Text
....me gustan las hormigas....
Me gustan las hormigas. Las cuido y las observo cada vez que puedo. Me fascina la manera en que pueden cargar cosas tres veces su tamaño o su peso. Las hormigas son pequeñas, pero no por eso son delicadas o frágiles, al contrario, son fuertes y determinadas, son organizadas. Pasan dos cosas con ellas. 1.- son tan pequeñas que no las vemos al caminar y 2.- son tan importantes que su beneficio no lo vemos. Ambas cosas por la cotidianeidad y por lo inmersos que estamos en nuestra propia existencia y, aun así, a veces, tampoco nos vemos a nosotros.
Estamos tan acostumbrados a crecer que parece implícito el “conocernos”. Pero, ¿quién realmente se conoce? Yo no. En el presente no. Me resulta más fácil voltear al pasado y reconocer lo que me gustaba y lo que no, mis defectos y cualidades. Hasta me parece bello analizar porqué me comportaba de tal o cual manera.
Me gusta recordar cuanto disfrutaba jugar con Bratz o que me gustaba nadar. Lo mucho que me costaba hacer amigos, lo sensible que era y lo inocente que fui. Lo protegida que me sentía al encerrarme en mi cuarto, lo entretenido que me parecía acomodar las casitas de mis muñecas o cada fila de productos en el super. Me parece muy tierno ver a una yo pequeña, abrazada de aquel caballo de peluche tan maltratado, pero tan amado.
Al mismo tiempo, me dan ganas de abrazar a esa niña en un ataque de ansiedad, incómodamente acostada frente a la tele, con el volumen adecuado para que sus papás no escucharan, pero sí lograra calmar su mente y, ayudarla a dejar de llorar por el miedo que sentía al escuchar cualquier mínimo ruido. Me dan ganas de decirle que llorar no está mal, que cometer errores no esta mal, que expresarse no es motivo de burlas.
Me veo con 15 años y recuerdo lo mucho que amaba bailar, lo feliz que era estando todo el día metida en un teatro, lo divertido que era pasar tiempo con mis amigos y lo hermoso que se sentía compartir escenario con ellos. Ese mismo escenario que, para muchos, era imponente y un lugar que debía respetarse, pero para mí, era mi lugar seguro, mi casa, el lugar donde podía ser yo, donde podía bailar, jugar, reír, cantar, llorar, correr, cansarme, enojarme…sin sentirme juzgada.
Veo a mi versión adolescente y quiero platicar con ella, quiero que sienta lo que es ser escuchada, quiero darle consejos, darle fuerza y hacerla entender que es bonita, muy bonita, así, despeinada, con la ropa que la hace sentir cómoda, es bonita, y no necesita cambiar nada de ella. Quisiera hacerla ver que su novio la quiere y no tiene dudas de estar con ella, pero tiene que ser paciente, honesta y fiel a lo que siente. Quiero decirle que no hay prisa por crecer y no debe tenerle miedo. Que el futuro tiene cosas buenas para ella, pero debe aprender a madurar, soltar y arriesgarse.
Verme desde lejos y notar lo feliz era, me da paz, pero quiero regresar el tiempo para volver a disfrutar todos los días que, hoy extraño. Quiero volver para insistir en estudiar lo que más amo. Quiero corregir errores de ese entonces, quiero echarle más ganas a la vida desde pequeña. Pero principalmente, quiero abrazarme, quiero darme un lugar, un espacio para llorar todo lo que no lloré. Quisiera estar ahí para mí, para escucharme, para tener a alguien que entienda lo que siento, para decirme ese “te amo” que mis papás no me dijeron. Quisiera ir al pasado para cuidarme de la manera que lo necesitaba y respetar mis sentimientos.
Me dan tantas ganas de volver a ser yo de 18 años, de volver a tener la oportunidad de empezar esta etapa de mi vida, de volver a ese momento en el que decidí que hacer con mi vida, o al menos cuando creía que tenía idea de lo que quería hacer. Quiero volver a empezar. Quiero volver a ser pequeña pero esta vez sin sentirme chiquita.
Quiero ser capaz de ver lo grande que puedo ser. Quiero no tenerle miedo a crecer o a tomar decisiones, quiero volver en el tiempo y no haber decidido haber escrito esto. Porque está siendo tan difícil darme cuenta de lo mucho que he cambiado. Eso es lo que quiero.
En realidad, no quiero cambiar mis errores, mis momentos ni nada de lo que viví. La verdad es que quiero cambiar lo que AHORA estoy viviendo. Lo que me da miedo es el futuro y me da miedo ya no ser pequeña y seguirme sintiendo chiquita, aplastada por el mundo, indefensa, poco preparada, insegura. Quiero no sentir miedo de ser quien soy.
No le temo a lo que los demás piensen de mí, me aterra lo YO pienso de mí. Me asusta no sentirme como una hormiga. No sentirme funcional ni organizada, sentir que no puedo con todo y al mismo tiempo darme cuenta que en realidad, no estoy haciendo nada. Me da miedo no tener ganas de nada. Ni de bailar. Ni de moverme. Ni de llorar. Me asusta no saber quién soy, qué quiero, ni qué siento.
Quiero volver a sentir magia dentro de mí, sentirme un hada, una libélula. Quiero cuidarme tanto como cuidaba a las hormigas cuando tenía 6 años. Quiero volver a soñar que vuelo, que vivo en otro país, en el departamento de mis sueños. Quiero estar segura que lo que haré para vivir es arte, es bailar.
Quiero volver a ser tierna y volver a tener ese corazón que todo veía lindo, bueno, mágico, volver a ser inocente. Sé que es imposible volver a ser como antes, que las cosas que he vivido me han cambiado y que el lugar en donde estoy ahora sólo representa el cúmulo de decisiones que he tomado en mi vida. Y que no importa si hayan sido buenas o malas, al final, estoy aquí por algo, llamémoslo destino, toma de decisiones, o lo que sea, estoy aquí y no hay más.
Dicen que cuando tocas fondo sólo queda una opción y esa, es subir. Hoy, aquí, sentada frente a mi computadora escribiendo esto, se siente como haber tocado fondo. Porque hoy tengo muchas ganas de llorar, de desaparecer, tengo ganas de salir corriendo sin rumbo para desahogarme, quiero platicar con alguien, tengo ganas de que me digan cosas buenas y malas de mí, tengo muchas ganas de cambiar las cosas en mi presente sólo que, a pesar de las millones de opciones, no sé por dónde empezar…pedir un abrazo tal vez sea buena opción.
2 notes
·
View notes
Text
2K notes
·
View notes
Text
¿Cuántas veces tengo que regresar a ti para aprender que no me quieres? ¿Cuántas veces tengo que llorar para entender que tú y yo no estamos destinados a terminar juntos? ¿Cuántas madrugadas tengo que pasar despiertx, cuántas comidas tengo que saltarme para lograr ver más allá de ti? ¿Cuánto más tiene que doler para, por fin, dejarte ir?
¿Qué porque quiero estar contigo? En realidad, no lo sé. Creía saberlo, creía que el amor que te tenía era suficiente, que los recuerdos me darían la respuesta, creí que era el destino dándonos una segunda oportunidad. Creí en la fantasía de los cuentos de hadas. Creí en ti. Creí en mis propias mentiras para proteger a unx yo del pasado, para que aquellx yo pasadx pudiera vivir su sueño de estar contigo una vez más y demostrarle al mundo que podíamos funcionar. Creí que eran señales. Creí que me querías. Creí que te importaba.
Poco a poco me fui dando cuenta de la realidad, las fantasías fueron despareciendo. Cometí errores por creer y asumir cosas. Me lastimé por aferrarme a ti y te lastimé por pensar que me protegía.
Todo ha sido simplemente un sube y baja de emociones con más baches que topes en el camino. No te interesa lo que hago, no te importa cómo me siento y no me quieres. Ya pasó un año y sigo sintiendo que soy tu “puta de confianza”. Unx puta que te quiere y no sabe cómo hacértelo saber o, cómo sacarte definitivamente de su corazón.
¿Por qué quiero estar contigo si contigo no me siento especial, no me siento amadx, no me siento queridx? No me siento parte importante de tu vida y no siento que quieras ser parte importante de la mía. Me da mucha tristeza voltear al pasado y no sentir la misma emoción de verte o de hablar contigo. Me da coraje sentir que quieres y extrañas a alguien más. Me llena los ojos de lágrimas ver que ella es perfecta y yo no lo soy. Me duele la cabeza al aceptar que tal vez, estoy contigo, porque no quiero estar solx.
0 notes
Text
TENGO 3 PROBLEMAS
Tengo tres problemas, y los tres tienen nombre. Los tres me vuelven loca de maneras diferentes.
El problema numero uno se llama Oscar, es el amor de mi vida y mi primer amor. Cuando lo veo mi cerebro deja de funcionar y no hay manera en la que pueda negarme a ninguna de sus propuestas. Con él, los recuerdos son felices, con él, el pasado ya no duele tanto. Huele tan rico. Me hace reír y me consciente mucho. En sus ojos puedo ver todo lo que sus labios no pueden decir, es honesto, pero no habla. No me dice las cosas. Ni las buenas, ni las malas. Sólo hace que me confunda y todo sea muy ambiguo. Nada es claro, todo lo tengo que interpretar. Tengo que adivinar cuando está triste, enojado o cansado. Lo quiero, lo he querido por mucho tiempo, nunca lo pude olvidar. Cuando regresó, fui la persona mas feliz del mundo, me emocionaba el futuro con él. Lo tenía muy claro, era la señal para estar con alguien el resto de mi vida. Una perfecta historia de amor, reencuentro y con final feliz.
Mi segundo problema se llama Yahir. El problema más inesperado de esta historia. Nunca creí que una noche de fiesta llegaría a tanto, nunca creí que un “one night stand” fuera a mover tanto mis sentimientos. Es el hombre más tierno que conozco, no puedo dejar de verlo, es precioso. Se ve tan guapo manejando, caminando, cantando, tiene los ojos más lindos del mundo y su voz me derrite. Pero sólo nos vemos para coger. Lo hace muy bien, pero…pero quiero conocerlo más allá de lo físico. Lo veo y me dan ganas de abrazarlo todo el día. Me gustaría que fuera más directo, me gustaría que preguntara mas cosas.
El último de los problemas, Diego. El que dio un giro inesperado. Al principio, no creí que él quisiera algo serio. Y tampoco esperaba que las cosas con él fueran tan rápido, tan fácil y tan lejos. Con él no cuesta abrirme, no me cuesta hablar y ser sincera. Nada cuesta trabajo, me gusta cómo abraza, me gusta cómo me mira, me gusta lo mucho que le intereso. Me gusta cómo me cuida. Me gusta reír con él. Me gusta no poder para de hablar con él, me gustan sus ideas, me gusta lo independiente que es. Pero me da miedo lo agresivo que pueda llegara a ser. No me gusta no poder verlo tanto. Me asustan algunos de sus amigos. No me gustan sus manos.
Pero el principal problema, el más grande y el más importante, el único que, en realidad, debería importar, soy YO. Quien debe tomar decisiones soy yo. Pero ¿Cómo tomar decisiones cuando hay tantos sentimientos de por medio? ¿Cómo sé lo que quiero? Me duele la cabeza con tan sólo pensar que al “elegir” a alguien tendré que romperle el corazón a dos personas más. Sin embargo, sino me elijo a mi primero, los cuatro terminaremos con el corazón roto. O probablemente, terminaré mal con los tres, que, es lo que menos quiero. No me gustan los finales tristes. Sé que esto es un reto. Una lección de vida. Una elección que tengo que hacer sola, sin ayuda de nadie. Nadie sabe exactamente lo que siento ni lo que quiero.
Principalmente, lo que quiero es estar bien con Raúl, estar bien conmigo, quererme y trabajar, primero, conmigo. Ser feliz solo para estar feliz con alguien más. Pero pasan tantas cosas en mi vida y en el mundo que, tanta atención, me hace sentir segura.
Es complicado porque, formalmente estoy con Oscar, sin embargo, a veces siento que no está, que se va, que no le importo. Es como tener un papá ausente, está y sabes que lo tienes, pero realmente nunca lo sientes. Me confunde lo mucho que lo quiero y, supongo que, por eso sigo con él, por el amor que le tengo. ¿Pero, hasta qué punto es real lo que siento, y en qué punto sólo me estoy aferrando a algo que me recuerda lo feliz que era hace 10 años?
Por otro lado, ¿qué tan real es lo que pasa con Yahir? ¿Qué tan honesto es ese sentimiento que tengo por él? Nuestra historia empieza porque yo quería olvidar a alguien que no me estaba dando lo que yo necesitaba y fue mi primer “escape”, fue el primero que me dio atención después de que alguien, a quien yo quería tanto, me ignorara.
Y al final, Diego…..supongo que, la única pregunta que me detiene es ¿y si sólo estoy emocionado porque es “lo nuevo”?
3 notes
·
View notes
Text
ADIÓS
No te quiero, ni te extraño y para ser sincera, me siento mejor sin ti. Es raro admitir que no quieres a alguien, pero es verdad, no te quiero, me dejé llevar por lo lindo del recuerdo, por la ilusión de una pequeña yo queriendo que las cosas funcionaran otra vez.
Estos días he pensado mucho en cómo será volver a verte. Suena feo pero, no tengo ganas de verte, no tengo ganas de pasar largas horas en silencio junto a ti, ni tengo ganas de dormir contigo. Y me parece curioso como esos momentos eran los que constantemente anhelaba a tu lado “cuando crecieramos”, pero hoy, tan sólo son recordatorios de que no me siento cómoda contigo.
Ese es mi problema, tú sólo quieres una cosa de mí y claro que puedo dartela. Pero no quisiera seguir sintiendo este desgaste emocional que tengo, cada vez que no hago algo que tú quieres, cada vez que te siento enojado. Se siente terrible sentirse usada, sentir que a tu lado tan sólo tengo un propósito. Es agotador querer que me quieras, querer quererte y sin embargo, sólo sentir que me necesitas cuando estas crudo y caliente.
Se me rompe el corazón al admitirme que mis sentimientos por ti no son ni amor, ni cariño. Que siento paz cuando no estoy pensando en ti, cuando no me preocupo por lo que pienses, ni por tener que pasar tiempo contigo. No te extraño a ti, extraño lo que eramos, pero ya pasaron 10 años.
Se me parte el alma cuando abro mis mensajes con la ilusion de ver uno tuyo y darme cuenta de que simplemente, no hay. No te siento cerca y tampoco interesado por lo que me pasa, lo que sólo me provoca desconfianza en ti, me hace sentir que cuando hay problemas no se pueden arreglar y se convierte en un ciclo sin terminar, hay problemas, no hay interés y cada vez, me cuesta más decirte lo que siento, lo que espero, lo que quiero y lo que necesito.
No es cuentión de mensajes, ni de hablar todos los días, es cosa de sentirme como tu puta. Que tú me llevas viaje y yo tengo que cumplir con lo que se te antoje. Y claro, a tu puta de confianza, no le preguntas cómo le fue en el dia.
Volteo al pasado y me veo llena de ilusión, de esperanza, de felicidad por volver a estar contigo. Recuerdo los “te quiero”, los abrazos, las llamadas, las conversaciones, cosas que con el tiempo fueron desapareciendo, cosas que al final ni tú ni yo, nos esforzábamos por seguir haciendo. Te extraño en ese momento, te extraño hace 10 años, pero definitivamente, no me gusta lo que hoy siento. Te quise, pero hoy, ya no te quiero.
Es tiempo de aceptar que, no somos el uno para el otro, que yo no encajo contigo, que quizá forzamos mucho esto, que no estamos destinados a estar juntos, que no soy el amor de tu vida y que tú, no eres el amor de mi vida. Que estar justo como estamos ahora, quizá, nos cierra las puertas de conocer a alguien más, a alguien por quien sí querramos dar todo lo que no estamos dando en este momento.
Tal vez, es momento de despedirnos, agradecernos todo lo que nos dimos, el tiempo que nos dedicamos, lo bien que la pasamos y dejarnos ir. Aceptar que nos quisimos, pero que no funcionamos, que tú me intimidas, yo te desespero y que sencillamente no estamos dispuestos a ceder, ni a abrirnos el corazón otra vez. Que nos da miedo salir lastimados pero nos cuesta soltarnos. Al menos a mi, me cuesta soltarte y, a ti?
Después de tanto llanto, después de tantos sentimientos y después de aceptar que ya no te quiero y sólo estoy enamorada de la esperanza, falta un paso, el más difícil. Despedirme.
1 note
·
View note
Text
Tengo el corazón roto. Y lloro. Lloro porque me siento triste. Porque tengo un vacio en mi pecho. Lloro porque ya no quiero volver a sentirme así. Lloro y lo hago desde el fondo de mi corazón, con el alma destruida, con todo el sentimiento de quererte pero con ganas de que todo esto acabe. Lloro sola, en mi espacio. Lloro desde este lugar para que no te des cuenta que lo que haces me rompe. Lloro desde aqui porque ya lo intenté, quise hacer las cosas bien y no pasó nada. Lloro por eso y porque llorar fue lo único que me quedó por hacer.
0 notes
Text
...hace diez años...
Hoy casi no te pensé. Hoy como hace diez años, decidí ver una serie, hacerme comida rica. Me acosté todo el dia y procuré no pensar en ti. Fue difícil. Te extraño como no tienes idea. Pero te extraño queriéndome. Te extraño siendo genuino, abrzándome, contándome tu dia y yo el mio. Te extraño en sentimientos.
Y qué difiícil es extrañarte. Qué difícil es aceptar que yo te quiero pero tú a mi, no. Se siente horrible en el corazón. Un vacío en el pecho pero el estomago lleno de sentimientos, tantos, que ni puedo comer.
A veces lloro, a veces finjo que la almohada eres tú y la abrazo, le cuento todo lo que siento e imagino que me consuelas, que me dices palabras bonitas y me haces sentir que todo estará bien. Es una mentira, lo sé.
Me creo escenarios en mi cabeza que no pasarán. Me miento a mi misma. Me miento porque sé que aunque estas aquí, aunque finjes estar conmigo, en realidad no volviste. Quizá, también tú, te mientes, quizá, para no sentir que estas solo.
Me dueles mucho, me cuesta la vida entera soltarte y entender que, no eres, ni el amor de mi vida, ni la persona con quien pasaré el resto de mis días. Te quiero porque sí, fuiste mi primer amor y por lo tanto, mueves sentimientos cada que regresas. Me dueles, porque eres especial y te recuerdo como algo lindo, como alguien bueno, recuerdo que era feliz a tu lado. Ese sentimiento no lo he vuelto a sentir y yo sólo anhelo, volverme a sentir como hace diez años.
1 note
·
View note
Text
“NO”
Sólo me volteé, le di la espalda con intenciones de irme, aunque no quería. Pasó un segundo, el segundo más largo de mi vida entera, un segundo donde recordé todo. El primer día que lo vi, nuestras conversaciones, aquel 8 de junio del 2012, nuestro primer beso, nuestras salidas juntos, nuestro primer aniversario, el segundo, el tercero y me di cuenta que, durante todo ese tiempo, jamás habíamos peleado.
Por fin hice la pregunta, aquella que no quería pronunciar, la que ni me atrevía a pensar, esa pregunta que no nencesitaba gran aliento pero, era la pregunta que marcaba el fin de una etapa.
- Y tú, quieres que me quede?
Logré decirla. Lo hice ya con lágrimas en los ojos. Tardó en responder más de lo que yo tardé en preguntar. Nadie decía nada. Parecía que estábamos solos en el mundo. A pesar de mis esperanzas, y después de todo, yo sabía que iba a escuchar que lo que no quería oir.
Durante todo el tiempo que tardó en contestar, yo lo imaginaba, y podía escuchar su voz en mi cabeza, diciendo “sí, quiero que te quedes y espero algún día me perdones”. Pero, entre más positiva era mi mente, yo más lloraba, pues sabía que, eso, era tan sólo una fantasía. También sabía que, era nuestra última conversación y que él, ya no me quería. Lo que no sabía era que jamás sintió lo que yo sentí por él.
- NO
Dos letras. Dos letras que eran nada y eran todo. Dos letras -NO-. Un -NO- seco, sin lágrimas, ni sonrisas. Un -NO- de golpe. Un -NO- frío. Un -NO-, sólo eso -NO-. -NO- seguro, -NO- sin titubeos, -NO- paralizante, -NO- definitivo, -NO-, nada más que -NO-. Ni una explicación, ni un discurso, ni una lágrima, ni un “gracias”, algo más que -NO-. Nunca había tenido tan claro que ya no pertenecía a un lugar, como en ese momento.
Y sólo me volteé, le di la espalda con intenciones de irme, aunque no quería, sólo que esta vez, ya no había nada más que decir. Y por fin logré dar el primer paso para alejarme de él.
0 notes
Text
C’ EST LA VIE
Para qué queremos historias de amor, cuando lo que, en realidad vivimos, son decepciones, peleas, confusiones y puras mamadas?
Yo, por ejemplo, estoy aquí, sentada, cuestionandome.....cosas y escuchando música, que es toda de desamor, corazones rotos; canciones donde los motivos son amores que no funcionan. Y mis preguntas, aaaay, mis preguntas! Van, masomenitos, de lo mismo: Por qué volviste?, Por qué te fuiste, en primer lugar?, Cuál es tu intención?, Por qué aquel otro me hizo sentir tan mal?, Por qué tengo la tendencia de regresar a mi cómodo pasado?, Por qué dejo que me lastimen tanto?, Por qué, aunque uno lo de todo, la gente parece no apreciarlo?
En el fondo, sé que todo esto tiene una respuesta bastante elocuente y basada en la ciencia y en que, como humana que soy, me asusta el cambio y prefiero lo cómodo, el calorcito de lo que conocía y me hacía feliz. Que a la gente, qué le importa lo que yo haga y al mismo tiempo, no soy responsable de lo que los demás hagan o piensen. Que, si al final, la gente no quiere estar conmigo, no necesariamente es mi culpa y además, qué me importa. Bueno, pues me importa porque me involucra, porque me daña, me lastima pero, qué me lastima?
Lastima mis sentimientos? Sí, hiere mis sentimientos. Y qué pain in the ass es eso. Los sentimientos son esa cosa que uno no ve y no se pueden manipular directamente pero, aaaah, cómo duelen.
Existe este extraño fenómeno en el que uno siente físicamente (en el cuerpo) lo que le pasa anímicamente (en los sentimientos). Y, creo yo, que eso, duele aun mas. Es como si mi cuerpo se autodañara por algo que yo no ocacioné. Ademas, tiene un nombre muy elegante “somatización”. Chinga tu madre, puta somatización!!!
Por culpa de la somatización es que me duele la panza cada vez que me enojo, es la razón por la que tengo náuseas cada que estoy preocupada o el porqué me duele la cabeza cuando esoy triste, y de qué me sirve? Cuál es la función de todo esto? A mi me gusta decir que no sé. Que a veces así son las cosas y ya, pasan porque sí. Estoy consciente de que habrá alguna razón bien justificada. Pero meterme a “San Google” e investigarlo, me haría preguntarme aun mas cosas y entraría en un bucle.
Las preguntas e investigaciones me provocan la sensacion de que no sé nada y no soy nadie, me hago creer que soy pequeña e insignificante entonces, empiezo a vivir con un nudo en la garganta que no me deja decir nada. Me empiezo a sentir como hoy y, sincramente, no me gusta. Odio esta sensación eterna de que algo me aplasta y no puedo pedir ayuda, todo por una chingada pregunta.
Así que, muchas veces la conclusión a la que llego es que “las cosas son asi”, “c’est la vie”, estas respuestas me hacen sentir bien y aceptar que a veces no puedo hacer nada, y no esta mal. Las cosas pasan y yo tengo la opción de quedarme atascada en la misma fucking pregunta o sentarme a escuchar música y divagar sobre lo que me pasa en la vida.
3 notes
·
View notes