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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 13.
Capítulo 13
—¡Vamos, ya estamos aquí! ¡Ta-da! Esta es la segunda ciudad más grande de la capital de Morcatium.
El lugar donde Mathius había llevado a Lestia era el centro que acababa de ver desde la montaña. El sitio estaba lleno de coloridos y grandes edificios que llamaron la atención de Lestia de un vistazo, e innumerables personas de todo tipo llenaron las calles.
Lestia miró a Mathius con ansiedad, sin distraerse.
Mathius se rascó la cabeza torpemente ante la reacción, el solo esperaba que Lestia fuera tan feliz como lo fue en la cima de la montaña.
—Litty, ¿no te gusta este lugar? ¿Quieres ir a otro sitio?
—Oh, no. Sólo estoy preocupada por mi hermano.
—¿Qué? ¿Estas preocupada? —Mathius parpadeó ante el inesperado comentario.
¿Qué quería decir con “preocupada”?
Durante docenas de salidas a escondidas, nunca había recibido nada de nadie.
Una media hermana que recién había conocido hoy estaba haciendo algo que ni siquiera su hermano gemelo Joel que nació a la misma hora, había hecho nunca.
Tuvo un sentimiento extraño.
—Bueno, hermano Mathius, ¿está bien que uses magia de esta manera? He oído que la magia es peligrosa... si la usas tan a menudo...—le dijo Lestia con cuidado a Mathius, quien había perdido las palabras y se encontraba desconcertado.
Lestia pensó que Mathius estaba tomando riesgos innecesarios al llevarla de un lugar a otro.
Cuando se enteró de este hecho, Mathius sonrió alegremente.
—Vaya, Litty, Litty, ¿estás preocupada por este hermano? —la extraña sensación que Mathius había sentido, de repente se convirtió en alegría.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que sintió que se preocupaban por él de una forma tan cálida?
Pensó en Joel, cuando vino y le dijo que volviera a casa porque había traído a su media hermana a la mansión.
Había llegado una interesante mascota a Berchester, que era aburrida y molesta. Recordó al cachorro que le regalaron cuando era joven y que murió pronto.
Aun así, la mascota que tendría en este momento no era un perro, sino una persona, por lo que la conversación continuo. Intentaría ser un poco más lindo.
¿Dijo Lestia?
El apodo de la mascota debería ser Litty, corto y fácil de llamar.
Eso pensó, pero sintió como si tuviera una familia real, no una mascota. Era una familia con la que podía intercambiar interés y amor como una persona, a diferencia de los Berchester que conoce.
—Me encanta ser un hermano mayor.
—¿Qué...?
—No, no es nada. ¡Está bien! ¡Está bien! No te preocupes. Ya te lo dije, nací para divertirme—Mathius señaló con la punta de sus dedos el piercing verde que se aferraba a su oreja—esto es suficiente—y dicho eso, Mathius tiró del brazo de Lestia.
—¡No te preocupes, vamos a jugar!
—Oh, hermano—Lestia comenzó a ser arrastrada por Mathius al centro de la concurrida zona.
—Ah...
Solo entonces las coloridas tiendas comenzaron a aparecer frente a Lestia.
Un colorido escaparate que estimulaba espontáneamente el deseo de comprar.
A los ojos de Lestia, quién nunca había salido de los barrios bajos, todo parecía ser salido del cielo. Sin embargo, lo que llamó la atención de Lestia fue el letrero, no el escaparate.
Era asombroso poder leer las palabras del cartel.
<Yo, creo que soy capaz de leer un poco de texto.>
Lestia vitoreó en su interior y miró fijamente cada letra escrita en los carteles.
Zapatería, café, vestuario...
<Con estas palabras es como se transmite el significado.>
Parecía que estaba desarrollando un mundo nuevo.
Cuando Lestia no pudo apartar la vista del cartel, Mathius se detuvo de repente.
—Litty, ¿te gusta eso?
—¿Qué? —Lestia miró el cartel donde sus ojos se habían detenido. La frase "Tienda de accesorios" estaba escrita.
Oh, Mathius debió pensar que Lestia estaba interesada en los accesorios.
—¡No, no, no! Estaba viendo el cartel—Lestia se sobresaltó y tiró de la manga de Mathius.
Pero Mathius dijo: —Eh, estabas sonriendo.
—Litty, dimos un paseo como te gustaba, de ahora en adelante voy a hacer lo que me gusta.
—¿Sí...? ¡Sí, bien! Mathius, ¿qué quieres hacer? —Lestia se preguntó que le gustaría a Mathius.
—¡Ir de compras! —gritó Mathius en voz alta.
—¿Eh? ¿Ir de compras?
—Sí, sí. ¡El juego original es gastar dinero!
—¿Gastar... ...dinero? —preguntó Lestia, pero Mathius no respondió y entró directamente a la tienda de accesorios.
—Hermano—llamó Lestia voz alta, pero Mathius no respondió.
La niña miró nerviosamente a su alrededor, mucha gente paseaba por la calle principal. Ella nunca había visto un lugar tan concurrido.
El miedo se apoderó de la pequeña.
<Podría perderme si me quedo aquí.>
Al final, Lestia se vio obligada a seguir a Mathius hasta la tienda.
—Este, este y esto. También compraré este, y me gusta esto—en ese corto período de tiempo, Mathius ya había recogido docenas de accesorios y los había colgado por todo su cuerpo.
—¡Sí, señor! ¡Tiene buen ojo! ¡En efecto! ¡Usted sabe!
El comerciante de la tienda de accesorios seguía a Mathius educadamente con las manos juntas.
—Litty, ven aquí. He comprado todo lo que te conviene, pero si tienes algo que te guste, elige uno.
—¿Eh?
De repente…accesorios.
—Hermano Mathius, nunca he hecho algo así y no quiero tenerlo—Lestia se negó, sacudiendo la cabeza.
—¡Litty, Litty! Vamos, nadie nace llevando accesorios. Puedes hacerlo de ahora en adelante.
Sin embargo, Mathius temerariamente le mostró accesorios, cargando de joyas todo el cuerpo de Lestia, luego exclamó su admiración.
—¡Oh, hermana mía! Todo te queda bien, ¿verdad? Es como un papel blanco, tengo el deseo de ser creativo.
—Es verdad. No hay ninguna joya que no le quede bien a tu hermana. ¿Qué tal este collar de rubíes? —ayudó el dueño de la tienda.
—Eso es bueno. Además de eso, ¡Saca todas las cosas que le sienten bien a mi hermana!
Así es como comenzó el juego de maniquíes de Mathius hasta que Lestia dijo que le gustaba.
—¿Qué tal esto? ¿No es bueno?
—No, yo, hermano. ¡No necesito estos accesorios!
—A mi hermana no le gusta esto. ¡Tráeme otra cosa!
—No, no es eso.
—Está bien, está bien. Este broche de esmeralda te quedaría bien.
Era como, "La respuesta está fijada, y todo lo que tienes que hacer es asentir".
Así que Lestia se vio obligada a repetir “Si” luego de cada "¿Te gusta?" como un loro.
—Por favor, envuélvelo todo.
Finalmente, la larga compra de accesorios que parecía poco probable de terminar, llegó a su fin.
Lestia se desplomó en una silla con una mirada ligeramente cansada. Esta era la primera vez que pasaba tanto tiempo comprando algo.
—¡Sí, señor! ¡Este es el precio de los artículos que compró! —el comerciante sonrió y le entregó la factura a Mathius.
El rubio muchacho rebuscó en sus bolsillos y luego dijo con un poco avergonzado.
—¿Eh? No tengo dinero—sonrió, como si se hubiera dado cuenta enseguida—. Así es, Joel se lo llevó todo—cuando volvió a la mansión Berchester, Joel se lo llevó diciendo que debía confiscar el dinero porque era una tontería que lo tuviera.
Entonces, la conclusión fue que no hay dinero.
El dueño de la tienda frunció el ceño mientras miraba a Mathius, quien dijo que no tenía dinero. Con lo difícil que fue sacar los accesorios como le dijo, pero él era una persona de negocios.
Cuando vio la ropa de Mathius y Lestia se dio cuenta de que eran materiales preciosos.
—¡Ja, ja, ja! Maestro, ¿por qué una persona noble llevaría tanto dinero? Si escribe la tarjeta de préstamo a nombre de la familia, iré a buscarlo.
—Bueno, odio eso.
—¿Qué?
—Compré esto porque quería dárselo a mi hermana. No tiene sentido comprarlo en nombre de la familia, ¿verdad?
En lugar de nombrar a la familia, Mathius se quitó un piercing de la oreja sin dudarlo y lo puso en la factura.
—Conseguiré el dinero, así que guárdalo.
El dueño de la tienda abrió la boca cuando vio la elaborada forma del piercing y la piedra verde brillante de mana que le dio Mathius.
Él ha estado tratando con accesorios durante mucho tiempo y ha visto todo tipo de joyas. A primera vista, este piercing nunca fue un artículo común.
—¡Hermano Mathius!, ¡eso no puede ser! —gritó Lestia con voz perpleja.
A pesar de que todo estaba calmado, en esta situación la voz tenía que ser levantada, pero Mathius estaba tranquilo.
—Está bien, está bien. ¡Litty!, ven conmigo. Este hermano ganará dinero.
—¿Qué?
—Hay lugares donde puedes hacer dinero y divertirte. De todas formas, era el siguiente destino—Mathius sonrió y sacó suficiente dinero para comprar dos panes al dueño de la tienda de accesorios usando una piedra de mana.
Luego tomó la mano de Lestia y comenzó a moverse diligentemente hacia algún lugar.
—Hermano, ¿qué vas a hacer con el dinero? —preguntó Lestia, siguiendo con ansiedad a Mathius.
—Bueno, esta es la financiación inicial.
—¿Financiación inicial?
No se podía hacer mucho con el dinero para comprar dos panes, pero hay lugares donde puedes hacer dinero y jugar con él.
Todo estaba lleno de preguntas.
—Oh, ya llegamos—Mathius se detuvo frente al magnífico edificio, donde brillaban las luces de colores.
—¿Es esto…?
Era el edificio más espléndido que había visto en el centro de la ciudad.
Lestia tartamudeó a través del letrero del edificio, como si hubiera estado repasando las letras que había aprendido hasta ahora.
—Buena suerte... dios mira... ...Casi... ...¿no? ¿Estás buscando una fortuna?
El lugar donde llegó Mathius fue un casino ubicado en el centro de la ciudad. Sin embargo, Lestia no pudo entender el significado de las palabras en el letrero, así que tuvo que preguntar de nuevo.
—Hermano Mathius, ¿qué hace el casino?
Mathius respondió a la pregunta de manera clara.
—¡Aquí es donde se paga por jugar!
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 12.
Capítulo 12
Lysian y Joel tuvieron su conversación en un salón separado a la biblioteca.
—Lysian, ¿qué está pasando? Esta es la primera vez que me pides algo.
—...Ella leyó el libro de magia.
—¿Qué?
Las palabras de Lysian sobre Lestia interpretando el libro, dejaron a Joel sorprendido por un momento mientras se perdía en sus pensamientos.
—¿Has sabido algo de Gerard? —preguntó Lysian rompiendo el silencio, pero Joel sacudió la cabeza. No había escuchado nada.
Actualmente, Gerard era el único que sabía exactamente sobre el nacimiento de Lestia, porque sólo el heredero de la familia podía confirmar el testamento de su padre.
En el momento del nacimiento de Lestia, Joel vivía su infancia en la finca de Berchester, ubicada en la parte noroeste del imperio. Él no tenía muchos recuerdos de su padre ya que siempre fue una persona ocupada, y realmente no se sabía si era un hombre que estaba interesado en su familia.
Aunque tenía una madre, también estaba enferma, por lo que a menudo dejaba a sus hijos en la finca y se marchaba al cálido sur sola.
Joel creció junto a una niñera, así como su hermano mayor Gerard y su hermano gemelo, Mathius.
Joel sintió mucho la ausencia de sus padres porque era particularmente sensible entre sus hermanos, pero estuvo bien. Al fin de cuentas, todos los hermanos estaban en el mismo barco, así que no quería pelear.
Entonces un día, su madre regresó a la finca con una cara demacrada y con Lysian en sus brazos.
[—Es su hermano] Dijo ella.
Al principio, creyó que estaba muy celoso de Lysian. No le gustaba la persona que era dueño de los brazos de su madre, los cuales nunca lo habían abrazado a él a su hermano Mathius de una forma sincera.
Sin embargo, sonreía amablemente porque no podía hacerlo obvio delante de su madre enferma. A su madre le gustaba la actitud de Joel.
Pero por mucho que sonriera, no abrazó a Joel. En su lugar, ella se quedó acostada en su cama todo el día y dijo.
[—Joel, Mathius, aunque no tengan una madre... cuiden bien de este pobre niño. ¿De acuerdo? Porque son sus hermanos mayores.]
Mathius le dio fuerza a través de un apretón en sus hombros y la halagó para que no se preocupara, y Joel no tuvo más remedio que asentir en silencio a su lado. Pero cada vez que lo hacía, Joel quería hablarle a su madre y decirle que ella era más lamentable, ¿No debería ser feliz?
Él sabía lo que la gente decía de su madre en ese momento.
[—Escuché que la Duquesa de Berchester derramó lágrimas después de leer la carta de su marido ayer...]
[—Oí que el Duque rechazó la petición de su esposa de pasar por la finca.]
[—¿Qué? ¿Cómo puede hacerle eso a la mujer que dio a luz a su propio hijo?]
[—El duque siempre lo ha hecho así, y cada vez que eso sucede, la esposa visita al Duque.]
[—Vaya, su esposa debe estar frustrada. Ella no puede ir en persona ahora mismo.]
[—No tiene buena salud desde que dio a luz a los gemelos...]
Cuando lo pensaba ahora, lo que tuvo su madre fue un amor no correspondido, aun cuando los aristócratas del imperio pensaron era amor puro.
Alguien se reiría del por qué amar a un marido así, sin embargo, Joel simpatizaba profundamente con el corazón de su madre y estaba enojado con su padre.
Incluso si no la amaba de verdad, ¿no debería al menos fingir que lo hace?
No debe ser tan difícil iluminar su rostro, aunque sea una vez. Pensó que, si había formado una familia, al menos tenía el deber de jugar.
Sin embargo, la madre no impuso ninguna obligación a su padre, y se secó día tras día para morir poco después.
Los hermanos menores tuvieron que quedarse con el ataúd de su madre y sin un padre, ya que él les dijo que debía de lidiar con una ajetreada agenda y ni siquiera asistió al funeral.
Desde entonces, la ya solitaria naturaleza de Berchester se volvió desoladora, como si fluyera una fría corriente de aire.
Gerard fue admitido en la Academia Imperial, y Mathius comenzó a tener accidentes*. Incluso a una edad temprana, Lysian se perdía en sus pensamientos por más de medio día en la habitación vacía de su madre.
t/n: *Supongo que se refiere a su rebeldía.
Joel todavía recuerda su impotencia cuando no pudo hacer nada en ese momento.
Lestia era una niña nacida en el año en que su madre murió.
Calculando el tiempo, se decía que cuando falleció su madre, el padre ya tenía otra mujer y la ira se encendió contra su progenitor.
Tal vez él no asistió al funeral porque estaba disfrutando de un encuentro secreto con otra mujer.
Una niña nacida en ese momento que solo era la hija de su padre.
Él la llevaría a Berchester como quería Gerard, pero no la reconocería realmente como una hermana.
Ya se lo imaginaba, pero la niña que encontró estaba viviendo una vida completamente diferente a la que pensaba.
La hija del duque de Berchester vendía flores en la calle.
Le dijeron que tenía once años, pero era demasiado pequeña y delgada. Todo su cuerpo estaba cubierto de moretones, y ni siquiera sabía que tenía un padre.
Lo supo en cuanto la vio; Lestia era inocente.
El culpable sería el padre que la engendró y no se hizo responsable.
Gerard sólo les dijo que Lestia fue abandonada porque no podía usar magia.
El hombre llamado padre seguía siendo un hombre, y debió de haber pensado que había cumplido con su deber sólo con pagar la manutención de la niña.
Joel decidió aceptar a Lestia como su hermana menor porque esta niña grande no era diferente de él, que había sufrido bajo la negligencia de su padre.
No, dado que no había protección familiar, debió de haber sufrido más que él.
Pero...ella era “una intérprete”.
¿Cómo debía tomar eso?
—……
No, no importaba. Joel decidió admitirla como su hermana menor y digan lo que digan él podía cumplir con su deber de hermano.
Podía fingir amar tanto como quisiera, a diferencia de su padre.
—Lysian, sea lo que sea Lestia no importa en primer lugar. Eso no significa que no sea nuestra hermana.
En respuesta a la reacción excesivamente tranquila, Lysian miró a Joel.
Joel no expresó ninguna preocupación o inquietud sobre el complicado futuro que traería la habilidad de Lestia.
Lysian sabía que el comportamiento de Joel era su propia manera de tratar a los demás con amabilidad, no a su familia, pero no quería culparlo de esa manera.
tanto Lysian como Joel sabían que era difícil aceptar una nueva familia.
—Está bien.
—Bueno, hasta que el hermano mayor regrese será mejor que nos centremos en acercarnos más a Lestia—Joel sonrió y se puso de pie.
—Vamos, Lestia debe haber esperado mucho tiempo. Mathius tiene que estarla molestando.
Los dos finalizaron la conversación y fueron a encontrarse con Lestia, sin embargo, no había ningún signo de movimiento en la biblioteca. Sólo el conejo de peluche que Joel le había dado yacía solo en el sofá.
Mathius y Lestia desaparecieron sin dejar rastro.
—Joel, creo que esta vez tendremos que atrapar a dos personas—dijo Lysian y se encogió de hombros.
—…Mathius— Joel tocó silenciosamente su frente.
¿De verdad eran gemelos nacidos a la misma hora y el mismo día? Porque se estaba haciendo más difícil de creer con el paso de los años.
* * *
—¡Ahhhh! —gritó Lestia cerrando los ojos con fuerza mientras colgaba del cuello de Mathius.
—Litty, Litty. Está bien, ¡Agárrate fuerte!
Aun así, como si los gritos de Lestia no fueran nada, Mathius la sostuvo con una mano y saltó hacia adelante sin dudarlo.
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Cada vez que Mathius se movía, el suelo emitía un sonido extraño, se excavaba y se llenaba repetidamente.
Era una magia que aplicaba mucha fuerza en los pies y esto permitió que Mathius se moviera a una enorme velocidad que los humanos no podían imitar.
Lestia descubrió que antes de entrar en la biblioteca, la ventana temblaba porque usaba magia para moverse de esta manera.
[—Litty, Litty. Te guiaré a través de mi caminata favorita. Será mucho mejor que el jardín de la mansión.]
Estaba segura de que dijo eso, pero ¿a dónde diablos iban? Ya estaba demasiado lejos para ser llamado un paseo.
La mansión de Berchester, que suele ser enorme, rápidamente se volvió tan pequeña como un frijol, ya no se podía ver y el paisaje frente a ella se fue convirtiendo gradualmente en un bosque.
Cada vez que Mathius se movía, la nieve apilada en las coníferas caía creando una espesa niebla, pero Mathius corría entre ellas como si nada pasara.
Lestia sentía como su cabello revoloteaba en el viento y solo esperaba que este terrible viaje terminara pronto.
—¡Litty! Abre los ojos—dijo Mathius dejando de caminar.
Lestia levantó lentamente sus párpados y soltó una exclamación sin darse cuenta. Frente a ella, había una vista que nunca había visto antes.
Una vista panorámica de la capital, mirando hacia el bosque de invierno. Era como una pintura en lienzo o un juguete finamente elaborado.
—Si estás aquí, puedes ver la capital desde lejos. Es mi lugar secreto. ¿Qué te parece? —Mathius habló con orgullo y con cuidado soltó a Lestia fuera de sus brazos.
—Oh, eso es tan genial... !oh!—Lestia miró el fijamente el paisaje y avanzó, dándose cuenta de que justo delante de sus pies había un acantilado, entonces de inmediato se alejó.
Sus piernas temblaban por sí solas, así que sentía que estaba a punto de caer.
—No te preocupes, Litty. ¿De qué te preocupas cuando tienes a tu hermano Mathius? —él sonrió alegremente y sostuvo los hombros de Lestia con fuerza.
—Jajaja, pero...
Pero todavía tenía miedo.
—Ahora, no mires bajo tus pies. Sólo mira al frente ¿Entonces, es realmente bueno?
Lestia se centró en mirar al frente, como dijo Mathius.
Entonces sintió más cosas que antes, como la nube flotando en el cielo fríamente soleado, el sonido de varios pájaros y el olor fresco y espeso de la primavera que llevaba al invierno a su fin.
Todo era tan intenso que parecían despertar los cinco sentidos de Lestia uno por uno.
—¿Qué piensas? Es incomparable a un paseo por el jardín, ¿verdad?
Cuando Mathius le preguntó, Lestia asintió en silencio simpatizando profundamente con la pregunta del muchacho.
En ese momento, la mansión Berchester, que apenas era visible desde esa distancia, apareció frente a sus ojos.
—Vaya... ¡Puedo ver la mansión Berchester desde aquí! — dijo Lestia con alegría.
Mathius se emocionó.
—¡Qué! Litty, ¿por qué estás buscando una casa? ¿Ya te quieres ir? ¡De ninguna manera! —en un instante, Mathius tomó a Lestia en sus brazos, y esta vez comenzó a correr por la montaña.
—¡Vamos, hermana mía! ¡Te llevaré al próximo paradero de inmediato!
—¿Que?
<¿A dónde vamos de nuevo?>
Lestia tuvo que aferrarse a Mathius una vez más, sin saber el destino.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 11
Capítulo 11
—Que…—Mathius sólo resopló ante la provocación de Joel.
—Joel, ¿no has oído eso? Litty ni siquiera te ha llamado hermano, te llama Joel.
La expresión de desagrado de Joel se mostró ante la provocación de Mathius, pero este solo se encogió de hombros, caminó hacia Lestia, la tomó por la cintura y la alzó.
La niña, asustada por la repentina acción, miró a Mathius mientras sostenía su conejo de peluche con fuerza
Sin decir una palabra, Mathius se rio y habló en voz alta.
—¡Encantada de conocerte, Litty! ¡Nunca imaginé que tendría una hermana!
—¿Qué? ¿Litty? Mi nombre es Lestia.
—Sí, sí, es un apodo. Litty, Litty, Litty. Te llamaré así, lo decidí tan pronto como escuché tu nombre—luego de decir eso, Mathius comenzó a dar vueltas en el lugar.
Lestia también fue atrapada por Mathius y dio vueltas en círculos mientras se sujetaba de él.
—Eh... eh? —Lestia estaba confundida y avergonzada.
Una vez Lestia vio a una niña de su edad jugando con su padre de esta manera. En ese momento sintió envidia, pero cuando lo experimentó, fue tan intenso que se sintió muy mareada.
Fue una experiencia tan intensa como la primera vez que lo vio.
Lestia no tuvo más remedio que gritar con urgencia.
—¡Eh, Mathius! Me siento mareada. ¡Déjame, por favor!
—¿Eh? ¿Mathius? No, no es así, Litty. Repite después de mí; Her-ma-no Ma-thius.
—¿Eh? —Lestia se quedó sin habla cuando le pidió que lo llamara hermano.
—Sí, sí. ¡No te dejaré ir hasta que me llames hermano! —dijo Mathius y no dejó de dar vueltas mientras decía eso.
Tenía el presentimiento de que no cedería.
Al final, Lestia no tuvo más remedio que decir lo que él quería.
—¡Por favor, déjame ir! ¡hermano Mathius!
—¡Oh, me encanta! ¡Mi hermana es la mejor! — Mathius se echó a reír y abrazó fuertemente a Lestia antes de dejarla en suelo suavemente, como ella quería.
Luego les gritó a Joel y a Lysian.
—¡Ja, ja! Litty no los ha llamado hermanos, ¿verdad?
Ese desvergonzado.
Las expresiones de Joel y Lysian, que vieron el movimiento de Mathius, se hundieron fríamente por un momento. Sintieron como si hubieran perdido lo más dulce con un sujeto que no había hecho ningún esfuerzo.
Desconociendo su estado de ánimo, por supuesto, Lestia sintió un repentino silencio y puso los ojos en blanco nerviosamente.
<Supongo que cometí un error.>
Fue imprudente.
Como era de esperar, llamarlo hermano no era algo que debía hacer, ya que después de todo, él era un Berchester.
Lestia bajó la cabeza como un hábito y miró la punta de sus pies, el sentimiento de humillación era cada vez mayor.
Sin embargo, lo que estaba a la vista era el gran muñeco de peluche que le había obsequiado Joel, en lugar de los zapatos andrajosos que dominaban su cabeza.
Los pequeños ojos, la nariz y la boca, todo el peluche miraban a Lestia de una manera muy linda. Gracias a él, el nerviosismo parecía calmarse un poco.
—Lestia, me alegro de que finalmente seas capaz de decir que es tu hermano—dijo Joel rompiendo el silencio y acercándose a Lestia—Ya debes de haberte adaptado a Berchester, ¿no? —era una voz dulce y agradable, como si se fuera a derretir todo, hasta el punto en que pudo olvidar la fría atmósfera.
Sin embargo, el ataque sorpresa comenzó inesperadamente.
—Lestia, me gustaría oírte, ¿puedes llamarme hermano?
—Sí...—la mano de Lestia que sostenía al peluche, cayó con fuerza.
—Bueno, ¿Puedes intentarlo de nuevo? —ahora que lo pensaba, era la segunda vez que Joel le pedía que hacer esto.
Cuando le pidió que lo llamara hermano por primera vez, no pudo hacerlo, pero no dudó con Mathius, a quien conoció hoy por primera vez. A pesar de que estaba involucrada en una broma y se vio obligada a hacerlo, en algún lugar de su corazón comenzó a brotar la culpa.
—Si aún te resulta difícil llamarme así, no tienes por qué hacerlo—pero Joel no estaba enfadado en absoluto y seguía siendo amable.
Quería devolver esa amabilidad, aunque fuese un poco.
<Sí, esta vez... tengo que decirlo>
Lestia tragó saliva, tomó coraje y dijo en voz baja.
—No, hermano Joel. Lo siento, esto es algo que me pediste antes... ...y me pareció difícil en ese momento.
—Ah, Lestia.
Lo llamó hermano, pero Joel sonrió mostrando una amplia y brillante sonrisa.
—No, no tienes que lamentarlo en absoluto. Entonces, ¿vas a llamarme hermano de ahora en adelante?
—Sí, si no te importa—cuando Lestia asintió suavemente, Joel extendió la mano y acarició el cabello de Lestia.
—Estoy muy feliz. Gracias, Lestia.
—Oh, no, hermano Joel.
Joel miró inmediatamente a Mathius y a Lysian con una expresión triunfal, una mirada más orgullosa que la de Mathius.
Ha escuchado a Lestia llamarlo hermano dos veces.
Debido a esto, sólo uno de los hombres de Berchester que hasta el momento Lestia no lo había llamado por el término hermano, era Lysian.
—Oh, Dios mío. Qué infantil—Lysian retorció los labios en una mueca y dio la impresión de que la competencia era ridícula.
Por otro lado, Lestia estaba preocupada por si llamar o no a Lysian hermano. Así que abrió cuidadosamente su boca para pedirle su opinión.
—Disculpa, Lysian—pero antes de que Lestia pudiera decir algo, Lysian la cortó con frialdad.
—No me importa, llámalos así. Y simplemente quita los honoríficos de mi nombre y llámame cómodamente “Lysian”.
Pero para Lestia, era más difícil que usar la palabra "hermano". De alguna manera se sentía como una persona muy alta al llamarlo sólo "Lysian".
No podía llamar por su nombre a una persona tan noble y grandioso como él, al final, la expresión preocupada de Lestia se reveló, así que Lysian habló primero.
—Ya es suficiente. Haz lo que quieras, como siempre—como si no se arrepintiera, Lysian le pidió a Joel que tuvieran una reunión privada.
—Joel, necesito discutir algo contigo. Hablemos un momento.
—¿Hmm? ¿Qué te pasa, Lysian? —Joel intercambió miradas con el joven pelinegro y luego le sonrió a Lestia.
—Lestia, espera aquí un segundo yo volveré enseguida y a Mathius...sólo ignóralo.
—¿Que? —entonces Mathius inmediatamente tomó a Lestia y la sostuvo en sus brazos.
—¿¡Ignóralo!? Joel, ¿qué le estás enseñando a mi hermana? A partir de ahora voy a pasar un buen rato con mi hermana menor, así que vete rápido—Mathius sostuvo a Lestia en sus brazos y la llevó al gran sofá a un lado de la biblioteca.
Luego se sentó junto a Lestia, apoyando su barbilla sobre la mano y le preguntó con una voz dulce.
—Litty, Litty, Litty. ¿Con que vamos a jugar?
—¿Que?
—Dímelo. Jugaré con Litty de la manera en que ella quiera.
Lestia estaba en problemas porque no sabía cómo tratar con Mathius, quien dijo que quería jugar.
Quería pedirle ayuda a alguien, pero Lysian y Joel salieron de la biblioteca.
—Litty, ¿no quieres jugar con este hermano porque es demasiado viejo? Eso es demasiado, sólo tengo dieciocho años.
Cuando la respuesta de Lestia se retrasó, Mathius incluso comenzó a mirarla como si fuese a llorar. En ese punto era difícil saber quién estaba jugando con quién.
—¡Eso... eso no es cierto! —Lestia no podía pensar en cómo jugar con Mathius.
¿Cuándo fue la última vez que había jugado con un amigo?
Lestia tenía que vender flores desde temprano hasta la noche todos los días, así que no tenía tiempo para jugar.
Su tío golpeo a todos los niños de su edad que querían estar cerca de Lestia, así que esta era su primera vez pensando que quería jugar.
Por lo tanto, esta preocupación era algo que no podía ser resuelto por ella misma, asique Lestia decidió ser honesta.
—Bueno... yo no sé cómo jugar.
Sin embargo, al pronunciar estas palabras, Mathius hizo un millón de interrogantes en sus ojos color violeta.
—¿No sabes jugar? Entonces, ¿qué has estado haciendo en la mansión? ¿No jugaste con Lysian?
Cuando habló de Lysian, Lestia respondió rápidamente como si le hubiera venido a la mente.
—¡Oh, el hermano Lysian me enseñó el idioma oficial del Imperio!
—¿Qué? Eso no es jugar.
—Bueno... pero fue muy divertido.
Ante esa respuesta, Mathius frunció el ceño.
—Oh, Dios mío. Se que es Berchester. Pero eso no es todo, ¿verdad?
—Oh... ¡Leí libros y di un paseo!
—¡Caminar!, Está bien ¿Dónde has estado? —Mathius levantó la voz ante la palabra “caminar”, como si quisiera algo así. Lestia sonrió ampliamente al pensar que finalmente había encontrado la respuesta.
—¡El jardín de la mansión! El jardín de la mansión Berchester es realmente maravilloso y bonito.
Pero la respuesta hizo que Mathius se impresionara más de lo que él esperaba.
—...... Eso significa que ¿nunca has salido de la mansión?
—¿Eh? Sí—cuando Lestia asintió, Mathius la tomó en sus brazos y gritó.
—¡Oh, Dios mío!, pobre Litty. Ni siquiera pudiste jugar con mis hermanos.
—¿Eh? —Lestia se quedó atónita y miró a Mathius.
El joven miró a Lestia con una expresión débil, como si fuera a derramar lágrimas en cualquier momento.
—Sí, sí. La familia Berchester es un lugar frustrante. Gerard es un perfeccionista, Joel es un estudiante modelo y Lysian es franco además de que no es divertido—luego continuó hablando consigo mismo con una mirada seria—. Llevo dieciocho años en esta familia... y tengo muchos conocimientos. Me alegro de que por fin sea el momento de pasárselo a alguien.
—¿Profundos conocimientos?
—Me di cuenta de que hay personas en Berchester que nacieron solo para divertirse. <Está bien para mí.>
Lestia estaba en problemas porque no podía entender en absoluto lo que significaba.
—¡Vamos, Litty! ¡Este tercer hermano, te mostraré cómo disfrutar de la vida!
—¿Cómo disfrutar de la vida?
—¡Vamos! ¡Vamos! —Mathius tiro de la muñeca de Lestia sin decir una palabra mientras salía corriendo por la puerta.
Diciendo que esta era una oportunidad ahora que Joel y Lysian se habían ido.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 10
Capítulo 10
Lestia se estaba adaptando al ducado de Berchester.
Había sido un corto período de tiempo, pero ahora ya estaba acostumbrada a que las doncellas y sirvientes la atiendan. Y como una dama noble, ha aprendido como usar una variedad de vajillas.
—La princesa se está adaptando mejor de lo que pensaba—dijo el mayordomo Hailock mientras le entregaba un breve informe a Lysian, quien estaba listo para ir a practicar la espada.
—En realidad estaba bastante preocupado, ya que después de haber vivido en los barrios bajos por mucho tiempo, pensé que tomaría más tiempo para que se adaptara a la vida de una aristócrata.
—Joel también estaba preocupado.
—Sí, pero fue fácil. Tal vez sea porque es muy talentosa y con carácter.
—¿Es así?
—Jajaja, Maestro Lysian, su hermana menor está siendo felicitada. Por favor, sea considerado. ¿No es una niña encantadora? —en lugar de responder a las palabras de Hailock, Lysian aceptó la espada con tranquilidad.
Talento y carácter.
Por supuesto, era cierto que Lestia era una niña que había crecido bien a pesar del entorno en el que vivía.
Ella nunca mencionó ni una sola palabra de resentimiento contra su tío que abusaba de ella, pero la capacidad de Lestia para adaptarse rápidamente a Berchester...
<Está trabajando duro.>
Así era.
La niña estaba constantemente tratando de adaptarse al mundo que no conocía y lo mismo ocurría con el uso de los utensilios que, según se le informó, ahora le eran más familiares.
Para Lestia, que no estaba familiarizada con los modales en la mesa de los nobles, Lysian le había dicho al chef que preparara comida que fueran cómoda para comer.
El usar vajilla no era importante, por lo que era una medida para ir conociendo poco a poco. Sin embargo, Lestia visitó al chef en persona y le solicitó que cocinara platos que le ayudaran a aprender modales en la mesa.
—Si es para una persona de Berchester, se supone que tienes que cocinarlo—le dijo Lestia al chef con mucho nerviosismo.
Además, el mayordomo Hailock le dio lecciones especiales. Pensar que la primera vez que lo vio estaba tan asustada de él, y ahora parecía tan amigable que cualquier extraño pensaría que son abuelo y nieta.
Estaba orgulloso de sus esfuerzos en muchos sentidos. Sin embargo, no estaba sorprendido.
< ¿No es la edad para ser mimado?>
Lysian sabía que Lestia podía aferrarse a él y preguntarle por el ex duque de Berchester, pero ella mantenía la promesa que Joel le hizo sobre hablar cuando toda la familia estuviera reunida.
De momento se estaba concentrando solo en adaptarse a la vida de la mansión con los labios cerrados.
< ¿Es sinceridad, es solo conocimiento común? Si no…>
No sabía por qué estaba tan preocupado.
< ¿Me preocupa? ¿A mí? ¿Un Berchester...?>
Cuando sus pensamientos llegaron a ese punto, Lysian sacudió la parte posterior de su cuello con brusquedad, creando arrugas en su frente.
¡Swish!
Con un sonido claro y alegre, la espada de Franker, el caballero con el que luchaba como de costumbre, cayó lejos, pero Franker sonreía sin rastros de decepción.
—¡Ah! ¡Maestro Lysian, hoy también lo terminó rápido! Si haces esto... ¡Gracias!
—No, otra vez—cuando Lysian tomó su espada de nuevo, como si estuviera disgustado, Franker se lanzó hacia el joven con fuerza.
—Bueno... ¿terminamos con esto rápido? ¿No lo está esperando la señorita Lestia?
—¿Qué? — Lysian siguió la mirada de Franker y vio a una chica de pie en el campo de entrenamiento, con su cabello blanco ondeando como una nube flotando en el cielo.
Lestia estaba observando su batalla con una mirada llena de curiosidad mientras parpadeaba con sus grandes ojos grises.
Desde que Lysian le dijo que le enseñaría a leer, Lestia ha estado esperando el final de su horario matutino.
<Hablaba en serio.>
Lysian chasqueó la lengua y silenciosamente tomó su espada.
—¡Señorita, está muy hermosa hoy!
Antes de que se diera cuenta, Franker estaba frente a Lestia como un gran perro que conocía a su dueña.
—Franker, te ves bien hoy.
—Por supuesto ¿Quién soy? ¡Soy el caballero que recibió flores de la señorita de Berchester!, por supuesto que me veo bien, ¡jaja!
—Bueno, no es nada—Lestia se sonrojó tímidamente.
Fue hace algún tiempo. Franker tomó unas fotos con Lestia y le contó en secreto algo sobre las flores de papel.
La historia era que los caballeros envidiaban a los trabajadores de la mansión por recibir flores de Lestia.
Entre los caballeros, existía el mito de que pueden salvar sus vidas si van al campo de batalla con flores entregadas por la dama de su familia. Al escuchar las palabras, Lestia dobló flores y les presentó deseos para el bienestar de los caballeros.
No era nada desde el punto de vista de Lestia, pero los caballeros que recibieron las flores siguieron llorando, gritando, “¡La señorita de Berchester me ha dado flores!" "¡Significa que debo ser leal para siempre!" y "¡Ahora soy inmortal!"
—Lestia, vamos—cuando Lysian habló brevemente, Lestia se despidió de Franker muy rápido y corrió.
Lysian, que estaba muy satisfecho con los lindos pasos, habló.
—Tú no tienes que ser amable con tus inferiores.
—Pero... me alegro de que sean tan amables de saludarme.
—......Sí, bueno. Está bien si eres feliz.
Estaba seguro de que estaría bien, después de todo, Lysian iba a dejar que Lestia hiciera todo lo que había prometido.
El muchacho pensó que no era gran cosa, pero la acción fue poderosa para Lestia, quién nunca había sido apoyada por nadie en su vida.
Gracias al apoyo de Lysian, las cosas que necesitaban mucho valor se fueron convirtiendo poco a poco en cosas que estaban bien con un poco de coraje.
Sin embargo, no pudo evitar cuestionarse si ella era de verdad una Berchester.
No tenía más opción que esperar el día en que toda la familia pudiera reunirse y así escucharía la verdad.
Lestia giro la manilla con sus pequeñas manos y entró en la biblioteca con Lysian.
Justo como lo ha estado haciendo estos días, se centró en aprender el idioma oficial del Imperio.
<Si realmente soy una Berchester... necesito saber sobre escritura, al menos mientras esté aquí.>
Tenía eso en mente y en el corazón, pero el estudiar la escritura en sí misma era muy divertido.
A diferencia de cuando leyó el libro de magia, Lestia tenía dolor de cabeza, aun así, leer un libro y conocer nueva información era muy agradable.
<Quiero leer el libro que está leyendo Lysian.>
Lestia miró los libros que estaban frente a Lysian. Entre los gruesos libros con títulos que parecían difíciles a simple vista, estaba la flor de papel amarilla que Lestia le había regalado, la estaba usando como marcador de páginas.
<Puedes usar las flores de papel así.>
Lestia se sonrojó tímidamente al pensar que había hecho algo útil y sus ojos se encontraron con los de Lysian.
—¿Qué? ¿Terminaste de leer esa parte?
—Oh, no—Lestia se volvió rápidamente hacia su libro, pensando que la habían pillado pensando en otra cosa.
—Dime si tienes alguna dificultad—dijo Lysian sin rodeos.
—¡Sí, sí...! —había llegado la hora de que Lestia comenzara a leer de nuevo su texto.
¡Bom!
Las ventanas del estudio se sacudieron repentinamente a causa de un fuerte viento que golpeó contra la ventana, y pronto se estremeció un poco hasta el suelo.
—¿Eh? ¿Eh? ¿Qué está pasando? —Lestia miró a la ventana, parpadeando sus grandes ojos.
Sin embargo, Lysian solo miró el libro sin siquiera moverse.
—No tienes que preocuparte. Esta vez es sólo un idiota que ha vuelto.
—¿Un idiota?
¿De quién estaba hablando? Lestia inclinó la cabeza con confusión.
Fue entonces que se escuchó otro sonido.
¡Bang!
La puerta se abrió con violencia y alguien corrió hacia el estudio gritando fuerte.
—¿Dónde estás? ¡Mi hermana! —y el sonido de pasos corriendo hacia ellos.
Los ojos de Lestia se dirigieron naturalmente al personaje principal de la voz y el cabello claro limón le llamó la atención primero.
—¿Eh? ¿Joel? —Lestia se levantó de su asiento con alegría, pero la persona frente a ella no era Joel.
Su color de cabello, su altura y su cara se parecían mucho a Joel, sin embargo, la atmósfera en sí era muy diferente.
Si Joel era tan elegante como un ángel, entonces esta persona frente a ella era como un villano.
El cabello había crecido tanto que el flequillo le cubría los ojos ligeramente, como si hubiera pasado mucho tiempo desde que fue recortado, mientras que había alegría reflejada en sus ojos color violeta.
Ambos lóbulos de las orejas llevaban perforaciones de color verde oscuro que parecían talladas en piedras de neutralización de mana.
De inmediato Lestia lo pudo reconocer, era el tercer hermano del que sólo había oído hablar.
Era Mathius Berchester.
—¡No, no, no! ¡no soy Joel! ¿cómo puedes confundirme?, soy mejor hermano y más genial que Joel—protestó Mathius con sus ojos violetas bien abiertos en sorpresa por las palabras de Lestia.
—¿Quién es más genial? —Joel apareció detrás de la espalda de Mathius y tenía una gran caja de regalo en sus brazos.
—Estoy de vuelta, Lestia—Joel adelantó a Mathius y llegó a Lestia, luego se inclinó quedando al nivel de sus ojos y le sonrió como siempre lo hizo.
—Hermana mía, ¿cómo estás? Como prometí, traje un regalo junto a mi tercer hermano, Mathius— dijo Joel mientras abría la caja e inmediatamente puso el contenido directo en los brazos de Lestia.
—¡Ahh …! —el tacto era esponjoso y suave.
El regalo de Joel era un peluche en forma de conejo blanco y muy grande.
El conejo de peluche, con sus largas orejas caídas, tenía una linda cinta roja con pequeñas gotas de oro alrededor de su cuello, y sus ojos tallados en diamantes negros, brillaban con el reflejo de la luz cada vez que se movía.
—Lo elegí pensando en ti ya que en especial sus ojos, se parecen a Lestia. ¿Qué piensas?
—Es tan lindo, ¿de verdad puedo recibir esto? — dudó Lestia, pero rápidamente Joel habló.
—Bueno, no puedo dárselo a Lysian, ¿Verdad?
Cuando se mencionó su nombre, Lysian frunció el ceño.
Cuando Lestia escuchó las palabras de Joel, se imaginó a Lysian jugando con el conejo de peluche y pensó que no encajaba mucho.
Lestia comenzó a reír sin darse cuenta.
—Sí, lo aceptaré. Gracias, Joel—sólo entonces Lestia se sonrojo expresando tímidamente su gratitud.
—Me alegro de que te guste—Joel sonrió y miró a los Mathius de forma provocativa—Un hermano que regresó a casa con un regalo es más genial que uno que escapó de casa y volvió con las manos vacías.
Era un comentario provocativo, como una competición.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 9
Capítulo 9
<—Dijiste que podía hacer lo que quisiera> pensó en lo que le había dicho Lestia anteriormente.
Lysian le sonrió a la pequeña, quien antes había perdido el miedo pero que ahora volvía a ser un conejito tembloroso.
Pero Lysian habló, como si hubiese llegado a una conclusión.
—No, puedes leerlos tanto como quieras, o tirarlos si gustas. El duque de Berchester tiene muchos libros de magia, pero es mejor leer ese tipo de libros una vez puedas leer un libro normal.
Recordó haber oído que era como el destino el que un intérprete leyera un libro de magia.
Entonces no tenía sentido detenerla. Sin embargo, si tuviera que leer los libros de magia, pensó que sería mejor acceder primero a otros conocimientos.
Los conocimientos tenían una estrecha conexión entre sí, ya que un niño que no construye la base del conocimiento básico no debería acceder al conocimiento antiguo y desconocido.
De alguna manera se sentía como algo peligroso.
Bueno, los detalles los decidiría Gerard, el propietario de Berchester. Él ahora era un guardián temporal de Lestia.
<Deberíamos hacer lo básico> Concluyo Lysian.
—¿Eh? ¿Libros ordinarios? —Lestia no notó ninguna de las preocupaciones de Lysian y en cambio sus ojos brillaron mientras imaginaba un futuro donde podía leer un libro.
—Sí, significa que estudiarás escritura a partir de mañana. Te enseñaré. Tus buenos tiempos han terminado—Lysian hizo un sonido con los labios y sacudió su cabeza con pena, pero en cambio Lestia estaba saltando de alegría.
—¡Muchas gracias! —dijo Lestia con una sonrisa.
Antes, la sensación de leer un libro era muy buena. Ella también quería leer otros libros y estaba muy agradecida con Lysian por decirle que la ayudaría a hacer eso posible.
Lysian miró a Lestia, quien estaba sonriendo alegremente y tomó una galleta.
—Prueba esto primero. Los libros son buenos, pero tienes que comer mucho.
—¡Si! —Lestia asintió y se comió la galleta del tamaño de la palma de su mano que le entregó Lysian.
* * *
Gerard asistió a la fiesta con un traje negro en donde se veía el bordado del escudo Berchester.
Era la ceremonia de sucesión del título.
El viejo emperador había recibido el juramento de lealtad desde hacía mucho tiempo y se marchó diciendo que estaba cansado.
Como estaba, el horario también debió de haber terminado al mismo tiempo. Sin embargo, el emperador había ordenado personalmente que asistieran a la fiesta que habían organizado para Berchester.
El duque de Berchester nunca había querido una fiesta tan grande.
Poco después de que el funeral de su padre se completara, la familia real dijo que solo se realizaría una ceremonia de sucesión título, sin embargo, habían organizado una fiesta para celebrar y obligó a Gerard a asistir.
Fue un programa largo y agotador que duró más de 15 días. Había mucho trabajo que hacer al volver, pero no era complicado.
Tenía que asegurarse de que Joel recupera a su hermana sana y salva.
—Oh, Gerard, la sucesión de Berchester encaja mejor de lo que pensaba. El antiguo duque estaría feliz de ver a su hijo crecer así—dijo Erick, el príncipe heredero.
Cansado, Gerard miró al príncipe heredero quien sostenía una copa de vino en la mano y parecía un poco borracho.
Parecía que ya se había divertido en la parte de atrás de la fiesta porque su ropa y su cabello no estaban ordenados, sin embargo, los ojos escamosos de la serpiente eran tan brillantes como el veneno.
—Me alegro de verte fuera de la academia—habló el príncipe en un tono suave.
El príncipe heredero Erick era un conocido de Gerard, ambos asistieron a la academia real y se han enfrentado durante más de una década desde su infancia hasta la edad adulta, pero no podía ser considerado un amigo cercano de Gerard.
Esto se debe a que Erick ha estado celoso de Gerard durante años.
El príncipe heredero quería ser el mejor y él más grande para su estatus. Sin embargo, nunca ha vencido a Gerard en ningún ámbito, ya sea magia, lo académico, esgrima o cualquier otra cosa.
Incluso tan pronto como Gerard se convirtió en adulto, se fue la batalla y volvió con el título de "Héroe de Guerra".
A medida que Gerard ganaba fama día a día, el círculo interno de Erick se deformaba. Además, Gerard nunca se inclinó frente a él.
<Bastardo desafortunado>
Pero no importaba cuán grande fuera Gerard, estaba debajo de él.
Su cuerpo sería el futuro emperador, pero el duque de Berchester estaba destinado a ser solo un pseudo-dios.
Erick miró a Gerard con desprecio, como si se estuviera divirtiendo mucho.
—Saludos a su majestad, el príncipe heredero— Gerard lo saludó con cortesía mientras lo miraba con un rostro inexpresivo.
Cuando estuvo en la academia, siempre lo ignoraba, pero ahora que se había convertido en el jefe de la familia, necesitaba tratar con el príncipe heredero, aunque fuese superficialmente.
—Bueno, Gerard ¿qué estás haciendo? No es divertido. Mira, a todas esas aristócratas que solo te miran a ti. ¡El soltero duque de Berchester! Estoy seguro que todas quieren mostrarte lo que hay dentro de su falda— susurró Erick diciendo palabras sucias, pero Gerard no se inmutó en absoluto. El comportamiento del príncipe heredero había sido comprendido desde hace mucho tiempo.
Cuanto más reaccionaba, más persistente se volvía el príncipe en molestar a Gerard.
Sin embargo, Erick hoy estaba más persistente. Rápidamente habló sobre algo que despertaría el interés de Gerard. Era una historia sobre la familia Berchester.
—Es extraño, ¿Por qué no puedo ver a nadie de la familia Berchester? Es una fiesta para celebrar la sucesión del duque, pero no se han reunido a disfrutar de la fiesta.
—No creo que necesite las felicitaciones de alguien más, ya que el propio príncipe me ha felicitado—Gerard apartó la mirada del príncipe heredero, lo que pareció algo grosero.
Hasta ahora, él ha tratado con él como un duque, pero como ser humano, no quería acercarse a él nunca más.
Pero Erick comenzó a reír y dio un paso más cerca de Gerard.
—¿Adivinamos? El segundo hermano, Joel, estará ocupado con el trabajo de la academia, y el tercero, Mathius viajará libremente. Y el más joven...
—El cuarto, sabes que está enfermo…—cuando la boca de Erick mencionó los nombres de sus hermanos uno por uno, Gerard expresó su disgusto.
Entonces Erick no pudo ocultar su alegría y sonrió. Se alegró que Gerard, quién siempre había sido insensible, respondiera así.
Entonces, ¿cómo reaccionaría ante la próxima historia?
—Oh no, Gerard, sabes que no estoy interesado en el cuarto—la basura que había nacido en Berchester, pero era tan débil que no podía dar un paso fuera de casa, aunque tuviera catorce años.
Erick tomó de la copa de vino y se la acercó a sus labios, y como si se estuviera burlando, habló.
—Me refiero a la más joven. ¿No obtuviste una linda hermana pequeña recientemente? ¿Verdad?
Al oír estas palabras, los ojos de Gerard, que permanecían tranquilos como un lago en invierno, se sumergieron profundamente por un momento.
¿La familia real se había dado cuenta de la existencia de Lestia? ¿desde cuándo? ¿antes o después de que su padre muriera?
Entonces, ¿sabían que era una intérprete? no, si lo supieran ya se habría enterado de ello y hubieran interferido.
Eso es todo lo que importaba.
—Tú lo sabías—Gerard respondió con calma.
Si el emperador supiera de su existencia, esconderla sólo causaría problemas. Especialmente si el príncipe Erick lo sabía.
Quería ofender a Gerard de alguna manera, como ahora.
—Ha pasado mucho tiempo desde que una niña nació en Berchester, ¿verdad? Realmente quiero verla, aunque sea una vez. Estoy seguro de que debe ser hermosa como tú.
—......Sólo tiene once años—era desagradable ver que su hermana fuera mencionada por la boca del príncipe pródigo.
Gerard era cauteloso al hablar en un tono bajo.
Los labios de Erick estaban resecos por el espíritu sangriento de Gerard, pero se rio tratando de parecer audaz.
—jajaja. Sí, tarde o temprano le haré una invitación a esa linda dama—y como si fuera divertido, derramó todo lo que quería decir—. El exduque era una persona muy...agradecida. No puedo creer que haya dejado cinco líneas de sangre de Berchester.
—………
—Gerard, tu deberías hacer lo mismo. Por mi imperio al que serás leal, cuantos más magos haya, mejor. De esa manera, ganaremos la guerra y protegeremos a la gente del imperio.
Fue tratado como un semental y un sabueso. Gerard miró fijamente a Erick y levantó con fuerza su pesada boca.
—¡¿Eh?!— Erick por un instante sintió una sensación de frío que congelaba el aire a su alrededor y dio un paso hacia atrás sin saberlo.
—Está muy preocupado, su gracia.
una escoria sin valor que no merecía lealtad.
De pronto surgió un impulso de quitar toda la humedad del cuerpo del príncipe heredero y matarlo. No, tal vez debería ponerlo en un spray mágico y ahogarlo dolorosamente.
En poco tiempo, decenas de miles de métodos de asesinato pasaron por la cabeza de Gerard, pero la víctima era el príncipe heredero y no debería de hacer un enemigo a la familia imperial.
Sólo el rey sabía cómo hacer las piedras de mana, así que Gerard tenía que ser paciente.
La necesidad de la piedra de neutralización era una debilidad fatal para la familia de los magos Berchester.
Si estuviera solo, habría actuado como se sentía, pero tenía hermanos menores de los que ser responsable. No podía permitir que sus hermanos pequeños fueran devorados por la magia y murieran.
De alguna manera tenía que conseguir la neutralidad de la magia de la familia imperial.
Gerard forzó las comisuras de su boca hacia arriba para hacer una sonrisa.
—Gracias por su preocupación, pero mi Berchester será mejor que el de mi padre.
El príncipe Erick, que se había endurecido como una piedra, dejó salir una tos falsa.
—¡Sí!, lo espero con ansias.
—Yo también espero con ansias el futuro imperio creará que su majestad el príncipe heredero.
La conversación entre los dos terminó así.
Mientras tanto, las damas líderes del imperio miraban a Gerard en secreto e hicieron un pequeño alboroto mientras luchaban.
—Oh Dios mío, ¿acabas de ver al duque de Berchester sonriendo?
—Sí, señor. ¿Qué tipo de conversación habrá tenido con el príncipe heredero?
—Ha... Es tan guapo. Espero que se sonría a menudo.
—Lo sé. ¿Cómo puedes andar siempre sin expresión cuando sabes cómo sonreír así?
Pero nadie notó la profunda rabia detrás de la maravillosa sonrisa de Gerard.
* * *
Crack-
Después de su conversación con Gerard, el príncipe heredero volvió a su habitación y estrelló el vaso de vino que tenía en la mano contra el suelo. Entonces, de repente comenzó a romper las cosas que estaban frente a él.
—El pequeño cachorro de mago, que descarado...—Erick siempre solía romper cosas como estas y comenzaba a golpear a sus subordinados, así que los sirvientes y criados del palacio temblaban de miedo.
En ese momento uno de sus sirvientes gimió y se acercó hasta Erick.
—Su Gracia, cálmese. Hemos encontrado a alguien que conoce bien a la hermana del duque de Berchester.
—¿En serio? eso es genial—el rostro de Erick, que estaba distorsionada por la ira, instantáneamente mostró una oscura sonrisa, y como si estuviera decidido, parpadeó lentamente como una serpiente.
—Gerard, tendré que ver a ese descarado bastardo avergonzarse al menos una vez.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 8
Capítulo 8
—Quería expresar mi gratitud a quienes me ayudaron, por eso hice lo que he podido—el pequeño conejito era más valiente que nadie, ya que, a diferencia del día de ayer, ella estaba transmitiendo sus intenciones sin sentirse desanimada en absoluto.
Lysian también la miró, como si estuviera observando una novedad.
—He hecho algo para ti... ...y si no te gusta, puedes tirarlo a la basura—dijo Lestia tomando la flor de papel que estaba dentro de su bolsa.
Lysian estaba confundido, pero rápidamente tomó la flor.
—¡Qué! ¿quién lo odia? dámela.
—¿En serio?
—Bueno, yo sólo preguntaba. Puedes hacer lo que quieras.
—¿En serio? — Lestia sonrió como una flor en plena floración y colocó una flor de papel amarillo brillante en la palma de Lysian.
—......—Lysian la miró por un momento sin comprender, pero luego la dobló con cuidado y la puso entre sus manos para que no se arrugara.
Se hizo un silencio entre los dos, pero fue Lestia quien rompió el silencio primero.
—Escuché que Lysian está muy ocupado, ¿está bien estar aquí? —preguntó Lestia.
—¿Eh? Esto...—en medio de la confusión, Lysian trató de buscar una excusa, pero no se le ocurrió nada porque no pensó que se encontrarían así.
—Amo Lysian, si no le importa, ¿por qué no toma el té con la señorita Lestia? —dijo Dora rápidamente.
—Está bien, tráelo a la biblioteca—Lysian aceptó la oferta e inmediatamente se dirigió al edificio de estudios al otro lado de la mansión.
—¿La biblioteca...? —Lestia parpadeo con sus grandes ojos grises, pero aun así lo siguió con pasos apresurados.
Las personas presentes observaron con la boca abierta.
—Oh, Dios mío. ¿viste eso? El joven Lysian no le dijo nada a la señorita Lestia.
Los empleados que conocieron a Lestia por primera vez, pensaron que era solo una niña pequeña que necesitaba atención, pero cuando se enfrentó a Lysian creyeron que no podría decir nada y que quizás lloraría.
Sin embargo, Lestia transmitió claramente sus intenciones a Lysian, quien era temido por todos los sirvientes del ducado.
—Nuestra princesa, pensé que solo eras amable, pero eres increíble.
—¡Si, nuestra señorita puede ser amable y atrevida!
Los empleados comenzaron a charlar sobre la dulce, atrevida y linda princesa que llegó al ducado de Berchester.
* * *
Tan pronto como llegó a su estudio, Lysian abrió un libro y puso la flor dentro para evitar que se arrugara.
—Vaya...—Lestia estaba mirando la biblioteca, parpadeando sus grandes ojos.
La biblioteca del duque de Berchester, que estaba llena de grandes estanterías, era lo bastante grande como para ser llamado biblioteca.
—Te llamaré cuando los aperitivos estén servidos, así que no dudes en mirar. Esta biblioteca es para los Berchester de todos modos, no me importa si lo rompes todo.
—¡Yo no... no voy a hacer eso!
—Está bien.
Lestia lentamente comenzó a mirar alrededor de la biblioteca.
<Esto también está hecho de papel.>
Era increíble. ¿qué era un texto? ¿por qué la gente leía periódicos y libros?
Aunque Lysian dijo que reconocer letras sólo aumenta la complejidad, supuso que lo había dicho solo para calmarla.
<Ojalá pudiera leer cartas también>
Lestia paseaba lentamente a través de las estanterías de libros en la biblioteca del ducado, fue entonces cuando descubrió un libro misterioso que brillaba intensamente.
< ¿Uh......? Este libro, está brillando>
El libro brillaba con una intensan luz, como si estuviera tentando a Lestia. Sin embargo, tan pronto como Lestia reconoció la existencia del libro, el brillo desapareció en un instante, como si no hubiese pasado nada.
< ¿Lo vi mal?>
Con incredulidad, Lestia se frotó los ojos con ambas manos y miró el libro de nuevo, pero el objeto seguía atascado en la esquina de la estantería sin ningún cambio.
De repente, pensó que tenía que revisar ese libro.
Lestia levantó sus talones con fuerza y sacó a tientas el libro que estaba por encima de su cabeza.
—¡Cof, cof! —al mismo tiempo que sacó el libro, el polvo blanco la hizo toser un poco sin darse cuenta. Parece que era un libro que nadie había tocado durante mucho tiempo.
Lestia limpió cuidadosamente el polvo de la portada del libro con la palma de la mano. Sin embargo, la vieja cubierta de cuero no era el tipo de material que podía producir luz sin importar cuanto la miraras.
Incluso se podía notar que el tiempo que tenía aquel libro era bastante, ya que el título estaba medio borrado.
< ¿Eh? >
Para su sorpresa, Lestia podía leer el título del libro.
“Definición de fórmulas”
< ¿Uh?... ¿puedo leerlo? ¿cómo?>
Era Lestia, quien nunca había aprendido a escribir en su vida. No podía leer periódicos ni libros, pero podía leerlo.
Lestia abrió el libro, sintiendo el latido de su corazón.
<No tiene sentido.>
Realmente podía leerlo.
Era una forma muy intuitiva, como cuando ves una flor y sabes que es una flor. Algo…. natural.
No podía creerlo, incluso después de haberlo experimentado por ella misma. Sin embargo, antes de darse cuenta, Lestia comenzó a recitar el libro con sus propias palabras, entonces, un círculo mágico apareció en los iris grises de Lestia y comenzaron a brillar.
¡Whosh!
Cuando el espacio sonó, las estanterías del estudio comenzaron a resonar, pero Lestia no era consciente de la situación.
Fue simplemente divertido.
El hecho de que las letras no parecieran adivinanzas y contengan significados hizo que todo su cuerpo se estremeciera de emoción.
Había muchas palabras difíciles que no podía entender porque nunca las había escuchado, pero el acto de leer no estaba bloqueado.
—¿Qué? — Lysian sintió las vibraciones que repercutían en la biblioteca.
Dora, quien acababa de traer los refrescos, estaba a punto de llamar a Lestia.
—Oh Dios mío, ¿ha vuelto el amo Mathius?
—¿Ya?
Las diminutas vibraciones resonaron el toda la mansión y todos sintieron que el tercer hermano, Mathius había regresado para desahogar su ira.
Mathius, que poseía la magia de tierra, siempre la sacudía de esta manera cuando se sentía insatisfecho.
Sin embargo, hoy era demasiado. Normalmente, Joel lo habría controlado de inmediato, pero por alguna razón, hoy estaba tomando más tiempo.
—Este idiota, no me digas que vas a destruir la casa.
—Bueno, me temo que la señorita Lestia puede estar asustada.
—……
Mientras Dora caminaba ansiosamente, Lysian se levantó de inmediato.
En el pasado, no le importaba si Mathius rompía la casa o no, pero ahora estaba Lestia en este estudio. Si la biblioteca se derrumbaba, ella se lastimaría seriamente.
Lysian se acercó lentamente hacia la dirección de donde provenía el poder mágico, pero fue un poco extraño.
El poder mágico que sentía no se parecía al de Mathius en absoluto, incluso si lo sentía de cerca.
—Mathius.
Pero Mathius no estaba allí.
Lestia estaba de pie y leía un viejo libro en voz alta como si estuviera poseída por algo..., sin embargo, se veía feliz.
El libro que Lestia estaba leyendo también emitía un brillo sutil cada vez que ella pronunciaba palabras y frases, como si estuviera feliz de descubrir lo que había dentro de ella.
—Oye, tú. El libro—. Lysian se acercó a Lestia.
Pero Lestia no era consciente de que Lysian estaba cerca del libro. Así que al pelinegro no le quedó más opción que colocar sus manos sobre las de Lestia y la presionó para cerrar el libro.
Thack.
—Oh...—con el alegre sonido del papel chocando entre sí, Lestia volvió a la realidad.
—Tú— Lysian inmediatamente agarró los hombros de Lestia y la giró para mirarla.
El libro que Lestia sostenía cayó al suelo.
—¿Cómo leíste el antiguo libro de magia?
—¿Qué? — Lestia abrió los ojos, desconcertada.
Sin embargo, Lysian observó como el antiguo circulo mágico dorado, que era claramente visible por encima del iris gris de Lestia, se desvanecía lentamente.
—Ja, ¿mira esto? — las cejas de Lysian se fruncieron—¿Tú, eras “un intérprete”?
—¿Qué? ¿qué es eso? me sorprende la forma en que se leen los libros...— Lestia parpadeó y miró a Lysian con sus grandes ojos, como si no supiera nada. Su expresión estaba llena de miedo.
Un intérprete.
Significa que una persona podía interpretar las reliquias antiguas, los libros de magia hechos en el pasado.
La magia fue un legado dejado por civilizaciones antiguas. Se dice que, en el pasado distante, la mayoría de los humanos manejaban magia libremente, pero la civilización se derrumbó de la noche a la mañana por razones desconocidas.
Desde entonces, la magia sólo se ha transmitido a través de la sangre y textos.
Aquellos que heredaron la magia a través de la sangre fueron llamados “magos de la línea de sangre”, como lo son la familia Berchester. Que nacen con herencia mágica y pueden usar magia grabada en sus instintos de manera libre. En cambio, cada familia tiene un efecto secundario.
Por otro lado, aquellos a los que se les daba magia por medio de textos eran llamados investigadores mágicos. Ellos interpretan libros de magia y crean herramientas mágicas para que incluso la gente común pueda usar magia.
Sin embargo, era casi imposible interpretar los libros de magia. Por esta razón, fueron entregados a la familia imperial de Morcatium.
Muy raramente ha habido en la historia personas que podían leer los libros de magia libremente.
Se les llamaron intérpretes.
Sin embargo, fue hace doscientos años que se registró a la última interprete por última vez en la historia. Pero no podía creer que Lestia fuera una.
Lysian estaba perdido en sus pensamientos.
¿Estaba el ex duque de Berchester al tanto de esto? ¿Qué hay de Gerard Berchester?
Si este hecho era conocido por el público, ¿sería una bendición o una maldición?
—¿Hice algo malo? —los hombros de Lestia temblaban un poco.
Fue entonces cuando Lysian se dio cuenta de que sostenía a Lestia demasiado fuerte y relajó su agarre.
—No, lo siento. ¿no te has hecho daño?
—Sí
—Vamos a comer algo delicioso primero—Lysian recogió el libro de magia que Lestia había dejado caer y lo puso en la estantería superior, fuera de su alcance.
Luego agarró la muñeca de Lestia y se dirigieron al lugar donde estaba la mesa de los refrigerios.
Dora los estaba esperando con una mirada preocupada, pero cuando ambos regresaron a salvo, preparó hábilmente el té y dio un paso hacia atrás.
El fragante aroma floral comenzó a emanar suavemente en el estudio que estaba lleno de olor a libros.
Las galletas que parecían deliciosas a primera vista también estaban adornadas en un bonito plato, pero Lestia rara vez pensó en llevárselas a la boca, en cambio, miró el silencio de Lysian.
—Yo…Lysian, ¿estás enojado? ¿no estaba permitido leer ese libro?
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 7
Capítulo 7
—¡Señorita! ¿está levantada? ¿puedo entrar?
¡Pa…pase! —dijo Lestia entre tartamudeo.
De inmediato, Dora entró en la habitación como si hubiera estado esperando.
—Oh, si se despertó tan temprano, ¿por qué no me llamó? ¡debe de haber tenido hambre! —Dora se había olvidado de dar una explicación, pero amablemente le explicó a Lestia cómo usar la cuerda para llamar a una mucama a la habitación.
—Bueno, usted solo debe tirar de esta cuerda. ¿Está bien?
—Sí...
—Sí, debe hacerlo.
—Sí.
—Bien. Entonces la ayudaré a lavarse la cara—Dora ayudó a Lestia a lavarse la cara con un jabón con aroma a lila, igual que anoche.
Y tan pronto como terminó de lavarse el rostro, empujaron un carrito con el desayuno a la habitación.
—¡Vamos! ¡coma, señorita! ¡Debería de comer lo suficiente para salir a pasear al sol esta tarde!
Un delicioso olor llenó la habitación, y la comida se sirvió en la mesa. Lestia parpadeó sus grandes ojos grises y miró cuidadosamente a su alrededor antes de preguntar.
—Yo... Lysian...
—Oh, mi señorita. ¿quería desayunar con el joven Lysian? El joven amo ya ha desayunado y se ha ido a practicar el manejo de la espada. Es raro que toda la familia Berchester tenga una comida junta.
Lestia asintió en silencio, pero Dora hablo con mucha energía.
—¡Hablaré de esto para que puedan cenar juntos!
—¡Oh, no! —Lestia sacudió la cabeza asustada.
Quería que comieran juntos, pero de alguna manera sentía que era grosero.
—Oh, ¿en serio? Sería bueno si pudieran comer juntos—dijo Dora con tristeza.
—Esta comida se ve deliciosa—Lestia trató de cambiar el tema y poner énfasis en el desayuno.
El menú del desayuno consistía en un estofado de carne, pan de centeno, ensalada de verduras con salsa de naranja y zumo de varios tipos de fresas.
Todos los menús fueron hechos para poder ser usados con pequeños tenedores y cucharas para Lestia, que no era buena con el uso de utensilios.
Lestia comenzó a comer con cuidado. Como le dijo Lysian, se metió en la boca lo que quería comer y lo masticaba con fuerza.
—¿Está delicioso? —preguntó Dora mientras vertía el zumo en el vaso vacío.
Lestia intentó responder con un "¡Sí!" sin darse cuenta, pero rápidamente cambió sus palabras.
—Sí, es realmente delicioso.
Trató de responder cómodamente como le dijo Dora, pero era difícil hablar con los empleados como una noble después de un solo día.
Dora no señaló a la vacilación Lestia y le dio una sonrisa tranquila. Aunque no fuera perfecto, estaba orgullosa de los esfuerzos de Lestia.
—Me alegro de que la cocina se adapte a su gusto ¡al chef en jefe le encantará!
Chef jefe.
Ahora que lo pensaba, la comida que comió anoche, y la habitación en la que descansaba, todo se sentía lleno de sinceridad.
Lestia a menudo hacía las tareas domésticas en nombre de su tío, por eso ella sabía que estas cosas no se hacían gratis. Agradecía a todos en esta mansión por decorar la habitación y preparar deliciosas comidas para ella.
Personalmente, pensó que le gustaría devolver esa amabilidad con algo, pero…no había nada que pudiera dar.
<Aunque fuese un poco, me gustaría expresar mi gratitud>
¿Hay algo que pueda hacer?
—¡Ah!
De repente, recordó los libros que acababa de ver en su escritorio.
< ¿Puedo hacerlas de papel y regalarlas?>
Lestia se armó de valor para quitar el plato vacío y tiró de la mano de Dora mientras empujaba el carro.
—¡Dora!
—¡Sí, señora! ¡Dígame!
—¿Me puedes conseguir papel?
—¿Papel? ¡Claro! Por favor, espere un momento—Dora regresó inmediatamente con muchos papeles de colores.
Como no sabía lo que le gustaba, preparó papeles con diferentes tamaños y texturas.
—¿Qué va a hacer con este papel, señorita? —cuando Dora preguntó, Lestia respondió con un poco de color rojo en sus mejillas.
—Estaba pensando en hacer flores de papel...
Era una flor de papel lo que Lestia pensó en entregar a cambio de su gratitud.
En invierno, las flores no se podían encontrar en los campos. Por lo tanto, tenía que doblar las flores en periódicos y envoltorios de pan.
Por supuesto, las flores que se hacían de esa manera se veían sucias y no se podían considerar un producto de venta.
[—Oh, hiciste un buen trabajo. Es único y bonito, se vendería bastante bien si lo doblas en un papel más colorido en lugar de este.] Dijo una señora que una vez le compró una flor de papel. Lestia le contó a su tío la historia, pero él dijo que era un desperdicio de dinero.
El propósito principal de la venta de flores era estimular la simpatía del comprador. Quienes compraban sus flores, simpatizaban con Lestia, porque tenía que llevar ropa fina y vender flores de papel en pleno invierno a cambio de dinero.
Así que su tío no pensaba que fuera necesario mejorar la calidad de las flores. Era de la idea de que cuanto más lástima demostrara, más dinero ganaría.
Pero Lestia dobló el papel con la esperanza de que la persona que lo comprara fuera feliz y con la ilusión de que aquella flor llena de gratitud le diera buena suerte.
Esta vez fue lo mismo.
Lestia dobló el papel con la esperanza de que la persona que recibiera las flores fuera feliz.
En cierto modo, parecía un poco trivial dar este pequeño presente a aquellas personas que prepararon todas estas cosas lujosas...
<Porque dijiste que podía hacer lo que quisiera.>
Estaba bien dar las gracias.
El coraje había surgido.
Poco después, flores de papel rojas y amarillas comenzaron a florecer de las yemas de los dedos de Lestia.
—¡Oh, mi señora, son tan bonitas! —Chilló Dora. Cuando ella trajo los papeles de colores, ante la petición de Lestia, se sintió un poco confundida. Sin embargo, las flores de papel que Lestia dobló eran tan únicas y hermosas que no parecían ser hechas por un niño.
Ciertamente, las flores que eran hechas en papeles de color eran completamente diferentes de las flores comunes que vendía Lestia, sin duda se veían más finas y elegantes.
Lestia, muy avergonzada le entregó una de las flores a Dora.
—Dora, ¿puedes... puedes aceptar esto?
—Oh, mi señorita, ¿me lo está dando?
—Gracias por tu ayuda. Le deseo a Dora mucha felicidad...
—Es muy bonita, ¡gracias, señorita! — los ojos de Dora se humedecieron sin darse cuenta al escuchar las palabras de Lestia.
Lestia era una niña que había sido maltratada hasta el punto de tener moretones por todo el cuerpo. ¿Cómo podía una niña como ella desear la felicidad de los demás? Era difícil siquiera de imaginar un corazón como el suyo.
* * *
Lysian estaba en el centro de entrenamiento con un caballero que era mucho más grande que él.
Dos espadas afiladas repetían la fricción, creando una elegante danza de la espada.
—Lysian, ¿dónde estás mirando hoy? —no parecía haber ningún hueco en los movimientos de Lysian, aun así, el caballero de Berchester, Franker, con quien compartía su espada todos los días, parecía haber descubierto un error en sus movimientos.
—Quién dijo que estaba distraído? — Lysian torció su boca y redujo la distancia acercando su espada a Franker. Con sorpresa, Franker rápidamente dio un paso atrás.
—¿Pero por qué está tratando de terminar tan rápido hoy? —pregunto el caballero.
Como si no quisiera escuchar más quejas, Lysian creó un camino con su espada y apuntó al cuello de Franker.
Cuando el filo de la espada se detuvo en el borde de su cuello, Franker dejó caer su espada y declaró la rendición.
—Uf, si termina esto rápido es mejor para mí, así tengo más tiempo libre.
Como de costumbre, Lysian pasó más de medio día practicando el manejo de la espada desde temprano en la mañana, hasta que los caballeros que se enfrentan a él uno tras otro, se cansan y huyen.
Pensaba que era un buena rutina para matar el tiempo porque así no tenía que pensar en nada cuando empuñaba la espada, pero hoy... de alguna manera no pudo concentrarse.
—Si te gusta tanto, descansa.
— ¡Gracias! ¡No se presione! —Franker desapareció rápidamente, y Lysian tomó su espada y la guardó. Luego, fue directamente a la habitación donde estaba Lestia.
< ¿Te estás adaptando bien?>
Ciertamente, él no pensó mucho esta la mañana ya que Lysian entregó todas las instrucciones importantes a los empleados para que Lestia puediera llevarlo bien. Pero por alguna razón con el pasar de las horas no podía concentrarse en su rutina diaria porque sentía que necesitaba mirarle la cara una vez más.
<Oh, vamos, ¿desde cuándo trabajo tan duro como si fuese un duque?>
Pensó de esa manera, pero no dejó de caminar.
—¡Oh, Dios mío! ¡Qué lindo!
En la entrada de la mansión se escuchó un zumbido. Las personas que trabajaban en la mansión se reunieron y formaron un círculo.
No fue difícil para Lysian encontrar a Lestia, ya que estaba parada en el medio.
La pequeña niña sacaba algo de una pequeña bolsa y se lo daba a los empleados.
—Gracias, la comida era tan deliciosa. La habitación también es muy bonita.
Los empleados recibieron algo de la mano de Lestia y vitorearon con una mirada emocionada.
—Oh, Dios mío. ¿Lo hizo usted misma, señorita?
—¡Es la primera vez que recibo un regalo hecho a mano como este en mis diez años de servicio a una familia noble!
—¿No es esto hecho por la dama de Berchester?
—¿No crees que deberíamos dejarlo como una reliquia?
Todos hacían un ruido fuerte, como si se estuvieran divirtiendo. Lysian frunció sus cejas y se acercó a ellos.
—Lestia Berchester, ¿qué estás haciendo?
Con las palabras de Lysian, el silencio cayó sobre el ruidoso espacio y como un hábito, todos los empleados llevaron sus manos al pecho y se inclinaron ante el joven pelinegro.
Lestia también se sorprendió y miró a Lysian.
—Joven Lysian—dijeron todos, pero el muchacho caminó hacia Lestia con un rostro inexpresivo.
—¿Qué es esto? —la aguda pregunta del joven casi hace que las palabras de disculpas se deslicen de la boca de Lestia.
Sin embargo, anoche, Lysian le había dicho aquellas palabras.
<Te perdonaré todo, así que puedes hacer lo que quieras.>
Lestia buscó en su bolso, tomó una de las flores de papel y se la mostro a Lysian.
—Es una flor de papel. La hice para agradecerles a todos.
—¿Flor de papel? ¿agradecimiento? —Lysian miró las flores en la pequeña mano de Lestia.
—¿Quién te dijo que tenías que pagar? No tienes que hacerlo.
Era un punto interesante ya que no era necesario que una noble como Lestia, agradeciera a los empleados. Todos los presentes se estremecieron y Dora rápidamente se posicionó frente a Lestia.
—Lo siento, joven Lysian. Debí disuadirla de hacerlo, pero no pensé mucho.
Pero entonces, Lestia protestó con una voz clara.
—No. Yo dije que quería hacerlo, es mi elección.
—¿Qué?
—Anoche, Lysian dijo que podía hacer lo que quisiera—ahora la apariencia de Lestia era como la de un pequeño conejito bloqueando el frente de una bestia, así que todos no tuvieron más remedio que mirarla, mientras suspiraban por dentro.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 6
Capítulo 6
Lestia no sabía cómo preguntar si podía dormir en la cama, así que Lysian involuntariamente levantó la voz.
—¡Por supuesto! Esta es tu habitación y sólo tú puedes usar esa cama—. Lestia se encogió al escuchar la fuerte voz del joven.
—Oh, siento haberme enojado, pero no estoy enfadado contigo—Lysian se tocó la frente con su mano por un momento y luego se acercó a Lestia.
—Ven acá—. Y como si no hubiera respuesta, volvió a tomar a Lestia en sus brazos.
—¡Qué... qué!
—Si no hago esto, sé que no vas a subir a la cama—con Lestia en sus brazos, Lysian comenzó a caminar hacia en la cama.
La chica en sus brazos era tan delgada y ligera. Lysian no tuvo más remedio que causar una fuerte impresión, pero ¿Cómo podía ser tan ligera cuando es sólo tres años más joven que él? Incluso parecía tener como mucho, nueve años.
El pensamiento de que había sido abusada por un borracho como si fuese un cuerpo de papel lo hizo enojar más, así que lentamente abrió la boca.
—Tu… ¿no odias a tu tío?
—¿Eh?
—Dime, ¿no sería bueno si él solo desaparece?
<Sólo dilo, me desharé de él si me dejas.>
Aquella era una pregunta con esa intención. Sin embargo, Lestia sólo lo entendió como una interrogación de si odiaba a su tío.
—A veces. No solía odiarlo tan a menudo. Cuando era pequeña, realmente podía confiar en mi tío. Hasta los cinco años fue muy amable conmigo, pero cambió cuando comenzó a beber.
—¿Sería bueno si desapareciera? — pregunto Lysian con persistencia, pero Lestia no le dio la respuesta que él quería.
—Sólo quiero que mi tío deje de beber y viva feliz para siempre.
—Eres inútilmente amable—finalmente, Lysian tuvo que dejar a Lestia en la cama con cuidado, posponiendo la eliminación de su tío por un tiempo por si la joven decidía “cambiar de opinión”, como solía decir la gente.
Lestia lo miró sin responder.
Originalmente, Lysian solo iba a darse la vuelta y volver, pero el cuerpo delgado de Lestia que estaba sus brazos lo preocupaba demasiado.
Se contradecía él mismo, pero al final, Lestia fue colocada en la cama. Trajo sus almohadas y tuvo la amabilidad de cubrirla con sus mantas.
Entonces, los ojos de Lestia y Lysian se encontraron de repente. Lestia tartamudeó, sorprendida por la amabilidad del joven pelinegro.
—Gracias, pero no tienes que hacer esto por mí.
Lysian se sintió mal, aun así, ahora que lo pesaba, ¿su comportamiento no era demasiado?
—Maldición.
—Yo… ¿hice algo malo otra vez?
—No, no es eso. Me he quedado sin palabras, pero ¿qué piensas de tu cama?
Lestia respondió a la pregunta de Lysian con una voz ligeramente sonrojada.
—La cama es realmente... suave. De verdad no sé si puedo dormir aquí.
—De todos modos—dijo Lysian con la voz clara, como si le estuviera lavando el cerebro a Lestia, que aún estaba incómoda—, escúchame con cuidado. Esta es tu habitación.
—¿Sí?
—Es un lugar que sólo tú puedes usar ahora y en el futuro. ¿De acuerdo?
—¡Sí, sí!
—Así que intenta usar todas las cosas que hay aquí mañana.
—... ¿Eh?
—Responde.
—¡Si! —dijo Lestia y asintió con fuerza.
—Ve a dormir entonces—habló Lysian, y apagó una de las luces que iluminaba la habitación.
En un instante, la oscuridad cayó sobre la espaciosa habitación.
—¡Oh...! — Lestia estaba asombraba y suspiró. Era extraño y aterrador estar sola en un espacio tan amplio y oscuro.
—¿Por qué, estás asustada? —preguntó Lysian, quien se dio cuenta del estado de la pequeña.
—Yo... un poco...
—Pero tiene que estar oscuro para dormir bien.
—Sí…
Lysian miró a Lestia mientras asentía con la cabeza para no mostrar su expresión, e hizo una mariposas blancas de sus manos.
Las mariposas volaron desde las manos de Lysian y se extendieron en todas las direcciones mientras se multiplicaban. Los pequeños lepidópteros blancos iluminaron la habitación oscura muy sutilmente, volando alrededor como luciérnagas nadando a través del bosque de la noche.
—Esto...
—Es magia— Lysian hizo volar algunas mariposas hacia Lestia para que volaran a su alrededor.
Lestia comenzó a preguntarse si podía tocarlas o no. La escena ante él lo hizo sonreír sin darse cuenta, por fin era como ver a una niña de su edad.
—Puedes tocarla. No está caliente, es sólo luz.
Ante las palabras de Lysian, Lestia finalmente extendió su mano hacia la mariposa y el pequeño insecto brillante voló y se sentó en la palma de Lestia.
—...Es increíble, bonita—finalmente, Lestia sonrió.
Era una sonrisa clara e infantil que nunca había mostrado desde que salió de la cabaña y llegó a la mansión Berchester.
—Ah—Lestia quitó la mano con sorpresa, como si hubiese pensado en algo. Esto fue porque recordó la historia de las piedras de neutralización de mana de las que Joel le había hablado.
—Si usas magia como esta... ¿no es necesario usar esa piedra pesada?
Lisian negó con la cabeza.
—No la necesito para hacer esto.
La mariposa se posó de nuevo en el dorso de la mano de Lestia.
—Lo dejaré así hasta mañana por la mañana. ¿Qué te parece, tienes un poco menos de miedo?
Lestia dudó por un momento, pero luego asintió.
—Muchas gracias—una brillante sonrisa se volvió hacia Lysian con agradecimiento.
De alguna manera la sonrisa era tan deslumbrante que Lysian giró la cabeza sin darse cuenta.
—Me voy a la cama, ya es demasiado tarde—Lysian apagó todas las luces de la habitación, cerró silenciosamente la puerta y salió.
Con un último sonido, la puerta se cerró.
Lestia, que yacía en su cama miró a las pequeñas mariposas que volaban por la habitación. Para la pequeña niña, todo lo que le había pasado hoy fue mágico como esas mariposas.
<Desearía poder usar la magia>
Si lo hubiera hecho, realmente pensaría que era una Berchester.
Debería de haber estado muy feliz de conocer a su familia, pero el miedo y la excitación se enredaron, y los pensamientos se estiraron como chicle.
—No, Joel dijo que soy una Berchester, aunque no pueda hacer magia—así que estaría bien y suprimió tal ansiedad.
Entonces sus ojos se cerraron lentamente y todo sobre ella se volvió oscuro, pero no estaba tan asustada como antes.
Incluso en sus sueños, parecía que una mariposa brillante volaría alrededor y la protegería. Entonces, Lestia cayó en un sueño profundo después de mucho tiempo.
—Desde mañana, seré una hermana menor.
Lysian salió de la puerta y caminó por el oscuro pasillo.
—¿No sería mejor si ella fuera más descarada? —cuando pensó en la sonrisa de Lestia, las comisuras de su boca se levantaron sin darse cuenta.
Pero Lysian no era consciente del hecho.
* * *
El ducado de Berchester estuvo ocupado desde temprano en la mañana, esto se debía a que había muchas cosas que preparar para la princesa más joven que apareció de repente.
No ha habido ninguna jovencita en la casa desde hace mucho tiempo, así que había mucho que saber.
Había que verificar muchas cosas, desde qué tipo de comida le gustaba a la pequeña princesa, que color de tela combinaba, el tipo de accesorios y juguetes que eran populares entre las chicas aristocráticas del imperio en estos días, además, sumarle el hecho de que si todo aquello encajaría con el carácter del duque.
Todas esas cosas tenían que estar perfectamente preparadas en poco tiempo, así que la gente de la mansión estuvo luchando desde la noche hasta esta mañana.
—Parece que fue ayer que el funeral del exduque terminó, pero hay muchas cosas hacer.
—Tienes razón, no hay tiempo para descansar. Hay una persona más a la que servir.
Algunos empleados fruncieron el ceño, sintiéndose cansados.
—Pero Dora dijo que a la señorita le encantaba la habitación del segundo piso.
—Uf, eso es muy bueno—dijeron algunas mucamas, charlando y relajándose.
Aunque el trabajo fue duro, estaban orgullosas de que la niña, que había sufrido en el mundo exterior, creara un lugar donde pudiera descansar bien.
—Por cierto, ¿la princesa es realmente la hija del antiguo duque? —preguntó una de las personas que charlaban.
—¿De qué estás hablando? has visto a la pequeña señorita, su boca se parecía mucho a la del difunto duque.
—El duque nunca ha estado cerca de una mujer desde que su esposa murió.
—¿Cómo sabemos eso? Tal vez no trajo a esa mujer a la mansión.
—Pero el color del pelo y ojos son totalmente diferentes, y...
La gran incógnita era que ella no podía usar magia, y la para los Berchester, la magia era como huellas dactilares.
—¡Por supuesto que ella es una Berchester! ¡ Fue reconocida por el duque Gerard! Si tienes tiempo para charlar, ¡limpia! — gritó Dora en voz alta, que apareció y reprendió a todas las criadas.
—¿Qué hay de esto?
Por otro lado, la cocina estaba muy agitada.
—El joven Lysian me dijo que prestara especial atención a la comida que se serviría para la señorita.
Lysian siempre fue indiferente a la comida que se servía, pero le dijo que prestara especial atención a la comida.
—Parece que la princesa comió mucha carne anoche. ¡Llenemos el desayuno con carne!
—No, debido a que está creciendo no deber comer sólo carne, debemos asegurarnos de que coma alimentos nutritivos.
—¡Idiotas! ¡Deberían de saber qué postre le gustan! ¡Se recuerda una buena comida cuando el postre está delicioso!
Todo el mundo tenía su propio dolor, quizás era porque estaban demasiado ocupados.
Lestia continuó exclamando desde el momento en que abrió los ojos.
—Vaya...—la habitación era más cómoda y acogedora que cuando la vio noche.
A Lestia le gustaba tanto la cama blanda que casi no podía levantarse, pero aun así trató de salir de la cama.
<No seamos perezosa. Estoy segura de que Lysian me dijo que probara todo lo que hay en la habitación.>
Lestia puso cuidadosamente sus pies en las zapatillas de piel de conejo y lentamente comenzó a mirar alrededor de la habitación.
Las pinturas de la pared le llamaron la atención. Obviamente, los cuadros que el famoso artista habría pintado con gran cuidado eran buenos sólo para mirar, pero Lestia no sabía cómo usarlas, ella nunca había visto un cuadro famoso antes.
< ¿Hay algo aquí que pueda usar?>
Lestia, que había estado mirando alrededor, decidió sentarse en una silla frete a ella, así que tomo asiento con cuidado.
Era muy incómodo, pero le gustaba el suave cojín y el respaldo duro.
<Y esto es un escritorio...>
Delante de la silla, como si fuera natural, había un escritorio y una estantería. Lestia, sin darse cuenta, se acercó al libro de la repisa, pero de giró.
<Tonta, ni siquiera puedes leerlo. ¿Qué vas a hacer con este libro?>
Seguir las instrucciones de probar todo que le dejó Lysian era más difícil de lo que pensaba.
Fue entonces que sintió a alguien llamar a su puerta.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 5
Capítulo 5
—¿Estás aquí? — dijo Lysian mientras miraba como Lestia entraba en el comedor, pero rápidamente apartó la mirada.
Era increíble, hasta hace solo unas horas, la niña que estaba frente a él era una figura torpe que había rodado en la nieve con su pelo enredado, pero luego de bañarse y ponerse ropa, resultaba que era bastante linda.
Hace unos días, Gerard llamó a los hermanos Berchester y les dijo: [—Tenemos una hermana menor. Padre la abandonó porque no podía usar magia.]
Sabía que tenía una hija, pero la dejó ir sólo porque no era capaz de usar la magia. Sin embargo, el ex Duque de Berchester era un hombre incomprensible.
[—Me siento responsable de la niña, es por eso que, en nombre de mi padre, y con mi autoridad de duque, la traeré y vivirá como una Berchester.]
Era una pena pensar que el cabello gris, que se había enredado para convertirse en un desastre, fuera originalmente de un color blanco tan fino.
<Y es un poco similar.>
Después de todo no se puede engañar a la sangre. Un aire de elegancia en aquellos labios apretados era una reminiscencia del ex duque de Berchester, y también del hijo mayor, Gerard.
Pero por supuesto, en Lestia era mucho más lindo.
<Es mi hermana menor.>
Por decisión de Gerard, en el funeral del ex duque de Berchester, Joel fue el elegido para visitar a la niña ya que el hermano mayor estaba ocupado con la sucesión del título, y el tercero, Mathius, huyó tan pronto como desapareció la barrera de su padre que lo tenía confinado.
Lysian quería ver todo, sin embargo, Joel lo detuvo con fuerza y le dijo.
—¿Qué pensarías si de la nada aparecen frente a ti cuatro hermanos? — hasta ahí estaba bien, pero de alguna manera él lo tomó todo por su cuenta.
Lysian miró a Lestia, quien lo estaba mirando con una expresión asustada.
<¿Qué? No es como si me la fuera a comer.>
Incluso si realmente la fuera a devorar, solo había huesos, por lo que el joven pelinegro pensó que primero debía aumentar de peso.
—Ven y siéntate—Lysian se levantó de la silla para saludar a Lestia. —Como no sabía que te gustaba, les dije que prepararan de todo un poco.
En la gran mesa del comedor había todo tipo de platos hermosos. Los chefs de la familia Berchester demostraron una habilidad excesiva al preparar aquella comida que podía doblegar incluso a una estatua.
—Puedes sentarte aquí—dijo Lysian al recordar las palabras de Joel, que le pidió ser amable con la pequeña niña y retiró la silla con amabilidad, pero Lestia, que se sentó parecía no querer comer nada.
—¿Qué?, acaso no quieres comer—preguntó Lysian, y Lestia abrió la boca con cuidado para responder. —Oh, no. Todo parece delicioso, pero... no sé qué comer primero.
—Puedes comer lo que quieras—Lysian inclinó la cabeza y Lestia movió sus pequeñas manos entre los cubiertos.
—Eso es un cuchillo, un tenedor, una cuchara...simplemente son demasiados para comer.
Ahora que lo pensaba, había numerosos tenedores y cuchillos frente a Lestia.
Los nobles del Imperio Morcatium, al que pertenecía el Duque de Berchester, debían de comer con diferentes vajillas dependiendo del tipo de comida. Era familiar para Lysian, pero para Lestia, que lo veía hoy por primera vez, estaba claro que todo parecería un misterio.
—Esto…—Lysian suspiró brevemente.
Lestia era la hija del duque de Berchester, la gran nobleza del Imperio y aunque hubiera nacido como una hija ilegítima, habría vivido una vida mejor que la de gente común, si tan solo hubiera tenido la protección del antiguo Duque.
Sin embargo, la chica vivía en un barrio pobre. No podía leer y no sabía comer como una aristócrata, además sigue inclinando la cabeza y disculpándose incluso si no hace nada malo.
Lysian trató de imaginar en que tipo de entorno y bajo qué circunstancias había crecido Lestia. Incluso si culpaba al difunto duque por haberla dejado descuidada, el tipo ya estaba muerto, pero después de todo, se preguntó si hubiera sido mejor incinerar a esa basura llamada tío.
Aun así, la prioridad ahora era resolver el hambre de Lestia, ya que de seguro debió de haber aumentado su apetito después del baño.
—Escucha, primero levanta el tenedor—dijo Lysian mientras señalaba con un movimiento de cabeza frente a la mesa de Lestia.
—¿Sí? Pero hay cinco tenedores.
—Agarra cualquiera, con el que te sientas cómoda de sostener en tu mano.
Los delgados dedos de Lestia que se retorcían nerviosamente, tomaron el tenedor más pequeño, justo como dijo Lysian.
El cubierto que la niña tomó fue un tenedor para el postre, pero a los ojos de Lysian, los delgados dedos de Lestia parecían demasiado débiles para sostenerlo.
—Tú...— incluso el dorso de la mano de Lestia parecía a punto de romperse.
Después de tomar el baño, parecía que la medicina había sido administrada cuidadosamente sobre las heridas, pero no podían ser ocultadas por una sola administración.
Lysian chasqueó la lengua al pensar en que no sería capaz de cortar correctamente con esa mano.
—¿No es esto un tenedor? lo siento. — murmuro Lestia mirando el rostro de Lysian.
Una niña de once años que está mas acostumbrada a disculparse que a llorar y recibir mimos.
—¿Por qué te disculpas? Te dije que podías usar el que quisieras— dijo Lysian lo más amable posible, o al menos lo intentó a su manera, pero de todos modos Lestia se estremeció.
—Soy una tonta... ...lo siento.
—No eres nada tonta—Lysian la cortó antes de que Lestia pudiera hablar. —Oye, escucha. No importa si eres realmente estúpida o tonta, no has hecho nada de malo.
—Lo siento...
Estaba claro que las disculpas ya se habían convertido en un hábito.
Lysian encaró a Lestia.
—Oye, escucha con atención.
—Si......?
—Te perdonaré cualquier cosa que hagas mal en el futuro.
—¿Qué significa eso...?
—Por lo tanto, está bien que hagas lo que quieras, no es necesario que te disculpes, ¿de acuerdo?
Lestia abrió los ojos ante las palabras de Lysian.
<Te perdonaré todo, así que haz lo que quieras.>
Fue una instrucción difícil y confusa.
—Así que no te preocupes por nada y dime qué quieres ahora. ¿Qué quieres comer? —los ojos dorados volvieron a crear luz en sus ojos grises.
Cuando conoció a Lestia, Lysian también le dio a escoger entre ser una hija del duque Berchester o quedarse con su tío. E incluso ahora, le dice que elija lo que quiere comer.
Era algo extraño para Lestia, quien siempre tenia que vivir como le ordenaba su tío. Aun así, al escuchar las palabras de Lysian, por primera vez tenía el coraje de elegir lo que realmente quería.
Sobre todo, las palabras de que le perdonaría todo, aunque cometiera errores, la conmovió.
<.... ¿Me perdonarás todo? ¿Me perdonarías, aunque fuera una falsa Berchester?>
Lestia pensó en ello, pero rápidamente lo borró de su mente. Incluso si lo pensaba para ella misma, sentía que era demasiado ofensivo.
—Vamos— instó Lysian, y Lestia cerró los ojos con fuerza antes de decir. —La comida marrón de la derecha se ve deliciosa—fue solo un momento, pero necesitó mucho coraje para decirlo.
—Bien hecho— Lysian elogió su coraje de manera clara y concisa, luego tomó un cuchillo y un tenedor para cortar la comida que Lestia señaló y la llevó a su plato.
—Hoy te ayudaré. ¿puedes usar el tenedor que tienes en la mano? —. Era la primera vez que alguien personalmente le cortaba la comida a Lestia.
La pequeña miró el plato, sin saber qué hacer e inmediatamente, Lysian le preguntó.
—¿No te lo vas a comer? Tú lo elegiste. ¿No te gusta cómo se ve? ¿Quieres otra cosa?
—¡Oh, no, no! — Lestia comenzó a bifurcar con cuidado y luego sumergió la carne marrón que Lysian puso en el plato, se la llevo a la boca y comenzó a masticarla.
Junto con el sabor de las especias fragantes, el primer sabor de los jugos salados se extendió por su boca.
Era tan delicioso que el tenedor que en un principio fue cauteloso, comenzó a ser cada vez más audaz sin que ella se dé cuenta. Lestia estaba comiendo rápidamente la comida que el muchacho pelinegro le había colocado en el plato.
—¿Está deliciosa?
—Sí... ¡sí! ¡Es realmente deliciosa!
—Entonces, prueba esto también. No puedes ser quisquillosa, por cierto, bebe un poco de agua, si te enfermas, Joel hará un alboroto.
A Lestia no le quedaba agua en el vaso ni verduras asadas, ella se lo había comido todo.
—Comes bien— dijo Lysian, y como si le gustara a Lestia, él continuó llenando su plato sin detenerse.
Y esa cena tardía no terminó hasta que Lestia dijo que no podía comer más.
—¿Estás segura? —interrogo Lysian a la pequeña, como si no pudiera creer en sus palabras.
—Sí, realmente no puedo comer más.
—Entonces ve a dormir, te llevaré a tu habitación—Lysian sostuvo a Lestia en sus brazos como si lo hubiera estado esperando.
—¡Yo, yo, puedo caminar bien! — gritó Lestia con vergüenza.
—No te preocupes, sólo te llevaré al frente de la puerta—le contesto Lysian.
* * *
La habitación de Lestia estaba en el segundo piso.
Dora tomó la delantera y se apresuró a abrir la puerta elaborada y esculpida con un león de cuatro ojos que simbolizaban a los Berchester.
Una gran y espaciosa habitación con grandes ventanas estaba llena de lujosos muebles. Sin embargo, era un poco pequeña para que la usara un adulto. Todo fue hecho especialmente para ajustarse al tamaño del cuerpo de la joven Lestia.
Por supuesto, incluso eso le parecía grande a Lestia, quién no creció adecuadamente.
—Wooow...— Lestia abrió sus ojos con sorpresa y miró lentamente la habitación.
La ventana estaba rodeada por gruesas cortinas de terciopelo para evitar el frío, y las mesas junto con los adornos estaban decorados con bonitos accesorios.
Además, un dosel de encaje blanco ondeaba sobre la espaciosa cama. Todo era simplemente asombroso.
—Bueno, señorita. Que descanse, por favor llámame cuando quiera o si necesita algo. Sólo tire de la cuerda junto a la cama—. Dijo Dora y salió de la habitación.
—Entonces, buenas noches— tal y como Lysian prometió, dejó a Lestia frente a la puerta de la habitación y se dio la vuelta, pero la pequeña niña peliblanca se quedó extrañamente quieta en la puerta, sin moverse.
—¿Qué sucede? ¿No te gusta la cama? —preguntó Lysian, y Lestia abrió la boca con cuidado antes de preguntar.
—Yo... ¿puedo usar la cama?
—¿Qué? ¿Dónde más vas a dormir si no duermes en la cama, espera, cómo has dormido hasta ahora?
—Dormí con un paño en el arrozal.
La voz de Lysian se volvió peligrosamente feroz.
—¿Y qué hay de tu tío?
—Mi tío era el propietario, así que él dormía en la cama.
<Entonces.>
—Como no soy la propietaria de la casa. ¿Está bien para mi dormir en la cama?
Era una pregunta.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 4
Capítulo 4
Cuando Lestia le solicitó que hablara sobre la historia de sus padres, Joel lo pensó por un momento antes de responder como si estuviera preguntando.
—Bien, hagámoslo. Pero ya es demasiado tarde y creo que es mejor hablar cuando esté toda la familia, ¿qué te parece?
Lestia asintió en silencio, y Joel se movió como si fuera a dejarla caminar, pero eso fue solo una ilusión. Joel no bajó a Lestia, en cambio, la dejó en brazos de Lysian.
—¿Qué? —preguntó Lysian con desconcierto, pero aun así la aceptó cuidadosamente.
—Lysian, ocúpate de Lestia por un momento, yo tengo que salir de la casa por un tiempo.
—Sí...
Lestia se sorprendió por el inesperado comentario. De los dos hermanos mayores que había conocido hasta ahora, Joel fue el que le mostró más cariño, y ahora iba a estar fuera de casa, su mundo se estaba oscureciendo.
—Joel, ¿a dónde vas? — preguntó Lysian con el ceño fruncido. Lestia no era la única que estaba en problemas.
—Debo buscar al tercer hermano que escapó. Lo ordenó nuestro hermano mayor, dijo que deseaba que todos sus hermanos estuvieran en casa hasta cuando el volviera a la mansión.
—Oh, Dios mío, desbordas amor familiar—dijo Lysian con sarcasmo, pero Joel solo lo ignoró.
—Lestia, pronto te presentaré al tercer hermano, Mathius.
<Tercer hermano.>
¿Qué clase de persona era él? Lestia intentó usar su imaginación, pero no pudo lograrlo.
—Lestia, cuando regrese te compraré un regalo ¿Qué es lo que quiere mi hermanita? —preguntó Joel con afecto.
Pero ella no podía pensar en nada que quisiera.
—Un regalo no... está bien—Lestia sacudió la cabeza.
Un regalo en una situación donde todo era sospechoso solo significaba una carga, pero Joel se tocó la barbilla como si ya hubiese pensado en un presente.
—Bueno, una sorpresa también seria genial—Joel acarició la cabeza de Lestia y subió al carruaje.
—Lysian, sé amable con tu hermana.
Y diciendo solo esas palabras, finalmente Lestia se quedo sola con Lysian. El hermano pelinegro miro a la niña con vergüenza y habló.
—Oye, ya es tarde, así que lávate y vete a la cama. También trataremos tu tobillo.
—Sí...—Lestia asintió suavemente, pero su estómago rugió. Aquel sonido le hizo recuerdo de que no había podido comer nada en todo el día.
—¿Qué? ¿Tienes hambre? — los ojos dorados de Lysian se posaron en Lestia y ella no pudo evitar sonrojarse de vergüenza.
Pero aun con las mejillas de color rojo, ella fingió no tener hambre.
— No tengo hambre.
—No, ese sonido es sin duda el de alguien hambriento—dijo Lysian, porque, en primer lugar, él era una persona a la que no le interesaba fingir no escuchar el rugido de su estómago.
—Lavémonos y comamos primero. Hailock, prepara todo—ordenó Lysian, y siguiendo sus instrucciones Hailock se inclinó y miró a los empleados.
Inmediatamente, una sirvienta se acercó a Lestia con valentía. Era una criada con un voluminoso cabello rojo atado en dos trenzas que parecía mucho mayor que Lestia.
—¡Hola, señorita! Mi nombre es Dora. A partir de hoy, estoy al servicio de la dama.
—¿Servicio? — Lestia no podía entender lo que había oído y eso se debía a que nunca pensó en que alguien se ocuparía de ella.
—Sí, señorita, por favor póngase cómoda. ¡Primero le mostraré el baño! — Dora se acercó hábilmente a Lestia, sin embargo, cuando Lysian no puso a Lestia en sus brazos, le preguntó.
—Joven amo, ¿nos acompañarás al baño de la señorita? — al oír esas palabras, el rostro de Lysian se puso un poco rojo, como si le diera vergüenza.
—¿Qué? Es que ella está herida y no es fácil caminar. Prepara la medicina.
—¡Oh! ¡Ya veo, está bien!
Pero Lestia le habló a Lysian con urgencia.
—Pero, puedo caminar sola.
—No hasta que aplique la cura—la contradijo Lysian con una voz firme.
Al final, Lestia tuvo que ir al baño en los brazos de Lysian, sin embargo, el chico salió corriendo antes de que ella pudiera darle las gracias.
—El maestro es un poco duro, pero una persona muy sincera. Bueno cariño, usaré la cura primero—. Dora abrió la tapa de un pequeño frasco y aplicó un colorido líquido iridiscente* en los tobillos de Lestia.
Entonces, para sorpresa de la niña, el dolor ardiente disminuyó de inmediato.
—No está completamente curado, pero podrás moverte cómodamente cuando termines de bañarte.
Lestia parpadeó ante la extraña experiencia.
—Bueno, la ayudaré a cambiarse—cuando el tratamiento fue absorbido por su piel, Dora intentó ayudarla a quitarse la ropa, pero cuando se acercó a la pequeña, ésta la detuvo.
—Yo... ¡espera un minuto! — Lestia no quiso mostrar su cuerpo lleno de heridas.
Sin embargo, tan pronto como Dora tiró de las correas de la cintura, la ropa suelta y delgada que vestía Lestia fluyó fácilmente, e inmediatamente se revelaron los arañazos que cubrían el delgado cuerpo de la niña, además, no solo eran los hematomas de sus brazos, sino que también quedaban rastros de las cicatrices causadas por fragmentos de las botellas de licor que su tío le arrojaba.
—¡Eh! — Dora respiró hondo, como si estuviera un poco sorprendida.
—Eso... es— Lestia abrió la boca debido a su sorpresa.
Antes, su tío le dijo que, si alguien veía sus heridas, debía decir que se lastimó cuando se cayó. Sin embargo, Dora habló antes de que Lestia pudiera decir su excusa.
—Señorita, no tiene que explicarme nada— dijo Dora mientras guiaba a Lestia hacia el baño, como si nunca hubiera visto nada.
En la bañera blanca llena de agua caliente, el vapor estaba floreciendo y los pétalos de rosas flotaban a lo largo de las olas.
—¿Flores...? — Lestia abrió los ojos y miró dentro de la bañera.
Después de años vendiendo flores en la calle, nunca supo para qué servían. Ella simplemente pensó que se verían bonitas si eran puestas en algún lugar de la casa, pero nunca imaginó que se podían usar así.
—Bonito—susurro Lestia sin darse cuenta.
Dora interpretó aquella palabra como una señal de que a Lestia le gustaban las flores.
—A la señorita le deben gustar las flores. Entonces estoy segura de que también le gustará esto— dijo Dora jactándose mientras tomaba una botella de vidrio y empapaba una gruesa esponja con un líquido translucido.
Pronto, una bonita pompa de jabón apareció sobre la esponja con una rica fragancia a lila.
—¿Qué le parece? Huele bien, ¿verdad? ¿Le gustaría tocarla?
Lestia tocó cuidadosamente la burbuja y descubrió que el tacto era tan suave como tocar la nieve, pero no estaba ni un poco fría.
Ella ha usado jabón antes, pero era la primera vez que usó un jabón que hacía espuma y olía a flores.
Todo se sentía nuevo y extraño.
—Bueno, señorita ¿podría por favor entrar en la bañera? — Lestia, quién estaba un poco más relajada gracias a Dora, siguió sus palabras con calma.
—¿Es correcta la temperatura del agua?
—Sí....
—Sí está bien, pruébela. Entre en la bañera.
—Uhhm...
—Buen trabajo, pero puede llamarme cómodamente—Dora lavó cuidadosamente el cuerpo de Lestia con una esponja suave.
La pequeña niña sintió vergüenza ya que el agua de la bañera, que solía ser transparente, cada vez que Dora la enjabonaba, parecía estar manchando el agua.
Era tan fácil imaginar cómo se vería ahora, sería como esos zapatos viejos en la alfombra del lujosos carruaje.
Pero Dora no expresó nada.
Sólo le pregunto si se sentía incómoda y si estaba bien que le diera un masaje en el cuero cabelludo.
Gracias a ella, Lestia pudo terminar su baño en un ambiente confortable.
—Bueno, hemos terminado el baño— Dora secó el agua del cuerpo de Lestia con una gran toalla y luego aplicó cuidadosamente la medicina que había tratado para su tobillo, en otras áreas de su cuerpo.
—No pude preparar mucha ropa debido a que hace sólo unas horas me enteré de que la señorita venía. Aunque se sienta incomoda, por favor use este pijama hoy—dijo Dora, sacando un traje de color blanco decorado con pequeños encajes.
Se podía ver a simple vista que aquello era ropa usada por damas nobles.
Lestia lo miró y se detuvo.
Ya era un lujo poder tomar un baño con agua tibia en medio de este invierno, pero ¿realmente estaba bien usar algo así?
Quizás ella no sea realmente una Berchester, en realidad, ella no estaba segura de nada.
—¿No le gusta? —preguntó Dora al ver que la expresión de Lestia no se veía bien.
Lestia negó con la cabeza y habló con honestidad.
—...... No sé si puedo usar algo como esto.
—¡Claro que puede! Usted es una señorita de Berchester. A partir de mañana, llevará mejores ropa que esta—respondió Dora en voz alta.
Lestia apretó los labios. Cabía la posibilidad de que el día de mañana le dijeran que esa ropa no era de ella.
Quería decir eso, pero Dora se apresuró a hablar.
—Vamos, mi señorita. El amo Lysian la está esperando en el comedor— y solo cuando la criada pronunció esas palabras, Lestia aceptó la ropa. Pero fue mas que nada debido a que la pequeña pensó en que si hacía enfadar a Lysian, él podría apuntarle con sus llamas calientes.
Cuando Lestia se puso la pijama, Dora de repente expresó su admiración.
—¡Oh, ¡qué linda!
Lestia parpadeó sin saber que la palabra se refería a ella.
—Señorita, es usted muy guapa. Su cabello blanco y sus grandes ojos plateados la hacen ver como un pequeño conejito.
< ¿Linda?>
Esta era la primera vez que Lestia escuchaba esas palabras desde que nació. En su lugar, ella siempre vivió escuchando las palabras "sucia", "mal oliente" y "patética".
—Por cierto, puede que haga un poco de frio en el comedor si solo va en pijama—dijo Dora antes de sacar un grueso chal y lo rodeó sobre los hombros de Lestia. También le entregó unas pantuflas blancas y esponjosas hechas de pelo de conejo.
—Pruébeselas, señorita—insistió Dora, poniéndole los pies en las zapatillas.
Lestia se sintió bien ante la sensación suave y cálida del pelaje entre los dedos de sus pies.
—¿Cómo está? ¿Está calientito?
—Está caliente...
Sobre todo, le alegraba pensar que había sido capaz de cubrir su suciedad después de quitarse los zapatos viejos y gastados al usar un calzado nuevo.
Se sentía un poco codiciosa por la felicidad que estaba sintiendo por primera vez.
<Sí, si luego dicen que no soy su hermana, me iré. hasta entonces, quedémonos así>
Hasta entonces, se quedaría como Lestia Berchester.
—Oh, Dios mío, hice un gran alboroto. Entonces, la llevaré al comedor de inmediato— Dora sonrió abiertamente y llevó a Lestia al comedor mientras ella la seguía.
Curiosamente, el esguince de tobillo ya no dolía.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 3
Capítulo 3
< ¿Qué puedo hacer? Me he disculpado, pero parece que siguen enfadados. >
Lestia no podía levantar la cabeza porque pensaba que algo estaba mal, pero el primero que rompió el silencio fue Lysian.
—Como era de esperar, lo mataré.
—Lysian— dijo Joel, agarrando el antebrazo de su hermano que estaba a punto de saltar del carruaje — No hagas las cosas más escandalosas. Gerard me ordenó que la trajéramos lo más silenciosamente posible.
—Maldición, demasiadas cosas que hacer—al final, Lysian reprimió sus sentimientos y se sentó de nuevo.
Joel se acercó a Lestia, la tomo por sus hombros y le dio un cálido apretón para que se enderezara.
—Lestia, no eres nada estúpida. Y no hiciste nada malo, ¿lo entiendes?
—¿Nada malo?
—Exacto, nada malo.
—Oye, está bien. ¿Qué hay de malo en no poder leer? Cuando lees solo te da dolor de cabeza—dijo Lysian tratando de corregir la situación causada por sus acciones.
Sin embargo, la situación no se había resuelto en absoluto. Lestia todavía no podía levantar la cabeza, y se encogió más que antes.
Joel finalmente suspiró y tomó el periódico que estaba en las manos de Lestia. Luego, señaló con su dedo índice la foto en blanco y negro del hombre que aparecía en la primera página del periódico.
—Aquí. Mira esto, Lestia. El de la foto es nuestro primer hermano; Gerard Berchester.
Era un hombre guapo, con rasgos profundos y pulcros, además de ojos inteligentes que no podían ser arruinados por una impresora barata.
Los labios apretados, la mirada silenciosa y sombría en su rostro parecían algo violentos.
—El hermano fue al palacio imperial para la sucesión del título, por eso nos pidió a nosotros que te trajéramos.
—El título... ¿la sucesión?
—Sí. Nuestro padre falleció no hace mucho tiempo y mi hermano se convirtió en el jefe de la familia, y finalmente hemos descubierto tu existencia.
—¿Nuestro padre?
—Sí, ya que también es tu padre.
<Padre.>
En eso, Lestia habló con urgencia. — Nunca he oído hablar de mi padre. ¿Cómo era?
En realidad, nunca había oído hablar de él. Su tío sólo le había dicho que su madre era una mujer que vendía su cuerpo. Lestia se removió en su asiento sin saber lo avergonzada que estaba, ya que su madre la había dado a luz y falleció sin contarle nada.
Y su tío dijo que no sabía de su existencia.
—Bueno... ¿cómo puedo explicarlo? El antiguo Duque de Berchester era un tonto—dijo Joel, evaluando a su padre con una voz fría. Su apariencia, que era gentil y elegante de pronto se hundió en la frialdad, era algo extraño, pero rápidamente borró aquella expresión de su rostro.
—Sí, fue un tonto. ¿Por qué mi padre dejó sola a una niña tan encantadora como tú? Lamento haber llegado tarde—Joel se disculpó, dobló el periódico y lo dejó donde estaba.
—De todos modos, Lestia, ya no me importa mi padre. El hecho de que tengas hermanos no cambia y aunque fuéramos medios hermanos, compartimos la misma sangre. Quiero decir...—dijo, y sonrió de manera juguetona. —Bueno, ¿qué dices, me llamarías hermano?
—¿Qué? —Lestia miró a Joel con asombro.
—Vamos, vamos— Joel seguía sonriendo.
Sin embargo, la palabra "hermano" se le quedó atascada en la garganta y no pudo salir fácilmente.
—¿Está realmente bien llamarte así? ......
Como vio a Lestia en problemas, Lysian que estaba en silencio, chasqueo la lengua.
—Oye, no tienes que hacerlo si no quieres. Yo también estaría molesto si unos chicos que no conozco aparecen frente a mí y dicen ser mis hermanos mayores.
Lestia bajó la cabeza de nuevo ante las palabras de Lysian.
—Joel extendió su mano y revolvió el cabello corto de Lysian.
—¿Acaso dije algo malo? — Lysian refunfuñó y golpeo la mano de su hermano.
—Será mejor que te acostumbres, Lestia. Tienes dos hermanos más además de nosotros, ya te contaré los detalles con más calma— dijo Joel y sonrió inocentemente.
Lestia no podía creer que ella tuviera otra familia más que su tío. Había tantas preguntas que quería hacer, pero si hacía preguntas y las respondían, ella temía que quizás al final, llegaran a la conclusión de que no era su verdadera hermana.
Así que Lestia se mordió los labios con fuerza.
—Oh, estamos llegando—el carruaje llegó a la casa Berchester en poco tiempo.
Lestia abrió los ojos y la boca mientras observaba a través de la ventanilla como se acercaban a la lujosa casa. Un gran jardín bordeado de paisajes bien cuidados, estatuas de mármol blanco y una enorme mansión que no se podía comparar con la pequeña cabaña donde vivía.
Las sutiles luces en la atmosfera hacían que todo fuese más brillante.
Cosas desconocidas y hermosas hicieron a Lestia más pequeña.
—Lestia, ¿nos bajamos?
Finalmente, el carruaje se detuvo y Joel extendió su mano. Lestia la tomó e intentó pisar con cuidado, pero Joel la detuvo inmediatamente.
—Oh, no. Lestia, te duele el tobillo.
Al final, Lestia tuvo que bajar del carruaje siendo sostenida por los brazos de Joel.
—Jóvenes, han vuelto.
Los sirvientes de la mansión salieron y los saludaron doblando sus espaldas.
Lestia también estaba avergonzada al ver cómo la gente se inclinaba ante ella.
—Joven Joel y joven Lysian. He preparado su habitación como me ordenaron— un anciano con gafas plateadas y traje, parado frente a los chicos, se acercó a ellos.
Lestia tiró del dobladillo de la ropa de Joel sin darse cuenta. Esto se debe a que el anciano tenía una estricta mirada de que no toleraría ninguna suciedad.
Como si sintiera que Lestia le temía, Joel puso su mano en el pequeño hombro de la niña y habló. — Lestia, este es el mayordomo Hailock. Ha estado ayudando al Duque de Berchester durante mucho tiempo.
—Oh... hola— Lestia, en brazos de Joel, asomó la cabeza y apenas lo saludó.
Hailock se inclinó en silencio y con gracia. Luego, miro fijamente a Lestia y se acercó a ella.
—Oh... Creo que no has podido usar una piedra para la neutralización de mana en mucho tiempo.
—¿Qué?
—¿Con qué clase de atributos tratas? Lo prepararé enseguida.
—Bueno... yo no sé a qué te refieres.
<Piedra de neutralización de maná>
No podía entender lo que estaba diciendo.
—Los descendientes del Duque Berchester saben cómo manejar la magia desde su nacimiento. Pueden controlar el poder del agua, fuego, viento y la tierra como suyos. ¿Alguna vez has sentido algo extraño? —preguntó Hailock al ver como la pequeña Lestia se retorcía con nerviosismo.
< ¿Saber cómo manejar magia desde el nacimiento?>
Ah... entonces por eso Lysian y Joel eran magos, porque ambos eran Berchesters.
Pero Lestia nunca había usado magia, ella nunca tuvo tal experiencia ni de por casualidad.
Sintió como si su respiración se hubiera detenido.
El rostro duro de Hailock se sentía como si dijera "Eres falsa".
—Yo no...
Ella no sabía cómo manejar esas cosas.
Lestia apenas pronunció esas palabras e inclinó la cabeza. No pensó que sería tan fácil descubrir que no era una verdadera hermana.
Debió ser revelando mucho antes, pero ¿por qué ella no quería que se supiera?
Se sintió tonta y avergonzada de mí misma.
—Oh, ¿es así? — Hailock parecía un poco sorprendido, pero no expreso mucho y dio un paso hacia atrás.
—Bueno, voy a volver a casa ahora. No soy una Berchester— dijo Lestia, cerrando sus ojos con fuerza.
—Oye, ¿qué estás diciendo? — Lysian inmediatamente enredó sus dedos en el cabello de Lestia. —Eres una Berchester, no importa lo que digan y si puedes o no usar magia, no importa.
—¿Qué? Pero...
Joel interrumpió a Lestia.
—Así es, mi hermana es Lestia Berchester y no tienes que preocuparte por nada.
Lestia tenía miedo.
Acababan de descubrir que no podía usar magia, pero ¿por qué seguían llamándola “mi hermana menor”?
Dijeron que era natural que un miembro de la familia Berchester usara magia. ¿Cuáles eran sus intenciones?
—No te preocupes, te lo explicaré lentamente—Joel sonrío y miro a Lestia como si pudiera leer sus pensamientos. Luego extendió su muñeca izquierda hacia ella y preguntó. — Lestia, ¿podrías enrollar la ropa de mi manga? — Lestia subió cuidadosamente de la manga de Joel como solicitó.
Entonces, se reveló el brazalete de su muñeca.
Era un brazalete hecho de oro fino y se ajustaba como una enredadera junto a piedras rojas que parecían semillas de granada decoradas con huevos.
—Esta es la piedra de mana, Lestia. Es lo que nos ayuda a usar magia. Para de poder usar magia de los elementos, debemos usar las piedras de neutralización de mana con un atributo inverso cada cierto tiempo.
—Bonito...—exclamó Lestia sin darse cuenta ante el color brillante de la piedra.
—Sí, es bonito, ¿verdad? —continuo Joel con una sonrisa en su rostro— Es una piedra a base de fuego que puede neutralizar las propiedades del viento. Sin ella, el viento podría hacerme pedazos.
—¿Qué? — los ojos de Lestia se agrandaron cuando escuchó que podía morir.
Pero a Joel no le importó y acarició el brazalete como si la luz roja del brazalete fuese absorbida por él. Al mismo tiempo, la piedra rápidamente se volvió gris.
—Pero Lestia no necesita este tipo de obstáculos en primer lugar, porque nació perfecta.
—... ¿Perfecta?
<Perfecta.>
No podía aceptarlo. Si ella hubiera usado la magia como Joel y Lysian, no habría dudado de la palabra Berchester. Pero Joel hablaba como si fuera una bendición no poder usar la magia.
—Hailock simplemente no sabía que eras perfecta. ¿No es cierto?
—Lo siento, señorita. Estaba siendo demasiado presuntuoso, por favor, perdóneme—Hailock rápidamente se inclinó ante Lestia y se disculpó.
Lestia gritó sorprendida.
—¡Perdón, no! No has hecho nada malo.
—Como era de esperar, hermana mía. Eres muy generosa— Joel abrazó a Lestia con fuerza, como si fuera adorable.
Lestia estaba petrificada como una roca. Esta era la primera vez que alguien la abrazaba, además esa persona era Joel.
< ¿Estaba bien que esta elegante y hermosa persona me abrace así?>
Se preguntó Lestia, preocupada de que Joel pudiera verse sucio como el carruaje en el que viajaron.
—Joel, si me abrazas muy fuerte, podrías ensuciarte.
—No, no, Lestia. No estás nada sucia, y llámame hermano, ¿vale? — Joel le dio una palmadita en la espalda a Lestia con su gran mano sin dudarlo.
Lestia se sonrojó un poco y preguntó con cuidado.
—Bueno, ¿puedes contarme más historias de mi padre?
Quería creer, aunque fiera un poco que ella era una Berchester.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 2
Capítulo 2
—¿Tío?
—¡Sí, soy el tío de esa niña! ¡Esta es su casa!, ¡Así que no pueden ir a ninguna parte sin mi permiso!
Lestia miró a su tío con los ojos muy abiertos. Hace solo un momento, era un tío que la estaba vendiendo sin escrúpulos a unos matones, y ahora salía corriendo de la casa diciendo que era familia su familia.
La niña sonrió débilmente, y eso fue debido a que la joven Lestia se dio cuenta de que aparte de ella, no tendría a nadie quien vender para pagar sus deudas, por eso tenía prisa.
—Familia—. Susurro Lysian antes de usar un hechizo. El joven que hasta hace poco estaba en silencio con los brazos cruzados, alzó las comisuras de su boca y preguntó. —Entonces, ¿sabes por qué un matón la estaba golpeando delante de su casa?
—Eso es... eso es...—. El tío se quedó sin palabras y empezó a dar excusas a toda prisa. —Eso es porque estaba en problemas. ¿No crees que los adultos deben enseñar a los niños si se meten en problemas?
—¿Problemas? ¿Así que dejaste a una niña tan pequeña y delgada como ella ser golpeada por un hombre adulto? —Lysian dio un paso adelante, incapaz de ocultar su disgusto y pareciera que estaba a punto de crear una llama que arrasaría con todo a su paso.
Entonces Joel detuvo a Lysian con una mano.
—Lysian, espera.
—¡Maldición!
Joel bloqueó a Lysian colocándose frente a él debido a que estaba muy enfadado. Luego, miró fijamente al tío de Lestia antes de hablar con voz fría.
—¿Has dicho que eres el tío de Lestia?
—Bueno... sí —. El tío, que estaba abrumado por el aura de Lysian y Joel, apenas pudo responder con una voz apagada.
—Eso es extraño. Estoy seguro de que mi padre le pagó suficiente por la manutención de esta niña. Entonces, ¿Por qué vives en la periferia de los barrios bajos?
—¿Eh? ¿Tu padre? —pregunto el tío con voz desconcertada.
—Hace diez años, alguien debió de darte mucho dinero de manutención cuando trajo a Lestia para que la cuidaras. Mi padre no vino en persona, pero se lo ordenó a alguien para que lo hiciera.
—¡Ahhhhh! —grito el hombre mientras abría los ojos al recordar algo.
—¿Dinero para mi cuidado? —Lestia nunca había escuchado algo como eso. Su tío siempre le dijo que sus padres la habían dejado sin dejarle un centavo, así que debía pagar esa deuda.
Entonces, Lestia salía a la calle temprano todos los días para ganarse la vida vendiendo sus flores sin quejarse nunca.
—¡Eso, eso es porque cuesta mucho dinero criar a un niño! —Su tío dudó un momento, pero gritó en voz alta como si acabara de encontrar la excusa correcta.
—¿¡Sabes cuánto gasté en criar a esta niña!? ¡Las mil monedas de oro que recibí en ese entonces estaban muy lejos de ser suficiente para la manutención! ¡Es como un robo ahora que intentan llevarse a una niña que he criado gratis!
¡¿Tío!? Eso...—exclamó Lestia.
Con mil monedas de oro, una familia ordinaria con cuatro integrantes podía vivir cómodamente durante diez años. Con todo ese dinero estaba claro que tanto su tío como ella, habrían vivido en una casa limpia y espaciosa sin preocupaciones.
—¡Eres muy ruidosa! ¡Estás interfiriendo cuando un adulto está hablando, parece que no has aprendido modales! — gritó el tío de Lestia y ella se estremeció.
Eso se debía a que su tío usaba la violencia diciendo que era para corregir los errores de Lestia.
—...Oh, sí. Necesito más dinero. Quiero decir...—continuó hablando el hombre.
Joel, quien había estado mirando a Lestia con ojos cálidos, entrecerró los ojos y miró al tío de la niña. Su aura daba tanto miedo, como si fuese a cometer un asesinato, pero cuando salió la palabra dinero, el hombre no pudo ocultar su rostro de anticipación.
—Bueno... sí. Verá, criar a un niño es caro.
—Entonces la conversación será fácil — dijo Joel, sacando un cuaderno de su pecho y anotó algo antes de tirarlo frente al tío de Lestia.
—Te daré mil monedas más de oro — era un cheque.
El tío lo aceptó con manos temblorosas.
—Sin embargo, no es una manutención. Ese es el precio por renunciar a ser su familia. No vuelvas a decir que mi hermana es tu sobrina, ni siquiera aparezcas delante de ella.
—¡Sí... sí! — el hombre, que tomó el dinero, ignoró a Lestia como si nunca hubiera existido.
Lestia pareció perder toda la fuerza de su cuerpo ante la apariencia de su tío que fue completamente diferente a la de hace un rato, que gritaba detrás de ella.
Por un momento se sintió ridícula por haber vivido con una persona así, y verlo como familia.
—Vamos, Lestia. Vamos a casa —. Le dijo Joel, y volvió a sonreír dulcemente.
—Él, pero mi... casa... familia...
Sin embargo, el hecho de que estuviera decepcionada de su tío no significaba que aceptara a los jóvenes frente a ella como su familia. Ellos solo eran personas que la habían comprado por mil monedas de oro en lugar de veinte monedas de plata.
Un muchacho como él no podía ser su hermano.
—Lestia, tu verdadera familia somos nosotros — dijo Joel con cariño, como si pudiera ver a través del corazón de Lestia.
Como él dijo, sería genial si pudieran ser realmente una familia. Sin embargo, la idea de que eso era mentira no podía salir de su mente.
Sería aún más triste y miserable si resultaba que no era un hermana. ¿Qué debería elegir para que sea menos doloroso?
Lestia estaba confundida.
—Oye —. Con una mirada incómoda en su cara, Lysian se acercó y quedo frente a frente de Lestia.
Como resultado, Lestia no podía ver a su tío o a Joel delante de ella. Solo veía un par de ojos dorados que brillaban hermosamente y la tenían cautivada mientras la miraban fijamente.
—Tú eliges. ¿Nos seguirás o te quedarás aquí? Tú decides a quién quieres tener como tu familia— el tono y la expresión de "soy demasiado perezoso así que responde rápidamente" eran fríos.
< ¿Puedo realmente seguir a estas personas aterradoras y misteriosas?>
—Date prisa. ¿No tienes frío con esa ropa fina? — Lysian refunfuñó, se quitó la capa y la envolvió alrededor del cuerpo de Lestia.
—Hmm— y como si no le gustara, extendió la palma de su mano y creó una llama ardiente frente a Lestia.
—Ahhh—Dijo Lestia con sorpresa, pero aun así era cálido, muy cálido.
Y era extraño, la llama estaba a su alcance. Deberías de pensar que algo de aquella intensidad daría miedo de verlo, pero por extraño que pareciera, era cálido y acogedor. Sentía que quería llorar.
¿Así es como se sienten las polillas de fuego? Saltando al fuego aun sabiendo que la llama es peligrosa.
—Yo...— dijo finalmente, respondiendo en silencio con una pequeña boca abierta—, yo, yo te seguiré.
Fue una elección impulsiva.
Ya sea que realmente sean sus hermanos o no, parecía no importarle. Simplemente no quería perder aquel calor que calentó su frio cuerpo.
—Buena elección, Lestia — Joel sonrió y sostuvo a Lestia cuidadosamente en sus brazos antes de comenzar a caminar hacia el carruaje que habían tomado para llegar.
Lysian también los siguió en silencio, pero el tío de Lestia lo detuvo para hacerle una pregunta con voz urgente.
—¡Oh!, pero a todo esto ¿quién es el padre de Lestia? ¿Quién tiene tanto dinero?
—El Duque de Berchester—dijo Lysian con una voz fría mientras lo miraba con indiferencia.
— ¿Berchester? ¿El Duque de Berchester? — aquel hombre agachó la cabeza, sorprendido.
El Duque de Berchester.
No importa lo humilde que seas, no había nadie en el continente que no conociera a la familia debido a que de generación en generación se han encargado de producir excelentes magos.
—Así que, ni siquiera pienses en hacer algo estúpido. Puedo deshacerme de ti sin que te des cuenta—y después de una severa advertencia, Lysian usó su magia contra la pequeña casa sin dudarlo.
La desgastada vivienda de madera comenzó a arder con una energía aterradora, creando un incendio.
—¡Hey! — el tío de Lestia comenzó a huir en medio de la nieve en cuatro patas como un perro. La escena era igual a la de los matones que huyeron tiempo atrás.
Lysian se encogió de hombros y siguió a su hermano, que iban delante suyo.
* * *
Lestia se subió al carruaje en brazos de Joel. Ella insistió en que podía caminar sola, pero los dos muchachos se negaron a dejarla caminar con su tobillo herido, y se negaron a dejarla tocar el suelo.
—...... Gracias.
—No tienes que agradecerme, Lestia. Escoltar a mi hermana es algo natural como tu hermano mayor— Joel sonrió con gracia y Lestia pensó que su sonrisa era como la de un ángel en un cuadro famoso.
Sintió que Joel la perdonaría sin importar el error que cometiera. Sin embargo, tan pronto como Lestia se subió al carruaje, le pareció imposible que la perdonaran por estar ahí.
Estaba perdida en sus pensamientos debido a que sintió que sus zapatos gastados y su ropa sucia estaban manchando el lujoso carruaje.
<Pensé que estaba usando ropa limpia.>
Si estaba cerca de algo brillante, no puedes ocultar la fealdad, y se dio cuenta de ello por primera vez.
De alguna manera se sentía como si fuera mucho más pequeña. Al final, Lestia ni siquiera podía ver a Joel y Lysian sentados frente a ella, sus ojos estaban fijos en sus pies.
—¿Qué pasa, Lestia? ¿Te has dejado algo? — preguntó Joel con voz amigable.
—Oh, no. Realmente no tenía nada que empacar—respondió Lestia, sacudiendo la cabeza.
De hecho, Lestia no tenía nada. Los brillantes guijarros que solía traer cuando recogía flores, fueron tirados hace mucho tiempo por su tío mientras los llamaba basura, y todo lo que tenía era la ropa que traía puesta.
—Sí, no te preocupes por lo que dejaste atrás. Te compraré todo nuevo— dijo Joel cariñosamente, doblando sus largas pestañas de color limón.
Una vez más, la amabilidad llegó con miedo. Lestia nunca había recibido bondad sin razón desde que nació.
¿No sonrió su tío dulcemente sólo cuando le compró licor?
Así que, era necesario preguntar qué pretendían estas personas.
—Yo... ¿por qué vinieron a verme de repente?
Si ella de verdad era su hermana menor, ¿por qué vinieron después de once años?
—¿Has leído el periódico recientemente? —Lysian, que miraba a través de la ventana del coche con la barbilla apoyada en su mentón, le dio a Lestia un periódico que estaba a un lado del vagón.
Lestia tomó rápidamente el periódico.
—Si lo lees, tendrás una idea aproximada. La noticia de la muerte del antiguo duque de Berchester ha sido un alboroto durante algún tiempo—Fue un acto de amabilidad, pero Lestia nunca había aprendido a leer y escribir. Las letras que llenaban el periódico parecían pinturas en blanco y negro.
—Bueno, lo siento. No sé leer...
Había silencio en el carruaje, y Lestia tenía miedo de ese silencio.
Su tío golpeo su mano, diciendo; "Lestia no sabe nada, eres una tonta” y la violencia terminó sólo cuando Lestia se arrodilló y se disculpó.
—Lo siento, soy una estúpida. Lo siento. — así que se inclinó y se disculpó como siempre lo había hecho.
Sin embargo, Joel y Lysian rápidamente endurecieron sus rostros luego de escuchar las disculpas de Lestia.
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 1
Capítulo 1
Lestia miró a los adultos con un rostro lleno de nerviosismo mientras su pequeño cuerpo estaba pegado cerca de una esquina.
—Hyung*, ¿quieres decir que no puedes devolver mi dinero?
—Lo siento, lo siento— dijo el tío de Lestia, mientras levantaba su cabeza ensangrentada hacia los matones que lucían horrible.
Al parecer no podía devolver el dinero.
Esto sucedía a menudo, pero era la primera vez que los matones acudían a su casa para cobrar el dinero. Ante sus apariencias amenazantes, Lestia no sabía qué hacer, así que se encogió aún más en aquel pequeño rincón.
—Tsk, esta casa destartalada ni siquiera vale algo de dinero.
—No puedo evitarlo. En vista de que no puedes devolver el dinero, tendré que golpearte. ¿un dedo por cada moneda de plata? Ya que son 20 monedas lo que debes, si te corto todos los dedos debería ser suficiente—. Uno de los gánster sonrió mientras sacaba una daga brillante para amenazar al tío de la pequeña.
El tío, al ver la daga dejo escapar un chillido.
—¡Oh! ¡No! —gritó Lestia con sorpresa cuando su tío fue agarrado por los bandidos. Porque aquello era lo único que una pequeña niña de 11 años podía hacer para proteger a su tío.
Pero su tío se dio cuenta de algo y señaló a Lestia antes de hablar.
—¡Ah! Bueno, entonces ¿qué tal darles a esa niña en lugar del dinero?
—¿Eh? — con esa expresión, recién los matones se dieron cuenta de la existencia de Lestia y la miraron fijamente.
La respiración de Lestia se volvió superficial al ver la mirada de aquellos adultos que parecían evaluarla.
—Será útil. La madre de esa chica era muy entusiasta al punto de vender su cuerpo.
Y sólo entonces, Lestia pudo entender lo que su tío estaba diciendo. Él estaba intentando venderla para pagar sus deudas.
—¡Tío!
—Sí, podrás ganar dinero. Puedo ver que serás una belleza cuando crezcas. Bueno, creo que podríamos venderla antes de eso. —uno de los gánster sonrió cuando se ganó frente a Lestia aun con la daga en sus manos.
—¡No! —. Lestia se estremeció de miedo y retrocedió un paso hacia atrás.
Cuando vives en un barrio pobre, incluso un niño de tres años sabe a dónde se vende la gente. Lestia no quería ir a un lugar donde tuviera que vivir de manera inhumana hasta el día de su muerte.
Incluso si vivía día y noche siendo golpeada por su tío borracho. —¡Tío!, ¡Tío! ¡Venderé más flores y trabajaré más duro a partir de ahora, así que por favor...! —. Lestia le suplicó a su tío, quien era su único tutor, le mostraría su utilidad.
Pero su tío estaba irritado.
—¡Cállate! Y síguelos en silencio. Te he alimentado desde que naciste y te he dado un techo para dormir. ¡tienes que devolver mi amabilidad!
—Tío...—pero al final, Lestia fue tomada por los matones y estaba siendo arrastrada fuera de la cabaña.
Era una noche oscura donde incluso la luna estaba oculta por las nubes y una tormenta de nieve estaba rugiendo de tal manera que el mundo exterior no podía ver ni un centímetro más adelante.
La niña, expulsada fuera por la voluntad de los demás, estaba horriblemente asustada y tenía mucho frío. Pero eso no significaba que quisiera renunciar a la vida.
—No, no quiero ser vendida así—. Como si fuera una bestia acorralada, Lestia mordió el dorso de la mano del gánster que la sostenía con fuerza.
—¡Aah! ¡Chica! —. El matón se molestó y arrojó a Lestia directamente a la nieve.
—¡Uh! —El flaco cuerpo de Lestia rodó por el suelo, quejándose de frío y dolor.
—Perra. Primero te enseñaré a escuchar de manera obediente.
—Oye, tómalo con calma, ella es nuestro premio.
—Escúchame bien. Te daré una lección para que sepas exactamente lo que pasará si lo fastidias esta vez también. De esa manera, será más fácil de manejar en el futuro —. el gánster que Lestia mordió, comenzó a acercarse a ella, amenazándola.
—Ah ......—. Frustrada por el miedo, Lestia se levantó con los dientes apretados lista para escapar, pero no pudo ponerse de pie.
Eso se debía a que su cuerpo no se movía acorde a sus órdenes, como si su tobillo se hubiera torcido al resistirse.
<No puedo huir.>
Una terrible sensación de impotencia y desesperación se reflejaron en los ojos grises de Lestia.
La idea de no ser capaz de hacer algo por su propia cuenta la hizo renunciar a todo, y eso era un sentimiento familiar.
Pero enfrentarse a esa familiaridad era algo tan doloroso que la enfermaba.
Lestia se sentó, indefensa, mirando fijamente y de forma inexpresiva como la mano del matón se acercaba a ella. Fue entonces, que la mano de un niño no identificado apareció y detuvo la mano que amenazaba a Lestia.
—Oye, quítale las manos de encima—. La voz baja del chico resonaba a través de la tormenta de nieve, era como la advertencia de una bestia.
Los matones tragaron su saliva y miraron al chico.
La figura, escondida bajo una larga túnica, pertenecía a un niño que acababa de entrar en la pubertad. Sin embargo, todos en la habitación se sintieron abrumados por las palabras de aquel chico.
—Deshazte de él.
Con otra advertencia, un fuerte viento de rocas voló la túnica que cubría el rostro del chico, y entonces, el cabello negro, más oscuro que el cielo nocturno, revoloteó junto con los copos de nieve, revelando unos vívidos ojos dorados.
Lestia por un momento se quedó sin aliento debido a que los hermosos ojos de ese niño la miraban fijamente.
Era una mirada noble que recibía por primera vez en su vida. Esa mirada directa y clara, se convirtió en un rayo de luz ante los ojos grises de Lestia que estaban apagados y borrosos.
—¿Qué, qué? Niño, si no quieres salir lastimado, no te involucres en lo que hacen los adultos.
El matón, que se había tambaleado por el impulso del chico, lo amenazó aún con la sangre que caía de su frente, sin embargo, el muchacho no se estremeció por la amenaza.
—No tiene sentido.
Fue solo en ese momento que las llamas se elevaron de los dedos del chico. Eran una locura.
Una brillante bola de fuego golpeó a los enemigo de Lestia, dibujando una brillante y hermosa línea bajo el negro cielo nocturno.
—Ahhhhhhh— el matón fue golpeado directamente por la bola fuego en el brazo y gritó antes de caer hacia la nieve, rodando en el frío suelo para apagar las llamas de su cuerpo.
—¿Un mago? ¿Por qué hay un mago aquí?
—Solo fue un pequeño toque, que llorón.
Lestia miró con asombro a aquel muchacho que se encontraba frente a ella.
El chico era un mago, y había pocos magos en el continente.
El chico que reveló casualmente su gran identidad les gritó a los matones que se encontraban estupefactos como piedras.
—Si la tocan de nuevo, los quemaré vivos.
Ante la advertencia del muchacho, la pandilla se apresuró a retroceder y a huir.
—Oh, Lysian. Gerard me pidió que trajéramos a nuestra hermana de vuelta y en silencio.
< ¿Cuándo apareció? >
Un joven alto, elegante y con buena apariencia se acercó para posicionarse cerca del chico llamado Lysian.
—No has matado a nadie. bien, eso es suficiente.
Mientras Lysian se cruzaba de brazos y torcía sus hermosos labios, el joven negó la cabeza y se acercó a Lestia.
Ella pensó que el joven de cabello corto y ordenado color limón con ojos esmeralda, se sentían muy cálidos, incluso en el frío.
—Lo siento, ¿te has sorprendido? —él se inclinó e hizo contacto visual con Lestia y habló con una voz amistosa. —Está bien. No te preocupes, es sólo magia.
—Sí...
Era sólo magia.
Pero para Lestia esta era la primera vez que veía algo así. Sin embargo, el joven pronuncio esas palabras en un increíble tono amistoso, como si fuera insignificante.
—No sabía que nos conoceríamos así, pero me alegro de verte. Nos estamos viendo por primera vez, hermanita. Somos tus hermanos.
—¿Eh? ¿Usted es mi hermano? — Lestia parpadeó sus grandes ojos plateados, presa de la confusión.
—Sí, soy tu segundo hermano, Joel, y el de aquí es Lysian, el más joven, o no, ahora la más joven de nuestra familia, eres tú, nuestra hermana menor.
Era una historia increíble. Lestia, quien era hija de una prostituta y que desde siempre se ganó la vida vendiendo flores mientras vivía en la cabaña de su tío borracho en un barrio pobre.
Una niña tan humilde no podría ser la hermana menor de los nobles que tenía frente a ella.
—Bueno, creo que están equivocados. No puedo ser su hermana.
—No, Lestia, eres tú. Iris gris plateado y cabello blanco cremoso. La hermana más joven que hemos estado buscando, es un verdadero éxito encontrarte.
Lestia se sorprendió cuando su nombre salió de la boca de Joel.
Incluso su tío, que era el único pariente consanguíneo, era un hombre que no la llamaba por su propio nombre.
—Mi nombre... ...cómo...
—¿Cómo no sabría el nombre de mi hermana? — Joel sonrió suavemente y se acercó al cabello blanco de Lestia para desordenarlo de una manera amistosa. Entonces, una sensación agradable sopló y sacudió ligeramente los copos de nieve del cuerpo de Lestia.
Lestia miró su cuerpo con sorpresa. Todas las cosas frías y húmedas de la nieve habían desaparecido.
—...Esto también es magia.
—Hermana mía, eres inteligente. Lysian puede manejar el fuego, yo puedo manejar el viento.
Dos valiosos magos, y afirmaban que Lestia era su hermana.
La joven niña era aún más incapaz de creer en las afirmaciones de los nobles ante ella. Pero Joel continuó hablando con voz confiada.
—Vayamos a casa y hablaremos los detalles. Tengo tantas historias que contar y mucho que decir.
—¿A casa...?
—Sí. Te vas a casa con tus hermanos, Lestia—dijo Joel, y extendió su mano cuidadosamente para levantar a Lestia, que estaba tendida en la nieve.
—Oh Dios mío, es demasiado ligero. ¿Cuántos años tienes ahora? ¿No tenías once?
En lugar de responder, Lestia dejó escapar un gemido sin darse cuenta.
Los ojos verde de Joel se suavizaron mientras miraba a Lestia cariñosamente debido al pequeño gemido.
—Lestia, discúlpame un momento —. Joel inmediatamente enrolló la ropa de Lestia que era demasiado delgada y holgada para ser usada en pleno invierno ya que se exponía con demasiada facilidad.
Entonces, en la pálida piel de la niña, se revelaron los moretones azules que florecían como moho.
Esos eran hematomas causados por su tío.
—Esto es...—. Las cejas de Joel, que confirmaban los daños, se arrugaron en un instante.
—¿Quién te hizo esto?
—Oh, no es nada—. Lestia se apresuró a bajar las mangas porque su cuerpo parecía un trapo que aquel hermoso y elegante hombre no debería mirar.
Joel le hablo a Lestia en un tono de consuelo, ya que la niña se había erguido como un erizo.
—Sí Lestia no quiere hablar, no tiene que hacerlo. Pero ahora mismo te duele el tobillo, ¿verdad?
Lestia se sonrojó.
Apenas estaba de pie, pero parecía que la habían pillado por su postura incómoda.
—Vayamos a casa y tratémoslo —. Joel volvió a enfatizar suavemente.
—Pero mi casa es...—. Lestia abrió sus labios, pero pronto los cerró con fuerza.
No podía decir que su casa era suya, ni siquiera como palabras vacías. Una casa de campo con un tío que la había vendido.
Entonces, pudo oír a su tío gritando en la parte de atrás.
—¡Eh! ¡Ustedes! ¡Esa es mi sobrina! ¿Adónde van sin mi permiso?
*Hyung: Se lo dice un hombre a otro que es mayor que él o entre amigos de la misma edad.
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