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El navegante

Intenté ahogar mis penas, pensé que funcionaria, mientras yo me tambaleaba en ese mar que quema la garganta y te hace caer cuando navegas demasiado por mucho tiempo, pero no pasó, cuando abrí los ojos seguían ahí, cuando me embarque otra vez, seguían ahí, una y otra vez, asta que me di cuenta de que al igual que yo, aprendieron a navegar conmigo en ese mar que con el tiempo dejo de quemarme cuando navegaba por mi garganta, poco a poco se volvieron mi tripulación, pero no sé si soy yo su capitán, porque ellas son las que me invitan a navegar otra vez, una aventura más asta que vuelva a caer por esas olas que agitan mi barco y me hacen olvidar que en esta tripulación no soy el capitán, soy solo el que lleva el timón, pero no el que decide a donde ir.

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El sonido de la derrota

Bella luna que me alumbra, esa noche mi mente era una con la luna, pensaba en que hacer, qué paso dar, cuando la escuché caminar, conozco su andar, no hay necesidad de voltear, pero al final lo hice y vi que tal vez perdería, al notar como lo veía y como le sonreía, pero nunca vi esas dos conmigo al hablarme.

La derrota... la escuché, debí verla, pero no quería, cuando escuche el sonido de un amor sincero, mis emociones se separaron, como esos sonidos de esos petalos en su cara al separarse de los del  ganador.

Terrible sonido que me hace caer por dentro mientras miraba al frente, voltear no quería, me destrozaría, pero escuchar igual lo haría, ese sonido se repetía, ese sonido más me rompía, el sonido como un susurro me decía "no eres tú, es él", con solo escucharlo sabía que bien no estaría y mi cuerpo por dentro simplemente caía, caía y si me movía, escucharía en medio de todo el ser que soy y que yace roto por dentro al perder ese día mientras lo que se rompía se mojaba en una lluvia interna.

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Mordida

Cuando te abraso y la pasión aflora, soy como un vampiro, lanzándome a tu cuello, besando y mordiéndolo, jugando con tu vida mientras mis dientes acarician tus venas, cada que muerdo cuello, siento como se agita tu vida, siento tus venas en mis labios acariciando tu piel, sientes el peligro de mis dientes en tus venas, siento el sudor de tu piel, te aterra, pero te gusta el peligro de una bestia que se contiene por que te ama y el dañarte no se lo perdonaría.

Tu cuello cada que me dejo llevar se vuelve tentador, al besarlo siento tu piel, siento tu olor y siento tu pulso, al morderlo dejo una marca y un recordatorio, ese recordatorio es que asta mi bestia interior te ama