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Gritar en Soledad
Es la primera vez que puedo gritar muy fuerte encerrado en mi habitación y nadie me escucha.
Siempre lo había querido porque me gustaba sentirme en la película de que era un estrella de rock, y cogía mi guitarra, ponía una lista de canciones en vivo que me sabia y las empezaba a cantar a ojo cerrado, y al final de la canción sentir los aplausos que aunque sé que no eran para mí, yo los sentía míos porque era mi juego. Sin embargo por mi edad y mis complejos de sueños rotos intentaba que la voz no saliera mucho de la habitación para que nadie me escuchara. Ahora que ya puedo hacerlo, que tengo la prioridad de vivir en una cabaña en medio del bosque, sin un vecino más que un equino y una familia de pájaros carpinteros, no me sale un aliento de soñar, un intento de sentirme vivo en un escenario, quisiera gritar pero que esta vez al menos una persona me escuche.
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Encuentros Fortuitos.
Teníamos las ganas intactas, yo no podía sacarla de mi mente, evocaba una y otra vez ese gemido ahogado cuando estaba a punto de estallar, y yo me quedaba ahí sintiendo sus manos pegadas a mis ganas de penetrarla, a esas ganas profundas que tenía de sentirla por dentro por primera vez.
Se desnudó solita después de que nos besamos, yo estaba nervioso, la deseaba en sobre manera y no quería arruinar el momento, me puse mi cara de perversión y la invite a fumar un poco de marihuana.
Ella se recostó y le dije que quería explorar su cuerpo, que quería darle un masaje pero realmente yo quería alargar la noche, quería tatuarme segundo a segundo el encuentro con ella.
Empecé con unas caricias suaves, fui subiendo por toda su espalda, y no dejaba de admirar sus contornos, sus limites de carne, cuando bajaba la mirada yo perdía la cordura mientras me fijaba en sus nalgas, quería simplemente quitarle la tanguita blanca y hundirme en ella hasta estallar todas esas ganas acumuladas que tenía de ella.
Le di media vuelta para tenerla de frente, le quite la tanguita y mientras abría sus piernas fui bajando para hundirme en ella, quería olerla, saborearla, beber de su jugo, ya había sentido antes su humedad deliciosa, la había sentido con mis dedos; pero ahora mismo quería sentirla con mi olfato, con mi tacto, con mi gusto. Y así fue, al sonido de una canción de Indie me fui hundiendo en su sexo, lo fui saboreando, me encontré con ese punto exacto donde le gustaba que la tocara y con la punta de mi lengua lo fui bordeando para provocarla, luego pose mi lengua lentamente y de abajo hacia arriba sobre todo su sexo, me fui sumergiendo con mas confianza mientras ella respiraba más rápido, me encantaba sentir como su corazón latía mas fuerte, como iba derramando mas humedad sobre mi boca, levantaba mi cabeza y veía como tiraba su cabeza hacia atrás, y veía su par de pechos deliciosos.
Yo me hundía cada vez mas en ella y ella se hundía cada vez mas en una ola de placer, lo notaba porque sus gemidos ahogaban la música y yo ya bailaba al ritmo de sus sonidos, no se cuanto tiempo pasamos en esas oleadas de placer, pero de un momento a otro ella me detuvo en seco... Me miró mientras se levantaba, me acostó boca arriba y me agarro con una dulzura pero a la vez con esa carita de lujuria que yo solo sentí un estallido de placer por todo mi cuerpo, fue acercando su boquita deliciosa, y poso sus labios carnuditos en todas esas ganas que yo le tenía, me acariciaba mientras hundía su boca en mi con movimientos rítmicos bajaba y subía saboreando cada centímetro de mi sexo, yo estiraba de vez en cuando una de mis piernas con el morbo de sentir como humedecía mientras me la chupaba.
Luego se levanto, abrió sus piernas para quedar sobre mi, me agarro toda la dureza, y todas esas ganas que yo tenia de penetrarla y solita se lo fue metiendo sin ningún tipo de prisa como si hace rato estuviera esperando sentir ese momento, su cabeza se inclino para mirar hacia el techo mientras su cuerpo se iba hundiendo en el mío, y los ojos se le blanquearon un poco, mi imagen era un cuerpo despampanante encima mío, y un rostro que ya conocía con unas expresiones totalmente nuevas.
Cuando ya la tuvo adentro totalmente bajo su mirada lentamente y me miro como se mira cuando hay deseo, me enfoco, se mordió los labios y entonces empezó a moverse hacia adelante y hacía atrás, yo me sentía cumpliendo una fantasía, yo sentía un placer que recorría cada partícula de mi ser, disfrutaba verla morderse los labios mientras se hundía mas y mas en mi, yo iba soltando gemidos involuntarios porque no aguantaba tanto placer, le agarraba los pechos y las caderas, la empujaba hacia mí una y otra vez, y ella solita fue avanzando y avanzando en sus movimientos, ella me miro y ya tenia toda la maldad en su rostro, todo eso que ella me estaba haciendo sentir me hacía sentir vivo, me hacía sentir las delicias de la mortalidad.
Así estuvimos y yo no aguantaba más, la tome de las caderas, la empuje hacia mi como pidiéndole mas, su humedad la sentía gota a gota y yo quería derramarme en ella, pero fue ella quien tomo la iniciativa de sentir ese ultimo momento de placer. Puso sus manos en mis hombros, empezó a mover su cadera con furia, yo sentia como entraba y salía de ella, veía como sus senos rebotaban, como su cara cambiaba como con rabia como quitándose todo el peso que tenia encima de desemboco en una furìa de placer que nos fue envolviendo, ya sus gemidos eran mas agresivos, su respiración era agitadísima, y sus movimientos imparables, pasaron uno, dos, tres segundos y al cuarto ya no aguantábamos más. Se fundió en un último gemido que me dio el momento exacto para sentir desde la mejor vista como se hundía en un orgasmo delicioso....
Me deleite como hacía mucho no lo hacía con ese espectáculo y esperando inmediatamente la segunda parte de la historia.,,
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Sueños.
Sigues en mis sueños. Hoy estuve persiguiéndote toda la noche, estuvimos en teatro en un musical, te seguí y estuve detrás de ti rogando que me escucharas, tenía mil promesas en el corazón, esperando que alguna de ellas te hicieran pensar en que podríamos volver a ser uno, pasó toda la noche y aún me ignorabas y me rechazabas.
Llegó el final y ya te ibas y sabia que no volvería a verte así que con la última esperanza volví a suplicarte que me escucharas, quería que me perdonaras, que de verdad supieras que me sentía vacío sin vos, en ese momento realmente me sentía incompleto sin ti, me sentía con la total ausencia del complemento que había ya encontrado y había dejado ir. Sentía arrepentimiento desesperado.
Me aceptaste, me escuchaste, en ese momento pensé que debería tener lista una serenata, bombas, hasta un anillo para ti, quería arrodillarme y ofrecerte mi eterna compañía, pero sabía que era solo el inicio de muchos cambios que debía hacer para ganarme de nuevo tu corazón.
No sabes lo agradecido y feliz que me sentí, sentí que el mundo tenía sentido nuevamente, que todo era muy hermoso, que habían razones para despertar diario, tenia la bonita sensación de motivar a la mente a pensar en detalles para enamorarte, te di las gracias mil y una vez, y te fui a dar un pico en la frente para no ir tan rápido y tú sonreíste con esa sonrisa de reconciliación que siempre me sacaba lagrimas de alegría y felicidad en su más puro ser, y aparte en vez de ofrecerme tu frente para el pico, me diste tus labios para un hermoso beso, y lo sentí, como nunca había sentido un beso, con tanto amor, tanta ternura, con tanta alegría, con toda la esperanza de un mundo mejor y hermoso.
Tomé mi bici, y me fui cantando, me fui feliz, pensando en todo lo que se venía, en toda la alegría que sentía en ese momento, en que cada cambio de mi vida iría a ahora enfocado a hacerte feliz eternamente y en qué quería tenerte en mi vida ahora todo lo necesario, en que quería dejar los miedos y entregarme a ti sin pensar en que te volverías a ir, en que valía la pena ser feliz al lado tuyo y que cambiar mi vida, valía la pena si yo podía volver a sentir quien es mi complemento nuevamente.
Pensé: esto vale todo, si puedo volver con ella seré el hombre más juicioso y detallista que pueda conocer, la quiero demasiado, la amo con todo mi corazón y el amor es tan sincero que ni siquiera puedo explicarlo, no puedo decirte una medida, es tanto así que si pienso en futuro no alcanzo a ver el final de la historia, es como si fuera imposible ver un final, es como sentir un amor infinito, como si pensarás en la inmensidad del universo, como si el amor traspasara la mente y la razón, como si fuera en vano pensar en él, pero como si fuera necesario sentirlo y dejarte envolver por él.
En una inmensidad de infinitos, estaba yo, ahí pequeñito en un pequeño planeta en una infinidad de los mismos, allí en un rinconcito de mi mente siendo eterno con solo pensar en que te amo, y que estaba feliz por tenerte de nuevo y que esa felicidad nada me la quitaba.
Luego me baje de la bici al llegar a un extraño sitio, y ahí me desperté, confundido como sin entender que pasaba, volví a la mortalidad y al día a día sin vos.
Pero a pesar de todo me sentí feliz, gracias a ti, al amor que aún conservo tuyo pude ser eterno por unos instantes y me sentí nuevamente en la cima del amor, y todo por ti. Aún te amo, aún eres mi sueño, y aún deseo estar contigo.

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Una gran casualidad.
Hay infinitos universos y cada universo es infinito.
Adentro de esa magnitud tan inconcebible en un pequeñisimo sector, sucedieron una serie de casualidades que dio origen a un lugar mágico, donde surgió por unica vez lo que llamamos vida.
Estamos solos y somos infinitamente pequeños , pero somos esa casualidad perfecta que surgió una unica vez en la infinidad de los universos.
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Lluvia de Abril.
Amo cuando te vienes completa Empiezas a venirte por góticas, y tu humedad empieza a confundirse con mi sudor, aquí afuera, con público amo verte venir completa. Muchos piensan que estoy loco y disfrutan verte venir en sitios privados, muchos cierran hasta las cortinas y se meten dentro de las sábanas.
¡Pero yo no!. A mi me gusta sentirte completa, sentirte venir rugiendo, imponente con tus sonidos tan tuyos y luego sentirte llegar a cantaros, a chorros, dejarme llenar completico de tu humedad, y finalmente sentir tu olor vaporizado, producto de una ardiente tarde...
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Atardecer en Isla Fuerte.
Creo que es una sonrisa eterna, esa que entre pecas se dibuja en tu rostro esporádicamente, y entonces se te achinan los ojos, tu boca deja ver tus perlitas, y entonces terminas regalando una mirada llena de felicidad que pega directamente en los ojos de a quien le acabas de regalar esos segundos de una eterna sonrisa.
Creo entonces que es esa eternidad la que el hombre busca, la ve materializada en ti y se aferra como un loco a estar siempre allí, y entonces el deseo de eternidad anula toda racionalidad de que aquello no existe y nace la locura,
Y es ahí donde me entiendo perdido totalmente en tu mirada, como si fueras un amanecer, o un atardecer en la isla. – Amanece – Se siente la cercanía del sol, el cielo se enciende en una tonalidad perfecta de colores que inician en un rojo suave y se va yendo por todo el firmamento hasta perderse en el negro del límite de enfrente; y entonces va naciendo un hermoso astro rojizo, que no te encandila, que da un calorcito y tu alma siente esa alegría, y te sientes tan feliz que te vuelves inquieto de sentir tanto en ese momento, no sabes qué hacer, quieres inmortalizar el momento con una fotografía, pero también quieres sentirlo con toda plenitud sin ninguna distracción ya que sabes que es efímero ese momento y aunque sucede a diario ese día lo sientes único e íntimo…
- Atardece - Tan lejos e imposible, tan efímero el mar se va engullendo al sol, y en tan unos minutos el sol se desaparece, totalmente diferente al amanecer esta vez sientes tu corazón en calma, te alimentas espiritualmente de una fusión de sentimientos que produce cada segundo que miras al sol caer, y entonces termina el ritual, al menos eso sientes, pero levantas la mirada y el cielo te recuerda los minutos antes del amanecer, y esta vez es Venus quien resplandece en el cielo y va llegando poco a poco entre un azul cada vez más oscuro, estrellitas pequeñas e infinitas, y cada minuto que pasa hay más y más estrellas y entonces la oscuridad llena el mar vencida un poco por la luz de infinidad de estrellas, y entonces sabes que tienes un hermoso recuerdo, y que todo ha cambiado de un momento a otro en tu sentir.
Así sin ti sentí el amanecer, pero contigo sentí todo el atardecer, y perfectamente unido sentí el sentir comparado al pensarte, al verte, al volverte a ver y al volver a pensarte. (Sentirte). Amé de principio a fin, aquellas tardes y noches, (y eso que no te conté de cuando salió la Luna y su luz fluyo al ritmo de la tuya, luz suave y tenue que alumbra perfectamente para ver todo hermoso.)
Y así te sentí: como un atardecer en Isla Fuerte, con una sonrisa infinita que entre pecas se dibuja y regala esperanza de eternidad.

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Añejados, alejados.
A vos que te gustan es las cartas, o al menos las valoras más.
Epistemológica mente te digo que lógicamente hay una reacción de vista cada ciertos meses porque de manera egoísta te intensifico en mi mente con lujuria, pasión y deseo.
Si te veo más de tres veces al mes llega el acuerdo hipócrita en que mi mano acepta la tuya con amistad, aunque idiotamente se enamora de tu calor, de la ternura que prédicas pero no aplicas, y se enamora mi mano derecha de tu mano izquierda.
Pero por la amistad no te enteras de nada mientras que en mi, pasa de todo.
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Acción y Reacción.
Si no lo sintiese no lo recordase.
Mientras más sentimiento, más recuerdo.
Eso explica nuestra falta de vulnerabilidad al amor, y nuestra alta vulnerabilidad al dolor.
Acción y Reacción.
Resultado químico = Rencor +
Olvidarse de esos ojos verdes, de esas perlas con los que me encariñé al verlas unirse al color del río.
Olvidarme que fueron míos por una noche
¿Pero míos?
Míos: Eufemismo adjudicado al ego natural del hombre.
¿Míos? Si fuesen míos aquí estarían, si fuesen míos no se hubieran quedado más que en un recuerdo borroso más alimentado por sentimiento que por la visual dudosa.
De qué sirve decir que fueron míos por una noche, si en realidad siempre fueron del universo; como todo lo es.
Pero convencido de mi optimismo me dejo llevar por la certeza de que fuimos una coincidencia universal, una coincidencia de espacio-tiempo.
Choque de polvos astrales vagabundeando por caminos marcados.
Agradezco dejar ese camino marcado y perderme un poco con vos.

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Sidharta
Usualmente me dicen mucho que yo no siento nada, porque no me expreso, cada cambio no me afecta en gran medida.
Pero pienso que todo en la vida es una enseñanza y cada cambio es una incertidumbre que con tranquilidad se logra entender y si se ve de la manera correcta termina siendo una enseñanza.
Esto entendí de Sidharta “Libro”, el habla del río como una sola vida donde hay tranquilidad y hay momentos de furia, pero el río sabe mantener cada momento y sabe pasar cada roa u obstáculo . Al final un problema muy turbulento se puede ver como una hermosa cascada
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Amada mía.
Medellín, 22 de agosto de 2016
Amada mía:
Son muchos los pensamientos que me motivan a escribirle, dichos pensamientos tienen una cualidad bipolar increíble y se mueven desde el desasosiego hasta la dicha producida por minúsculos momentos de felicidad que ud produce en mí.
Sin embargo no quiero hablarle del lado negativo, por el contrario quisiera recordarle lo bello que es mi paso por esta vida si ud me toma de la mano, le cuento y le confieso que mientras le escribo al ritmo de “Allegro non troppo” me la imagino con un vestido que datan en el medievo caminando por un gran vestíbulo corriendo a su aula de clase en una gran universidad donde se enseñan las “Bellas Artes”, y oh que tan bella que es usted, no podría yo pronunciar esta palabra sin que los 148 lunares de su rostro no iluminen cual si fueran estrellas, la noche de mis pensamientos.
Suenan las trompetas de “Polonoise” y me alegro de que el tiempo pase con su constante prudencia y acerque cada vez más mi dicha de llegar a verla esta noche, pero no me permitiré distraerme con el futuro, y estando ahora en un presente aterrador y sorpresivo por su inestabilidad quisiera evocar el sentimiento que por el lapso de 77 días me han dado una fortaleza increíble para enfrentarme a la vida.
Hoy le escribo con cortesía, olvidando la burda persona que he sido, la ignorancia del conocimiento ajeno me han influido a herirla sin ni siquiera darme cuenta de ello, pero siendo ahora consciente de ello le ruego disculpas, con el corazón en el pecho y en símbolo de mi arrepentimiento le escribo esta carta que no es ni será mi único acto de penitencia por lo mal hombre que he sido ante la doncella que sin ningún interés se me ha entregado como mujer más de una vez entre las sabanas que con dificultad adornan mi cama.
Cual si fuera una película francesa al ritmo de “La dispute” quisiera despedirme de usted, querida y amada mía, no quisiera agotar sus bellos ojos con la demanda que mis palabras solicitan, espero que usted lea esto en frente mío, y al terminar estas líneas en señal de su aprobación pose la profundidad de su mirada en mis ojos enamorados y si sus brazos lo permiten venga a darme un abrazo y calme este ansioso corazón que sólo encuentra calma entre su cuerpo.
De usted: Luis Felipe Naranjo
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Calambre mañanero
Estábamos en casa, y como de costumbre estábamos discutiendo, tu me decías esas palabras que perfectamente sabes que me hieren directo en mi orgullo, yo salía de una ducha y sentí mucha ira por lo que me decías y tu estabas desnuda en la habitación, y me dio aun mas ira verte asi y no poder tocarte, asi que sin pensarlo te agarre de los hombros tu cara tuvo un gesto de placer con miedo y entonces con fuerza hice que me dieras la espalda; con mi mano derecha agarré tu cuello y te obligué a agacharte mientras que con la otra mano agarré todo mi sexo que estaba durisimo y sin preguntar ni conciliar te fui penetrando con toda la ira que tenia.
Te tenía sujeta de ambos brazos para que no tuvieras como defenderte y aprovechando tus movimientos de rechazo me las ingeniaba para estar mas dentro tuyo; gritabas de rabia pero se ahogaba cada grito en un gemido, no podías terminar de gritar, luego de un rato simplemente decidí salirme de ti y tirarte en la cama boca arriba.
Te cogí las manos y las puse al lado de cabeza y las sujetaba fuerte para que no pudieras alcanzarme, atine de nuevo a meterme en ti, te follaba tan fuerte con tanta ira que tuve que levantar mi cuerpo y soltarte, al soltarte parecía que desahogabas tu rabia sintiendo el placer porque intentabas levantarte y al mismo tiempo movías la pelvis para que mi angulo tuviera armonía con el tuyo, y de vez en cuando me agarrabas de las nalgas con fuerza y me apretabas a ti, luego yo te tomaba por la cintura y levantaba tu cuerpo para penetrarte mas rápido y mas fuerte y lo único que hacías era gritarme que no parara que me odiabas mas que nunca, al tiempo que arañabas con fuerza mis brazos.
Yo sentía tanto pero tanto calor que por todo el pecho caía el sudor que salia de mi cabeza y se iba resbalando por todo mi cuerpo hasta llegar a mezclarse con los fluidos que yacían abajo atrapados en un vaivén de cuerpos que estaban a punto de estallar.
Finalmente vi como tus piernas empezaban a temblar y me agarraste las manos con mas furia que antes, tus ojos se tornaron mas blancos: Me miraste un segundo a los ojos y luego tiraste la cabeza para atrás mientras tu cadera de un fuerte reflejo me apretó fuertemente y me atrapo en un placer indescriptible, estaba a punto de estallar, cuando te vi retorcer de placer y de pronto sin más tire mi cabeza un poco para atrás mientras mordía mis labios y y me entre aun mas en tu cuerpo como si ya no quisiera salir nunca mas de ahí, inconscientemente mi mordisco en los labios tuvo que soltar un gemido mientras inundaba tu alma con mi blancura…
Me desperté allí en ese instante aun duro y con esas ganas que a uno le dan de tenerte cuando amanece con calambre mañanero.
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Calambre mañanero
Estábamos en casa, y como de costumbre estábamos discutiendo, tu me decías esas palabras que perfectamente sabes que me hieren directo en mi orgullo, yo salía de una ducha y sentí mucha ira por lo que me decías y tu estabas desnuda en la habitación, y me dio aun mas ira verte asi y no poder tocarte, asi que sin pensarlo te agarre de los hombros tu cara tuvo un gesto de placer con miedo y entonces con fuerza hice que me dieras la espalda; con mi mano derecha agarré tu cuello y te obligué a agacharte mientras que con la otra mano agarré todo mi sexo que estaba durisimo y sin preguntar ni conciliar te fui penetrando con toda la ira que tenia.
Te tenía sujeta de ambos brazos para que no tuvieras como defenderte y aprovechando tus movimientos de rechazo me las ingeniaba para estar mas dentro tuyo; gritabas de rabia pero se ahogaba cada grito en un gemido, no podías terminar de gritar, luego de un rato simplemente decidí salirme de ti y tirarte en la cama boca arriba.
Te cogí las manos y las puse al lado de cabeza y las sujetaba fuerte para que no pudieras alcanzarme, atine de nuevo a meterme en ti, te follaba tan fuerte con tanta ira que tuve que levantar mi cuerpo y soltarte, al soltarte parecía que desahogabas tu rabia sintiendo el placer porque intentabas levantarte y al mismo tiempo movías la pelvis para que mi angulo tuviera armonía con el tuyo, y de vez en cuando me agarrabas de las nalgas con fuerza y me apretabas a ti, luego yo te tomaba por la cintura y levantaba tu cuerpo para penetrarte mas rápido y mas fuerte y lo único que hacías era gritarme que no parara que me odiabas mas que nunca, al tiempo que arañabas con fuerza mis brazos.
Yo sentía tanto pero tanto calor que por todo el pecho caía el sudor que salia de mi cabeza y se iba resbalando por todo mi cuerpo hasta llegar a mezclarse con los fluidos que yacían abajo atrapados en un vaivén de cuerpos que estaban a punto de estallar.
Finalmente vi como tus piernas empezaban a temblar y me agarraste las manos con mas furia que antes, tus ojos se tornaron mas blancos: Me miraste un segundo a los ojos y luego tiraste la cabeza para atrás mientras tu cadera de un fuerte reflejo me apretó fuertemente y me atrapo en un placer indescriptible, estaba a punto de estallar, cuando te vi retorcer de placer y de pronto sin más tire mi cabeza un poco para atrás mientras mordía mis labios y y me entre aun mas en tu cuerpo como si ya no quisiera salir nunca mas de ahí, inconscientemente mi mordisco en los labios tuvo que soltar un gemido mientras inundaba tu alma con mi blancura...
Me desperté allí en ese instante aun duro y con esas ganas que a uno le dan de tenerte cuando amanece con calambre mañanero.
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Qué tan lejos (I)
El sol empezaba a salir por entre una gran montaña, montaña que hace días nos venía seduciendo con un camino a medio marcar que iniciaba entre unas pequeñas calles del pueblo y se veía subir y subir hasta perderse allá en el punto exacto por donde el sol salía.
La noche anterior habíamos celebrado una navidad con costumbres familiares, con vino, uvas, pollo en reemplazo de pavo y un buen licor local (Tenía diferentes nombres: El punta, el puro, el 25...) Y aunque no éramos familia así nos sentíamos, habíamos personas de todo el mundo, Alemania, Brasil, Francia, Colombia, Argentina y Ecuador; esa noche cantamos, tomamos, fumamos, nos conocimos, aprendimos y descansamos.
Ya en la mañana nos sentíamos más conectados con el deseo de ver que se escondía detrás de la montaña, a donde nos llevaría ese camino seductor lleno de curvas, nos dejábamos seducir pero nadie se lo comentaba a nadie, sólo hasta que alguien no quiso ocultar más esos deseos y su pensamiento fue palabra y para los oídos de todos nosotros se convirtió en acción, y sin pensar nos dejamos llevar por las piernas hasta ese camino.
Nosotros vivíamos en una pequeña casa finca, de vecinos teníamos un enorme río, una cascada, árboles llenos de frutas, un puente enorme de donde saltaban en cuerda y un camino que subía al pueblo, desde donde estábamos el camino de la montaña se veía pequeño y no habíamos visto la dimensión del recorrido que procurábamos hacer, sólo a medida que nos acercábamos se iba enseñando más su grandeza, algunos quisieron regresar y otros preguntar a algún local a dónde llevaba el camino, pero considerábamos que preguntar a donde lleva el camino era dañar la sorpresa del final de él y la motivación de descubrir bajaría enormemente, así que sin pensar mucho nos adentramos a subir la montaña y sin más remedio todos se dignaron a caminar.
Cada vez la ciudad se hacía más pequeña, yo empezaba a recorrer las calles en mis recuerdos, recordaba los lugares donde cantábamos, veíamos las cascadas que se asomaban por las montañas vecinas, y veíamos lo hermoso que era el lugar donde estábamos viviendo y valía la pena todo el viaje con sus pleitos, incertidumbres, preocupaciones de casa…
Cada vez veíamos más cerca la cima de la montaña, había señales que parecían puestas en desorden la primera, las primeras decían que ya estábamos cerca, luego nos decían que nos estábamos alejando y luego que ya no faltaba nada para llegar, en el camino habían hoteles 5 estrellas con piscina y vista a la ciudad 20 dólares la noche (Barato) y arriba arriba de todo nacía el agua entre unas rocas gigantes pegadas en la montaña.
Tres horas habían pasado y logramos llegar a la cima, o bueno, al menos eso creíamos, encontramos una pequeña comunidad y una tiendita llena de gatos y perros, nos dijeron que los turistas normalmente no pasaban por allí, que ellos llegaban por otro camino para ver el volcán!, nosotros nos sorprendimos y preguntamos que de qué volcán hablaba, y nos dijo que si seguíamos un camino largo y subíamos la montaña tendríamos acceso a subir a uno de los volcanes más activos del Ecuador; fue que simplemente dijera eso para que apuráramos la hidratación y emprendiéramos camino de nuevo, apenas íbamos en la mitad del camino nos dijeron antes de irnos, pero la mañana era joven y tendríamos tiempo suficiente pensamos.
El camino no era nada diferente al anterior, sólo que este tendría ya fincas y casas, era típico que en estos lugares cuando preguntábamos por la distancia para llegar a algún lugar siempre nos mintieran sin saber que lo hacían, y aquí no fue la excepción, ya habríamos caminado otras tres horas y apenas encontrábamos el camino por donde los carros subían, ya el camino no era tan divertido, pero igual la vista nunca dejaba de ser hermosa, intentamos jalar dedo y los carros pasaban indiferentes, en total subimos otros 4 kilómetros y encontramos un letrero que decía, Casa del árbol a 100 metros, Volcán 2.5 kilómetros, estábamos cansados ya y estaba a punto de atardecer, así que quisimos averiguar de qué se trataba la casa del árbol una vez habíamos escuchado de ella pero no prestamos mucha atención, nos fuimos por un camino que terminaba en un pequeño parqueadero, y un sendero que daba entrada a una pradera con muchas vacas, seguimos el camino y lo primero que vimos fue una finca pequeña y al fondo estaba allí un árbol que había crecido al borde la montaña y de una de sus grandes ramas colgaba un enorme columpio y al fondo más allá de la casa del árbol a 2.5 kilómetros exactamente estaba el gigante que quisimos escalar, estaba ese gran volcán que se elevaba más alto que todas las montañas a su alrededor. Allí terminaba nuestra historia del día, un sendero en subida de 15 kilómetros, una pradera con vacas, una pequeña finca, una columpiada por encima de la montaña y un gigante que aún en el recuerdo invita a caminarlo.

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Ella, Elia...
“Ella es sorpresa, ella es algo ilógico con sentido y coherencia, ella es un universo que conspira; Es mucho más que sus ojos verdes, un verde particular, un verde como de creppy, y si, hasta produce el mismo efecto, unas veces más fuerte que otras; ella es más que unos labios prohibidos de vez en cuando, permitidos otras veces; ella es más que un poco de lujuria, ella es un sexo escondido y libre, impredecible como ella misma; ella es locura y un "hazlo pipe que tú puedes", ella! ella es una historia que vale la pena contar.”

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Tomala y sientela húmeda...
Cómo no pensarte ahora con tanta lujuria y pasión, cómo seguir guardando las ganas de tomarte mía por unas horas y unir mi cuerpo con el tuyo, disfrutar del vaivén de ambos cuerpos que se unen en movimientos bruscos y suaves.
Cómo no desear tu sexo y cómo no humedecer el mio al contacto de mis manos con tus senos.
Cómo no querer posar mi lengua en tu ombligo y marcar un camino vertical hasta el punto donde el olor se siente, donde tus piernas se abren inconscientemente invitando a mi lengua a saborear todo tu sexo y a sentir la humedad exquisita que brota como fuente de vida…
Y hoy deseo, hoy deseo verte enterita y sentirte con textura, olor y sudor, deseo matar el pudor y tomarte como nunca antes te he tomado, tomarte en pequeños sorbos y respirar tus gemidos.. absorber tu sudor.
Con todo el cinismo decirte; “Tómala con tus suaves manos y siéntela firme y dispuesta a entrar en tu cuerpo que ya es de toda una mujer.
Tómala y siéntela húmeda de ganas de que hagas con ella lo que se te de la gana!
Hoy acá mismo en este parque quiero disfrutar con tu cara de placer y verte pedir más y más, quiero estar encima tuyo y tratar mas allá de tu cuerpo y tus pensamientos, oírte respirar tan fuerte que cada exhalación se convierta en el exquisito sonido de un gemido, quiero morder discretamente cada uno de tus senos y lamer el sudor que baja por tu cuello.
Poco a poco quiero sentirte respirar más fuerte y sentir más rápido tu corazón, agarrar tus nalgas y apretarlas para acomodar mejor el contacto de nuestros cuerpos, traerte y alejarte, entrar y salir, mover nuestros cuerpos en una acelaración involuntaria y llenarte y llenarme de espasmos que acaben en la explosión del placer … y …
.. Y finalmente inundar tu alma con un poco de la mía
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Karma.
Hay momentos en la vida que nuestro verbo ya no tiene acción y nos convertimos en un verbo de carácter sustantivo, somos verbos de esos que dicen mucho y te hacen sentir que verdad tienen acción, pero son sólo sustantivos inanimados.
Nos llenamos de pensamientos y los ordenamos en los momentos que compartimos con nuestra adorada soledad... Mi adorada soledad!
Escucho historias, lamentos y nostalgias, les encuentro la lógica y regalo un consejo, analizo mis malas experiencias y las convierto en ejemplo de vida, trato de sentir que aquellas experiencias no duelen y me neigo al dolor como si este no fuera un sentimiento natural.
Conozco gente, beso labios y hasta humedezco mis dedos.. pero no encuentro lo que quiero, sólo voy agarrando lo que la vida me tira y si no fuera por mi moral disfrutaría libremente aquellos momentos.. Igual los disfruto, pero me pregunto tanto si esa gente, esos labios y esa humedad puede sentir como yo?.. Karma?
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¿Volver?... ¡Volver!; ¿Avanzar? u olvidar?.
Volver a mí, ¿avanzar a una transformación u olvidar y ser lo de ahora?
Volver a vivir, pensando lo necesario, queriendo lo necesario y lo merecido, odiar al enemigo y amar al que esté al lado, pensar más en el semejante que en uno mismo pero sabiendo que el “uno mismo” está perfecto.
Olvidar olvidar, olvidarla a ella que me recuerda cómo era, que curioso y que paradójico, que extraño pero que bonito es eso, es dulce al final esa paradoja es algo asi como la miel...
Avanzar hasta transformarse, ¿Pero a qué? Realmente importa?, yo creo que es lo más viable, ya el presente y el pasado se mezclaron lo suficiente, sí regreso al pasado estaré igual en el presente y si me quedo en el presente, el pasado no pasará. Pues.. Deducción, futuro, transformarse, volver a nacer, volver a amar.
Amar, volver a amar. Saber qué amar, aprender a amar lo que de verdad debes amar, amar aquello que con sabiduría ha estado frente a tus ojos esperando que lo ames, amar el camino y amar recorrerlo.
Amar por primera vez es nacer, por eso el miedo a morir o qué el amor muera, amar por segunda vez es renacer, disfrutar tanto el segundo nacimiento y conocer un nuevo mundo, que ya morir será otra maravilla del vivir.
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