tanya-schmid

[tanya-schmid]

Recorría distraídamente la calles de París con una botella en su mano, estaba fascinada con todo lo que veía y lo único que hacía era ver sus alrededores y eso provocó que chocara con alguien.— Oh, lo siento mucho, ¿estás bien?

[tanya-schmid]

— Algún día alguien llegará y te regalará un lápiz gracias a la acción que acabas de hacer. —bromeó, riendo un poco.— Así es, la que es monstruo con la mayoría de los alumnos.

— Disculpa...

—Oh… no, no es nada — dijo sorprendida frente a aquella reacción, aunque pronto lo asoció—. Tienes a esa profesora ¿no? La que pide hacer los exámenes con lápiz.

[tanya-schmid]

— ¡Me ofendes Luka! ¡Yo nunca haría semejante barbaridad!, y menos por un simple lápiz.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

Se quedó mirando al chico, esperando su respuesta, tal vez tuvieran algo en común.— ¿Nirvana? ¡Yo amo Nirvana! Bueno es uno de mis grupos favoritos. —se encogió de hombros ligeramente.— Oh, lo lamento si quieres puedes seguir escuchándolos. —comentó al ver como el chico tomaba sus auriculares.

—De nada— Asintió mirando a la rubia, estaba a punto de volver a hundirse en esa pequeña burbuja que le regalaba la música, cuando escucho la pregunta de la chica—Uh… Mayoritariamente Nirvana.—Respondió tomando entre sus dedos uno de sus auriculares.

[tanya-schmid]

Asintió levemente y dejó por terminado aquel tema.— Gracias, creo que esta vez en verdad voy a necesitar suerte. Espero que te haya ido bien. ¿Estuvo difícil? Eso es un buen punto, creo que la señora está amargada.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

— De nuevo, muchas gracias. —añadió sonriente, para después suspirar.— Supongo que lo estoy, aunque esa maestra nos detesta a todos.

— Disculpa...

-Al fin-comenta al encontrar el lapicero y se lo extiende a la chica-Espero que sea de ayuda, ¿lista para la clase?

[tanya-schmid]

— Creo que eso es lo último que haría, pero gracias por el voto de confianza. —rió ligeramente.— Bueno, en verdad ¡muchas gracias Abigaíl!

— Disculpa...

—Si no es que lo pierdes primero—Bromeó— .¿Qué más da? Es un simple lápiz, puedes quedártelo.

[tanya-schmid]

— Pues, en este momento yo tampoco estoy imaginando cosas sanas.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

— Sí, servirá igualmente. —asintió ligeramente con una pequeña sonrisa mirando como el chico buscaba en su mochila.— Sí, no te preocupes.

— Disculpa...

-Caminaba distraido cuando escucha a la chica hablarle-tengo un lapicero pero supongo que te va a servir de igual forma-comenta buscando el lapicero entre su mochila-espera un momento, tengo un desastre aquí

[tanya-schmid]

— Prometo regresarlo antes de que terminé el periodo escolar. —afirmó con una pequeña sonrisa.— Y en verdad, gracias, creo que acabas de salvar mi calificación.

— Disculpa...

—No es nada—. Se encogió de hombros sosteniendo una extensa sonrisa. —De cualquier forma, te habría prestado uno—. Admitió

[tanya-schmid]

Rió ligeramente ante la reacción del chico y esperó a que se agachara a recoger lo que ella le había pedido anteriormente.— Muchas gracias. —agradeció mirándolo con una pequeña sonrisa.— ¿Qué escuchabas? —preguntó curiosa, refiriéndose a lo que se encontraba escuchando antes de que ella lo interrumpiera.

—Oh…—resoplo, tal vez debía considerar escuchar la música más bajo… No, así estaba bien.—Claro—Le dijo, inclinándose hacia un lado para tomar la pluma que reposaba junto a su pie. —Aquí tienes—Estiro su brazo entregándole el objeto a la muchacha.

[tanya-schmid]

— No, en verdad prometo regresártelo. —dijo mirándola con una pequeña sonrisa.— Es de literatura, la maestra me odia así que si no llevo un lápiz estoy segura de que me reprobará.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

— De absolutamente todo lo que puedas imaginarte. —comentó mordiéndose el labio inferior ligeramente.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

— ¡Muchas gracias! —exclamó sonriente, tomando el lápiz que aquella chica le ofrecía.— ¿En verdad? —preguntó sorprendida.— Muchas gracias, en verdad, te irás al cielo ya que acabas de salvarme la vida.

— Disculpa...

—Ah, aquí esta— sacó de duno de los bolsillos interiores un lapiz y una goma que tenía junto a una bolígrafo, un corrector y un marcador—. Ten. Quédatelo si quieres, tengo más.

[tanya-schmid]

— No te preocupes, en verdad. —negó ligeramente con la cabeza, sonriendo.— Así es, eso te justifica completamente. —sonrió ampliamente.— De hecho yo tengo dentro de unas horas una prueba, aunque te prometo que no lo morderé.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

— Sí, claro que me sirve. —comentó sonriente, mientras tomaba el lápiz que el chico le ofrecía, sin importar que estuviera mordido.— Gracias.

— Disculpa...

[tanya-schmid]

Miró a la chica expectante pero al percatarse de que no la había escuchado, lo repitió.— Preguntaba que si tenían un lápiz que me prestes, ya que perdí el mío.

— Disculpa...