lagatadelamalasuerte

[lagatadelamalasuerte]

Quiero oír más,

de tus alegrías

y de tus penas,

cualquier cosa,

Mientras te vea.

Cuéntame lo que piensas, eso me interesa mucho más que cualquier otra cosa.

[lagatadelamalasuerte]

“I think music has helped me more in life than any other human being ever has.”

— (via mypenleaksiridescence)

[lagatadelamalasuerte]

Respuestas

Se escurren entre mis dedos,

estrujando mi alma,

quemando mis pensamientos.

Desaparecen en silencio,

tragadas por las sombras

alojadas en mi pecho.

Aumentando el peso

que siempre llevó,

cuando al fin lo comprendo,

me siento sin peso

y vuelo lejos...

—La Gata De La Mala Suerte.

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Morir

Quiero morir... En silencio y sóla, sin que nadie lloré, que me olviden, así como quiero olvidar como me siento ahora...

—La Gata De La Mala Suerte. . . Muerta.

[lagatadelamalasuerte]

Al final... No importa cuánto me esfuerce en ser "amigos" por qué a fin de cuentas... Es mejor para mí estar sola...

—La Gata De La Mala Suerte.

[lagatadelamalasuerte]

“Sonreír es otra forma de decir te quiero.”

— Adrián castro

[lagatadelamalasuerte]

Conozco a alguien que mira de esa forma a su mejor amiga, es muy hermoso... Lo triste es que yo me enamore de ese alguien...

Te conocí sin apuros, todo fluía como debía de ser: lento y sin mucha prisa, un ritmo normal y agradable, algo realmente lindo de contar. Una mirada decía más que miles de palabras que me podría haber inventado en horas, porque no hay nada más sincero en esta vida que una mirada, pero una de esas que te envuelven con mucha pasión y te hacen sentir que no hay nada más especial ante los ojos de esa persona que tú.

Adrián Castro

[lagatadelamalasuerte]

“Como decía Bukowski: La tristeza es causada por la inteligencia. Cuanto más entiendes ciertas cosas, más desearías no comprenderlas.”

—

[lagatadelamalasuerte]

“Me gusta dormir en tus caderas. Verte amanecer cada día entre mis brazos. El sabor a café en tus labios. Tus caricias en mi espalda. Que me rompas las penas con tan solo mirarme. Y encontrar mi hogar en tus abrazos. Me gusta perder la noción del tiempo contigo entre las sábanas. Leer tu cuerpo en braille. Trazar en ti un mapa y recorrerte a besos. Que te estremezcas con mis labios en tu cuello. Y los gemidos sean un dialecto. Me gusta que se choquen tus ganas con las mías, y que el desenlace incluya arañazos en la espalda.”

— Recovecos de mi alma

[lagatadelamalasuerte]

Hay noches en las que lloro sin razón...

Siento ese nudo en la garganta,

Entonces las lagrimas empiezan a resbalar por mis mejillas sin querer;

Ese sentimiento de tristeza se apodera de mí,

De nuevo me siento al borde la cama

Y me abrazo a mí misma diciéndome que todo estará bien,

Pero sé que ahora mismo no lo está,

Tan solo quiero engañarme en ese momento y pretender que todo pasará porque odio sentirme así,

Esta es una de las noches en las que lloro sin razón,

O es que muy probablemente sí hay razones,

Es solo que son muchas para decir con exactitud cuáles son

Y no quiero terminar aceptando que tú eres la principal.

Noches de insomnio; Y.

[lagatadelamalasuerte]

No se cómo ignorar este sentimiento... Me duele el pecho cada vez que te veo...

Quiero acariciar tu cabello y mirarte a los ojos...

Quiero sentir tus manos rodeando mi cuerpo, quiero sentir como donde sea que me toques mi cuerpo arde y mi corazón no deja de latir...

Mis manos frías parecen arder al igual que mi rostro cada vez que puedo abrazarte...

Me derreti con ese abrazó... No quiero pensar que será de mi si te besó...

Y al mismo tiempo...

Lo espero con ansias...

👉

—La Gata De La Mala Suerte.

[lagatadelamalasuerte]

Días

Hay días en los que no se que pensar... o en que creer, me siento tan confundida y desorientada al mismo tiempo que es extraño.

Días en los que estoy molesta contigo, o mas bien por no poder estar contigo... a veces me siento celosa de ella, de como la miras, como si fuera lo único que importa... y me da por llorar...

Luego recapacitó e intento ignorar ese sentimiento... Pero más que eso suelo preguntarme «¿Que está mal en mi?»

No creo que tenga algo mal... Al menos no tan mal... Entonces «¿Es algo que no hago bien?»

Sigo queriendo llorar mientras lo pienso...

. . . ¿Que debería hacer? . . .

—La Gata De La Mala Suerte.

[lagatadelamalasuerte]

Para ti

Se que lo estas pasando mal, se que es complicado y que no sabes con quien hablar.

No te vayas, quisiera que leyeras esto hasta el final... Quiero decirte que yo también me he sentido mal, y tampoco he estado segura de con quien hablar, y por eso quiero decirte HABLA CONMIGO.

No importa que hora sea, no importa si no hablamos el mismo idioma, lo traduciré de alguna forma.

HABLEMOS, estoy aquí para ti, no importa que haya pasado, incluso si no quieres decirme tu nombre, déjalo como alguien anónimo, una cuenta falsa, o lo que quieras, pero HABLEMOS.

Toma un respiró, deja que las cosas pasen, estarás bien, si te sientes triste HÁBLAME, estaré aquí, y siempre te responderé, pero NO TE CALLES.

Todo estará bien, quiero que sigas adelante conmigo y no te rindas, por que aunque en este momento sea imposible de creer, TE QUIERO.

—La Gata De La Mala Suerte. 

[lagatadelamalasuerte]

Triste

Muchas veces me sorprende lo que dices, y lo que haces, por que varias veces son cosas que no me esperaba... Sobre todo estos últimos días.

Un día extendí mis manos hacia ti, y sonreí pensando que solo te acercarías a preguntarme que pasaba, y en lugar de eso, tomaste mis manos, te acercaste y me diste un abrazo.

Unos días después yo me sentía mal, por un problema familiar, quería llorar, gritar y quejarme... pero no lograba expresarlo, me sentía bloqueada, triste y muy sola, tu pasaste frente a mi, para acercarte a la profesora, y cuando volviste por el mismo camino, te acercaste y suavemente acariciaste mi cabeza, voltee y sonreíste; Me gusta esa sonrisa, amable y cálida, casi te escucho decir que todo estará bien; En silencio lloré. Pude sacar eso que sentía, deje de sentirme sola y pude respirar, solo con esa caricia.

En otra ocasión, luego de estar ensayando me quede sentada en el piso, y no tenia ganas de pararme, tu estabas de pie junto a mi, volteaste y yo levante las manos para pedirte que me ayudaras, esa vez, me levantaste y me envolviste entre tus brazos; Tus abrazos siempre me hacen sentir mejor, son muy cálidos.

El día de hoy me la pase bastante mal, por los cólicos, fue de esos días en que me dan muy fuerte y era horrible el solo intentar ponerme de pie, pero hice un esfuerzo para quedarme a verlos ensayar, tu te habías ido por un asunto de la escuela, y yo estaba con los demás cuando llegaste, me sentía mal, ni siquiera quise voltear a verte, pero cuando dijeron que me sentía mal y lo escuchaste, me sorprendiste más que ningún otro día, por que acariciaste mi cabeza, te acercaste y me diste un pequeño beso cerca de la frente con esa linda sonrisa. Solo eso, me hizo sentir mejor en un instante, casi podria jurarte que mi dolor se desvanecio en ese momento...

Como quisiera poder decirte gracias por todas esas hermosas sorpresas.

—La Gata De La Mala Suerte.

[lagatadelamalasuerte]

El tiempo curó las heridas pero no me devolvió las partes que se llevaron de mí.

Recovecos de mi alma (via mividaenversos)

[lagatadelamalasuerte]

Me han hecho tanto daño que apenas recuerdo cómo es vivir sin cargar con un corazón roto.

Recovecos de mi alma (via mividaenversos)

[lagatadelamalasuerte]

El Cuervo

Una vez, al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia, cabeceando, casi dormido, oyóse de súbito un leve golpe, como si suavemente tocaran, tocaran a la puerta de mi cuarto. “Es —dije musitando— un visitante tocando quedo a la puerta de mi cuarto. Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo de un gélido diciembre; espectros de brasas moribundas reflejadas en el suelo; angustia del deseo del nuevo día; en vano encareciendo a mis libros dieran tregua a mi dolor. Dolor por la pérdida de Leonora, la única, virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada. Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante de la seda de las cortinas rojas llenábame de fantásticos terrores jamás antes sentidos.  Y ahora aquí, en pie, acallando el latido de mi corazón, vuelvo a repetir: “Es un visitante a la puerta de mi cuarto queriendo entrar. Algún visitante que a deshora a mi cuarto quiere entrar. Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos, y ya sin titubeos: “Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón imploro, mas el caso es que, adormilado cuando vinisteis a tocar quedamente, tan quedo vinisteis a llamar, a llamar a la puerta de mi cuarto, que apenas pude creer que os oía.” Y entonces abrí de par en par la puerta: Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura permanecí largo rato, atónito, temeroso, dudando, soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido jamás a soñar. Mas en el silencio insondable la quietud callaba, y la única palabra ahí proferida era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?” Lo pronuncié en un susurro, y el eco lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!” Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda, toda mi alma abrasándose dentro de mí, no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza. “Ciertamente —me dije—, ciertamente algo sucede en la reja de mi ventana. Dejad, pues, que vea lo que sucede allí, y así penetrar pueda en el misterio. Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio, y así penetrar pueda en el misterio.” ¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta, y con suave batir de alas, entró un majestuoso cuervo de los santos días idos. Sin asomos de reverencia, ni un instante quedo; y con aires de gran señor o de gran dama fue a posarse en el busto de Palas, sobre el dintel de mi puerta. Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano cambió mis tristes fantasías en una sonrisa con el grave y severo decoro del aspecto de que se revestía. “Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—, no serás un cobarde, hórrido cuervo vetusto y amenazador. Evadido de la ribera nocturna. ¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!” Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado pudiera hablar tan claramente; aunque poco significaba su respuesta. Poco pertinente era. Pues no podemos sino concordar en que ningún ser humano ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro posado sobre el dintel de su puerta, pájaro o bestia, posado en el busto esculpido de Palas en el dintel de su puerta con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto. las palabras pronunció, como virtiendo su alma sólo en esas palabras. Nada más dijo entonces; no movió ni una pluma. Y entonces yo me dije, apenas murmurando: “Otros amigos se han ido antes; mañana él también me dejará, como me abandonaron mis esperanzas.” Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio tan idóneas palabras, “sin duda —pensé—, sin duda lo que dice es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido de un amo infortunado a quien desastre impío persiguió, acosó sin dar tregua hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido, hasta que las endechas de su esperanza llevaron sólo esa carga melancólica de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía de mis tristes fantasías una sonrisa; acerqué un mullido asiento frente al pájaro, el busto y la puerta; y entonces, hundiéndome en el terciopelo, empecé a enlazar una fantasía con otra, pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño, lo que este torvo, desgarbado, hórrido, flaco y ominoso pájaro de antaño quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra, frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos, quemaban hasta el fondo de mi pecho. Esto y más, sentado, adivinaba, con la cabeza reclinada en el aterciopelado forro del cojín acariciado por la luz de la lámpara; en el forro de terciopelo violeta acariciado por la luz de la lámpara ¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire se tornaba más denso, perfumado por invisible incensario mecido por serafines cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado. “¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido, por estos ángeles te ha otorgado una tregua, tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora! ¡Apura, oh, apura este dulce nepente y olvida a tu ausente Leonora!” Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica! ¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio enviado por el Tentador, o arrojado por la tempestad a este refugio desolado e impávido, a esta desértica tierra encantada, a este hogar hechizado por el horror! Profeta, dime, en verdad te lo imploro, ¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad? ¡Dime, dime, te imploro!” Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica! ¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio! ¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas, ese Dios que adoramos tú y yo, dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén tendrá en sus brazos a una santa doncella llamada por los ángeles Leonora, tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen llamada por los ángeles Leonora!” Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso. ¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica. No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira que profirió tu espíritu! Deja mi soledad intacta. Abandona el busto del dintel de mi puerta. Aparta tu pico de mi corazón y tu figura del dintel de mi puerta. Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo. Aún sigue posado, aún sigue posado en el pálido busto de Palas. en el dintel de la puerta de mi cuarto. Y sus ojos tienen la apariencia de los de un demonio que está soñando. Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama tiende en el suelo su sombra. Y mi alma, del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo, no podrá liberarse. ¡Nunca más!

«Escrito por: Edgar Allan Poe»

—La Gata De La Mala Suerte.