Tumgik
weonaconmalasuerte · 4 years
Text
Arturo Tello.
Hoy otra entrada, de otra decepción, de otro hombre con cero responsabilidades afectivas que casi me cuesta lo poco de estabilidad mental que me quedaba.
A este le pondremos Arturo Tello.
Arturo Tello fue encantador, pero desligado desde un principio. De esos que saben que son lindos y se creen más el cuento. Nos conocimos una noche después de una fiesta ya que con una amiga conocíamos a su primo y no nos queríamos ir a la casa entonces le hablamos para que sigamos compartiendo y él estaba con Arturo.
Esa noche no fue nada especial, solo conversamos, reímos y seria. Pero conectamos altiro y no de una manera romántica, si no que conversar con él era fácil y eso me gustaba.
Para que se entienda porque me enganche durante más de un año de Arturo, es que yo ya llevaba harto tiempo soltera después de que el papá de mi hijo menor me dejara, estaba triste, con la autoestima por el suelo, quería que alguien simplemente me quisiera. Es realmente patético.
Nos conocimos en septiembre de 2019 y resultó que ese mes operaron a mi abuela y tuve que ir a cuidarla en su post operación durante todo octubre a Temuco, que da la casualidad de que Arturo es de allá. Ese mes nos vimos varias veces, obviamente pasó de todo y yo quedé mal. El me gustaba mucho. Iba a su casa, después íbamos a comer algo, así unas tres o cuatro veces. Durante los meses siguientes también fui a Temuco y volvía a pasar lo mismo. Hasta que un día le dije que me gustaba. PATETICAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. Obviamente no me correspondió.
Al pasar el tiempo seguimos hablando, el hizo como si nada hubiera pasado, me hablaba normal y lo agradecí porque realmente le agarré cariño y no quería dejar de hablar con él.
La última vez que nos vimos fue febrero de 2020, antes de la pandemia. Él, su primo quien era mi amigo y otro amigo más se fueron a vacacionar a Argentina y la noche previa nos juntamos a compartir algo en un parque de la ciudad. Yo de los nervios que sentía porque no nos veíamos desde el mes anterior, me emborraché mal, me drogué mucho y le dije un par de cosas en el puente que hasta el día de hoy no me acuerdo, pero deben haber sido vergonzosas a más no poder.
De ese día que no nos hemos visto y eso fue el 15 febrero de 2020.
Conocer a Arturo hizo que me diera cuenta que podía sentir nuevamente, conocerlo fue una de las mejores cosas que me ha pasado en los últimos 2 años y mantener su amistad es igual de preciada para mí.
0 notes
weonaconmalasuerte · 4 years
Text
Matías León.
Siempre he fantaseado con la idea de vivir un amor para siempre. Ese típico amor de películas norteamericanas, donde choco con un chico en la calle, nos miramos unos segundos y luego tenemos encuentros casuales y terminamos enamorándonos. Lamentablemente, la realidad es muy distinta. Y este pueblo también.
A mis cortos 23 años he vivido tres horribles experiencias en lo que son relaciones de pareja, pero más dañada me han dejado esos amores casuales, de los que dices “na, no me voy a enamorar de este, es algo pasajero”, esos son los que peor te dejan y de los que más te acuerdas. Para hacer esto más especial, lo contaré de atrás para adelante.
Hoy será el turno de la última persona que me dejo un vacío dentro del pecho. Usaremos el seudónimo de Matías León.
Matías fue un amor fugaz, de esos que al pasar del tiempo ni te acuerdas porque todo fue mi rápido. Lamentablemente, aun ha pasado muy poco tiempo desde lo de nosotros, así que aun me acuerdo.
Matías me agregó a todas mis redes sociales posibles, reaccionaba a mis cosas, me intentaba meter conversación, pero en hartos días no lo quise tomar en serio, pensaba, “otro que se quiere hacer el lindo” y justamente. Las mujeres tenemos la intuición y ese sexto sentido que te dice “ahí no, vas a terminar mal”, pero como uno es masoquista y porfiada, lo hace igual sabiendo que probablemente termine con otras 6 sesiones de terapia para superar a alguien con el que nunca tuve nada. Y más inseguridades.
Cuando por fin me decidí a hablarle, el no dudó ni un segundo en responderme, estaba interesado. O eso creí. Hablamos todos los días, todo el día, durante dos semanas aproximadamente. Se hizo el lindo desde un principio, me alababa y decía cosas como “me da gusto conocer gente como tú” haciendo alusión a que yo no era básica y yo solo le había contado que trabaja y estudiaba al mismo tiempo, ¿ósea… que tipos de personas conoces?
Como predije que pasaría, termine enganchándome de el. El 15 de noviembre de 2020 nos vimos en persona. PRIMERA Y ULTIMA VEZ.
Lo que pasa con Matías es que el es de una población de este pueblo que está catalogada como “mala y peligrosa”, conste que a mi no me importaba en lo más mínimo ya que el estaba demostrando ser completamente diferente conmigo, y lo único que tenía de flaite era la pinta.
Después de esas dos semanas maravillosas hablando, las cuales fueron suficiente para que me enganchara y terminara llorando en mi casa, escuchando música triste, con todas mis redes sociales cerradas y contándole a mis amigos que nuevamente me había fallado otra persona. En fin, después de esas dos semanas, nos vimos.
El me invitó a una junta en la casa de una amiga de el en la población que anteriormente nombré. Voy a enfatizar que a pesar de que no soy prejuiciosa, si tuve miedo cuando estuve allá. Cuando nos vimos me sentí como una pendeja de 14, me dolía la guata, estaba muy nerviosa porque yo soy yo y bueno, siempre me siento inferior a las personas que me gustan. Esa noche todo partió mal. Aparte de las cosas que me habían comentado sobre esa población, yo no conocía más. Nunca había estado ahí. Cuando le dije “oye llegué” el me dijo “baja sola” WEON. Primer error. Pero como yo soy bastante idiota, bajé sola. Tenía un miedo horrible, todos me miraban, había mucha gente en la calle, todos sin mascarilla y yo, así como si viniera de otro mundo. Si algún día lees esto, MATIAS. Tienes que saber que sentí terror debido a tu falta de tacto.
Nos saludamos y todo bien, me preguntó si quería tomar algo a lo que dije que sí. (Yo tomo solo cerveza). Compró un pack y me pidió que nos sentáramos en una plaza porque a la casa que iríamos, que era de su amiga, estaba “trabajando” y con trabajando me refiero a vender pasta base. Segundo error y señal de que no debería estar ahí.
Yo admito que hablo harto, desde siempre, desde muy niña. Mis papás me pedían por favor que me quedara callada. Pero esa noche literalmente solo yo hablé. Después de conversar todo el día por Instagram, solo yo hablé. Cuando ya entramos a la casa, estuvimos sentados en el living mientras sus amigos hacían su negocio. Quiero decir, como futura trabajadora social que si me impacto un poco. La droga y sobre todo la pasta base, es culpable de muchas de las falencias que existen en el país y perpetuar la venta y su consumo, me parece de lo mas desagradable. En fin, estuvimos varios minutos sentados, conversando (yo) sobre la vida, no sé en que minuto pasó, pero el me beso y bueno, a mí me atraía así que obviamente le correspondí el beso.
Durante la noche, después del beso se soltó un poco más, estuvo más conversador, llegaron más de sus amigos y compartimos, conversaron y todo bien. El en varias ocasiones tomo mi celular para sacarnos fotos juntos, dándonos besos, riendo, tomados de la mano. MMMM.
En el momento yo no dude de nada, no dude de él. Me gustaba y quería sentir eso por un rato más. Esa noche tuvimos sexo.
Realmente no fue nada. Desde que tengo una vida sexual activa, he tenido de todo, he probado de todo y sinceramente y por mucho que me gustaba, no fue nada del otro mundo. No hubo emoción. ¿Fue por mí? Obviamente no. El no hizo ni muecas, ni sonidos, no duró. Fue la definición de CACHA MALA. Nos dormimos y adiós. A la mañana fue todo raro o el es raro y yo no me di cuenta. No sé. De su amiga no puedo decir nada, fue super atenta. Tomamos desayuno, intente acercarme a él, pero nada. El principio del fin.
Estuvimos hasta aproximadamente la 1 juntos y luego yo me vine a mi casa. Llegue emocionada a contarle a mi mamá que no era como ella me había advertido (Sip, me dijo que no sacaría nada bueno de ahí. LAS MAMÀS SIEMPRE SABEN). Que era caballero, esforzado y trabajador.
Me trague mis propias palabras. Ese mismo día el no me habló más. Y yo tampoco a él, porque me puedes gustar, pero NUNCA te voy a rogar. Hasta que un día me entró agua al bote mientras tomaba con mi mamá y una cosa llevo a la otra y terminamos hablando y le termine confesando que extrañaba hablar con él. Si, llevábamos más de una semana sin hablar después de que nos vimos.
No niego que me sentí mal y en parte sentí que fue mi culpa, que quizás algo no le gusto de mí, quizás dije algo. Me torturé pensando que pude haber hecho para que me dejara de hablar, pero llegue a la conclusión de que no fue mi culpa, de que no hice ni dije nada malo. A veces te cruzas con gente con la que simplemente no congenias. Con la que crees que probablemente tendrás futuro, pero no es así. Es gente que el destino pone en tu camino para decirte “por aquí no es, pero tendrás una gran enseñanza de esto”. Estuve triste varios días. Lloré también, pero todo fue parte de una experiencia que tenía que vivir, para aprender que las personas que te gustan no siempre te van a corresponder.
5 notes · View notes