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HIDEAWAY

2 am. Un pequeño puesto de comida callejera que se esconde entre callejones apenas iluminado por un par de focos es el único lugar que resalta de la oscura madrugada en Seúl. El único sonido es una vieja melodía proveniente de una igual de vieja radiocasetera que es tarareada por la señora de cabello canoso que es la dueña y única persona que encargada de ese local. Es el lugar perfecto para dos idols como ellos. Escondido, callado, por alguien que no tiene ni idea de quienes son y lejos de aquella zona llena de adolescentes que salen de fiesta hasta que el sol se levanta y no es que SooYoung los odie, es más, los envidia porque mientras ellos pueden pasar así sus viernes por la noche; ella se tiene que conformar con comida y botellas de soju que se van acabando al ritmo de una canción de trot. A punto de pedir una nueva orden de aquel delicioso platillo, una voz habla primero que la de ella, bueno, una voz acompañada de varias carcajadas. Ni siquiera tiene que voltear para saber que son un grupo de jóvenes, justo de ese rango de edad en donde el reconocerlos sería pan comido. Con la velocidad de un rayo Joy se sube el tapabocas e intenta ponerse el beanie que descansaba sobre la mesa pero uno de aquellos chicos fue más veloz y las palabras mortales salieron de su boca. —¿Acaso esos dos no son Joy de Red Velvet y Suga de BTS?—. Antes de que pudiera terminar de hablar, SooYoung ya había tirado un par de billetes en la mesa y tomado a su acompañante de la mano, corriendo a toda velocidad hacía quien sabe donde antes de que los flashes de los celulares los comenzaran a inundar.

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FIRST SNOW PT. 2

La actuación nunca había sido algo que captara demasiado su atención. Pensaba que probablemente lo haría bien porque su desempeño en otros programas donde hacían sketches era bueno pero ya era suficiente con la presión de ser un buen idol como para también echarse al hombro el estrés de actuar. Pensaba que Irene o Seulgi lo harían mejor, ya tenían el perfil y con entrenamiento podrían llegar a ser buenas actrices. Ella no, ella prefería dedicarse de lleno a ser cantante. Pero incluso su aversión hacia la carrera no fue suficiente para detenerla cuando escucha que hay un papel protagónico donde se requiere que la chica sea una idol. No sólo tendría más exposición en la televisión sino que también sería conocida como la chica que derrotó a centenares de idol y se quedó con el rol, eso la pondría justo en el ojo del huracán. El nombre era “The Liar and His Lover”, un típico drama que giraba alrededor del ámbito musical y específicamente en lo idol. Sooyoung se sentía confiada debido a que quizás había sido la idol más conocida dentro de las que acudieron a la audición pero no estaba muy segura sobre sus habilidades como actriz. No quería quedarse con el amargo sabor de la inseguridad en sus labios, lo detestaba. Necesitaba quedarse con ese rol, sin importar lo que tuviera que hacer y cree ya tener el plan perfecto. Es pasada la medianoche cuando el carro se estaciona frente a su dormitorio, de ventanas tintadas y color negro. Sooyoung se repite a sí misma que esto es lo correcto, que no hay otra manera más decente de lograrlo y que no se va a arrepentir. Así que cuando entra al vehículo y el hombre ni siquiera le dice un ‘hola’ antes de besarla, no se opone ni se resiste, porque es él quien la va a poner bajo ese foco de atención que siempre ha añorado. Y cuando le dice que ha reservado la mejor suite del hotel, no hace otra cosa más que agradecerle con otro beso porque es Lee Soogeun, el hombre casado de 41 años que ya se aseguró de hablarle al director del drama para hacerle saber que es Joy quien la va a protagonizar. Porque ya es invierno y la ciudad está cubierta por nieve pero Sooyoung no va a terminar enterrada en ella, ella va a resaltar como siempre ha tenido que ser. Incluso si tiene que ser sólo una amante más.

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SPRING DAY PT. 1

Las cámaras habían dejado de grabar. El set se llenaba de felicitaciones donde halagaban el desempeño del grupo durante el programa, de pequeñas pláticas que buscaban ocupar los minutos antes de que se tuvieran que ir a su siguiente compromiso y del staff que frenéticamente limpiaban el lugar. ‘Knowing Brothers’ era un programa de variedades que había alcanzado un nivel alto de popularidad durante los últimos años, siendo reconocido por su comedia y los famosos miembros que componían al elenco permanente. Uno de los fuertes de Sooyoung era su facilidad para desenvolverse en programas de este tipo por lo que su nombre junto con el de Yerim eran los que constantemente se hacían escuchar entre las palabras de congratulación, que a cambio recibían reverencias de 90º seguidas de “Nada comparado con como ustedes lo hacen”. —¡Joy-ah!—. Con un brazo agitándose en el aire, el conductor Lee Soogeun la llamaba para que fuera hacía él. Se disculpa con la gente inmersa en la conversación y se dirige hasta su sunbaenim, su característica sonrisa adornando su rostro. La plática es casi idéntica a las anteriores que ha tenido con los demás miembros del elenco, los mismos temas repitiéndose pero la manera en que la veía era distinta; no había una pizca de cortesía en la forma en que sus ojos la recorrían de pies a cabeza o en cómo su mano parecía rozar su brazo repetidas veces cuando el gesto era innecesario. Estaba acostumbrada a los coqueteos, eran algo con lo que uno aprendía a vivir dentro de la industria del entretenimiento pero siempre venían de gente de su edad o que al menos compartían carrera con ella. Nunca de un hombre que le duplica la edad y que hasta donde Sooyoung tenía conocimiento, estaba casado. Y sabía cómo rechazar los avances de aquellos idols pero la mente le queda en blanco cuando Soogeun le extiende su celular. —Intercambiemos números de teléfono, Joy-ssi—. Sin pensarlo teclea los dígitos, su experiencia diciéndole que sería irrespetuoso negarse porqué no es cualquier persona más, no, es Lee Soogeun. Aparte quizás era sólo su mente la que le hacía creer tal cosa, quizás el señor sólo quería presumir con sus amigos que tenía el celular de una idol. No pasa más de una semana cuando ya tiene el celular lleno de mensajes de parte del conductor, todos con la misma intención de salir con ella o de al menos poder verse. Por ahora Sooyoung tiene todas las actividades del comeback como escudo para librarse de darle el ‘sí’ pero Soogeun no se da por vencido incluso cuando el período de promociones para One of these Nights ya ha terminado. Entonces en sus respuestas a los mensajes las palabras ‘esposa’ y ‘matrimonio’ comienzan a aparecer, pero es obvio que para él no significan nada sino no estaría tras de ella. Pero realmente la situación no la tiene sin poder dormir, cree tenerlo bajo control porqué no es necesario verlo mientras siga contestando sus mensajes. Pero aún es Abril, la primavera luciendo todos sus colores y la avaricia apenas está por florecer...

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再来一次 我比你看到的要多 Prepararse para un comeback le resultaba tedioso, la euforia que alguna vez llego a sentir cuando esto le era anunciado al grupo de chicas ahora era sólo un recuerdo del pasado; de cuando ese fuego que mantenía viva su pasión aún seguía chispeando. Pero aceptó la notica con su más practicada sonrisa y cada que podía hacía un comentario acerca de su emoción por escuchar la nueva canción pero por dentro lo único que quería era acabar con todo el proceso para sólo pararse de nuevo en el escenario donde sabría obtendría la atención que tanto necesitaba para sentirse bien consigo misma. Todas sentadas dentro de un estudio esperaban por que las bocinas comenzaran a sonar al ritmo de lo que sería su canción principal. Como lo suponía un beat energético y pegajoso fue lo primero que llego a sus oídos, ya imaginaba el tipo de coreografía y vestuarios que llevarían durante esta era e incluso alcanzó a notar la casi imperceptible mueca de Mei Qi al saber que de nuevo su talento en la danza tendría que estar oculto pues este no destacaba con los pasos tan tiernos e infantiles que les montaban. Los comentarios iban y venían, ninguno realmente quedándose grabado en su mente. Sabía que la mayoría ni siquiera eran honestos y no es como que pudieran serlo, ellas no tenían voto en estos temas así que lo mejor era sólo aceptar las cosas que les daban. Su canal auditivo dejo de bloquear las voces cuando la repartición de líneas inició, Xiao sabía mejor que ilusionarse pero esa estúpida cosquilla no dejaba de atosigarla; mucho menos después del súbito incremento de participación que tuvo en su último single. ¿No era lógico que este fuera en aumento?   Oh, ingenua e inocente Cheng Xiao. ¿Quién te querría cantando cuando puedes estar la mitad del tiempo en el centro bailando con una falda corta y una blusa apretada? La agencia iba a exprimir hasta la última gota de la fama que su figura había ganado y no tenían tiempo de desperdiciarla poniéndola como una sub-vocalista con líneas decentes. Cada segundo que pasaba dentro de la industria más se daba cuenta que sólo era un cuerpo bien formado y ya, esa era su función dentro de este mundo y desgraciadamente la idea se había metido ya tanto a su cabeza que el esforzarse para demostrar lo contrario le parecía inútil. Y ahí estaba otra vez la sonrisa fingida que hacía el conjunto perfecto al lado de esa emoción ya practicada. Y ahí estaba otra vez la Cheng Xiao que todos querían, la bonita y tonta Cheng Xiao.

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柏拉图式的爱情 第一次会议 No recuerda con claridad cuando fue la última vez que se sintió de esta manera. El corazón acelerado, las mariposas papaloteando en su estómago, el sonrojo decorando sus mejillas con la simple mención de un nombre y el sinfín de escenarios reproduciéndose en su cabeza con el mismo rostro como protagonista. Lo más cercano que había tenido quizás fue durante su infancia con un actor de telenovelas del cual hoy ni siquiera recuerda el nombre pero aún hay recuerdos de ella asegurándole a su madre que aquél hombre del televisor sería quien se parara a su lado en el altar. Y tal vez eso era lógico a la dulce edad de siete años pero, ¿cómo es que a los 18, Cheng Xiao se encuentra tontamente enamorada de alguien que sólo ha mirado a través de una pantalla? Con tres lunares formando la más bella constelación sobre su pómulo, una sonrisa capaz de eclipsar al mismo sol y una presencia que impactaba incluso viéndolo desde el otro lado del televisor, Ong Seongwoo la traía vuelta loca. Curiosa por el éxito del programa en el que había participado su ahora compañera de grupo, Xiao había sintonizado el comienzo de la segunda temporada pero nunca esperó que el resultado de su fisgoneo fuera un golpe directo a su corazón. Y así ese pequeño crush que adquirió durante el primer capítulo fue creciendo en este amor incontrolable por el chico que hoy se jugaría su destino durante la final. Y como la buena fan que era, Cheng Xiao estaría ahí. Realmente no tenía nada que hacer ahí. Apenas y sabía quién era Sewoon después de verlo por los pasillos de la empresa, los trainees de coreanos de Yuehua serían un misterio aún para ella si no fuera por el reality show y Yeunjung no era más que la vocalista principal de su agrupación. ¿Su coartada? Jung Jung y Justin. Ambos compartían nacionalidad con Xiao y había tenido la oportunidad de cruzar palabras con ellos durante sus días de trainees, no era una amistad pero sí lo suficiente como para obtener permiso de acudir al recinto donde se llevaría a cabo la final de Produce 101. Optando por quedarse tras bastidores mientras la filmación se llevaba a cabo puesto que no estaba en el humor de hacer un cameo y tener que pretender que estaba ahí para apoyar a los finalistas con los que se le podría relacionar, miraba con atención todo lo que pasaba allá afuera desde uno de los televisores montados en los camerinos. Los once finalistas serían anunciados finalmente y aunque confiaba en que su favorito lo lograría, el drama de todo logró envolverla como a los millones de televidentes allá afuera. 10, 9… Sin rastro de Ong, 8, 7, 6… Nada. Los nervios se la estaban comiendo viva y es que el ranking había sido tan impredecible que las dudas de si el chico lo lograría o no comenzaba a surgir. “5to lugar. Fantagio Trainee, ¡Ong Seongwoo!” Sonrisas, alegría, todo era rosa. Debutaría, él debutaría. Luego de la explosión de emociones a Cheng Xiao no le quedaba más que esperar en la misma habitación hasta que todos los participantes y sus acompañantes empezaran a bajar del escenario. Pasó al menos media hora antes de que el barullo inundara los pasillos del edificio, esa era su señal para salir en busca de Seongwoo. Sus ojos estaban enfocados en su primer objetivo que vendría siendo cualquiera de los dos chicos de Yuehua y justo a lo lejos pudo observar a uno de ellos hablando con otro de los participantes así que intentando no llamar mucho la atención de los presentes se acercó hasta Jung Jung. - ¡Zheng Ting!- Gritó para hacerlo voltear y la expresión del chico fue suficiente para saber que definitivamente su presencia no era esperada. Unos minutos de plática para cubrir sus verdaderas intenciones y luego soltó la bomba: - ¿Será posible que me presentes a Ong? - Recibió una mirada cuestionante pero no puso demasiadas trabas antes de que el mayor la estuviera guiando entre la multitud hasta donde el ganador se encontraba, rodeado de otras personas pero Jung Jung se encargó de llamarlo con un par de toques sobre uno de sus hombros. - Seongwoo-ah, aquí hay alguien que te quiere conocer -. Volteó hacia ellos y Cheng Xiao sintió el corazón en la garganta. Por fin estaba frente a frente a quien le había quitado el sueño las últimas semanas. - Muchas felicidades, Seongwoo-ssi -. Fue lo único que pudo salir de sus labios sin que su emoción le ganara a su racionalidad.

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　　— countdown ; 🌸 　　privado. 

¿Cómo podía presentarse en un escenario cuando su mente se la vivía nublada de inseguridades? Prácticamente tenía el comeback encima de ella y ni así lograba olvidarse de sus agobios. Y es que estos se le habían juntado como si hubieran planeado arruinarle la felicidad, rondando por su cabeza el día entero hasta que se refugiaba en la calma de sus sueños. Todo esto sonaba como si Sooyoung tuviera mil y un problemas pero la verdad es que sólo eran 2 pero con esos bastaban para tenerla al borde de una crisis.

El primero de ellos era uno que la venía persiguiendo desde sus días de debut: su peso. Ella siempre había sido alguien segura de sí misma, no negaba estar algo regordeta pero eso nunca la había afectado, claro, hasta que los centenares de comentarios comenzaron a envenenarla convirtiéndola en alguien que ya no estaba a gusto en su propia piel. Ahora estaba mucho más delgada, la diferencia era clara y se notaba en los artículos que hacían acerca de su nueva apariencia y en los comentarios que la felicitaban por el cambio pero sinceramente ella había terminado por odiarlo. No era tanto el como se veía sino más bien las secuelas que había dejado todo el proceso ya que ahora no podía comer nada sin sentirse culpable por el número de calorías o el cómo se le era imposible dejar de comparar su cuerpo al de Seulgi o Irene sólo para darse cuenta de lo mucho que le faltaba para alcanzar el “cuerpo perfecto”. Y el segundo de sus problemas y también el que más le pesaba en los hombros era el de su relación con Seulgi. De lo que antes era una amistad llena de bromas, confianza y admiración ahora sólo quedaban pequeñas pláticas en las que predominaba la incomodidad. Sabía que todo había sido su culpa, que sin darse cuenta había terminado por herir a su compañera y que los chismes terminaron por derrumbar lo que habían construido en años. Deseaba con todas sus fuerzas que todo volviera a ser como antes, quería simplemente llegar a abrazarla y decirle cuánto la amaba, pero luego la veía tan contenta y llena de felicidad que no sabía si la mayor tuviera la necesidad de arreglar las cosas o si prefería dejarlas como estaban. Se sentía tan tonta por permitirse ver como una de sus mejores amigas se iba alejando poco a poco y no hacer nada. Su única esperanza era que el comeback con todas las emociones que traía consigo hiciera un milagro y le despejara la mente para así poder encontrar solución. Quería creer que esto era como una tormenta antes de la calma, que pronto estaría carcajeándose de la cosa más simple junto a Seulgi y que dejaría de nuevo la apariencia en segundo plano porque aunque había muchos aspectos que le gustaban de su vida ahora también había demasiados que extrañaba de su pasado. Tenía que haber una forma de combinarlos. Tenía que, tenía que.

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　　　　　　　　　　　　　Medio llena, medio vacía 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　Comúnmente se le designa el título de otra mitad a la pareja de uno pero va más allá de eso, había millares de significados detrás de esas simples dos palabras que endulzaban el oído. Es la persona con la que quieres contar las estrellas una por una, la que te hace bailar al ritmo de sus carcajadas, la que nunca se desvanece ni en la más espesa niebla. Jeon Somi. Ese era el nombre de su otra mitad. Su amistad era inevitable, destinada a ocurrir. En un mundo que giraba alrededor de su entrenamiento; ella llegaba para llenarlo de ocurrencias que le tronaban la burbuja que se había formado a su alrededor para no perder de vista su meta. La niña de dieciséis años que aún estaba llena de ganas de divertirse y de vivir la vida como la adolescente que era sólo hacía su aparición estelar al lado de la canadiense. No existía la palabra ‘trainee’ o ‘rival’ entre ellas, sólo eran un par de chiquillas que compartían un solo sueño. Uno que esperaban cumplir al lado de la otra. Pero todo sonaba demasiado perfecto para ser real. Y la realidad llegó cuando se vio cruzando la línea de meta con su otra mitad a kilómetros de distancia. Chaeyoung se había ganado un lugar dentro del grupo a debutar pero Somi no, Somi tendría que esperar su momento. Pronto se vio practicando en una sala que no se llenaba de su escandalosa voz, siguiendo una coreografía que carecía de sentido sin ella burlándose de los pasos. Pronto se encontró de nuevo sola en su burbuja. El debut llegó. El tiempo la acostumbró a la falta de Jeon Somi y el espacio se fue llenando con el amor que las demás chicas se encargaban de darle día a día. Estaba contenta, incompleta, pero contenta. Y quería compartir esa felicidad con su mejor amiga pero la detenía la idea de que Somi se sintiera mal si le contaba con detalle el proceso de debut, después de todo este era su sueño (uno que se suponía vivirían juntas). Entonces la distancia que estaba hecha de horarios diferentes y salas de práctica con diferente números ahora también tenía secretos y remordimientos. Produce 101. La oportunidad se le había presentado y ahora Somi era quien disfrutaría de la gloria que era debutar, había salido como la indiscutible ganadora del programa y todo el país tenía sus ojos sobre la quinceañera. ¿Por qué no estaba completamente feliz por ella? Era el miedo. El miedo de ver cómo su mitad se llenaba poco a poco con el nombre de sus nuevas compañeras, de ya no ser la única testigo de sus locuras, de ya no ser más que la chica de SIXTEEN para ella. Y aquellas dos chiquillas se perdieron en un mar de responsabilidades. No había más que mensajes y llamadas esporádicas, un pequeño hola antes de que salieran corriendo porque se les hacía tarde. Las risas ahora se las dedicaba a Dahyun y a Sana, los abrazos se los repartía entre Momo y Mina, los secretos eran sólo para Tzuyu y ahora se cobijaba bajo los consejos de Jihyo, Jungyeon y Nayeon. Pero al final del día, dentro de su burbuja, todo terminaba siendo para Jeon Somi, su otra mitad.

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　　　　　　　　　　　　upside down, 잃어버린 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 No podía dejar de pensar en las historias que le había contado su hermano. En su mente sólo se reproducían imágenes de Will, de Barb y de aquella dimensión que aún era desconocida por ella. Mientras más lo pensaba, menos se creía el cuento de que eso había sucedido pero Hawkins entero se aseguraba de recordarle la tragedia una y otra vez. El tema salía siempre no importaba cual fuera la conversación o con quien la estuviera sosteniendo, todo giraba alrededor de esa estúpida mentira. ¡Tenía que haber alguna manera de desmentir tal cosa! Ya no podía con la frustración, la simple mención la irritaba. Pero iría paso a paso, primero tenía que investigar como es que se logra tener contacto con esta “dimensión”.

Steve la había invitado a una reunión que iba a tener con sus amigos. La respuesta obvia era no, su idea de diversión no tenía nada que ver con chicos de preparatoria alcoholizándose y diciendo pura tontería pero cuando los nombres de Nancy y Jonathan salieron a flote, Delia vio la oportunidad perfecta. Por lo que le decía el menor de los Harrington, el trío era experto en establecer vínculos con el otro mundo así que hoy les sacaría la sopa para que soltarán todos los detalles.

Fue un trabajo de lo más sencillo. Un par de tragos encima y los chicos ya tenían la lengua suelta, indagando en cada detalle de aquella noche donde se habían enfrentado frente a frente con la criatura. Parecía algo tedioso y aparte costoso, no quería ir al punto en donde tenía que gastar su dinero sólo para acabar con la mentirilla tonta pero al escuchar a Nancy hablar de como la primera vez que se toparon con el extraño ser fue en el bosque, su “misión” se volvió bastante sencilla. Era cosa de darse una vuelta por la noche en el bosque y asegurarse por si misma que no había nada fuera de este mundo en Hawkins.

El reloj marcaba las 3 de la mañana. El cielo no tenía ni una estrella brillando y el frío del bosque se le colaba hasta los huesos. Caminaba con la intención de no hacer ni el menor ruido pero era tal el silencio que cada paso era como si anduviera en tacones sobre piso de madera, alertando a todo lo que estuviera ahí. Inspeccionó cada árbol pero no encontraba nada, todo normal como lo suponía, ni siquiera había rastro de el bendito Demogorgon por ahí. Ya estaba lista para salir y regresar a casa, orgullosa de no haber caído a la red de mentiras que se había formado sobre su hogar hasta que un grito de ayuda le puso los pelos de punta. Sabía que tenía que correr y correr, alejarse de ahí pero no podía, su curiosidad fue más que su razón y siguió los gritos hasta su origen.

Lo estaba viendo. Justo ahí frente a ella. Y aún así no lo podía creer. El árbol tenía en su tronco un hoyo que parecía llevar a otro mundo, todo se veía viscoso y repugnante con un tipo de telarañas cubriéndolo. Los gritos habían cesado pero el cuerpo le cosquilleaba por echar un vistazo a lo que había allí, ¿sería verdad todo aquello que Steve le había contado? Armándose de valor, hizo a un lado las pegajosas telarañas y antes de que si quiera pudiera ver algo, la misma voz gritó. — ¡No! ¡No entres! —. Fue lo último que escuchó antes de que la oscuridad la rodeara.

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　　　　　　　　　　　　　　my favorites, 약간의 나를. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　#act01 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 1. ¿Temporada favorita? ¡Otoño! Todo es tan bonito en otoño, desde el clima hasta los colores de la ciudad. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 2. ¿Olor favorito? El olor a coco me encanta. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 3. ¿Libro favorito? Ghostgirl de Tonya Hurley. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 4. ¿Tipo favorito de tiempo? Un día nublado pero ligeramente cálido, de esos días donde los rayos de sol se asoman entre las nubes. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 5. ¿Color preferido de cabello? Me gusta el color rubio cenizo. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 6. ¿Color de ojos favorito? Negros, ¡negros muy oscuros! Esas miradas te absorben. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 7. ¿Actividad favorita del domingo? Ponerme al tanto de mis series favoritas. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 8. Tipo favorito de luz. (natural, antinatural, de color) La luz de la luna que supongo cuenta como del tipo natural. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 9. ¿Cómo serían tus vacaciones favoritas? Tengo 2 tipos de vacaciones ideales. Unas son en Bora Bora con Taeyong, un viaje privado para disfrutar al cien de mi gordo y las otras son en Aspen con todas las chicas y pasar los días esquiando y tomando chocolate caliente. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 10. ¿Actor / actriz favorito? Michael Fassbender, oh yeah. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 11. ¿Palabra favorita? Tournesol. Es 'girasol' en francés. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 12. ¿Personaje de ficción favorito? ¡Tengo demasiados! Chuck Bass y Serena Van der Woodsen de Gossip Girl, Mike Wheeler de Stranger Things, Seeley Booth de Bones, Vincent Vega de Pulp Fiction, Ellie Driver de Kill Bill, Danny Zuko de Vaselina, Nick de Left 4 Dead 2, Quicksilver, Crystal y Magneto de Marvel, Jasmine de Aladdin.... ¡Son muchos! Pero creo esos son de los principales. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 13. ¿Sitio favorito? Cualquier jardín que tenga muchas flores. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 14. ¿Grupo favorito? Una vez más aquí viene otra lista eterna porque no puedo elegir sólo uno... The Strokes, Aerosmith, Twenty One Pilots, Fifth Harmony, INFINITE, NCT, Red Velvet, f(x) y por supuesto que PRISTIN. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 15. ¿Canción favorita? Este es el cuestionario de las listas eternas, ¿o qué? Listen de Beyoncé, Faith de George Michael, heavydirtysoul de Twenty One Pilots, Fixed Star de INFINITE, Oh Boy de Red Velvet, Another World de NCT127. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 16. ¿Nombre favorito? Mirae, Serin, Milán. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 17. ¿Caramelos preferidos? Me gustan mucho los bombones más si están cubiertos de chocolate. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 18. ¿Tipo favorito de chocolate? El oscuro. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 19. ¿Lugar favorito? El dormitorio de Taeyong... ¡Es más lindo que el de nosotros! 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 20. ¿Artículo de ropa favorito? ¡Faldas! ¡Crop tops! ¡Chamarras de mezclilla! 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 21. ¿La forma favorita de pasar el tiempo? Viendo películas con un enorme tazón de palomitas sabor cheddar al lado. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 22. ¿Bebida favorita? (caliente y fría) Chocolate caliente con bombones y frappuccino caramel. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 23. ¿Programa de televisión favorito? ¡Bones! 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 24. ¿Animal favorito? Tengo una severa obsesión con los perezosos. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 25. ¿OTP favorito? 2kyung y Napink, hihi. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 26. ¿Fandom favorito? Obviamente el de PRISTIN. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 27. ¿Cita favorita? "I don't go by the rule book... I lead from the heart, not the head". ─ Princesa Diana. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 28. ¿Tienda favorita? Todas las que haya dentro de Lotte, podría vivírmela ahí. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 29. ¿Hora favorita del día? Las 9 de la noche. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 30. ¿Parte favorita de tu cuerpo? Nariz y ojitos. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 31. ¿Flor favorita? Girasol. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 32. ¿Maldición favorita? Creo que sería 'joder', no sé, es corta y la puedes usar en muchas situaciones. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 33. ¿Género favorito de la música? Pop de los 80's. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 34. ¿Accesorio favorito? ¡Gargantillas 4 lyf! 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 35. ¿Comida favorita? Arroz frito con tallarines, chum, chum. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 36. ¿Usuario favorito de tumblr? No uso tumblr, buh. Pero de seguro sería uno así súper minimalista con muchas fotos bonitas ordenadas por color. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 37. ¿Planta favorita? Anthurium, sus flores son las más preciosititititas. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 38. ¿Memoria de infancia favorito? Cuando mi mamá me contaba historias de sirenas. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 39. ¿Sentimiento favorito? La satisfacción cada que termina un ensayo que salió bien. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 40. ¿Persona favorita? Kyungwonnie, Jiejie, Chittaphon y TY. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 41. ¿Textura favorita? El terciopelo, ah. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 42. ¿Tipo favorito de gato? No sé de gatos... ㅠㅠ Pero creo que los blanco con negro son muy cutes. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 43. ¿Tipo favorito de perro? ¡Los husky y los corgi! 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 44. ¿Tema favorito? Películas de Tarantino, sí que sip. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 45. ¿Gente favorita? ¡PRISTIN! 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 46. ¿Artista favorito? George Michael. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 47. ¿Autor favorito? Nunca he leído más de un libro de un autor como para poder contestar esto, mhñ. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 48. ¿Película favorita? Vaselina, ihh. Más las ocho películas dirigidas por Quentin. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 49. Dato extra a elección libre. Soy la única que se dio cuenta del error de numeración y lo corrigió, muehehe.

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Miho.

Estaba sola en un país ajeno a ella. A Miho no le cabía esa idea en su cabeza, no podía comprender que tal vez ahora lo único que le quedaba por hacer era regresar a Japón cabizbaja y sin otra opción más que seguir los planes que el gobierno tenía para ella y su familia. No podía darse el lujo de volver a tocar la puerta de los Gakari y pedirles que la alojaran, no le podía confiar a los padres de Yoshiki su secreto y correr el riesgo de que estos fueran a avisar al ahora Primer Ministro. Tenía que haber una manera de poder seguir escondida, lejos de la vida pública, lejos de Japón. La tonelada de pensamientos que cruzaban su mente le impidió notar la presencia que había al lado de ella hasta que una voz con un pesado acento asiático la sacó de aquella tormenta. Lo primero que pensó al verlo fue “Joder, me han atrapado”. No sabía cuanto había pasado ahí a mitad de acera lamentándose por su desgracia pero la coincidencia de que un asiático fuera la única persona que se le acercara era demasiado para ella así que por instinto se recorrió lejos de él, lo suficiente como para poder tomar un buen vistazo del chico antes de abrir la boca. Tenía un par de ojos almendrados que fuera de toda la confusión que mostraban también destellaban con preocupación, era raro para ella confiar en alguien pero había algo en este… ¿doctor?, que simplemente la hacía sentir segura y protegida. — Uhm, hi? —. Se había quedado sin palabras o más bien era el hecho de que en su mente estaba construyendo toda una historia para no tener que decirle la verdad de su situación. Sabía que si la contaba sólo había dos posibles reacciones: que huyera despavorido debido al peligro o que fuera corriendo a contactar a su familia en busca de una tal vez existente recompensa. — Yeah, I’m as okay as you can be after your family throws you out of the house —. Era una buena fachada. La niña rebelde que había sido echada de su hogar, sí, podía actuarlo por cuanto fuera necesario con tal de no estar de vuelta en su verdadera casa. — I’m Mimi, by the way. I’m from South Korea but my parents came to the US like, 20 years ago… —. No tenía idea como es que tantas mentiras podían salir de sus labios en tan pocos segundos, una nueva vida salía a borbotones de su boca y poco a poco empezaba a sonar como la verdad. — And you are? —.

　　　　　　　　　　　the miracle of boston, 당신은 누구인가? 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 En lo que se habían sentido como 2 minutos ya estaba aterrizando en tierras americanas. No pudo pegar un ojo durante todo el viaje y había tenido que lidiar con sus pensamientos en todo el vuelo, imágenes de la decepción de su familia la bombardeaban y el llanto que soltó lo tuvo que disfrazar con un tonto miedo a las alturas para que la señora que estaba a su lado dejara de preguntar si estaba bien una y otra vez. Desde que puso un pie en Boston sintió que el único peso que le quedaba en los hombros era el de su equipaje, los pensamientos malos se escurrieron de su cabeza y ahora sólo estaba llena de ilusiones por un nuevo comienzo.

Como pudo tomó las 2 maletas en sus manos y se dirigió al sitio de taxis. Mientras esperaba en la fila, sacó de su bolsillo el papel doblado que había mantenido ahí desde la emprendida de su escapada, lo desdobló y leyó las letras impresas que deletreaban una dirección. ’57A Chestnut Street’. Un suspiro de alegría se le escapó de entre los labios, creando un vaho causado por el frío, el cual ni siquiera le calaba por la emoción que la inundaba.

Yoshiki era su mejor amigo desde que tenía memoria. Habían compartido todo desde recién nacidos y hasta la secundaria pero la felicidad no le había durado mucho pues cuando el bachillerato inició, la familia Gakari decidió irse a vivir el famoso “sueño americano” y se fueron a Boston. Justo era la casa de ellos a la que se dirigía y aunque no había mantenido contacto con él desde hace un par de meses estaba segura que la entendería y estaría más que contento de recibirla. Apretó el papel entre sus manos y con una sonrisa lo guardó de nuevo en su lugar y subió al vehículo, indicándole a donde ir.

Con todo el dolor del mundo soltó la exagerada cantidad de dólares que le había cobrado el conductor pero el saber que pronto tendría una vida estable bajo el techo de los Gakari, la despreocupó. Tomó de nuevo sus cosas y con paso alegre se encaminó hasta la puerta del hogar que la dirección le señalaba. Tocó dos veces el portón y esperó con todas sus esperanzas en el puño de su mano. La puerta se abrió y dejó ver el rostro de Yoshioka, el hermano menor de su mejor amigo quien con confusión la miraba de arriba a abajo.

— ¿Mi… Miho? —. Su nombre salió en un hilo de voz por la boca de el pequeño. Asintió con emoción y después de un breve abrazo, fue al grano de todo el asunto. — ¿Está por ahí Yoshiki? —. El niño comenzó a reír pero al ver la ceja alzada de Miho y los signos de interrogación prácticamente pintados sobre su rostro; atinó a decir. — ¿No te lo dijo? Él ya está casado y hace ya un rato que se fue de regreso a Japón —. Las palabras fueron como un balde de agua fría sobre su cabeza, soltó las maletas y las palabras se le atoraron en la garganta. No supo ni como pedir por hospedaje y sólo pudo decir un triste adiós antes de que la puerta junto con sus sueños se cerraran frente a sus ojos.

Se quedó paralizada por unos minutos, simplemente viendo fijamente el 57A que decoraba la casa. Sin saber que hacer se tiró al suelo, escondiendo su rostro entre sus manos para echarse a llorar, las lágrimas empapando todo lo que estaba a su paso. ¿Qué haría ahora? No tenía a donde ir, ya no había dinero para otro boleto y no conocía a nadie en este país. Lo único que le quedaba era esperar por un milagro. Y al parecer su milagro venía vestido con bata de doctor…

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　　　　　　　　　　　　the flea and the acrobat, 엉터리. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 Indiana, 1984. De regreso a casa. Atrás quedaban las noches admirando las luces de París y las mañanas llenas de croissants sumergidos en café tan amargo como su despedida de Francia. No quería otra cosa más que quedarse allá pero no podía darse el lujo de romper la promesa que le hizo a su madre antes de dejar el continente: regresar a su hogar por al menos un año antes de retomar el camino hacía la vida que deseaba. Así que aquí estaba en la sala con toda la familia Harrington bombardeándola con preguntas acerca de sus 5 años en el país europeo. Todos parecían irradiar una felicidad inmensa excepto por su hermano menor, Steve; llevaba las dos horas simplemente sentado sin decir palabra alguna, su mente en cualquier otro lado menos ahí. Incluso la historia acerca de Nancy Wheeler, su novia, fue contada por su madre y no por él. Este no era su hermano.

Poco a poco dejo de ser el centro de atención y por fin pudo escabullirse hasta el sillón donde estaba su hermano, golpeando su muslo, logrando sacarle un susto que la hizo reír a carcajadas. — ¡Stevo! —. Atrapó a su hermano en un abrazo y lo apretó tan fuerte como pudo, y por primera vez sintió que en realidad su hermano menor estaba ahí con ella. — ¿Cómo has estado? No has dicho ni pío en todo el día. ¿Todo bien? —. El castaño se quedo callado, simplemente observando sus dedos y golpeando el suelo con su pie. — Vamos, Steve… Sabes que me puedes contar cualquier cosa, ¿verdad? —. Una vez más sólo obtuvo silencio como respuesta pero antes de que pudiera volver a abrir la boca, Steve la tomó por el brazo y la llevó hasta lo que era su cuarto antes de irse del país.

— ¿Qué pasa? ¿Porqué todo el misterio? —. No entendía que pasaba, creía que no era otra cosa más que una pelea con la tal Nancy o tal vez algún problema escolar pero por como él actuaba parecía ser mucho más que sólo eso. Steve tenía las manos enredadas entre sus cabellos y caminaba de un lado al otro hasta que se desplomó en la cama, la mirada fija en el suelo mientras que con su mano palmeaba el colchón señalándole a Delia que tomara asiento. — En tu ausencia pasaron muchas cosas por aquí, Delia. Cosas que me han cambiado, no sólo a mi, si no que a todo Hawkins —. No comprendía. Hawkins siempre había sido tranquilo, callado, monótono. ¿Qué podría haber pasado para causar tal impacto?

La historia iba más o menos así… Will Byers había desaparecido inesperadamente lo que desencadenó un millar de sucesos que llevaron al descubrimiento de un mundo paralelo a este. Lo llamaban ‘La Otra Dimensión’, un lugar oscuro y frío donde habitaba un ser conocido como el Demogorgon quien tomaba a personas de el mundo “normal” para llevárselas allá. Will había sobrevivido pero también había casos como el de Barb, una amiga de Nancy, que no pudo regresar y desgraciadamente murió.

Delia no se creía ni una palabra. La historia sonaba como un vil cuento de terror sacado de el peor libro dentro de una biblioteca. No tenía idea de como algo así había sido capaz de tomarle el pelo a Hawkins y de como había llegado a afectar tanto a su hermano menor pero por lo menos ahora ya tenía con que matar el tiempo mientras esperaba el día en que regresaría a Francia. Iba a llegar al fondo de esto, iba a acabar con esta tontería de una vez por todas.

[adoresqa]

one-way ticket, 마지막 작별 인사.

— ¿Le molesta si prendo la radio, señorita? —. Negó con la cabeza, la mirada perdida en las luces de la ciudad, las manos arrugando el boleto de avión. Las canciones se tornaban en un desastre entre tanto cambio de estaciones hasta que se detuvo y una sola voz inundó el automóvil. "Estamos a nada de saber quien será nuestro próximo primer ministro...". La sonrisa amargada apareció por si sola en su rostro. No se tenía que ser psíquico para saber quien sería el ganador, el futuro era obvio y era uno del que debía escapar.

El mundo de la política era un misterio para ella hasta hace poco, incluso cuando había estado inmerso en el desde que era una bebé. Claro que cuando eres una niña no te fijas en lo que pasa a tu alrededor, tu papá por más que sea un famoso miembro del Parlamento japonés sigue siendo solamente un padre frente a los ojos de sus hijos y así había sido toda la vida para Miho. Su padre se había encargado de dejar fuera de casa los asuntos relacionados al trabajo, su vida privada era un misterio para el mundo exterior puesto que nunca asistía con su familia a los eventos ni hablaba de ellos. Hasta que le llegó su anhelado momento como candidato para Primer Ministro y todo se vino abajo...

Su hogar pronto se convirtió en un centro de reuniones, con decenas de trabajadores del gobierno entrando y saliendo, un teléfono que no dejaba de sonar y un papá que cada día se alejaba más de su papel como cabeza de la familia Kitahara. Su apellido cada vez hacía más ruido en los medios de comunicación, causando que varias cabezas la voltearan a ver pues de inmediato la relacionaban con el candidato pero ella simplemente ignoraba las preguntas, aferrada a la idea de seguir con su vida normal y cotidiana, donde ser una Kitahara no la definía.

Pero esa idea pronto se esfumó frente a sus propios ojos cuando les fue avisado que en caso de que su padre ganará (que era lo más seguro), tendría que aceptar su victoria junto con su familia en público frente a miles de cámaras con millones de personas viéndolos. Adiós anonimato. Adiós a la vida como la conocías. Terminaría bajo el control total del gobierno y de sus reglas, cada aspecto de su vida sería dictado por lo que mejor le convenía al Parlamento y a la carrera de su padre. Una marioneta más del gobierno. El simple pensamiento le daba escalofríos.

En realidad no tardó nada en decidir que escapar era la opción correcta y prácticamente la única. Mientras siguiera en Japón no estaría a salvo así que tenía que huir, ¿pero cómo hacerlo sin que la detuvieran? Definitivamente tenía que ser antes del día de la elección, aprovechando que su rostro aún no era reconocido por las masas. ¿Y el lugar a donde iría? Eso era lo de menos, cualquier país era bueno mientras su papá no gobernara en él aunque ya tenía uno en mente, uno donde podría comenzar de nuevo al lado de alguien que la comprendiera.

Por más arriesgado que sonara decidió que se largaría de ahí el mismo día que anunciarían al elegido, todos los ojos estarían sobre su padre y si era lo suficiente sigilosa nadie se daría cuenta de su ausencia hasta que tuvieran que subir al escenario con su papá. Así que con el boleto que tenía el Boston impreso sobre el papel guardado en el bolso y dos maletas con sólo lo necesario, tomó un taxi que pasaba a las afueras de el edificio de el Sr. Kitahara. Sin despedidas, sin dificultades. Ni cartas, ni nada. Un adiós definitivo.

"Y nuestro nuevo Primer Ministro es Yû Kitahara, ¡felicidades! En corto nos enlazaremos para escuchar su primer discurso como gobernado del país acompañado de su familia...".

Hasta luego, papá.

[adoresqa]

　　　　　　　　　　　　　🌙 ; 그것은 쇼타임이야

Traer puesto el suéter rosa era como venir cargando cientos de kilogramos sobre sus hombros, el portar la letra ‘A’ no era sólo para hacerle saber a los demás que estaba en el mejor nivel; era tener que alcanzar expectativas imposibles, ser víctima de juicios sin fundamentos, etc. Pero Nayoung tampoco ignoraba los beneficios de nueva posición, con ella vendría más exposición durante el programa que por lo tanto haría que los “productores” le prestarán más atención y la harían subir como espuma en los rankings.

Por supuesto que no contaba con que el primer privilegio que tendría sería ser la cabeza de un grupo elegido por ella misma, el trabajo en equipo en definitiva no era la línea de Nayoung, su forma de ser no era de mucha ayuda en esos casos y no quería ser conocida como la líder que sólo se quedo sentada viendo como sus compañeras hacían el trabajo. De alguna manera haría que todo resultara a su favor, no podía caer ahora que por fin había llegado a su meta.

Al caer la cortina que cubría las canciones para elegir, sus ojos hicieron una rápida inspección y en cuanto estos leyeron el nombre ‘AH’ supo que ahí estaba la clave para el triunfo. El interés de la gente incrementaría si sabían que presentaría la canción debut del girl group más famoso que había salido de su empresa así que no tuvo que pensarlo dos veces cuando salió corriendo por ese banderín sin mirar atrás hasta que lo tuvo en sus manos, sonriendo triunfante. Pero ese sólo era el paso número uno ahora se venía algo más complicado: elegir a sus miembros. Su primera opción era Jeon Somi de JYP, con ella tenía la victoria asegurada pero así como se le vino la idea se fue con el nombre de la chica saliendo de los labios de Heehyun. Con cada chica que veía, sus audiciones se reproducían en su cabeza tratando de ir descartando a quienes no le servirían y quedándose con las mejores opciones de las restantes que quedaban allí arriba; quedándose con Kang Siwon, Kim Jayeon y Hwang Riyu.

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El camino para llegar hasta el escenario había sido largo, tedioso y complicado. Se tuvo que enfrentar con su falta de liderazgo, problemas con la coordinación baile-canto, ser juzgada por Kahi quien había debutado con la canción que presentaría y mil cosas más pero para el gran día ya estaba conforme con lo que tenían, no totalmente satisfecha pero el tiempo se le había terminado y ahora sólo le quedaba salir a demostrar de que estaba hecha. Una vez arriba quedaban olvidados todos los obstáculos, discusiones y miedos.

No cambiaría esa sensación de hacer lo que amaba por nada en el mundo, el ver a la gente disfrutar su talento y poder ser parte de esa relación artista/público era algo casi mágico. Lástima que no pudiera disfrutar al máximo porque los nervios de ver los resultados finales se apoderaron de ella por completo y no había nada que la pudiera calmar pues todas en la habitación estaban en la misma situación y es que de esto dependía su estancia en el reality.

El puntaje de cada una de ellas se iba revelando, su vocalista principal había perdido contra la del otro equipo, ¿qué había hecho mal? Sintió el apretón de Siwon, su puntaje era el que seguía y al ser este mostrado en pantalla su mano volvió a ser apretada al ver el 58 vs. 50. Era su turno. No quería ver, quería salir corriendo, no soportaba tanta presión… ¡160 puntos! ¿160 puntos? Tenían que estar equivocados, no, ¿cómo? Los halagos no se hicieron esperar pero su mente aún no lo procesaba, ciento sesenta personas creían en ella y su talento, todo el trabajo duro había valido la pena. Y así de fácil su distintiva expresión facial desapareció para ser reemplazada por la de una chica de 20 años conmovida, llorando de emoción, llorando por saber que de algo habían servido esos cuatro años de entrenar. De aquí hasta al número uno, Nayoung, de aquí a la cima.

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　 　 　 　 　 　 　 　 　 　🌙 ; 새로운주기

Y hoy finalmente se cerraba el ciclo. Después de cuatro meses, hoy se despedía de todo lo que Produce 101 le había dejado y comenzaría una nueva etapa; no sabía si sería como trainee famosa o como miembro del nuevo grupo pero extrañamente no le molestaba ninguna de las dos ideas. No es que se estuviera conformando con tan sólo ser una finalista, no, su meta era llegar a ser parte del top 11 pero tampoco era alguien codiciosa cuya vida se vendría abajo si no cumplía esa meta, estaba más que feliz con los resultados que había obtenido a lo largo del reality y fuera cual fuera el desenlace no tendría nada de qué arrepentirse.

A lo largo de la transmisión en vivo se había mantenido tranquila, disfrutando al máximo de esos últimos momentos que tenía al lado de las chicas como participantes y dando lo mejor de sí durante las presentaciones. El ambiente no estaba para nada tenso, había un poco de tristeza y nostalgia pues ver a las otras chicas eliminadas ahí traía un montón de recuerdos pero el apoyo de la gente, de sus amigas y de su familia lograron sobreponerse contra las otras emociones.

Todo su humor estaba fantástico hasta que el momento decisivo llegó, era hora de anunciar a las once que formarían I.O.I. No estaba confiada, de hecho no estaba esperando demasiado pues Geunsuk había anunciado más o menos a mitad de programa que ella era el #11 en votaciones y conociendo el sistema sabría que una vez estabas ahí, ibas para abajo así que su esperanza era bastante diminuta pero aún así sintió un tirón en su vientre gracias a los nervios cuando el conductor avisó que empezaría del número 10 dejando el once hasta el final.

—PLEDIS…—. Sus ojos de inmediato se agrandaron, sintió miradas sobre ella pero la suya de inmediato fue a clavarse en el rostro de Jieqieong quien también tenía sus ojos sobre ella. “Eres tú”. Musitó mientras con su dedo la apuntaba para que la entendiera a lo que la extranjera respondió negando la cabeza y señalándola a ella. ¿Sería posible? No, no. Pinky había quedado en el lugar #19 la semana pasada y por supuesto que sus fans eran capaces de hacerla subir diez lugares, su niña lo iba a lograr.

—¡Trainee Im Nayoung!—. Música de celebración, muchos pares de brazos rodeándola, confetti por todo el lugar y su cara llorando en la pantalla. Todo pasó en un segundo y era tan abrumador, esta vez no tenía preparado el filtro de sus emociones y simplemente se echó a llorar. Aún dando su discurso, con las luces sobre de ella y los ensordecedores aplausos no podía creer que era ella la número diez, una de las elegidas para debutar. ¡Era parte de I.O.I!

Y todos los cuatro meses se le pasaron como una película mientras tomaba su lugar en la silla con su número. Recordó los nervios del primer día, la presentación de Bang!, el haber tomado el tercer lugar en la segunda misión, el dolor de ver irse a sus compañeras, su primera vez en el top 11, las lágrimas, las risas, los enojos, el sufrimiento y la felicidad, la felicidad de haber pertenecido a esta maravillosa experiencia. Una vez alcanzada su meta, le sacaría provecho y no se permitiría decepcionar a nadie. Hoy daba inicio a un nuevo ciclo en su vida.

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　　　　　　　　　　　　　　⛅️ ; 위아래로

¿Cuánto había pasado desde que anunciaron la line-up definitiva? ¿Una semana? Si, exactamente 7 días y el grupo ya tenía que lidiar con una miembro pasaba la mayoría del tiempo encerrada en su cuarto llorando debido al odio que recibía. El nombre era obvio, todas dentro de sí mismas sabían que algo así sucedería. Kim Sohye era tan amada como odiada por el público y el haber entrado al grupo como miembro oficial sin las habilidades necesarias le estaba costando caro.

Primero eran simples comentarios, igual de crueles como los que había recibido a lo largo de la duración de la competencia así que la menor había podido pasar por alto estos ahora que ya tenía más experiencia pero por supuesto que los k-netz no tendrían suficiente con eso y tenían que salir victoriosos. Y su táctica fue una que iba más allá del odio promedio, eran los propios “fans” quienes difuminaban a Sohye para que no apareciera en las fotos grupales haciendo claro su objetivo: No la querían dentro de I.O.I.

Cuando el odio se apaciguó aunque fuera un poco y la gente se acostumbraba a la idea de que ya era muy tarde para cambiar la decisión de los productores, fue hora de sacar el vídeo musical para Crush. Algo simple y rápido, sólo para mantener al público interesado mientras se preparaba el verdadero debut. Bastó con un día para que la segunda tormenta de odio apareciera pero ahora con otro nombre escrito sobre esta: Yu Yeunjung.

Youtube estaba lleno de comentarios insultando a la vocalista principal, llamándola una ‘attention whore” y una chica problemática, la mayoría no dejaban de mencionar a Han Hyeri y a Kim Nayoung, rogando porque ellas fueran quienes ocuparan los lugares de Sohye y Yeunjung. Lo peor es que no había como negarlo, la manera en la que habían editado el vídeo mostraba a Yeunjung intentando quedarse en el centro varias veces y esto más el hecho de la personalidad egoísta que se le adjudicó en P101 hacía ver casi imposible el salvarla de esto. Aunque esa palabra no existía en el vocabulario de el medio artístico y en menos de una semana ya habían eliminado el vídeo original reemplazandolo con uno que mostraba a la chica por tan sólo unos segundos…. Y sí, ahora había dos chicas con el autoestima totalmente destrozada dentro de su hogar.

Nayoung se sentía inútil. ¡Ella era la líder! Se supone que desde hace mucho tendría que haber estado ahí con las chicas para animarlas, darles esas palabras de aliento que las harían ver que por más que la gente hable ellas valen demasiado y son importantes para el grupo. ¿Pero qué es lo que había hecho? Se había quedado de ver con Sejeong para que la ayudara, ella tenía facilidad de la palabra y una relación mucho más estrecha con las menores. ¿En verdad merecía ser ella quien liderara el grupo? No había sido capaz de enfrentarse a esto y ahora dudaba de si podría hacerlo con los demás problemas que se vendrían. Algo tenía que hacer para cambiar ese aspecto, por algo la habían elegido y no se daría por vencida tan fácil, no dejaría que I.O.I se viniera para abajo junto con ella.

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　　　　　　　　　　　　　　Dear Mom

　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　  Los momentos incómodos se presentan cuando te rodeas de gente desconocida, cuando no tienes nada en común con alguien o cuando llevas muy poco de conocer a la persona pero no cuando estás con tu madre. Y ese era el caso de Roseanne. Una mesa con dos tazas encima las separaba, las miradas fijas en lo que fuera menos en la otra, cero palabras intercambiadas. ¿Por qué había aceptado verla de nuevo? Ella sabía que las cosas iban a ser así, no había manera de que fueran diferentes porque siempre todo era así con su madre.

Desde que se había mudado junto con ella a Corea del Sur su relación sólo se iba desgastando más y más al punto que en cuanto le acondicionaron un dormitorio para ella y las demás trainees, nunca más vio a su madre en persona hasta este mismo día. Sí, sonaba como la peor hija del mundo entero y tal vez lo era pero según ella lo tenía entendido una madre estaba ahí para apoyarte a realizar tus sueños pero para Roseanne eso sólo había sido un mito más de la vida.

El que fuera ella en lugar de su padre quien se viniera a vivir a Seúl con Roseanne había sido el inicio de todo esto. No entendía porque su mamá se había aferrado tanto a esto y no solamente dejaba que su papá fuera quien viniera puesto después de todo era él quien la había ayudado a ganar esa audición pero luego de decenas de peleas; su madre ganó y juntas hicieron sus maletas. Luego de unos meses, Rosie lo comprendió. Su mamá tenía la intención de cambiarle los ideales, de hacerle ver que ese no era futuro para ella y que su lugar estaba en Australia, junto con la familia. Al principio eran pequeños ‘errores’: No la despertaba para los ensayos, la llamaba fingiendo estar mal durante sus prácticas y le pedía favores justo cuando sabía que tenía que atender algún compromiso con la empresa. Después los intentos fueron incrementando al punto al que llegó a encerrarla en su departamento con tal de que no llegara o insultándola por su nueva forma de vestir que ahora consistía de crop tops y shorts.

Y ahora que la tenía de nuevo de frente, las palabras simplemente no salían. ¿Qué debería de hacer? ¿Disculparse ella primero? La verdad es que no, las cosas no debían ser así. Pero tampoco podía ponerse a echarle en cara todos sus errores, estaba de más aparte de que ahora que ya había debutado, tenía que cuidarse de cualquier percance.

Mil y un cosas pasaban en su cabeza pero sólo una pudo salir de su boca: — ¿Por qué? —. Su voz suave, miedosa de quebrarse en cualquier segundo. Sus miradas por fin se cruzaron y después de tantos años volvió a ver esa mirada maternal, con eso bastó. — No sé si esto es lo que querías escuchar o porque accediste a verme de nuevo pero… Te perdono, mamá —. Tomó los billetes de su cartera y los dejó sobre la mesa, se acercó hasta su madre y besó sus mechones antes de salir de la cafetería. Se sentía ligera, libre y llena de paz. No habría nada en la vida ahora que la pudiera detener de verse realizada.

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　　　　　　　　　　　　　　Into the Mist

Crystalia seguía sin poder ver lo ‘gran’ en el día de hoy. Tenía el corazón en la garganta y los nervios no dejaban espacio para otra sensación en su cuerpo; estaba casi segura que esos definitivamente no eran síntomas de un gran día. Así era como sus padres (y toda la población de Attilan) habían llamado al día en que te sometías a los efectos de la niebla de Terrigen, el gran descubrimiento de su gente. El día en que por fin te podrías sentir 100% inhumano, el día en se revelarían tus poderes.

¿Acaso eso era razón para estar contento? Aunque no comprendía totalmente todo lo que tenía que ver con este fenómeno, Crystal estaba enterada de varios casos dentro de su familia que la dejaban con todo menos con ganas de entrar a una de las cámaras donde guardaban los cristales. Primero estaba el caso de su primo, Black Bolt, expuesto a la niebla cuando aún estaba en el vientre de su madre, terminó con un poder tan grandioso pero al mismo tiempo tan peligroso que tuvo que ser alejado de la sociedad hasta que aprendiera a controlarlo. Y luego también estaba Tritón quien emergió con distintas mutaciones acuáticas entre las cuales estaba la completa pérdida de la capacidad de respirar aire por lo cual había sido criado en una de las costas de Attilan. No quería ser el tercer caso añadido a las tragedias de la Familia Real.

Lo único rescatable de todo esto era que lo viviría al lado de su hermana quien a juzgar por la fuerza con la que la tomaba de la mano, estaba pasando por la misma crisis nerviosa que ella. Y es que con cada paso que daban hacia las cámaras, más notoria se hacía aquella luz aguamarina que se colaba por debajo de las puertas. Quería correr, esconderse y no salir nunca, no hasta que encontraran una mejor manera de darle sus poderes pero había algo acerca de las sonrisas orgullosas de sus padres que la motivaban a seguir caminando rumbo a su tan esperado destino.

Los pies de sus padres dejaron de moverse y supo ahí que el momento había llegado, el “gran día” estaba aquí. Su madre se agachó y colocó un beso en su frente para repetirlo con Medusalith, una caricia en la mejilla a ambas y listo. Su padre abrió las puertas y los ojos curiosos de Crystal no pudieron evitar desviarse para descubrir que yacía dentro. Los cristales se asomaban por encima del agua, la niebla se paseaba por toda la cámara y las luces iluminaban cada rincón de esta; una vista demasiado bonita para algo tan terrorífico. Ahora fue su turno de apretar la mano de Medusa quien tan sólo le dirigió una mirada que era una extraña combinación de determinación y miedo. No se imaginaba viviendo esto con nadie más, ni lo querría vivir de otra manera.

— ...la terrigenesis simplemente revela quien realmente eres. Borra la mentira y descubre la verdad—. Fue lo último que escuchó de la boca de su padre antes de que ambas pusieran pie dentro del agua, la niebla de inmediato rodeandolas. Hoy se marcaría el inicio de una gran Crystal.