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날521

Aún si no lo crees, tengo la necesidad imperiosa de echarte la culpa por un par de muchas cosas y no me tiembla la voz al decirte que una de ellas es el sencillo hecho de que me tengas tan a tus pies como estoy ahorita mismo, besandote los talones y las pantorrillas de vez en cuando para aliviarte un poco el dolor de esas piernas flacuchas. Ay, amor mío, pero tómalo de una buena manera que si te hecho la culpa es porque ando agitado y con ganas de reír a lo loco, hacer alguna pataleta y ocultarme en tu cuello, perderme en tu perfumito a coco y vainilla y darte tantos besos que mis labios quedarían tatuados en tu piel de leche. Rayito de luz, tengo que echarte la culpa, lo siento mucho, porque me tienes tan enamorado que el corazón parece querer estallar, hay algo así como un zumbidito de abeja que me tiene medio ido creyendo haber visto el aleteo de un colibrí y deshojar correctamente las camelias de tu jarrón favorito; dime cursi, llámame como más te guste así te puedo llevar la contra por un rato, aprovechar en sellar tu boca con la mía y robarte las palabras con la lengua, anda, haz algo para que pueda echarme a tu lado y hacerte mío un ratito más en vez de estar aquí creyendome romántico que logra expresar mas o menos bien todo el sentimiento. 

¡Ah!, Yien de mi vida, ¿por qué tienes que ser tan perfecto? (deja que me disculpe desde ahora, o desde el inicio, por saltar de un tema a otro como cuando me distraigo y voy de tu cuello a tus muslos, a tus brazos, a tu frente...), me tienes aquí con más preguntas que respuestas a la belleza que te traes encima, con los pensamientos arrebatados murmurando por los rincones como tú puedes estar conmigo siendo yo un pobre desgraciado que apenas tiene ojos (pero que sólo te miran a ti) y logra coordinar pasito tras paso sin trastabillar, caer y quedar inconsciente...- ¡Y por eso tengo que echarte la culpa! Porque aún y con la cabeza vuelta un lío, te sigo amando incondicionalmente, soltando suspiros como adolescente enamorada y escribiendo cartitas de amor para dejar en tu casillero en el recreo, porque no tienes idea de cómo dejo de echarte la culpa cuando me sonríes sin ningún problema, tomándome la mano para llevarme a donde nos guíe el viento y nos quiera el destino, porque a la vez no puedo hacerlo, no puedo culparte de tu naturaleza de ser más bello que los atardeceres o noches de verano mirando las estrellas, más bonito que una siestita los domingos o hacer el amor escuchando al flaco Spinetta. Y mírame, aún después de quinientos veintiún días sigo siendo un desastre para decirte las cosas que más quiero, ¡te culpo de nuevo, sí!, porque me puedes  tanto que se me traba la lengua, me arden los ojitos y sonrío hasta que me duelen las mejillas, porque sí, porque se me van las palabras y lo único que me nace es decir que me caes mal porque te amo, te odio, me caes mal, te amo. 

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날183

A mi niño de otro planeta: que aterrizó aquí en Tierra (siendo más claros, mi corazón) y desde el primer día se propuso poner mi mundo de cabeza sin ser realmente su intención; ese que con su sonrisita gana todo lo que quiere (de mi) y el brillo de sus ojos cala hasta lo profundo de mis huesos. Debo comunicarte algo: tenemos un pequeño problemita por aquí, y es que esto de atar cabos, a veces, no es lo mío, más cuando quiero que abrir la boca y sacar todo lo que tengo adentro sea fácil, ��no sabes cuánto deseo que entiendas todo lo que pasa por aquí! 　　　 　　 Y podría partir por todo eso que es cliché y terminar en oraciones con cero coherencia, también me arriesgaría a desvariar un poquito, soltar la lengua entre verso y verso y finalizar todo con un puntito y ese tipo de aura empalagosa que, te juro, me sale sin querer queriendo (porque topes, topes de azúcar al por mayor y todos para ti); ¡pero no! aún y con todo eso fluyendo, grabándose en tu memoria, no alcanzaría, ni un poquito, para describir la inmensidad de un sentimiento inexplicable que decidí definir como amor. Porque es amor, sí, claro que lo es, pero también es algo más y no sé qué es. Y tú, mi niño de otro planeta, ¿entiendes que no hay palabras? Que por más que me esfuerce (y sabes que lo hago), esta frustración que hace un huracán adentro me gana y no, no encuentro cómo otra forma de decir que te amo si no es diciendo: te amo. 　　　 　　 Entonces aquí me estanco, abro y cierro paréntesis, me jalo los cabellos de desesperación y resoplo para darte una escena inolvidable de un yo que lanza algún que otro improperio y vuelve a escribir, borrar y escribir, borrar y escribir; porque nunca serán suficiente (dejando de lado ese detalle mínimo de mi obsesión del perfeccionista) párrafos y párrafos con palabras sueltas para dar en el punto justo, ese que yo quiero señalar y decir: ¡mira! ahí, lee, lee todo y entenderás lo mucho que provocas y me haces sentir. Hasta creo que no existe, dime tú: ¿cómo se podría explicar esta mezcla de todo cuando ni yo entiendo qué es? Que va por un lado y por otro, pinta las mejillas de un rosita (como el que tanto te gusta), se aloja por un rato en la boca del estómago y termina en las piernas (haciéndolas temblequear, porque tú, tú, mi amor, eso causas). 　 　　 Anda, sabes que me gusta ponerme algún que otro reto, pero esto, unf. Nunca quise tanto, tanto algo como poder darte a entender y dejar que me leas con facilidad, de adelante hacia atrás, hasta la última hoja y vuelvas a comenzar miles de veces para comprender, pedacito por pedacito, que esta mezcla rebelde de todo y nada persiste para y por ti. Motor de vida, luz en el camino (¿ves que te dije que me iría a lo cliché…y cursi?), no me canso de repetir, buscar sinónimos, alguna letra de canción o la poesía de Sabines que se asemeje a la locura que me lleva esto que entumece las puntas de los dedos cuando te veo (como viene sucediendo hace seis meses, cabe destacar) 　 　　 Y, entonces, termino en un “te amo” que se queda cortito, en un “me mueres” que va tanteando terreno y como final el “me enamoras” para darle ese toque que no puede faltar si se trata de nosotros. Juro, prometo, firmo un contrato (y hasta otro pacto de sangre si es necesario) que encontraré alternativas y me esforzaré tantito más, así no queda de plano esto, que no es poco pero no satisface mi necesidad de, y: te amo, te agradezco y te amo de nuevo, me mueres, muero de ti, y te amo otra vez; te digo feliz sexto mes y lo siento tan poquito para lo mucho que ha sucedido, y te amo nuevamente. Me enamoras, así, día a día, minuto a minuto, y te amo, debes entender, saber y sentirlo porque aquí me explota la cabeza y sonrío como idiota gracias a ti.

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날152

Es difícil comenzar a escribir con las ideas esparcidas en el suelo, tomo esto de aquí y eso de allá para juntar e hilar una pequeña oración que lleve nuestros nombres juntos, porque, ¿intentaste alguna vez separarlos? Lo siento tan vacío, tan incompleto, como si desgarrara una parte de mí y se la llevaran lejos para no volver a encontrarla. Pero es difícil, sí, porque en mis intentos fallidos de poeta aficionado me pierdo en pensamientos que gritan tu nombre y alteran mi latir, porque, sencillamente, ya no sé cómo relatar este sentir que tiene tu marca y te lo llevas todo, y yo lo entrego, es para ti, y será para la eternidad. Tengo una mezcla de sentimientos que van de la ansiedad, nerviosismo y felicidad, emoción, acompañado de un lloriqueo incesante, este sonrojo que no se marcha y el temblor de mis manos que se niega al abandono, porque eso provocas, la sonrisa torpe en mis labios y el ardor en mi pecho, un fruncir de ceño que culmina en una risa alocada para lanzarme a tus brazos; que si fuera un zorro, con razones inclinaría un poco mi cabeza y alzaría mis orejas con tu sola presencia, me enredaría contra ti en busca de alguna caricia, me marcharía para asecharte de lejos, y movería mi cola en un festejo, sería la prueba más fiel y certera de mi cariño. Pero soy un humano, y lo debo arreglar luchando con mi propia lengua para soltarla y que escuches todo de mi, y es que nada más puedo querer, nada más que susurrar cada palabra en tu oído y te endulces de mi voz.

Diciendo que encendiste una llama en el vacío que aquí habitaba, que pasito a pasito te acercaste más a mí y entre hilos rojos nos amarré para no volver a soltarnos; agregando que había un vacío en mi corazón gritando tu nombre y lo llenaste con ese calor tan tuyo que puedo llamar hogar (tus brazos). Tocaste mi alma y me aferré a la tuya, busqué y sé que me enterré en lo profundo de tu ser, porque de ahí no planeo salir y lo siento, egoísta como siempre, voy a esparcir mi esencia hasta tu sangre, porque quiero que me respires y vivas únicamente para y por mí. Quiero ser único en mi especie, marcar la diferencia, saber que nadie (nunca) podrá ocupar el lugar que me hice a tu lado, quiero ser el mejor para ti, que jamás olvides mi nombre. Egoísta, quiero ser el único hombre para toda la vida, ese que te despierte todas las mañanas entre zamarreos y cosquillas, aquel que te pelea por mínimos detalles sólo para regarte de besos más tarde, ese que te abraza todo el tiempo y de sorpresa lanza una cursilería (porque topes de azúcar, siempre). Quiero, siempre quiero, y lograr todo lo que tengo en mente es mi segundo objetivo, porque el primero es hacerte enteramente feliz, que en tu rostro se pinte la mejor sonrisa y que en los días malos te recuestes en mi hombro para soltarlo todo. Porque ya no huiré, y te lo prometo, no lo haré, con una mano en mi pecho, te aseguro que aquí estaré (estamparse contra la pared es la prueba que uno necesita para poner los pies sobre la tierra y dejar de volar tanto en su aire). Son días buenos y otros peores, uno no elige cómo irán en la marcha pero sí cómo finalizan, y pretendo que entre sueños pienses en mi, suspires al recordarme y te lances a este vacío a mi lado, flotar entre nuestras nubes de amor; juntos somos un huracán, y arrasamos con todo alrededor pero mantenernos juntos sin pena ni gloria es lo mejor, porque, ¿intentaste imaginar cómo sería la vida del otro sin tenernos? Porque, ¿te imaginas sin mí a tu lado? ¿Y no se te oprime el pecho? ¿Y no se te llenan los ojos de lágrimas? ¿Y no te sientes débil, insignificante, un grano de arena?

Son cinco meses, ciento cincuenta y dos días juntos, altos y bajos, risas y lágrimas, enojos, frustraciones, momentos, juntos. Quiero que veas que nuestro amor es tan real como se siente, que no siempre habrán situaciones que nos favorezcan, que tendremos muros para atravesar, pero que está sucediendo, que somos el uno del otro. Que eres mío, que soy tuyo, y nos elegimos una y otra vez a pesar de todo porque nos necesitamos, y hablo así, porque sé que lo haces tanto como yo y que así será por mucho. Eres demasiado para mí y jamás me cansaré de repetirlo, haces que todo sea mejor, que mis días se pinten en colores pasteles y combinen. Me fascinas y nunca dejará de ser así, te amo, te quiero, te adoro, me mueres; si en algún momento lo olvidaste, nunca dejo de pensar en ti, entre minuto y minuto me pregunto qué haces, en suspiros dejo escapar tu nombre, con berrinches reclamo tu presencia en mis brazos, entre lágrimas torpes me dejo llevar hasta tu lado para empaparte de mi sentimiento, de mi necesidad profunda de ti. Porque te quiero, te quiero, te quiero, y te extraño. Estoy entre sueños, y te extraño. Estás lejos, y muero. Ojalá pudieras leerme como yo quiero leerte a ti, así comprenderías lo que pasa por esta mente retorcida cuando vuelves a casa y me lanzo contra ti risas histéricas, silencios cortos y besos que asfixian, y sé que lo lograremos. Sé que lo haremos bien, confío, confío en ti, confío en mí, confío en nosotros. En todo el tiempo que tenemos por delante y el que estamos viviendo, porque eres muy para mí, y yo soy muy para ti, y sin el otro no somos.

Y perdón por ser un desastre, pero si algo sé, es que nunca nadie te va amar como yo.

Te amo, Saturno.

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무한의

Dulcemente descansas en mis brazos, sólo una fuerza mayor sabe lo feliz que soy de admirarte. Sucede que en cada facción encuentro una nueva razón para perderme, ¿acaso sabes lo hermoso que eres? Con esa sencillez que se convierte en perfección y me quita el aire (¡vaya ironía!), es esa mueca que formas con tus labios (dulces, rojizos) y la manera en que arrugas tu nariz al removerte y abrazarme más fuerte. Y te amo, no puedo evitarlo.

Mi niño, ¿lo he dicho alguna vez? Que eres mi universo, y estoy dispuesto a recorrer el último rincón de la vasta inmensidad. Aterrizar en aquella y ésta galaxia. Extraviarme en la cuenta de tus estrellas y comenzar una y otra vez, bañarme en tu polvo estelar y sonreír; ¡ah!, contar dichoso las aventuras en las que me sometí al viajar, todo por ti. Para llegar a mi hogar, Saturno, y guardarme hasta la próxima fecha de explorar.

Mi ángel, ¿lo he dicho alguna vez? Que eres mi todo, y adoro admirar hasta el último detalle que te diferencia de todos, único y especial, único en mi mundo. Así, como cuando estiras las mangas de tu abrigo y cubres tus manos, la forma en que esa traviesa lengua (me tienta) se pasa por tus labios antes o en el proceso de hablar; parpadeas, tan seguido, cuando prestas atención y sonríes, más tarde, si no entiendes bien. Pero lo haces. La manera en la que frunces el ceño si algo te molesta o la seriedad que se adueña de tu rostro si el día no ha ido tan bien; el esfuerzo que haces cada mañana para salir de la cama, ese lunar en el centro de tu pecho, las mañas que aparecen, las risas en la madrugada. Cuando inflas tus mejillas, cuando te quedas en silencio y me observas; perfecto. Tanto como luego de un beso, te relames y vuelves a atacar, o en medio de un abrazo, me aprietas y te quedas quieto. Son momentos, son pequeñas cosas, pero te hacen único, ¿lo sabías?

Mark, mi géminis. ¿Cuántas cosas no te dije? ¿Cuántas estoy guardando y debes saber? Pero míranos, estás descansando en mis brazos y yo sólo te observo. Sé que el reloj está a punto de sonar, pero no quiero despertarte aunque extrañe la profundidad de tus ojos, sé, yo sé. Pero, ¿tú sabes? Que te amo, bobo. Te amo.

Sincero y dependiente, terco y orgulloso, infantil, inocente, torpe y lento, te amo. Te amo de todas las maneras posibles. Te amo de día, de tarde, de noche. En las madrugadas y amaneceres. Te amo, te amo, te amo. Te amo molesto, enojado, gruñón o amargado. Feliz, triste, mañoso. Con dolores, tristezas y problemas. Ángeles y demonios. Te amo. En la oscuridad de nuestra habitación, a la luz de la mañana, en el sofá del departamento, te amo. En cualquier lugar al que podamos llegar, ¡te amo! Por Dios, te amo. ¿Lo entenderás algún día? Que este sentimiento es más fuerte e incontrolable que yo, que me lleva al borde del abismo y no me da miedo lanzarme, porque sé que estarás ahí cayendo conmigo, siempre a mi lado. Te amo, Mark…

Y lo siento si no sé cómo expresarlo, lo siento por todas las tonterías y actitudes que se presentaron de mi parte y te provocaron algo que no entre en el concepto de felicidad. Lo siento si en algún momento te hice creer que algo era tu culpa, ¡��cómo podría serlo!? Si de eres culpable, es sólo de mimarme así, de consentir y cuidar como nadie lo hizo, de hacerme sentir tan amado que mi corazón (tuyo) podría explotar de felicidad. Lo siento, por darte más silencios que palabras, es una condena que debes pasar a mi lado. Lo siento, por todo, lo siento, por amarte así, por intentar buscar soluciones, por dar vueltas en un mismo asunto, por pensar de más y actuar tan poco. Lo siento.

Pero así y todo, te amo. Sé que me estás escuchando, te amo.

Vaya, que nunca me cansaré de repetirlo.

¿Te digo algo más? No puedo estar sin ti, pero eso ya lo sabes, ¿verdad? Que si te vas, te llevas parte de mi y aquí, entre estas cuatro paredes, sólo queda un cuerpo sin vida a la espera de su oxígeno otra vez, de su latido, de su motor. No puedo estar sin ti, no aguanto la agonía de un minuto sin ti, y soporto de pie la espera de un nuevo huracán y…-

Son las doce, ¿qué más me queda por decirte?

Feliz cumpleaños, mi dulce aire. Saturno siempre estará contigo.

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to 토성:

1. Me gustas. 2. ¿Podrías dejar de ser tan adorable? 3. ¿Desde cuándo…? 4. Te quiero. 5. Tu nariz es tan…bonita. 6. ¡Tus labios saben exquisitos! 7. Me volveré adicto. 8. ¿He dicho ya que me gustas? 9. Me encantas. 10. Siento que me derrito, ¿por qué me miras así? 11. ¡Deja de mirarme así! 12. Soñar contigo es lo mejor que puede suceder(me). 13. Todo de ti se siente agradable. 14. ¿Es un sueño? 15. ¿Ves por qué eres el mejor? Adoro ver películas contigo. 16. “Quiéreme, porque te metiste hasta lo profundo de mis huesos, y no deseo que salgas de allí” 17. Mark, ¿quieres ser mi Principito? ¡Seré tu zorro! 18. Logras sonrojarme, ¿sabías? 20. Me gusta decir tu nombre. 21. Me gusta que digas mi nombre. 22. Eres mi choque de energía. 23. ¡Nuestro planeta favorito es Saturno! 24. Vamos a perdernos entre sus lunas. 25. Eres mi ángel. 26. “¿Gustarme? ¿Sólo gustarme? Por Dios, la palabra "gustar” ya no es suficiente para describir todo lo que siento por ti. Es inmenso. Infinito. Me enamoras, Tuan" 27. Sabes que eres mío, ¿verdad? 28. Sólo quiero ser el mejor para ti. 29. Ven a mi habitación. 30. ¡Nuestro primer mes!¡Markiepooh y Tigerbum! 31. Estoy muy, muy a tus pies. 32. “Mi amor… vivo por ti” 33. ¿Por qué te adoro tanto? 34. “¡¿Por qué eres tan repentino?!” 35. Me mueres. 36. “En ningún lugar encontraré alguien que me soporte como tú. Te como, eres mi todo” 37. Mira esto, nada es tan real como nuestro amor. 38. Eres mi bebé. 39. Eres mi ángel. 40. Te amarraré más fuerte a mi, no sólo un pacto de sangre, será más que nuestros meñiques. Alma, cuerpo, corazón. 41. Nunca te dejaré solo. 42. Aquí estoy, todo para ti. 43. “Tenemos más de 121890218390 hijos” 44. Bebé me quiere más a mi, ¡soy su favorito! 45. Me paso pensando en ti. 46. “¿Cómo un ángel como tú viene a alterar la cabeza de un demonio como yo?” 47. Nunca te separes de mi. 48. ¿Te gusta que sea un zorro? ¡Acaricia mis orejas! 49. Puedes hacer lo que quieras conmigo, soy tuyo. 50. Mark… 51. ¡Estoy enamorado de ti! 52. Aguardaré cada segundo por tu llegada, lo prometo. 53. Recuerda que eres el único para mi… 54. “Te necesito conmigo, entiende. Puede sonar a egoísmo, pero yo sin ti no vivo” (yo tampoco) 55. No me iré a ningún lado, Mark. 56. Mark, ¿no ves que estoy quedándome aquí para ti? Que estoy dándote una promesa silenciosa, que me quedaré aquí, a esperarte, sin importar qué. 57. Te extraño. 58. Te extraño. 59. Te extraño. 60. Te extraño. 61. ¡Nuestro segundo mes! ¡Vuelve sano, por favor! 62. Me puedes. 63. ¡Senpai! 64. No seas celoso, soy tuyo(a) 65. Te amo. 66. Son topes de azúcar, ¡estoy feliz! 67. Piensa en mi, mira las estrellas y piensa en mi. 68. “¿Sabes que te amo? Que no importa en dónde estés, yo seré feliz contigo a mi lado de cualquier forma” 69. “Eres mi hogar” 70. Lo siento. 71. No te alejes de mi. 72. ¡No te alejes de mi! 73. No quiero… 74. Te amo, joder, te amo. 75. Eres lo mejor que ha sucedido (y sucederá) en mi vida. 76. https://youtu.be/aPLCHEm7M88 77. Eres muy para mi (soy todo para ti) 78. Claro que te quiero, ¿cómo no hacerlo? 79. Eres mi vida, Mark. 80. No dejes que las pesadillas vuelvan, por favor. 81. ¡Seremos fuertes! 82. Te amo, no me canso de repetirlo. 83. ¿Entiendes lo que significas para mi? 84. También estoy asustado. 85. Daría todo por… 86. Aquí estoy, de pie, mi vida es tuya. 87. Aire, aire, somos aire. 88. No me importa mi insomnio, ¡quiero verte a ti! 89. Lo siento. 90. Es nuestro tercer mes, ¡te amo, Saturno! 91. Estoy fascinado contigo, ¿lo sabes? 92. ¡No me fui! ¡No me iré! Mi lugar es aquí, contigo. 93. Nada puede ni podrá separarnos. 94. Eres mi estrella. 95. ¿Sabes por qué lloro? Porque eres mi todo, y no me duele amarte así, me llena de vida. Tanta como nunca logré sentir. 96. No te molestes si hago tantas preguntas… 97. Eres lo único que me importa, ¡entiende! 98. Géminis, estás…volviéndome loco. 99. No me veas como un niño, ¡soy un hombre! ¡Soy tuyo! 100. ¡Cien días juntos! Ha pasado tan rápido pero es tan intenso. 101. Aire, te deslizas entre mis dedos, ¡no te vas a escapar! 102. No importa qué suceda, eres mío, soy tuyo. 103. Descansa, por favor, cuida de ti, que eres mi vida. 104. Te amo. 105. ¡Tengo un regalo para ti! 106. Gracias por todo. No importan los conflictos que lleguen, los malos ratos que pueden aparecer, no importa un sinsabor de vez en cuando, todo estará bien si son nuestras manos y corazones los que siguen juntos. Te aferraré siempre fuerte a mi, ¿lo sabes? No te quiero lejos, no soporto un minuto sin tu presencia, es abrumador el sentimiento cuando no estás. Es imposible respirar cuando no son tus ojos los que encuentro en la mañana, es desgarrador el vacío que se aloja en mi pecho cuando mis brazos se enfrían por la ausencia de tu cuerpo. No te quiero lejos de mi. No. No, porque sin ti no vivo. Sin ti los colores son fríos, el mundo me parece aún más cruel, la hostilidad me rodea y me agobia la rutina. Sin ti todo carece de sentido. Si te vas, llévame contigo, ¡no importa! Te seguiré igual, nos perderemos entre las lunas de Saturno, construiremos un hogar lejos de la realidad para crear la nuestra, Mark. Mark, mi Mark, mi Principito, mi estrella, mi sol, mi energía, Mark. Mi géminis, mi niño, mi ángel. Te amo, te amo demasiado, te amo infinito multiplicado por millones y millones. Te amo, te amo, te amo.

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미소...

Sonríe, agárrate de mi mano y no te preocupes si no puedes andar que yo seré tus piernas, abraza(te) fuerte a mi alma para que no te caigas y clava tus uñas fuerte en mi piel. Si piensas que te puedo ayudar en algo, desnúdame entero; si vas a pasar el más mínimo frío; arráncame la boca, si ya no sientes la tuya. Roba(me) la sonrisa, tengo de sobra (para ti tengo todas), de verdad, si crees que la tuya se marcho por el camino.

Cuéntame historias falsas y soportaré el peso del mundo por ti, te lo prometo que puedo.

Sí, dame tus miedos, que te prometo que yo me callaré los míos, adueñate de mis brazos si necesitas que te arropen, despieza(me) entero si crees que te va a hacer gracia el volver a montarme, con sólo que te hiciera gracia puedes hacerlo.

Clávate en mis ojos, ¡clávate! e hipnotiza(me), y te prometo que seré una serpiente si te atacan, y el mejor animal de compañía si así me lo pides; cierra los ojos que ya cuentas con los míos, duerme en mi espalda que te juro que por ti he aprendido a parar el tiempo en un sólo segundo.

Es cierto estamos solos, pero estamos bien, y cuando estamos solos tú y yo podemos aprender a ser felices y nada puede dañarnos y ni siquiera tocarnos.

Ahora abre los ojos (mírame) estoy sonriendo, y mira conmigo el cielo. ¡Abre los ojos!, aprovecha esas cosas, aprovecha que te quiero y aunque te lo dije al principio, lo único que te pido es que por mi sonrías que yo sonreiré por ti. Y recuerda aunque no te lo digo todas las veces que me gustaría decírtelo, eres increíble, eres especial y por eso; y todo lo demás, te quiero.