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Reflexiones que vale la pena traducir (1): Naval Ravikant.
Tiempo de lectura: 7 minutos.
Julio, 25-2020.
Hace algún tiempo descubrí la cuenta de Naval Ravikant (@naval), empresario e inversor de origen indio-americano con mas de 100 empresas en su haber. Naval, cofundador de AngelList e inversor en empresas como Uber y Twitter entre otras, es definido -según Wikipedia- como un polímata (una persona que domina varias ramas del conocimiento).
Hay quienes consideran la polimatía como la profesión mas demandada en la era digital. Autores como el escritor y conferencista Carlos Rebate, quien se desenvuelva entre creatividad, innovación, emprendimiento y futuro, señala que la polimatía “aporta sobre todo capacidad de polinización-fertilización cruzada, llevando ideas-conceptos de un dominio a otro.” (https://carlosrebate.com/polimatas/)
Más adelante agrega Rebate que la curiosidad será el motor para que las nuevas generaciones sean más polímatas, pues con acceso ilimitado e inmediato a conocimiento de calidad, lo extraño será desenvolverse en un único dominio de conocimiento.
Así, el en el caso de Naval, tiene una profunda visión en una diversidad de temas: economía, tecnología, política, cripto, conciencia, modelos mentales, filosofía, toma de decisiones y la vida en general. Y es justamente, su cuenta de trinos es una de las vías que emplea este libre pensador para compartir sus reflexiones.
Por todo lo anterior me he animado a traducir y compartir con ustedes algunas de ellas, desarrolladas en inglés bajo el concepto de “twitstorm” (tormenta de tuits), bajo la forma de “hilos”. El primero de ellos, el cual se viralizó con una rapidez pamosa, se titula “How to get rich (without getting lucky)” que puede traducirse como:
Cómo Convertirte en Rico (sin suerte) – Naval Ravikant
Busca riqueza, no dinero ni estatus. La riqueza son activos que suben en valor mientras duermes. El dinero es cómo transfieres tiempo y riqueza. El estatus es tu ubicación en la jerarquía social.
Entiende que la creación ética de riqueza es posible. Si secretamente repudias la riqueza, entonces te esquivará. Ignora a la gente jugando juegos de estatus. Ellos ganan estatus atacando a los que están jugando a la creación de riquezas.
No serás rico alquilando tu tiempo. Tienes que ser dueño de activos (parte de una empresa) para ganar independencia financiera. Serás rico cuando le des a la sociedad lo que quiere pero que no sabe cómo obtenerlo. A [gran] escala.
Escoge una industria donde puedas jugar juegos a largo plazo. Internet ha ampliado drásticamente la posibilidad de [desarrollar] carreras e ingresos. La mayoría de las personas no saben cómo sacarle provecho. Juega juegos que mejoren con el tiempo.
Los retornos en riquezas, relaciones o conocimientos vienen de inversiones a largo plazo. Escoge socios inteligentes, con energía y, sobre todo, integridad. No te asocies con cínicos y pesimistas. Sus creencias se convierten realidad.
Aprende a vender. Aprende a construir. Si haces bien los dos, serás imparable. Ármate de conocimiento específico, responsabilidad pública y apalancamiento.
El conocimiento específico es conocimiento por el cual no puedes ser entrenado. Si la sociedad te puede entrenar, entonces puede entrenar a alguien más y reemplazarte. El conocimiento específico se obtiene explorando tu curiosidad genuina en vez de lo popular.
El desarrollo de tu conocimiento específico se sentirá como un juego para ti, pero se verá como trabajo para otros. Cuando el conocimiento específico se enseña es a través de aprendizajes, no en el sistema educativo. El conocimiento específico es altamente técnico o creativo. No puede ser delegado o automatizado.
Adopta responsabilidad pública y apuesta en el mundo empresarial con tu propio nombre. La sociedad te recompensará con responsabilidad, activos y apalancamiento. Las personas más responsables públicamente tienen marcas únicas, públicas y riesgosas como: Oprah, Trump, Elon.
“Dame una palanca lo suficientemente larga, un lugar para pararme y moveré el mundo.” – Arquímedes
Las fortunas requieren apalancamiento. El apalancamiento empresarial viene de dinero, personas y productos sin costo marginal para replicarse (código y medios de comunicación).
Para levantar dinero, usa tu conocimiento específico, siendo responsable públicamente y demuestra que históricamente has tenido buen criterio. Los trabajadores son la forma más vieja y común de apalancamiento. Tener trabajadores impresionará a tus padres y amigos, pero no gastes tu vida compitiendo por esta forma de apalancamiento.
El acceso al dinero y empleados es un apalancamiento que alguien te tiene que permitir. Todos están buscando dinero, pero alguien te lo tiene que dar. Todos quieren liderar, pero alguien tiene que seguir.
El código y los medios de comunicación son apalancamientos que nadie te tiene que dar permiso. Es el apalancamiento usado por los nuevos ricos. Puedes crear software y media que trabaja para ti mientras duermes.
Una manada de robots está al alcance y gratis. Úsalos. Si no sabes programar, escribe libros o blogs, graba videos o podcasts.
El apalancamiento es una fuerza multiplicadora para tu criterio. El buen criterio requiere experiencia, pero puede ser obtenido más rápido desarrollando habilidades fundamentales.
No hay una habilidad llamada “negocio”. Evita revistas empresariales y cursos de negocio. Estudia microeconomía, game theory, psicología, persuasión, ética, matemáticas y computadoras. Leer es más rápido que escuchar. Aprender haciendo es más rápido que viendo.
Deberías estar muy ocupado para “tomarte un café”, mientras mantienes un calendario sin compromisos. Ponte y aplica un costo por hora aspiracional. Si resolver un problema te cuesta menos que el costo de tu hora, ignóralo. Si delegar una tarea cuesta menos que tu costo por hora, delégalo.
Trabaja lo más duro que puedas, aunque con quién y en qué trabajas es más importante que lo duro que trabajes.Conviértete el mejor del mundo en lo que haces. Sigue redefiniéndote hasta que esto se vuelva verdad.
No hay recetas de hacer dinero rápido. Solo recetas para que alguien más se vuelva rico a tu costa. Aplica conocimiento específico, con apalancamiento y acabarás consiguiendo lo que te corresponde.
Finalmente, cuando seas rico, te darás cuenta de que no era lo que estabas buscando en un comienzo dado. Pero eso es tema de otro día.
“Si eres inteligente, deberías ser capaz de averiguar cómo ser feliz. De lo contrario, no eres tan inteligente.”
Esta “brainstorm” en tuits me ha ayudado a revaluar mi manera de pensar desde varios puntos de vista, y me ha sumado a la lista de ávidos seguidores de este libre pensador. Incluso, es una de las razones por la cual me animé a realizar este tipo de “tradupost”. Si quieres revisar la versión original (en inglés), puedes hacerlo aquí.
En mi opinión, todo verdadero emprendedor/innovador (en sus diversas ramas), debería ser una suerte de polímata por naturaleza. No porque requiera aprenderlo todo como una imposición, sino mas bien, porque su naturaleza curiosa y capacidad de pensamiento lateral, debe llevarle a explorar y adentrarse en mundos de conocimiento de las mas diversas índoles,
Luego, producto de la reflexión y de su accionar, podrá relacionar esos conocimientos de nuevas y diferentes formas, a través de los productos desarrollados pero, sobretodo, por medio de sus reflexiones y aprendizajes en dicho proceso.
Espero que a ti también te ayude a cambiar tu manera de pensar y, si te gusto, me gustaría que contribuyeras comentando y compartiendo mi publicación. También he publicado otros post que pudieran interesarte, así que puedes seguirme para que nuestra comunidad crezca y se nutra.
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Emprender desde casa, ¿por dónde comenzar?
Tiempo de lectura: 7 minutos.
Marzo, 23-2020.
Algunas recomendaciones para quien se inicia en el Home Office.
Los empresarios independientes experimentados son expertos en la gestión de distracciones cuando desarrollan su trabajo de manera presencial, y también remota.
Dado que todos, de alguna manera, nos estamos viendo forzados a desarrollarnos en esto del "Home Office", el emprendimiento desde casa, trabajo remoto, o teletrabajo, hoy quiero compartir contigo algunas recomendaciones y reflexiones a partir de mi propia experiencia al respecto.
A tal fin, las he recopilado y organizado en tres grandes bloques: tú, tu espacio y tu actividad. Así que, sin mas preámbulos, ¡vamos allá!
1. Tu apariencia personal
Es importante que recuerdes que tu eres la cara de tu empresa o negocio. Así que, ¡muestra siempre tu mejor versión!
Vístete para trabajar: aun cuando es muy tentador, trabajar en pijamas no es el mejor hábito, pues la forma en la que te vistes te afecta psicológicamente. Puedes ponerte ropa cómoda (no necesitas vestir de traje y corbata), pero que sea diferente a la que te pones para dormir.
Acostúmbrate a prepararte un desayuno que te aporte energía, y a vestirte para sentirme mejor contigo mismo. Esto, aunque parece banal y sin sentido, es de vital importancia, pues mentalmente te estás diciendo "bueno amigo/a, ¡vamos a trabajar!".
Báñate y cuídate a diario: suena increíble esta recomendación, pero muy pronto descubrirás lo fácil que es descuidar el aseo personal si no sales de casa. Muchas veces, en la creencia de que estamos en casa y no tenemos que interactuar con otros, descuidamos nuestro aspecto personal, y nuevamente nos autoenviamos mensajes disonantes con la disposición mental necesaria para ser productivos. ¡Así que, agua y jabón a diario!
2. Tu área de trabajo
Todo trabajador, incluso el digital, requiere de un espacio donde desarrollar su actividad. ¡Haz que el tuyo te inivte a activar tu energia y actitud emprendedora!
Establece un área de la casa como tu oficina/estudio: Si es posible, no trabajes en la misma habitación en la que duermes. En caso de no poder hacerlo fuera de la habitación, intenta separar visualmente (con algún mueble o estante) el lugar de trabajo del área de dormir
Esta sencilla estrategia te pone , por un lado, en un estado mental diferente, por el otro, evitas que tu habitación termine por convertirse en un “área de desastre”!
Organiza y decora el espacio: Dispón del área de manera que te sientas a gusto en ese lugar. Busca una silla que sea cómoda (de preferencia con apoyo lumbar), añade plantas u objetos que alegren el ambiente y, de ser posible, ubica tu espacio de trabajo cerca de una ventana que te aporte luz.
Intenta tener a mano todos los implementos necesarios para realizar tu labor, a fin de eliminar la tentadora distracción de “salir a buscar” implementos o herramientas.
Crea un lugar donde te puedas concentrar: Además de conseguir que ese espacio sea inspirador, debes tratar de que sea un lugar donde puedas concentrarte, y donde -por al menos unas horas- no seas distraído por tu pareja u otros miembros de la familia. Por ello, también es importante que intentes evitar distractores como Tv, Netflix, RRSS o similares (aun cuando algunas personas crean trabajar mejor con ellos…)
Si tu pareja también trabaja desde casa, es bueno que intenten trabajar en lugares separados, sobre todo si no tienes la costumbre de convivir tantas horas juntos. Aunque estén en la misma casa, se puede -y se debe- respetar el espacio, la independencia y la intimidad del resto de los miembros de la familia; todos por igual.
3. Tu rutina laboral
Si tienes la oportunidad de organizar tu horario a tu antojo, aprende a gestionar tu tiempo óptimamente. ¡Orgánizate y rinde al máximo!
Establece un horario de trabajo: Si, aunque se supone que estas en casa (o precisamente por eso) es muy importante que establezcas -y cumplas- con un horario, tal como si fueras a "la oficina". ¡Si no lo haces, es muy probable que termines trabajando SIEMPRE de más!
Además, ten en cuenta los ritmos naturales de tu cuerpo. Por ejemplo, si eres una persona que rinde más por la mañana temprano, reserva ese tiempo para las tareas que requieran más concentración o creatividad.
Trabaja por objetivos: Planifica y ejecuta tu plan diario de actividades estrictamente, establece pequeñas metas que puedas cumplir, y pequeños “descansos” entre ellas. Listar todas tus actividades y metas diarias, y priorizarla según tus propios parámetros te permitirá ser más eficiente al saber qué debes completar antes de concluir la jornada.
Además, ten en cuenta que a veces hay imprevistos y distracciones inevitables que deben ser resueltas, así que deberás desarrollar la habilidad de reorganizar tus tareas para lidiar con lo inesperado. Conocer tus prioridades te ayudará a organizarte y mantenerte productivamente ocupado, en lugar de desperdiciar tu tiempo en tareas innecesarias.
Evita el modo “multitasking”: Aunque no lo creas, cuando haces muchas cosas al mismo tiempo (por ejemplo, chequear al correo, navegar por internet, etc.) tiendes a invertir más tiempo, a ser menos productivo -menos tareas completadas-, y pierdes el foco.
La mayoría de las veces, el multitasking causa distracción, baja productividad y pérdida de tiempo. En cambio, intenta de enfocarte y completar una tarea a la vez, termínala y muévete a la siguiente. De esta manera, podrás eliminar distracciones innecesarias (tareas innecesarias o menos importantes) y ser más productivo.
Haz saber a tu familia que estás trabajando: Puede parecer que, como estás en casa, no estés ocupado o productivo, y puedas atender asuntos domésticos. Es importante informar a los miembros de la familia cuándo estas trabajando y cuándo estás disponible. Y, aún más importante, cumple tú mismo con el mismo acuerdo.
Establece un código que podría ser: Puerta Abierta = Barra libre. Puerta entornada = Llamar a la puerta para ver si puedo atenderles. Puerta cerrada = No me interrumpan, ¡a menos que se incendie la casa!. Si todos manejan y respetan el mismo código, tendrás mayores posibilidades de optimizar tu tiempo y enfocarte en tu labor y, ¡tendrás más tiempo de calidad para disfrutar de tu familia!
Establece pausas en el trabajo: Párate y sal de tu área de trabajo a tomar un café, un vaso de agua, un "snack" o incluso una merienda. Camina un poco, estírate y relaja tu cuerpo. Es recomendable descansar al menos 5 minutos cada 45 minutos de trabajo, y también puedes cambiar de actividad luego de estas pausas: pasar de una intelectual a una manual o mecánica, y viceversa. ¡Pero no hagas pausas para poner a lavar ropa, fregar los platos o asear la habitación!
No comas ni bebas frente al computador: Aunque suena obvio y razonable, descubrirás que este consejo es una de las cosas más difíciles de cumplir. Aquí aplica el mismo principio del cuidado personal: tu cuerpo y tu mente deben saber cuándo es tiempo de trabajar, cuándo descansar, cuándo comer.
Sal al menos media hora a dar un paseo: Es importante mantener costumbres saludables como por ejemplo hacer deporte, y cambiar de aire de vez en cuando. Además de refrescar la mente, ayuda a tu cuerpo a activarse luego de pasar un buen tiempo sentado y sin mayor actividad. ¡Puedes hacer actividad física incluso desde casa, así que no hay excusas!
Nunca digas a un cliente "estoy en casa": Siempre refiérete a tu espacio como "el estudio", "el trabajo" o incluso "la oficina". Si no lo haces, es muy probable que te encuentres muy pronto recibiendo llamadas y solicitudes laborales en la noche, ¡o incluso los fines de semana!
No trabajes en fin de semana: Sobre la misma línea de lo anterior, así como cumples con tus pautas laborales, cumple con tu tiempo de esparcimiento familiar y de descanso, y emplea tus fines de semana para compartir con tus seres queridos.
Es más, cuando llegue el fin de semana, imagina que tu área de trabajo es foco de contagio de enfermedades, que allí vive un “monstruo feroz” o cualquier otra cosa que te aleje de allí. ¡No entres ni siquiera a limpiar!
No te desconectes: Sobre todo si desarrollas un trabajo en el que no tienes que hablar con nadie, llama TODOS LOS DÍAS a un familiar o a un amigo y charla un rato con ellos. No cuentan los mensajes, no cuentan los correos, no cuentan los chats. ¡LLAMA, HABLA e INTERACTÚA con otros!
Si te organizas, ¡el Home Office puede ser genial!
Trabajar desde casa puede brindarte mucha libertad, y tu productividad dependerá de cómo aproveches esa libertad. Recuerda que la idea del trabajo desde casa es aprovechar el tiempo laboral y compatibilizarlo con tiempo para la familia y otras actividades. Si te organizas y distribuyes tu tiempo entre todo lo que debes hacer, la rutina puede ser tu amiga. ¡Balance y foco son las clave!
¿Agregarías tu alguna recomendación adicional a este listado? De ser así, ¿cuál sería? ¡Me encantaría conocer tu opinión en un comentario a continuación!
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