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Diario: 14/03/22

Hace ya tiempo que vengo buscando una señal para saber qué hacer con este deseo de saber de ti, de saberlo de tu propia voz y no de lo que las calles que susurran tu nombre a mi oído me cuentan; y digo deseo, porque lo anhelo con una pasión tan grande como lo es la incertidumbre de no saber si tal ambición llegará a cumplirse. Lo cierto es que me doy cuenta de que buscar una señal no es más que un engaño para con nosotros mismos, porque el universo puede darnos cientos de ellas, pero al final sólo tomamos aquella que nos diga lo que queremos oír, la que por un momento nos haga sentir que esa decisión que consideramos incorrecta tal vez no lo sea del todo, la mano izquierda dando apoyo a la propia derecha, una venda cubriendo un par de ojos ciegos.

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Diario: 24/02/22

Llevo varios días sin poder dormir bien, a pesar de todo el cansancio que siento me resulta difícil conciliar el sueño en el momento en que me recuesto en la cama; mi cuerpo aún no se acostumbra a la ausencia del tuyo, te busco constantemente bajo las mismas sabanas que nos abrigaron todas esas veces que compartimos la noche, cierro los con la misma fuerza con la que deseo que aparezcas a mi lado al abrirlos, y las lagrimas brotan de ellos al darme cuenta de que tú no estás aquí, entonces lloro hasta quedar exhausto.

Cada noche esta rutina empeora al notar que cada día te siento más lejana, que mientras pasa el tiempo tú me vas olvidando y yo te voy extrañando y queriendo más.

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Diario: 24/02/22

Pero está noche déjame soñar con ella y no despiertes ya nunca, por favor.

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Diario: 21/02/2022

Señor, tú que escuchas mi ruego  y la acompañas en todo momento, hazle saber que la quiero todavía incluso mucho más que ayer, y que pienso en ella todo el día aun cuando me hace desfallecer.

Si acaso ella sintiera lo mismo y quisiera volver que no la detenga el miedo de no se correspondida más hazle saber que siempre será bienvenida.

Pero Señor, tú que escuchas mi ruego y la acompañas en todo momento, si acaso nuestro destino ya no es estar juntos  toma esta noche mi alma y arrójala al fuego, que no hay peor castigo que este de vivir sin la ternura de sus besos que me brindan aliento.

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Diario: 14/02/22

Ángeles y demonios constantemente se disputan por esta fatigada alma, que ha encontrado apoyo en ambos bandos, sosteniéndose siempre de la mano que le valga de cómplice para con sus caprichos, ¿Qué importa que sea el más puro y divino de los deseos? ¿No es acaso el simple hecho de desear un acto pecaminoso? de ahí su inmutable naturaleza de terminar siempre en tormento. El peso de mi existencia aumenta con creces día con día, y cada paso que me veo obligado a dar requiere más vigor que el anterior; mi único anhelo en este momento es un descanso, del día, de la noche, de la rutina, del camino, las personas, del lastre que soy yo sin ti. Pongo en duda que esa paz me sea alguna vez concedida, y es que ¿a dónde irá a parar mi alma cuando se libre de este cuerpo magullado ya cansado de tanto andar? Usualmente uno podría pensar en dos opciones, las cuales, cada una a su manera, me resultan injustas y desmedidas para cualquier individuo. Es difícil creer que una persona por cruel, ruin, pervertida e inmoral que haya sido, sea merecedora de un eterno sufrimiento; más aún difícil me resulta pensar que haya existido persona, en algún punto de la historia de la humanidad, que merezca gloria eterna. Algunos hablan de una tercera opción -igual de desconsoladora que las dos anteriores- un punto medio entre ambas realidades, un limbo para las personas que, como yo, han vivido su vida tambaleando en la lineal media, probando los placeres y sufriendo las consecuencias que ofrecen ambas caras de la moneda, sin permitir que esta caiga nunca; pero, de ser esta una opción viable para las almas en pena ¿Qué diferencia podría tener de la vida que tenemos ahora? Si Dios tuviera piedad de nosotros debería proveernos el derecho del cual carecemos en vida terrenal, la oportunidad de experimentar un tipo diferente de eternidad, para aquellos quienes no sólo estamos cansados de la vida, sino de toda posible forma de existencia.

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Diario: 10/02/22

Como de costumbre, esta mañana desperté sin ganas de ver la luz del sol, deseando volver a ese profundo estado de inconsciencia nocturna, el cual es el único lugar donde encuentro consuelo al ser capaz de escapar de todo, incluso de mí mismo. ¿Acaso se sentirá así la muerte? Es una pregunta a la cual me habría gustado encontrarle respuesta en múltiples ocasiones, lo cierto es que a menudo encuentro mi existencia sometida a la ajena. Ya algunas veces me había pasado por la mente la idea de cumplir con el propósito divino de la vida, al cual se le podrían atribuir miles de significados, sin embargo, indiscutiblemente nada empieza si no es para terminar.

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Diario: 02/02/22

Algunas veces no tengo ganas de escribir, aunque siempre tengo algo que decir. Al igual que muchas otras cosas en mi vida, no sé por qué lo hago, sé muy bien que nadie nunca va a leer estás palabras -¿A quién podrían interesarle?- tampoco tengo la intención de leerlas en un posible futuro. Supongo que la intención detrás de todo esto está en no sentirme ignorado al expresar lo que siento. Con respecto a esa acción "ignorar" es algo que pienso me sucede últimamente; ocurre que desde el primer día que te fuiste -aquí voy de nuevo, a referirme a "ti"- le he pedido de rodillas a Dios cada noche que nos dé una oportunidad más para estar juntos, para poder volver a hablar y rescatar lo nuestro, pero como te habrás dado cuenta por lo que escribo aquí, eso no ha ocurrido, y para ser sincero pienso que es una perdida de tiempo seguir rogándole a alguien que no te escucha; sólo ansío una respuesta, una señal que me haga saber que no estoy siendo ignorado y que no vale la pena seguir pidiendo algo que nunca me será concedido. Duele menos pensar que no existe alguien que escuche tus súplicas que saber que está ahí, viendo tu sufrimiento y teniendo el poder de intervenir sin implicar esfuerzo alguno decide no hacerlo. Y sin embargo hoy me voy a dormir con el deseo, con el ruego de que mañana quizás sí sea el día en que nos volvamos a ver, y es que todavía guardo un poco de esperanza en mí, soy esclavo de ella y nunca voy a poder a ser libre hasta perderla por completo. Pues, afortunadamente para otros y desgraciadamente para mí, la esperanza, la fe, por mínimas que sean, son como una pequeña chispa que siendo apenas visible para nuestros ojos resultan capaces de provocar un infernal incendió.

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Diario: 01/02/22

Llevo todo el día tratando de no pensar en ti -cómo si el poder sacarte de mi mente te sacará también de mi corazón- e irónica, absurda y tontamente es el pensamiento del deber olvidarte es el que siempre me recuerda a ti. Duele ser honesto, y la verdad es que no quiero olvidarte, te quiero de regreso.