achecastillo

[achecastillo]

Mil ciento una vez he orinado este baño.

Los ruidos de la litrera estremecen todavía.

Mil ciento un personas estuvieron en esta fiesta.

La farlopa. María y Juana,

Don julio y sus amigos,

El presidente y sus lacayos,

Somos mil cien personas que han degustado

De los mejores tequilas,

De los mejores vinos,

Familia y amantes.

Son mil cien personas que comulgaron en esta iglesia.

Siempre las mejores,

Siempre los más atentos.

Como si mi papá viviera.

Como si mi papá lo permitiera.

Mil cien días bastaron.

Para pasar la batuta.

Serán de otros, serán de los que esperaron.

Serán de todos los que no pudieron disfrutar de esta hermosa cantina.

Por qué eso era, una cantina fina.

Dichosos aquellos los que estuvieron.

Los amo a todos,

Mil ciento uno.

Por qué soy el último en tomar en este nicho.

En el placer de blasfemar que es mío.

Y siempre ha sido mío,

Hasta que no sea.

[achecastillo]

Un día despiertas cansado,

Vas a un baño ajeno,

Regresas a la cama king size sola,

Vuelves a dormir.

Como si un toro te embistiera a muerte,

Despiertas y ves la vida que llevas,

Vacía de tu recipiente,

Llena de otras cosas,

Enfócate,

No estás donde deberías,

Te perdiste en el rojo de las banderas,

Confundiste con estrellas las luces de neón,

Te confundiste…

Pero hey, aún estás vivo.

Mayor, padre y un cuerpo que da asco.

Pero hey, aún estás vivo.

Todavía tienes días para reivindicarte,

Para reinventarte y ser feliz.

No era ahí.

No tiene de malo seguir patrones,

Al menos, tú, no los buscaste.

Tuviste una mala mujer, nada del otro mundo.

A los mejores los engañan,

Siempre pierden los mejores, en cuestión, de amor.

Pero hey, un día más, otra oportunidad más.

Solo necesito que te enfoques,

Disciplínate.

Olvida la mierda, y verás el éxito.

Me escribes cuando estés del otro lado…

Continuara

[achecastillo]

Es viernes por la noche, tengo varias horas gritando tu nombre,

La cena está fría y el miedo, mi grito responde:

Árboles de la verdad

A donde vayas caminante

Para sopesar la tristeza.

[achecastillo]

Otra vez es primero de Mayo,

No sé qué tiene esa fecha que sollozan los bolsillos,

Esta ocasión estoy lejos, y vuelvo al mismo renglón,

Otra vez sirvo una copa de ron, con ganas de que no sea la última.

No sé qué tiene la brisa que eriza la piel.

Hace más de una década que me acompaña,

Ni tan fiel como quisiera, ni tan austera como amenazaba.

Aunque sorprendentemente leal a sus principios;

Un par de ángeles en tierra obsesionados con su vientre.

Otra vez es primero de mayo, y a pesar de la distancia, te quiero tan cerca, te amo tan a un lado.

Esta ocasión me toca soplar la vela a tu favor.

Donde te creo, donde te veo al final del cuento, justo antes del punto final, la gran resolución.

Hacia mucho que no escribía, y hasta un poco oxidado, princesa de un cuento infinito.

Al final de la canción,

Siempre estarás tú. No cabe duda. Siempre estarán ustedes. Mi familia.

Mi Harito camón, mi princcipexa.

Gracias por presentarme a Dios.

Lo veo siempre en los ojos de mis retoños.

Gran privilegio que me has regalado.

Otra vez es madrugada,

Otra vez ya ando pedo;

Otra vez no cuento los días,

Otra vez como hace mucho tiempo que no sentía la libertad de dedicarte algún verso que mi inconsciente no haya preparado con anticipación para la mujer más fuerte y apreciablemente guapa que timonea mis días y mis noches con el mismo objetivo que yo: el ser felices para siempre y por siempre.

Atentamente, un piano viejo y desafinado aparcado en la sala de tu suegra.

[achecastillo]

Me apetece escribir a 922 días de haberte ido,

Mira cómo está la cosa.

Tienes dos nietos nuevos, uno próximo por llegar; con seguramente con tu nombre.

Los niños no me reconocen, pero luego lo hacen y hacen que valga la pena la travesía.

Me tienes en tu zona de comfort, aunque duermo en el cuarto de a lado, y tu tv está en la sala.

Los días empiezan igual unos a otros, peleando el color de zapatos que usare ese día.

La familia que engendre me espera cada viernes en la tarde a mi llegada.

La gente me reconoce en el pueblo; como siempre incumplí a tu filosofía. (“No des de que hablar”)

Las botellas cada vez son menos en la cantina que, sin decirlo, me heredaste. Y utilice un buen para mi boda, esa boda que tampoco estuviste.

Estoy demandado por una señora que dice conocerte mejor que tus hijos con apellido Castillo, y como siempre lo dijiste: “El apellido Castillo no es para cobardes”.

Han pasado 922 días desde tu partida; y tu retoño, ahora padre de cuates, sigue navegando a buen puerto tu ida.

Tenemos cucarachas,

La comida se echa a perder,

La gente nos sigue visitando y trato parecerme lo más a ti. Me falta ser abogado.

Duermo en calzones, y mi pantalón está colgado en la manija de la puerta,

Tengo buenas amistades,

Me valoran en la comunidad,

Ganó menos de lo que debo.

María Luisa me recuerda a ti.

Harito Camón, como siempre me dijiste,

Se lo digo yo.

Sigo esperándote a la hora de comer.

Me duele ver que ya nunca estarás, ni diciéndome que no dé de qué hablar, ni de esperarte a la hora de la cena.

Hoy me apetece escribir,

Sabiendo que mañana tengo un desayuno con el alcalde, que bien conocías, y seguramente nunca me lo hubieras presentado.

Otro año más en tu recuerdo.

Siguiendo el patrón que me dejaste.

[achecastillo]

Difícil el pasar de los días,

Después de haber probado la alegría,

Y tener que decirle “hasta pronto”,

Aun con el alma adolorida.

Difícil ya no verte acostada en el sofá,

Con Harito en tu pecho.

A un lado estoy yo,

Con María Luisa en el mío.

Difícil es escuchar al grillo

Cantando toda la noche,

La ausencia de las quejas,

Las lágrimas de mis hijos.

Difícil es tener que vivir con ustedes en fotos,

A 157 kilómetros de distancia,

Viendo como han crecido,

Sin su papá en el panorama.

Que difícil es amarlos a la distancia,

En una casa vacía que implora cese de fuego,

En una cama con el aroma perfecto,

En un pueblo que no tiene nada de mágico desde que mi padre se mudó al cielo.

Difícil la vida misma.

[achecastillo]

Retoño:

Seria muy difícil poner en letras el sentimiento de tenerte, de tu llegada, pero lo voy a intentar.

Desde que te vi, algo dentro de mi se activo, un sentimiento puro y límpido.

El primero día que te tuvimos, tú madre y yo, inexpertos, quebrados, pensando en tirar la toalla, te abrazamos, te dimos muchos besos y supimos que fue lo mejor que nos pudo haber pasado, y seguimos adelante.

Cada mes qué pasó, fue un cambio tanto físico como emocional, fuimos mejorando como padres, y cada vez iluminabas más nuestra vereda.

Esa sonrisa que mata a cualquiera, hace que se me olvide los problemas, y que sienta que todo lo que sacrifico, vale la pena. Por tenerte feliz, con esa hermosa sonrisa.

Desde que llegaste a mi vida, me has dado esa motivación, ese empujóncito diario, de ser mejor padre, de ser mejor esposo, de aterrizar las ideas, de intentarlo.

Haces que quiera ser mejor persona, para ti, para tu hermana bella, y tu maravillosa madre.

Y eso que, aún no conozco tu voz.

Te amo con todas mis fuerzas, y recuerda, no soy bancero, pero te ciero.

Papi.

[achecastillo]

Esta noche no hubo luna llena,

No estaba Pityn, ni Vitela,

Mi tía Elsa no llegó con el guacamole,

El cabrito regocijándose de alegría.

Esta noche no llegaron desconocidos a interrumpir la fiesta,

Se asó la carne como si estuvieras,

Se llenaron los vasos para el mismo brindis,

El tequila fue comprado.

Y a la hora justa, cuando los invitados se van,

Y estás recogiendo la basura,

Y el último bote radica en tu brazo derecho,

Y las minas, qué pérfidas las musas,

Por decir algo de ellas,

Sigue la misma cerveza en la derecha,

La gente se ha ido,

Eres la música en el humo.

Al final de las farras,

Solamente estamos tú y yo…

Me ha dado más, que los que algunos me han robado:

[achecastillo]

Sabes lo que voy a extrañar de más:

Es verte dormida al llegar,

En vertical, por qué los bebés reposan en tu lado,

Es escuchar a junior pidiendo mas teta,

Es quedarme viendo a maría su respirar.

Sabes lo que más extrañare de ti:

Es tu fortaleza de levantarte semi dormida y darles de comer a nuestras criaturas,

Es verte disfrutar, a veces, el llanto de los recién nacidos,

Es tu paciencia de madre, que hace que me quede anonadado, al ver que la postura, o las balbuceadas logran calmarlos.

Lo que más extrañare de ti, es mi mujer,

La que siempre ha estado en mis momentos más olvidados.

La sonrisa que acompaña un buenos días,

El beso cachondo de las buenas noches,

Extrañare tu cuerpo que aunque imperfecto es el que más admiro; y amo.

Por qué sacrificaste tu perfección, por nuestros descendientes.

Y sigo amando cada pedazo herido que nuestros hijos te dejo.

Hasta con más frenesí, y con más rabia, con más lujuria.

Extrañare llegar después de horas, deleitarte débil, o sea durmiendo.

Extrañare tenerte a mi lado, con junior en medio, ambos dormidos, esperando la teta siguiente.

Extrañare limarte las uñas de los pies, a mis bebes también.

Extrañare ser tu cómplice en los días inertes que se acomplejan por ser copias idénticas al anterior,

Extrañare tu aroma, el aroma de nuestros bebés,

Extrañare la mancha en mi pecho derecho que dejo mi María Luisa,

Extrañare cada partícula de su aliento, por qué es mi consentida.

Los amo, mi familia. Como no tienen una idea.

Aunque no quieras hablar por qué ya estás muy dormida.

[achecastillo]

Tengo a la mujer más hermosa susurrándome al odio lo que le gusta.

Tengo dos bebes hermosos llorando por otra bibe,

Tengo vida y salud para llenarlos de bendiciones.

Tengo amistades sinceras, las que menos pensé, pero son varias.

Tengo a mi madre llamándome por las mañanas para preguntar cómo estoy.

Tengo una suegra hermosa que no exige y sigue a nuestra disposición.

Tengo un techo para cobijar a mi familia,

Tengo propiedades, tengo riqueza, tengo un título, y aveces dos.

Tengo una camioneta con que transportar a mi familia.

Tengo una familia que me apoya y son mis ángeles en este camino.

Tengo la virtud de saber que esto que tengo, cualquiera lo envidiaría.

Tengo lo que se puede comprar con dinero, y mejor aún, lo que no se puede comprar.

Entonces dime tu, que putas cosas me deben de faltar a mis putos primeros treinta años.

[achecastillo]

Lo peor de haberte ido.

Es que aún veo tu pantalón colgado en la manija de la puerta,

Aun te escucho por las mañanas arreglándote para ir a caminar,

Aun te veo acostado pidiéndome que te “arregle” la tele,

Aun nos veo en el porche cenando cereal, platicando de todo.

Aun escucho el “Harito” tan único que gritabas cuando llegabas a casa.

Aun te siento conmigo cuando llego a la Y griega.

Recojo como si estuvieras y me fueras a regañar.

Aun te veo jugando domino los martes con tus amigos.

Aun te escribo a tu celular, esperando que me respondas tan elocuentemente como siempre.

Aun espero que llegues a casa…

[achecastillo]

Junior,

Juro en la tumba de tu abuelo que no te faltara nunca un hombro donde hacerte fuerte.

La carencia será tu enemiga, y vivirás siempre con una sonrisa cuando se refiera a tu papá.

Luisita:

Aun no te conozco y ya siento que perdí todas las batallas contigo,

Serás mi princesa desde el día uno hasta el final de mis días.

[achecastillo]

Es preferible tomar con todos,

Platicar con unos cuantos,

Desahogarte con pocos, y

Darle la confianza a uno.

El que es amigo de todos,

No es amigo de nadie.

Siempre estuvieron las mesas llenas,

Nunca falto tequila ni mujeres,

Siempre hacia reír a más de uno.

La adultez llega y con ella se van todos.

Fui de todos, de todas.

Nunca escatime en botellas ni excesos,

Cuando llegaba alguien nuevo,

Me encargaba de hacerlo sentir en casa.

La fiesta se hizo adulta,

Las cervezas son solitarias,

La mesa siempre está incompleta.

Los tequilas se ausentan y fallan.

Así como ayer,

Prefiero ya estar con mi familia,

Aunque no se estrellen vasos,

Ni las carcajadas sean vacías.

Preferible tomar con todos, pero ser de pocos…

[achecastillo]

Cuando todo el mundo se iba

Despidamos el año viejo y saludemos

Al año que principia, con lágrimas secas en las mejillas,

Y un sin fin de puntos suspensivos en las historias.

Cuando todos se van, y solo queda por recoger vasos y platos con media comida.

Cuando la almohada que huele a mi baba de la mañana espera con ansias que vuelva a besarla.

Cuando el sol nos visita por la madrugada y te fotografía toda hermosa, e incauta.

Cuando todos se van, y solo quedamos tú y yo en un cuarto que no es ni tuyo ni mío. Es de nosotros.

Abracemos al Año Nuevo, pongamos a dios en nuestras vidas, y mejoremos en cada aspecto que se necesite.

No sé qué es lo qué vaya a pasar, lo que si se es que lo voy a pasar contigo, mademoiselle.

[achecastillo]

Dices que no me ves la sorpresa,

Dices que no me sientes alegría,

Dices que pasan los días

Sin hablar en la mesa.

Dices que no hubo lágrima en tu boda;

Dices que no te amo lo suficiente;

Dices que pasan las horas,

Sin besarnos la frente.

Dices que no gesticulo cuando te escucho,

Dices que no entiendo lo que me dices,

Dices que no, pero siempre lo he dicho…

Cuando tú ríes, ya estoy pensando en otro chiste para que continúes,

Cuando tu me ves; estoy pensando en que te falta para que estés bien.

Cuando tu me besas; te beso como si fuera la última vez.

Cuando tu me dices, ya estoy buscando una solución.

Cuando tu aceptaste pasar la vida conmigo; ya te imaginaba con mis bebes.

Y ahora qué los tienes en tu vientre; me siento chiquitito, por no poder aseverar que serán un excepción.

Pero tenemos a dios de nuestra parte, y cuando dices que no, es si. Y siempre estaré para ti.

[achecastillo]

Los excesos salen siendo excesos,

Besamos más botellas que damicelas,

Por siempre borracho, me guío sobre lo que debe de ser,

Pero a la hora de dormir; en lo único que pienso en en ti:

Las mujeres me salen sobrando, no soy el el.

Yo te veo y me persigno, y juro por lo que tengo de hombre, que es mucho, que jamás te faltaría, jamás te cambiaría, eres la mujer de mi vida, y sobre esta piedra construiré mi imperio.

Ten por seguro que jamás te faltará nada, eres mi reina, mi iglesia; mi única luz en este valle obscuro que se llama vida.

Eres la mejor de todas, te escojo mil veces.

Te amo mil veces más.

Siempre fuertes y siempre juntos.

[achecastillo]

Desde que vi esos ojos,

Supe que me moriria en ellos,

Cuando vi esa silueta,

Perdí mi razón y mi ego.

Y después ella me ve,

Desde mi silueta,

Desde lo más profundo;

Y sabe a primera mano que soy un don nadie,

Que peco de soberbio,

Y creo demasiado en mi suerte,

Y a lo mejor no es suficiente,

Y sólo soy la silueta de perdedor,

Que ella misma percibe,

Por eso duda, titubea,

Por eso me besa como si fuera la última,

Ve perfectamente mis úlceras,

Siente mis ausencias,

Sospecha ligeramente que soy sólo un bluff,

Y sospecha por mi cara de poker,

Por más inundado que esté mi barco,

Yo intentaré salvarlo, y si no lo consigo,

Me hundiré en el, como buen navío.

Hoy me preocupo,

Me siento contra las cuerdas,

Veo números rojos en las cuentas,

Y mi expertis intacta llena de júbilo.

Estoy a punto del naufragio,

Mi mejor amigo es mi balón,

Sobrepasan helicópteros llenos de carga emocional,

Si no eres tu, ¿entonces quien, papá?