Tumgik
Text
Voy a volver a vivir mi vida.
Hoy lunes 9 de octubre de 2023 tuve un sueño que para mí fue como una revelación. Soñé que tenía 19 años, estudiaba, todavía vivía con mis viejos y había en mí un aire de espontaneidad y seguridad encantadores pues no hay otra palabra que describa mejor lo que vi en mí. En el sueño me enamoraba locamente de un chico al cual había conocido en un hotel de turismo y desde entonces no me separé de él. En un principio no me reconocí en el sueño sino que era como una especie de sitcom con algo de romance. No fue entonces hasta que me desperté que me di cuenta que el sueño se trataba de mí, no era una vida ajena e imposible. Lo revelador del sueño no fue que yo me haya enamorado como si no hubiese habido una primera vez sino que yo estaba viviendo. En el sueño era un poco la persona que solía ser en la secundaria y que por alguna razón después de la pandemia dejé de ser.
Pasaron muchos sucesos desde mi adolescencia hasta mis 19 casi 20 años que hicieron fuertes cambios en mí, por supuesto además de crecer. Con mi primer noviazgo me volví una persona más contemplativa, más introspectiva y empática, con mi segunda relación exploré mi sexualidad y una nueva forma de amar donde ahora nos veía a mi pareja y a mí como iguales. En ambas relaciones yo sentí cierto tipo de abandono, luego con la suma de la pandemia, la cuarentena y la muerte de mi abuelo me empecé a encerrar.
En esos tiempos de encierro me encontré con la pintura, el arte, con nuevas inseguridades porque había aumentado 8kg de peso y con un nuevo pensamiento obsesivo acerca de mi imagen corporal que me acompaña hasta el día de hoy. Desde entonces es que pienso, dejé de vivir.
En las reuniones sociales mi cabeza sobre pensaba más de lo normal, tenía miedo de que la gente notase y dijese algo sobre mi cambio físico, lo que algunas veces se volvía realidad, temía incluso por lo que iba a haber para comer en esa reunión. Mis pensamientos más frecuentes entonces eran: ¿Me voy a poder controlar? ¿Y si como demasiado? ¿Me veo bien? ¿Y si me encuentro a alguien conocido?
Me sentía tan avergonzada de mi cuerpo que decidí bajar de peso, comencé dietas sumamente restrictivas, de 600kcal por día y entrenamientos que podían llegar hasta las 3hs. A eso se sumaron atracones y como no veía cambios y yo ya no toleraba verme con ese físico decidí dejar de comer. No fue una decisión plenamente consciente, sino que fue una mezcla de muchos factores… En primer lugar, el miedo que le había tomado a la comida era tal que contaba cada bocado, en segundo lugar, ya estaba cansada de tanto intentarlo y así fue como mis platos se achicaron cada vez más. Hasta que un día me vi al espejo y era mi imagen corporal la que me daba miedo, había bajado 15kg en un lapso de 3 meses.
Volví a comer “normalmente” hasta que recuperé un peso saludable pero nunca volví al peso que tenía antes de la pandemia lo cual es bastante razonable porque en ese entonces tenía 16 años.  
A pesar de mis cambios físicos mi mente nunca dejó de estar obsesionada con mi imagen corporal, tengo mucho más conocimiento de nutrición del que me gustaría, llevo vergüenza sobre mi propio cuerpo que es algo que nunca me había pasado y créanme que la situación no era muy distinta de cuando estaba en el momento +8kg que en el -15kg.
Esos pensamientos de vergüenza, de desprecio hacia mi misma, de creer que ya no tengo voluntad de decisión son avasallantes y me acompañan incluso 3 años después. Desde ese entonces mi mente no paró. Es una lucha de cada día, me levanto pensando qué voy a desayunar, tengo miedo de que en el transcurso del día “la cague” comiendo algo que “no es saludable”.
Por eso digo que dejé de vivir, mi atención no estaba plenamente en lo que ocurría frente a mí sino en lo que estaba en mi cabeza. Tenía un ruido mental muy fuerte, el cual afectó mi manera de ser, de comportarme, mi humor y mi rutina. Para mí ya no es habitual salir de noche los findes de semana, tampoco sentirme atractiva o incluso tener una relación con alguien ya es mucho riesgo para mí.
Hasta que hoy me puedo dar cuenta que no siempre me sentí espléndidamente hermosa, hubo momentos en los que no entraba en mis jeans favoritos, momentos donde no era 100% saludable pero también fueron tiempos donde nunca dejé de ser feliz, no dudaba de mi belleza por tener unos kilos de más porque más allá de estar caracterizada por cierta superficialidad yo siempre supe que el físico no lo es todo y que tengo mucho más que dar.
Hoy me propongo volver a vivir, estar presente con la gente que amo, ser consciente de cada momento de mi vida y cada vez que sienta que mis pensamientos me avasallen hacer una pausa para volver a mi centro. Quiero dejar de estar condicionada por mis pensamientos, dejar de tener miedo y sobre todo dejar de tener vergüenza sobre mi cuerpo y empezar a recuperar mi seguridad. Estos cambios no sé si son fáciles de realizar de la noche a la mañana y así mantenerlos en el tiempo. Yo busqué en dos ocasiones ayuda en terapia psicoanalítica, en mi familia y amigos, me acompaña una nutricionista y hasta incluso encontré calma y claridad en la meditación. Todas estas cosas fueron de gran ayuda, hoy creo que es mejor opción una terapia cognitivo-conductual en vez de la psicoanalítica y también toda la reflexión que puedas hacer por vos misma. Es un proceso, con el tiempo vas adoptando hábitos saludables y el volumen de la mente va disminuyendo, pero para eso es importante reconocer que hay un problema y saber pedir ayuda.
Mi sueño de alguna manera me hizo recordar quién fui y quién puedo permitirme volver a ser, libre.
0 notes
Text
Me gustaría decir que no pero sí, tus palabras entran en mí sin pedir permiso y sin avisar hasta cuándo se quedarán. Yo las llevo conmigo como alfileres enganchados en la piel.
Me gustaría que sepas el poder que tenés sobre mí. Estaría bueno que seas más suave, no porque sea generación de cristal sino porque no puedo dejar de tomarme todo tan literal.
Tus retos suenan a amenazas y tus carcajadas un tanto desquiciadas. Solo quiero que pierdas un poquito de esa tanta autoridad.
1 note · View note
Text
Ch-ch-changes
Siempre creí que al empezar mis estudios superiores iba a tener un sentimiento de realización, por primera vez iba a estudiar algo por elección, por interés, y no solo eso sino el compartir un espacio con gente nueva era para mí una oportunidad de hacer amistades por elección y no porque el contexto lo dió así. Siempre fui una persona lo suficientemente extrovertida como para explorar todos mis pensamientos y así también expresarlos, como para emprender desde muy pequeña, como para ser muy charlatana y para dar mi opinión en cada clase de arte, filosofía, historia, mis dudas constantes en matemática. Además de ser extrovertida, en toda esta etapa de la secundaria también tenía un sentimiento de seguridad que sentía que me podría llevar a donde yo quiera.
Terminé el secundario, ya no tan segura de mi misma ni de qué carrera elegir. Mis intereses estaban relacionados con el arte y también por el ambiente. Disfruto pintar, un profesor de arte habló muy bien de una de mis pinturas, un profesor de biología me dijo que se me da muy bien entender los organismos y sus sistemas, la mamá de una amiga también me dijo una vez que era muy inteligente y que podría estudiar cualquier cosa que yo quisiese, una carrera difícil como una ingeniería... Terminé el secundario siendo el mejor promedio de mi curso, con un promedio de 9,36 considerando mis tres últimos años del secundario. Hice un test vocacional, tuve varios encuentros donde se me mostraron distintas opciones de carreras, profesiones, y facultades, la carrera que más resalto fue la de ingeniería ambiental. Yo estuve muy emocionada al respecto, sentía que era una carrera transformadora, necesaria, que me iba a dar el conocimiento y las herramientas para ayudar a afrontar las problemáticas ambientales buscando formas más sustentables de habitar. La carrera como tal se dicta solo en dos universidades de Buenos Aires, una pública que me queda a 2.30hs de distancia en transporte público y una privada a 1.30hs. Para mi esto fue algo desalentador ya que por un lado era mucho tiempo de viaje y por el otro mi familia no podía costearme la cuota de una facultad privada. Pero no me detuve sino que solicité una beca contando mis motivos y mis convicciones, y así, prometiendo dar mis mejores esfuerzos recibí una beca del 80% en una facultad en la que yo nunca hubiese creído que iba a estudiar. Mi primer año fue muy difícil, venía de terminar un bachillerato en ciencias sociales y muchas cosas que quizás para algunos compañeros eran básicas para mí eran completamente nuevas. Me llevé muchas decepciones, volví varias veces llorando en el tren jajajaj pero así y todo tras recuperatorio y recuperatorio pude aprobar 9 materias de las 11 que estaban programadas para el primer año. Arranqué el segundo año conociendo mejor las condiciones para mantener la beca y proponiéndome mejorar mi rendimiento académico. Este año fue muy complicado para mí, no tenía la misma motivación que quizás sí tenía en el anterior y la mirada acerca de mi rutina diaria comenzó a cambiar. Me levantaba de lunes a viernes a las 5am para desayunar, vestirme y luego salir para la facultad, llegaba a casa algunos días a las 14hs y otros a las 19hs. Me daba cuenta de que ya no tenía tiempo para entrenar, para pintar o para verme con mis amigas sin tener el pensamiento de que debería estar estudiando. Cumplir los requisitos de la beca comenzaba a parecer una misión imposible que debía cumplir a toda costa para no decepcionarme a mí misma, a las personas que creyeron en mí y sobre todo para no perder la oportunidad que se me había sido dada.
Una noche caí en la cuenta de que de cuatro materias que estaba cursando iba a aprobar tres y me sentí destruida. ¿Cómo podía ser que dedicándole tanto tiempo y dándole mi prioridad al estudio no las iba a aprobar a todas siendo que ya había aprobado seis en un solo cuatrimestre? De repente me encontré llorando desconsoladamente en el pecho de mi mamá sintiéndome perdida, no sabía que estaba haciendo mal ni por qué no podía encontrar una respuesta que me calme.
A principios del segundo cuatrimestre del primer año había tomado la decisión de comenzar terapia, en todas mis sesiones hablaba de la carrera: que no estoy motivada, pero no la puedo dejar, yo sé que puedo mejorar pero me siento mal.. La carrera en un momento ya parecía que era mi relación tóxica. Mientras para mí mi mayor problema era la ansiedad, los atracones y procrastinar.
Hubo un día que estaba camino a la facu y me pregunté qué estaba haciendo de mi vida? Esa fue la puerta de entrada para pensar en la vida que quería vivir, no dónde iba a estar en 5 años sino también en cómo quería llegar y yo quería llegar siendo una persona feliz, sana. No sentía que me estaba realizando con la vida que llevaba sino que me sentía derrotada cada día por no cumplir con las expectativas que eran mías pero en parte sabía que se habían construido también de opiniones ajenas.
Así que finalmente esa noche en la que rompí en llanto decidí dejar la carrera, y se sintió genial. Esta vez no era una derrota sino que yo misma estaba diciendo que esa no era la vida que quería tener. Y no digo que elijamos pensando solo en la inmediatez porque una carrera lleva esfuerzo, trabajo y tiempo pero si te hace estar anímicamente mal 24/7 y no sentís que te estas realizando o que estás haciendo las cosas bien quizás entonces sí hay que buscar otro camino.
A mí me gusta emprender, también quiero estudiar porque siento que es necesario para crecer, me gusta prender cosas nuevas, entender nuevas lógicas pero no de a manera en la que lo venía haciendo. Quiero seguir dedicándole tiempo al arte y sobre todo a mí misma.
Algo de lo que también me di cuenta para la elección de la carrera es que hay que sacarle el peso de la plata, es la realidad. Y ojo que yo creí reconocerlo desde el primer momento en el qué empecé esta búsqueda pero la realidad es que después de estar cursando un año y medio con estudiantes de ingeniería está muy omnipresente la idea de que todos vamos a tener una "muy buena vida" después de recibirnos. Yo esa vida la quiero tener también durante y sé que no depende de si es demandada o no la carrera que voy a elegir sino de cómo yo me desarrolle como persona y como profesional.
Así que sí, sigan sus sueños y si tienen 19 años, 25 años o 40 años y simplemente sienten que algo está mal no duden en tomar una dirección diferente. Porque nunca es tarde para ser quién queremos ser, lo más real es que cada uno tiene sus tiempos y su propio proceso. Y por favor no se atrevan a pensar que hay un tiempo perdido porque sobre todo el tiempo es experiencia y es lo que te trajo a dónde estás hoy. Yo estoy muy agradecida por este tiempo porque aprendí, acomodé mis prioridades y conocí gente muy hermosa que me ayudó en el proceso.
Voy a seguir estudiando ingeniería pero voy a empezar de nuevo en una facultad pública, que me queda un poquito más cerca y donde luego me puedo especializar en el lado del ambiente. El verdadero cambio para mí fue entender que hay otra manera de alcanzar los objetivos, y que me puedo desarrollar en otras áreas en el camino. Y por supuesto escucharme a mí misma, nunca hay que perseguir una meta con los ojos cerrados y los oídos sordos.
0 notes
Text
Tumblr media
El animal que soy según mi fecha de nacimiento es el lobo :) #animalzodiac #wolf
0 notes
Text
Las ganas que tengo de vivir a base de té y melancolía, a lo bella swan
0 notes
Text
Tumblr media
Auguste Rodin: Two Hands (1909)
7K notes · View notes
Text
Desesperanza
Estoy viviendo cada momento como si estuviese corriendo en contra reloj, como si estuviese jugando un juego con la actitud de alguien que ya sabe que no va a ganar. Estoy con todas las de perder, si los demás jugadores están por encima de mí entonces para qué intentarlo. No estoy jugando, solo hago presencia. No me voy a casa, no me quiero ir sola. No sé qué voy a hacer, necesito una voz amiga que me diga "Daale, juguemos un rato", que me haga levantarme y ponerle onda. No sé cuándo me empecé a concebir como perdedora si siempre fui de las que ganan. Siempre competí con la ferviente sensación de que iba a conseguir lo que quería. Quizás debería hacerle honor a esa juliana que lo arriesgaba todo porque no le temía a nada, esa juliana que vivía por y para ella. La cosas son difíciles cuándo está en cuestión también tu propio valor, eso nunca se tiene que poner en la mesa y yo lo hice. Tengo que poner mi valor en una cajita, resguardada de las derrotas y de las personas porque al final terminan siendo ajenas a lo que yo soy y solo me dejan su ausencia y la incomodidad de lo perdido.
0 notes
Text
Hoy llovió, la mañana estaba ideal para seguir durmiendo un rato más. Escuchar la lluvia golpear con todo aquello a lo que le da el sol, hay un aire fresco e incluso las plantas relucen más que nunca. En invierno cuando los días son fríos y húmedos lo único que pido es un rayito de sol pero en veranos como este solo puedo esperar por un buen día de lluvia que se lleve al sol por un rato y me deje a solas con el fresco y el ruido. A pesar de lo lindo del tiempo yo no estaba pudiendo congeniar con el disfrute, últimamente estoy enojada. Estoy disconforme y si no sabes qué hacer con la disconformidad llega un momento en el que cansa. Por eso es importante tomar acción, pensar un camino y emprenderlo. Agradezco nunca haber carecido de imaginación, nunca tuve un imposible, siempre pude ver un poquito más al costado, pude vivir por algunos períodos de tiempo en pequeñas utopías. Esos momentos son claves para adueñarte de tu presente, tener un pequeño mundo donde lo que reine sean tus ideas, tu amor y tu presencia sin ninguna perturbación de lo externo, un actuar sin bajada de línea. Pero aún hay zonas grises, distracciones, obstáculos, injusticias, calabozos y dragones. Rezo por mí, que un día se rompan las cadenas, se caiga el castillo, se hagan más fuertes mis raíces y comience la era que sí se siente mía.
0 notes
Text
Está bien a veces ignorar al resto para poder pensar en qué necesitas vos :)
0 notes
Text
Recordatorios para crecer:
-Todo en la vida es un aprendizaje
-No guardes rencores, el pasado es historia
-Las palabras son muy poderosas, usalas sabiamente
-Sigue tu propio camino, no mires la trayectoria ajena.
-No permitas discusiones violentas
-Crea hábitos saludables a cada paso
-Respira, duerme, medita, descansa, estudia y sobre todo no te encierres
0 notes
Text
Home
Hablemos de identidad. Cómo crees que construiste la tuya? Cuáles fueron tus primeros gustos musicales, tus primeras victorias, tus orgullos, tus miedos. Pensá en cómo fueron cambiando en el tiempo, cómo cambió tu manera de vestir, de pensar, de ser. Yo en particular recuerdo  cuando tenía 8 años, me sentía súper, tomaba desafíos sabiendo que los iba a ganar, era como una creencia medio fantasiosa y sin mucho argumento pero que me hacía sentir invencible. A medida que uno va creciendo empieza a conocer el amor, es hermoso pensar en eso. ¿Cómo evoluciona el amor en la vida de una persona? El primer te amo que seguramente fue para mi mamá, el amor por los animales, mi primer amiga, primer grupo de amigos, primer novio. Tantas maneras de amar, pasé mucho tiempo de mi vida amando intensamente. Aprender a amar fue para mí aprender a leer a los demás, a escuchar, a demostrar, a veces renunciar a mi ego, a mi orgullo, aprender a comunicar, a confiar y a respetar.  Lo primero que construimos son en sí relaciones, a medida que vamos creciendo hacemos más espaciosas, más privadas, más amenas. Siempre disfruté mucho de compartir mi tiempo, de dormir abrazada, de saludar siempre con un beso y dar todas las noches un saludo antes de dormir. Cuando alguien se va, cuando las etapas terminan, cuando hay ciclos que se cierran, cuando uno se siente solo, cuando tuve que construir de nuevo fue que descubrí mi propia casa, solo tenía un cuarto que era el dormitorio. Me pasaba todo el día afuera, nunca me quedé sola en casa, nunca tuve que usar la cocina porque la tenía en otro lado. Creces y te das cuenta de que necesitas más espacio, queres privacidad, tiempo para leer, tiempo para vos. Te encontraste con un viaje de dos horas y de repente necesitas una lista de 90 canciones que logren poner en manifiesto algunas de las emociones que quedaron sin casa. Te tenes que poner a ordenar, por fin te empezaste a conocer. Aprendes a decir que no, ya no haces tatetí para elegir. No hay nadie que te apure, ni nada que te puedan quitar porque lo que necesitas lo traes con vos. Sabes que te gusta construir, sabes que te gusta explorar y enamorarte, reírte de los absurdos de esta vida, de lo absurdo del amar, de lo bonito del placer. Mis primeros encuentros con la libertad fueron algo angustiantes, no se los voy a negar. Tenía miedo, estaba muy presente la duda, esa pregunta constante: “¿y si no las cosas no salen bien?”. Les soy sincera, a veces tengo miedo, me desilusiono, me cuesta confiar en mí misma pero estoy muy emocionada porque estoy trabajando. Estoy plantando verdes, estoy dejando semillas que sé que van a florecer. Soy una buena inversión, si hoy te tuviera que dar un consejo sería que apuestes por vos mismo.
2 notes · View notes
Text
Crecí con el motivo de ser especial para los ojos de la gente que me rodea, quería hacer brillar los ojos de todo aquel que hiciera contacto conmigo. Primero fue mi picardía, a medida que fui creciendo fue mi inteligencia, mi belleza, mi arte. Hoy tengo dieciocho años y no sé qué parte es auténtica. Es incluso difícil para mí encontrar una respuesta a la interrogante por mis deseos, mis gustos. Siento que no me conozco en ausencia del otro y es terrible. Qué decisiones tomé que fueron por y para mí? Los estándares que me condicionan son propios o ajenos? Supongo que es normal sentirse perdida en el océano, por lo menos podemos decir que no me lleva la corriente. Que absurda me suena ahora la idea de romantizar mi vida. Todavía le sigo buscando un sentido a todo esto que es vivir. Ante ausencia de certezas todo lo que queda son más experiencias
0 notes
Text
Cada noche antes de dormir me convenzo de que mañana va a ser un nuevo día, una oportunidad para estar un poquito mejor que hoy pero esta noche me doy cuenta de que todas las noches me voy a dormir con un mismo sentimiento de derrota. Mis mañanas están llenas de ansiedad, mis días tienen las horas contadas y mis noches, ojalá mis noches fueran eternas porque cuando duermo sueño. No sé si en mis sueños hago lo que acá no puedo, pero ojalá que sí, ojalá que haya una parte de mí que pueda apreciar de esas cosas bellas por las que vale la pena vivir porque al menos lo que yo entiendo de esta realidad que hoy me toca es que todavía falta para disfrutar de lo verdadero*, ahora lo primero es el deber y si este se convierte en disfrute entonces la desgracia no será tanta o dejará de ser tal. No me puedo imaginar en este mundo plena, estoy empezando a creer que estar pleno en este mundo es un imposible, al menos para la gente que siente y razona como yo. Dejando un poco de lado esta angustia que por cierto ya se me está aligerando, quiero volver a plantear la verdad del nuevo comienzo, mañana sí es nuevo día, sí va a volver a salir el sol y sí, las cosas van a ser diferentes porque no existe la permanencia y doy gracias por eso. Sienta lo que sienta, se muy bien que la esperanza es algo que nunca voy a poder rechazar, la tengo incorporada como al amor, al perdón y a esa tendencia incesante y obstinada de querer ser noble de alma y de corazón. Así que sí, quizás hoy fue una derrota pero quizás mañana nos demos la paz.
0 notes
Photo
Tumblr media
1 note · View note
Photo
Tumblr media
Fan💖
0 notes
Photo
Tumblr media
Q bello😍
0 notes
Photo
Tumblr media
🙇
0 notes