TARDE TRES MESES EN RECUPERAR MI CUENTA, QUIERO LLORAR :(
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Todavía pienso en ti, aunque cada día menos. Creo que comienzo a olvidarte.
— 25 de noviembre
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Después de todo tú y yo ya solo somos eso, pasado; y no queda nada más que intentar, de alguna forma, aceptarlo.
— 10 de noviembre
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Windward, Sailing in West Cork. Don Meaney Irish, 1900-2000
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g-oldays:
“No” volvió a afirmar con la sonrisa extendida. Le era difícil dejar de hacerlo cuando estaba al rededor del inglés. Una leve sonrisa se le escapa. Había algo en Philip que no sólo le atraía sino que le enternecía al mismo tiempo. “Me encantaría” en general no era de esperar a que la otra persona haga los movimientos. Ella actuaba y esperaba respuestas, positivas o negativas. Pero había algo en él que hacía que prefiriera estar segura. Ladea un poco la cabeza y sus ojos se entrecierran, de manera pensativa “Podría comer algo, sí. Pero debo advertirte, soy bastante quisquillosa” no sería la primera vez que le traería problemas en una cita, por lo que prefería prevenir a lamentar. “Yo te sigo” dicho ésto, vuelve a pasar el brazo propio por debajo del contrario, para poder caminar a su lado. Tal cómo había hecho en la boda. La castaña era bastante confianzuda en cuanto al contacto físico y rogaba que no la rechazaran, en especial él “Oh, sí. También yo. Soy un imán para los resfriados. En el restaurante tuvieron que obligarme a tomarme unos días para descansar” ríe un poco “¿a ti cómo te ha ido? ¿terminaste en cama tú también?”
No estaba seguro si aceptaría, pues era un hecho que ambos se habían divertido la última vez que se habían encontrado y eso no decía que volvería a pasar. En cuanto la joven acepto su propuesta de salir, Philip sintió como se relajaba y dejaba escapar el aire que parecía estaba conteniendo en el pecho. Lo siguiente dicho por la castaña hizo que enarcará sus cejas en forma de sorpresa. No era para menos, ella era chef y seguramente era estricta con lo que consumía. — Que te parece si tú eliges el lugar. — Dijo aunque ahora el brazo de ella estaba sobre el de él. A diferencia de la boda y el contacto que habían tenido había sido incitado por el momento, aquel... aquel era distinto, muy distinto. —¿En serio? — Inquirió al saber que ella también se había resfriado. — Eso esta bien, según me han contado eres un huracán en la cocina, así que un descanso siempre viene bien. — Comentó mientras seguía caminando a su lado, ladeando la cabeza y bajando la barbilla para mirar bien el rostro de la chica. — No, en cuanto llegué a casa me di una ducha con agua caliente, así que evite el resfriado. — Sonrió triunfante. Llego hasta una esquina donde se detuvo, esperando que el semáforo peatonal les diera el paso. — El clima es totalmente impredecible, es por eso que siempre hay que estar prevenidos. — Levanto su portafolio con la mano que tenía libre, mostrando que del extremo de este salía el mango de un paraguas. — ¿Qué le gustaría comer a la señorita?
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g-oldays:
Tenía los ojos casi que clavados en la puerta del recinto y la sonrisa se extiende al ver aquella inconfundible figura salir por la puerta. Con su altura, no era muy difícil de identificar. Al verlo acercarse, mantiene el gesto “Hey” saluda con entusiasmo, sin siquiera fingir que era una sorpresa verlo ahí. Notar cómo se pisa en sus palabras le provoca demasiada ternura “Estoy bien, estaba pasando por aquí, de camino a casa” levanta ambas manos en gesto de inocencia “No te estoy acosando, lo prometo” bromea en referencia a su primera interacción, aunque tampoco pensaba disimular que estaba allí con intenciones de encontrarlo “Me alegra verte a mi también, ¿estás ocupado ahora?” pregunta con genuino interés “Acabo de terminar mi turno y tengo todo el día por delante” comentario que suelta con intenciones de que puedieran hacer algo juntos.
La escucho atento mientras en su rostro se extendía una sonrisa. Bajo la mirada un poco, mirando sus zapatos para contener un poco la expresión. Regreso su mirada a ella. — ¿No? — Inquirió cuando ella comentó que no lo acosaba. Era obvio que no, ¿por qué haría algo así? — En realidad no... — Dudo un poco antes de responder un poco más convencido, ahora más seguro. — No, no estoy ocupado ahora, ¿por qué? — Las siguientes palabras hicieron que sonriera aún más. — ¿En serio? entonces... ¿te... te gustaría tomar un café? — Preguntó con una expresión dudosa, quizá sólo le estaba comentando que estaba libre pero no precisamente para salir con él. Creo que la idea de haber comprado el café, entregárselo y salir de ahí había sido el mejor en su cabeza. — Tal vez... No sé, podríamos tomar algo o comer si es que tienes hambre, yo... no sé. — Nunca era timido o nervioso con las chicas, siempre demostraba cierta seguridad, así que realmente no sabía que carajo estaba sucediendo con él en ese momento. Jamás había sido tan torpe, mucho menos con una chica joven como lo era Alba. — ¿Cómo te ha ido desde la boda? Supe que muchos se enfermaron luego de la lluvia.
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g-oldays:
Aquél día, a Alba le tocaba el turno del mediodía en el restaurant, lo que significaba que salía por la tarde. Esos días iba y volvía a pie, aprovechaba para caminar y airear la cabeza. A la vuelta, decide tomar el camino largo, con la excusa de que quería caminar un poco más y pasa por el frente de la escuela del pueblo. Le resultaba rara, ajena, y tan distinta a la cual ella había asistido, porque claro, se encontraba a kilómetros. Pero no estaba ahí por la nostalgia, estaba ahí porque se quería cruzar con el inglés. Sabía que podía enviarle un mensaje, y proponerle verse otra vez, pero ella siempre había tenido una forma particular de accionar. El terreno era largo, ocupaba casi una cuadra completa, y su paso era lento. El edificio estaba casi vacío a esas horas, sus ojos viajaban por la entrada buscando encontrarse con aquella figura conocida. // @iamchascona
Se había quedado hasta tarde en las instalaciones de la escuela, acomodando algunas clases para mañana y calificando trabajos de sus estudiantes. La mayoría de las veces se tomaba su tiempo y se iba tarde a casa, al fin y al cabo no había nadie esperando por él, así que tiempo era de lo que más disponía. Aún así, esa tarde en especial se apresuro y tomo su maletín, teniendo la idea de que tal vez podría pasar de rápido a saludar a Alba al restaurante, tal vez pasar por un café y llevárselo como pretexto.Lo dudo varias veces antes de darse cuenta de que tal vez no debía presionar la situación para volver a verla. Justo cuando aquel pensamiento terminaba, la figura de una mujer llamo su atención, soltando una sonrisa para sí mismo, percatándose de que era la castaña pasando por ahí. Se apresuro con su maletín y saco en mano hasta llegar hasta donde se encontraba ella. — Hey... Hola. — Dijo con una amplia sonrisa. — ¿Cómo estas? Creí que estarías en el restaurante... Quiero decir, no es que este pensando donde estas la mayor parte del tiempo o asuma que siempre estarás ahí pero... Bueno, quiero decir que me sorprende y alegra verte. — Dijo al fin, soltando un largo suspiro sin dejar de tener una sonrisa en su boca.
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@queenexcelsior
soon…
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