retazo de tela que ya no sirva para su función principal
Tijera
Hilo
Aguja o máquina de coser
Algo para medir
Medir y Cortar
Lo primero que vamos a hacer es medir la tela, y cortar cuadrados o rectángulos de manera que optimicemos el uso del material que tenemos, y evitemos el descarte textil. Para eso, yo corté en cuadrados de 25cm x 25cm.
Una vez que tengamos los cuadrados o rectángulos recortados, vamos a coser los bordes para que no se deshilachen. Para que quede más prolijo podés hacerle un doblez, y van a quedar mejor y más resistentes. Yo opté por hacerlas así porque me gusta como quedan más rústicas.
Coser
Para coserlo, solamente tenemos que tener cuidado de no pincharnos, ¡es muy fácil!
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Demos el primer paso: "Sin bolsa, por favor"
En el camino hacia una vida más sustentable te vas a encontrar con varios escalones. Algunos más grandes, otros más chicos. Lo primero que deberíamos hacer, es cambiar nuestros hábitos de consumo, pero también es lo más difícil. Por eso te propongo que vayamos de a poco.
A medida que fui involucrándome más en este "mundo" del ecologismo/activismo, como querramos llamarlo, me encontré con que había una lista interminable de cosas para ir cambiando, y quise hacer todas de una.
#SpoilerAlert: me frustré enseguida.
Pensé que era imposible comprar sin bolsas ni packaging, productos naturales, a granel, comer vegano, tener tiempo para cocinar, salir a comer afuera y no tener envases plásticos; simplemente no encajaba con mi ritmo de vida.
Pero un día me crucé con un amigo que me dijo
”un paso a la vez”
Y sí, el gran cliché me hizo repensar las cosas y volví a empezar. Entendí que no podía cambiar mis hábitos y los de mi familia de un día para el otro. Ahí es como empezó todo: pidiendo “Sin bolsita por favor”.
Así que, si querés empezar a llevar una vida "más sustentable" lo mejor que podés hacer, es empezar de a poco, e ir cambiando de a un hábito por vez. La próxima vez que compres algo, pedí que te lo den sin bolsa y llevá la tuya. Hay muchos locales online que venden bolsas, pero lo mejor que podés hacer es reutilizar las que tengas en tu casa, ¡aunque sean de plástico! Todo sirve.
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¡Hola! Esto soy :)
Bienvenido/a a mi blog. ¡Espero que estés muy bien! En este momento me encuentro en cuarentena obligatoria (Argentina - 20/Mar/2020) por el Coronavirus.
Este blog se trata sobre temas ambientales, sustentabilidad y ecología. Pero antes... me presento:
Soy Mery, tengo 22 años, estudio Comunicación Social y actualmente trabajo en la ONG Módulo Sanitario, y tengo algunos proyectos freelance de diseño gráfico y web. Soy activista por el planeta 🌎, apasionada por el diseño y la fotografía digital 📸, intolerante al gluten #dato, y hace rato que tenía ganas de abrir un blog sobre sustentabilidad.
Vivo en San Isidro, en Argentina, me encanta viajar ✈️ y soy voluntaria en varias organizaciones, así que no suelo tener mucho tiempo libre, más que el tren para leer cuando voy de camino al trabajo: ¡2 horas por día es un muy buen tiempo de lectura! Aunque a veces también me la paso con el celular, no te voy a mentir. En algún momento de mi vida, hace no mucho tiempo, admití ser "adicta al celular". Hoy no lo niego, aunque tampoco lo considero algo 100% negativo. De a poco voy encontrándole el lado bueno a las redes sociales y a internet y el mundo de las aplicaciones.
Elegí esta foto para presentarme porque es una selfie reciente que tengo. Lo que más me gusta es que estoy usando un sombrero hecho con descartes textiles (chivo no pago: martha.com), una remera hecha de algodón orgánico y los anteojos están hechos 100% de plástico reciclado.
Así que, sí, soy fan de las marcas sustentables, ecológicas y de comercio justo. Por eso, con Sixto, mi novio hace más de tres años, empezamos una marca de mochilas y calzado, hechas de descartes textiles de jean y algodón, y caucho para las suelas de los zapatos y sandalias que hagamos. Estamos muy emocionados, pero todavía no tenemos a la venta los productos. #SpoilerAlert cuando estén a la venta voy a hacer un post de eso.
Creo que eso es suficiente para conocerme un poco, ¡nos leemos en el próximo post!
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