un-jazmin-azul

[un-jazmin-azul]

Tengo 36 y el domingo fui a mi primer recital. El primero, sí. Temprano ese día, escribí mi numero de teléfono en las zapatillas de mi hija de 7 años, le puse una carterita con una tarjeta con su nombre y apellido, y nos tomamos un auto hasta River. La agarré fuerte de la mano, con pánico a que se pierda, mientras entrabamos por primera vez a un estadio, el más grande Argentina. Nos sentamos junto a otras chicas que no pararon de acercarle pulseritas, y que nos cuidaron nuestras cosas y lo asientos durante los 40 minutos que tardamos en ir al baño. Mientras escuchábamos a la increíble Taylor (y al coro más grande y ruidoso del mundo), y la mujer que teníamos adelante se preocupaba de sentarse cuando mi hija se sentaba, así podía ver mejor, pensaba cuán maravillosa es la sororidad que nos envuelve a las mujeres, como nos cuidamos las unas a las otras. Éramos 70mil personas, y en las 6 horas que estuvimos en el recital, puedo asegurar que cada una de ellas cuidaron a mi hija igual que yo.

I'm 36 years old, and on Sunday, I attended my very first recital. Yes, the first one. Earlier that day, I wrote my phone number on my 7-year-old daughter's sneakers, gave her a wallet with a card containing her name and address, and we drove to River. I held her hand tightly, terrified that she might get lost, as we entered a stadium for the first time – the largest in Argentina. We sat next to other girls who kept giving her bracelets and took care of our belongings and seats during the 40 minutes it took for us to go to the bathroom. As we listened to the incredible Taylor (and the biggest, loudest choir in the world), and the woman in front of us made sure to sit down when my daughter sat down so she could see better, I thought about how wonderful the sisterhood that surrounds women is, and how we take care of each other. There were 70 thousand people, and during the 6 hours we were at the recital, I can assure you that all 70 thousand took care of my daughter just as I did.