httpslabatalladelosreinos
La batalla de los reinos
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httpslabatalladelosreinos · 3 months ago
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ᴖ᷄ ⍸ ᴖ᷅ 𝗍𝗐𝗂𝖼𝖾⠀⠀𖹭⠀⠀'⠀⠀s⠀⠀ゾーン
you are my first チョイス and my
ファースト thought
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୨ ׅ ׄ ⟡ 🎻 트와이스
the wind of grace have
brought and sowed love
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트와이스 𖹭 you don't know, but
i just wanted to be your 𝗽𝗼𝗲𝘁𝗿𝘆.
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二回 ⁹ ㅤ ( 𝗍𝗐𝗂𝖼𝖾 )ㅤㅤㅤ─ㅤㅤ & ㅤㅤ𝗅ō𝗏𝖾.
let’s meet, two birds at one stone
I love to hear you sing
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소녀의 힘 ♡ 🦢 : 트와이스 ꒱
she’s like porcelain — pearlescent
gorgeously soft to the touch, 아홉.
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httpslabatalladelosreinos · 3 months ago
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Érase una vez, en el reino de Ponyville, donde la magia y la paz reinaban, tres hermanos crecían en armonía bajo la protección de sus padres.
Desde pequeños, había sido el rey Érebo quien se había encargado de inculcarle a sus hijos buenos valores. Ser agradecidos y amables con su pueblo, además de llevarlos todas las tardes a sus lecciones de magia, pues al cumplir la mayoría de edad, sería la naturaleza quien decidiera si eran llamados a la luz, o a la oscuridad; y este queriendo estar prevenido, quería prepararlos.
La hermana mayor, Jude, es una talentosa hechicera con un gran potencial, la persona a la que su padre visualizaba reinando “Sweet Apple Acres” pues creía que iba de acuerdo a la dulce personalidad que esta tenía. Por otro lado, estaba la pequeña de los 3 hermanos, Aoko, a quien su padre había pensando heredar la ciudad principal de todo el reino, canterlot, pues siendo una niña que apenas aprendía sobre hechicería, parecía mostrar grandes habilidades y un futuro prometedor. Y finalmente, el hermano del medio, Sky, a quien su padre había prometido que en cuanto alcanzara la mayoría de edad, enviaría a proteger la ciudad de Cloudsdale, pues aquella merecía a un fuerte y noble caballero que utilizara sus habilidades para combatir el mal y mantener la paz y la armonía.
Los años fueron transcurriendo y la fecha del llamado de sus hijos se veía venir cada vez más cerca, siendo Jude la primera en ser elegida. Había logrado crecer como una de las más fuertes hechiceras, siempre servicial con el pueblo y con su padre, lista para recibir el reino que ella consideraba le correspondía. Pero, para su gran ambición, el reino que su padre ofrecía no era suficiente, ya que ella quería reinar en los 3, pues consideraba que había dedicado varios años de su vida a cuidar y servir al pueblo.
Corrompida por la oscuridad y la ambición, Jude tomó la peor de las decisiones, traicionar a su familia y hacer uso de un poder prohibido que su padre había dedicado todos esos años en ocultar, pues solamente queria lo mejor para sus 3 adorados hijos, aún cuando estos fueran llamados a la oscuridad, él quería que fueran personas de bien. Llena de rabia y rencor, mientras todos en el palacio dormían, Jude se escabulló hasta el santuario de la familia, robando la reliquia que guardaba los peores terrores en el mundo de la hechicería , pues eran en su mayoría hechizos prohibidos que te corrompian el alma. Y así, sin detenerse a pensar esa noche en cuáles serían las consecuencias, el caos y la desolación se desataron en el reino.
Alarmados, la gente del pueblo comenzó a despertar ante el terrible peligro que los acechaba, pues la que parecía ser una linda y tranquila noche, se convirtió en aquella que marcaría un antes y un después. Terribles criaturas comenzaron a emerger del bosque, amenazando a todo aquél que no sé arrodillara y mostrara respeto ante su nueva y única reina.
Totalmente aterrado y desesperado, en un intento de proteger a sus hijos, el rey Érebo tomó a Aoko y Sky, para llevarlos a través de los pasadizos secretos que tenía el castillo, guiandolos hasta lo que parecía ser una salida que daba hacia un misterioso y oscuro túnel. Entre lágrimas, la joven bruja de rubios cabellos rogaba a su padre que les permitiera estar con él y enfrentaran juntos a su hermana, todo mientras que un abatido Sky tiraba suavemente de ella en un intento de alejarla de su padre, sintiendo su corazón acelerado cuando el hombre de oscuros cabellos comenzó a recitar un conjuro que sellaría la puerta frente a ellos y los dejaría en la completa obscuridad.
Tristes y con el corazón en mil pedazos, emprendieron camino a lo largo del túnel, escuchando a lo lejos el sonido de las olas, confundidos cuando después de bajar el camino de piedras que daba directo al mar, encontraron a dos miembros de la guardia real, mostrando respeto a ellos mientras se arrodillaban.
—Su majestad, su padre nos ha dado la orden de llevarle con la bruja del páramo, dijo que es la única que podrá ayudarlos.
Confundidos y un tanto desconfiados de aquello, subieron al bote cuando estos les mostraron un amuleto que conocían a la perfección. Tras 5 días de un largo camino, visualizaron a lo lejos una pequeña isla, encogiéndose en su lugar cuando escucharon un ensordecedor rugido justo detrás de ellos, y una gigantesca figura oscurecia todo lo que se encontraba sobre ellos.
Asombrados ante la aparición de un gran y negro dragón, bajaron del bote mientras recorrían el lugar con la mirada. Todo parecía estar lleno de vida, magia y les brindaba una paz que jamás habían creído tener. Desenvainando sus espadas, apuntaron en dirección a donde los arbustos se movían, quedando estupefactos ante la esbelta figura que se presentaba ante ellos.
¿Sería acaso aquella mujer de la que habían escuchado hablar en los libros que su madre les leía cuando eran pequeños? Pues, contaba la leyenda que fuera de los límites del reino, más allá de lo que alguno se habría imaginado conocer, vivía una bruja de cabellos rosados, como los pétalos de cerezo, ojos azules como el cielo y una magia que ningún otro ser o criatura mágica poseía. Sonriendo, se acercó a ellos para abrazarlos y guiarlos al interior del bosque, camino a su hogar.
—Ha enloquecido, ��verdad? —preguntó la mujer mientras les servía a los jóvenes una humeante taza de té y un pan para cada uno.
Asintiendo, la joven de cabellos rubios le observó con curiosidad, llena de preguntas hacia la mujer.—¿Cómo lo sabe?
Dedicándole una sonrisa, estiró su mano para revolver su cabello y caminar hacia una estantería, tomando un libro entre sus manos y dirigiéndose al comedor, donde ambos jóvenes llenaban sus estómagos.
—Digamos que era parte de su destino. —haciendo una pausa después de un largo suspiro, hojeó el libro que llevaba en manos y sonrió, levantando la mirada para observarles.—Sin embargo, había una mínima posibilidad de que pudiera burlarlo y cambiarlo, utilizar el don que le dieron y reinar en paz.
Confundidos, miraron a la mujer y fue ahora el joven quien habló.—¿Su destino ya estaba escrito?
Asintiendo, dejó el libro sobre la mesa y se cruzó de brazos, observandoles.—Todos tenemos uno, sin embargo, nosotros podemos decidir qué rumbo queremos darle y a dónde queremos llegar con él. A veces puedes burlarlo y tener uno aún mejor del que ya estaba escrito, pero... Si te dejas consumir por el deseo, bueno.
Suspirando, la joven le miró confundida y algo dudosa, preguntó.—¿Aunque fuera llamada por la oscuridad?
Asintiendo, la mujer le guiñó un ojo y sonrió.—Por supuesto, todos tenemos un poco de luz, aún en nuestra inmensa oscuridad, y todos tenemos un poco de oscuridad, aún en nuestra inmensa luz.
Apretando los labios, miró a su hermano un tanto insegura, y suspirando, volvió la vista a la mujer frente a ella.
—¿Ella estará bien?
Volviendo su vista al libro, la mujer sonrió y tarareó una dulce melodía, paseándose por las páginas de aquél libro, leyendo detenidamente.
—Ustedes tienen un gran don, sus padres se encargaron de darles la mejor educación y prepararlos por si esto ocurría algún día.
—¿Nuestro padre ya sabía? —sorprendido, el joven de cabellos negros se puso de pie de golpe y miró a la mujer, sediento de encontrar respuestas a las miles de preguntas que rondaban en su cabeza.
—El destino puede cambiar si hacen bien las jugadas, dime, Sky. ¿te gustaría cambiar el tuyo?
Pasando la mirada hacia la joven de cabellos rubios, la observó detenidamente durante unos segundos y sonriendo, la señaló.—Tienes un futuro prometedor, pequeña. —y finalmente poniéndose de pie, volvió a la estantería para tomar otro de sus libros y girarse a mirar a sus invitados, sonriente y con un extraño brillo en los ojos.—Ella estará bien, la verdadera pregunta aquí es... ¿Están listos para la aventura?
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