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nyxonmst‌:

Luego de una larga sesión dentro del estudio, Moyeon no veía la hora de volver a su habitación y descansar. Sus pies se arrastraban con pesadez, calculando mentalmente cuantas horas tenía para dormir pues tenía una reunión a la mañana con el staff de la empresa, y consumida en el cansancio chocó contra la figura ajena, sin poder retener si quiera su pregunta. “¡lo siento!” exclamó, reconociendo tras unos segundos que era un miembro de plus two. “¿estás bien?” 

No tiene tiempo de reaccionar antes de que se produzca el choque, apenas logra retroceder después de que ocurre, olvidando por completo el sofá que se encuentra detrás de él y con el que sus piernas impactan, logrando desestabilizarlo. Son los acolchados cojines los que lo reciben, y desearía haber chocado la cabeza contra algo, quizás perder la consciencia lo habría salvado de la vergüenza. “Lamentablemente, parece que voy a vivir para contarlo”, contesta, pero dibuja una ligera sonrisa en el rostro. “¿Estabas caminando dormida?”

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jkdvnt‌: 

Balanceó su cabeza, sin tener una respuesta concreta a la cuestión en si. Las películas de terror nunca fueron sus favoritas pero no era algo de conocimiento público, tenía una imagen que cuidar pero confiaba en que no era una información que se escaparía, sobretodo porque nadie en black lo conocía. “depende de cual sea tu elección, ¿cuál es?” esperaba que no se tratara de fantasmas, de lo contrario, duraría mucho de su respuesta. “uhm pero eso es algo que ocurre naturalmente” se permitió alardear, acompañando la frase con un gesto burlón. “teniendo en cuenta que, quiera o no, tendré que compartir mi comida, podrías encargarte del postre, o las bebidas, ¿eres mayor de edad, cierto?”

“’Tren a Busan’ --- y antes de que digas algo en contra de los zombies”, levanta su dedo índice, preparado para soltar la defensa que lleva pensando desde que eligió la película (que, a decir verdad, seleccionó por considerarla la menos aterradora). “estoy seguro de que nos espantarán cuando aparezcan de repente.” Y ahora que lo ha dicho en voz alta, no está seguro de que consiga convencer a su (posible) acompañante en aquella noche de películas. “Ah, pero hasta ahora mi miembro favorito es... tu compañera”, no recuerda su nombre, no recuerda si se lo ha preguntado, pero es la única que conoce. “Lo suficientemente mayor para ver ‘Tren a Busan’, pero no lo suficiente para comprar o beber cerveza”, responde. “Así que, ¿prefieres el helado o el yogur?” 

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zhangicn‌:

mirada y atención han sido robada por pantalla de brillos, espacio único que tiene para interactuar con fanáticas en conocida sala de conversación, su mentón se levanta al escuchar a menor de agrupación y una sonrisa se pinta con facilidad en labios tras petición. “ Vería hasta una de cinco horas contigo, jun. ” admite, volviendo a posar por última vez orbes sobre cristal iluminado, escribiendo mensaje de despedida antes de presionar el botón que bloquearía teléfono. “ ¿vamos por comida antes o prefieres así sin más? ” interroga, volviendo a dejar aparato en bolsillo trasero del pantalón mientras abandona lecho que lo acobijaba. “ podría preparar un poco de guacamole con tomate y buscar algo que untar, en caso de que si te da miedo te distraigas con la comida. ” idea con combinación vista en la mañana en vídeo de tasty, aún sintiendo el deseo de probar en las profundidades de su estómago. 

Le sorprende no tener que poner en práctica ninguna de las tácticas persuasivas que ha preparado, quizás ha sobrestimado las razones que mantenían ocupado al mayor.  “¿Tan aburrido estás?” Supone que ha de tratarse de eso y no de un fanatismo hacia su persona que casi roza la obsesión, que es la segunda opción que se le ocurre. “Creo que la película me cerrará el estómago, pero quizás me equivoco --- ¿Puede ser pollo frito?” La presencia de Luan le genera cierta confianza, sospecha que en su compañía podrá sobrevivir a la película (lo cual serviría, además, para convencerlo de que necesita invitados en el show que planea). “Comenzaré la dieta el lunes... Ah, y el guacamole es bienvenido”, añade. “¿Descubriste un nuevo hobby?”, cree adivinar. “Ahora que lo pienso, un show de comida habría sido menos traumático que la visita a la casa del terror”, piensa en voz alta, lamentándose por no haberse encontrado con Luan antes de haberle pedido a su manager que comience con la preparación de la transmisión.

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hanbycl‌:

“Soy pésimo para esas cosas.” Admite, sin detenerse demasiado a pensar en lo súbito de la propuesta. “Valoro nuestra nueva y brillante amistad, así que a menos que quieras escuchar mis gritos o me dejes agarrarte del brazo…” deja que la frase se quede incompleta, apenas moviendo una ceja por sobre la otra, en un gesto de cuestión. “¿Tiene que ser de terror? Porque hay un nuevo programa de postres en Netflix que se ve de lo más interesante.”

Una mueca pensativa se dibuja en su rostro, pero no requiere de demasiado tiempo para decidir su respuesta: “Tal vez eso me distraiga y evite que sea yo quien grite y llore.” De alguna manera, busca hacerle saber que se encuentran en la misma situación. La propuesta que oye después, lo lleva a fruncir el ceño. "Considerando tu amor por la comida, eres muy delgado”, decide comentar. “Sí, tiene que ser de terror, porque me estoy preparando para una situación aún más terrorífica”, explica, de manera resumida. “También pensé en un juego de realidad virtual, también de terror, pero creo que ese es el nivel experto...”, ha decidido que no se encuentra preparado. “Acepto más sugerencias terroríficas, pero nada de postres.”

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eunleea‌:

La invitación le suena, por demás, inusual. Y la sorpresa no la adjudica meramente a la identidad de quien pronuncia la propuesta, sino a que la tengan en cuenta para un plan que, todo aquél que conoce, evade proponer si ella se encuentra presente. “¿Perdiste una apuesta con Minkkie?” inevitablemente, entre que salta a rápidas conclusiones, un rostro en particular viene a su mente. “¿Ella te envía?”

Es genuina la sorpresa que demuestra la elevación de ambas cejas, siente que se ha perdido de los detalles que han de manejarse en la intimidad del grupo ajeno. “¿Estás sugiriendo que decidí invitarte a ver una película conmigo porque alguien que te conoce mejor que yo me forzó a hacerlo como castigo por haber perdido una apuesta?” Analiza la situación en voz alta. “Yo nunca haría eso”, asegura, y a modo de broma, se le ocurre aclarar: “Perder una apuesta, quiero decir.” Pero porque no quiere perder a quien, cree, es candidata a convertirse en su compañía en aquella noche, prefiere cambiar de tema: “¿Intentas convencerme de que ver una película contigo sería una experiencia terrible porque no te atreves a rechazarme de otro modo?”

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cbmxnki‌:

“Depende” Aquellas silabas nacieron mucho antes que su consciente pudiera cederles permiso, casi como un acto instintivo. “¿Juras que no hablaras durante la película y que no tendré que abrazarte si lloras?” Subestimó, se imaginó el peor de los escenarios a la par del muchacho debido a las infinitas experiencias compartidas con una de las voces más lindas de su grupo; ella (su compañera) siempre obsequiaba aquellas reacciones cuando se disponían a pasar tiempo juntas empapándose en historias visuales, y por lo tanto, es aquello también lo que espera del de cobrizas hebras. 

"Lo único que pido es discreción”, contesta, porque no descarta que alguna de las cosas que menciona su acompañante terminen volviéndose realidad. “¿Puedo contar con que lo que pase no saldrá de esta habitación?” Sabe que es inútil ocultar lo que, probablemente, de cualquier modo terminará saliendo a la luz: si pretende llevar a cabo la transmisión en vivo que se ha propuesto, tarde o temprano le mostrará al mundo lo débil que es ante las películas, juegos, y cualquier cosa cuyo propósito sea asustarlo. “A cambio, te prometo lo mismo.” 

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jkdvnt‌:

El servicio de comida que había pedido llegó a la puerta de la agencia y Jinki no tardó en salir a recibirlo. Traía consigo una bolsa llena que iba a vaciar en cuestión de horas, pues era costumbre comer en grandes cantidades cuando se aburría, sobretodo cuando los demás miembros no estaban para poder molestar. Su caminar fue interrumpido por la repentina presencia de un joven, suponía idol, y JK no tardó en asentir con entusiasmo. “no me gusta la idea de morirme atragantado pero…vale, ¿qué gano a cambio de arriesgar mi vida?” 

Se regañó a sí mismo por prejuzgar al contrario. Había decidido creer que todos los miembros de Deviant vivían molestos con el mundo, que no obtendría de él más que una negativa, si es que contaba con la suerte de no ser enviado al demonio. Con una sonrisa recibió la noticia de que sus planes podían ser llevados a cabo sin esperar mucho más (o buscar un nuevo acompañante). “Como máximo perderás la voz de tanto gritar, no hay problema con eso, ¿no?” Había oído que la banda se había quedado sin vocalista, por lo que no cabían dudas respecto a que, cualquiera fuera el puesto que ocupaba el contrario, poco tenía que ver con el canto. “¿Convertirte en mi miembro favorito de Deviant?”, sugiere, sin saber qué es lo que podría ofrecerle a cambio. 

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pjunh0‌:

Se le escapa una sonrisa porque, ah, maldita su suerte, siente hallarse a merced de las preferencias de Seojun (lo cual no se debe tanto al hecho de consentir al maknae, sino a que sus propias energías no se presten para objetar). “Espero encontrarme en el más profundo de los sueños para ese entonces.” acompaña el gesto de arrugar levemente el puente de su nariz bajo el propósito de transmitir cuánto desagrado le inspira la película del superhéroe. Su mirada, a continuación, cae sobre ambas portadas, viaja de una a la otra de forma sucesiva: “Me da igual, sólo verifica que superes la edad permitida para verla — por cierto, ¿a qué se debe la repentina fijación por el terror? ¿Buscas ideas para asustar a Bin?” mientras habla se transporta hasta el sillón de la sala sin pararse, impulsa (o arrastra) las ruedas de su silla hasta allí. “Quién diría que nuestros viernes serían de este modo, eh.” sin energías, puertas adentro y con un suave suspiro que atraviesa sus labios para coronar la noche.

Frunce el ceño ante la respuesta que recibe, y porque no duda que la posibilidad exista, decide responder: “Si te da miedo puedes decirme y la quitaré, no tienes que cerrar los ojos para no verla y fingir que te has quedado dormido.” Porque es esa la historia que inventará cuando lo descubra perdido en el mundo de los sueños, será eso lo que les cuente a sus fans a la hora de subir las fotografías que lo muestren dormido y, quizás, con algunas palomitas decorando su rostro. “El manager no me habría dejado comprarlas si no lo fueran”, tal vez existió una tercera opción que lo ayudó a comprobarlo. “Veamos ‘The Wailing’, me dijeron que no puedes dormir después de verla.” Y, de repente, que Junho no caiga dormido se ha vuelto su prioridad. “No estoy tan obsesionado con molestar a Bin como todo el mundo quiere hacerlo parecer.” Pero las palabras ajenas han despertado una duda: ¿debería haberlo invitado a él también, para comprobar si es mejor sobreviviendo a las películas de aquel tipo? “¿Preferirías estar en un club, bebiendo cerveza, en lugar de hacerme compañía a mí?” Y es el recordatorio de que ha olvidado buscar lo que ha comprado para disfrutar de la película lo que hace que el fingirse dolido deje de ser una prioridad: se pone de pie, dirigiéndose hacia las bolsas de compras que ha dejado junto a la puerta.

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pjunh0‌:

“Qué miedoso,” finge juzgarlo y, en tanto, le observa de refilón. Por supuesto, no es difícil convencer a Junho de que acceda a un plan semejante, pero sí se dificulta conseguir que omita comentarios que sólo busquen molestar al menor. Por ello, no da una respuesta a la invitación y se dispersa en cuestiones que considera de mayor relevancia: “ no sé, ¿si acepto después estoy obligado a recibir tus mensajes cuando llegue la noche y no puedas dormir? ¿O prometes acudir a otra persona?“

No se defiende ante la crítica, cree saber cómo continuará el juego: dirá que no tiene miedo, Junho dirá que entonces puede mirarla sola, y se verá condenado a sobrevivir a la película de terror por su cuenta. “No, porque después de la película de terror volveremos a ver Spiderman Homecoming", lo ha decidido sobre la marcha, porque necesita dormir (aunque sea las horas que le quedarán a la noche cuando acabe con sus dos películas). “Entonces,  ‘The Wailing’ o ‘White: Melody of the Curse’? Admito que a esta la elegí porque la chica de la tapa tenía un micrófono”, confiesa, haciendo referencia a la última mencionada.

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Quiere convencer a su manager para que le permita realizar su próximo vlive en una casa de terror, en lugar de la sala de escape inicialmente planeada, pero primero necesita asegurarse de que será capaz de sobrevivir sin hacer el ridículo (pese a lo mucho que, quizás, sus fans adorarían que lo haga). “¿Quieres ver una película de terror conmigo? Sólo dura una hora y cuarenta minutos.” Convierte a la primer persona que encuentra en su posible compañero de misión.

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baby baby | giffed with permission 

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pjunh0‌:

Sonríe una vez que el menor escapa de la escena, diversión apenas empapada de orgullo dada la astucia que recibe a cambio. Demora un par de segundos para ponerse en marcha; seguir a Seojun hasta la mesa y posicionarse justo en frente de él, se tornan sus planes posteriores. Sin decir palabra, se acomoda en el aquél asiento dispuesto a observarlo comer. Las comisuras de sus labios se elevan mínimamente, mirada cargada de expectativa sigue al contrario (o a la pizzeta del contrario) porque, si no recibirá una porción, por lo menos molestará a su compañero tanto como pueda (en el nombre de una justicia que condena tanto egoísmo).

Parte en dos la primera de las pizzetas, y se encarga de separar ambas partes tanto como el queso derretido se lo permita. Se le hace agua la boca, y es exactamente eso lo que pretende que suceda con el mayor. “No puedo creer que todavía estén calientes, el universo está de mi lado.” Comparte, y lleva una de las porciones hasta su boca, con la intención de finalmente probar el manjar que ha conseguido (utilizando métodos cuestionables). “¿Tú no piensas comer?” Sus ojos se agrandan denotando cierta sorpresa, como si no hubiese (casi literalmente) arrebatado de sus manos lo que planeaba convertir en su cena. “Me da culpa comer solo, me caerá mal la comida.” Pero son sus palabras lo único que parece afirmar que no se siente cómodo comiéndose todo por su cuenta.

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hanbycl‌:

“yah, no te burles, ¡me hieres!” mas la sonrisa que cuelga fácil de sus labios contradice sus palabras, mero intento de prolongar el rol de gracioso que ha decidido adoptar esa noche. “necesito aprovechar cualquier momento de distracción de mi mánager cuando el hambre ataque, aun soy un chico en crecimiento. quizás hasta llegue a alcanzarte, eh.” la altura ajena no ha pasado desapercibida, aunque está seguro que quien seguirá creciendo será el más joven. teniendo en cuenta su historial familiar, todas esperanzas para él estaban muertas. “tengo una proposición. ¿qué tal si comemos juntos? puedes elegir cualquiera de las patatas que tengo, no me molesta compartir.” ofrece, encogiéndose de hombros. “podría comprar una de esas bebidas extravagantes que vi en la expendedora del pasillo… o eso creo.” añade lo último al palmarse los bolsillos; siente algunas monedas allí, y espera sean suficiente.

“¿Quieres decir que no lo estás traficado? Porque no estaba bromeando, estás perdiendo una chance maravillosa”, asegura, mas es probable que sea el único que sería capaz de pagar a cambio de los alimentos que han de figurar en la lista de comidas prohibidas para cualquier idol. “¿Alcanzarme a mí? Bueno, por lo menos no sueñas demasiado alto.” No cree que necesite de mucho esfuerzo para conseguir su misma estatura, deben ser pocos los centímetros que los separan. “Lo malo es que yo también pretendo crecer, cuando llegues a mi estatura yo habré ganado diez centímetros más.” Muestra una confianza que en realidad no siente, casi se ha resignado a mantener de por vida cada uno de los centímetros que han permanecido iguales desde su pubertad (ha tenido que pasar de ser de los niños más altos a quedarse estancado en una estatura promedio, ahora por debajo de cualquier otro miembro de su grupo). “Me parece bien, deberíamos elegir la mesa más alejada, por si alguien más viene --- no queremos que se desmaye al encontrarse con tanta grasa.” Lo sugiere un poco en broma y un poco en serio: también busca protegerse de su manager o alguien de su propio grupo. “Yo prefiero beber agua, temo que la falta de costumbre me envíe derecho al hospital”, admite. “Pero si tú quieres una, ve, prometo que no saldré corriendo con la comida.”

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heenms‌:

Está decepcionado por la negativa ante echarle un vistazo a la coreografía (Heejae disfruta viendo a otros bailar casi tanto como disfruta bailar él mismo.), supone que tendrá que buscarla una vez Seojun la suba, pero aquello se compensa por la compañía que acepta brindarle. ¿Qué tan contradictorio resulta que una persona que trabaja en solitario deteste la soledad? Principalmente cuando debe comer. Se vuelve un martirio las desveladas porque, usualmente, no hay nadie cerca (una vez Heen cenó con Junseo hyung, uno de los encargados de la limpieza, porque no había nadie más en el piso). Se acomoda en la primera mesa. Después de todo, tienen la cafetería para ellos solos. Y pronto ya se encuentran hundiendo la cuchara en su pudin de vainilla, para luego llevársela a los labios. “Es… complicado. Tienes que tener más consciencia sobre lo que haces. Ser estricto contigo mismo puede salir muy bien o muy mal. Antes de que te des cuenta puedes convertirte en un extremista o en alguien flojo, porque no tienes a nadie extra que te meta presiones. No es algo malo, tienes más libertad… Pero también es más duro, ¿sabes? no tener a nadie en quién apoyarte cuando estás cansado de todo… Por eso creo que tienes mucha suerte de tener al resto de Plus Two, Seojunie.” 

Pone atención a las acciones de su sunbae, pero en lugar de preguntarle por qué comienza por el postre (cree que no lo matará quedarse con la duda), dedica toda su atención a la respuesta que obtiene. Asiente, lo que oye es una confirmación de lo que sospecha: las cosas son más duras cuando se está por cuenta propia, y es eso, también, lo que hace más admirable el trabajo del contrario. “¿Y cómo es que lo logras?” Es evidente que Heen ha tenido éxito pese a las complicaciones que menciona, y duda un momento antes de formular otra pregunta: “¿Nunca te agobiaste hasta el punto de pensar en dejarlo todo?” No puede evitar preguntarse si en su lugar habría sido capaz de afrontar todos los nervios y conflictos propios de la profesión por su cuenta. “A veces pienso que si fuera el único que tiene algo que perder, no me esforzaría de la misma manera”, admite, y al desviar la mirada se reencuentra con sus pizzetas, que de algún modo le recuerdan el motivo por el que están ahí. “Ah, no sé por qué saqué este tema, nos caerá mal la comida”, pronuncia, pero sonríe al hacerlo, deseando eliminar cualquier posible sospecha de que la charla está afectándole de una manera negativa: quizás es más seria de lo que debería, pero encuentra alivio en aquel tipo de conversaciones.

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giinnie‌:

suelta una suave carcajada y niega con la cabeza. “no sabes lo estricto que puede ser mi manager con respecto a la imagen” admite frunciendo suavemente los labios. “pero está bien, sólo que si sí subo de peso te obligaré a despertarte a las cinco en punto de la mañana para salir a correr a bajar esos kilos de más, ¿entendido?” lo señala con su dedo con un semblante serio pero que de inmediato se vuelve una encantadora sonrisa. mira a su alrededor para asegurarse de que en efecto, nadie más estuviera escuchándolos. “la verdad es que sí, un poco diría yo” asiente con su cabeza. “pero también es muchas veces lo que la gente espera ver, y si no les dan eso, quedaremos en el olvido–– todo es una cadena un poco molesta”

"No soy partidario de dejar a la gente sin trabajo,” comienza a decir, y hace una pausa con el fin de dar a sospechar lo que dirá después, en un tono de más confidencialidad: “¿pero no estás en posición de conseguirte uno menos estricto? Es decir, eres una de las personas más amadas en Corea del Sur.” Quizás exagera, pero el éxito de Sirens es indiscutible, duda que sus fans puedan abandonarla por la razón que sea, y está seguro de que se encuentra en un punto de su carrera en el que podría permitirse más libertades. “Acepto, de hecho estaba pensando en que necesito hacer más ejercicio”, admite. El problema radica en sus tiempos, pero cree que su agenda le permite levantarse a las cinco de la mañana sin posponer alguna actividad. “Lo dudo mucho, los artistas exitosos pocas veces son olvidados, todavía veo en la televisión a algunos que debutaron antes de que yo naciera.”

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cbmxnki‌:

“Las dietas son lo que apestan, será mejor que disfrutes comer todo esto porque… sí, durara mucho menos de lo que imaginas” Advirtió en consecuencia, creando un mueca conquistada por aquel pesar que agobiaba cada vez que se hallaba frente a dionisíacos manjares, el haberse privado de ellos de una manera tan tajante hacía todo aún más complicado (ya llevaba dos meses y aún así lo padecía igual que el primer día). “Al menos dará esa ilusión” Y al mismo tiempo sabría mejor. “Probablemente lechuga, tomate, cualquier cosa que haya salido de la tierra y sea horrible” En su oración se escondió una queja, un reproche hacía aquél que tanto cuidaba de su fisonomía y entonces no podía oírla. Continuamente, prosiguió por comenzar a servir los alimentos recomendados, creando una clase de ensalada más que variada; su estomago rugía con ansias. “No, pero si quieres tomo uno y luego te lo doy, así tienes más para comer luego” Se ofreció, dando voz al gesto que a ella tanto le gustaría que le dedicasen. 

“Pero no necesitarías hacer dieta si no fueras idol, ¿o sí? Tu imagen es... irrealísticamente perfecta.” Considera que la profesión que ambos han elegido los obliga a ser exactamente eso: representaciones físicas de una perfección que no existe. Desde los buenos modales, la idea de que viven y se desviven por y para sus fans, el esfuerzo constante por superar los estándares de belleza ya de por sí exigentes de su sociedad... son ante sus fans ‘personas ideales’, y tienen que esforzarse por mantener esa imagen. “Disfrutaré cada milímetro”, le asegura, y la ligera sonrisa que curva sus labios da pistas del buen humor que florece ante la idea de que tendrá su cena tal y como la deseaba. Niega ante la sugerencia ajena, no se le antoja probar más de uno: “¿Quieres verme rodando por los pasillos a modo de venganza? Porque no fui yo el que te sugirió la dieta”, le recuerda, pero es su poco fanatismo por lo dulce lo que lo lleva a rechazar la oferta. “¿Comerás conmigo?” La invita, y es como si esperara un sí como respuesta, porque de inmediato lleva lo recientemente obtenido hacia la mesa elegida.

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da-innch‌:

Se sintió avergonzada de la forma en que su cuerpo exponía la realidad que atravesaba. Las mejillas blanquecinas tomaron un pequeño rubor rosado, una fina capa de color que antes no estaba allí, sintiendo la sangre fluir hacia la zona, respiró hondo y exhaló como si estuviera fastidiosa. Bueno, quién no lo estaría bajo la dieta de comidas estricta que no le permitía comer demasiado a como acostumbraba. Curva sus labios conforme con el intercambio acordado, si bien un día no le haría mal comer bien, porque no podría seguir a diferencia de la demanda recibida desde arriba, comprendía entonces porqué se habría marchado quien solía darle voz a sus letras, pero no justificaba echar a perder todo lo logrado. “Bien” Acepta casi conforme, espera que el contrario no esté lleno de verdad porque compara la pizza por sus propios medios sería ir a pedirle más dinero a su manager para continuar con la transacción y no quiere ver su rostro de desaprobación al respecto. “¿Te parece sentarlos en la mesa de por allá?” Bloquea su móvil, notando que lo había dejado encendido en su revisión general de instagram, Señala utilizando la mano que sostiene el aparato hacia una mesa vacía entre las que algunos idols ocupaban con cero intenciones de dejarles lugar o invitarles “A menos que estés con tus compañeros, de ser así estaré allí” Asiente recordando que no podía recordar cuando los idols encontraban espacios de forma solitaria, siempre los veía de a pares o en manadas, como si tuvieran más presencia de esa forma, más no lo cuestionó, ella estaba acostumbrada a su grupo y no los cambiaría por nadie. 

El color que tiñe las mejillas ajenas es respuesta suficiente para su interrogante: ha dado en el clavo, y se ahorra cualquier otro comentario o interrogante al respecto. No pretende cuestionar las razones por las que mantiene su estómago vacío, quizás se trata del mismo motivo que comparten casi todos: las benditas dietas. Con una ligera sonrisa deja que el tema pase. “Sí,” contesta, aunque ni siquiera voltea a chequear cuál es la mesa señalada por la contraria: su mirada ha ido a parar al sector en el que se disponen los postres. “sólo deja que recoja algo para después, antes de que se acabe todo y tengamos que pedir algo de eso también.” Mientras habla, se dirige hacia la zona donde las frutas y platos dulces se disponen, repasando con su mirada la selección que el staff ha preparado para quienes decidan tener la última comida del día en la empresa. Recoge una manzana y regresa donde su acompañante, chequeando, ahora sí, las mesas que se encuentran disponibles. “Mis compañeros --- te miento si te digo que sé dónde están”, admite. Quizás lo sabría si hubiera revisado su móvil, es probable que tenga mensajes de alguno de ellos preguntando o compartiendo su paradero, pero no suele ponerle demasiada atención (y sospecha que difiere en eso con su acompañante). “¿Y qué hay de tu... grupo?” Se arriesga, no está seguro de que la muchacha pertenezca a alguno, en realidad, porque su rostro le resulta una novedad. “¿Cuál era la mesa que decías?” Inquiere, tras haber decidido que su búsqueda resulta inútil: es claro que no ha puesto atención al lugar que le fue señalado con anterioridad, y es que cualquier rincón que se encuentre disponible estará bien para él.