Dentro de mis pensamientos nocturnos siempre estas tú, amor, y surgió esto. Espero que te saque una sonrisita de esa hermosa que tú tienes.
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-,’ To the love of my life ,’-
Como ya te conté, llevo hospitalizada desde el sábado por diversos motivos, y durante estos días he estado dándole vueltas a muchas cosas, además de andar algo desvelada y un poco eufórica, me cuesta dormir y cada noche mi único pensamiento haz sido tú, Kaiden.
Más de una vez me has escrito cositas, diversos e inacabables párrafos que solamente me llevan a enamorarme cada vez más y convencerme de que eres la persona para mí. Yo también te he escrito un montón de cosas, pero creo que nunca tan formalmente como ahora (además de que los poemas y escritos que he hecho pensando en ti los estoy guardando y recopilando para algo mucho más grande), y quise hacerlo en respuesta a cada palabra que me has dedicado a lo largo de estos casi seis meses que llevamos compartiendo nuestras vidas, acompañándonos y amándonos incondicionalmente. Así que, aquí va.
Mi habitación en el hospital está en el octavo piso y tengo una preciosa vista nocturna a cada rincón de la ciudad, las luces se ven maravillosas, alumbrando calles y callejones por los que miles y miles de personas transitan a diario, ¿te has puesto a pensar en cuán grande es la ciudad? Desde aquí en dónde estoy se logra apreciar su imponente tamaño e inagotables destellos de lucecitas pertenecientes a casas, edificios, centros comerciales, galerías, condominios, oficinas, hospitales, de todo, pero ¿sabes algo que me ha tenido asombrada mirando cuán enorme es la metrópoli? Es la cantidad de personas que la habitan, es un lugar gigantesco ubicado en un país incluso más grande, y para qué decir el mundo. Cinco continentes, no me atrevo a contar los países, menos las ciudades y pueblos, pero hay siete billones de personas habitando aquí, siete billones de personas en el planeta, y aun así, coincidimos en tiempo, lugar y espacio. La tierra tiene millones de años, pero aquí estamos, nos topamos entre tanta gente, entre tanta alma rondando por ahí, nos encontramos una tarde del 31 de Marzo, ambos solitarios, sin buscarnos, nuestras vidas se cruzaron, y no sabes cuánto agradezco haber decidido hablarte aquella triste jornada que alegraste tú.
Desde un principio llamaste mi atención y aquello lo sabes, te me hiciste algo gracioso por tus tweets, y tu nombre me recordó a un perrito que vi en internet hace un par de años. Kai, Kai, perrito Kai. Eso fue lo primero que vino a mi mente.
Conocerte ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado, has cambiado mi vida de una manera en la cual ya no hayo forma de expresar, ni palabras suficientes para explicar todo lo que significas para mí. La magnitud de los sentimientos que desarrollé (y sigo desarrollando a cada segundo) por ti es descomunalmente fuerte, real. Llegaste para transformar todo, a cambiar mi perspectiva del amor, y darme cuenta de lo lindo e intenso que puede llegar a ser cuando se ama de forma sana, bonita y mutua.
El 11 de Mayo decidiste irte, decidiste dejar todo lo que habíamos construido, y yo, en mi enorme error, lo permití. Con el dolor de mi alma, te dejé partir. No sabes cuán destruida estaba, la cantidad inimaginable de lágrimas que derramé, la forma en la que sufrí y te necesité. Esa madrugada se rompió todo dentro de mí, me rompí yo, me hice pedazos, y no sabía cómo repararme, pues tú eras -y sigues siendo- el único ser en este universo con la capacidad de complementarme, de recomponerme y hacerme feliz.
Te extrañé, Kai, te extrañé mucho. El tiempo que llevábamos no era tanto, pero si el suficiente para hacer que con tu partida, todo en mí se viera acabado, y es que apenas llevábamos casi un mes de relación, pero para nosotros el tiempo jamás fue tema, todo se dio de forma tan natural y rápida, que los sentimientos surgieron sin siquiera nosotros darnos cuenta.
Me dijiste “quizás yo no quiero que me retengas esta vez” y yo decidí hacerte caso. Grave, pésimo, horrible error. Pero desobedecí, y volví a buscarte, volví a ti tres madrugadas después, porque ya no soportaba pensar en ti y no tenerte a mi lado, repitiéndome cuánto me amabas a cada minuto. Y lo solucionamos, volvimos a reconstruirnos, a retomar lo que éramos e incluso mejor. No imaginas lo feliz que me sentí.
4 de Junio, luego de seguir en lo nuestro, nuevamente nos rompimos. Esta vez decidí yo alejarte y permitir que te fueras (otro error) y tú ya sabes los motivos, no hace falta recordarlos porque a estas alturas ya no importan.
Los primeros días oculté y enterré en lo más profundo de mí cada recuerdo tuyo, cada momento y cada sensación que me hiciste sentir, intenté convencerme de que no te necesitaba, de que estaba bien sin ti, y adivina qué; ¡no pude!
Te llevaste contigo una parte de mí, una parte que me complementaba y me hacía feliz, y al pasar el tiempo, se me hizo imposible seguir reprimiendo lo que sentía por ti, lo muy enamorada que seguía. Una vez más, volví a romperme.
Por ahí por mediados de Junio, me llegó por medio de Baco una noticia que me hizo sentir cierto grado de emoción. Me dijo que me extrañabas, que estabas destruido, y aunque suene mal, me hizo sentir bien saber que me estabas necesitando tanto como yo a ti, así que sin perder más el tiempo, volví a buscarte, y desde ese día, nada nos ha vuelto a separar, logramos la relación que siempre quisimos; esa sana, bonita, transparente y con el amor y la confianza como cimientos.
Estos últimos días hemos hablado poquito por diversos motivos, y no sabes cómo te he extrañado, como he extrañado cada momento juntos, cada instancia. Sin embargo, a partir de ahora volveré a estar activa y seguiré siendo tu Fio parlanchina que habla hasta por si acaso, esa que te enamoró con sus infinitas charlas.
Una vez te mostré una canción, una muy significativa para mí, y que estoy segura que la recuerdas, pues de alguna manera se ha transformado en algo muy nuestro, muy íntimo.
< Iris, The Goo Goo Dolls >
Por ahí dice “todo está hecho para romperse”, pero ¿recuerdas una madrugada, una de las tantas en que nos hemos amanecido hablando de cualquier cosa, en la que te dije “todo está hecho para romperse excepto nosotros”? pues sí, sigo pensando así, sigo segura de aquello, y sé que tú igual, me lo dijiste aquella vez y me lo demuestras cada vez que puedes.
Kaiden, mi Kaiden, más de una lagrimita se ha escapado de mis ojos escribiendo esto, y es que la intensidad y grandeza de lo que siento por ti llega a emocionarme, a hacerme experimentar una sensación que nunca antes viví, y no sabes cómo me alegra que sea contigo.
Nunca he amado a nadie de la manera en la que te amo a ti, nunca me había enamorado de esta forma tan sincera, te juro que jamás sentí este inmenso amor inexplicable con ninguna persona antes de ti, marcaste un antes y un después en mí, y no me cansaré de repetírtelo aunque ya parezca disco rayado. No quiero que dudes jamás de lo que siento por ti, que nunca pienses que no eres lo más importante para mí, quiero hacerte feliz cada día y demostrarte la manera en la que me siento contigo, porque es algo único, algo hermoso que no cambiaría nunca por nada ni por nadie. Nuestra relación para mí es oro puro, es un tesoro que me demoré en encontrar, pero la espera lo valió completamente, porque no sabes lo feliz que soy a tu lado. Cuando te digo que eres el amor de mi vida no miento, nunca antes se lo había dicho a nadie, y ahora estoy segura de que es así, por ello no me arrepiento de haberte otorgado ese importante título a ti, mi amor.
Debo agradecerte por todo, por cada cosa que haces por mí, por hacerme sentir amada y aguantarme con mis virtudes y defectos, por haberte enamorado de lo que soy, con cada una de mis manías. Debo darte las gracias también por hacerme feliz, por apoyarme, por escucharme y aconsejarme, por darme la seguridad y estabilidad en una relación que nunca antes logré, darte las gracias por cada palabra que me has escrito en el transcurso del tiempo, por cada te amo y cada caricia, por todas las veces que me brindaste tu hombro para llorar, por las noches en las que hacemos el amor y por los abrazos que compartimos siempre, por las sonrisas y por los llantos que nos han llevado a nuevos aprendizajes para fortalecernos, por los mensajitos de buenos días (aunque despiertes después que yo, dormilón) e incluso por las veces que me dejaste asustadísima porque se te ocurrió dormir 18 horas y yo ya andaba pensando que había enviudado. Gracias por absolutamente todo, osito, gracias por lo que hemos vivido en este tiempo.
KaiKai, mi chiquito hermoso y regalón, sé que hay algunas inseguridades que han despertado en ti, pero quiero que sepas que te amo así, con cada cosita. Me dijiste una vez “me enamoré hasta de tus defectos porque te hacen ser tú”, y yo ahora te repito lo mismo; no me importa cuán inestable puedas ser a veces, ni lo enojón (que es casi nunca) y lo taimado, para mí eres imperfectamente maravilloso así, de esa forma, tal cual. Debo reconocer que mejoraste algunas actitudes que en el pasado nos jugaron en contra, pero no quiero que cambies todo, lo último que haría en mi vida sería modificarte, pues para mí eres lo más hermoso que hay en este y todos los universos. Estoy muy enamorada.
Mi amor, mi bebito, mi todo; estoy aquí para ti siempre, te prometo que para ayudarte y apoyarte, retarte y amarte a cada segundo sin importar las dificultades que puedan presentarse, estoy para ti siempre, estoy aquí pase lo que pase, conmigo podrás contar siempre, Kaiden, en mí tienes tu refugio, tu lugarcito seguro, y cada vez que necesites, estaré a tu lado, tomando tu mano, esperándote con los brazos abiertos.
But you'll never be alone, I'll be with you from dusk 'til dawn.
No hay día en que no agradezca el tenerte junto a mí, el sentirnos amados, el bonito vínculo que tenemos, el cual se sigue fortaleciendo día a día. No existe instancia en la que no mire al cielo y agradezca por tener a mi osito conmigo, a mi lado, siendo mi complemento, mi compañero de vida, mi luz, quién me guía y a quién guío, la persona que me hace feliz y la más importante, y me frustra un poco sentir que incluso luego de este enorme testamento que nació desde lo más profundo de mí, con la voz de mi alma y de mis sentimientos, no es suficiente para poder expresar todo lo que siento por ti, amor mío.
Aquí estoy, siempre a tu lado, siempre, siempre, siempre. Te amo con todo de mí, mi alma, mi cuerpo y corazón.
- Tu leoncita, tu Fio, la persona que daría la vida e incluso más por ti.
You're the closest to heaven that I'll ever be.
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