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"If feminism hasn't helped us understand that feminity isn't what makes us women, then we haven't understood anything about feminism"

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Sobre la lesbofeminita Valerie Solanas, y su manifiesto SCUM:

https://www.iztacala.unam.mx/errancia/v1/PDFS_1/POLIETICAS6_SCUMMANIFESTO.pdf

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Sobre el Body Positive, Michelle Morales

Más cerca de la libertad estaremos cuando despertemos sin la preocupación constante y fija sobre nuestra apariencia física, y no creo que el body posivity nos encamine a ello. La consigna "todas las mujeres somos bellas" reafirma el valor sociocultural de la belleza femenina.Esas campañas dicen que desafian como la sociedad observa o aprecia el cuerpo femenino, pero en realidad refuerzan que se siga valorando a las mujeres por su atractivo sexual y que éstas sigan depositando su validez en esa apreciación. No es que todos nos vean bonitas independientemente del tipo de cuerpo que tengamos, es que no se nos tiene que ver bonitas para ser apreciadas. Ser hermosa a los ojos de los demás no debe ser una meta. Acabar con esa imposición no es incluir a las mujeres gordas o a las mujeres con síndrome de Down dentro de los parámetros de la belleza, es entrar en razón y afirmar que las mujeres no tenemos que agraciar con nuestra belleza a la sociedad ni pedir disculpas por nuestra fealdad. Lo valioso está en ser mujeres.Cuando una mujer conocida esté insegura por sentirse fea, no la consueles con un: "pero, si eres hermosa", mejor darle fuerza con un: "no le debes a nadie ser bonita". Nos lo han impuesto, pero la verdad es que, la belleza no es una deuda que tenemos que pagarle a la sociedad para ser válidas.

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La Envidia Patriarcal, Ensayo.

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Reflexión sobre el Feminismo Interseccional (2017) de Alda Facio Montejo.

Les comparto una reflexión que escribí ayer.Muchas feministas de distintas edades y etnias pero también de muchas partes del mundo, que no fueron parte de lo que se llama en los Estados Unidos “el feminismo de la segunda ola" y se autodenominan “feministas interseccionales” sostienen que las feministas de los 60s y 70s (las de la 2nda ola) ignoramos por completo la diversidad de las vidas y experiencias de las mujeres, y lo que es peor y más falso, sostienen que era un “feminismo blanco.” Como mujer joven y de color (porque ser latinoamericana me hacía automáticamente “de color” en los EEUU) que participó en los movimientos feminista, contra la guerra en Vietnam, anti imperialistas y anti racista de USA en esas décadas, tanto como en el renaciente movimiento feminista en Costa Rica, encuentro esta acusación no solo insultante sino estadosunidoscéntrica (centrada en Estados Unidos). El feminismo no es una invención estadounidense, ha existido durante siglos, en todos los continentes y culturas donde se ha instalado la dominación patriarcal por lo que si el feminismo blanco existió en esas décadas, no existió solo, siempre estuvo acompañado de muchos otros feminismos. No es correcto suponer que hasta que el término "feminismo interseccional" se produjo en los Estados Unidos, el feminismo sólo se preocupaba por las necesidades y preocupaciones de las mujeres blancas y de clase alta.Pero incluso si quienes critican al feminismo de los 70s por blanco se fijaran solo en la historia del movimiento feminista en los Estados Unidos de esa época, tendrían que reconocer que en el feminismo de la “segunda ola” se encuentran grandes pensadoras feministas negras como Audre Lorde, bell hooks y Angela Davis, y que estas grandes no fueron las únicas mujeres de color que marchamos, escribimos, y construimos movimiento feminista en los 70s.  Es más, fue en 1974 que el Colectivo Combahee River, compuesto por mujeres negras y lesbianas, articuló el concepto de opresión múltiple, criticando tanto el sexismo y homofobia en la comunidad negra como el racismo y homofobia dentro del movimiento feminista más amplio. Ellas lucharon contra lo que sentían eran los males relacionados del capitalismo, el imperialismo y el patriarcado, reconociendo las dificultades que enfrentaban las mujeres negras y lesbianas en sus esfuerzos por organizarse contra sus múltiples opresiones.  Pero el feminismo de los 70s no sólo NO era blanco, sino que también incluía a feministas que luchaban por el planeta y contra el consumismo.  Es más, el término “ecofeminista” fue acuñado por una francesa, Françoise d’Eaubonne en 1974 y en 1977, la famosa ecofeminista africana Wangari Mathai fundó el Green Belt Movement.Borrar las contribuciones de las mujeres de color, las de otras nacionalidades, las ecofeminista, las lesbianas, etc. del movimiento feminista antes del advenimiento de lo que hoy se llama “feminismo interseccional” o de la tercera ola, es hacer exactamente lo que quienes nos critican pretenden criticar: ignorar las contribuciones de la enorme diversidad de mujeres que estuvimos tan activas en esos años, reconociendo sólo las contribuciones, también muy importantes, de las mujeres blancas.  (Las remito al documental “She´s so beautiful when she´s angry” que demuestra visualmente la participación activa de una gran diversidad de mujeres en el naciente movimiento feminista de la segunda ola en USA.)Personalmente me molesta el término “feminismo blanco” que se usa ahora en contraposición al “feminismo interseccional” como si las feministas de muy diversas etnias, clases, nacionalidades, habilidades y sexualidades de la segunda ola nunca hubiéramos existido excepto en la versión blanca, heterosexual y adinerada.  Como si no hubiéramos hecho teoría sobre las múltiples opresiones que enfrentábamos o como si no se nos hubiera ocurrido que el enemigo no era sólo el patriarcado en su estado puro, que no existe, sino el patriarcado capitalista, colonialista y neoliberal.  Me molesta que se llame “nuevos feminismos” a los feminismos que reconocen la diversidad humana y la intersección de opresiones porque llamar “nuevos” a feminismos que estaban muy presentes y activos en los 70s es borrarlos.  Es desaparecer a todas las mujeres no liberales, no blancas, no de clase alta que estábamos activas en esa década. Esa desaparición duele más cuando viene de feministas que parece no han entendido que borrar a un enorme grupo diverso de feministas de la historia nos debilita a todas porque contribuye a difundir la creencia de que el feminismo solo existe en su versión liberal y se reduce a unas cuantas feministas económicamente exitosas como Hillary Clinton o Oprah Winfrey.  Feministas liberales existían en siglos pasados, en los 60s y 90s como existen en el 2017 pero también existíamos las feministas de color, las lesbofeministas, las socialistas, marxistas, pacifistas, hippies, comunitarias, y otro montón de diversidades.  Con esto no estoy diciendo que no haya en el 2017 nuevas expresiones del feminismo, claro que las hay, como el maravilloso feminismo de las mujeres con discapacidad o el de las indígenas que están dándole un sentido más profundo al concepto de “cuerpo-territorio”, pero reconocer estos otros feminismos no debería significar que hay que borrar la verdadera diversidad de las feministas y del feminismo de la segunda ola.