Text
Anx
Escribir cartas siempre me ha resultado tortuoso porque me frustra el intento de ordenar la maraña de emociones que hay en mi cabeza para lograr que tengan sentido. Si decidí escribirte es porque, entre todas estas letras, también me escribo a mí.
Quién sabe desde cuándo estás presente en mi vida; si me pongo a hacer retrospección, quizá desde mi infancia te conocí y, desde ahí, no quisimos soltarnos. Eres una especie de maldición, pero al mismo tiempo mi sistema de alerta.
Me has acompañado a lo largo de los años casi como mi sombra, y a veces te apoderas de mi cuerpo como si lo proclamaras tuyo. Lo triste de todo esto —porque claro que es triste— es que te has permeado tanto en mí que ya resulta difícil reconocerme sin ti. Genuinamente me gustaría que te fueras, y eso que yo tengo problemas para dejar ir. Sin embargo, me aterra un poco el mundo sin que estés a mi lado.
Conoces a la perfección mi mente, tanto que a veces pienso que es más tuya que mía; me da celos y también envidia que tengas tanto control y poder sobre algo que, según yo, me pertenece.
Pero bueno, sin dar tanto rodeo, esta carta es para hacerte saber que, a pesar de todo eso, te abrazo. Me acurruco en ti. Este amor-odio que nos tenemos trasciende emociones y a decir verdad, te quiero. Y como ya vi que insistes en quedarte —porque por azares del destino me escogiste para no soltar— te dejo anclarte aquí, siempre y cuando me dejes gobernar. No puedes ganar siempre. Dame el mérito de decir que pude controlarte; déjame saber que tus ganas continuas de hacerme titiritar —diría alguien que me amó sin saber que también te estaba amando a ti— las puedo aplastar cada vez que yo quiera. Por eso te digo, este amor apache es de medias y mitades: te dejo estar, pero no me ahogues; te dejo habitar en mí, pero no me lastimes. Me presto a ti, pero no me tortures.
En términos y condiciones, te pido tregua para que podamos existir en el mismo cuerpo; te pido bandera blanca porque siento que me estás ganando la guerra.
Te doy asilo, pero si en algún momento decides irte, no me quejo. Aprendimos al mismo tiempo que amar también es dejar ir. Deberías ponerlo en práctica, quizá sería más feliz sin ti.
0 notes
Text
Entre mis ataduras y blindajes busco de manera perpetua guiarme con tu luz, con el sonido de tu voz o en el peor de los casos cuando oscurece más, busco guiarme con lo poquito de fé que le robo a la mujer de manos arrugadas que me da paz. Entre tus intentos ahogados por no dejarme caer, por curar heridas que no cierran, buscas esclarecer tu mente para no golpear tus dedos contra la mesa en el desayuno porque no tienes paz mental. Estamos dando vueltas en círculos y no sería problema si estuviéramos en el mismo, en la misma dirección. Te encuentro casi en todos lados, en el camino que tome siempre estás tú pero te encuentro de manera sublime, casi imperceptible y más allá del miedo que provoca no poder palparte en el trayecto, me aterra arrastrarte sin querer pero queriendo a una montaña rusa de emociones. Si bien me conoces más que nadie, mis gestos, mis miedos y mis defectos te los sabes de memoria, me extraña que no reconozcas mis trucos para no perderte, no te pido que te quedes con todas sus palabras porque intento no ser egoísta, esto va más allá de lo que puedo decir o escribir, es una especie de devoción, un grito al cielo para que lo escuches tú, algo que te haga ver que de este lado con todo y mis monstruos y altibajos, es tu lugar seguro, soy totalmente transparente, un mundo de preguntas que normalmente no tienen una respuesta concreta, soy la definición exacta de “sobre pensar”, soy todo lo que alguna vez en un café me dijiste que detestabas pero soy el ser humano con más amor por ti que habita en este planeta, no te pido que te quedes porque no quiero dar lástima, pero si de algo sirve, de este lado, es decir conmigo, te espera una vida de guerra permanente pero de amor interminable.
0 notes
Text
3:17
Ojalá mañana que despiertes todavía sientas que te quito el sueño, que te falta el aire cuando estás lejos o que vas a explotar de amor, ojalá mañana que despiertes todavía pienses que soy la mejor opción, que para ser francos, no lo soy pero no te digas. Ojalá el viernes que despiertes sigas pensando que te hago bien, ojalá que el domingo que despiertes, despiertes pensando en mi. Ojalá dentro de unas semanas, tus pupilas se sigan dilatando cuando me ves, ojalá en unos meses todavía quieras besarme tanto que no sepas cómo despegarte de mi.
Ojalá no escuches las voces internas que te dicen que no, ojalá todos los días sea más, no menos o igual, ojalá encontremos solución a tus miedos y respuesta a mis preguntas diarias. Ojalá te des cuenta que te quiero dar todo lo que alguna vez te dije que no podía dar. Ojalá que mañana despiertes y te des cuenta que aquí te quieres quedar.
10 notes
·
View notes
Text
13:27
Déjame explicarte de la manera más clara que si te he pedido mil veces que te quedes, es más por mi que, que por ti. Que si te he dicho mil veces que te vas a ir es porque una parte de mi piensa que en cualquier momento vas a querer largarte de aquí, de este desorden y la otra parte, la parte que tiene fe, piensa que nunca te irás porque ya te diste cuenta que me haces feliz. No te culpo si no entiendes el miedo que me provoca pensar que en cualquier momento puedes llegar a dejarme porque seguramente no te has dado cuenta de todo el amor que generaste en mi. No tengo la mínima intension de sonar cursi pero yo creo que tú no has notado lo fácil que es anclarse en ti y no como algo malo, no como dependencia sino como salvación. También creo que aunque no has encontrado una meta que seguir, las personas a tu al rededor te ocupan como motivo, sin querer o tal vez queriendo, le has dado más razones a mi vida para intentar no hundirse de las que te imaginas. Aunque no lo creas eres luz en los abismos y si tengo tanto miedo de que te vayas es porque sin que tú lo sepas, me das paz. No suelo pedir con tanta fe las cosas pero creo que debes saber que a veces, cuando pienso que te vas a ir, le pido a eso en lo que tú no crees tanto que jamás te aleje de mi. Para aclarar más todo esto, déjame explicarte que desde que llegaste, las cosas tienen más sentido, un propósito, el único propósito que he querido cumplir con tanta fuerza desde hace mucho tiempo: salvarte, aunque la realidad es que tú me estás salvando a mi.
1 note
·
View note
Text
S:
Cuando te vayas, porque sé muy bien que te irás. Asegúrate de llevarte todo lo que trajiste contigo, haz una lista de cosas que no debes olvidar empacar y llévatelas. Cuando te vayas, recoge cada pedazo de alma que dejaste conmigo, guarda tus promesas para alguien que sí valga la pena y lo más importante, no olvides quitarme todas tus ganas de quedarte porque claramente yo no las merezco. Cuando te vayas, déjame una carta con una frase corta en el lado de la cama donde te gustaba dormir, dame un beso en la frente y por lo que más quieras, no me despiertes, no hagas ningún ruido, solo agarra todas tus cosas y huye de mí, es el mejor consejo que puedo darte. No quiero que te despidas y no porque no me interese, pero dime tú, ¿quién en su sano juicio va a saber decirle adiós a lo único que quiso que se quedara para siempre? No quiero que te despidas porque para ser sinceros, no te dejaría ir, me aferraría a todos tus huesos y me anclaría en tu piel, te haría una y mil promesas y en mi acto desesperado de lograr que no me abandones, haría que te quedaras y sinceramente, sería tu peor error. Cuando te vayas, no hagas preguntas, no miras atrás, no camines lento porque en el trayecto a la salida te puedes arrepentir, cuando te vayas no pienses en mí, no quieras arreglar algo que ya no tiene solución y esta vez no hablo de ti y de mi, hablo de mi, así, en singular. No tienes ninguna obligación de quedarte en un lugar donde no hay norte, ni sur, donde en lugar de paz encuentras guerra, no tienes ninguna obligación de quedarte conmigo, porque aunque intentaste ayudarme a luchar contra todos mis miedos y ganarle a todos mis enemigos, lo único que aprendiste, que aprendí y que aprendimos es que mi único miedo y enemigo soy yo y sería bastante tonto de tu parte quedarte con este desastre. Cuando te vayas, porque hasta tú sabes que te vas a ir, quiero que te lleves contigo mis mejores días, mis mejores noches y mis mejores sonrisas. Quiero que te lleves contigo todo lo bueno que queda aquí, que te asegures de empacar todo lo que hice bien alguna vez, si no te lo quedas tú, no vale la pena que lo tenga alguien más. Y por último, solo para que las preguntas sin respuesta no te atormenten en la madrugada y te hagan querer volver a mi, solo quiero que sepas antes de que te vayas, que sí, tomaste la decisión correcta. Déjame aclararte que no fue por falta de amor, de ninguna parte, te di todo lo que tenía, me quedé con las manos vacías, con el cuerpo vacío, sin nada. Déjame aclararte que si te estoy pidiendo que te vayas cuando no pueda detenerte es porque ya acepté que no te merezco, que nunca seré la persona que necesitas a tu lado porque no sé hacer las cosas bien, porque todo lo que toco lo destruyo, porque soy muy débil y muy torpe, egoísta y sobretodo imbécil. Antes de que te vayas, que te quede muy claro que para mí lo eres todo, que te amo como a nadie y que por eso te dejo ir. Así que ahora si, despréndete de mi, empieza de nuevo, agarra valor y déjame contemplar tu partida, déjame agonizar por no haberte valorado. No leas entre líneas porque te estoy rogando que te quedes, solo toma tus cosas y déjame aquí. O quédate, para siempre.
11 notes
·
View notes