canasta-de-cuentos-millennials

[canasta-de-cuentos-millennials]

No quiero más ser "sustituta" y es increíble pensar que yo misma me he puesto en esta situación. No hay engaño, no hay dobles discursos, siempre se me habló con la verdad.

Él, me gusta y no me gusta. A él, lo idealizo y lo bajo del pedestal todos los días y sin esfuerzo. Porque no es para mí y yo no soy para él. Nos metimos en un juego sentimental y sexual divertido en el que ya nos habíamos quemado una vez y elegimos valientemente volver a intentarlo, ambos, sí. Otrora, los dos ganamos y perdimos. Yo me enamoré (o eso creí) de él pero él jugaba conmigo sin desearlo pues, gustaba mucho de mí pero su pasado lo ataba. En realidad, lo nuestro siempre debió ser amistad porque nos hacemos bien, ahora que con el tiempo nos hemos perdonado y salvado la vida mutuamente, sabemos que nos hacemos bien.

En otros tiempos, cuando fue muy doloroso, yo dejé que me perdiera. Él, volvió a buscarme y lo he tomado como una tabla de surf entre mis olas de vacíos, desamores y la vida caótica y dolorosa. Sí, él, fue miel, sensualidad y risas en un momento pero me cuesta recordar que él nunca será mío y yo nunca seré de él, porque no funcionamos así. Ya no quiero que perdamos.

Genuinamente le quiero como un amigo y quiero verle feliz. Él, es de ella. Yo, de nadie, quizá de recuerdos y esperanzas de amores futuros. Él, es de ella: esa mujer que no le quiere pero no le suelta, que le quiere pero no sabe hacerlo y juega con sus emociones; de esa mujer que va y viene y quiere tener mil amantes mientras le miente a él en la cara. Él, la espera... Yo no le espero ni a él, ni a nadie: aprendí a hacerlo así. Es sano no esperar a nadie.

Yo soy de mis traumas y terapias, de amores fallidos que me gusta creer que nunca pasaron, que me queman y olvido. Me gustaría que él, fuera, pero sé con todo mi corazón que él, no es, no es para mí ni yo para él. Pero qué bonito cuando aunque sea consuelo de tontos, jugamos a descubrirnos, nos miramos, nos gustamos, acompañamos el dolor y la soledad: entonces, por un instante somos. Y nos comemos a besos escondidos en la oscuridad de la noche, o con los vidrios que empañamos en su coche. Lloramos, reímos, cantamos y bromeamos: somos fuego y placer. Sin embargo, eso no nos basta porque no es amor, es amistad llena de abrazos, besos y sexo, pero no es amor.

Yo quiero verle feliz. Verlo amando y ser amado. Pero ya no quiero ser su sustituta del amor, porque estar sola en este juego en el que jugamos a ser amantes eventuales y luego quedarme sola con la baraja se siente extraño y me quedo un poco vacía. Quiero que me quiera como lo quiero: como un amigo con quién algún día quisimos que fuera todo pero no se pudo, con quién algún día nos fundimos en un solo cuerpo y eso, sólo nos unió más, como amigos. Pero jugar al amor siendo tan ficticio cuando nada más hay amistad, se siente raro y creo que esto si no lo sé manejar, me lastimará. Ya no quiero ser tu sustituta, quiero ser tu amiga, sólo tu amiga.

Sé que me quieres, sé que sabes que te quiero, pero quiéreme bien: sé mi amigo, no me beses más y no dejes que yo te bese cuando ella te vuelve a partir el corazón porque a mí, me parte el alma que ella te rompa. No quiero romperme contigo.

Quizá para ti esto es común y tienes muchas amigas como yo, pero en mi historia, has sido y eres el unico con dejo de picardía y sentimentalismo, mezclados, en la licuadora se la vida. Entiende si mis emociones son más complejas que las tuyas, si me cuesta un poco más lidiar con nuestro vínculo. No me juzgues, sé que no lo haces.

Quiero que me veas enamorarme y me veas feliz. Que no me celes, que nunca sientas que me pierdes si una vez más, me llegas a ver en brazos del amor. No quiero que nos lastimemos porque, ¿sabes? Yo sí soy para ti y tú eres para mí pero como amigos. Y como dice la canción "los amigos no se besan en la boca, no se conocen todo el cuerpo, no se duermen en la misma cama, no se extrañan todo el día..."

Para V.

-Olivares-

[canasta-de-cuentos-millennials]

A lo que vengo.

Resulta y resalta que estoy atravesando una nueva crisis depresiva. ¡Oh, sorpresa (sarcasmo incluido)! Vivo (o vivía) con distimia a raya, todo funcional. Incluso me permitía ser lo que yo le llamo "feliz realista". Hoy, he perdido el hilo aunque lucho con todo mi ser por no caer en un profundo abismo. He hablado con una psicóloga y me ha dicho que tengo los signos de un episodio depresivo medio/moderado. Estoy asustada. Otrora, ya he estado ahí y ha evolucionado a depresión mayor: es el lugar más aterrador en el que una persona puede instalarse. Me niego a llegar hasta ese punto.

Me han indicado que conviene hacerme estudios psiquiátricos y ver si hay un desbalance en mi cerebro que amerite medicación. Ese es uno de mis miedos más profundos: el tener qué depender de pastillas. Mi hermana lo hace y suele ser un infierno. He llorado todo el día pero a ratitos.

Todo me da vueltas y estoy buscando desesperamente la forma de recibir ayuda de larga duración en terapia. Por el momento, no puedo costearlo. La psicóloga de hoy, que me brindó ayuda emergente, me comentó que los pensamientos intrusivos desencadenados por recientes sucesos y violencias, deben parar.

Mencionó que es importante que me asiente con un terapeuta de forma continua, con quién pueda llevar un proceso psicológico a largo plazo porque al parecer, eso de ir a terapia un año, luego otro, luego unos meses ya no funciona y no es lo más indicado.

Estoy cansada. Tengo miedo y dolor pero el fuego interno que me ha llevado a ser la persona increíble que sé que soy aún en mis peores momentos, no se apaga, me quema y me recuerda que debo luchar. Ese fuego me grita y seduce. Me incita a levantarme en armas de amor propio. Puedo, quiero y lo haré. No es la primera vez que la depresión (ya no distimia) toca a mi puerta y yo, como la bruja guerrera que soy, le hago frente y le gano.

Me he enamorado, enamorado de amistad. Nada sexual, nada sensual. Me he enamorado de los amigos que han estado escuchando mi llanto, que han enjugado mis lágrimas durante horas. Quiero besarles el espíritu y llenarlos de amor porque ellos son todo lo bien que existe en este mundo y en todass las galaxias.

Me enamorado de mis padres. De mi progenitor enfermo de cáncer avanzado que escribió hermosas palabras para animar mi corazón. Que con su cuerpo enfermo, grita, pelea, da batalla a la enfermedad y viene para llenarme de besos y abrazos.

Me he enamorado de mi perro que me adora y no quiere verme llorar. Mueve su colita felpuda, me llena de lengüetazos y busca mi afecto.

Me he enamorado de mi hermana que lucha contra sus propios demonios de clínica con Clonazepam y pastillas de colores, ella, no me suelta. De mi madre, de mi bendita madre que se sujeta de mí y yo de ella. Que pasea conmigo y es compañera de aventuras.

Me he enamorado de mí misma que no se deja vencer.

A todos ellos y a mi reflejo, les debo la vida, esta vida que hoy por hoy, tiene pensamientos suicidas. No me avergüenzo de ello, empero, me siento aterrada. Estoy peleando con todas mis fuerzas contra las sombras; Dios me mira, Dios lo sabe. A ustedes que están a mi lado en mis peores momentos, cuando se apagan mis fuegos pirotécnicos, cuando me cuesta estar, les dedico esta nueva batalla contra la depresión.

Voy a estar bien. Tengo que estar bien. Soy increíble, puedo lograrlo.

Dios me guía.

-Olivares-

La depresión, la distimia y la ansiedad, también están presente en los rostros sonrientes.

[canasta-de-cuentos-millennials]

¡Hola, extraño!

He aterrizado en este espacio, un poco harta del resto del ruido del mundo. Después de probar miles de formas de drenar el alma y la psique, de hacer "clic, clic" aquí y allá: estoy agotada.

Veamos qué tan noble me resulta este lienzo de píxeles y virtualidad que se acerca más a una linterna del mundo interior, que las mil máscaras que hemos adoptado en otras redes sociales, foros e incluso en las calles o las camas. Veamos qué tanto descubrimos de la esencia humana aquí, entre letras e imágenes nobles que no saturan la mente como cualquier otra pantalla de inicio. ¿Qué tan franca puedo ser respecto a no sé, todo?

Empieza un viaje. Desconozco sus escalas, tiempos, profundidades o absurdeces. Sólo entiendo que en esta interfaz, quiero jugar a descubrime más a mí misma. Si el viaje no da los resultados correctos, es posible que la abandone fácil. Veamos qué sucede.

Si algún ser curioso anda por ahí y llega a leer esto: no olvides mirar el video.

No tengo expectativas hacia el exterior. Únicamente quiero un pedacito de mundo virtual dónde escribir, pensar, tirar la basura emocional, encontrar la belleza o pensar absurdeces.

Te saludo.

-Olivares-