faxwn

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saskker:

Decidió retomar la lectura de su libro una vez que la enfermera se fue de allí, esperando que su presencia aparezca de nuevo en un par de horas. Consumida en su único entretenimiento, los pasos a la lejanía los asocia con aquella mujer e inevitablemente echó un fuerte suspiro. “¿Otra inyección?” supone, sin elevar la vista de su ejemplar. “¿Podría comer antes al menos?” sabe que el suero esta inyectado pero estaba harta de ello y también de estar allí. 

Debía visitar la enfermería de vez en cuando para que tuvieran un mejor seguimiento de la herida en su brazo izquierdo, sujeto en un cabestrillo. No quería molestar a nadie, pero ahí estaba, hablándole como si fuese una de las encargadas de la sala. “No, tranquila. No traigo jeringas” trató de bromear con una media sonrisa. “Lo lamento, no pretendía incomodarte. ¿No hay ninguna enfermera aquí?”

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zckrkevinson:

La observó por unos segundos, sus ojos recorriendo a la seleccionada “Aprecio el hecho de que no me hayas querido interrumpir pero ten en cuenta para la próxima que no eres lo suficientemente importante como para que deje de prestarle atención a mi familia” respondió, dándose cuenta al finalizar de que sus palabras no podían tomarse de buena manera. Pero él ya había llegado a una instancia en la que se encontraba más allá del bien y del mal, y todo le daba igual “Como lo estabas haciendo, tu mirada fija en el exterior mientras pretendías ignorar a todos los demás. ¿Eras actriz antes de formar parte de este evento? Porque te iría bien en dicha carrera”

Entrecerró sus párpados al escucharle, sintiendo cierta molestia por el comentario impropio, más no queriendo darle el gusto de que aquello le alterase lo suficiente. Planteó una respuesta adecuada tras meditarlo por unos segundos. “No se trata de ser egocéntrica, Alteza. Sino de educación. Me enseñaron a no interrumpir conversaciones ajenas. Pero para ser mi presencia ínfima para usted, bien que se ha parado a reprochar el estar a distancia” aparta entonces sus pasos de la ventana, para encararle de frente. Actitud tranquila y serena, seria y solemne. “Parece ser que para usted existen maneras diferentes de ver la vida a como lo hago yo. Para mi es admirar, no mirar con dramatismo” dejó que su mirada viajase a las orbes ajenas, preguntándose el por qué de su actitud, más sin decir nada realmente. “¿Le parece que estoy actuando? ¿Solo porque a usted le gusta contradecir cada una de mis acciones? Creía que los actores efectuaban un personaje. Yo no actúo como nadie más que mi misma. Si eso le disgusta entonces podemos dar por finalizada la conversación, no quiero incomodarle mucho más de lo que parezco estar haciéndolo ahora mismo” hablaba desde el respeto y la educación, sin un solo gesto de culpabilidad, pues ella misma sabía que nada malo había hecho.

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Madelaine Petsch at the iHeartRadio Awards, 2018

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urixhschrv3:

Niega, como quien le quita importancia al asunto, después de todo es casi grato o de alivio tener al lado algo más que los rostros ojerosos, preocupados y vacuos de los cercanos a la familia real por el porvenir y salida de aquel hoyo actual. “Bien, algo cansado, gracias” responde, lo mismo que le ha dicho a ella es lo que le ha dicho a cada individuo, una lección aprendida de memoria. Se sirve un vaso de agua, respondiendo al pedido de la garganta. “Puedes entrar si quieres” apunta a silla cercana, no queriendo que la contraria siga en posición de pie dado el estado contrario. “Habrá un comunicado oficial en unas horas desde Angeles en realidad” carraspea, o al menos eso ha sido lo organizado junto a la provincia de estadía de la selección, uniendo informes para el público curioso y preocupado. “Mi madre está mejorando, sólo que… hay que ser precavidos” encoge sus hombros, y hasta ahí se permite a su boca mencionar, quizá demasiado aferrado a la privacidad del núcleo familiar, quizá simplemente porque no es un tema que desea tocar en profundidad, no creyéndose en condiciones. “¿Te llevas bien con Aedan, verdad?  ¿Le has visto?” es una manera implícita de preguntar sobre el estado de su hermano, por supuesto.  

Agradeció el ofrecimiento, entrando precavida hasta situarse en una de las sillas frente a la mesa del príncipe heredero, observándole con atención conforme las palabras abandonaban los labios masculinos. Realmente le preocupaba el estado de salud de los monarcas. "Espero que todo salga bien, seguro que mejora Alteza..." o eso quiere creer, no se ve capaz de hacer falsas promesas cuando ni ella es consciente de la gravedad de la situación, pero internamente reza porque se mejore, tanto la reina como aquellos que fueron heridos en el ataque. No puede evitar recordar la pérdida de aquella seleccionada, lo que le obliga a bajar la mirada con cierto aire melancólico. "¿Eh?" Eleva entonces la vista, sorprendida por aquella pregunta. "Sí... supongo" o al menos tienen una relación cordial. "Sí, me dijo que se encontraba bien. Le vi físicamente bien, aunque parecía distraído con otras cosas. Supongo que es normal, estará preocupado por lo sucedido" quiere suponer, pues no ha hablado mucho acerca de ello con el de hebras áureas. "¿Qué hay de usted, Uriah? Sé que no hemos vuelto a coincidir demasiado desde lo del Orfanato, pero si necesita algo..."

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henakaur

“¿Está… Está segura que puede sola?” Prefiere preguntar primero antes de acercarse y quizás asustar a la muchacha, pero a juzgar por lo que veía parecían acciones algo ‘difíciles’ por el vendaje de la pelirroja. “No me importaría prepararle el té. ¿De qué le gusta?”

Mentiría si dijera que no le costaba hacer las cosas con una sola mano, pero no quería verse como una patosa inútil y trataba por todos los medios de hacerlo lo mejor posible. “Quisiera poder decir que sí, pero...” se arrepintió cuando abrió la alacena y extendió su brazo sano, comprobando que no llegaba a por las bolsas de té. “No llego. ¿Podría alcanzarme la silla? No, no. No me sentiría bien viéndola prepararlo por mi. Tengo una mano sana” medio bromeó, restándole importancia al asunto.

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raiserlin:

“Oh, dios, ¿qué te ha pasado?” no puede evitar preguntar en cuanto la pelirroja cruza el umbral de la puerta. Por suerte, la de cabellos áureos ha tenido la suerte de salir ilesa. Los consejos de los guardias y príncipes de buscar los refugios con rapidez fueron útiles. “Yo estoy bien, perfectamente de hecho” no puede mentir, pues su estado de salud se encuentra en perfecto estado, ningún rasguño/herida marca su piel. “¿Pero cómo estás tú? No parece que eso vaya a curarse en poco tiempo” muerde el labio inferior, no es experta en lesiones pero a simple vista puede hacerse una idea de la gravedad.

“Nada grave, parece más de lo que realmente es. Una bala de goma” resta importancia al asunto, más allá de un morado enorme y una cicatriz ligeramente sangrante que quedaba como recuerdo del golpe, dado a que ella tenía la piel muy blanca y la distancia fue más cercana de la deseada. “Me alegra saber que estás bien. De hecho sí, no te veo ningún rasguño” sonrió aliviada de encontrarla en tan buen estado. “Ah no creas, se curará pronto, ya verás. Soy una chica fuerte” elevó el puño en alto como si aquello demostrara su valentía.

[faxwn]

I had all and then most of you, Some and now none of you. Take me back to the night we met.

I don’t know what I’m supposed to do, Haunted by the ghost of you. Take me back to the night we met.

[faxwn]

¿Pensamientos sobre Aedan?

Es un buen hombre, aunque no muchos vean en realidad cómo es por dentro. Un buen príncipe y una gran persona. Pero tiene otros pensamientos y sus intereses no recaen en la Selección... Al menos no en mí. Creo que iba siendo hora de darme cuenta de ello.

[faxwn]

hh por quienes te preocupaste mas durante el ataque?

Todos, pero especialmente: Levi, Helena, Andy, Devan, Aedan… Annabelle me ayudó así que fue más fácil estar tranquila. Nuevamente, creo que no fue recíproco.

[faxwn]

octxviusr:

En la obligación se vio de entrecerrar sus ojos para enfocar mejor, pudiendo visualizar la figura ajena y el error propio al confundirle con una de las empleadas médicas. —Aparentemente los sedantes me han afectado más de lo que creía.— Burla hacia la propia confusión, efímero y tonto intento de disipar cierta porción de las tensiones que se respiraban en el lugar. —Me dispararon.— Simple y sencillo, labios formaron una fina linea esperando no ahondar más en el tema. —Tú no luces muy bien tampoco.— Atención fijada en el brazo de la seleccionada, la mañana trayendo consigo todas las consecuencias del ataque. 

No puede evitar extender su mano y posicionarla sobre la de él en un intento por transmitirle su ánimo y cariño, apartándola pocos segundos más tardes. “Lo lamento mucho, ¿estás mejor?” no sabía si era la mejor pregunta que podía hacerle pero es lo que sentía. “Bueno, estoy mejor que tú. Al menos puedo caminar” trató de bromear, dejando claro que él se encontraba en la camilla quejumbroso y ella podía pasearse por Palacio. “Pero si quieres puedo buscar a algún médico o enfermera y preguntarle si me deja acompañarte a dar un corto paseo. Te podrías apoyar en mi si lo necesitas.”

[faxwn]

zckrkevinson:

Se quedó mirando su teléfono por lo que se sintieron horas pero sabía que fueron solo segundos. Había algo que tenía en perfectas condiciones y eso era su vista. Había visto a la pelirroja pasar durante su conversación. Movió sus orbes hacia ella, parada junto a la ventana como hacían en las películas “¿Acaso te gusta escuchar conversaciones ajenas mientras miras dramáticamente por la ventana?” preguntó sarcástico, guardando su móvil y acercándose a la contraria, a la cual reconoció del ataque.

Sabía que él estaba allí, pues le veía de soslayo, a pesar de que su mirada estaba fija en el paisaje externo. Pero él se dio la vuelta y capturó su figura, así como su presencia, esa que intentaba pasar desapercibida. Su mirada voló en dirección al de oscura cabellera. “No escuchaba su conversación” comenzó su explicación. “Pero me parecía de mala educación pasar por su lado e interrumpirle, entonces sí podría parecer que le escuchaba” pues ella creía haber interpuesto una distancia considerable entre ambos para no ser muy consciente de lo que conversaba el contrario. “¿Y cómo se supone que se mira dramáticamente por la ventana?”

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aedanschreave

Extraña culpabilidad se cierne sobre él cuando repara por completo en la situación en que se encuentra la pelirroja, observando atento el brazo que reposa en el cabestrillo, producto de alguna herida que aún desconoce. Culpa que no debería cargar, lo sabe, mas no puede evitar sentir que él, junto con su familia, guardan una porción de responsabilidad por lo que ocurrió en palacio. Quizá si hubieran contratado a otras personas, si hubieran contratado a más guardias… Se obliga a apartar la mirada, fijando la atención en un punto en la pared contraria, antes de volverlo a la joven. —Estoy bien,— respuesta automática, una que ha pronunciado más veces de las que debería. ¿Cuántas personas lo habían preguntado y todos obtenían la misma respuesta? Era claro que no estaba bien, ninguno de ellos lo estaba, con la preocupación por el estado de su madre presente en cada segundo del día, y el desolado panorama que se presentaba en el palacio desde que el recuento de los daños se realizó. —¿Qué te pasó?— busca desviar atención de su propio estado hacia el verdaderamente preocupante, mientras señala con un gesto de su cabeza el brazo de la pelirroja. 

Es perfectamente consciente de cómo el rumbo de su mirada viaja en cualquier dirección que no sea ella. Aquel detalle le hace sentir un malestar que no quiere pronunciar, manteniendo la compostura para no preocupar al príncipe. Pero poco a poco empieza a darse cuenta de ciertas cosas, de la realidad en la que se encuentra y eso le hace pensar más las situaciones. La respuesta obtenida por parte del hombre le hace bajar la mirada, con cierta pesadez, ya que parecía molestarle la pregunta, cuando solo quería saber de su estado, preocupada como se había encontrado desde el principio del ataque, preguntando por él, preocupada en todo momento, queriendo saber dónde estaba y cómo se encontraba, pues no le había visto. En cambio... no parecía que el interés fuese agradecido. “Me alegro” responde de la misma manera que él, automática, aunque quizá con un tinte más serio que el anterior, dejando atrás el rastro de tristeza e intranquilidad. “Nada serio. Una bala de goma. No es grave, en un par de días puedo deshacerme del cabestrillo” explicó, con calma, siendo ésta vez ella quien no le observa, para simplemente mantener su atención en el brazo herido. “Bueno... supongo que tiene cosas que hacer, no te interrumpo más” hace un movimiento con la cabeza a modo de despedida, haciendo ademán de dar media vuelta para marcharse. Debía tener muchas preocupaciones en mente como para reparar en una conversación amena con ella. Sabía que estaba estorbando, que él tenía cosas más importantes que hacer y ella no iba a molestar.

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hh mejores amigxs en el Palacio?

Levi, Andy, Helena, Annabelle. Aunque no sé si sea correspondido.

[faxwn]

REBLOGUEA SI QUIERES PARTICIPAR DE UNA HONEST HOUR.

recuerden enviarse entre todos.

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Endless gifs of Cheryl Blossom (7/∞)

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aedanschreave:

@faxwn

No es la primera vez en el día que piensa en que debería de darse media vuelta y evitar encontrarse con personas que no tienen la culpa de su actual estado anímico. Fawn no es una de las responsables, y lo sabe. ¿Cómo podría serlo? No está seguro de que sea una buena idea el charlar, cuando está susceptible, quizá más que de costumbre, y lo peor de su personalidad tiene tendencia a salir a la luz. Sin embargo, llama su atención la herida en la seleccionada, y reacciona tensándose, desde la línea de sus hombros hasta su mandíbula. Odia todo eso. Toma una respiración profunda, antes de terminar por acercarse a la pelirroja, orbes descendiendo por el menudo cuerpo en búsqueda de alguna otra herida. —¿Estás bien?— 

Mirada perdida a través de los mensajes recibidos en su teléfono móvil, ese que su doncella Sallie le había dado con la intención de calmar las preocupaciones de sus familiares en Bonita, tras el ataque acontecido en los días pasados. Un suspiro pesado abandonó sus labios cuando seguía leyendo las infinitas quejas acerca de lo sucedido y lo mucho que deseaban que regresara a su hogar, donde según ellos estaría más ‘a salvo’. Por supuesto que no quería discutir aquella plegaria, así que optó por dejarlo estar y dar por finalizada cualquier tipo de conversación en pro a ese asunto. La voz masculina sacó de sus pensamientos a la pelirroja, quien mantenía el aparato tecnológico entre sus dígitos derechos, dado a que el brazo izquierdo se mantenía sostenido en un cabestrillo obligado por los médicos. “Aedan...” su voz tornó entre sorprendida y aliviada de verle bien, pues desde su encuentro en el ataque y que le obligó a ponerse a ‘salvo’ (pero ella por supuesto pareció meterse en líos, dado el resultado de la bala de goma) no había sabido más de él. Guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón y se acercó a él, esbozando una sutil sonrisa, tratando de aliviar la preocupación que asolaba la faz del rubio. “Sí, estoy mejor. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo te encuentras?” no quería ir detrás de él a incomodarle si se encontraba descansando, bastantes problemas tenía como para sumarle ella uno más. 

[faxwn]

zckrkevinson:

¿Estaba bien que, ya hecho un adulto, le haga berrinches a su madre por el teléfono? Porque era lo que estaba haciendo. Claro que salió perdiendo. Sus argumentos no fueron lo suficientemente fuertes como para ganarle a la lengua de su progenitora, cada uno de ellos volviéndose en una razón más por la cual él se debía quedar en Illéa “No, pero ma…” fue lo último que llegó a decir, ignorando al resto de las personas presentes y subiendo un poco su voz. Quizá gritando su mamá lo escucharía, pues del otro lado de la línea habían finalizado la comunicación.

No le gustaba escuchar conversaciones ajenas, pero fue mera casualidad que pasara por el pasillo justo en el instante que el moreno se encontraba conversando. Pasar por su lado como si nada quizá fuese demasiado llamativo e interrumpiera la charla, por lo que optó por esperar en la distancia, a espaldas de él, con la esperanza de no molestarle y optar por seguir su caminar cuando él finalizara la plática. Cuando le pareció ver que había finalizado aquello, dudó si continuar caminando o dar media vuelta, pero necesitaba ir a la enfermería para que echaran un vistazo a su brazo herido, aún en cabestrillo por obligación médica. Prefirió ladear su mirada hacia la ventana contigua, justo a su derecha, para observar a través del enorme cristal el bonito paisaje. De esa manera pasaría más desapercibida hasta que el contrario se moviera del lugar.