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Be Yourself
#beyourself #noxtivities.
Yutaro cerró los ojos durante un instante y resiro ondo sintiendo el aroma de los inexistentes arboles de pino. Al instante una gran muralla se levanto a su costado derecho y un gran bosque creció a la izquierda. Yutaro conocía muy bien aquel lugar, o quizás no. Eso era algo que jamás iba a poder aclarar, el bosque detras del muro se ergia como un gran misterio en sí mismo. Mientras se imaginaba en aquel lugar sintio el miedo a lo prohibido. "Yume alejate del Muro, los Haibane tienen prohibido tocarlo." La voz del Cuenta Cuento resurgia en su memoria como la de un padre enseñandole a su hijo. Dejando de lado que aquello era solo su imaginación, decidió alejarse del Muro con cautela, como si no quiciera que algo notara que estaba muy cerca. Se adentró en el bosque y comenzo a correr. Sus pies descalzos tocaban el pasto largo, se pinchaba con las piedras y se cortaba con las pequeñas ramas que se quebraban a su paso. El olor al bosque lo invadía, los ruidos de los insectos y animeles al rededor lo llevaban a lo que él recordaba como su Hogar. Yume, así fue como lo llamarón el día de su nacimiento, había nacido accidentalmente "En el bosque del otro lado del Muro". Usualmente, los Haibane nacían en "El Pueblo de las Alas de Ceniza", donde eran protegidos por la Ciudad. Pero Yume no corría con esa suerte, o desgracia. Por alguna razón había nacido en la biblioteca-Galpón del joven que llamaban El Cuenta Cuentos. Este se encargó de cuidarlo y explicarle, con lo poco que sabía que era Yume y como debía vivir esta nueva vida. En su imaginación seguia corriendo alrededor del bosque persiguiendo mariposas mientras sostenía su halo para que no se moviera demasiado. Sus alas se agitaban queriendo despegar vuelo junto con aquellos insectos, cuando otras alas salieron desde un sector oscuro del bosque. Las aves se alejaban de aquel lugar con temor a lo que se acercaba. Ahí lo vio, aquella cosa de ojos resplandecientes lo miraba entre oscuridad esperando algún paso en falso del contrario. Aquella cosa, a la que los pueblerinos del bosque llamaban La Bestia, estaba ancioso por deborar su alma. Yutaro abrió los ojos sintiendo el miedo calarle los huesos. Su corzón latía con fuerza y ahora todo rincón de su departamento le parecía oscuro y peligroso. Lo mejor sería salir de aquel departamento tan pequeño e ir al trabajo. Se levantó del suelo y llevo el tazón de arroz quemado al fregadero donde lo lavó. El arroz era su alimento base y era lo único que podía concinar. En realidad siempre se le quemaba, pero había aprendido a comerlo así. El invierno seguia sobre Tokio así que se colocó su gorro favorito y un gran abrigo para no tener frío. Al colocarse las gafas, que su jefe había hechizado, su halo y sus pequeñas alas grises ceniza desaparecieron. En realidad se volvían invisibles, para que los humanos no tuvieran miedo al verlo por la calle. Aunque claro, la magía no surtía efecto en seres "sobrenaturales" o que tuvieran alguna energía especial. Salió dando saltos del departamento y jugando por las escaleras. Como siempre que salía de allí se ponía a jugar con los niños del parque, no recordaba su infanciá pero tenía la sensación de que nunca había podido jugar como esos chicos en el parque. Luego saludaba a los ancianos que se juntaban frente al parque, en la tienda de comidas para llevar. Incluso saludaba al anciano del 27b que, aunque estuviera muerto hacía ya muchos años, a veces salía a dar una vuelta por el vecindario. Su departamento quedaba a tan solo 8 cuadras de su trabajo part-time de Harajuku en Takeshita Street. Al llegar siempre habían filas de adolescentes que a veces gritaban su nombre y él las saludaba con amabilidad. San To Nibun No Ichi era una pequeña casona ubicada en el segundo piso donde dos puertas indicaban el paso para las chicas y otra para los chicos. Su trabajo era vender ropa, pero allí nadie trabajaba como era debido. Se la pasaban sacandosé fotos, jugando con los clientes y haciendo bromas entre ellos. Yutaro adoraba trabajar en aquel lugar. Además, como staff muchas veces debía ir a hacer presencias a eventos, trabajar de modelo, hacer seciones de fotos, ir a programas de variedades y hasta conducir un programa en amebatv. El verdadero problema para Yutaro era luego de aquel trabajo. Su verdadero trabajo era en otro lugar. Debía su estancia en Harajuku a un joven, desquiciado y malvado mago al cual le tenía cariño. Por temas del pasado habían hecho un trato y ahora le debía su "esclavitud". No era su esclavo en realidad, pero debía trabajar como su asistente personal. Esto era desde ayudarlo a cazar zombies hasta limpiar el cuarto del mago. Prefería mil veces buscar pelos de araña gigante en el Bosque oscuro a tener que limpiar aquel cuarto. Así eran sus días, corriendo de un trabajo al otro. Pero aquello lo tenía entretenido para no tener que estar en aquel departamento donde vivia. Odiaba comer solo en aquel lugar y le daba miedo dormir con las luces apagadas en la noche. Algo turbio había en aquel lugar y aun no lograba solucionarlo. Eso sumado a cosas raras que solía ver, le hacían saber que ya no estaba en su "Hogar" en el bosque, seguro, con alguien que lo cuidaba todo el tiempo.
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[Fragmentos] (Ending Theme; Kagerou) (Cerrado/Privado) Aquel día, tuve la esperanza de que estuvieras dormido. En el fondo sabia que no era así, pero cuando me recosté a tu lado desde mi corazón esperaba que solo durmieras. Quería volver a soñar contigo, así que cerré los ojos y me dormí pensando en ti. En la promesa que jamás cumplí de hacerte conocer el mar. Pero tu no estabas durmiendo y yo no estaba soñando. Jamás volvimos a encontrarnos. Porque la vida no es sencilla ni fácil; Porque los sueños no se cumplen con solo pedirselos a las estrellas; Porque al destino solo le gusta jugar con nosotros; Y porque el "Vivieron felices para siempre" solo existe en cuentos para niños que no nos preparan para enfrentar la realidad. Nuestro encuentro fue una tregua del destino. Una manera más de torturarme. Una forma de decirme: esta es la felicidad que nunca será tuya.
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Historia
Historia: Yutaro nació en el lugar incorrectamente correcto. Según las características de su huevo, también llamado semilla, debía de haberse encubado en el “pueblo de las alas de ceniza”. Sin embargo ahí estaba, creciendo con rapidez en el galpón del Cuenta Cuentos. El pequeño dragón acompañante de este, había sido quien encontró aquel huevo brillante e inmaculado creciendo entre medio de chatarra vieja. Por más que el Cuenta Cuentos quisiera enviarlo a su verdadero lugar de origen ya no se podía hacer nada y debía cuidar de él hasta su nacimiento. En pocas semanas el huevo estuvo listo para dar paso a la nueva vida. Pero a Yutaro le costó nacer, su sueño era preocupante para él y lo llenaba de una extraña angustia que no lo dejaba salir. Finalmente al lograrlo, el Cuenta Cuentos le dio un nombre acorde a su sueño, ropa y lo cuido mientras la “transición” se llevaba a cabo. Yume fue el nombre de nacimiento que su cuidador le dio. Junto a él se presentaron otros rostros que ya no recuerda, pero para cuando se dio cuenta ya tenía una aureola en la cabeza, sufría de fiebre y su espalda dolía como si fuese a morir. Tres días de sufrimiento y fiebre bastaron para que sus alas salieran. Pronto se adecuo a su nuevo hogar y a sus nuevos accesorios corporales, ya que era divertido jugar con sus alas. Pero algo estaba mal con él: no debía de estar en ese lugar. Pronto se presentó frente a él un nuevo extraño, un llamativo mago, quien se presentaba bajo el nombre de Adonis. Se había enterado de su nacimiento y de su situación tan complicada por lo que venía a ofrecer sus servicios y darle una solución al problema. A cambio del huevo donde había nacido Adonis le ofrecía un hogar y un trabajo en un mundo, según él, muy divertido. Los niños de su especie no podían vivir en el pueblo sin tener un trabajo, era una de “las reglas”. Por lo que Yume necesitaba encontrar un lugar donde pudiera trabajar. Así es como termino en el mundo humano, trabajando por comida y ropa en SAN TO NIBUN NO ICHI, un local perteneciente a una amiga de Adonis: A-san, una misteriosa mujer de personalidad fuerte. Y viviendo en una pequeña pieza cerca del trabajo. Por otro lado, Adonis y el Cuenta Cuentos le entregaron un pequeño bolso, muy especial. Necesitaban de alguien que se encargara de ayudarlos con “trabajos especiales”, así que pronto Yume se convirtió en un mensajero, encargado de las entregas especiales que el mago le pedía. Aquel pequeño bolso le permitía moverse libremente por cualquier lugar que lo enviaran y era extrañamente profundo por lo que cualquier cosa cabía dentro. En este mundo humano Yume tuvo que adoptar un nuevo nombre: Yutaro. Esto era para ocultar su verdadero ser, además, su aureola y sus alas debieron ocultarse con magia vital haciendo que solo pudieran aparecer si el pequeño estaba muy cansado. Ahora como un chico normal Yutaro podía vivir pacíficamente en la tierra, pero algo extraño pasaba con su sombra. “En realidad, ese es el problema… no deberías de tener una sombra. Ninguno de tu especie la tiene. Por ahora, ten cuidado con lo que sueñas, recuerda que nada de eso existe ahora. Y por favor, no escuches los susurros.” Le había dicho una noche estrellada el Cuenta Cuentos. Lamentablemente Yutaro no era bueno recordando nada… Y obviamente aquella conversación se le olvido rápidamente.
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Ambientación
Ambientación: La historia de Yutaro/Yume es una combinación de dos historias conectadas que se funden en esta. Como en todas las fichas de mis personajes hay gran influencia de CLAMP. Solo que esta vez se le suman Haruki Murakami y un guiño a Over the garden Wall. Un Wraith es un sin aliento o comúnmente llamado fantasma. A los Wraith se los conoce como aquellas almas de personas que debido a un fuerte deseo, pasión o tarea inconclusa aún conservan su sombra por lo que no están ni vivos ni muertos. Viven en el Mundo de las Sombras, a un suspiro de distancia del mundo de los vivos, separados entre ambos por El Manto (creado por la incredulidad de los que aun respiran). Del otro lado de El Manto, cruzando el gran Muro se encuentra un bosque secreto. En la sección Norte se encuentra el bosque gobernado por La Bestia, llamada así por los lugareños, y El Cuenta Cuentos. Sus habitantes saben de los peligros de adentrarse en el bosque, donde “aquello”, La Bestia, los acecha hasta devorar sus almas. Aun así viven sin demasiadas preocupaciones gracias a los cuidados de El Cuenta Cuentos. En la sección Sur, llegando “Al fin del mundo” alejado por las Sierras del Norte y Sur, se encuentra una muralla aun mayor que rodea un pequeño pueblo. Sus habitantes están felizmente encerrados en un destino fatal. Hermosos paisajes ocultan el horror o la suerte de habitar aquel lugar. “Atravesado ese macizo e imponente muro se llega al “lugar de las alas de ceniza” o “El fin del mundo”. Para lograr pasar uno debía escabullirse por entre los escombros de la gran Torre del vigía del Norte. Una torre vieja y abandonada que nadie reconocía como propia. En sus paredes se vislumbraba una pelea ancestral, tan añeja que ni los pobladores la recordaban. El vencedor ya lo había olvidado, mientras el perdedor… ¿puede existir alguien cuando nadie lo recuerda? En aquella comuna tan especial todo aquello que era olvidado dejaba de existir. Así, una vez detrás de esos muros, tú mismo podías dejar de ser, sí no lograbas recordarte. Más, sin embargo, no se lo debía de tomar como un lugar horrible. Muchos buscaban la paz de sus tranquilos lagos, la brisa tranquila de sus pastizales, la amabilidad de sus lugareños y el descanso de la “no preocupación”. Uno gozaba de una vida tranquila, sin muchos sobresaltos. Siempre y cuando siguieras las reglas. Regla número uno: No puedes pasar con tu sombra. Regla número dos: No puedes recuperarla jamás. Regla número tres: No preguntes, no indagues. Lo que ves, es lo que es. Regla número cuatro: Quien entra, no puede volver a salir. El lugar poseía unos seres misteriosos llamados “Bestias”, quienes eran llamadas de muchas formas en otros mundos, pero aquel nombre era el que mejor les quedaba en la comuna. No porque fueran animales peligrosos, sino porque, eran diferentes a todo. Estas Bestias pastaban alrededor de la comuna, si era otoño revestían su pelaje de un bello color dorado, haciendo juego con el atardecer. En primavera este cambiaba a los colores vivos de un día tranquilo. Los pastizales se llenaban de blanco, marrón, negro, colores rojizos y hasta amarillentos. Pero todos colores vivos y brillantes. Esos hermosos y poderosos pelajes. Las bestias, caminaban con total tranquilidad, tanto que hasta lograban confundirse con meros espejismos si no te cerciorabas de que respiraban. El lugar, además de casas poseía dos edificios muy importantes a los que nadie se acercaba: La vieja Torre del Reloj, quien un día dejo de funcionar sin más y nadie se preocupó por reparar. Y la Biblioteca donde no eran exactamente libros los que descansaban sobre sus amplios estantes.” [Sujeto a lo que pueda fumarme y querer agregar]
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#ActividadExpress Aromas navideños Yutaro sentía como sus manos se congelaban, no tenía guantes así que era horrible tener que caminar por las frías calles de Harajuku en una tarde oscura. Era la época en que Tokio dejaba de tener luz solar a las 4 de la tarde y para ese momento ya estaban todas las luces decorativas prendidas. Era un espectáculo realmente hermoso. Sin embargo el joven Haibane deseaba llegar rápidamente a su hogar. Sus alas necesitaban calor, los cobertores que les había hecho no eran suficientes. Hacia tanto frio que su nariz roja parecía la del reno de Santa Claus. Había aprendido hacia poco de la existencia de aquel mágico ser gracias a los niños que se juntaban a jugar en el parque sin embargo aun le quedaban muchas dudas sobre esa historia. - Yu-chan~ -una voz familiar lo llamaba a lo lejos. Cuando buscó aquella voz se encontró con la amable abuela que solía prepararle las comidas para llevar o le vendía los materiales para cocinar. - Obaa-san -Se acercó corriendo hasta ella quien lo invitó a pasar a su tienda para que se resguardara del frío. Dentro de la tienda había un rico olor dulce. - Te prepararé un Chocolate Caliente, sabes -Le comentó la anciana mientras se dirigía detrás del mostrador- cuando era pequeña vivía con mi madre en una gran mansión eramos criadas. Y luego de un largo y frío día de trabajo ella me preparaba Chocolate Caliente. Me decía que le daba calor al corazón si se lo preparaba con amor. En realidad lo hacia con las sobras de lo que le preparaba a los niños que vivían en esa casa. Pero para mi era un gran premio. Además en estas fechas la otra mujer que vivía ahí hacia galletas. Esta familia era occidental, ellos eran realmente bellos y amables -en los ojos de la mujer se reflejaba un brillo de nostalgia y a la vez de amor. Le acercó una taza de chocolate caliente a Yutaro mientras parecía aun estar envuelta en sus recuerdos- mantén la taza en tus manos un momento. - Muchas gracias -Le dijo sosteniendo la taza en sus manos y sintiendo ese calor en sus manos, aunque no entendía que era eso de "calor en el corazón". - ¿Ya has tomado Chocolate Caliente antes no? -Le preguntó Obaa-san mientras se sentaba a su lado luego de traer una bandeja con galletas que llevaban forma de personas- Estos se llaman Hombres de Jengibre. - Si, hace algún tiempo, en mi primer invierno -intentó hacer memoria mientras le daba al primer sorbo de bebida, el sabor dulce invadió su boca y una gran sonrisa se dibujó en su rostro - Al ser mi primer invierno tenía mucho frío. Así que, la persona que me cuidaba, preparo una gran olla con chocolate caliente. Aun recuerdo el olor en toda la casa -volvió a tomar otro sorbo y recordando aquellos días en la cabaña donde siempre estaba divirtiéndose, sintió como el calor llegaba a su pecho. - Que lindo -Le comentó al escuchar su historia sin preguntar nada. La edad le había hecho entender más allá de las palabras- Esa persona seguramente te quiere mucho. Pero no sólo pruebes el chocolate. Come mis galletas navideñas, así tendrás un buen recuerdo de este lugar cuando ya no estés aquí -Le dijo al acercarle las galletas. - ¿Eh? Pero no diga eso. Yo la vengo a visitar siempre que puedo. Además no pienso mudarme nunca -Le explicó riéndose un poco y tomando la galleta en sus manos. - No me refería a eso -Le dijo la anciana con una sonrisa- pero no importa, come, ya entenderás algún día. Yutaro se llevó la galleta a la boca y disfrutó cada masticada - ¡Uma~! -Le dijo con la boca llena- Esto esta riquísimo. - ¡Ja! Soy la mejor cocinera de la zona, eso es obvio -Le contestó jactandose de su gran habilidad. Continuaron charlando de cosas banales como las luces de navidad, los copos se nieve y dulces. Cosas banales que para ellos eran sumamente importantes. Sin duda aquel día y aquel olor iba a quedar en la memoria de Yutaro por siempre como un olor típico a diciembre y sus fechas festivas.
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SHELOB /Número recibido: 3 de un D20/ "Ella ama succionar la sangre aún tibia y desgarrar la carne viva." La tarea era simple: llevar un frasco hasta la comunidad y dárselo a Rie para que se encargara de cuidarlo. Cada vez que se sentía amenazado iba hasta allí, por lo cual, el camino lo podía hacer de memoria y sin mirar por donde iba, lo cual sucedía siempre. Abrió con cuidado el portal que se encontraba detrás del templo, cerca de su departamento y entró al extenso bosque. The Coven era un lugar extraño lleno de puertas y portales que llevaban a muchos lugares diferentes. Yutaro había utilizado algunos, pero luego de perderse, su jefe le había ordenado nunca más jugar con ellos. Pero el joven Haibane era curioso por naturaleza y no podía negarse a investigar algo nuevo. Por eso allí estaba en su camino recto a los aposentos de Rie haciendo lo posible por no distraerse, hasta que la vio. Era una bella mariposa color azul brillante, sus alas se movían con una gracia casi divina dirigiéndose a algún misterioso lugar. - No~ -Se dijo así mismo al sentir la necesidad de seguir a la gran y bella mariposa azul. No podía negarse a sus encantos y menos al ver que con la luz del sol aquella mariposa brillaba con mayor intensidad - Okey, solo será un momento. El pelinegro busco un árbol, el más seguro, y dejo el frasco apoyado en él. No había ningún animal cerca que pudiera atacar el frasco así que estaba todo en perfecto cuidado ¿Que animal se acercaría a un frasco de vidrio cuyo contenido parecía ser una negra y espesa nube? Daba miedo de solo verla a la distancia. La mariposa revoloteaba por las pequeñas flores que crecían alrededor, mientras Yutaro intentaba verla más de cerca y se olvidaba uno de los puntos más importantes que su jefe le había dicho: no tardar mucho tiempo. Tenía que ser un trabajo rápido. Pero como siempre, él olvidaba más de la mitad de las advertencias del mago. Así fue, como sin sentirlo, la magia que mantenía el frasco como una fortaleza imposible de romper se fue quebrando, dejando escapar poco a poco aquella nube negra. El alado nunca escuchó el sonido del vidrio quebrandose por completo. Pero si escuchó cuando miles de patas comenzaron a corretear entre los árboles. Era como escuchar pequeños tambores resonando a la distancia, anunciando un mal augurio. Algún error había cometido, como siempre. - ¿Ha-hay alguien ahí? -Preguntó esperando que sea alguno de los miembros del lugar, pero no recibió respuesta. Avanzó con sus piernas temblorosas hasta el árbol, donde vio el frasco completamente roto. Quiso gritar por ayuda, pero algo saltó de entre las ramas y lo atrapó con sus pesadas patas. Era gigante, un ser horrible y con grandes colmillos. Su aspecto era el de una araña pero mil veces más grande. Sobre la frente se distinguían 6 brillantes ojos que todo lo parecían ver. Sobre sus seis largas patas se veían pelos del grosor de un alambre. Yuta estaba a punto de morir de un ataque al corazón cuando sintió los colmillos cerca de su rostro. Sin saber como su cuerpo se movió solo, pegándole una patada a la bestia y corriendo lejos de allí. Pero la huida no parecía ser fácil, en el ataque se había lastimado el brazo izquierdo. Al correr, más arañas comenzaron a aparecer. Eran muchas y el nerviosismo hizo que tropezara algunas veces. No había nada que hacer iba a morir ahí mismo. Para su suerte algunas arañas se alejaban sintiendo cerca comida más apetitosa. Y a lo lejos pudo distinguir una araña mucho más grande e imponente que las demás. Debía pensar algo rápido para alejarse de aquellos asquerosos bichos. Había aprendido hacia muy poco ha hacer barreras de protección. Así que juntando los dedos de su mano derecha y simulando ser una espada, trazó delante de algunas arañas que lo perseguían una barrera. Usualmente las barreras de protección anti espectros son para eso, para protegerse de los espectros. Aunque Yutaro intentó que funcionara también con aquellas arañas, estas no eran yokais así que ni se enteraron de la protección invocada. Sin embargo, la luz momentánea las había alejado por unos segundos. Allí la vio, era la mariposa que había estado persiguiendo. Revoloteaba entre los árboles en dirección al sur, aunque para Yutaro eso era a su derecha ya que no tenía la menor idea de donde estaba. Las alas de su espalda se movían con fuerza intentando darle impulso para llegar hasta su alada nueva amiga. Aunque siendo tan pequeñas eran inútiles. Quería salvar a la mariposa a toda costa y estaba tan sumido en ello que no vio a las arañas rodeandolo. Sintió la presencia de algunas de ellas cuando algo sujeto su pierna con fuerza y terminó cayendo de boca al suelo, golpeando con fuerza su frente. Rápidamente se le acercó una araña muy diferente al resto, era aun más grande y con rapidez envolvió a Yutaro en su telaraña. El Haibane no pudo resistirse y aunque intentó moverse esa cosa pegajosa era muy fuerte. Poco a poco el aire comenzó a faltarle, sus alas dolían horrores y no podía ver nada. También sintió una punzada en su pie derecho. Era, probablemente su fin. Iba a morir por culpa de su idiotez. Era una presa fácil, pero Shelob había aprendido a no fiarse de los medianos. Y aunque aquel no era un Hobbit o un ser que conociera, debía encargarse para no poner en peligro a sus hijas. El ataque estaba preparado para ir directo al corazón del pelinegro. El aguijón de Shelob poseía, al igual que las demás, un poderoso veneno que dejaba a cualquiera en un estado parecido al de la muerte. Sus signos vitales bajaban tanto que nadie podía distinguir si sus víctimas vivían aun dentro del capullo de telaraña. Hacían esto ya que su manjar más preciado era el de poder succionar la sangre de sus víctimas estando estas vivas. De todas formas, el aguijón de Shelob era ciertamente el más poderoso y aterrador de toda la comuna de arañas. Una herida de su aguijón podía ocasionar, si se daba en un lugar estratégico, la muerte. Yutaro no podía ver que pasaba en el exterior y aunque intentaba gritar no podía. La suerte estaba hechada y a él le había tocado la peor. Solo le quedaba rendirse y desear, al menos, que la mariposa azul se haya salvado de aquello.
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Q (kyu) ¿Cual es tu nombre? ¿Que eres? / ¿Que soy? ¿Quien soy? ¿Donde vivías antes? ¿Que hacías antes? ¿Por qué no vas a la escuela? ¿Y tu familia? ¿Puedo vivir?
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☾ Are you Afraid to the Dark?☽ #AreYouAfraidToTheDark #TheCoven Se despertó de un sobresalto. No recordaba que había soñado ni que nombre había gritado en sueños, pero si sabía que lo había hecho. Lo sabía por el sudor de sus manos, el corazón agitado y las lágrimas que descubrió en sus ojos cuando toco su cara. Era algo que solía sucederle. Sintiendo la garganta seca se tocó el cuello, como si al tragar saliva y masajearse eso pudiera solucionarse. De todas formas no era una urgencia tan importante como para levantarse del futon.
Yutaro no era un niño, sin embargo a veces reaccionaba o actuaba como uno. Esto se debía a su vaga memoria de los acontecimientos pasados. Así todas las noches hacia el mismo ritual. Dejaba una pequeña luz en su cuarto y al apagar la luz del comedor, corría con todas sus fuerzas para que "eso" no lo agarrar. Según su hermana, su jefa y compañeros de trabajo, "Eso" no existía. Pero él no estaba de acuerdo, sabía que si aguantaba la respiración unos segundos y se quedaba mirando por la puerta abierta al comedor, podría escuchar la respiración ajena. Yutaro sabía lo que era, pero si pronunciaba su nombre aunque sea solo en pensamiento, aparecería frente a él acabando con su vida.
Por ello, el joven alado prefería quedarse dentro de su futon, sentía que mientras estuviera dentro nada malo le pasaría. Una de las niñas que visitaba la tienda le había contado que todos los futones tenían un kekkai, así que mientras Yutaro se mantuviera dentro del futon estaría a salvo. Aquello ciertamente tenía sentido, dentro de esas suaves telas nada podía salir mal.
Yutaro, dispuesto a dejar de mirar hacia la puerta de papel cerrada de su cuarto, se acomodó dentro de su futon aun sintiéndose incómodamente nervioso. Ahí, en medio de la oscuridad de su cuarto se percató con horror de un detalle: se estaba haciendo pis. Enredo sus piernas para contener las ganas, quizás, si apretaba con fuerza, se olvidaría del tema. Pero no fue así. Debía de pensar en cosas que no fueran agua, el sonido de la lluvia, ríos, mares, la playa, lagunas o los sonidos de agua cayendo de algún grifo gota por gota. Mierda, el pensar que no debería de pensar hacia que instantáneamente pensara, que gran paradoja.
Llevaba tan solo unos minutos y sus piernas no dejaban de retorcerse intentando que nada "se escapara". Yutaro se sentó en el futon, debía replantearse que hacer. Se estiró y entreabrió la puerta para ver más allá. Pero del otro lado solo había negrura. Una obscuridad tan intensa que cuando el pelinegro paso, apenas, sus dedos por el borde del respaldo estos desaparecieron. Aquella obscuridad planeaba tragárselo vivo. Enseguida quitó sus manos y volvió al futon tapándose hasta la cabeza. Aquel lugar era el más seguro de la casa. Desde el comedor se sentían los ruidos que aquella cosa hacía para que supiera que estaba ahí, esperando la mejor oportunidad para atacarlo. Hacia crujir la madera del suelo y los muebles. Y con cada pequeño ruido Yutaro sentía su muerte aún más cerca. Una forma horrible de morir lo esperaba.
Su corazón parecía querer salirse de su pecho y un sudor frío recorría su cuerpo dándole a entender que el miedo estaba por dominarlo. Una pequeña punzada en sus bajos le hizo reaccionar. Yutaro tenía solo dos opciones para acabar con su angustia: una era salir corriendo, a la cuenta de tres, hasta el baño. La otra era hacerse pis encima.
Decidió, muy a su pesar, que no quería lavar las sábanas en la mañana ni dormir mojado. Así que, con la valentía que no pensó tener busco su celular para usarlo de linterna. Sin embargo este le mostró el cartel más terrorífico de todos, ese que al leerlo se te hiela la sangre: "sin batería". Al instante se apagó.
La suerte nunca estaba de su lado. Mientras, "eso" lo observaba divertido, desde el comedor, pensando que todo lo que hiciera era inútil. Algo crujió en la oscuridad haciendo que Yutaro pegara un salto y casi liberara aquello que lo torturaba por debajo de su pijama. No podía esperar más. Tomó la valentía que no tenía y se paró junto a la puerta entreabierta. Observó por la pequeña hendidura, el baño estaba a tan solo un metro de distancia. Pero él veía más que eso. Yutaro veía como a una gran distancia lo separaba de su cometido y que entre aquella oscuridad algo lo observaba. Algo que tranquilamente podía atacarlo en cuanto saliera de su habitación. No podía retrasarlo más, se estaba haciendo encima. Abrió la puerta de un solo tirón y corrió con todas sus fuerzas hasta el baño. Yutaro pudo sentir como la presencia rozaba su espalda. Al llegar a la puerta la cerró con fuerza y prendió la luz para cerciorarse que nada lo estaba esperando dentro del baño. Al sentirse seguro se apoyó en la puerta y se dejó caer. Al fin estaba a salvo y pero no debía relajarse mucho, o se le escaparía algo importante: pipí. Levantó la tapa, fijándose que nada lo estuviera esperando ahí dentro, y luego liberó todo lo que estaba conteniendo durante la noche. Esto le pasaba por tomar té antes de ir a dormir.
Finalmente habiendo terminado con lo suyo se lavó las manos y la cara. Mirándose al espejo se dio fuerzas para salir. Ahora debía de atravesar nuevamente aquel pasillo hasta su cuarto. Sin embargo, esta vez no se sentía con la misma fuerza de voluntad y creía que lo mejor era dormir encerrado en el baño. Aunque eso significará estar lejos de su Kekkai.
Se golpeó los cachetes intentando darse ánimos. Se pegó a la puerta y a la cuenta de 3 salió corriendo. Con lo que Yutaro no contaba, era con la lluvia que en ese momento había empezado a caer, mucho menos con el trueno que iluminó el cuarto en aquel momento, mientras corría hasta su cuarto. Aquella sombra que vio frente a él lo aterro tanto que el grito seguramente se escuchó hasta su trabajo. Lo que vio hizo que su corazón dejará de latir y terminara desplomado en el suelo. Claro, a la mañana siguiente Yutaro se despertaría en medio de un gran charco de sangre, que por suerte no era la suya. Lo que el Haibane había visto esa noche no era el monstruo que vive en el ropero de todo niño pequeño. Lo que estaba ahí, frente a él, era algo mucho más oscuro y perverso. Ese alguien era él mismo. Yume solía encargarse de producir en su cabeza cada sonido que escuchaba y por supuesto esa sombra era también parte de la proyección que creó en su cabeza. Claro que esto el menor no lo sabía. Lo que no era su imaginación ni ninguna proyección de Yume, era la sangre en el suelo y los pedazos de aquello que había matado. Un gato, un perro, un ave, Yutaro no podía distinguir que era, pero debía limpiar rápido. La mañana era corta, y si no lo hacía con rapidez luego los vecinos preguntarían al ver lo que tiraba a la basura. Era común que Yume le dejara “pequeños regalos” en la mañana, como un gato que le trae a su dueño parte de sus “hazañas”. Pero nunca se había “materializado” frente a él, al menos no así. ¿Qué debía hacer ahora que su propia oscuridad interna parecía tomar el control de todo? Yutaro estaba demasiado preocupado por Yume como para notar que algo en sus alas no estaba bien. La oscuridad no solamente había llegado para quitarle el sueño, sino que se estaba a punto de materializarse.
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Ficha
En este mundo que es bueno para nada: つじつま合わせに生まれた僕等 Nacimos porque era lógico
“Apresúrate y llévame a esa tierra desierta, del otro lado del mundo” Nombre humano: Yutaro Como apellido suele usar Santonibunnoichi que es el nombre del local donde trabaja. O Santo, cuando no recuerda el nombre completo. Nombre de nacimiento: Yume Shiro Hikari
Fecha de nacimiento: 03/06/2016
Lugar de nacimiento: El bosque detrás del Muro, más allá del manto. Allí donde los sapos tocan jazz y las bestias cambian de color en otoño y primavera.
Lugar de residencia: Según donde esté trabajando se mueve entre Osaka (cerca de Dombotori) y Tokyo (Harajuku, cerca de Takeshita Street)
Edad: aparentemente 17
Orientación Sexual: Asexual Estado civil: Le gusta comer los bastoncitos de Calbee
Ocupación: Existir. Estudiante. Trabajador Part-time
Trabajos de medio tiempo: SAN TO NIBUN NO ICHI Staff en un conocido local de ropa con sucursales en Hiroshima, Osaka y Tokio. El local perteneciente a la misteriosa A-san. Donde Yutaro trabaja a tiempo parcial a cambio de ropa y comida. Servicio de entregas y menesteres especiales 321 Para poder pagar los gastos extras trabaja realizando recados y entregas de todo tipo para seres especiales como magos, vampiros, seres celestiales, etc. Actualmente sus trabajos son dados por un intermediario que se hace llamar El Cuenta Cuentos y por Adonis, un mago interdimensional. Esto es porque su capacidad de concentración no sirve para llevar a cabo negociaciones.
Descripción física
Altura: 163
Peso: 50
Personalidad: La personalidad de Yutaro se divide en dos, ya que junto a él esta su Sombra quien muchas veces muestra tener vida propia: Es una persona alegre y despreocupada. En él la distracción esta al orden del día. No le resulta fácil mantener la concentración por lo que suele dispersarse muy fácilmente con casi cualquier cosa. Lo que más le gustan son las esferas lumínicas y todo aquello que tenga brillo. Es amistoso, cortes y amable con quienes se muestran amigables. Al resto de las personas prefiere ignorarlas ya que no llaman su atención. En cuanto al contacto físico le es esquive. No le gusta ser tocado demasiado. Solo aquellas personas que son realmente cercanas gozan de ese privilegio y estas, son escasas. Debido a que no entiende mucho lo que significan ciertos acercamientos prefiere no decir nada para no “parecer irrespetuoso” pero si el contacto es demasiado molesto puede llegar hasta gritar.
Es muy altruista y solo busca que todos a su alrededor estén a salvo y felices. Odia la sangre así que jamás podría pelear cuerpo a cuerpo. A pesar de su versatilidad, Yutaro no es sincero con sus sentimientos o pensamientos. Suele empezar todos sus proyectos y tareas con gran entusiasmo, pero al poco tiempo termina perdiendo las ganas y se aburre con facilidad. No es constante en nada. Además si algo es difícil suele desanimarse rápidamente.
Su sombra en cambio es egoísta con todo lo que lo rodea, solo quiere que Yutaro caiga ante el Olvido. A pesar de esto no duda en luchar si tiene que hacerlo porque en el fondo no quiere morir. No duda en hacer sentir mal a los demás o al mismo Yutaro si tiene la oportunidad. Es impulsivo y violento, hasta mentiroso si así lo quiere. Mientras que a Yutaro le gusta crear cosas con sus manos, su Sombra disfruta de destruir todo a su alrededor. Es quien controla la fuerza y los poderes de Yu.
A pesar de que Yutaro y su Sombra sean diferentes poco a poco, al estar en el Mundo de los Vivos, se van fusionando en su verdadera personalidad.
Ambientación: La historia de Yutaro/Yume es una combinación de dos historias conectadas que se funden en esta. Como en todas las fichas de mis personajes hay gran influencia de CLAMP. Solo que esta vez se le suman Haruki Murakami y un guiño a Over the garden Wall. Un Wraith es un sin aliento o comúnmente llamado fantasma. A los Wraith se los conoce como aquellas almas de personas que debido a un fuerte deseo, pasión o tarea inconclusa aún conservan su sombra por lo que no están ni vivos ni muertos. Viven en el Mundo de las Sombras, a un suspiro de distancia del mundo de los vivos, separados entre ambos por El Manto (creado por la incredulidad de los que aun respiran). Del otro lado de El Manto, cruzando el gran Muro se encuentra un bosque secreto. En la sección Norte se encuentra el bosque gobernado por La Sombra, llamada así por los lugareños, y El Cuenta Cuentos. Sus habitantes saben de los peligros de adentrarse en el bosque, donde “aquello”, La Sombra, los acecha hasta devorar sus almas. Aun así viven sin demasiadas preocupaciones gracias a los cuidados de El Cuenta Cuentos. En la sección Sur, llegando “Al fin del mundo” alejado por las Sierras del Norte y Sur, se encuentra una muralla aun mayor que rodea un pequeño pueblo. Sus habitantes están felizmente encerrados en un destino fatal. Hermosos paisajes ocultan el horror o la suerte de habitar aquel lugar. “Atravesado ese macizo e imponente muro se llega al “lugar de las alas de ceniza” o “El fin del mundo”. Para lograr pasar uno debía escabullirse por entre los escombros de la gran Torre del vigía del Norte. Una torre vieja y abandonada que nadie reconocía como propia. En sus paredes se vislumbraba una pelea ancestral, tan añeja que ni los pobladores la recordaban. El vencedor ya lo había olvidado, mientras el perdedor… ¿puede existir alguien cuando nadie lo recuerda?
En aquella comuna tan especial todo aquello que era olvidado dejaba de existir. Así una vez detrás de esos muros, tú mismo podías dejar de ser, sí no lograbas recordarte. Más, sin embargo, no se lo debía de tomar como un lugar horrible. Muchos buscaban la paz de sus tranquilos lagos, la brisa tranquila de sus pastizales, la amabilidad de sus lugareños y el descanso de la “no preocupación”.
Uno gozaba de una vida tranquila, sin muchos sobresaltos. Siempre y cuando siguieras las reglas.
Regla número uno: No puedes pasar con tu sombra.
Regla número dos: No puedes recuperarla jamás.
Regla número tres: No preguntes, no indagues. Lo que ves, es lo que es.
Regla número cuatro: Quien entra, no puede volver a salir. El lugar poseía unos seres misteriosos llamados “Bestias”, quienes eran llamadas de muchas formas en otros mundos, pero aquel nombre era el que mejor les quedaba en la comuna. No porque fueran animales peligrosos, sino porque, eran diferentes a todo. Estas Bestias pastaban alrededor de la comuna, si era otoño revestían su pelaje de un bello color dorado, haciendo juego con el atardecer. En primavera este cambiaba a los colores vivos de un día tranquilo. Los pastizales se llenaban de blanco, marrón, negro, colores rojizos y hasta amarillentos. Pero todos colores vivos y brillantes. Esos hermosos y poderosos pelajes. Las bestias, caminaban con total tranquilidad, tanto que hasta lograban confundirse con meros espejismos si no te cerciorabas de que respiraban. El lugar, además de casas poseía dos edificios muy importantes a los que nadie se acercaba: La vieja Torre del Reloj, quien un día dejo de funcionar sin más y nadie se preocupó por reparar. Y la Biblioteca donde no eran exactamente libros los que descansaban sobre sus amplios estantes.”
Historia: Yutaro nació en el lugar incorrectamente correcto. Según las características de su huevo, este debía de haberse encubado en el “pueblo de las alas de ceniza”. Sin embargo ahí estaba, creciendo con rapidez en el galpón del Cuenta Cuentos. El pequeño dragón acompañante había sido quien encontró aquel huevo brillante e inmaculado creciendo entre medio de chatarra vieja. Por más que el Cuenta Cuentos quisiera enviarlo a su verdadero lugar de origen ya no se podía hacer nada y debía cuidar de él hasta su nacimiento. En pocas semanas el huevo estuvo listo para dar paso a la nueva vida. Pero a Yutaro le costó nacer, su sueño era preocupante para él y lo llenaba de una extraña angustia que no lo dejaba salir. Finalmente al lograrlo el Cuenta Cuentos le dio un nombre, ropa y lo cuido mientras la “transición” se llevaba a cabo. Yume fue el nombre de nacimiento que su cuidador le dio. Junto a él se presentaron otros rostros que ya no recuerda, pero para cuando se dio cuenta ya tenía una aureola en la cabeza, sufría de fiebre y su espalda dolía como si fuese a morir. Tres días de sufrimiento y fiebre bastaron para que sus alas salieran. Pronto se adecuo a su nuevo hogar y a sus nuevos accesorios corporales, ya que era divertido jugar con sus alas. Pero algo estaba mal con él: no debía de estar en ese lugar.
Pronto se presentó frente a él un nuevo extraño, un llamativo mago, quien se presentaba bajo el nombre de Adonis. Se había enterado de su nacimiento y de su situación tan complicada por lo que venía a ofrecer sus servicios y darle una solución al problema. A cambio del huevo donde había nacido Adonis le ofrecía un hogar y un trabajo en un mundo, según él, muy divertido. Los niños de su especie no podían vivir en el pueblo sin tener un trabajo, era una de “las reglas”. Por lo que Yume necesitaba encontrar un lugar donde pudiera trabajar. Así es como termino en el mundo humano, trabajando por comida y ropa en SAN NIBUN NO ICHI, un local perteneciente a una amiga de Adonis: A-san, una misteriosa mujer de personalidad fuerte. Y viviendo en una pequeña pieza cerca del trabajo. Por otro lado, Adonis y el Cuenta Cuentos le entregaron un pequeño bolso, muy especial. Necesitaban de alguien que se encargara de ayudarlos con “trabajos especiales”, así que pronto Yume se convirtió en un mensajero, encargado de las entregas especiales que el mago le pedía. Aquel pequeño bolso le permitía moverse libremente hasta cualquier lugar que lo enviaran y era extrañamente profundo por lo que cualquier cosa cabía dentro. En este mundo humano Yume tuvo que adoptar un nuevo nombre: Yutaro. Esto era para ocultar su verdadero ser, además, su aureola y sus alas debieron ocultarse con magia vital haciendo que solo pudieran aparecer si el pequeño estaba muy cansado. Ahora como un chino normal Yutaro podía vivir pacíficamente en la tierra, pero algo extraño pasaba con su sombra.
“En realidad ese es el problema… no deberías de tener una sombra. Ninguno de tu especie la tiene. Por ahora, ten cuidado con lo que sueñas, recuerda que nada de eso existe ahora” Le había dicho una noche estrellada el Cuenta Cuentos. Muy mal, Yutaro no era bueno recordando nada… Y obviamente aquella conversación se le olvido rápidamente. [ Poderes]
Debido a su naturaleza su cuerpo no envejece y ninguna enfermedad lo afecta tanto como para matarlo.
A pesar de tener alas estas no le sirven para alcanzar el cielo ya que son demasiado pequeñas como para elevar su cuerpo.
Debido a su lugar de origen puede detectar cuando hay “uno como él” o algún ser que no sea humano completamente. Con su risa puede mantener alejados Espectros y seres malignos en un radio razonable, todo depende de cuanta energía tenga en ese momento. Y siempre que estos no sean seres muy poderosos.
Puede controlar el Sueño. Puede entrar en los Sueños de cualquier mortal y deformarlos a su antojo. Así como crear ilusiones a cualquiera que tenga la posibilidad de ver, sin importar su jerarquía. Si la ilusión es muy fuerte pueden materializarse y atacar tanto a sus enemigos como a él mismo. Pero esto ocasionaría un gasto muy alto de energía.
Por otro lado su Sombra es realmente fuerte siendo su arma predilecta sus manos nunca duda en atacar una vez que se apodera del cuerpo de Yutaro. Al no tener respeto por la vida ajena sus peleas son siempre a muerte.
⌠ Gustos⌡ * Tiene un gran gusto por aquellas cosas “lindas” (kawaii) lo que lo lleva a cegarse por conseguirlas.
*Al trabajar en una tienda de ropa su gusto por la moda se volvió muy peculiar, adoptando un estilo propio que lo llevo a convertirse en alguien muy popular en Takeshita Dori y el resto de Harajuku. *Le encantan los dulces y la buena comida *Gusta de aprender cosas nuevas todo el tiempo, claro, si eso que se le enseña logra captar su atención *Le encanta leer manga y ver anime. De ahí aprende a leer y todo lo que sea referido a vivir en sociedad. *Es fan de los Johnnys por culpa de su jefa quien escucha las bandas de esa empresa todo el tiempo.
⌠Disgustos⌡ Le aterra la oscuridad por lo que donde sea que vaya tiene que haber mucha luz.
No le gusta ver películas de terror
No le gustan los cementerios Prefiere evitar ir a Templos. A veces hasta le da miedo su propia sombra.
█ Curiosidades ▌
* Su mayor debilidad es el miedo. Exactamente el miedo al Olvido o a la Trascendencia. Dos cosas a las cuales no quiere rendirse. Yutaro no entiende muchas cosas, pero si tiene muy en claro lo que significa El Olvido y que por ningún motivo debe perder.
* Su doble personalidad. Al pasar al otro mundo su Sombra adopto personalidad propia y suele hablarle convenciéndolo de hacer cosas que muchas veces no quiere hacer. En el mundo humano aparece como un pensamiento recurrente o como una voz a la lejanía que le habla
* Cada vez que utiliza alguna de sus habilidades en el Mundo de la piel, su capacidad para no escuchar a su Sombra disminuye y deja de tener control sobre sus acciones.
Relaciones
Familia Offrol: Iku (Hemana), (padre)
Amigos:
Conocidos:
Enemigos:
Offrol
Nombre: Yutaro Goto
Perfil de rol “abierto”: Con preferencia a agregar o aceptar japoneses. Si, discrimino y no tengo verguenza de admitirlo. Me adapto a diferentes “niveles” de roleo. Puedo hacer topics o post cerrados, abiertos y privados. Debido al tipo de personaje puedo adaptarme a cualquier situación o mundo, por lo que no es necesario para rolear conmigo que sigas mi misma línea de historia.
No tengo intención de aceptar gemelos de mis amigos y mucho menos con mi fc. No metarol ni powerrol. Todos tenemos puntos débiles y no podemos saber todo de todos. Esa es la gracia y de ahí lo divertido. Adoro las historias con coherencia e imaginación. Me gusta que me sorprendan, pero no soy exigente con las historias. Me gusta más las historias tipo smut antes que una hentai (aunque en mi caso sería Yaoi). Adoro el drama.
No tengo problemas en hacer topics como Yutaro Goto el modelo/ Staff de SAN NIBUN NO ICHI o con otro tipo de historias (AU). Todo se puede hablar por MP
Los pensamientos son pensamientos. No rolear ni comentar. Si quieren comentar algo háganlo por MP.
El chat o MP es Offrol y así se queda, a menos que se pida lo contrario. Pero aclarar siempre.
Me pueden etiquetar en cualquier publicación y contestare. Puede que tarde un poco pero de seguro contesto.
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Ficha Yutaro resumida
Nombre: Yutaro
FC: Yutaro Goto
Edad: 17 años (aparentemente)
Ocupación: Trabajador part-time y estudiante cuando quiere.
Orientación sexual: Asexual
Estado civil: Me gusta jugar a hacerle caras raras al gato del vecino (¿?)
Curiosidades:
• No soy bueno entablando conversaciones pero me esfuerzo
• Amo la cultura Creepy Kawaii
• Me da miedo la oscuridad
• Mi mejor amiga y alma hermana es Iku (pero eso es offrol aun)
• Voy a hacer todo lo posible por llevarme bien con todos pero sé que no lo voy a lograr (¿?)
• Tardo mucho en responder inbox
• Me gusta el manga y el anime
• Me gusta estar al tanto de todas las tendencias japonesas en cuanto a la moda. • Amo a los Johnnys~ <3
Hobbies:
• Buscar moquitos en mi nariz (¿?
• Contar estrellas en el cielo
• Probarme ropa
• Buscar luces cuando paseo por la ciudad
Cuéntanos un poco de ti.
Mi ficha está teniendo algunos inconvenientes pero estoy en eso. No se editar imágenes así que pienso hacer una ficha muy simple.
Cual friki que soy mi temática tiene un poco de CLAMP, Murakami, Over the garden Wall y otros roles pasados. Lo llevo por dos caminos por un lado mi vida “normal”, bajo ciertas reglas que pueden descubrir si me hablan, donde trabajo en una tienda de ropa. Y la otra vía en donde el otro trabajo es un poco más especial: Un servicio de entregas y menesteres especiales. Me contratan para enviar cosas a personas o seres que por alguna razón no se le pueden entregar por una vía normal. Así es como me veo llevando desde cartas de amor hasta objetos de lo más variados como un “Ave de la noche” o una piedra filosofal. Ambos trabajos los realizo en la misma temática así que está en ustedes conocerme como alguien “normal” (digamos) o en mis momentos más anormales del día.
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☾ VIAJE ASTRAL ☽
#TheCoven #ViajeAstral “Que adorable es este mundo de sueños y donde conoceré el tuyo” Kagerou- Buck-Tick
La primera vez que soñé con él, corría por el campo intentando atrapar una mariposa gigante y pensé que solo era un sueño más. La segunda vez, me di cuenta que aquello no era un sueño normal.
Como todas las noches, la criada se acercó a mi cuarto con las pastillas que religiosamente tomaba todos los días. Como buen niño, tomé aquellas pastillas sin chistar, con un poco de agua, y luego bebí un vaso de leche tibia. La criada acostumbraba a darme las buenas noches con esa pequeña atención. Me recosté para que me arropara, y luego de hacer una reverencia, apago la vela que alumbraba mi mesa de luz. Cerré mis ojos y me deje llevar por los brazos Morfeo.
Cuando abrí los ojos pude verme durmiendo plácidamente, solía pasarme a veces que lograba verme dormir. Lo tomaba como algún tipo de sueño extraño que algún psicólogo seguramente quisiera analizar. Luego de mirarme solo por un momento, decidí saltar por la ventana y caer suavemente en el verde pastizal del patio. A lo lejos lo vi, era un joven, probablemente mayor o de mi misma edad. Jugaba con una cometa en forma de mariposa, ya lo había visto otras veces. Me quede mirándolo en silencio, decidí sentarme detrás de unos arbustos para ocultarme mejor. El joven se reía mientras seguía jugando con su cometa y yo me divertía de solo verlo jugar. Me daba algo de envidia verlo, ya que nunca había podido remontar un cometa. Al no poder correr, aquello se me hacía imposible. - ¿Cuánto tiempo más vas a seguir mirándome desde lejos? – Aquel joven miraba hacía los arbustos. Era obvio que me había visto pero intente de todas maneras hacer como que “no estaba ahí”. Cerré mis ojos con fuerza, como si eso me ocultara. - Boo~ -alguien me empujo desde atrás causando que casi muriera del susto. - ¡Idiota! Eso me asustó –le grit�� al escuchar cómo se reía detrás mío. - Lo siento… -se detenía para reír y luego continuaba- Es que fue inevitable ¿de qué te ocultas? ¿Sabes que esto es un sueño no? –Me pregunta como si no supiera donde estaba, aunque debía de admitir que pensaba que él era también parte de mi sueño- Ven, juega conmigo antes que se termine la noche. El cielo era indefinido. Durante todo el tiempo que soñamos juntos nunca supe si estaba amaneciendo u oscureciendo. Era un crepúsculo sin fin. Jugamos a cosas realmente estúpidas pero que en ese momento me causaban mucha gracia. El tiempo parecía eterno. Cuando me desperté me di cuenta que no había preguntado el nombre de ese chico y una angustia dolorosa oprimió mi pecho al darme cuenta que posiblemente no lo volvería a ver. Sin embargo al día siguiente lo volví a encontrar. - Parece que nuestros sueños están conectados –le dije mientras le sonreía al volvernos a ver por tercera noche consecutiva. Quizás les suene tonto, pero nunca tuve amigos y él era lo más cercano a uno. Claro, una amistad rara porque aún no sabía su nombre. - Eso es porque estamos predestinados –me contesto haciendo que me quedara con la boca abierta, acaso aquel chico estaba diciéndome algo más- Ya idiota, predestinados a ser amigos. Deja de pensar en cosas sucias que quieres hacer conmigo, hentai~ -me dijo burlándose de mi reacción para luego empujarme y salir corriendo- Tú las traes~ - ¡No me digas así! –le grité mientras lo corría por aquella colina que estaba seguro él imaginaba para ambos, logré hacer que una ballena apareciera nadando por el cielo y lo detuviera por la sorpresa. - ¡¿Qué demonios es eso?! –gritó aterrado al verlo volar por sobre su cabeza. Era una criatura gigante e imponente. - Una ballena~ ¿No me digas que no las conoces? Viven en el mar. - No conozco el mar –aquello no tenía sentido para mí, todo el mundo conocía el mar. - Pero salen en los libros. - … -Su silencio me dejo algo desconcertado, de todas maneras seguí hablando. - Esta bien, ven –Yo había ido a la playa algunas veces, aunque siempre debía retirarme y solo dos veces logre entrar al mar. Pero se podría decir que lo conocía. Aunque nunca haya visto una ballena en vivo y directo- Yo te mostraré el mar… Estaba decidido a mostrarle el mar cuando música de fiesta llego a nuestros oídos. - ¿Qué es eso? – a lo lejos se podían ver dos cortinas gigantes de seda blanca, transparente. Detrás de ella había al parecer una gran fiesta. Pregunte pensando que quizás él lo estaba imaginando para ambos. - El sueño de alguien más –me sorprendió con su respuesta. Al acercarnos me di cuenta que había una pareja joven bailando, rodeada de gente que aplaudía. Intente mirar mejor sintiendo que no era bueno tocar la cortina e interrumpir aquel sueño. Al mirar más atento me di cuenta que aquella joven que bailaba tan feliz era mi hermana menor con un hombre desconocido. La felicidad en su cara era una que hacía años no veía. Aquello me lleno de celos. Necesitaba ir y destruir con mis propias manos a aquel joven, y con él, aquel ridículo sueño. - Lo mejor será que no molestemos, vamos –Mi nuevo amigo me tomo el brazo e intento moverme de allí, pero yo ofrecí resistencia haciendo un movimiento brusco con mi brazo para quitármelo de encima- ¡Hey! ¿Qué te pasa? - Esa es mi hermana
- ¿Y? Déjala soñar en paz... –me respondió totalmente indiferente. Eso me enojaba ¿acaso no entendía que ella era muy importante como para dejar que soñara con un desconocido? ¿Y si aquel era una persona que estaba compartiendo su sueño como nosotros? Pensar en ello me enojó aún más. - Ya~ Deja de comportarte como un niño pequeño y deja a tu hermana en paz. - ¡Tu seguramente no tienes hermanos y por eso no entiendes nada! –le grité enojado pensando que era un idiota. - Es verdad, ya no tengo hermanos. Pero mientras mi hermano vivía nunca me comporté de una forma tan tonta como tú… -su semblante se oscureció y se dio la media vuelta para comenzar a caminar. Supe que había cometido algún error estúpido, como siempre. - Lo siento… yo… - Descuida –me interrumpió cuando lo seguí para hablarle- Tú no tienes la culpa. Yo creo que nadie tiene la culpa. Aunque mis padres dicen que la culpa fue de mi hermano, por nacer desviado –él seguía sin mirarme y aquello que decía no tenía mucho sentido. - ¿Desviado? - Si, ya sabes. No respetaba “el sendero del señor y se entregó a placeres paganos” –dijo aquella frase como si estuviera recitándola de un libro- Pero yo creo que aquellas cosas son solo idioteces. Él simplemente –finalmente dejo de caminar y se dio la media vuelta para continuar hablando con una sonrisa- Simplemente se enamoró. - ¿Y por eso murió? ¿Por amor? –yo lo miraba incrédulo. No tenía sentido que amar estuviera fuera de la “senda” de Dios. El cura que me había enseñado a rezar solo hablaba del amor de Dios y del castigo divino. El chico frente a mí se rio un poco. - No, por amor en realidad no mueres. Pero por lo que otros crean de tu amor sí. Cuando lo descubrieron, dijeron que era un “desviado”, un “enfermo” y un perverso. Luego lo culparon de la muerte de unos animales y lo sometieron a la extradición de sus pecados.
Yo lo escuchaba atento, gracias a mi educación en casa sabía muy bien lo que le hacían en el pueblo a todos aquellos que la comuna los señalaba como “impuros”, “desviados” o “enfermos”. Mi tío solía contarme como eliminaban supuestas brujas; Niños que nacían deformes; enfermos mentales que culpaban de estar “endemoniados”; Y por supuesto desviados del camino del señor. Yo sabía que aquello era toda una farsa, mi tío me lo había contado. Sabían que no todas aquellas personas estaban mal, pero por temas de conveniencia, lo mejor era que fueran eliminadas. Mi tío hablaba mucho cuando estaba borracho. Como el caso de la mujer que esperaba un hijo del alcalde, y para callarla, la acusaron de bruja. Seguramente, su hermano era otra víctima de aquellos que dictaban las leyes morales del pueblo. Me quede callado, sin decir nada más, luego supe que él siempre se culpó de aquella muerte. Pensaba que si lo hubiera protegido, sí hubiera ayudado a su hermano a ocultar sus sentimientos todo hubiera estado bien. - Sabes, creo que esta va a ser la última vez que nos veamos… -El chico con quien compartía sueños me miro mientras veíamos las estrellas y remontábamos barriletes- Por eso debes decirme tu nombre –Estábamos sentados sobre unas rocas que flotaban sobre un gran mar. - ¿Eh? – La vergüenza me invadía y por alguna razón no quería decírselo. Pero también me daba miedo no volver a verlo- Esta bien, pero tú también debes decirme el tuyo. - Por supuesto, una vez que sepa tu nombre lo más seguro es que te encuentre. - ¿Es una promesa? - Una promesa~ -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. Efectivamente luego de aquella noche no volví a compartir sueños con él o con cualquier otra persona. Eso me frustró y hasta hizo que me deprimiera por un largo tiempo. El destino a veces es muy curioso. Yo creo que cuando uno está predestinado a conocer a alguien, no importa lo que pase, el hilo del destino siempre se tensará en algún momento, para que se vuelvan a encontrar. Si hay un encuentro, con certeza habrá una separación, sin embargo, para la nuestra aún faltaba un poco.
Esa mañana estaba frustrado porque hacía semanas que no lograba volver a soñar, como me sentía un poco mejor que otras veces, baje las escaleras en busca de alguna criada que me preparar el desayuno. Al llegar a mitad de la escalera principal, la puerta del frente se abrió dando paso a mi tío y detrás de él una pareja anciana y un joven. Mi sangre se heló, no recordaba que aquel día visitaría la casa. Debía ocultarme pronto o me vería. Aun en pijama, me di la media vuelta despacio y comencé a subir las escaleras. - Descuide señor, haré mi mejor esfuerzo para no causarle problemas a usted o a mi familia. Solo quiero limpiar mi apellido. Aquella voz se me hizo sumamente conocida, era él, el chico con quien me había hecho amigo en sueños- ¡Tú! –la emoción me gano y aunque luego de aquello tape mi boca e intente ocultarme entre los barrotes de la escalera, era obvio que estaba siendo visible para todos. - ¡Oh! Pero miren quien esta levantado a estas horas ¡y caminando! –Exclamo mi tío con la voz más asquerosamente dulce y paternal que podía hacer- Mi pequeño sobrino, no deberías bajar tantas escaleras. Luego vas a sentirte muy mal –seguía hablando en voz alta para que todos se dieran cuenta que yo era, efectivamente, “El sobrino enfermo del Juez”. Sin embargo no me importo, yo solo miraba entre los barrotes de material la cara de aquel chico que me miraba con sorpresa. En ese momento pensé que era una locura y que seguramente había soñado todo yo solo. Pero de la nada me sonrío, y supe que me había reconocido. - Disculpen por esta intervención, no se preocupen, cuidaré de su hijo y le mostraré el verdadero camino a seguir. El sacerdote pasa por esta casa todos los domingos así que me encargaré de educarlo bien. Luego de decir aquello, los padres del muchacho se fueron, y mientras una criada me ayudaba a volver a mi cuarto, logró decirme que ese era el nuevo peón a cargo de la caballería. Maldije mi cuerpo débil que jamás podía llegar a cabalgar como mi hermana o el resto de la familia. De todas maneras eso no iba a detenerme, si lo intentaba, estaba seguro que al menos una caminata lenta podría hacer. Lo importante era hablar con él y quitarme las dudas de si me reconocía o no.
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La ficha que jamás será terminada (?
єη єsтє мυη∂σ єχιsтєη lυgαяєs єχóтι¢σs α lσs qυє sσlσ υη gяυρσ sєlє¢¢ισηα∂σ ∂є ρєяsσηαs ρυє∂єη llєgαя
Nombre: Adonis Yuya Tegoshi
Fecha de nacimiento: 11 de noviembre de 1997
Lugar de nacimiento: Japón
Lugar de residencia: xxx
Edad: 17
Orientación Sexual: Homosexual
Ocupación: Estudiante
Trabajos de medio tiempo:
-Bailarín y Cantante en el bar Wish, estilo Cabaret. Bar perteneciente a la familia Tegoshi desde siempre.
“¿Quieres divertirte? ¿Desconectarte de la realidad que te agobia? Pues ven a visitarnos y encontraras lo que buscas~ ¡Canciones, bailes, juegos y mucho más!”
-Atención, recepción y resolución de menesteres en la parte “oculta” de Wish, verdadero negocio familiar. Futuro trabajo fijo.
“Pero tú no estás aquí solo por eso. Si llegaste a nosotros es por otra cosa, un ser como tú, busca algo que no puede ser encontrado o dado por cualquiera. Ven a visitarnos, si eres digno de pagar el precio eres digno de poseerlo. Atraviesa el extenso pasillo que esta junto a la entrada del bar, justo al lado de la cortina azul. ¿Ves ese destello bajo la puerta? Entonces estás listo para pasar ¿Tienes algún deseo? Dime que buscas, que quieres~”
Descripción física
Altura: 163, pero con tacos puede llegar al 170.
Peso: 54
Cabello: Dependiendo del momento, le gusta llevarlo rubio porque siente que va muy bien con su tipo de piel. Pero puede llevarlo de colores oscuros y castaños. Le gusta mucho usar permanente y jugar con sus rulos si tiene el cabello largo. A su madre mucho no le agrada que su hijo tenga el cabello muy largo, por lo que cada tanto lo corta solo para darle el gusto. Le encanta usar pelucas largas cuando se disfraza de mujer para sus espectáculos o en sus momentos privados.
Ojos: Sus ojos son del típico color negro japonés. A veces le gusta llevar lentes de contacto cuando sale a escena en sus actuaciones o simplemente para verse cool, según él. Cuando ve cosas que existen en otros planos sensoriales, habla con seres de otros universos o con poderes, al igual que cuando usa sus propios poderes, sus ojos suelen tomar tonos más claros, dependiendo del esfuerzo que tenga que hacer.
Contextura: Su cuerpo es sumamente delgado, sin un gramo de grasa debido a un estricto régimen que él mismo se auto-impone y a hacer deporte. Con el futbol logro que sus piernas sean resistentes y tengan una buena forma. Mientras que con el baile su cuerpo se fue estilizando cada vez más.
Ambientación:
El mundo, o mejor dicho los mundos, en los que Tegoshi se mueve están basados en el mundo de CLAMP. El lugar donde Yuya habita es el mismo en el que transcurre Wish, XXXHolic, Suki dakara Suki, Kobato y Lawful Drug. Aunque en distintos tiempos a estas historias. Aunque, debido a que Tegoshi tiene la posibilidad de viajar por diferentes mundos no quita que pueda ir a algún lugar donde la temática sea, por ejemplo, la de Once Upon a Time o al estilo Harry Potter.
Historia [En construcción, sujeta a cambios]
WISH
“Si puedes pagarlo es porque debe ser tuyo”
La madre de Tegoshi al igual que su madre y la madre de su madre, por generaciones, se encargaron de dirigir el negocio familiar: una bella casa de diversión y felicidad. Según su madre, ellas vendían felicidad y diversión a un módico precio que cualquiera con un poco de ahorro podría pagar. La idea de felicidad para esta familia, un tanto disfuncional, con padres ausentes, era sencilla: La felicidad es solo un instante efímero.
Pero esta familia no solo se encarga de aquel bar familiar, el verdadero negocio se oculta tras un pasillo oscuro. Los Tegoshi, durante generaciones, han nacido con poderes especiales, algunos más que otros. Pero todos con la misma habilidad para saber el valor de los artefactos preciosos, raros y mágicos; Así como la habilidad para reconocer que busca cada cliente cuando ingresa a aquel lugar y poder conseguírselo. Por así decirlo, el verdadero negocio de la familia Tegoshi es la venta, recolección y búsqueda de “cosas” que sus clientes requieran. Estos pueden ir desde un broche mágico para mantener Pelo de Dragón en su lugar hasta la búsqueda de seres sobrenaturales o reparar los sentimientos de una flor. Durante mucho tiempo la familia siguió con esta tradición mientras mantenían buenos lazos con otros magos, brujas dimensionales y otros entes poderosos. Según la tradición las mujeres de la familia eran las encargadas de llevar a cabo aquellos trabajos, teniendo en cuenta que, aquel poder llevaba siempre algún precio a pagar por ello. Así es como, debido a un pacto por el cual la familia gozaba de poderes, los hombres de la familia Tegoshi solían tener finales trágicos. Una vez que una mujer de la familia se enamorase de alguno, este tenía sus días contados. De igual forma, en la familia, nunca se había dado a luz a un hombre y según los familiares más viejos, el que alguna de ellas diera a luz gemelos era el peor de los augurios.
TODO PASA POR UNA RAZÓN
Las cosas cada día estaban más raras. Desde que “aquel gran Mago Rojo” había desaparecido para irse a otras dimensiones, intentando enmendar su error, todo había cambiado poco a poco. La no muerte de la bruja de las dimensiones había empeorado el ritmo del tiempo provocando interminables baches y a esto se le sumaba una lucha feroz en el cielo que había provocado castigos y complicaciones para los grandes astros, todo culpa de, según los rumores, dos amantes. Todo parecía advertir que las cosas no iban a tomar un buen rumbo. La única hija joven de la familia había quedado embarazada y para las sospechas de su madre, en su vientre llevaba gemelos. El peor de todos los augurios, abortar no era una opción, aquello pasaba por algo y ninguna era capaz de evitarlo
La madre de Tego estaba asustada, si bien, siendo madre no iba a negarle amor a sus hijas, algo aun peor faltaba. Uno de aquellos gemelos era hombre. Era algo que simplemente no podía pasar, no debía de existir. En su familia no nacían hombres. Aquello era parte de los “desbarajustes” que se iban viviendo poco a poco.
La abuela de Tegoshi, al momento del parto utilizo todos sus círculos de protección intentando que aquellas criaturas nacieran sin problema alguno. Pero, en el momento del parto solo había un alma que se debatía que cuerpo tomar. Finalmente, la niña, siendo más débil, termino muriendo en el parto. Esa alma había elegido al niño por sobre la niña. Algo que elimino la última esperanza de esa familia por dar a luz solo a una hija.
No parecía haber mucho para hacer, el pequeño niño moriría en cualquier momento ya que su existencia “no era real en este mundo”, él no debía de haber nacido. Ya que la familia Tegoshi no daba a luz a varones. Y según las reglas, sus días eran contados.
La abuela hizo un gran circulo de protección alrededor del recién nacido e intento contactarse con algunos espíritu para saber de qué trataba todo aquello. La única que acudió a su llamado fue aquella gran bruja, desaparecida del mundo material y confinada a la nada. “Esta pequeña alma es muy fuerte, pero no puede luchar sola contra el gran peso de mantener vivo al niño… Sin embargo, si logra hacer fuertes lazos con los seres correctos, podrá seguir entre ustedes. El primer gran lazo ya está hecho, por eso es que nació.” –Comento refiriéndose al claro lazo de amor entre la madre y el bebé en brazos de esta- “Para que este bebé siga con vida debe de cumplir los deseos de toda aquel ser que entre a su Tienda. Por ahora es solo un bebé, así que ustedes tomaran su lugar hasta que pueda hacerlo solo. Ese será el pago que darán por su vida. Una vez que esté listo, ya correrá por su cuenta si decide servir a un propósito o dejar de existir” Su abuela tomo la pequeña mano del bebé y le sonrio. Al verlo supo que por aquel pequeño estaba dispuesta a hacer lo que sea y pagar cualquier precio- “Bienvenido Yuya, descuida, tu familia te protegerá” Ella les advirtió que con ese “lazo”, el bebé podría vivir por algunos años, pero que debían de cuidarlo con barreras para que ningún demonio o ser oscuro lo corrompa. Su alma no parecía estar del todo conectada al menor y eso, en un futuro cercano, le causaría problemas. Sin embargo no debían aislarlo del todo, ya que, si no seguía construyendo lazos con otras personas. Podría terminar desapareciendo algún día. Era una situación complicada. Las mujeres Tegoshi pagaron un gran precio por el nacimiento de aquel hijo convirtiéndose en esclavas del trabajo familiar. Decidieron seguir el negocio como pago a su deuda ante la ayuda de la Bruja, sabían que ella ya no estaba “trabajando” y que su discípulo no podía con todo, así que ellas serían de mucha ayuda. De a poco fueron incluyendo al pequeño Yuya en las artes mágicas y en el trabajo de la tienda, fue haciendo lazos con clientes regulares de aquel lugar y del bar que se usaba de fachada. Pero, aun así, el peligro de que Yuya desparezca seguía presente. Además de que, su gran habilidad para aprender el uso de distintos tipos de magia lo hacían difícil de manejar y proteger. La magia oscura, siempre sería, uno de los miedos de su abuela.
“La única cosa que se necesita para cambiar a una persona es la oportunidad de que se encuentre con otra”
Tesshi vivió hasta los 2 años literalmente encerrado en la Tienda, ya que, era el lugar más seguro de todos. A pesar de ser donde más podría encontrarse con seres peligrosos o herirse con algún artefacto. Desde muy pequeño mostro una gran facilidad para aprender todo lo que su abuela le enseñaba. Cuando comenzó la escuela primaria su madre estaba deseosa de que hiciera buenos amigos, pero Yuya jamás trajo a nadie a jugar a su casa. Aunque estaba en varios clubes, no lograba encajar en ningún grupo social. Según su perspectiva, parecía no existir frente a los ojos de sus compañeros ya que por más que les hablara no lograba captar la atención ni la amistad de ninguno.
Yuya, hasta los 12 años no logro poder distinguir entre seres vivos y muertos; Entre visiones del futuro y lo que era el presente; Entre seres místicos y simples mortales. Todo el tiempo era atacado por demonios menores debido a tanta confusión en su mente. La primera vez que el rubio sintió algo parecido a una amistad, fue cuando descubrió que algo dentro de él no era muy normal. Se descubrió mirando a sus compañeros o a los clientes del bar con cierta ensoñación. En aquel entonces solo tenía un amigo, un pequeño niño de su edad que jugaba siempre cerca de un árbol de cerezos. Hablando con él se dio cuenta de sus sentimientos y de que quizás, no veía a ese niño como solo su amigo. Pero esa fuerte amistad que los unía parecía ser aún más maravillosa que sus ocultos sentimientos. Pero todo termino cuando su madre descubrió que aquella amistad no era con un niño cualquiera, sino con un fantasma y decidió darle el descanso eterno pensando que aquello era lo mejor para todos. Yuya jamás volvió a tener una amistad igual o que se acercara al menos un poco a aquella. Y aprendió a distinguir los seres “normales” de los demás, no quería volver a pasar por lo mismo. A la edad de 15 años Yuya, aburrido de todo decidió no acostarse temprano e ir sin permiso al bar de su familia. Siempre lo hacía, ya que le encantaba ver los espectáculos de las bailarinas y bailarines, escuchar los monólogos, ver los actos, reírse de los chistes e intentar que no lo atraparan y lo castigaran. Para su suerte tenía un buen aliado o mejor dicho aliada. El encargado del local, cuando su familia no estaba: Eriko, un travesti de unos 1.80 cm que usaba coloridas pelucas, pestañas postizas, tacones con plataformas y siempre estaba del lado de la barra. Yuya se sentaba junto a las botellas de alcohol debajo del mostrador y desde allí veía todo. Cuando él tenía 5 años Eriko lo había encontrado curioseando, y desde entonces, le había parecido simpático aquel niño a quien no parecía impresionarle su aspecto, por lo cual lo adopto como una especie de hijo y lo dejaba hacer lo que quisiese. Aquel día fue especial para Yuya. Uno de los bailarines se había accidentado y no podía presentarse. A-chan, la bailarina principal de aquel acto, una chica de apenas 21 años que aparentaba mucho menos, estaba furiosa por no poder presentarse e iba por el bar intentando convencer a los demás actores que le ayudasen. Pero todos se negaban. Su acto era un tanto atrevido y al tener algunas dificultades nadie quería hacerlo sin al menos ensayar con anticipación. Cuando llego a la barra A-chan no dejaba de llorar y pedirle ayuda a Eriko. Esta no iba a colaborar en nada, pero al menos la escucharía. Yuya escuchaba todo desde la barra, donde había aprendido a hacer tragos para los clientes. Algo dentro suyo le dijo que lo que estaba pensando en ese instante era una locura, pero Yuya no solía escuchar su voz interna en esos casos. Así fue como termino ofreciéndose para bailar con A-chan. Él no era malo bailando y se le daba bien aprender trucos. La chica estaba desesperada, así que con solo mirarlo un poco, y viendo que al menos era lindo, acepto. Eriko puso el grito en el cielo y se opuso rotundamente, pero nadie podía negarse a los grandes ojos de Yuya y a su insistencia cuando quería algo. Así fue como se presentó por primera vez como parte de un Show en el bar. Cometieron algunos errores y tuvieron que improvisar mucho, pero al público le termino encantando. Además, hubo una conexión especial entre A-chan y él en el escenario, por lo que decidieron seguir presentándose juntos. Así, con mucha insistencia, Yuya término siendo parte del espectáculo todos los fines de semana. Allí, sobre el escenario o trabajando en el bar se sentía realmente bien y feliz. Pero aquel bar no solo le enseño a actuar y bailar, le hizo aprender por las malas lo difícil que eran las relaciones entre las personas. Allí conoció a alguien especial, que luego causaría su desconfianza a todo aquel que quisiera acercarse de manera más que amistosa. Su madre no estaba para nada convencida de lo que Yuya hacía en aquel lugar, prefería verlo trabajar en la tradición familiar. Mientras su abuela se divertía con todo el escándalo. Decidieron hacer un trato, Yuya debía de hacer una cierta cantidad de trabajos al mes para poder presentarse en el bar los fines de semana. Y claro, mantener sus notas en la escuela.
[ Poderes]
Puede controlar magia de cualquiera de los 4 elementos (Aire, Tierra, Fuego y Agua). Aunque aún le falta mucha practica para lograr dominar todos los conjuros que su abuela le ha enseñado.
Tiene la extraña habilidad de controlar cualquier tipo de magia, incluso blanca y negra. Esto se debe a que su sangre es extraña y parece albergar información y los poderes de toda su familia.
Actualmente lucha para que la magia negra no sea de su agrado, ya que sabe el peligro que puede conllevar el usarla.
⌠ Gustos⌡
“El corazón humano es egoísta, siempre busca la propia satisfacción por encima de la razón"
El baile
La música
Las joyas caras
Los perros
Las guitarras
Las calaveras
Los alagos
⌠Disgustos⌡
Que no le presten atención
Cuando no hacen lo que quiere
Cuando las cosas no salen como quiere
Sentirse solo
█ Curiosidades ▌
“Mientras no moleste a nadie, no es malo hacer cosas fuera de lo normal.”
No posee mucha fuerza física, por lo que en combate cuerpo a cuerpo es totalmente inútil. Por lo que prefiere hechizos a distancia o invocaciones donde él no deba de meterse.
Actualmente Yuya, no está del todo convencido con lo que su familia le ha enseñado sobre la felicidad. Él cree, que a veces puede concederse cuando una persona está completa, y obtiene algo que busca con anhelo.
Sus piernas, siendo blancas y largas, sin ningún tipo de imperfección, son uno de sus puntos fuertes. Le encanta mostrarlas sin estupor, sabiendo que llaman la atención a cualquiera que las vea.
Le encanta provocar con su cuerpo o sus acciones, ya que siente, esa es la única forma de sentirse vivo, de hacerse notar ante otros.
Actualmente está experimentando el usar su sangre como fuente mágica, haciéndola tornar solida para crear diferentes armas. Aunque no se lo comento a su familia, ya que las practicas le conllevan el gasto excesivo de su sangre y sabe que a veces su vida corre peligro.
Relaciones
Amigos: A-chan (Compañera de trabajo); Eriko (Madama en el trabajo); Mei (la Freddy Krueger del Bosque); Iku-chan; Sho-kun
Conocidos:
Enemigos:
Pareja:
Amigos especiales:
��ffrol
Grupo: NEWS/ Tegomas
Nombre: Tegoshi Yuya
Perfil de rol “abierto”: Con preferencia a agregar o aceptar japoneses (en especial Johnny’s). Si, discrimino y no tengo verguenza de admitirlo. Me adapto a diferentes “niveles” de roleo. Puedo hacer topics o post cerrados, abiertos y privados. Debido al tipo de personaje puedo adaptarme a cualquier situación o mundo, por lo que no es necesario para rolear conmigo que sigas mi misma línea de historia.
No tengo intención de aceptar gemelos. No metarol ni powerrol. Todos tenemos puntos débiles y no podemos saber todo de todos. Esa es la gracia y de ahí lo divertido. Adoro las historias con coherencia e imaginación. Me gusta que me sorprendan, pero no soy exigente con las historias. Me gusta más las historias tipo smut antes que una hentai (aunque en mi caso sería Yaoi). Adoro el drama.
No tengo problemas en hacer topics como Tegoshi Yuya el artista o con otro tipo de Tegoshis, o sea historias AU.
Los pensamientos son pensamientos. No rolear ni comentar. Si quieren comentar algo háganlo por MP.
El chat o MP es Offrol y así se queda, a menos que se pida lo contrario. Pero aclarar siempre.
Me pueden etiquetar en cualquier publicación y contestare. Puede que tarde un poco pero de seguro contesto.
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