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[entremialmohadaymisoledad]

Pecado sería no caer, si la tentación eres tú. Eres mi debilidad más dulce, la tentación que susurra mi nombre. No puedo resistirme, y aunque el mundo diga que es un pecado, sé que caer en tus brazos es el único destino que deseo.

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Día a día aprendo de ti, que los besos también se llevan en la piel. Cada beso tuyo es una marca que llevo en mi piel, una lección de amor que se queda impregnada en mi ser. No solo los labios pueden besar; tus caricias, tus suspiros, cada roce tuyo es un beso que mi piel recuerda.

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Te acariciaré los sueños y me robaré tus besos. No esperaré hasta verte para demostrarte mi amor; Esta noche entraré en tus sueños, te acariciaré suavemente y me llevará cada uno de esos besos que se esconden en tu subconsciente.

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Eres el silencio de los besos que se dan con la mirada. No necesitamos palabras, ni siquiera el roce de nuestros labios; en tus ojos, veo el deseo contenido, las caricias ocultas, los besos que se escapan en cada mirada intensa que compartimos.

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Mis noches e insomnios están llenos de ti. No sabes el desorden, el abanico de emociones que provoca en mí al pensarte, al soñar contigo. Cada noche, cuando cierra los ojos, tus recuerdos inundan mis pensamientos. Mi mente se convierte en un torbellino de emociones, donde el deseo y la ternura bailan juntos, creando un caos dulce que no quiero ordenar.

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Verte es un soplo de vida, tú sonríes ya mí se me ilumina el alma. Cada vez que tus labios se curvan en una sonrisa, el mundo parece detenerse. Tu risa es mi melodía, tu mirada, mi luz, y en ese instante, siento cómo tu alegría ilumina cada rincón de mi ser.

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En lo profundo de mi alma, sé que tú eres mi destino. En cada pensamiento, en cada suspiro, tu nombre resuena como el eco de un destino inevitable. No es casualidad encontrarnos; Sé que nuestras almas se buscaban desde siempre, y ahora, lo siento en lo más profundo de mi ser.

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Te ví...Desde ese instante, mis manos anhelan tu ser, y mi piel suspira por sentirte. Tus ojos encontraron los míos y todo cambió. El deseo nació en ese momento, un fuego que consume mi piel mientras mi alma te busca, anhelando el roce de tus caricias, soñando con la dulzura de tu ser.

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"Solo tú sabes ser latido en todas mis letras." Eres el pulso detrás de cada verso, el latido constante que da vida a mis palabras. Cada frase escrita lleva tu huella, cada rima suena a tus latidos, como si tú mismo fueras el corazón de mis letras.

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"No es insomnio, son ganas de escribir para soñarte entre mis letras." Mis noches en vela se llenan de deseos encubiertos, de palabras que nacen al ritmo de tus suspiros. No busco dormir, prefiero perderme entre mis pensamientos, donde tú eres mi inspiración y cada letra lleva tu esencia.

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Tocarme las entrañas con la punta de tu alma.

Imagina ese roce profundo, donde tu esencia se cuela entre mis venas, como una caricia invisible que toca lo más íntimo de mi ser. Eres ese fuego que, con un susurro, desata la tormenta, atravesando cada barrera, cada miedo. Siento tu alma recorriéndome, bailando en mis sombras, desnudándome desde adentro, donde no hay máscaras ni defensas.

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Despertar a la vida

Hay un momento en que tu piel se convierte en mi amanecer, y tus suspiros son la melodía que despierta mis sentidos adormecidos. Despertar contigo es redescubrir el mundo, es sentir el cosquilleo de la primera vez, es el instante en que mis ganas cobran vida, cuando el deseo se funde con la luz del día.

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Cuando miro tus ojos se me escapan las sonrisas de mis versos.

Tus ojos, esos espejos de calma y tempestad, me desnudan el alma. Son el refugio donde mis versos se escapan, juguetones, traviesos. Son el abismo al que caigo una y otra vez, donde mis palabras, que antes eran silencios, ahora ríen en melodías invisibles. Tus miradas son susurros de deseo, caricias que se leen sin necesidad de ser escritas.

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Me pesan las palabras que no dije.

En el silencio de nuestras noches compartidas, las palabras que no pronuncié se acumulan como gotas de lluvia en una tormenta.

Me pesan los "te amo" que quedaron atrapados en mi garganta, los susurros tímidos que no se atrevieron a salir.

Es el deseo contenido, el anhelo reprimido, esa dulce carga que llevamos quienes amamos en secreto, con la boca cerrada pero el corazón gritando.

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Detrás de esa mirada tan directa, Tan firme como el diamante, De esos ojos negros, Tan profundos como el mar, De esos labios que tientan a más de uno, Y su voz es como un canto de sirena, Que te atrae y te atrapa, Y ese aroma que emana su ser... He tenido la insolencia de conocerla, De ser parte de ella, De perderme en su mirada, Y saciarme en sus ansias.

La he conocido tanto… Desde sus miedos, Hasta aquello que la vuelve loca, Desde sus momentos de tristeza, Hasta sus momentos de alegría, Y qué decir cuando es un caos, Cuando con la mirada te fulmina, Te aniquila, Y silencia tu corazón.

Pero también… He conocido esa parte de ella, Esa parte frágil… Y hasta por decir cursi, Le he recitado poemas en sus labios, En sus mejillas cuando se pone roja, Y le encantan los besos robados por la mañana.

También he ido más allá… Donde la pasión hierve su sangre, Donde ella es fuego, Donde su entrega te consume completamente, Llevándote hasta tocar el cielo, Y abre las puertas de tus propios demonios.

La he conocido muy bien… Desde la desnudes de su cuerpo, De esos senos que son como dos hermosas constelaciones, Y qué decir de su espalda, El mejor sendero donde puedes perderte, Y ya no hablemos de su espalda baja… Te condena… Te hace su presa… Y más cuando bebes de ella, Cuando te haces adicto… A la exquisitez de sus labios húmedos.

Ella es así… Un caos, Una tormenta, Un huracán, Pero también una dulce primavera, Un otoño con sus melancolías, Pero también un ferviente deseo como el verano de septiembre.

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Hasta que ella te lo pida!! 🥰🥰 Caballeros quieren hacer sufrir a una mujer??? Súbete en ella… Bésale el cuello, las orejitas, los hombros, pero nunca, nunca la boca… Hasta que ella te lo pida!!! Bésale entre los pechos, alrededor de los pechos, el abdomen, pero nunca, nunca los pezones… Hasta que te lo pida!!! Bésale las piernas, que sienta el calor de tu aliento en el monte de venus, lengüeteale las rodillas, los pies, pero nunca, nunca la vaginä… Hasta que te lo pida! En esos momentos ella ya esta más que derretida, dispuesta a abrir las piernas para recibir el trozo de carne y no, a ella ya no le importa el tamaño, ella quiere sentir la penetración de una carne caliente que le satisfaga las ansias, que le desborde el orgasmo que ya le dejaste atorado y sabes que, ahora aunque te lo pida, no la penetres, pasale ese trozo de carne por los labios vaginales, abre paso pero aun no entres, que se retuerza de ganas, aunque te abrace con las piernas resiste… Ahora si, es tu momento de llevarla al cielo como ella se merece, penetrala, embistela como si la odiaras, que sienta que lo que tienes para ella habías querido dárselo siempre, que grite, que gima, que se chorree, que escurra de felicidad pero no, no explotes no te vengas, no la inundes… Hasta que ella te lo pida!!! Desconozco el autor.

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Te quiero como para bailar juntos entre hojas secas durante el otoño, perder la noción del tiempo y descubrir que en cada risa compartida se teje un lazo eterno. Te quiero como a un refugio de locura en medio de la cordura insensata de esta vida. Te quiero como una verdad absoluta en este mundo de mentiras, donde el amor es un trago fuerte que solo unos pocos se atreven a tomar.