#ya estoy chikita maldita sea

[atavlia]

"no, no quiero" sonrisa divertida y miradita desafiante en lo que acerca su rostro un poco más al ajeno, allí implícita su propia ironía. en otras circunstancias ofrecería su ayuda incondicional a nael, pero tratándose de un juego ( y uno que, para colmo, pretende alimentar unos cuantos egos ) no le importa ponerse en contra, desafiarlo o molestarlo un poquito de más. "no sé qué te hizo creer realmente que yo quiero algo de ti" una de sus cejas se enarca, curvatura en comisuras todavía pronunciada al tiempo en el que ligero rubor se acentúa en sus mejillas. en realidad él sí tiene mucho que ofrecer que lía sin problemas aceptaría si se tratase de alguien más, sea dinero o la compra de algún material académico que necesite para transitar su año escolar con mayor comodidad. pero lo cierto es que no es capaz de aceptar semejantes atenciones de parte de aquellos a los que ella considera cercanos, pues no es quien se aprovecha de la gente que pulula a su alrededor una vez que vínculo de confianza ha sido establecido. gira sus pies en cuando masculino la obliga y se demora en dar el primer paso para acabar entre brazos ajenos cuando él comienza a caminar. es así como su espalda roza torso ajeno en lo que avanzan hacia donde sea que nathanael desee llevarla. "¿te estás divirtiendo?" inquiere entonces, mirando por encima de su hombro para poder verle el rostro, distancia entre ambos siendo mínima. ( @nvael. )

                          no sorprende que sea atalía quien recuerde cada vocablo de correspondencia de principio de semestre, pero el ser desprevenido en pasillo de laberinto se torna evidente debido a cilindro que de un segundo a otro libera de entre falanges y extingue con calzado. ‘ ¿es que no quieres ayudarme? ’ es teatralidad la que traza apenas visible mohín entre sombras sobre labios y que acto seguido, se sustituye de suave tironero de comisuras al comenzar al deshacerse de distancia entre dúo. ‘ no lo sé, lía. me suena radical decir que no tengo nada que necesites… ’ rosto se inclina a levedad, como si buscase otra perspectiva de faz conocida. ‘ ¿qué tal algo que quieres? ¿lo pensaste ya? ’ par de cejas se arquea en sintonía de silencio entre ambos prolongándose y lo único sintonizable siendo los ecos de compañeros a distancia. pero pasado instante, cuerdas vocales vibran al compás de tacto encontrando su camino hacia hombros más bajos para así virarle con gentileza y guiar por sendero. ‘ un respiro no nos vendría mal, probemos los malvaviscos juntos. ’ @atavlia