laabuelitapaz

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Los raritos son los otros

(tribulaciones de una diagnosticada tardía de TEA)

1.- Gente Vs. Personas, aficiones y vergüenza ajena.-

Más adelante, en otro capítulo, hablaremos de las relaciones familiares, problemas en la educación y falta de refuerzos positivos, pero en esta ocasión vamos a centrarnos en llegar a la vida adulta sabiendo que hay algo diferente, pero no teniendo alternativa (ni herramientas), solo puedes seguir la corriente.

Una de mis aficiones especiales, es la ciencia-ficción. Igual ya me veía yo un poco alienígena, pero de verdad creí que había encontrado a “mi clan”. Qué equivocada estaba.

Me ha costado décadas aprender que con “la Gente”, hay que ir chafando huevos al hablar con ellos. Nunca hablan de manera literal, siempre hay excusas, subterfugios y “letra pequeña”. Por mucho que intentase enmascarar, jamás podía ni acercarme a encajar, me quedaba en la “rarita ansiosa que haría cualquier cosa por agradas”, y eso me trajo solo amargura, y odio por parte de los demás. Aquellos (muy pocos) que me han dado la oportunidad de abrirme, aceptar mis rarezas, y en última instancia, mi diagnóstico, son “Personas”. No se parecen a la “Gente”. Tienen paciencia cuando no entiendo las cosas, apoyan mis otros intereses especiales sin juzgarlos (si no llevo a la ruina la cuenta, puedo comprar maquillaje; solo debo saber donde están mis límites). Las “Personas”, son familia: la de sangre, mi marido y tal vez, las dos o tres personas que aún me dirigen la palabra.

Y ahora, vamos a la parte divertida: las aficiones de ANTES©. Como ya he dicho, a mí me encantaba la ciencia-ficción. Y me sigue gustando muchísimo, pero ahora, sólo la disfruto rodeada de “Personas”. La “Gente” ha tenido muchas y variadas formas de hacerme saber que no era bienvenida entre sus filas. Ataques de ansiedad, que llevaron a desarrollar asma, refugiarme a llorar en los baños de un hotel. Si eres neurodivergente y tienes problemas con las aglomeraciones de gente, aléjate de las convenciones de ciencia-ficción. Si no las tienes… Aléjate de igual modo. Es la expresión del neurotipismo pasota en su máxima y más cruel expresión. De hecho, guardáos mucho de tener buenas ideas. Tuve la desgracia de tener unas ideas sobre traer a un actor de Doctor Who, y una serie de actividades y concursos que algunos parásitos que forman parte de la “Gente”, decidieron apropiarse. Y, ¿qué es lo que pasa cuando quieres robarle ideas a otro? No permites que la voz disonante se escuche, provocando una ridícula avalancha de rumores y mentiras que todos creyeron (al fin y al cabo, ¿qué otra cosa esperar de esa tarada -yo- que no sabe comportarse?). Yo no tengo la culpa de no poder entenderos, pero tampoco es como que me lo hayáis puesto muy fácil.

Lo cual me lleva a las aficiones de DESPUÉS©. Primero, probé a hacer bisutería de forma artesanal (aún lo intento, pero mi vista y mis manos ya no son las mismas). Esa afición estaba bien (menos cuando me pedían cosas específicas, no llevo bien trabajar sobre encargo, prefiero hacer mis diseños). Y ese también fue un problema: yo tenía buenos diseños. Tanto que alguien que creí que era Persona, pero resultó ser Gente (Sylvia, si lees ésto, no te perdonaré jamás), decidió pasarle mis diseños a una tienda Steampunk que había en el centro. Ellos han acabado cerrados, y yo, sigo estando aquí, robaron un pedazo de mí, pero yo al menos, sigo en pie.

Así que llegamos a los últimos años, donde mi interés especial definitivo, mi hiperfoco y mi regulador aparece: el maquillaje. Nunca he ido a una clase de visajismo, la teoría del color, la di en EGB y ya no volví a hablar de ella… He aprendido todo lo que sé, en YouTube. Sigo aprendiendo, pero cada día me veo mejorar, y eso vale mucho la pena. La comunidad del maquillaje, es la que he encontrado mucho más pacífica, comprensiva y acogedora. Ojo, que no está exenta de polémicas (no, los Dramageddones no cuentan aquí). Una tienda on line de maquillaje solía hacer concursos de maquillaje en fechas importantes. Tocó la celebración de Halloween, y todo el mundo lo intentó. Hasta yo. Y eso que no tenía las mejores condiciones para participar: mi marido estaba convaleciente, con un armatoste de estilo Robocop en una pierna, y yo sólo podía trabajar cuando se iba a la cama. Es decir entre la 1 y las 3 de la mañana. Y a pesar de todas esas catástrofes, uno de mis maquillajes de caracterización, ganó. Y para mi desgracia, encontré “Gente” que no sabía perder. Aquí es donde colocaría lo de la vergüenza ajena, porque no puede ser que señoras adultas y con estudios se bajen al barro a pelear. Desde ese día, me juré no volver a presentarme a concursos, y solo hice algunos maquillajes más de caracterización, antes de centrarme solo en maquillaje social. Simplemente, ojalá no hubiese ganado yo.

Y ahí es cuando llegamos a principios de 2024, cuando yo acudo a un centro especializado, para saber si tenía TDAH (era un posible antecedente de un caso ya confirmado). Y me dijeron que sí. APARTE, tenía Déficit de Atención (tipo inatento), pero en este caso, era una comorbilidad del Transtorno del Espectro Autista (los anglosajones lo hacen más corto: para ellos, es AUDHD, y a correr). Y me sentí como en esa escena de Tiburón, donde la cámara se acerca al protagonista en un Dolly Zoom. Solo que en mi caso, no era un tiburón lo que se me venía encima: era la comprensión de mi propia existencia. El sentido de mi vida (además de 42)… No era tonta, perezosa, ni estúpida. No había nada raro en mí, ni en como reaccionaba ante comentarios que no entendía. Somos MACs moviéndonos en un mundo hecho a medida por y para Windows. O incluso LINUX, sólo se necesita que las “Personas” se quieran comunicar de forma que todos nosotros los entendamos. Y así sabréis lo válidas que son las personas Neurodivergentes, y que como cualquiera, solo queremos que nos quieran por lo que somos.