Text
El Bestiario del Guiaco: re-imaginando el Río Guáitara
Esta es una recopilación de ilustraciones y relatos cuyo propósito es reconocer a otros seres no humanos que custodian el Guaico y las aguas del Guáitara, en particular, los tramos de la cuenca que cubre a los municipios de Ancuya y Guaitarilla. De las profundidades del Guáitara fluye un río de historias de un mundo en apariencia oculto, un universo paralelo donde diversas realidades se entrelazan. Un mundo recreado por medio de la palabra y el dibujo de mayores, mayoras, jóvenes, niñas y niños, donde lo visible y lo invisible se funden, dando origen a criaturas y fenómenos que desde su pedagogía vigorizan la imaginación y fomentan la curiosidad del espectador. Seres que, a través de su movimiento recrean el territorio dejando huella en la memoria del agua. Cada parte de las criaturas fragmentadas se une a otras y retrata lo que muchas veces resulta impensable; desde la majestuosa Virgen de la Visitación metamorfoseada en langosta hasta un pájaro con cabeza de corona, todos tejen la compleja trama de custodia de la vida en el Guáitara.
1 note
·
View note
Text
El Guáitara sujeto de derechos
Vista del río Guáitara y la carretera Panamericana. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
Desde tiempos ancestrales, las comunidades han venerado al Guáitara como un ser vivo, un ente sagrado proveedor de vida y sustento. Lo hemos visto avanzar bajo la Iglesia de las Lajas, hemos recorrido sus riberas por la vía doble calzada y la antigua vía a Ipiales. No obstante, el río recibe las aguas residuales de varios municipios, contaminando su cauce principal y poniendo en riesgo sus ecosistemas.
El Guáitara es sagrado “pero ahora está convertido en una cloaca, en un alcantarillado. La humanidad se cagó en un lugar sagrado, dice taita Efrén” (Prada Rojas, 2012, p. 68). Lo que implica pensar cómo la naturaleza nos entrega el agua y cómo la devolvemos; porque, en definitiva, atentar contra un río es atentar contra nuestra propia vida.
El Guáitara es la memoria colectiva de comunidades humanas y no humanas que han compartido la vida, que se inscribe en la tierra y los territorios, pero también en las profundidades de la memoria. Es un ser vivo que, al morir, también morirían las comunidades humanas y no humanas; por esta razón, matar un río, constituye un crimen contra la humanidad.
Mucho antes de que las leyes humanas existieran, la naturaleza ya poseía sus derechos y su ritmo de vida. El derecho humano debe reconocer esta relación intrínseca y adaptar sus leyes para garantizar un futuro sostenible a todos los seres vivos del planeta. Re imaginar las criaturas que habitan y cuidan el río, es escuchar su voz y la de quienes se relacionan con él, un sustento para recobrar una visión de identidad del territorio que posibilite planificar y potenciar las medidas necesarias para su protección. La declaratoria del río Guáitara como sujeto de derechos y el día 20 de noviembre como su conmemoración, nos desafían a explorar nuevos mecanismos jurídicos para su cuidado y protección, pero también nos invita a repensar nuestra forma de habitar el mundo puesto que se requiere comprender la autopoiesis de la naturaleza, ese potencial de auto-regeneración que, al ser alterado por la intervención humana, afecta a todo el ecosistema
0 notes
Text
Sobre este proyecto…
Este proyecto se gesta tras la decisión histórica del Tribunal Administrativo de Nariño de declarar al río Guáitara, su cuenca y afluentes como sujetos de derecho a la protección, conservación, mantenimiento y restauración. Una decisión que consideró la grave contaminación y el deterioro ambiental que ha sufrido el rio debido al constante vertimiento de aguas negras y otros residuos por parte de los municipios aledaños.
El tribunal ordena que el día 20 de noviembre se declare el día del río Guáitara; fecha en la cual las administraciones de los 33 municipios vinculados deben conmemorar que el río es un sujeto de derechos y tienen el compromiso de propiciar escenarios académicos para la socialización de la sentencia y sus efectos con las diferentes comunidades.
Mapa de la zona hidrográfica de la cuenca del río Guáitara. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
La sentencia sobre el río Guáitara, un ser fundamental para la vida y el ordenamiento territorial del Guaico, debe ser socializada de manera amplia y participativa en diferentes espacios. A través de reflexiones que vayan más allá del texto y del lenguaje jurídico, considerar otros ámbitos que puedan potenciar su difusión y reflexión: como las artes. Esta propuesta busca tejer una sinfonía de voces y sentires del territorio del Guaico y el río Guáitara. A través de un diálogo interdisciplinario, se visibilizarán perspectivas genuinas que permitan socializar, pero también complementar desde una perspectiva artística la sentencia del río Guáitara como sujeto de derechos.
A través de la ilustración, la escritura y las filosofías de vida comunitaria, se potenció la articulación de las diferentes comunidades del Guaico para trabajar por el cuidado y mantenimiento de la naturaleza y sus ecosistemas. De ahí que, este proyecto aportó a la formación comunitaria en artes visuales y de creación de texto para la elaboración de herramientas didácticas, lenguajes visuales y literarios para la sensibilización y conmemoración del río Guáitara como un ser vivo.
0 notes
Text
Portada de la cartilla del Bestia-río Guáitara, 2024. Diagramación y diseño: Iván Pérez
(((ver Bestia-río Guáitara, re-imaginando el río Guáitara)))
0 notes
Text
Calendario del "Bestiario del Guaico" 2025: conmemoración del río Guáitara como sujeto de derechos a la protección, conservación y restauración. Diseño: Iván Pérez
Entrega de calendarios a niños de la Institución Educativa Técnica María Auxiliadora. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
Conmemoración día del río Guáitara, 20 de noviembre 2024. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.19 GUAITARILLA, NARIÑO. NOVIEMBRE 13 DE 2024
Hora: 3:00 am-5:00pm/ Encuentro: Socialización Y Exposición del Bestiario del Guaico/ Lugar: Biblioteca Casa de la cultura Municipal/ Investigadora: Karen Juliana Martínez Andrade
Socialización del Bestiario del Guaico. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
En el amplio recorrido que hacen las aguas caudalosas del serpenteante río Guáitara, entre las imponentes montañas rocosas del Guaico, donde las aguas aún son frías y turbulentas, se encuentra Guaitarilla; uno de los municipios que resguarda el río. Ahí además del tesoro que simboliza el río Guáitara también nos hallamos inmersos en la calurosidad y amabilidad que es posible sentir en la comunidad y en especial con el grupo de adultos mayores de la zona urbana del municipio, quienes nos acompañaron en el desarrollo de los talleres de creación e ilustración de historias/relatos que forman parte del legado y tradición oral que se ha conservado en el pasar fugaz del tiempo. Las historias que se obtuvieron a partir del diálogo y el compartir nutrido de vivencias son fieles manifestaciones y expresiones de los diversos imaginarios que reflejan la gran riqueza cultural y natural del territorio.
Luz María Melo con su ilustración. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
“Cerca de las cinco de la tarde, se fueron a la chorrera que queda cerca al pueblo, se metieron en el monte, en lo más profundo porque había algo que los llamaba. Ellos vieron que en un pozo había unos paticos nadando en el agua. Quisieron meterse ahí a cogerse unito, pero no alcanzaban, en eso llegó el dueño del lote y los jaló porque era el duende el que quería llevárselos, entonces cuando echaron a ver ya no estaban los patos” (comunicación personal, Guaitarilla).
En el compartir de estas historias pudimos comprender la vasta importancia que acarrean consigo las arrolladoras aguas del río Guáitara porque no solamente representa una gran fuente de vida humana, sino que en ellas hay también otras múltiples formas de vida no humanas que representan gran parte del tesoro que guardan estas tierras del Guaico. En el momento de la ilustración de todos los relatos que se compartieron, la creatividad estuvo presente para poder representar todas esas experiencias cargadas de encanto.
Entrega de calendarios a adultas mayores. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
Como parte final del proceso, se realizó la socialización de resultados obtenidos en los talleres dando a conocer las ilustraciones que realizó cada uno de los participantes, quienes con agrado observaron sus dibujos plasmados en la cartilla titulada “Bestiario del Guaico”. Además, se les compartió un calendario como un recuerdo en el cual están ilustrados también sus dibujos. En este encuentro final en medio del diálogo, se posibilitaron reflexiones significativas alrededor de todas las dinámicas que implica la coexistencia con el río Guáitara para todos los Guaitarillences; concibiendo al río como un ser vivo que forma parte de su identidad y como tal conlleva una responsabilidad de preservar el caudal del río, y todas las formas de vida que en él emergen y hacen parte de un patrimonio tan diverso que sería un crímen no contemplar y conservar.
Clausura de la socialización del Bestiario del Guaico, reimaginando el río Guáitara. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.18 ANCUYA, NARIÑO. NOVIEMBRE 12 DE 2024
Hora: 5:00 am-8:00pm/ Encuentro: Socialización Y Exposición del Bestiario del Guaico/ Lugar:Salón de Eventos profesor Alfonso Guerrero/ Investigadora: Vanessa Arteaga Bernal
El río Guaitara representa el vínculo profundo que se sigue tejiendo entre las personas y la naturaleza. Para los Ancuyanos, el río no solo es un flujo de agua, sino también un espacio de encuentro, alguien de quien se habla y un símbolo potente de las comunidades que atraviesa. El río canta, ruge y grita su viveza. En sus orillas y aguas habitan múltiples animales como insectos, anfibios, peces, aves y otros seres humanos y no humanos que guardan sus aguas y sus cuevas. De estos personajes se compone el bestiario, enriquecido con un universo simbólico, artístico y literario. A las 5:00 p.m. inició la presentación de las "creaciones bestiarias". Este espacio de socialización pretendió mostrar el “Bestiario Río Guáitara” como una semilla que se siembra con el sueño de que se prolifere y llegue a otros espacios circundados por el río, para que este sea recuperado, cuidado y venerado. Además de abrir un diálogo en el que las voces de la comunidad puedan ser escuchadas y difundidas, fue un momento para reflexionar sobre las dinámicas de la relación entre la gente y el río, y sobre cómo, en conjunto, se pueden encontrar soluciones para que el río sea una fuente de vida y de identidad para todos.
Encuentro socialización, con el trío Amistad. Fuente: esta investigación. Ancuya, Nariño. 2024
La música tradicional entonada por el “Grupo Amistad” ejerció especial sensibilidad, fomentando una conexión cultural y emocional entre la comunidad y el entorno. La intervención poética de la maestra Irma Zambrano le dotó de voz al río, permitiéndole que "hable" sobre su importancia, su historia y sus necesidades. A través de sus letras, el río se convirtió en un compañero, un ser que comparte sus historias y avatares. El encuentro culminó con la siembra de un pequeño árbol que fue plantado en el parque principal de Ancuya, símbolo de la vida y de este proyecto que está por culminar. Durante la siembra, se invitó a propios y extraños, compartir la palabra y a llevar de recuerdo un almanaque compuesto por distintas “bestias” para que no solo se ubiquen en el tiempo, sino que además valoren y veneren el espacio en el que habitan.
Integrantes del grupo junto con Irma Zambrano. Fuente: esta investigación. Ancuya, Nariño. 2024
Entrega de calendarios en el parque. Fuente: esta investigación. Ancuya, Nariño. 2024
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.17 GUAITARILLA, NARIÑO. OCTUBRE 22 DE 2024
Hora: 9:00 am-12:00pm/ Encuentro: taller de creación literaria e ilustración/ Lugar: Institución Educativa Técnica María Auxiliadora/ Investigadora: José Pérez Tello
El conocimiento y la imaginación se entrelazaron en un taller de ilustración, para un grupo de estudiantes de sexto grado; niños y niñas entre 11 y 13 años. El encuentro, dividido en dos partes, se convirtió en un experiencia enriquecedora para conocer sobre los ciclos del agua, las leyendas y los mitos que se originan en torno al Guáitara.
En la primera parte del taller, los niños se sumergieron en el apasionante mundo del ciclo del agua. Con una explicación sencilla y entretenida, entendieron sobre el nacimiento de los ríos; su origen, el recorrido y sus desembocaduras. La participación fue entusiasta, cada pregunta encontraba una respuesta clara y concisa, despertando en los jóvenes una curiosidad por el entorno natural. Fue especialmente significativo el momento dedicado a la cuenca del río Guáitara. Los estudiantes descubrieron el significado de la palabra "guaico", un término que evoca todo un espacio geográfico, cultural e histórico de Nariño, y esta íntimamente ligado a los ecosistemas presentes en esta región. Las quebradas y los nacimientos de agua, como fuentes de vida, fueron las temáticas con las cuales los niños se identificaron. Para finalizar, se profundizo el concepto de bestiario, basado en los imaginarios de la región, identificando personajes “fantásticos” relacionados con el territorio del guaico.
Taller de ilustración con niños. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
La imaginación fue la protagonista en la segunda parte del taller. Los niños, inspirados por el cañón del Guáitara, dieron rienda suelta a su creatividad, para crear personajes de historias y leyendas relacionadas con el guaico. La tunda, el duende, el cacique Guáitara, el diablo del cañón, la virgen del Guaico y muchas otras criaturas fantásticas cobraron vida en sus dibujos. Cada ilustración fue una ventana a un mundo mágico, donde el agua se transformaba en el hilo conductor de las narrativas. Los estudiantes, con lápices de colores, construyeron un universo lleno de fantasía y creatividad. El dibujo fue una herramienta para expresar cada palabra en imágenes, encontrando un vínculo con los simbolismos que evocan el agua, el guaico y la naturaleza.
Taller de ilustración con niños. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
Este taller no solo fue una oportunidad para desarrollar habilidades artísticas, sino también para sembrar semillas de conciencia ambiental en los jóvenes participantes. Al conocer la importancia del agua y la riqueza de su entorno natural, los estudiantes se convirtieron en pequeños guardianes del río Guáitara. El taller demostró que la educación ambiental puede ser divertida y efectiva a través del arte, como una actividad creativa y participativa.
La experiencia vivida en el taller de ilustración, es un ejemplo de cómo la pedagogía artística puede transformar la relación de las personas con su entorno. Fomentar la creatividad y la curiosidad, puede dar paso a una generación de ciudadanos más conscientes, y comprometidos con la sostenibilidad del medio ambiente. Los dibujos creados por los estudiantes, son un reflejo de sus conocimientos, de sus emociones; y de su conexión con la naturaleza. Es un legado para el futuro, una invitación para seguir explorando y protegiendo el delicado, pero maravilloso territorio de la cuenca del río Guáitara.
Taller de ilustración con niños. Fuente: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO NO.16 GUAITARILLA, NARIÑO. OCTUBRE 23 DE 2024
Hora: 3:00pm – 5:00pm/ Grupo de mujeres “Contando tu propia historia”, Biblioteca Pública Municipal, Guaitarilla. Investigadora: Ximena Rosero Andrade
En la Biblioteca Pública Municipal de Guaitarilla nos reciben cincuenta y tres mujeres mayores, dispuestas a conversar sobre la bravura del Guáitara. Este encuentro revela una profunda conexión entre las mujeres y el río Guáitara. Más allá de ser una simple fuente de agua, el río es percibido como un ente vivo, lleno de historia, mitos y espiritualidad. A través de sus relatos, estas mujeres nos transportan a un pasado donde la relación con la naturaleza era mucho más íntima y respetuosa.
TALLER DE ILUSTRACIÓN CON ADULTAS MAYORAS. FUENTE: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
De las historias de vida recuerdan las mayoras que la cuenca del rio jamás fue un lugar propicio para el ganado mayor, sino más bien solo para algunas ovejas y cabras: “como era tan difícil cargar agua, un señor dijo sembremos agua, - cómo, eso es imposible - decía yo, hagamos un hueco al lado de esta piedra y primero vamos a sembrar unas matas de mayo, esa es la que conserva el agua. Decía sembremos, las sembramos al redor de un hueco que hizo y luego nos fuimos llevando agua en ollitas”. (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
TALLER DE ILUSTRACIÓN CON ADULTAS MAYORAS. FUENTE: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
ANIMACIÓN E ILUSTRACIÓN: “El Diablo”. Autoras: Vannesa Arteaga y Rosario Benavides, Nariño. 2024
La personificación del río es recurrente en los relatos. El Guáitara es visto como un ser capaz de sentir, de comunicarse y de influir en la vida de las personas. Esta visión animista se refleja en las creencias sobre los poderes del río: “yo me quedé viendo así y como que me quiso chumar el agua, entonces me apuraron a jalar del brazo. Dijeron oiga, hágase pa acá. Y parecía como que lo iba viendo al río, ver al agua del río que se iba como para donde yo. Entonces había sido mareándome el agua. Me dio miedo esa vez. Yo me fui solita, a decir el río a ver, mándeme” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
“Del rio Guáitara sacaron unas pierdas, unas piedras como espejo. Ellos con esas piedras se comunicaban de un sector a otro, y vinieron de Italia, de una universidad y a nosotros barro no nos importaba, sino oro. Sacaron un poco de infieles, eran los Guáitara y en los pondos habían dibujados animalitos, tigres, venados, una especie de gradas y ahí los indios subiendo, era en puros, la mata de puro que traían del Guáitara, se vinieron a radicar a la loma y para sacar eso era 16 meros que cavaban a la profundidad y decían que ellos dejaron encargado al Guáitara, pero ahora los guaqueros ya no existen, se murieron” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
TALLER DE ILUSTRACIÓN CON ADULTAS MAYORAS. FUENTE: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.15 ANCUYA, NARIÑO. SEPTIEMBRE 27 Y 29 DE 2024
Hora: 2:00 am-6:00pm/ Taller: encuentros comunitarios de oralidad, escritura e ilustración creativa/ Lugar: Ancuya/ Investigadora: Karen Juliana Martínez Andrade
En un primer encuentro con la comunidad se planteó la actividad a desarrollar acerca de la creación de piezas literarias que expresaran en gran medida aquellos imaginarios del río Guáitara y del municipio en general, contemplando aquí a seres no humanos que eran concebidos como seres protectores del río y todas los territorios cerca de él.
CREACIÓN DE SERES NO HUMANOS. FUENTE: esta investigación. Ancuya, Nariño. 2024
“La madre colibrí serpenteante: En medio de la montaña donde nace la vida, existe un gran dragón de características muy especiales; de cuerpo largo, plumas multicolor, de múltiples brazos que desprenden de su cuerpo, compartiendo la vida que puede brindar. Su rostro de Quinde, de pico largo, con grandes ojos chispeantes que polinizan la vida de cada corazón sintiente. Un día, sin previo aviso llegó un niño, con su presencia el río cambió su semblante y sentado en la orilla, observó cómo lloraba el río, él no comprendía por qué se veía diferente, y por qué hasta las ranas se endurecieron con su presencia. El niño sintió ganas de llorar y la madre colibrí sintió su ser agitado y le habló desde lo más profundo de su corazón. – Te conozco, puedo verte, te agradezco y te integro a mi, ahora soy una con mis sombras, escucho la canción que trae este nuevo despertar. – Entonces el niño, la madre colibrí serpenteante y las ranas se volvieron una sola canción “sintonía de vida, melodía universal ”
Estas historias son creadas de las voces de los adultos y los niños, de las relaciones entrañables que se han venido tejiendo durante los años con el entorno que se habita, con los animales y la naturaleza que hacen parte de las riquezas que el territorio ha brindado. Estas historias hacen parte de una memoria cultural y espiritual de Ancuya, que reconoce y exalta la importancia de atesorar las tradiciones orales de las cuales podemos entender y apreciar las diferentes formas en las que interactuamos con nuestro entorno y con los seres que forman parte de él.
ILUSTRACIÓN: “Vírgen colibrí”. Autora: Rubí Sosa, Ancuya, Nariño. 2024
De este modo, pudimos establecer un diálogo alrededor de las historias creadas, lo cual nos permitió entender y reflexionar sobre cómo es nuestra relación con la tierra, el río, y en general, todas las fuentes hídricas y ecosistemas que ahí se encuentran y subsisten. Estas relaciones son de vital importancia que debemos mantener cada vez más fortalecidas, porque de ello depende la futura existencia de todos los seres vivos que forman la diversidad de nuestro territorio que hoy podemos disfrutar.
“No debemos dejar de lado nuestra conciencia en todos los actos de nuestra vida diaria, debemos escuchar la voz del territorio que nos pide más atención y más amor por todo lo que la vida nos ha brindado” (comunicación personal, Ancuya, 2024).
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.14 ANCUYA, NARIÑO. SEPTIEMBRE 27 Y 29 DE 2024
Hora 2:00 am-6:00pm/ Taller: encuentros comunitarios de oralidad, escritura e ilustración creativa/ Lugar: Ancuya/ Investigadora: Karen Juliana Martínez Andrade
Como una segunda parte de nuestros encuentros, se desarrolló con la comunidad el concepto de “Bestiario”, como una forma en donde se conjuga la existencia de varios seres que pueden ser no humanos, entendidos estos seres como entes especiales guardianes del territorio, De esa manera, la realización de este bestiario propone desligarnos de una parte de esa racionalidad que nos dicta cómo deberían hacerse y verse dichas representaciones. Como artistas que plasmaban representación de animales en combinación con partes de otras animales.
“como el dibujo de un rinoceronte que es representado con patas largas como las de un elefante” (comunicación personal, Ancuya, 2024)
A partir de ello, se logró motivar e impulsar la imaginación de todos los presentes para que se desarrollaran las ilustraciones del bestiario, como una forma de preservar aquellos imaginarios que hacen parte del territorio de Ancuya y enriquecen el legado cultural de todo el Guaico.
ILUSTRACIÓN: “Virgen del Guaico”. Autores: Irma Zambrano y Nixón Mora, Nariño. 2024
“Se escogió a la langosta como un personaje para representar, ya que en Ancuya simboliza una de las más duras plagas que ha golpeado al territorio, la cual devoraba todo lo sembrado. Después de varios días de súplicas y rezos, las langostas fueron eliminadas gracias a la llegada de grandes bandadas de mirlas negras, como un regalo de la virgen de la Visitación. De ese modo, retratamos al pájaro comiéndose la langosta, pero éste a su vez tiene una corona en su cabeza lo cual simboliza el milagro que la virgen le otorgó al pueblo de Ancuya para liberarlo de tan terrible plaga” (Comunicación personal, Ancuya, 2024)
El Bestiario del río Guáitara ha sido un proceso bastante nutrido, ha permitido volver la mirada hacia aquellas tradiciones de oralidad y escritura de historias mitológicas que pertenecen a todos los imaginarios que circundan este territorio, y además, incentivar la creación de ilustraciones que dan cuenta de la riqueza invaluable que posee el Guaico bañado por las profundas y poderosas aguas del imponente río Guáitara.
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.13 ANCUYA, NARIÑO. SEPTIEMBRE 27 Y 29 DE 2024
Hora: 2:00 am-6:00pm/ Taller: encuentros comunitarios de oralidad, escritura e ilustración creativa/ Lugar: Ancuya/ Investigadora: Karen Juliana Martínez Andrade
Los encuentros con la comunidad de Ancuya dados en medio de la alegría del compartir los saberes, las experiencias de las personas mayores que aún siguen perdurando en las generaciones de los más pequeños, historias que guardan un gran aprecio por el territorio y sobre todo por el río Guáitara. Dichos encuentros nos permitieron conocer a personajes muy valiosos y de gran importancia para el desarrollo del municipio de Ancuya, personajes como la escritora y poeta Irma Zambrano, el señor Lorenzo Portilla también poeta innato de la región, asimismo personajes en representación de la alcaldía municipal como la personera Rubí Sosa Arteaga, la encargada de la parte agraria, la señora Maria Helena Muñoz y muchos más personajes de la comunidad que en un primer encuentro dejaron en claro su apoyo y disposición con iniciativas que estén encaminadas hacia el cuidado del agua y del río Guáitara, generando una conexión invaluable con este.
Creación de mandala. FUENTE: esta investigación. Ancuya, Nariño. 2024
“El agua siempre ha estado presente en nuestra vida, desde pequeños los abuelos nos llevaban al río, ahí pasábamos momentos muy felices. “
(Comunicación personal, Ancuya, 2024)
0 notes
Text
Leyenda No5: "EL FRAYLE DE LAS GUACAS"
Ante la llegada de los españoles y su gran ambición por la riqueza de estas tierras, los indígenas decidieron enguacar todo el oro en las inmensas montañas que custodiaba el río Guaitara extendido desde el ecuador.
Los indios dejaron un mago cuidador, un viejo cura español al cual los indios condenaron a cuidar la guaca, que protegía y evitaba como un espanto, que se la sacasen si la encontraban. Cuentan que este fraile de cadavérica figura, con hábito destruido y con sus manos huesudas levanta un rejo y castiga hasta dejar desmayados a quien se lo encuentre.
Tras la llegada de los españoles a nuestras tierras, los indios los creyeron sus dioses, los consintieron y alabaron, pero con los años se dieron cuenta que no eran sino bandidos explotadores y les quitaban sus riquezas por lo cual decidieron "enguacar" sus fortunas que no eran para hombres sino para sus dioses, entonces enterraron inmensas cantidades de oro en las imponentes montañas del río Guaitara que se extendía desde el Ecuador. Otros indios aterrorizados prefirieron que sus hijos los enterraran vivos con todos sus bienes y fortunas o guardaban bajo tierra y piedra en bolsas de cuero sus tesoros. Como venganza contra los ambiciosos blancos que buscaban sin suerte los entierros, los indios dejaron un mago cuidador, que protegía la guaca y evitaba como un espanto, que se la sacasen si la encontraban.
ANIMACIÓN E ILUSTRACIÓN: “el fraile”. Autoras: Vannesa Arteaga y Alba Bastidas, Guaitarilla, Nariño. 2024
Con el paso de los siglos los cuentos se vuelven historias, muchos aventureros se dedican en la noche de la Santa Cruz, del tres de mayo, a "GUAQUIAR", iban a excavar en sitios que por cuentos se dicen que fueron urnas funerarias de los indios.
Muchos dicen haber visto entre la tierra arder de azul el suelo y esto es señal de una guaca.Personas cuentan que en las tierras que baña el río Guaitara están enterradas las guacas, y hace algún tiempo personas fueron a guaquear, con tan mala fortuna que se les apareció el fraile, un viejo cura al que los indios condenaron a cuidar la guaca, este fraile levantó del hueco su cadavérica figura, con hábito destruido y con sus manos huesudas levantó un rejo y les castigó hasta dejarlos desmayados.
0 notes
Text
Leyenda No4: "EL duende"
ANIMACIÓN E ILUSTRACIÓN: “el duende”. Autora: Vannesa Arteaga, Nariño. 2024
Cuentan historias que en nuestra agreste topografía del guáico, existe un fascinante pequeño hombrecito, regordete y jovial; siempre pícaro, atractivo, astuto, sencillo y juguetón. Vive errante entre el cañón, custodiando al gran Guáitara y cascadas que lo alimentan; muchos son los que lo han visto entre las chorreras, donde canta y baila al son de guitarras y tambores, en la profundidad de los montes combinando lamentos y gritos de alegría. Viste pantalón corto y andrajoso, sus rodillas rotas y nalgas con parches, usa un sacón de grandes bolsillos donde guarda pan; su cabeza la tapa con un chuta muy grande que apenas deja ver sus vivaces ojos. Le encanta a este pillo enamorarse de las niñas menores y de los chiquillos que anden solos en el monte, los llama y atrae con dulces y comida, además les canta tiernamente, les endulza el oído, las seduce y juguetea con los muchachos pero si le salen aburridos y llorones los "entunda" y los abandona sin decirles el camino, por ello muchas veces se pierden y su familia los encuentra después de varios días enfermos, cansados, ojerosos y flacuchentos. Si son valientes los enamora y los vuelve duendecitos. El duende se burla de los grandes, en las horas de oscurana entra en las casas espanta las gallinas, persigue a los perros y deja caer tierra entre las mesas y platos. Asusta a las personas en el camino real solo por reírse de verlos despavoridos.
Si por si acaso lo ven, no le teman, vuélvanse chiquitos y no se dejen ver, háganse la santa cruz y desaparecerá, pero eso sí, no salgan en noches oscuras, que se les puede aparecer. Quedan advertidos.
0 notes
Text
Leyenda No3: "El GRITÓN DE EL CID"
ILUSTRACIÓN: “El duende”. Autora: Graciela Pantoja, Guaitarilla, Nariño. 2024
El Gritón de el Cid es un ser invisible que sale de su refugio cada siglo para cumplir con el rito sagrado de anunciar a los humanos el inicio de un nuevo ciclo de vida. Este extraño ser vive en las cuevas de los peñascos más altos del río Guáitara, con los cuales se sostiene el puente colgante de la carretera que de Ipiales va a la ciudad de Pasto. Abajo del cerro “gordo” suele pasearse como todo un señor en los lugares más alejados del El Cid, Yunguita y Yanagala, llegando hasta el Pedral, Pilcuán y Arguello.
Quienes han escuchado su grito, comentan que es un alarido lento, suave y profundo, un “ay ayay“ que forma un grito tan fuerte que llega a escucharse en el firmamento de todas la veredas y pueblos tolentinos. Algunos afirman que se trata del grito del diablo desesperado cuando no llegan almas condenadas al infierno, o es el anuncio para aparecer inesperadamente y llevarse un alma en pena al otro mundo; condenada por sus pecados y su falta de fé en el creador.
El gritón del Cid ha hecho temblar hasta el hombre más valiente del pueblo, y para aquel que habla mal de este terrible espanto, es condenado a gritar con él por el resto de su vida. Los más osados que afirman haber visto el Gritón del Cid, dicen que tiene apariencia de una enorme roca del color de un ladrillo, semejante a una gran piedra del Guáitara, de espalda al sol para que nunca le llegue la luz día.
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.12 GUAITARILLA, NARIÑO. SEPTIEMBRE 27 DE 2024
Hora: 9:00 am-4:00pm/ Encuentro: comunitarios de oralidad y escritura creativa/ Lugar: vereda de Alex/ Investigadora: Vanessa Arteaga Bernal
Una parte de la gente que hoy habita Alex, en el pasado vivió más cerca de las laderas del río Guáitara, en la vereda Uramá, el lugar es de muy difícil acceso, las casas aún se divisan como suspendidas por el tiempo, solitarias, abrazadas por el sol y encantadas por el rugir del río. Desde Alex se alcanza a observar hasta el volcán Galeras, y el contraste es enorme, en las faldas del volcán las praderas reverdecen, hay cultivos, riego, árboles de guarango y quebradas que bajan de Bomboná hacía el Guáitara. El panorama de Alex por el contrario es seco, enormemente afectado por la sequía y por el incendio que recientemente devastó parte de la zona, las plantas que alguna vez fueron verdes ahora son meras sombras carbonizadas, esparcidas por el suelo y mecidas por el viento. Aún se siente en el ambiente, el aire impregnado de un olor a cenizas, el sol, sin piedad, abraza todo cuanto es posible y sofoca a los habitantes e intensifica la sequía.
VISTA DEL RÍO GUÁITARA y EL VOLCÁN GALERAS AL FONDO DESDE LA VEREDA DE ALEX. FUENTE: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
“El tiempo ha cambiado, y el calor es muy fuerte, antes llovía en octubre, por eso la comunidad ha hecho rogativas para llamar el agua, llevando a la virgen de Fátima por las calles, pero hasta ahora no ha llovido, por el contrario se ha intensificado el viento” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
Don Jorge Arturo Ordóñez, solía nadar en el río y que ha sido un líder incansable, no solo construyó para sus habitantes un cementerio, sino también hizo muchas gestiones para hacer una capilla y asimismo el riego con el que hoy surten sus invernaderos y praderas de los comuneros, “La gestión se hizo con el alcalde, el riego era para 100 personas, el agua fue llevada desde un lugar muy lejano llamado “la Peña blanca” a unos 18 km de Alex. Para la construcción del riego colaboró toda la comunidad, alrededor de 200 personas” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
“Hoy los de Ahumada se resisten a seguir dando el agua porque los de Alex la utilizan para el riego. En la junta de Alex se discute acerca de los turnos del agua, y sobre la escasez que enfrentan, La vereda Ahumada, ha informado que si la gente de Alex sigue en la construcción de invernaderos les quitarían el agua, ya que solo es para el consumo humano. Cada agricultor de invernadero de tomates debe tener su distrito de riego, la gente aún no contempla los límites de los recursos y eso es realmente preocupante." (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024)
0 notes
Text
FRAGMENTO DIARIO DE CAMPO, NO.11 GUAITARILLA, NARIÑO. SEPTIEMBRE 5 DE 2024
Hora: 9:00 am-4:00pm/ Encuentro: comunitarios de oralidad y escritura creativa/ Lugar: vereda de Alex/ Investigadora: Vanessa Arteaga Bernal
La vereda Alex del municipio de Guaitarilla se ubica en los límites con el río Guáitara, es una de las más alejadas, ubicada a 13 km del casco urbano. No se conoce claramente de donde proviene el nombre, y se registra en los archivos del municipio como Ales con “s”, y sus habitantes hablan de su vereda como Alex con “x”,
En las laderas del Guáitara perviven las familias, dedicadas en su mayoría al cultivo de tomate de invernadero, maíz, frijol y plantas de cabuya o fique, con las que los campesinos tradicionalmente tejen empaque para su sustento. Los habitantes de la vereda se abastecen cada cuatro días del agua que proviene de la vereda Ahumada.
“Aquí, no había carretera, solo caminos y existían unas casas muy poquitas, yo ayudé a construir no solo la carretera sino también el cementerio” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
Desde Alex se puede escuchar el rugir del río Guáitara, según los habitantes, el río es caudaloso, nadie baja por la dureza del terreno, “se corre el riesgo de asfixiarse por el calor”, El río es de respeto, quizás esa sea una forma de protegerse, hay barrancos y peñas, no es un río que se preste para bañarse. “Al río no se puede bajar en la noche, porque la noche da ilusión”. (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024). La sequía, el calor y los incendios han hecho que los animales desaparezcan, huyan o migren a las montañas. En antaño existían serpientes, conejos y pangoras de barro, especies que daban cuenta de un ecosistema sano.
Planta de cabuya de donde se extrae el fique. FUENTE: esta investigación. Vereda de Alex, Guaitarilla, Nariño. 2024
A esos tiempos se remiten los pobladores de la vereda Alex, cuando cuentan que, hace mucho tiempo la comunidad usó el río Guaitara como un vínculo con Consacá:
“En un tiempo hicieron una tarabita, entonces era pendiente la gente a andar por allá abajo, pero, no sé por qué cogieron y le echaron cegueta al cable y tumbaron la tarabita, la hicieron porque quedaba cerquita de aquí a Consacá, quedaba más cerca para ir a remesíar. Eso fue hace unos veinticinco o treinta años. La jornada empezaba en la mañana y finalizaba al medio día” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
Entonces con el propósito de comprar víveres en Consacá, los pobladores bajaban desde Alex en caballos hasta las orillas del río, el viaje era bastante complejo. La tarabita conectaba a Alex con Bomboná y luego los pobladores iban en carro hasta Consacá.
Don Jorge Arturo Ordoñez sentado en la entrada de su casa en la vereda de Alex. FUENTE: esta investigación. Guaitarilla, Nariño. 2024
“La tarabita tenía capacidad para dos personas y los víveres, de este modo, se ingresaba a una especie de canasta o cajón colgante, y se empezaba a avanzar ayudados por garabatos a través de las cuerdas. Lentamente, la tarabita se deslizaba por el cable sobre el río Guáitara” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
Los pobladores cuentan la experiencia como algo bonito, desde la tarabita veían el agua fluir con fuerza y también las montañas. Al volver de Consacá se hacía el mismo procedimiento, subían en la tarabita y al cruzar el río cargaban las remesas y panelas envueltas de látigo en sus caballos y subían por el difícil terreno hasta la vereda Alex.
La tarabita fue construida por don Jorge Arturo Ordóñez, junto a Luis Prado, quienes llevaron palos grandes cortados en el volcán Galeras, lo cual fue un trabajo muy complejo y laborioso por el terreno y por tener que tensar un cable tan ancho para dar seguridad a la comunidad.
De la destrucción de la tarabita hay una historia muy particular, cuentan que el final de la tarabita llegó a causa de un conflicto de pareja:
“Una señora de Alex tenía amoríos con un hombre de consacá, así que en represalia el esposo hizo cortar el cable de la tarabita para que ellos no pudieran encontrarse de nuevo” (Comunicación personal, Guaitarilla, 2024).
En todo el tiempo que funcionó la tarabita se cayeron dos personas por descuido y el río se los llevó. No se supo más.
0 notes