unplaneta - Tumblr blog

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Sydney 2018

La noche anterior fue larga, me preparaba con todas mis cosas, hacía mis bolsos, arreglaba mi pelo, me probaba mi ropa, intentaba sacarme provecho, quizá parecerte aún la misma niña bonita, con decir que a penas cerré los ojos y ya sonaba la alarma, de pura ansiedad llegué 3 horas antes al aereopuerto, con una lluvia que arruinó todo intento de llegar como quería a tus brazos, el vuelo fue breve y nos manteníamos en contacto. A penas divisé la ciudad no podía hacer valer todo lo que habíamos construido para llegar a ese punto, tantos años, tantas cosas en el aire, tantas compañías… A veces no me fío de ti, pero qué mas da, si al final solo estamos de tránsito en la vida de un otro, que al parecer nos quiere hacer coincidir. Tomé un Uber en dirección a lo que sería nuestro hogar las siguientes dos noches, la ansiedad me mataba, me acuerdo que mi estómago se sentía lleno de mariposas, mi garganta se apretaba y me repetía una y otra vez que no sabía que estaba haciendo, había olvidado cómo comunicarme, hacer salir de mi boca cada palabra. Me bajé antes del auto y caminé hasta llegar a nuestro encuentro, cuando te vi mi corazón latió y solo quise abrazarte, te di un beso en la mejilla cuando tu querías dármelo en la boca, yo aún no podía entender la realidad de lo sucedido, de lo que estaba pasando y de lo que continuaría. Llegamos a la habitación, donde dejé mis cosas.. te agarré fuerte y te besé en la boca, una, dos, tres veces.. tan contenta, tan plena.. tan feliz. Entonces nos tumbamos en la cama, me preguntaste si estaba todo bien o si necesitaba algo, hablamos de cuánto sueño teníamos e intercambiamos nuestros pasaportes, empezamos a ver detenidamente nuestras fotos, cada dato, palpar los timbres en los viajes de cada uno, luego compartimos nuestras lecturas y comenzamos a hablar, yo aún tan nerviosa, tan tímida, y tú más lindo como jamás te había visto, tus ojos brillaban, tu sonrisa me encantaba y solo repetías lo feliz que estabas, que estábamos, de lo preciosa que era y que las casualidades nos sorprenden. En ese momento entendí uno de los muchos caminos que me ha entregado la vida y a su vez lo hice coincidir con los tuyos, tantos viajes, tantos planes, tantos impulsos, tanto ajetreo, tantas variantes, tantas penas, tanto arrancar y tanta fragilidad.. un día tú y yo nos íbamos a encontrar y sucedió, sin pretender volver a vernos quizá jamás cuando tu permanecías en mi contacto, mientras tú hacías parecer de las distancias y obstáculos solo detalles, cuando yo solo hacía parecer que tiraba todo por la borda hasta dejar en silencio el tiempo y verte de nuevo, tan distinto y esta vez en mi casa.. en mi cama, hablándome de tu vida, abriéndote al respecto de quién eres y cómo transitas en este camino tan largo, de apoco nos acercábamos y yo solo quería estar contigo, tomarte la mano, tener una fotografía que me hablara de ti, de ese momento, que por segunda vez juré que sería el último tras despedirnos la noche siguiente de madrugada, tristes en un hotel. Las cosas siguieron su ritmo, me juré nunca más dejarte de lado y hacer lo que esperas que haga, mostrar un interés, seguir este hilo que nos amarra y así lo hice hasta que de nuevo pudiésemos cruzarnos y así pasó, dos forasteros, de continentes distintos reunidos en otro continente que al parecer solo anhelaba vernos juntos. Así me rendí a tu lado, así me perdí en tu pecho, así te entregué beso tras beso, abrazo tras abrazo, así te fui peinando, así fueron sucediendo las cosas, cuando entendiámos que ya no habría prisa, que no será solo una noche, que no tenemos que presionarnos porque tenemos solo un par de horas a tu favor. Declararte mi amor y mis intenciones, tu sinceridad pero nuestros gustos, nuestras utopías. Así dormimos, sin despegar tu cuerpo del mío, el mío del tuyo y con besos tránfugos a mitad de la noche, donde parecía todo calmo y solo éramos siluetas que a la vista del otro, solo reposaban. Despertamos al día siguiente y nos empezamos a arreglar, nos bañamos, nos vestimos, nos besamos.. te golpeaste tontamente la cara contra la pared y empezamos a hablar a ratos en español, a ratos en inglés… Salimos a comprar algo para comer, un par de frutas y nos fuimos al parque a pie, nos recostamos y nos pusimos a hablar, en un momento tan íntimo, tan privado donde nuestros ojos hablaban más que nuestras propias voces, donde nos abrimos de lleno y nos presentamos tal cual éramos, tus tristezas, tus aventuras, tus viajes, tus soledades, tus planes, tus alegrías… Mis tristezas, mis superaciones, mis soledades, mis planes, mis alegrías…. Retomamos el paso y bebiste un café, luego fueron dos, volvimos a la habitación y continuamos nuestro camino, el de querernos, aprovecharnos, entregarnos todo, mirarnos fijamente y entender que éramos los únicos seres de la tierra en ese momento, repetirte una y otra vez cuánto me gustabas y lo feliz que me hacía ese momento, confesarte de lleno que me tenías a tus pies… peinar tu cabello, acariciar cada parte de tu cuerpo, abrazarte, besarte, acariciarte para hacerte dormir, escucharte repetir una y otra vez lo mucho que te gusto, lo preciosa que me encuentras, que te encanta que no use maquillaje, que me vista raro, que no sea como todas las chicas con falda corta y una máscara por cara, que te gusta que sea vegana y que me apoyas de lleno en esta nueva aventura de venir a habitar otro país, que mi impulsividad de atrae y que sin duda soy la persona mas tierna con la que te has topado en la tierra… Yo solo sonreía y continuaba peinándote.. se hizo tarde y sabría ya que no íbamos a salir, entonces me dormí distante, sin pretender abrazarte, sin pretender tocarte… cuando apareces de pronto por mi espalda para abrazarme fuertemente y llenarme de besos y caer dormidos así, como si solo fuéramos uno, como si en verdad me necesitaras….  Despertamos al día siguiente mas temprano que los anteriores y empezamos a conversar nuevamente, hablamos de música, palabras en español, palabras en inglés, hacer bromas, hablar de drogas y solo sonreía, quizá un poco de cosquillas y solo mirarte a los ojos, perderme en esa mirada única que nadie se ha dado la molestia de darme… porque nadie podría mirarme así, con esos ojos de sorpresa, de encanto, de alivio, de profundidad, de sinceridad… tanta tranquilidad en tu mirada, tanto miedo, nostalgia, amor en esos ojos verdes que yo solo me derretía. Nos apuraron para deshabitar pronto la pieza, era nuestra última mañana juntos y salimos a caminar sin alcanzar siquiera abañarnos, comimos y bebimos café, nos pusimos a caminar y nos encontramos con tus colegas, una de ellas me recordaba y salieron un par de bromas, el sol quemaba mi cara y mi humor estaba frágil, pero fue bonito, sentirme parte, sentirme integrada, sentirme humana, sentirme cansada entre gente que para algunos otros son los ídolos de una generación de drogas y descontrol. Continuamos caminando y te fui mostrando peñazcos, pedazos de mí, tú empezaste a plasmar mi imagen, nuestra imagen juntos en un trozo de ti, recopilar recuerdos de algo raro pero maravilloso que habíamos vivido juntos… Palabras como “para mi querida..” “para mi amor”, jamás se irán de mi cabeza, de mi memoria… volvimos a caminar y comenzamos a hablar que quizá debería ir a visitarte algún día ya que jamás lo he hecho, que debería hacerlo por cuanto quisiera el tiempo que quisiera y que me recibirías… empezamos a entender que en verdad sería imposible… y en el último respiro juramos vernos en dos años como máximo, esperarnos para entonces si es que era posible solo para revivir una vez más lo bonito que es tenernos, darnos la mano, darnos un beso en la calle, hablar con voces estúpidas. Cuando llegó el momento de decir adiós fue breve, corto y lo menos melancólico del mundo pero yo tenía pena, pero la disimulaba y solo me quería ir para terminar con la agonía de saber que tiene que acabar… ahí con lo último que gastaste en saliva me repetiste que volveríamos a vernos, que debería ir a Texas o bueno, que mas da, tú también podrías venir a Australia, quién sabe… ¿quién sabrá?

*¿entonces hablaremos 7 horas diarias por videollamada?, me repetiste como broma en el parque, porque así son las relaciones a distancia y los dos nos rehusamos…

*podremos ser siempre amigos y seguir en contacto.. la vida eterna. Pero no quería eso ni mucho menos oírlo en ese momento.

*no haces estas cosas a menudo, tampoco te metes con tantas chicas, jamás habías hecho esto por alguien más… Palabras que toda niña quiere escuchar.

me enamoré como jamás pensaría hacerlo, pero quizá siempre lo estuve, desde ese primer día.. pero me rehusaba a creerlo, siempre termino igual cuando te veo… más enamorada que la última vez, pero desde la primera vez mas enamorada que jamás en vida. 

asique por una vez en mi vida, déjame tener lo que quiero… lord knows it would be the first time.

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Palabras como “amor” o “enamorada” quedan pequeñas para lo que ese hombre provoca en mí. Nunca lo he visto tan lindo como lo será mañana. Amores raros, amores casuales, amores a distancia, anhelos mutuos y simplezas compartidas. La distancia me enseñó y dio cátedra de cuan es la bondad del corazon y del amor. No me importa en que cama estes esta noche o mañana, porque sé que mi lugar a tu lado es una prioridad y que el colchon se te hace mas grande cuando estoy contigo, que la reserva lleva mi nombre y que despertaremos, otra vez, con los olores cambiados, que llevaras mi olor otra vez y yo llevaré el tuyo, por un dia, por dos, por tres... 37 dias my dear. Para peinar ese pelo, besar cada parte de tu barba, perderme en tu pecho, mirarte a los ojos y dormir arrullada en tu abrazo, envuelta en esos brazos suaves que no me soltarán hasta ver al sol en pie.

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¿cuántas veces te amé antes de rendirme?

Repasé un pasado, un pasado que parecía no tener principio y pareció por años no tener final... parecía que fue hace demasiado, cuando mi mente no estaba bien, cuando mi estabilidad era un mito, cuando mis caprichos ganaban sobre mi gusto. Llegaste como capricho, te convertiste en mi todo, en el amor que siempre quise, en lo que mas amé. Hoy lejos de nuestros recuerdos, cambiando nuestras casas, nuestra ropa, nuestras caras.. hoy ya no eres quién solías ser y dejaste hace tiempo de ser aquel quién merecía mi amor, mi corazón, te volviste cruel y terrible año tras año y a la fecha ya no se puede revertir, te alejaste de todo, de mí, de los recuerdos, de las oportunidades, de las repeticiones, de la lindura, delicadeza, de la fragilidad hermosa de querernos, te lo llevaste todo y se plantó un impostor, con el cual no puedo hablar de sentimientos, de cosas profundas, con el cual no nos une nada y solo nos separa día a día más y más la distancia, como con todas las personas... siempre que voy y vuelvo todo cambia, quiero ir y volver y cambiar aún más yo y no reconocerte, no encontrarte nunca más, no buscarte nunca más. Me hacis entero mal y creo que tendría que haber aprovechado otras oportunidades que en su tiempo brillaron más de lo que tu brillaste, pero te quería tanto, creía tanto en ti.... pérdida de tiempo y de amor... ahora los nuevos amores no se divisan y yo me pierdo en el frío del puerto esperando a alguien atracar. 

Encontré tantos trozos de mí que no arman un rompecabezas y solo corroboran que yo no soy una, ni dos, soy múltiples, muchas de mí que al fin parecen calmarse y congeniar en un solo fin. Quiero una estabilidad barata o quizá solo a alguien a quien comerme a besos, besar cada parte de un cuerpo, despertar desnuda apoyada en un torso cualquiera, quizá no cualquiera, ya que la imagen de mi cabeza es bastante clara... quiero re-encontrarme con otros, con otro, luego, posible, ahora, besarlo, besarlo demasiado y comérmelo a besos, despertar desnuda y contenta, verlo hermoso y feliz y perderme en su hermosa mirada verde esmeralda, verde enfermedad, verde enfermo, que me enferma de amor y me condiciona a anhelar, querer, creer en que algo en mí no puede estar tan mal y aunque parezca que perdí hoy tengo la libertad de quizá encontrar algo que dejé ir, solo porque estaba ciega por ti. Habían otros ciegos por mí. Quedarán aun otros ciegos por mí. La locura asecha, yo lo sé, todos lo saben, no quiero esperar más.

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Que volá Ty Segall, me supera y me llena cada vez mas.

Amor eterno pequeño Ty <3

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me odio más a mi misma. Detesto más a mi propio ingenio, ingenuidad, incertidumbre, ansiedad, miedo, pánico, tristeza, impulsividad, nostalgia, capricho. Me odio más a mi misma, siempre, siempre y cuando, siempre y cuando no lo sé. A veces todo se ve seguro, protegido, estable, noble, sincero, pero los pequeños detalles, las pequeñas averías son capaces de desarmarme, destrozarme y hacerme rodar a gran velocidad sobre la tierra, como su fuera disparada desde gran altura a un punto seco de la tierra y todo duele, aunque yo intente cuidarme haciendo creer que no lo hago nada podrá detener ese cancer mayor, ese dolor eterno, esa falta de amor, de cuidado, esa falta de respeto, esa falta de atención. No somos herramientas, somos personas, personas. Soy una persona y no un servidor, soy un dar y recibir y no simplemente regalar. Ni la luna, ni el sol, ni las estrellas, ni las enfermedades, nada, nada, nada te haría cambiar monstruo frio e insensible. Protector de nada.

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Ahora sé que no podría morir, porque tu me aferras a la tierra, esperando nuestro nuevo encuentro, donde seré tuya de nuevo y tú serás eternamente mío.

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Te pusiste el rifle en la boca y te disparaste, quedé perdida en el barco, flotando lejos de alguna deriva cercana, perdida esperando el mensaje que me devolviese a casa, sin ti. La cabeza se me enredó entre pensamientos oscuros y tragedias, impulsos indescriptibles de escupirle a tu tumba o revivirte entre tantos muertos que yacen en el mar, pero entendí que ya no se puede arrastrar a un peso muerto contra su voluntad, tu me has dejado aunque tu cuerpo me pese en esta olvidada balsa, donde poco a poco parece que me iré hundiendo sola, quedándome en los huesos a la deriva, bien lejos de donde desemboca el mar. No habían islas, no existían binoculares, no tenía comida y el agua estaba tan salada que solo me aceleraba el morir. Moriría lo pensé, pensé en morir ya que sin ti sentía que no podría naufragar, tu cuerpo se fue mutilando en pedazos cada vez mas pequeños que iban cayendo poco a poco al océano, mientras yo boca a bajo jugaba con una de mis manos sumergidas en el mar. De pronto escuché la melodía de la victoria, dulce melodía que se acercaba tan lentamente a mi cuerpo, tan pausada, tan eterna, muy distante, pero permanecía día tras día cada vez mas reconocible y pude sostenerme a mi propia fe, tu cuerpo ya era polvo y arena, crustáceos en el mar, granito de la lluvia, sal entre mi boca y lo dejé ir sin ya no temer morir, porque la canción de la muerte venía a buscarme. Lavé día tras día mi cara, peinaba uno por uno mis cabellos, me arreglaba cada vez más a la par de la cercanía de tan dulce melodía que me hacía estremecer y podría ser entonces una salvación, una deriva donde si podría desembocar el mar, sin pisar tierra, sin volver a ver a un árbol crecer, lo divisé. No parecía debilidad y no olía a la muerte, su canto conmovió vestigios de mí que yacían mas enterrados que mi alma y resucité entre los trozos muertos de mí misma con los que me fui tapando año tras año, parecía un renacer silencioso y pleno, aunque sonara a una marcha fúnebre de a poco se fue pareciendo al amor y las caras empezaron a parecer caras y su cara brillaba por sobre todo el mar, más brillante que el sol y mi reflejo en el agua se meció de apoco hasta llegar a sus pies, simplemente lo miré y no pude explicar el porque, pero mi corazón bombeó fuerte hasta tomar su gruesa y hábil mano. Acaricié sus cabellos, acomodé algunos para poder perderme en las esmeraldas de sus ojos, cual villano pirata que porta en su cara gemas tan preciosas, las más hermosas que alguna vez vi y pensé que ahora si podría morir o quizá ya lo estaba haciendo, rindiéndome a sus pies buscando, puertas en él, donde se le abriera paso al amor que viví, desde entonces algo me encadenó como un hechizo o quizá un encantamiento sin poder safarme de su lado, de su imagen y del constante anhelo. Te besé dos o tres noches, te hice el amor en dos oportunidades y no podré olvidar el olor de tu cuerpo, el sabor de tu sal, el sonido de tu voz, la suavidad de su piel, como tesoro su imagen se acaparó en mí y perdí los estribos dirigiéndome a un altar del cual no podré salir. Me has hecho pensar que el amor de verdad existe, que seré tuya por siempre y que tú siempre serás de mí, hasta morir y después de muertos nos encontraremos, entre tu alma y la mía para ya nunca mas dejarnos, alejarnos de nuestra hermosa tierra prometida, donde por fin podremos realizar cada macabro plan y cada lujuriosa aventura, donde tu mano se soldará a la mía y te querré por siempre, donde los días no tendrán horas y te miraré dormir entre mis brazos sin mirar el reloj, mientras te peino. No me importa quién serás después, quién fuiste antes o quien sueles ser cuando no cantas la misma canción que yo, cuando tu boca no está en mi cuerpo, cuando tu mano no toma la mía, cuando tus ojos ya no son capaces de divisarme. Siento que te encontré, quizá me encontraste tú y aunque solemos perdernos alguna parte de nuestros cuerpos nos dirá que en el otro está el hogar, que en ti está mi casa y que yo seré por siempre la tuya hasta morir de verdad, de vieja, lejos de ti, anhelando dichosa encontrarte de nuevo, sin temer, sin vergüenzas y solo mirándote revivir entra las cuerdas de tus guitarras, perdido en las notas de tus dulces melodías, perdido boca arriba en la dulce melodía que nos casará por siempre para ser eternos, yo contigo, tu morir conmigo.

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siempre, por siempre me quedaría contigo, otro ratito, a tu ladito, recorriendo y enojándome, peleándote y acariciándote, abrazándote, queriéndote..

Me quedaría por siempre pegada a tu lado, viviendo esta historia de amor denuevo y de nuevo, porque he enamorado, mucho, fuerte, eterno. El amor es un torbellino, a veces fugaz, a veces eterno, llevo años enamorada de una foto, de un pedestal, del hombre mas desastrozo que ha pisado la tierra, con tu caos de ideas, tus piernas inquietas, tu pésimo gusto de ropa pero que a pesar de todo te queda bien, me quedo contigo toda la vida si pudiera, me quedaría contigo hasta muerta, totalmente viva, me quedaría contigo en el olvido durmiendo en tus brazos o en la vida del día a día conservando tus ojos, agarrando tus miradas, contando segundos y minutos, horas y días por verte y dormir a tu lado, besarte entero y decirte a diario lo mucho, mucho, harto que te amo.

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Quiero volver a mis viejas artimañas, volver al balcón y fumar uno tras otro cigarro, agarrarme las piernas en el suelo de pena, no poder parar de llorar, reclamar y exigir tu nombre, negarme movida por la abrumadora pasión y el estremecedor tamaño de aquel amor, que vuelvas a pensar en mí, que me llames en la noche, en un año nuevo y solo quiera sentirte un ratito más, ojalá fuera durante la eternidad. Tu respiración agitada, tus ronquidos torpes, tus hombros huesudos, tus dedos largos, los lunares que aparecen a diario, besarte en la cabeza, convencerme que hay un “yo” sin un “tú”, no puedo llorar. Caminar a solas, buscar nuevos sabores, otros diferentes lugares, cambiar rotundamente mis actividades, quererte hasta morirme, esperar de ti una movida hacia mí, me gustas mucho.

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