exenterizo - Tumblr blog

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     { Este blog ya se murió, bai. }

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eritrina‌:

sanguex‌:

caeliuris‌:

@sanguex | @eritrina | @exenterizo

     – No me voy a enojar, en serio. Solo quiero saber quien fue el tan considerado individuo que aposto y perdió mi saco nuevo. Eso es todo – alguien morirá hoy, oof.

   — Mira, si me apuntas como sospechoso, olvídate de eso. — Él era del tipo que gustaba tomar las pertenencias de otros (a menos que fuese necesario) y que Luca estuviese buscando culpables daba mucho que esperar; nada bueno saldría de aquí. — Interroga a Chris, solo diré eso. 

– Eh… – sabía que eso de que no se enojaría era una mentira total y que el castigo del responsable sería dormir a la interperie por el tiempo que su alteza escogiese. Pero no tenía nada que temer, él no era el responsable. – Non, yo no fui. – un argumento convincente.

      — No vayas acusando a la gente sin tener pruebas, Ray — Al menos eso era lo bueno de perder en las apuestas; no quedaba nada que pudiese probar que él, en efecto, había perdido el objeto en cuestión —. Además, solo es un saco. El chiquillo del dinero puede comprar todos los que quiera, ¿No?

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S t a r t e r     C a l l    ~    ✨

      { You know how it goes. }

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      — ¡S-Solo quería hacer algo que combinara con la fecha! — Ups... ¿Habría hecho algo mal? Aunque Hiroki no parecía molesto ni nada por el estilo. ¿Debió acaso optar por regalarle un ramo de flores este año?

      Sea como fuere, prefirió esconder su intenso rubor en el hombro contrario mientras le envolvía en un abrazo y gruñía despacito. Estaba agradecido de pasar estas fechas junto a él una vez más.

    @exenterizo

     — ¿Esos son chocolates? Tatsuya, no somos adolescentes ya. Pero feliz San valentín para ti también. 

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      — concHETUMARE

               @sanguex

     — Anda a dejar esta weá allá, weón… 

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               @sanguex

     — Anda a dejar esta weá allá, weón... 

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S t a r t e r     C a l l    ~    ✨

      { You know how it goes. }

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                @caeliuris

    — Al fin libres... Creí que nunca terminaría.

      — Dime, ¿Fue idea mía o aquella reunión fue un poquito incómoda?

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adrislegacy ha respondido a tu publicación “S t a r t e r     C a l l    ~    ✨       { You know how it goes. }”

-patea su puerta- hola solo vengo a saludar bye <3 (?)

      { Te perdono porque te quiero }

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S t a r t e r     C a l l    ~    ✨

      { You know how it goes. }

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sanguex‌:

     No se sentía traicionado ni mucho menos decepcionado, solo confundido y sin saber cómo actuar al respecto; esto de verdad le conmocionó…pero no en el mal sentido, solo no podía entender el cómo sucedió todo esto; los secretos, evasión de información personal y el hecho que ambos eran enemigos. Inclusive si ambos estaban enamorados, el haberse encontrado de distinta manera, sin saber la historia del uno al otros era una confianza…que no pocos poseían y ellos habían decidido quemarse las manos y aventurarse en algo casi prohibido, como enamorarse y esconder información; era como si estuvieran traicionando a su propia familia. Había decidido en guardar silencio, solo quería escuchar lo que Seonggi tenía que decir, él había decidido en no interrumpir; de verdad no quería arruinar nada con sus palabras y por ende, prefería escuchar y entender todo, digerir. 

     Quería volver a lo que una vez fueron, a esas tardes llenas de charlas y risas; donde nada importaba y lo que sí importaba, eran ellos dos y nadie más. Un suspiro se ahogó y para su sorpresa, no supo reaccionar una vez el contrario soltaba su espada, ese sonido metálico aún retumbaba en el salón de su castillo. Había entendido una cosa: Seonggi no quería derramar sangre y compartía lo mismo, mas no sabía que hacer en ese preciso momento. Con duda en su rostro, sus acciones fueron apretar con mucha más fuerte la espada que él portaba, estaba demás decir que su cuerpo comenzaba a temblar y de manera gradual; odiaba ser en parte inseguro, siendo que su único deseo era terminar esto y sin llegar a la violencia.

     — Sabes que nunca podría odiarte. — Se sentía raro el ser mirado una vez más, de forma directa y casi decidida. — Tampoco quería involucrarte, siendo que los reyes son de una ideología diferente a la de los demás. De haber sabido, no dudaría en protegerte y aunque fueses normal, igual lo haría. Eres importante para mí. — Mencionó con cierto nudo en su garganta, a veces maldecía el ser tan emocional en momentos poco adecuados. Trató de mantener la calma y de pensar en un plan para que ambos terminases beneficiados, huir no era una de esas. Sin pensarlo mucho, SangKyu desvió la mirada y sus pasos para dejar la espada justo la lado del trono de sus padres. 

     – Yo no puedo hacerlo. No quiero herirte…deberías huir antes que alguien llegue.

     No sabía qué más hacer ya. Su decisión ya estaba hecha, si, y no empuñaría arma alguna contra su reino ni seguiría las corrientes traicioneras de aquella guerra, pero aun así... Debía haber algo más que les ayudase. No sabía si sería posible seguir viéndose como siempre lo hacían, no tenía idea siquiera si volverían esas charlas amenas en las que no importaba que los dos fuesen príncipes de reinos enemigos. No tenía idea si podría vivir por última vez como una persona normal y corriente, si podría compartir con otros chicos, si podría enamorarse de quien él escogiera... Y lo peor, es que ni siquiera sabía si Sangkyu podría hacer lo mismo. 

     Y es que sabía que todo esto, si ya era difícil para él, lo era más para el príncipe carmesí, y es que era esa personalidad preocupada y amable que tanto le encantaba la que ahora le jugaba una partida en contra y le lastimaba al hallarse frente a la verdad y ser consciente de lo que debía hacer ante ella. Mas su siguiente movimiento, aunque le sorprendió, logró traer algo de calma a su propio pecho al poder ver que el chico feliz y gentil que conoció en aquel parque y que poco a poco se hizo tan importante para él seguía estando allí a pesar de todo. 

      — Sangkyu...  — Fue lo único que pudo mencionar al ver que el joven dejaba su propia espada a un lado de ambos tronos, dejándole en claro que tampoco sería partícipe en aquel  conflicto ni derramaría una sola gota. Ahora, más que nunca, estaban juntos en esto. Y ante esa idea, a pesar de las advertencias contrarias, corrió hacia el príncipe para abrazarlo con fuerza; feliz de que aunque sus reinos fuesen rivales, ellos seguían siendo esos mismos chicos que platicaban sin cesar en una banca cualquiera, entusiasmado con la idea que, quizá en un futuro lejano, ellos serían la clave para acabar con todo este desastre. Pero, sobre todo, aliviado de saber que Sangkyu no le odiaba.

      — Tú también lo eres — Replicó escondiéndose en su hombro, sonriendo a pesar que el nudo en su garganta amenazaba con seguir creciendo —. Eres igual de importante para mi. Me gustas, sin importar nada más. No lo olvides.

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corvittae‌:

Kirot no estaba preparado para la amalgama de emociones que recorrería todo su ser en cuanto, por sorpresa, sentía que los labios ajenos le devolvían aquel contacto que tanto había añorado por parte del contrario, y es que su orgullo era tan grande anteriormente que llegaba a cegarlo completamente de lo que realmente quería hacer o decir… pero ya no más, con su simple acción, todo lo malo entre los dos había quedado enterrado en el pasado, y era esto algo que en el fondo lo hacía feliz. Sumamente feliz, si era sincero consigo mismo de una buena vez en su longeva vida.

    Su diestra, la cual acariciaba hace unos segundos la suave mejilla contraria, ahora se hallaba sosteniendo la nuca ajena para así poder mover su rostro suavemente, de manera que así podía guiarle mientras el contacto de ambos durase; algo que esperaba que durara mucho más de lo que sus pequeños pulmones humanos se lo permitiesen. La mano que había quedado libre a un lado suyo no se quedó sin hacer nada; esta subió hasta aferrarse delicadamente alrededor de la cintura ajena mientras que con su cuerpo se inclinaba más y más sobre el del tembloroso caballero que parecía derretirse debido al calor que emanaban tanto la fogata frente a ellos como lo que compartían en ese instante, algo que se iba profundizando cada vez más hasta que el cuerpo de Kirot quedose completamente sobre el ajeno y sus labios, ya huyendo de los contrarios por la falta de oxígeno que sus pulmones furiosos demandaban, se hallaban articulando pequeños jadeos.

  Le tomó un poco de tiempo poder volver a reaccionar luego de aquello, y lo primero que pudo hacer estando ambos en esa posición fue sonreirle tiernamente, algo que, según Kirot, era digno de atesorar, ya que él no solía sonreirle de esa forma a cualquiera, por lo que esperaba que Symond entendiera el mensaje de que ahora él formaba parte de los tesoros que con su vida protegería… ¿o quizá ya desde hace tiempo lo hacía y solamente necesitaba demostrarlo y convencerse a sí mismo de que era así?

     Quizá la sonrisa en su rostro sería su respuesta a las propias interrogantes que salían a flote en su mente.

      Sentía que su pecho iba a estallar en cualquier momento. Su cabeza daba vueltas incapaz de hilar cualquier otro pensamiento más allá de aquel tibio abrazo, de ese agradable cosquilleo recorriendo sus hombros al sentir la mano ajena en su nuca guiándole, de ese calorcillo que seguía creciendo y creciendo en su pecho mientras se dejaba llevar por aquel beso. Y es que aun cuando su aliento comenzaba a fallarle, aun cuando sus manos no hallaban qué hacer y tan solo subían con timidez hasta rodear el cuello ajeno, no quería que nada de eso terminara. 

     Un ligero quejidito, causado por sus mismos nervios, se ahogó entre ambas bocas al sentir aquella mano en su cintura y el peso del cuerpo ajeno inclinándose sobre el suyo, y ante ello no quiso hacer más que dejarse inclinar sin oponer resistencia y entreabrir sus ojos apenas un poco, encontrándose con el rostro del dragón pintado del mismo rosa brillante que teñía sus propias mejillas. Esa misma calidez relajante que le envolvía cada vez que dormía junto a Kirot era lo que sintió durante los instantes en los que duró aquel contacto, mezclada con una sensación completamente diferente a cualquiera que hubiese experimentado a lo largo de su vida, la misma que al parecer hacía latir su corazón con fuerza y causaba que sus dedos temblasen ante la sola idea de estar así, tan cerca de él.

       Mucho no hizo luego de sentir los labios ajenos tomar distancia, salvo inclinarse un poco hacia el rostro impropio por pura inercia al no querer separarse del beso; se sentía flotando en una nube tan tibia que no tenía ánimos de regresar y tocar tierra. Mas le bastó pestañear un par de veces y observar la expresión contraria para volver a la realidad y reaccionar ante lo que acababa de pasar. Allí, recostado bajo el dragón, su respiración agitada y sus labios aún tibios, observaba sorprendido y sin palabras esa brillante sonrisa que el contrario le dedicaba, sonrisa completamente diferente a otras que antes le dedicó, sonrisa que en un instante se convenció de que debía atesorar como nada en el mundo. Inclusive en la penumbra de la noche y siendo su única lumbrera la fogata encendida a unos metros de ambos, esa expresión tan cálida era lo suficientemente clara para hacer que su corazón brincara y su rostro enrojeciera por completo, y por ello no halló más que desviar la mirada y cubrirse con sus brazos de manera que el dragón no notase la vergüenza que ahora le invadía. 

      — Uhm... Ah... Yo... — No tenía idea alguna qué decir. Y esperaba que Kirot no quisiera descubrir su rostro, o le atraparía sonriendo como idiota.

Kirot: *le lame una mejilla al Symond para limpiarle una sobra de comida(?*

      Muchas cosas había descubierto sobre el dragón desde que él y el hechicero se unieron a su viaje, cosas que de vez en cuando le hacían sentido y otras no lograba comprender en absoluto. Mas habían algunas costumbres ajenas que solían tomarle por sorpresa, y es que era difícil mantener la compostura al notar a esa figura alta y de cabellera azabache acercarse tanto solo para lamer su rostro. ¿Era necesario acaso que estuviese en su forma humana? Por alguna razón, verle así le hacía sentirse mucho más nervioso…

      — So-solo tenías que avisarme, ¿Sabías? — Al menos la penumbra de la noche y la tenue luz de la fogata ocultaban el rubor que subió a su rostro casi al instante; con algo de vergüenza se talló la otra mejilla para limpiar cualquier posible sobra que aún quedase cerca de su boca. Gesto que quedó en vano, puesto que el mismo nerviosismo hizo que devorase su comida con más rapidez manchando su cara más de lo usual. ¿Por qué le pasaba esto a él?

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sanguex‌:

    Le era bastante gracioso el ver cada expresión que el contrario demostraba, en especial cuando se dejaba caer hacia un lado; él era interesante y de verdad no podía despegar su mirada, estaba demasiado embelesado. Una cálida sonrisa se asomó en su facciones al instante que escucho las palabras contrarias, esa era la satisfacción que necesitaba una vez ayudaba a alguien; sí, le gustaba ayudar cuando alguien realmente lo necesitaba y es que así fue educado.  

     — Quizá ya esté de mejor humor una vez vueltas a casa. — Trató en transmitir, sabía que no todos lo padres eran iguales y valía un poco la pena pensar en positivo  Su rostro de un rato  otro se torno en sorpresa al oír su propuesta, vaya, no creía ser invitado de esa manera. — Claro, pero…¿Conoces algún lugar que valga la pena. No suelo conocer mucho por estos lares y temo ser aburrido para tu gusto. 

      No se sentía en esa clase de confianza con demasiadas personas, por no decir ninguna; la mayoría de los que le rodeaban solo se mantenían cerca suyo por los beneficios que les traían el hallarse en un círculo de seemjante prestigio. Pero el hallarse junto a Sangkyu y hablar de esa forma tan despreocupada y sin protocolo alguno le relajaba de verdad. Agradecía la compañía ajena, y en su corazón esperaba hacerse más cercano a él conforme pasara el tiempo. 

      — Bueno... A decir verdad, tampoco conozco mucho por acá — Bromeó en un intento por esconder la verdad, y es que todo el mundo le reconocería si iba de esa manera paseándose por la calle —. Pero hay que verle el lado bueno, podremos conocer lugares nuevos juntos. ¿Qué dices? — ¿Sería buena idea visitar alguno de los reinos vecinos para así pasar desapercibidos?

[exenterizo]

      — Wow, entonces de verdad hay libros de cualquier tema... — Con cierta intriga comentó al observar aquellas páginas que no se habría animado de observar por su cuenta de no haber sido iniciativa de Iosif. Y es que no era el tema en sí lo que le avergonzaba, sino el hecho de que su propia mente comenzaba a correr por si sola ante cada detalle que leía en aquel libro; imaginándose a él en aquellos escenarios tanto con el hechicero como con el dragón... Eso, hasta que su acompañante le interrogó de la nada e hizo que el rubor que cubría sus mejillas se extendiera por toda su cara. 

      — ¡Si! ¡E-es decir, no! ¡Que diga...! — Trató de hacer clara su respuesta mas sin muchos resultados, cubriendo su rostro al menos hasta que consiguió respirar hondo y disipar los repentinos nervios. Al fin y al cabo, ahora tenía mucha más confianza con Iosif como para hablarle de esas cosas, no había razón para avergonzarse... ¿Cierto?

       — Bueno... Cuando tú y Kirot se besan, pareciera ser todo tan natural... Sin nerviosismo ni nada de eso. Y pensé que en ese libro quizá había algo para... Uhm... — De la nada, fue incapaz de terminar su oración; ¿Por qué de la nada no podía armarse de valor y decirle que también quería compartir besos así? ¿Por qué se le hacía tan difícil de pronto lidiar con lo que sentía?

      — Yo... Olvida lo que dije. — No halló nada mejor que abrir cualquier otro libro que estuviera a su alcance y ocultar su rostro sonrojado tras el mismo mientras fingía sumergirse en la lectura, sin siquiera darse cuenta que aquella distracción sería poco efectiva al estar sosteniéndolo al revés.

"Is this a kissing book?" { Symond a Iosif porque dsadsasd }

Kiss sentence starter

@exenterizo

      — ¿Nunca viste alguno? Bueno…son algo anticuados ¿Por qué enseñar a besar? eso nace de uno y con el tiempo le agarra practica. — Río con suavidad mientras ojeaba dicho libro y todo con la compañía del contrario. Symond lucia bastante confundido y avergonzado como para seguir leyendo. Entendiendo esa incomodez, Iosif cerró el libro y le miró de reojo, esperaba eso fuera de ayuda. — ¿Interesado en los besos, Symond? — A ver como reaccionaba ante esa sencilla pregunta, aunque igual escondía intenciones ocultas, solo esperaba que su indirecta surgiera efecto.

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sanguex‌:

    — WEÓN DÉJATE DE HABLAR COMO MUJER. 

      — ...

     /sass snap 

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sanguex‌:

     — Sí, ¿cierto? — se pinta los labios porque sí (?) — pintate más el hocico weon. 

     — Si po’ niña.

       — No, y más encima ¿No y tu mamá? Es una borracha culiá...

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               @sanguex

      — Weona, qué brutal...