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Shiva y Vishnu taking some wine 🍷, IA art

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Representación de Buda, energía femenina. Creada con IA

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En la vida, se nos enseña a vivir sabiendo que "si otra persona pudo, yo también puedo"; pero El camino del Guerrero, el camino de la transformación, nos enseña el valor de tener el coraje para atravesar los más difíciles momentos y darle a otrxs la posibilidad de despertar, de sanar, gracias a nuestra propia experiencia.

No importa lo que hagas, no intentes deshacerte de lo que sientes. Todo lo que puedas aprender trabajando sobre eso que te entristece, te amarga, te asusta, te desanima; todo sentimiento de odio o de inferioridad, todo lo que puedas hacer trabajando sobre esto, hazlo, por favor, porque será una gran inspiración para otrxs.

Comprendemos, entonces, que al transitar, atravesar y superar nosotrxs este momento de tristeza e incomodidad, estamos abriendo un camino de luz para otrxs.

Si yo puedo, ustedes también podrán.

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La meditación es el proceso de aligerarse, de confiar en la bondad fundamental de lo que tenemos, de quiénes somos, de darnos cuenta de que si existe alguna sabiduría, existe en lo que ya tenemos. Podemos llevar una vida que nos permita estar más alerta de quiénes somos y de lo que estamos haciendo, en lugar de tratar de mejorar, cambiar o librarnos de lo que somos y de lo que estamos haciendo. La clave es despertar y volvernos más alerta, más inquisitivos y curiosos de nosotros mismos.

Pema Chödrön

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Abandonar toda lucha 🙏

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Encontrar un equilibrio en la vida

“El Budismo no te dirá qué es lo verdadero y qué es falso, pero te anima a que lo descubras tú mismx. Aprender a no estar ni demasiado tensx ni demasiado relajadx es un viaje personal mediante el cual descubrimos la manera de encontrar el propio equilibrio: cómo distenderse cuando nos encontramos demasiado encrispadxs y cómo volvernos mas elegantes y precisxs cuando nos percibimos demasiado desenvueltxs.”

En 1979, en un seminario de Vajradhatu, Trungpa Rinpoché enseñaba las nueve maneras diferentes de descansar la mente. No hay que ver estas enseñanzas como un proceso de etapas continuadas, sino como nueve sugestiones diferentes, nueve herramientas útiles sobre la manera de reposar el espíritu en un estado natural.

1° Reposar el espíritu. Volverse uno con la respiración; esto no quiere decir “eliminar todo el resto” sino que la enseñanza sugiere dedicar un 25% a la observación de la respiración, pero mantenerse en el lugar y momento presente. 

2° Reposar sin interrupción. Esta instrucción propone prolongar esta sensación de ser uno con la respiración sin verse perturbado por otros estímulos, externos o internos. 

3° Reposar ingenuamente. Esto es adoptar una actitud ingenua frente a la práctica de la meditación, adoptar una actitud parecida a la de un niñx, y no caer en interpretaciones intelectuales.

4° Reposar minuciosamente. Autorizarse a instalarse y permitirle al espíritu calmarse. El maestro da el ejemplo del pensamiento que a veces parece una mosca posada en la punta de la nariz y, otras veces, se siente como un elefante sentado sobre nosotrxs. Esta instrucción invita a captar los destellos de pensamiento y a no enfrentarse a ellos. 

5° Amaestrar el espíritu. Adoptar una actitud de amistad. Es el proceso que consiste en ver lo que es, tomar nota, aceptar y dejar que la vida siga su curso; lo que, desde el punto de vista de la técnica, significa volver a la simplicidad de la inmediatez, a la simplicidad de la expiración. Amaestrar significa, entonces, que la meditación crea una actitud no agresiva hacia todo lo que se produce en nuestro espíritu. 

6° Apaciguarse. Las enseñanzas dicen: “Reconoce, antes que nada, que toda práctica va acompañada de un sentimiento de decepción y que esta es la experiencia de todxs aquellxs que se toman la práctica en serio. Cuando esto aparece, hay que encontrar el humor y la calma para continuar.” Apaciguarse es tomar conciencia de la condición humana, con mucho cariño y simpatía; es sensibilizarse frente al hecho de que la capacidad de practicar y de amigarse con unx mismx es algo raro y precioso. 

7° Estar perfectamente en paz. Esta instrucción concierne particularmente a los obstáculos y sus respectivos antídotos.

Si la agresión nos vuelve incapaces de abandonar nuestros pensamientos de resentimiento, de amargura o de cólera, deberiamos darle mas importancia a la respiración. Esto ayudará a conectarse con la frescura y el espacio.  Si es la pasión o el ferviente deseo de algo o alguien que nos ocupa, el antídoto es volver al cuerpo, revisar la postura, conectarse con las sensaciones físicas.  Si la ignorancia y la somnolencia nos interrumpen, debemos conectar con el espacio en el que nos encontramos; podemos observar como la respiración y nuestro cuerpo se distribuyen en ese espacio.

8° Concentrar la atención en un solo punto. Esto comprende dos partes: la primera, es la noción de partir de cero. Si nuestro espíritu se encuentra atascado y eso nos desespera, dejemos de practicar inmediatamente. Abandonemos todo tipo de lucha. Conservemos la postura, para no dejarnos llevar completamente, pero, por otro lado, permitamos a nuestro espíritu relajarse y pensar en otra cosa. La segunda parte de esta enseñanza propone darse cuenta de que no somos víctimas de nada ni un paciente que debe ser curado. Recuerda que todos podemos encontrar el propio equilibrio. Hay formas de ser lo que queramos ser y de hacer lo que queremos hacer. No tenemos por qué considerarnos víctimas de nuestro propio espíritu. 

9° Reposar de todas formas. Se trata de un tipo de estado de absorción que elimina todo el resto. Esta forma pone el acento en la actitud fundamental de la meditación que consiste en hacerse amigx de unx mismx, en establecer consigo una relación totalmente honesta y franca.

Podemos dejar nuestro espíritu reposar en su estado natural. 

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Las cuatro nobles verdades, enseñadas por Buda. 

Cuenta la historia que cuando Buda alcanzó la iluminación espiritual, despertando su conciencia, su espíritu se volvió claro y vasto; y, aunque le era difícil encontrar las palabras suficientes para expresar lo que había comprendido, decidió compartir sus verdades con quienes querían escucharlo. Buda parte del sufrimiento como sujeto central: ¿qué es lo que nos causa tanto dolor, tanta cólera, tanto estrés y por qué? Como seres humanos con conciencia, olvidamos que estamos compuestos por una fuerza vital, por una energía latente compuesta de los cuatro elementos, como todo en la naturaleza.

¿Por qué nos resistimos, entonces, a nuestra propia energía?

La primera noble verdad : "Somos parte del flujo natural de la vida."

Buda explica que si logramos comprender y darnos cuenta de la energía vital que yace en nosotrxs (y nos transforma, nos mueve, nos hace crecer y morir), entonces, no tendremos ningún tipo de sentimiento de resistencia o resentimiento. Esto es, simplemente, reconocer el ardor del fuego, el furor del viento, la turbulencia del agua y el levantamiento de la tierra, al mismo tiempo que el calor del fuego, la frescura del agua, la suavidad de la brisa, y la solidez y la seguridad de la tierra. Nada en su esencia es completamente blanco o negro.  Esta verdad reconoce que nosotrxs también cambiamos como el tiempo, que tenemos nuestros altos y bajos como la marea, que crecemos y decrecemos como la luna. Si oponemos nuestra resistencia a esta realidad, la vitalidad deviene un  sufrimiento. 

La segunda noble verdad : "La resistencia al flujo de la vida alimenta nuestro ego."

Resistir a la vida es la causa primera de la pena. Negarse a entrar en unidad con todo lo que pertenece a la vida, resistirse a los cambios, a surfear los ciclos del tiempo y no aceptar que tenemos la misma energía que todo lo que vive es alimentar nuestro ego. 

La tercera noble verdad : "Cesaremos de sufrir cuando aprendamos a aceptar lo que es."

El gran maestro explica que la cesación del sufrimiento se caracteriza por la renuncia a aferrarse a sí mismx, la desidentificación con lo que “soy” y el aceptar simplemente lo que es. El único modo de lograr esto es dejarse llevar, soltar todo tipo de identificación. Es decir, si percibes un fuego en tu bosque interior, no necesitas resistir a esa potencia, pues esa energía también eres tú. En esta verdad, Buda habla del hecho de no resistir, de no dejarse tomar por el miedo o la esperanza, por el bien o el mal, sino de vivirlo profunda, completa y verdaderamente.

La cuarta noble verdad : "En tu interior encontrarás la liberación del sufrimiento."

Esta última verdad nos anuncia que el recorrido del noble camino óctuple conduce a la liberación del sufrimiento cotidiano y se compone de ocho pasos o principios: visión correcta, intención correcta, discurso correcto, acción correcta, modo de vida correcto, esfuerzo correcto, atención plena correcta y concentración correcta. Sin embargo, Buda enseña que no necesitamos buscar todo esto afuera, sino que podemos utilizar nuestra propia vida para darnos cuenta de que no estamos separados del todo: la energía que nos hace vivir y mantenernos despiertos  es la misma que ha creado todas las cosas y de la que formamos parte. Podemos, entonces, utilizar nuestra vida para conectarnos a esta energía, o bien, podemos pasar nuestro tiempo cultivando el resentimiento y la resistencia.

La gran enseñanza es que, como siempre, como todas las cosas, todo depende de nosotrxs.