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Si no vivimos la vida, ¿pa' qué estar vivo?

A veces la vida no es como pensamos. Podemos planear y crear muchos escenarios en nuestra mente, pero no siempre se concretan tal y como lo imaginamos. Es más probable que lo que imaginamos nunca se de tal cual, a que si acontezca de esa manera, pero, ¿por eso vamos a dejar de soñar? ¿acaso ese es un motivo para dejar de planear? Por supuesto que no.

No debemos dejar que la frustración nos limite, no tenemos que dejar que el miedo a que algo salga mal dirija nuestras vidas. Seamos valientes, atrevámonos a salir de nuestra zona de confort. No nos quedemos en un lugar donde ya no estamos cómodos, no tengamos miedo de planear, soñar e imaginar, que los NO ya están, pero los SI siempre pueden alcanzarse. Luchemos por alcanzar nuestros sueños, o por lo menos haberlo intentado. Es tan amargo el sabor a poco, no nos quedemos con las ganas de probar e intentar hacer aquello que está ardiendo en nuestro interior y se muere por salir.

Las personas que se quedaron cómodas nunca fueron parte de la historia, y no digo que sea importante ser parte de la historia, porque TODOS somos historias, pero me niego a creer que mi existencia solamente es esto, me niego a creer que toda mi vida va a ser estar deseando satisfacer algo en mí y no hacerlo por miedo a que no salga bien. Si yo creo en Dios, si creo que me creó y llamó con un propósito, ¿qué hago dudando en hacer algo diferente?

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El corazón se cansa de sentir. La mente se cansa de pensar. Pero el poder de Dios no se cansa de obrar en nuestra vida.

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No dejemos que el dolor, la angustia o la desilusión nos aparten de nuestro Padre. El mundo entero puede lastimarnos y traicionarnos, pero ÉL jamás lo hará; por el contrario, siempre estará dispuesto a sanar y restaurar a un corazón dolido.

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“Entonces platique con Dios, y de pronto mi corazón se llenó de paz.”

— RG

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No importa cuán difícil sea la situación que estemos pasando, ¡Dios tiene el control!

No dejemos que el temor nos controle, no dejemos que las circunstancias apaguen nuestra fe. ¡Confiemos cada día en el Señor! Él obrará y lo que hoy es una lucha, mañana será un aprendizaje y una bendición; su palabra lo dice: Todo ayuda a bien a aquellos que aman a Dios.

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Siempre …

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Raramente nos encontraremos en las condiciones perfectas para buscar de Dios. Lo más probable es que no tengamos tiempo, no tengamos ganas, tengamos mil pendientes, etc.  Nosotros debemos CREAR ese tiempo y esas condiciones, dejando en un segundo lugar todo aquello que se interpone entre Dios y nosotros y así formaremos esa comunión estrecha con nuestro Padre, la que tanto necesitamos. No te desanimes, ¡Busca a Dios!

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“No sé lo que es lo que va a pasar mañana, pero creo en un Dios que ha prometido estar junto a mí, todos los días de mi vida.”

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“Desde que ella se dio cuenta que Dios es su mejor compañía, ella ya no tuvo más esa sensación de estar sola.”

— RG

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“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” — S.Juan 1:4

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A veces no se trata de entender, sino de confiar.

Y hoy estoy confiando con todas mis fuerzas.

Asiria Frank

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Tú mereces todas mis palabras de amor, mereces mi canto, mi danza y mi adoración. ¿En dónde estaría yo sin ti? Realmente no hubiese llegado tan lejos, no sería la mujer sonriente, soñadora y feliz que soy.

Tú me rescataste del abismo, me limpiaste con tu sangre, me llenaste de gracia y mi pasado borraste. No te importo cuántas veces te falle, ni los días en que te olvide, solo me tomaste en tus brazos y como un bebé consolaste mi llanto.

Mi vida es tuya, mis sueños y mis planes son tuyos, lo único que deseo es cumplir tu propósito en mi,y anhelo el día en el que por fin pueda verte y derramar mis lágrimas sobre tus hermosos pies.

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Mi socorro viene de Cristo Jesús, mi Salvador, mi Redentor, el único digno de gloria y honor.

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Clama a Dios aún cuando no tengas ganas, aún cuando no sepas qué decir. Búscalo a pesar de que sientas que el mundo se te está cayendo encima. Él nunca rechaza el clamor de sus hijos y siempre trae una respuesta.

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Y Jesucristo nos dio este mandamiento : «¡Amen a Dios, y ámense unos a otros!»

1 Juan 4:21 TLA

Dios es amor. Él nos amó y nos ama con un amor eterno, un amor que no perece, que no tiene fin. Nos amó tanto que entregó a su Hijo a una muerte cruda y dolorosa para que nosotros seamos salvos.

De ese amor tan maravilloso nos imparte día a día. Si no fuese por ese amor no seriamos nada, ya hubiésemos perecido. Por eso debemos amarlo, con todo nuestro corazón y no sólo a él. Si amamos a Dios, aprendemos a amar a los demás.

No hay nada más hermoso que amar, con amor sincero, no fingido. Es ese tipo de amor el que nos forma como hijos de misericordia. Es ese amor el que sana las heridas del alma, el que ayuda a perdonar a los que nos ofenden. Amar transforma las mentes, los corazones, ayuda a que veamos la vida de otra manera. Una manera feliz. El amor cubre multitud de pecados.

Como dice su palabra, amar es un mandamiento, y debemos cumplirlo, para honrar a Dios y que nuestras vidas sean plenas y felices.

Sobre todo, ámense mucho unos a otros, porque el amor borra los pecados .

1 Pedro 4:8 TLA

Ahora ustedes obedecen el verdadero mensaje de Dios, y Dios los ha limpiado de todo pecado para que se amen unos a otros sinceramente, como hermanos . Así que, ámense mucho unos a otros, con todo su corazón y con todas sus fuerzas.

1 Pedro 1:22 TLA